Está en la página 1de 34

REDACCIÓN ACADÉMICA

3.1. Tipos de estructuras textuales

La producción de textos escritos constituye una parte


fundamental del proceso de aprendizaje. El escritor
inicia la producción en base a temas de interés
personal o colectivo. Por ello, desde el comienzo, es
importante conocer el público al que está dirigido el
texto y el tipo de lenguaje que se utilizará para
facilitar la comprensión del contenido. Por tanto, el
texto debe enmarcarse en lo real y responder a un
contexto de producción específico, donde el rigor
académico y científico permita a los lectores
identificarse con el contenido y la propuesta del autor
(Tabash, 2017 en Sánchez, A. y Carrión-Barco,
2021).
Para producir un texto se siguen tres
procesos importantes: planificación,
textualización (o traducción) y revisión.
La planificación corresponde al
proceso de organización secuencial de
las actividades para la elaborar el
texto. Gracias a esta, se define la
forma, el contenido, el tema, el tipo,
los recursos a utilizar y los argumentos
que tendrá el texto (Figueroa y Simón,
2011).
La textualización o traducción se enfoca en
explicar el tema en base al desarrollo de
argumentos, donde unos se elijen y otros se
descartan para alcanzar la comprensión global del
texto. Este proceso obedece a la elección del
tema, el público y el tipo de texto; ya que su
estructura textual deberá construirse en base a la
intención comunicativa del autor, donde se podrán
incluir narración, argumentos o descripciones.

El proceso de revisión del escrito transforma al


autor en su propio lector (receptor de información)
con el objetivo de identificar errores de
razonamiento, imprecisiones, reiteraciones,
carencias y redundancias. Este proceso es
3.1.1. Estructura argumentativa

La argumentación se entiende como la capacidad de


integrar conocimientos, habilidades y actitudes para
defender o rechazar de una aseveración, hecho o
conclusión a través de la exposición coherente,
fundamentada y sistemática de argumentos (Guzmán-
Cedillo et al., 2013).

Un texto argumentativo es una estructura donde el autor


toma postura frente a un tema. La finalidad puede ser
probar o demostrar una idea (tesis), refutarla, persuadir o
disuadir al receptor sobre determinados comportamientos,
hechos o ideas en base a la presentación de argumentos
sólidos (Rosado, 2012 en Sánchez, A. y Carrión-Barco,
2021).
1.La tesis es la postura o idea
sobre la que se reflexiona en el
texto. Expresa el punto de vista
del autor sobre el tema y requiere
defensa u objeción. La tesis
controla todo el escrito, por ello
es importante que el lector la
identifique desde el inicio.
2. Los argumentos son los hechos, pruebas o
datos comprobados que, estructurados de forma
jerárquica, en base al razonamiento del autor y la
planificación el escrito, respaldarán la tesis. Estos
no pueden estar aislados sino encadenados
lógicamente para lograr la fortaleza
argumentativa.

3. Los contraargumentos son los hechos, pruebas


o datos comprobados que se presentan de forma
contraria a la postura del autor. Por ello, es
necesario tomarlos en cuenta en el texto escrito y
refutarlos. Presentar los argumentos y
contraargumentos significa que el texto será más
sólido y contundente.
La estructura argumentativa, al igual que los textos
académicos y los párrafos, consta de:

1. Introducción. Espacio determinado para presentar


la tesis y contextualizarla.

2. Desarrollo. Apartado donde el autor desarrolla la


argumentación y contraargumentación en base a
hechos, pruebas o datos comprobables y objetivos.

3. Conclusión. Sección de cierre del texto. Se retoma


la idea principal y se redactan conclusiones e incluso
posibles soluciones.
Las características de la estructura argumentativa son:

 Tono formal y académico. Requiere practicar el uso


correcto del lenguaje para evitar ideas imprecisas,
textos enredados, posturas vagas y poco reflexivas, y
expresiones vulgares o coloquiales.

 Contenido relevante y adecuado. El tema a


desarrollar y la postura frente a él responden a un
contexto específico y un propósito comunicativo que
responde a los intereses del autor y el público
objetivo.

 Argumentos apropiados y organizados. Los


argumentos deben tener sustento y ser objetivos. El
autor debe cuidarse de la subjetividad y la opinión,
pues se restaría rigor al texto.
 Cohesión. Unión, concatenación e
imbricación de los elementos
internos del texto (párrafos e ideas);
así como las articulaciones
gramaticales del texto (puntuación,
conjunciones, conectores).

 Concisión. Propiedad textual que


otorga brevedad y claridad al texto.
Evita los rodeos e impide la
excesiva redundancia.

