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MARÍA
EN LA VIDA DEL DISCÍPULO DE CRISTO
Enseñanza al grupo de Discipulado de Familias
Carismáticas de Mar del Plata – 1º de octubre de 2016
Dos palabras: CULTO e INTERCESIÓN 2
I- PARTIENDO DE LA ESCRITURA
Hch 1,14
14
Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en compañía de
algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.
Hch 2,1-4
1
Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. 2 De
pronto, vino del cielo un ruido, semejante a una fuerte ráfaga de viento, que
resonó en toda la casa donde se encontraban.
3
Entonces vieron aparecer unas lenguas como de fuego, que descendieron por
separado sobre cada uno de ellos. 4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y
comenzaron a hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía
expresarse.
p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina
II- DOS TEXTOS DEL MAGISTERIO
DE LA IGLESIA 9
I- El misterio de la Iglesia.
II- El pueblo de Dios.
III- De la constitución jerárquica de la Iglesia y en
particular sobre el Episcopado.
IV- Los laicos.
V- Universal vocación a la santidad en la Iglesia.
VI- De los religiosos.
VII- Índole escatológica de la Iglesia peregrinante y
su unión con la Iglesia celestial.
VIII- La bienaventurada Virgen María, Madre de
p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina
Dios, en el misterio de Cristo y de la Iglesia.
Lumen Gentium 12
LG 60. Uno solo es nuestro Mediador según las palabra del Apóstol: «Porque uno es
Dios, y uno también el Mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que
se entregó a sí mismo para redención de todos» (1 Tm 2, 5-6). Sin embargo, la misión
maternal de María para con los hombres no oscurece ni disminuye en modo alguno esta
mediación única de Cristo, antes bien sirve para demostrar su poder. Pues todo el
influjo salvífico de la Santísima Virgen sobre los hombres no dimana de una
necesidad ineludible, sino del divino beneplácito y de la superabundancia de los
méritos de Cristo; se apoya en la mediación de éste, depende totalmente de ella y
de la misma saca todo su poder. Y, lejos de impedir la unión inmediata de los
creyentes con Cristo, la fomenta.
p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina
Lumen Gentium 13
LG 62a. Esta maternidad de María en la economía de gracia perdura sin cesar desde el
momento del asentimiento que prestó fielmente en la Anunciación, y que mantuvo sin vacilar
al pie de la cruz hasta la consumación perpetua de todos los elegidos. Pues, asunta a los cielos,
no ha dejado esta misión salvadora, sino que con su múltiple intercesión continúa
obteniéndonos los dones de la salvación eterna [186]. Con su amor materno cuida de los
hermanos de su Hijo, que todavía peregrinan y se hallan en peligros y ansiedad hasta que sean
conducidos a la patria bienaventurada. Por este motivo, la Santísima Virgen es invocada en
la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, Mediadora [187]. Lo cual,
embargo, ha de entenderse de tal manera que no reste ni añada a la dignidad y eficacia
de Cristo, único Mediador [188].
Redemtoris
Catecismo Compendio
Mater de
de la Iglesia del
Juan Pablo
Católica Catecismo
II
Juan Pablo II, Carta Encíclica Redemptoris Mater. La bienaventurada Virgen María en la
vida de la Iglesia Peregrina, 25 de marzo de 1987. Todo el documento.
Único
DIOS Redentor Ascensión Mediador Salvador Creador
Dios
Nunca Nunca Nunca
“diosa”. “salvadora”. “creadora”.
MARÍA Corredentora Asunción Medianera
Siempre “ser Siempre Siempre
humano”. “salvada”. “creada”.
46
María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del
Señor, 47 y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi
salvador, 48 porque el miró con bondad la pequeñez de
su servidora. En adelante todas las generaciones me
llamarán feliz, 49 porque el Todopoderoso he hecho en
mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! 50 Su
misericordia se extiende de generación en generación
sobre aquellos que lo temen.
p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina
Magnificat: Lc 1,46-55 29
51
Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los
soberbios de corazón. 52 Derribó a los poderosos de su
trono y elevó a los humildes. 53 Colmó de bienes a los
hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías.
54
Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su
misericordia, 55 como lo había prometido a nuestros
padres, en favor de Abraham y de su descendencia para
siempre».
p. Gabriel Mestre - Mar del Plata - Argentina
30
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p. Gabriel Mestre - M. del Plata - Argentina