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1
EL ROMANTICISMO
ESTO NO ES EL
ROMANTICISMO
5
RASGOS DEL ROMANTICISMO
INDIVIDUALISMO
IRRACIONALISMO
IDEALISMO
NECESIDAD DE EVASIÓN
PROYECCIÓN EN LA NATURALEZA
NACIONALISMO
EL GENIO CREADOR
NUEVA SENSIBILIDAD
6
RASGOS DEL ROMANTICISMO
7
RASGOS DEL ROMANTICISMO
El mundo es esencialmente un
misterio que la razón no puede IRRACIONALISMO
desvelar.
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RASGOS DEL ROMANTICISMO
Evasión en el tiempo
Los románticos vuelven su mirada al
pasado, especialmente a la Edad Media.
Evasión en el espacio
Los románticos tienden al exotismo,
situando sus obras en lugares lejanos y
evocadores como el mundo oriental.
Soledad
El gusto por la soledad es un tema
favorito del Romanticismo Esto justifica la
NECESIDAD DE EVASIÓN preferencia por lugares solitarios
(castillos, cementerios, jardines, etc.)
Para escapar del mundo en
el que no encuentra cabida
Suicidio
su idealismo extremo el
romántico opta por huir de Entendido como una forma de evasión
la realidad que no le gusta. extrema. Europa fue recorrida por una
sorprendente ola de suicidios provocada
por la lectura del Werther de Goethe.
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RASGOS DEL ROMANTICISMO
12
RASGOS DEL ROMANTICISMO
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RASGOS DEL ROMANTICISMO
Se revaloriza lo
espontáneo, lo intuitivo,
Se cree que el arte es una forma
lo original.
de expresión del genio que el
creador lleva en su interior.
La posibilidad de
desarrollo de su capacidad
El artista nace, no se hace creativa hace del
romántico un individuo
vitalista, eufórico y
La obra de arte es el resultado de
apasionado.
un momento de inspiración que
refleja la valía de su autor.
De aquí proceden también
EL GENIO CREADOR sus quejas de artista
incomprendido, sus
protestas cuando siente
que la sociedad desconoce
o desprecia su genio.
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RASGOS DEL ROMANTICISMO
Se revaloriza lo
espontáneo, lo intuitivo,
Se cree que el arte es una forma
lo original.
de expresión del genio que el
creador lleva en su interior.
La posibilidad de
desarrollo de su capacidad
El artista nace, no se hace creativa hace del
romántico un individuo
vitalista, eufórico y
La obra de arte es el resultado de
apasionado.
un momento de inspiración que
refleja la valía de su autor.
De aquí proceden también
EL GENIO CREADOR sus quejas de artista
incomprendido, sus
protestas cuando siente
que la sociedad desconoce
o desprecia su genio.
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RASGOS DEL ROMANTICISMO
Se extiende el sentimiento
de fugacidad e infelicidad
El sentimentalismo lleva a primer
de la vida humana que
plano la intimidad.
provoca la típica angustia
romántica.
Resultan características la
introspección, la nostalgia, la El gusto por lo sombrío y
melancolía, la tristeza y la crepuscular es revelador
soledad. de tal sensibilidad.
NUEVA SENSIBILIDAD
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ETAPAS DEL ROMANTICISMO EN EUROPA
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ETAPAS DEL ROMANTICISMO EN EUROPA
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ETAPAS DEL ROMANTICISMO EN EUROPA
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ETAPAS DEL ROMANTICISMO EN ESPAÑA
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TEMAS ROMÁNTICOS
Edad Media
El mundo árabe
De ahí el apogeo de la
El exotismo del mundo árabe resulta
novela histórica, los
especialmente interesante a los románticos
romances y leyendas o
el costumbrismo.
