Todo lo que comienza con Dios, permence con Dios, es decir,
no tiene fin. Nuestros principios tienen finales, pero los
principios de Dios no conocen fecha de caducidad, todo lo que viene de él es eterno. Lo que comienza bien, porque comienza con Dios termina bien porque en Dios está seguro. La biblia comienza mostrandonos el principio. Y ese principio comenzó con Dios. Siendo Dios perfecto y capaz de hacer todo bueno en gran manera, nuestro comienzo como planeta fue precisamente así. Si el comienzo fue bueno, ¿Cómo será el final? Génesis 1 es uno de los capítulos más significativos y fundamentales de toda la Biblia, ya que presenta el relato de la creación divina del mundo y todo lo que hay en él. Como universalista bíblico, creo firmemente en la naturaleza amorosa y pacífica de Dios, y considero que este capítulo proporciona una visión poderosa del santo proposito que Dios tuvo al crearnos y su deseo de que toda la humanidad refleje su caracter porque lo conozca de primera mano. El capítulo comienza con la majestuosa declaración: "En el principio, Dios creó los cielos y la tierra". Esta frase inicial establece la autoridad y soberanía absoluta de Dios como el Creador de todo lo que existe. Este acto de creación no solo demuestra el poder de Dios, sino también su amor y cuidado por su creación. Dios no crea por capricho o violencia, sino por un deseo de expresar su bondad y belleza en el mundo que crea. Creó nuestro planeta con un proposito altruista e inalterable. Isaías 45:18 dice: Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro. Este proyecto divino se llevará a cabo completamente. Porque a pesar de que el intruso del pecado se introdojo en nuestro mundo, no puede alterar eternamente el santo proposito de Dios. El cual es dar vida eterna a sus criaturas porque en su amor así lo ha determinado. A lo largo del relato de la creación, vemos cómo Dios habla y trae a la existencia la luz, el cielo, la tierra, los mares, la vegetación, el sol, la luna y las estrellas, los animales terrestres y acuáticos, y finalmente, al ser humano. Cada acto creativo de Dios es descrito como bueno, reflejando su naturaleza intrínsecamente buena y amorosa. esta bondad de Dios se extiende a toda su creación, incluyendo a la humanidad, que es creada a imagen y semejanza de Dios. Adán fue creado a imagen y semejanza de Dios, y todos los descendientes de él tienen la imagen de Dios todavía en ellos. Este gran don del cielo a los hombres no puede ser arrebatado por el pecado. La biblia promete que un día Dios hará nuevas todas las cosas, una nueva creación, ¿Y cómo fueron las cosas en un comienzo?, Exactamente, Todo fue hecho bueno en gran manera, ¿no crees que el final también será bueno en gran manera? Dios que conoce el fin desde el principio sabe que el final será tan bueno como el principio, por eso nos creó. ¿Puedes decir amén? Yo digo amén. Un aspecto importante a destacar en este relato es el énfasis en el orden y la armonía en la creación. Dios crea el mundo de manera deliberada y cuidadosa, estableciendo ciclos naturales y ecosistemas interdependientes que reflejan su sabiduría y cuidado providencial. Este orden en la creación es una expresión de la naturaleza pacífica de Dios, que busca la armonía y el equilibrio en toda su creación. Un texto crucial en este capítulo es Génesis 1:26-27, donde se nos dice que Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, y les dio dominio sobre la tierra y todas las criaturas que la habitan. Esta afirmación subraya la dignidad y el valor inherentes de toda la humanidad, así como la responsabilidad de cuidar y preservar la creación de Dios. Este mandato de cuidar la tierra y todas las formas de vida en ella refleja el deseo de Dios de que vivamos en paz y armonía con toda su creación. También su anhelo de que todas sus criaturas estén conectadas por lazos de altruismo y cuidado mutuo. Por otro lado, Cuando la biblia habla de que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza se hace referencia según los judío ortodoxos a la capacidad única del ser humano de reflejar aspectos de la naturaleza divina y de compartir una relación especial con Dios. Según esta interpretación, la imagen de Dios en el ser humano implica la capacidad de razonar, de tomar decisiones morales, de ser consciente de uno mismo y de tener libre albedrío. Además, los judíos ortodoxos también consideran que el concepto de "imagen y semejanza" implica una responsabilidad moral y ética. Como seres creados a imagen de Dios, se espera que los seres humanos actúen de acuerdo con los valores y principios divinos, tratando a los demás con amor, compasión y justicia. Ahora, ¿Qué implicaciones tiene el hecho de que nosotros como humanidad hayamos sido hechos a imagen y semejanza de Dios? 1. Al entender que cada ser humano lleva la imagen de Dios, nos comprometemos a reconocer la dignidad inherente de cada persona, independientemente de su origen étnico, religioso, o de género o cualquier otra característica. Esto nos lleva a tratar a los demás con respeto, empatía y compasión en todas nuestras interacciones. 2. Fomento del amor y la bondad: Como seres creados a imagen de Dios, estamos llamados a reflejar Su amor y bondad en nuestras vidas. Esto implica practicar el perdón, la generosidad y el servicio desinteresado hacia los demás, siguiendo el ejemplo de amor incondicional que Dios nos muestra. 3. Cultivo de la moralidad y la ética: La comprensión de que llevamos la imagen de Dios nos insta a vivir de acuerdo con principios morales y éticos elevados. Esto significa tomar decisiones basadas en la justicia, la integridad y la rectitud, incluso cuando enfrentamos desafíos o presiones externas.
4. promoción de la paz y la reconciliación: Reconociendo que todos
llevamos la imagen de Dios, nos comprometemos a trabajar por la paz y la reconciliación en nuestras comunidades y en el mundo en general. Esto implica buscar la unidad en la diversidad, promover el diálogo constructivo y trabajar juntos para superar divisiones y conflictos. Otro aspecto importante del relato de la creación en Génesis 1 es la afirmación de que Dios vio todo lo que había hecho y lo encontró muy bueno. Esta declaración enfatiza la satisfacción y el placer de Dios con su obra creativa, así como su deseo de que toda su creación florezca y prospere. Esta afirmación revela el corazón amoroso y benevolente de Dios, que se regocija en el bienestar y la felicidad de toda su creación. De manera que Génesis 1 ofrece un retrato poderoso y hermoso de la obra creativa de Dios y su deseo de relacionarse con sus criaturas con amor y respeto. Veo en este capítulo la expresión del amor y la bondad de Dios, que busca la felicidad y el desarrollo armonioso de sus criaturas en lugar de la violencia y el conflicto o la destrucción. Génesis 1 nos muestra que Dios tiene un plan de redención para todas sus criaturas. Cuando Dios mandó a Adán y Eva a multiplicarse, ya sabía lo que iba a suceder, con respecto a la entrada del pecado, pero también sabía que su propósito de salvación y vida eterna se cumpliría completamente en la humanidad. Sabía que no tendría que llegar al extremo de exterminar eternamente a una sola de sus criaturas, porque él no es un Dios violento, no usa el mal para establecer el bien. Dice Isaías 46:9-10 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; Mi hermano y hermana, el final no será tragico para ninguna alma, será feliz para todas las criaturas de Dios, porque el proposito perfecto de Dios se cumplirá. En el principio creó Dios los cielos y la tierra, y en el final restaurará Dios, los cielos y la tierra, eso incluye a toda alma que haya venido a este planeta. Finalmente Dios hará nuevas todas las cosas y podrá decir una vez más que todo es bueno en gran manera. DIOS ES AMOR INCONDICIONAL