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MONTESQUIEU

■ charles-Louis de Secondat nació el 18 de enero de 1689 en el castillo de La Brède,


próximo a Burdeos. Su familia, perteneciente a la antigua nobleza de la Guyana,
hacia apenas dos generaciones que se había incorporado a la nobleza de toga,
la noblesse de robe; está era llamada así́ por prosperar en el desempeñó de las
magistraturas publicas, que entonces se compraban y vendían.
■ Al ejercicio de las leyes se encaminó su formación, estudiando Derecho en la Universidad de
Burdeos, y en 1714, tras la muerte de su padre, fue designado consejero del Parlamento de esta
ciudad. Dos años después heredaba del barón de Montesquieu, su tío, este titulo y una de las
presidencias del citado Parlamento
EL PENSAMIENTO POLÍTICO DE
MONTESQUIEU
■ En 1721 publicó en Ámsterdam, de forma anónima, las Cartas Persas, un
retrato satírico de la sociedad europea a través de los ojos de dos viajeros
orientales, que supuso su inmediato triunfo en el mundo de las letras. Los
salones de París le abrieron sus puertas, y allí residió durante un tiempo
hasta que, tras ingresar en la Academia Francesa y vender en 1728 la
presidencia del Parlamento (un cargo burocrático poco compatible con su
curiosidad e intereses), emprendió un largo viaje por Europa. Recorrió
Austria, Italia, Suiza, Holanda y, en especial, Inglaterra, estudiando las
instituciones y tradiciones políticas de los distintos países, esfuerzo que
alimentó su reflexión posterior.
■ En 1731, de nuevo en Francia, se instaló en La
Brède, donde escribió sus dos obras mayores.
La primera, Consideraciones sobre las causas de
la grandeza y decadencia de los romanos, vio la
luz en 1734. Cuando ya se habían sucedido
siete ediciones de la misma apareció, en
1748, El espíritu de las leyes, que conoció un
éxito fulminante, con más de veinte
ediciones en dos años
LAS FORMAS DE GOBIERNO DE
MONTESQUIEU
■ Las Consideraciones, que trazan la historia de Roma desde sus orígenes
hasta la crisis del Imperio bizantino en el siglo XIV, constituyen un hito en el
análisis racional del pasado. Montesquieu, en efecto, no considera la
intervención de la providencia como motor del cambio histórico, sino que
busca las causas de este en la propia sociedad romana. Si su grandeza
radicó en las instituciones y las virtudes republicanas, su decadencia
provino (entre otros motivos) de una expansión tan colosal como rápida,
que dio el poder a los jefes militares abriendo con ello paso al Imperio,
régimen que supuso el fin de las antiguas libertades.
■ Montesquieu no considera la intervención de la providencia como motor del
cambio histórico.
Esta aproximación de Montesquieu al estudio del pasado, sumada a sus conocimientos de derecho, de historia antigua
y medieval y de las instituciones políticas, en especial de las inglesas (gran propietario de viñedos, exportaba sus
caldos a Inglaterra y Holanda), se halla en la base de El espíritu de las leyes.

■ La obra marca el nacimiento de la sociología política, con la investigación de los fundamentos


de las formas de gobierno –de las que Montesquieu distingue tres: la monárquica, sustentada en
el honor; la republicana, asentada en la virtud; y la despótica, que descansa en el temor–, las
cuales dependen, en su opinión, de factores como las tradiciones culturales, la economía, la
geografía o el clima. Tras analizar estas tres principales formas de gobierno (monarquía, república
y despotismo), Montesquieu concluye en El espíritu de las leyes que la separación de poderes es
imprescindible para garantizar tanto el equilibrio entre los mismos como los derechos y las
libertades de las personas. De ahí que se le conozca como "el padre de la división de poderes".
REPÚBLICA

La República según Montesquieu:


■ Cuando el poder se encuentra en las manos de muchas personas Montesquieu habla de
república, siendo de tipo democrática cuando el poder se ejerce por mayoría, o de tipo
aristócrata cuando se ejerce entre menos personas pero más cualificadas. Montesquieu
defendió que el principio de la república es el amor a la patria y la igualdad entre todos,
y era este amor por su patria lo que hacía más difícil que en la repúblicas existiera la
corrupción.
MONARQUÍA

■ La monarquía
En cuanto a la monarquía, Montesquieu la define como una forma de gobierno donde solo
gobierna uno, pero estando sujeto a la leyes. Para este tipo de gobierno es necesaria la
existencia de poderes intermedios entre el pueblo y la monarquía, siendo estos la nobleza y
el clero. En cuanto al principio que sostiene la monarquía, Montesquieu habla del honor, ya
que piensa que si los monarcas protegen su honor no harán nada malo contra el pueblo, y
así no existieran problemas.
DESPOTISMO

El despotismo según Montesquieu


■ Por último está el despotismo, forma de gobierno que según Montesquieu se basa en el
gobierno de una sola persona sin ningún tipo de control. El principio del despotismo es
el terror, es decir, que si el pueblo no teme al gobernador este sistema de gobierno no
puede existir.
CONDENADO POR LA SORBONA

■ Montesquieu consideró como modelo ideal el de la monarquía parlamentaria


inglesa, en el que existen poderes que limitan la voluntad del príncipe. Hay en este
punto un eco del gobierno de la Roma republicana, "admirable, porque desde su
nacimiento, sea por el espíritu del pueblo, la fuerza del Senado o la autoridad de
ciertos magistrados, estaba constituido de tal modo que todo abuso de poder
podía ser corregido" (Consideraciones, capitulo VIII).
■ Montesquieu consideró como modelo ideal de gobierno la monarquía parlamentaria
inglesa, que limita la voluntad del príncipe.
■ Aunque no publicó con su nombre las dos obras citadas para evitar problemas con
la Corona y con la Iglesia, El espíritu de las leyes fue condenado por la Sorbona y en
1752 Roma lo incluyó en el Índice de libros prohibidos. Tres anos después, el 10 de
febrero de 1755, casi ciego al cabo de una vida dedicada a la lectura y la escritura,
Montesquieu fallecía en Paris.

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