Los personajes literarios
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TEMAS ROMÁNTICOS
AMOR
MUJER
VIDA
REBELDÍA
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TEMAS ROMÁNTICOS
AMOR AMOR
SENTIMENTAL PASIONAL
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TEMAS ROMÁNTICOS
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TEMAS ROMÁNTICOS
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TEMAS ROMÁNTICOS
El bandolero
El pirata 27
TEMAS ROMÁNTICOS
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EL TEATRO ROMÁNTICO
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EL TEATRO ROMÁNTICO
32
EL TEATRO ROMÁNTICO
TEMAS
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EL TEATRO ROMÁNTICO
PERSONAJES
MARCO HISTÓRICO
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7. EL TEATRO ROMÁNTICO
ESCENOGRAFÍA
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EL TEATRO ROMÁNTICO
RECURSOS FORMALES
No se respeta la regla
de las tres unidades
Mezcla de prosa y Suelen mezclar prosa y verso, pero a la larga se impone el verso
verso y la polimetría, sin adecuación entre el contenido y el tipo de
estrofa.
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EL TEATRO ROMÁNTICO
7.2. EVOLUCIÓN
EVOLUCIÓN DEL TEATRO
DEL TEATRO
ROMÁNTICO
ROMÁNTICO
1835 Éxito definitivo Don Álvaro o la fuerza del sino del duque de Rivas.
1837 Consagración del teatro Se estrenan muchas obras nuevas, como Los
romántico amantes de Teruel de Eugenio de Hartzenbusch, y
se siguen reponiendo las anteriores.
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EL TEATRO ROMÁNTICO
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EL TEATRO ROMÁNTICO
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EL TEATRO ROMÁNTICO
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EL TEATRO ROMÁNTICO
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DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
ESCENA VII
DON ÁLVARO: ¡Mi encanto, mi tesoro! (DOÑA LEONOR, muy abatida, se apoya en el hombro de DON
ÁLVARO, con muestras de desmayarse.)
Mas, ¿qué es esto? ¡Ay de mí, tu mano yerta!
Me parece la mano de una muerta…
Frío está tu semblante
como la losa de un sepulcro helado…
DOÑA LEONOR: ¡Don Álvaro!
DON ÁLVARO: ¡Leonor! (Pausa) Fuerza bastante
hay para todo en mí…¡Desventurado!
La conmoción conozco que te agita,
inocente Leonor. Dios no permita
que por debilidad en tal momento
sigas mis pasos y mi esposa seas.
Renuncio a tu palabra y juramento;
hachas de muerte las nupciales teas
fueran para los dos… Si no me amas
como te amo yo a ti… Si arrepentida…
DOÑA LEONOR: Mi dulce esposo, con el alma y vida
es tuya tu Leonor; mi dicha fundo
en seguirte hasta el fin del ancho mundo.
Vamos; resuelta estoy, fijé mi suerte,
separarnos podrá solo la muerte.
DON ÁLVARO O LA FUERZA DEL SINO
Van hacia el balcón, cuando de repente se oye ruido, ladridos y abrir y cerrar puertas.
DOÑA LEONOR: ¡Dios mío! ¿Qué ruido es éste? ¡Don Álvaro! […] ¿Se habrá puesto malo mi padre?...
[…] ¿Habrá llegado alguno de mis hermanos?
DON ÁLVARO: Vamos, vamos, Leonor; no perdamos ni un instante.
Ábrese la puerta con estrépito, después de varios golpes en ella, y entra el MARQUÉS, en bata y
gorro, con un espadín desnudo en la mano, y detrás, dos criados mayores con luces.
(Los mismos y DOÑA LEONOR, vestida con un saco y esparcidos los cabellos, pálida y desfigurada,
aparece a la puerta de la gruta, y se oyen repicar a lo lejos las campanas del convento.)
(Hay un rato de silencio; los truenos resuenan más fuertes que nunca, crecen los relámpagos y se oye
cantar a lo lejos el Miserere a la comunidad, que se acerca lentamente.)
DON ÁLVARO vuelve en sí y luego huye hacia la montaña. Sale el PADRE GUARDIÁN con la
comunidad, que queda asombrada.)
PADRE GUARDIÁN: ¡Dios mío!... ¡Sangre derramada!... ¡Cadáveres!... ¡La mujer penitente!
TODOS LOS FRAILES: ¡Una mujer!... ¡Cielos!
PADRE GUARDIÁN: ¡Padre Rafael!
