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Descubriendo en cada

hermano el amor de Dios.


Familias Misioneras
Quienes somos adultos y tenemos
Compartimos… vínculos cariñosos, profundos y
arraigados.
Quienes somos adultos y tenemos
Compartimos… vínculos cariñosos, profundos y
arraigados.
• Recuerda una anécdota que
tengas con tu hermano (a).
Quienes somos adultos y tenemos
Compartimos… vínculos cariñosos, profundos y
arraigados.
• Recuerda una anécdota que
tengas con tu hermano (a).

En cambio, hay quienes no


tienen una buena relación
fraternal.
¿Por qué? ¿De qué depende que
nos amemos los hermanos?
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA FAMILIARIS CONSORTIO
DE SU SANTIDAD JUAN PABLO II

La Iglesia, consciente de que el matrimonio y la familia constituyen uno


de los bienes más preciosos de la humanidad, quiere hacer sentir su
voz y ofrecer su ayuda a todo aquel que, conociendo ya el valor del
matrimonio y de la familia, trata de vivirlo fielmente; a todo aquel que,
en medio de la incertidumbre o de la ansiedad, busca la verdad y a
todo aquel que se ve injustamente impedido para vivir con libertad el
propio proyecto familiar. Sosteniendo a los primeros, iluminando a los
segundos y ayudando a los demás, la Iglesia ofrece su servicio a todo
hombre preocupado por los destinos del matrimonio y de la familia.
CARTA ENCÍCLICA FRATELLI TUTTI
DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Este santo del amor fraterno, de la sencillez y de la alegría, que me


inspiró a escribir la encíclica Laudato si’, vuelve a motivarme para
dedicar esta nueva encíclica a la fraternidad y a la amistad social.
Porque san Francisco, que se sentía hermano del sol, del mar y del
viento, se sabía todavía más unido a los que eran de su propia carne.
Sembró paz por todas partes y caminó cerca de los pobres, de los
abandonados, de los enfermos, de los descartados, de los últimos.
Sin fronteras
UNA HERENCIA PARA EL CORAZÓN
• Amar a los hermanos no es un tema menor. Cuando tenemos la dicha
de vivir la experiencia de la hermandad dentro de casa, luego
podremos trasladarla a los demás vínculos humanos y sentir que
casi cualquier persona puede constituirse en un hermano del alma.

• Ese derroche de amor y generosidad brotará de nuestro corazón si lo


hemos aprendido, sencillamente, en nuestra infancia.
«Dios es amor, y el que permanece
en el amor permanece en Dios»
(1 Jn 4,16).

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