A continuación se presenta un ejemplo


de la estructura argumentativa. Aquí se
identifican los temas abordados en
párrafos anteriores. Se podrá
identificar la tesis, los argumentos y
Tomado de: Rosado, R. (2012). Argumentación. Preparatoria Abierta Aguascalientes SEP. México: Secretaría de Educación Pública.
3.1.2. Estructura narrativa

El discurso narrativo es un conjunto de enunciados organizados de forma


coherente con el propósito de contar una sucesión de hechos y eventos
relacionados de forma temporal y causal. Estos eventos se caracterizan por
presentar un nudo (problemática) y orientar una solución que motiva la relación
simbólica (desde la experiencia, las emociones y los conocimientos) entre el
lector y el texto (Bassols y Torrent, 1997).

En el ámbito académico, la estructura narrativa es "un método de recapitular la


experiencia pasada, haciendo coincidir una secuencia verbal de cláusulas a la
secuencia de acontecimientos que realmente ocurrieron" (Labov, 1972, p.
359). En ese sentido, esta estructura permite recapitular un acontecimiento
pasado e informar sobre él en el presente con el propósito de compartir con el
lector el contexto, los hechos y eventos que sucedieron en aquel momento y
facilitar su estudio, análisis, interpretación y entendimiento en retrospectiva.
La estructura de la narrativa se conforma por los siguientes elementos o cláusulas:

1. Resumen. Es la síntesis del evento narrado. Introduce al lector en el acontecimiento. Se presenta


en el primer momento (tiempo inicial) de la narración.

2. Orientación. Involucra al contexto inmediato del evento narrado. Incluye enunciaciones y


descripciones detalladas del tiempo, espacio, escenarios, personajes y actividades realizadas. Su
propósito es guiar al lector durante el relato.

3. Nudo. Cláusula importante en la secuencia narrativa, ya que incorpora el hecho más tenso o
representativo. Tiene la función de romper la estabilidad que proporciona la orientación y permitir al
lector reflexionar sobre la situación presentada.

4. Evaluación. Su función es demostrar la veracidad de los hechos narrados. El escritor utiliza


argumentos, datos y evidencias (reacciones, sentimientos, emociones, apreciaciones, actitudes o
acciones) que ayudan a conformar un juicio valorativo sobre lo escrito.

5. Resolución. Cláusula que retoma la situación presentada en el nudo, para presentar aquello que se
realizó para resolverla. Aquí se connota el resultado, solución y desenlace del relato.
La correcta organización secuencial del discurso narrativo
depende de varios factores: 1) intencionalidad del autor, 2)
experticia en este tipo de texto y 3) conocimientos socio-
pragmáticos. Estos factores forman parte de las competencias
narrativas y lingüísticas del autor y el lector, ya que son parte del
desarrollo cognitivo para la producción y decodificación del texto
(Galván Reyes et. al, 2015).

Entre los productos textuales que responden a esta estructura


está el informe, definido como un texto académico de carácter
expositivo que describe las acciones, métodos y procedimientos
ejecutados para realizar una labor (investigativa u operativa). Su
redacción combina la teoría y la práctica.

Finalmente, se debe recordar que la estructura narrativa de índole


académica tiene que cumplir con un tono formal, comunicar
contenido relevante y adecuado, utilizar hechos, argumentos
apropiados y comprobables, cumplir con las normas de la
cohesión y concisión.
3.1.3. Estructura descriptiva

Esta estructura apoya en la organización del discurso a través de la descripción


detallada de los aspectos (concretos y abstractos) que conforman la realidad. Su
finalidad es representar de forma lingüística a personas, animales, objetos,
situaciones, paisajes, épocas, emociones, entre otras. La representación se hace a
través de precisar las características de los elementos que conforman la realidad
(funcionalidad, comportamientos, semejanzas, diferencias).

Esta estructura es predominante en textos que necesitan detallar información; por


ejemplo, informes médicos, estudios de caso, diarios de campo, informes de
investigación, reportes académicos, tratados de botánica, etc. No obstante, la
estructura descriptiva va acompañada de otras como las narrativas y las
argumentativas.
El desarrollo de la estructura descriptiva sucede de dos formas,
mismas que dependen del contexto, el tipo de texto, el público objetivo
(lector) y la intencionalidad del autor. Estas son:

1. Subjetiva. Propia de los textos literarios o la comunicación informal o


coloquial. El autor describe de forma personal la realidad, incorpora
emociones, sensaciones, percepciones y valoraciones frente al
objeto descrito. Esto lo hace con un fin estético.

2. Objetiva. Propia de los textos académicos y científicos. El autor


describe de forma imparcial y objetiva la realidad. Es decir, evita incluir
interpretaciones, suposiciones, emociones o valoraciones personales
frente al objeto descrito.
La estructura de este tipo de textos obedece a tres procedimientos
ordenados:

1. Establecer el tema. Incluye la presentación de la realidad


observada o del objeto como un todo. Esto puede suceder al inicio
del texto o después de enumerar las características.

2. Caracterización. Momento imprescindible del relato, donde se


identifican de forma clara y precisa las características, cualidades,
propiedades y partes de la realidad observada o del objeto.