DON ÁLVARO (Desde un risco, con sonrisa diabólica, todo convulso.) Busca, imbécil, al Padre Rafael…
Yo soy un enviado del infierno, soy el demonio exterminador… Huid, miserables.
TODOS: ¡Jesús! ¡Jesús!
DON ÁLVARO: ¡Infierno, abre tu boca y trágame! ¡Húndase el cielo, perezca la raza humana;
exterminio, destrucción…! (Sube a lo más alto del monte y se precipita).
EL PADRE GUARDIÁN Y LOS FRAILES. (Aterrados y en actitudes diversas) ¡Misericordia, Señor!
¡Misericordia!
EL TEATRO ROMÁNTICO
José Zorrilla
Carmen Andreu Gisbert - IES M. Catalán 51
EL TEATRO ROMÁNTICO
JOSÉ ZORRILLA
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EL TEATRO ROMÁNTICO
JOSÉ ZORRILLA
JOSÉ ZORRILLA
54
DON JUAN TENORIO de José Zorrilla
DON JUAN:
(Don Juan se hinca de rodillas, tendiendo al cielo la mano que le deja libre la estatua. Las sombras,
esqueletos, etc. Van a abalanzarse sobre él, en cuyo momento se abre la tumba de doña Inés y
aparece esta. Doña Inés toma la mano que don Juan tiende al cielo).
DOÑA INÉS: DON JUAN:
No; heme ya aquí, ¡Inés de mi corazón!
Don Juan; mi mano asegura DOÑA INÉS:
Esta mano que a la altura Yo mi alma he dado por ti,
Tendió tu contrito afán, Y Dios te otorga por mí
Y Dios perdona, don Juan Tu dudosa salvación.
Al pie de mi sepultura. Misterio es que en comprensión
DON JUAN: No cabe de criatura,
¡Dios clemente! ¡Doña Inés! Y solo en vida más pura
DOÑA INÉS: Los justos comprenderán
Fantasmas, desvaneceos; Que el amor salvó a don Juan
Su fe nos salva…; volveos Al pie de la sepultura.
A vuestros sepulcros, pues.
La voluntad de Dios es;
De mi alma con la amargura
Y Dios concedió a mi afán
La salvación de don Juan
Al pie de la sepultura.
DON JUAN TENORIO de José Zorrilla
ESCENA ÚLTIMA
DON JUAN:
¡Clemente Dios, gloria a Ti!
Mañana a los sevillanos
Aterrará el creer que a manos
De mis víctimas caí.
Mas es justo; quede aquí
Al universo notorio
Que, pues me abre el purgatorio
Un punto de penitencia
Es el dios de la clemencia
El Dios de don Juan Tenorio.
(Cae DON JUAN a los pies de doña Inés, y mueren ambos. De sus bocas salen sus almas,
representadas en dos brillantes llamas, que se pierden en el espacio al son de la música. Cae el
telón.)
LA POESÍA
ROMÁNTICA
Antonio María Esquivel, Los poetas contemporáneos: Una lectura de Zorrilla en el estudio del pintor
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LA POESÍA ROMÁNTICA
El triunfo de la poesía romántica se produce en los años treinta, tras la muerte de Fernando VII.
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LA POESÍA ROMÁNTICA
Dentro de la poesía romántica tiene un gran desarrollo la poesía narrativa, que relata en verso
variados sucesos históricos, legendarios o puramente inventados. Destaca igualmente el
desarrollo del romance. Merecen mencionarse los Romances históricos del duque de Rivas y los
de Zorrilla.
El estudiante de Salamanca
de José de Espronceda
El diablo mundo
de José de Espronceda
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LA POESÍA ROMÁNTICA
Sentimientos
Melancolía
Cementerios
También son románticos
los ambientes: La noche
Las ruinas
El mar embravecido…
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LA POESÍA ROMÁNTICA
AUTORES
José de Espronceda José Zorrilla María Josefa Massanés Gertrudis Gómez de Carolina Coronado
Avellaneda
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LA POESÍA ROMÁNTICA
José Zorrilla
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ ZORRILLA
JOSÉ ZORRILLA
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ ZORRILLA
POESÍA LÍRICA
José de Espronceda
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
• Sus últimos años son muy agitados: tiene una hija con
Teresa; desarrolla una actividad política incesante que
lo aproxima a posiciones republicanas; lo abandona
su amante, cuya muerte prematura le produce un
intenso pesar que expresa en su poema Canto a
Teresa; con la regencia de Espartero, acepta un
puesto en la embajada española en los Países Bajos,
que no llega a ocupar; es elegido diputado en marzo
en 1842, e inesperadamente, muere ese mismo año.
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
Aunque escribió teatro y novela (la novela histórica Sancho Saldaña (1834), la faceta literaria más
importante de Espronceda es la de la poesía, tanto en su vertiente lírica como en la narrativa. En su
obra poética se produce una clara división que permite dividirla en tres etapas.
Himno al Sol
Poesía de la etapa del exilio
Óscar y Malvina
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
La mayor parte de los motivos que utiliza Espronceda procede de la tradición literaria:
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL DIABLO MUNDO
Publicado por entregas de 1840 a 1841. Es un extenso poema simbólico, compuesto por más de
seis mil versos. Su protagonista es un viejo desengañado que se transforma en Adán, símbolo del
ser humano puro. El texto se compone de elementos muy variados. En el canto segundo,
Espronceda intercala el “Canto a Teresa”, elegía a la muerte de su amada, escrito en octavas
reales.
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
ESTILO
Netamente romántico.
Sonoridades retumbantes.
Contrastes violentos.
Prefiere las sensaciones extremas
Estilo Exclamaciones.
Interrogaciones retóricas.
Recursos melodramáticos.
Espronceda busca la reacción
sentimental. Tendencia a lo misterioso.
Situaciones emotivas.
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
ESTILO
Preferentemente antepuestos.
Abundancia de adjetivos
Subrayan el tono lúgubre, dramático o
sentimental de las escenas.
Enumeraciones Encabalgamientos.
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
ESTILO
VISIONES QUE PARECEN EXTRAÍDAS DE PESADILLAS
Y algazara y gritería,
crujir de afilados huesos,
rechinamiento de dientes
y retemblar los cimientos,
y en pavoroso estallido
las losas del pavimento
separando sus junturas
irse poco a poco abriendo,
siente Montemar, y el ruido
más cerca crece, y a un tiempo
escucha chocarse cráneos
ya descarnados y secos
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LA POESÍA ROMÁNTICA
JOSÉ DE ESPRONCEDA
ESTILO
ADJETIVACIÓN PROFUSA
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TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
SONETO
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
Era más de media noche, El cielo estaba sombrío, Súbito rumor de espadas
antiguas historias cuentan, no vislumbraba una estrella, cruje y un ¡ay! se escuchó;
cuando en sueño y en silencio, silbaba lúgubre el viento, un ay moribundo, un ay
lóbrega, envuelta la tierra, y allá en el aire, cual negras que penetra el corazón,
los vivos muertos parecen, fantasmas, se dibujaban que hasta los tuétanos hiela
los muertos la tumba dejan. las torres de las iglesias, y da al que lo oyó temblor.
Un ¡ay! de alguno que al mundo
Era la hora en que acaso y del gótico castillo
pronuncia el último adiós.
temerosas voces suenan las altísimas almenas,
El ruido
informes, en que se escuchan donde canta o reza acaso cesó,
tácitas pisadas huecas, temeroso el centinela. un hombre
y pavorosos fantasmas Todo en fin a media noche pasó
entre las densas tinieblas reposaba, y tumba era embozado,
vagan, y aúllan los perros de sus dormidos vivientes y el sombrero,
amedrentados al verlas; la antigua ciudad que riega recatado,
en que tal vez la campana el Tormes, fecundo río, a los ojos
de alguna arruinada iglesia nombrado de los poetas, se caló.
da misteriosos sonidos la famosa Salamanca, Se desliza
de maldición y anatema, insigne en armas y letras, y atraviesa
que los sábados convoca patria de ilustres varones, junto al muro
a las brujas a su fiesta. noble archivo de las ciencias. de una iglesia,
y en la sombra
se perdió.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
Segundo don Juan Tenorio,
alma fiera e insolente,
irreligioso y valiente,
altanero y reñidor: En Salamanca famoso
siempre el insulto en los ojos, por su vida y buen talante
en los labios la ironía, al atrevido estudiante
nada tema y todo fía le señalan entre mil;
de su espada y su valor. Fueros le da su osadía,
le disculpa su riqueza,
Corazón gastado, mofa su generosa nobleza,
de la mujer que corteja, su hermosura varonil.