3. Relación con la realidad. Momento reflexivo donde el autor


establece relaciones de comparación (semejanza y diferencia)
entre la realidad observada o el objeto caracterizado con otras
A continuación se presenta un ejemplo de la estructura descriptiva. Aquí se
identifican los temas abordados en párrafos anteriores.
Es importante recordar que la estructura
descriptiva de índole académica tiene
que cumplir con un tono formal,
comunicar contenido relevante y
adecuado, utilizar hechos, argumentos
apropiados y comprobables, cumplir con
las normas de la cohesión y concisión.
3.2. Fases de la redacción académica

La escritura académica es un proceso cognitivo que se


perfecciona con la práctica. Consta de tres etapas: planificación,
textualización y revisión.
3.2.1. Lectura crítica valorativa

La lectura crítica a textos académicos es un


proceso lógico y de razonamiento que
permite verificar la validez de la obra a
través de criterios de evaluación; por
ejemplo: autor, estructura del texto, estado
del arte, rigor y objetividad, resultados,
bibliografía citada y apropiación académica.
De ahí que, la lectura crítica ayuda al
investigador a seleccionar o excluir un
documento. A su vez, incentiva la búsqueda
y actualización de conocimientos sobre un
tema específico.
3.3. Honestidad académica

La honestidad es un concepto que implica la


práctica de valores como la verdad, la
responsabilidad, la justicia, la integridad, el
respeto. Es por ello que cuando no se
practica este valor aparecen los antivalores
asociados a la falta de honestidad (Flores
Morales, 2018, p. 90).

La honestidad en los trabajos académicos


es un valor y una cualidad humana. La
deshonestidad expresada en el plagio daña
la reputación profesional del individuo y
perjudica a la comunidad académica que
espera seriedad y veracidad en los trabajos
presentados.
Plagiar significa “copiar
en lo sustancial obras
ajenas, dándolas como
propias” (Benítez, 2005
en Flores Morales, 2018).
Para evitar el plagio es
necesario reconocer el
trabajo de otros citando
los textos, ideas u obras
utilizadas en el trabajo
que se elabora.
¿Qué se considera plagio?

 Utilizar las palabras exactas de otra persona como si


fueran propias.
 Parafrasear o reestructurar ideas de otra persona sin
indicar la fuente.
 Crear citas falsas para acreditar ideas que no son
propias.
 Copiar y pegar contenido de internet sin indicar la fuente.
 Copiar o comprar tareas y entregarlos como propios.
 Presentar tareas o trabajos de otra persona como su
fuera propio.
 Utilizar imágenes de internet sin dar crédito al autor.
 Entregar un trabajo que previamente se entregó en otra
Universidad de las Américas. (17 de septiembre de 2018). Honestidad
académica [Video]. Youtube.
https://www.youtube.com/watch?v=DmaOH-_5I4U
Recursos complementarios
 Normas APA (7a edición).
https://normas-apa.org/wp-content/uploads/Guia-Normas-APA-7ma
-edicion.pdf

 Rodríguez, Ada Nelly (2007). Lectura crítica y escritura


significativa: Acercamiento didáctico desde la lingüística. Laurus,
13(25),241-262 ISSN: 1315-883X. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=76111479012
 Rosado, R. (2012). Argumentación. Preparatoria Abierta
Aguascalientes SEP. México: Secretaría de Educación Pública.
http://www.prepaaguascalientes.sep.gob.mx/prepaabierta/archivos/
modulo_13.pdf

 Universidad Católica del Maula. (Sf). Manual de Escritura


Académica: Pasos para la escritura.
Bibliografía
Bassols, M., y Torrent, A. M. (1997). Modelos textuales: Teoría y práctica. Barcelona: Eumo.
Díaz, Juan Pablo, & Bar, Aníbal R., & Ortiz, Margarita C. (2015). La lectura crítica y su relación con
la formación disciplinar de estudiantes universitarios. Revista de la Educación Superior, XLIV (4)
(176),139-158 ISSN: 0185-2760. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=60443089006
Figueroa., M. R., & Simón., P. J. (2011). Planificar, escribir y revisar, una metodología para
la composición escrita. Una experiencia con estudiantes del Instituto Pedagógico de Caracas
(IPC) Pedagógico de Caracas, 35(73), 119–147.
Flores Morales, J. A. (2018). El valor de la honestidad en los trabajos
académicos. Phainomenon, 17(1), 87-95. https://doi.org/10.33539/phai.v17i1.1280
Galván Reyes, Zurisadai, Mendivelso Mogollón, Mery, & Betancourt Córdoba, Yamileth. (2015). La
estructura narrativa en el discurso infantil: un enfoque psicosociolingüístico. Lingüística y Literatura,
(68), 37-56. https://doi.org/10.17533/udea.lyl.n68a02
Gutiérrez, M.-F., y Escobar-Altare, A. (2020). Integración de la narración y la argumentación en la
renarración de textos narrativos. Ocnos. Revista De Estudios Sobre Lectura, 19(1), 22-31.

También podría gustarte