y hoy despreciándola deja
la que ayer se le rindió. Que su arrogancia y sus vicios,
Ni el porvenir temió nunca, caballeresca apostura,
ni recuerda en lo pasado agilidad y bravura
la mujer que ha abandonado ninguno alcanza a igualar:
ni el dinero que perdió. que hasta en sus crímenes mismos,
en su impiedad y altiveza,
No vio el fantasma entre sueños pone un sello de grandeza
del que mató en desafío, don Félix de Montemar
ni turbó jamás su brío
recelosa previsión.
Siempre en lances y en amores,
siempre en báquicas orgías,
mezcla en palabras impías,
un chiste a una maldición.
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
DON DIEGO (desembozándose):
Don Félix; ¿no conocéis DON FÉLIX: FÉLIX: (con calma)
a don Diego de Pastrana? Calma, don Diego, Tened,
que si os morís vos luego, don Diego, la espada, y ved
DON FÉLIX: es tanta mi desventura que estoy yo muy sobre mí,
A vos no, mas sí a una hermana que aun me lo habrán de achacar. y que me contengo mucho,
que imagino que tenéis. Si se murió, a lo hecho pecho, no sé por qué, pues, tan frío
ya no ha de resucitar. en mi colérico brío
DON DIEGO: vuestras injurias escucho.
¿Y no sabéis que murió? DON DIEGO:
Os estoy mirando y dudo DON DIEGO:
DON FÉLIX: si habré de manchar mi espada Salid de aquí; que a fe mía,
Téngala Dios en su gloria. o echaron al cuello un nudo que estoy resuelto a mataros,
con mis manos, y con mengua, y no alcanzara a libraros
DON DIEGO: en vez de desafiaros, la misma Virgen María (...)
Pienso que sabéis su historia el corazón arrancaros Venid conmigo.
y quién fue quien la mató. y patearos la lengua (...)
¡Villano! DON FÉLIX:
DON FÉLIX (con sarcasmo) Allá voy;
¡Quizá alguna calentura! TODOS: pero si os mato, don Diego,
¡Fuera de aquí que no me venga otro luego
DON DIEGO: a armar quimera! a pedirme cuenta.
¡Mentís! ¡Vos!
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
Y algazara y gritería,
crujir de afilados huesos,
rechinamiento de dientes
y retemblar los cimientos,
y en pavoroso estallido
las losas del pavimento
separando sus junturas
irse poco a poco abriendo,
siente Montemar, y el ruido
más cerca crece, y a un tiempo
escucha chocarse cráneos
ya descarnados y secos (...)
TEXTOS DE JOSÉ DE ESPRONCEDA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
EL ESTUDIANTE DE SALAMANCA
EL DIABLO MUNDO
EL DIABLO MUNDO
EL DIABLO MUNDO
Brota en el cielo del amor la fuente Los años ¡ay! de la ilusión pasaron;
que a fecundar el universo mana, las dulces esperanzas que trajeron,
y en la tierra su límpida corriente con sus blancos ensueños se llevaron,
sus márgenes con flores engalana; y el porvenir de oscuridad vistieron;
mas ¡ay! huid: el corazón ardiente las rosas del amor se marchitaron,
que el agua clara por beber se afana, las flores en abrojos convirtieron,
lágrimas verterá de suelo eterno, y de afán tanto y tan soñada gloria
que su raudal lo envenenó el infierno. sólo quedó una tumba, una memoria..
Durante la segunda mitad del siglo XIX se compuso abundante y variada poesía, que
debe entenderse en un contexto en el que la burguesía dominante impone sus gustos
dentro de un modelo de sociedad donde cultura y política parecen unidas.
Pueden distinguirse tres tendencias poéticas:
Rimas
Tras la muerte del poeta, sus amigos, Casado del Alisal, Nombrela, Campillo, Rodríguez Correa y
Augusto Ferrán prepararon una edición de las Rimas, publicada en 1871, en la que los poemas
aparecen ordenados en cuatro grupos:
RIMAS I -XI RIMAS XII- XXIX RIMAS XXX -LI RIMAS LII- LXXVI
Reflexión sobre la Las diecisiete rimas de Rimas amargas y Tratan de la soledad y
creación poética y sus este grupo obedecen a dolientes, con tonos de la muerte desde un
motivos básicos: el una contemplación que van desde la ira a la punto de vista
amor, el misterio, etc. afirmativa y confiada desesperación. Poetiza desolado y pesimista.
Trata además del deseo de la belleza femenina su experiencia de amor
de expresarse mediante y del amor. desengañado por Elisa
la poesía. Guillén, quien lo
abandonó por otros
hombres.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
El sueño y la naturaleza
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
Poesía y creación artística Concibe la poesía como una forma de expresión inmediata de
emociones íntimas que están más allá del poeta mismo y solo
esperan al escritor que sepa formularlas.
Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
Amor, desengaño amoroso y El amor, relacionado con la poesía, la naturaleza y Dios, es el tema
decepción central de las Rimas.
Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
Los núcleos temáticos de la poesía de Bécquer están relacionados con el ordenamiento de las Rimas.
Poemas breves. Muchas veces los poemas parecen truncados al cerrarse con un
verso quebrado que condensa la idea expresada y abre nuevas sugerencias.
Métrica
RIMA X
Brevedad
Rima XLI
Comparaciones
RIMA XLVIII
Diálogos
RIMA XLIV
¡Llora! No te avergüences
de confesar que me quisiste un poco.
¡Llora! Nadie nos mira.
Ya ves; yo soy un hombre… y también lloro.
GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER
RIMA VII
RIMA XI
RIMA XIII
RIMA X
RIMA XXX
RIMA XXXI
RIMA XLII
RIMA XXXVIII
RIMA LXI
Cuando mis pálidos restos
Al ver mis horas de fiebre oprima la tierra ya,
e insomnio lentas pasar, sobre la olvidada fosa,
a la orilla de mi lecho. ¿quién vendrá a llorar?
¿quién se sentará?
¿Quién, en fin, al otro día,
Cuando la trémula mano cuando el sol vuelva a brillar,
tienda próximo a expirar, de que pasé por el mundo,
buscando una mano amiga quién se acordará?
¿quién la estrechará?
RIMA LXVI
OBRAS EN PROSA
LEYENDAS
LEYENDAS
CANTARES GALEGOS
Escrita en gallego, en ella aparece la
añoranza de la tierra natal lejana, además de
la crítica por la situación de muchos de sus
paisanos.
FOLLAS NOVAS
LA NOVELA
LA NOVELA HISTÓRICA
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LA PROSA ROMÁNTICA
LA NOVELA HISTÓRICA
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LA PROSA ROMÁNTICA
EL PERIODISMO
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LA PROSA ROMÁNTICA
EL PERIODISMO
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LA PROSA ROMÁNTICA
EL ARTÍCULO DE COSTUMBRES
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LA PROSA ROMÁNTICA
EL ARTÍCULO DE COSTUMBRES
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LA PROSA ROMÁNTICA
EL ARTÍCULO DE COSTUMBRES
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LA PROSA ROMÁNTICA
EL ARTÍCULO DE COSTUMBRES
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LA PROSA ROMÁNTICA
BRAULIO FOZ
160
LA PROSA ROMÁNTICA
EL ARTÍCULO DE COSTUMBRES
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LA PROSA ROMÁNTICA
165
LA PROSA ROMÁNTICA
• POESÍA:
• Escribió diversas composiciones en verso, de
escaso valor.
• TEATRO:
• Mostró gran interés por él, como demuestran sus
artículos.
• Tradujo varias obras del francés.
• Obras originales:
• Macías (1834), que lleva a escena la historia
del trovador medieval:
• Escrito en verso.
• Formas neoclásicas.
• Tema romántico:
• Amor extremado
• Conflicto pasión / normas sociales
• Final trágico.
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LA PROSA ROMÁNTICA
• NOVELA:
• Escribió una única novela, El doncel de don
Enrique el Doliente (1834).
• ambientación medieval
• asunto amoroso
• peripecias variadas
• lenguaje arcaizante
• referencias a la realidad contemporánea, etc.
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LA PROSA ROMÁNTICA
ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS
ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS
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LA PROSA ROMÁNTICA
ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS
• Antes de poner trágico fin a su vida, escribe algunos de sus mejores artículos, amargos y
emotivos, en los que su experiencia vital se plasma de modo conmovedor.
ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS
Artículos políticos
Artículos de costumbres
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LA PROSA ROMÁNTICA
• Algunos de ellos exponen los conceptos teóricos de Larra sobre la literatura y el arte,
quien muestra una actitud ecléctica entre Neoclasicismo y Romanticismo.
ARTÍCULOS POLÍTICOS
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LA PROSA ROMÁNTICA
ARTÍCULOS DE COSTUMBRES
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LA PROSA ROMÁNTICA
ARTÍCULOS DE COSTUMBRES
176
LA PROSA ROMÁNTICA
ARTÍCULOS DE COSTUMBRES
• Los temas de los escritos de Larra muestran una amalgama del pensamiento ilustrado y
de la nueva sensibilidad romántica.
ARTÍCULOS DE COSTUMBRES
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LA PROSA ROMÁNTICA
ARTÍCULOS DE COSTUMBRES
179
LA PROSA ROMÁNTICA
ARTÍCULOS DE COSTUMBRES
• El choque entre sus deseos de reforma, las ansias del ideal y el individualismo
exacerbado con un realidad que se resiste a cambia y que, cuando lo hace, decepciona,
conduce a un individuo de sensibilidad extrema como Larra a contradicciones
insalvables que se muestran en el escepticismo y pesimismo crecientes de sus páginas.
180
6. LA PROSA ROMÁNTICA
ESTILO
181
LA PROSA ROMÁNTICA
ESTILO
182
LA PROSA ROMÁNTICA
A todo esto, el niño que a mi izquierda tenía, hacía saltar las aceitunas a un plato
de magras con tomate, y una vino a parar a uno de mis ojos, que no volvió a ver
claro en todo el día; y el señor gordo de mi derecha había tenido la precaución de
ir dejando en el mantel, al lado de mi pan, los huesos de las suyas y los de las
aves que había roído. El convidado de enfrente, que se preciaba de trinchador, se
había encargado de hacer la autopsia a un capón, o sea gallo, que esto nunca se
supo. Fuese por la edad avanzada de la víctima, fuese por los ningunos
conocimientos anatómicos del victimario, jamás aparecieron las coyunturas. […] En
una de las embestidas, resbaló el tenedor sobre el animal como si tuviera escama,
y el capón violentamente despedido, pareció querer tomar su vuelo como en
tiempos más felices, y se posó sobre el mantel tranquilamente como pudiera en un
palo de un gallinero.
El susto fue general, y la alarma llegó a su colmo cuando un surtidor de caldo,
impulsado por el animal furioso, saltó a inundar mi limpísima camisa. Levántase
rápidamente a este punto el trinchador con ánimo de cazar al ave prófuga y, al
precipitarse sobre ella, una botella que tiene a la derecha, con la que tropieza su
brazo, abandonando la posición perpendicular, derrama abundante caldo de
Valdepeñas sobre el capón y el mantel. Corre el vino, auméntase la algazara,
llueve la sal sobre el vino para salvar el mantel
6. LA PROSA ROMÁNTICA
Una criada, toda azorada, retira el capón sobre el plato de su salsa; al pasar sobre
mi, hace una pequeña inclinación, y una lluvia maléfica de grasa desciende, como
el rocío sobre los prados, a dejar eternas huellas en mi pantalón color de perla. La
angustia y el aturdimiento de la criada no conoce término. Retírase atolondrada
sin acertar con las excusas; al volverse, tropieza con el criado que traía una
docena de platos limpios y una salvilla con las copas para los vinos generosos, y
toda aquella máquina viene al suelo con el más horroroso estruendo y confusión.
[…]
¿Hay más desgracias? ¡Santo cielo! Sí, las hay para mí, infeliz. Doña Juana, la de
los dientes negros y amarillos, me alarga de su plato y con su propio tenedor una
fineza, que es indispensable aceptar y tragar. El niño se divierte en despedir a los
ojos de los concurrentes los huesos disparados de las cerezas. Don Leandro me
hace probar el manzanilla exquisito, que he rehusado, en su misma copa, que
conserva las indelebles señales de sus labios grasientos. Mi gordo fuma ya sin
cesar, y me hace cañón de su chimenea […]
LA PROSA ROMÁNTICA
— Vuelva usted mañana— nos dijo al día siguiente—, porque el amo acaba de salir.
— Vuelva usted mañana— nos respondió el otro—, porque el amo está durmiendo la
siesta.
— Vuelva usted mañana— nos respondió el lunes siguiente—, porque hoy ha ido a los
toros.
— ¿Qué día, a qué hora se ve a un español?
Vímosle por fin, y “Vuelva usted mañana —nos dijo—, porque se me ha olvidado.
Vuelva usted mañana, porque no está en limpio.”
A los quince días ya estuvo; pero mi amigo le había pedido la noticia del apellido Díez, y
él había entendido Díaz, y la noticia no servía. Esperando nuevas pruebas, nada dije a
mi amigo, desesperado ya de dar jamás con sus abuelos […]
LA PROSA ROMÁNTICA
¿Tendrá razón, perezoso lector (si es que has llegado a esto que estoy
escribiendo), tendrá razón el buen monsieur Sans-délai en hablar mal
de nosotros y de nuestra pereza? ¿Será cosa de que vuelva el día de
mañana con gusto a visitar nuestros hogares? Dejemos esta cuestión
para mañana, porque ya estarás cansado de leer hoy: si mañana u otro
día no tienes, como sueles, pereza de volver a la librería, pereza de
sacar tu bolsillo, y pereza de abrir los ojos para ojear las hojas que
tengo que darte todavía, te contaré cómo a mí mismo, que todo esto
veo y conozco y callo mucho más, me ha sucedido muchas veces,
llevado de esta influencia, hija del clima y de otras causas, perder de
pereza más de una conquista amoroso; abandonar más de una
pretensión empezada, y las esperanzas de más de un empleo, que me
hubiera sido acaso, con más actividad, poco menos que asequible;
renunciar, en fin, por pereza de hacer una visita justa o necesaria, a
relaciones sociales que hubieran podido valerme de mucho en el
transcurso de mi vida; te confesaré que no hay negocio que no pueda
hacer hoy que no deje para mañana; te referiré que me levanto a las
once, y duermo siesta; que paso haciendo el quinto pie de la mesa de
un café, hablando o roncando, como buen español, las siete y las ocho
horas seguidas;
LA PROSA ROMÁNTICA
Los Ministerios: Aquí yace media España; murió de la otra media. […]
¿Qué es esto? ¡La cárcel! Aquí reposa la libertad de pensamiento.
¡Dios mío, en esta España, en el país ya educado para las instituciones
libres! Con todo, me acordé de aquel célebre epitafio y añadí
involuntariamente:
Aquí el pensamiento reposa,
En su vida hizo otra cosa.
Dos redactores del Mundo eran las figuras lacrimatorias de esta
grande urna. Se veía en relieve una cadena, una mordaza y una pluma.
Esta pluma, dije para mí, ¿es la de los escritores o la de los escribanos?
En la cárcel todo puede ser. […]
¡Fuera, exclamé, la horrible pesadilla, fuera! […] Una nube sombría lo
envolvió todo. Era la noche. El frío de la noche helaba mis venas. Quise
salir violentamente del horrible cementerio. Quise refugiarme en mi
propio corazón, lleno no ha mucho de vida, de ilusiones, de deseos.
¡Santo cielo! También otro cementerio. Mi corazón no es más que otro
sepulcro. ¿Qué dice? Leamos. ¿Quién ha muerto en él? ¡Espantoso
letrero! ¡Aquí yace la esperanza!
¡Silencio, silencio!!!
[El Español, 2 de noviembre de 1836]
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