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¿CÓMO CLAMAR A DIOS?

Cita bíblica:
Jeremías 33:3 Clama a mí, y yo te responderé, y te
enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
INTRODUCCIÓN:
¿A quién clamamos cuando tenemos problemas? Al
amigo, a la familia, a los hijos. Todo depende en quien
tenemos puesta nuestra confianza.
El presente sermón ¿Cómo Clamar a Dios? nos
ayudará a encontrar una respuesta a nuestras
suplicas. Nos enseña que es lo que tenemos que
hacer para que nuestro clamor sea escuchado.
I. ¿A QUIÉN DEBEMOS CLAMAR?

Dios nos está haciendo una gran promesa, que si


clamamos a Él nos enseñará cosas grandes y ocultas
que no conocemos ¿vamos a aceptar esa promesa o
seguiremos confiando en nuestras propias fuerzas?
Si esperamos recibir el consuelo de Dios debemos
invocarlo. Su Palabra nos promete vivificarnos y
alentarnos por medio de la oración. Estas promesas
nos guían al evangelio de Cristo. Jeremías 33:6 dice la
biblia He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y
los curaré y les revelaré abundancia de paz y de
verdad.
II. DEBEMOS SER CONSTANTES, NO DESMAYAR
EN NUESTRO CLAMOR.
El rey David es un ejemplo bien claro. El nunca dejó de confiar en
Dios.
Salmos 5:1-2 Escucha, oh Jehová, mis palabras; Considera mi
gemir. Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,
Porque a ti oraré.
El principio más alentador de la oración y el ruego más poderoso es
mirarlo a Él como nuestro Rey y nuestro Dios.
Analicemos lo que le dice David a Dios:
a) Escucha mis palabras (le está suplicando)
b) Considera mi gemir (le pide que considere, su esfuerzo)
c) Está atento a la voz de mi clamor (que esté presto a escucharlo)
d) Rey mío y Dios mío (la gloria y la honra que solo Él merece)
e) Porque a ti oraré (le dice que solo en el confía)
¿En qué horario se comunicaba David con Dios?
¿Cómo lo hacemos nosotros?
• Salmos 5:3 Oh Jehová, de mañana oirás mi
voz; De mañana me presentaré delante de ti,
y esperaré.
III. DAVID RECONOCE QUE DIOS ES JUSTO Y QUE
ABORRECE LA MALDAD.
En el Salmo 5:4-6 hace una lista de por qué algunos no
serán escuchados:
a) Dios no se complace en la maldad
b) El malo no habitará junto a ti
c) Los insensatos no estarán delante de los ojos de Dios
(Dios no verá su causa)
d) Dios aborrece a todos los que hacen iniquidad.
e) Destruirá a los que hablan mentira
f) Al hombre sanguinario y engañador abominará Jehová
Si nosotros todavía hacemos cualquiera de estas cosas Dios
no nos escuchará.
¿QUE PODEMOS HACER PARA SALIR DE TODO ESTO?

El hombre por naturaleza es malo, como dice romanos 3:10-


18:
“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien
entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a
una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay
ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su
lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios;
Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se
apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay
en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay
temor de Dios delante de sus ojos.
Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis
sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del
Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 1 Corintios 6:11
¿CÓMO PODEMOS SER TRANSFORMADOS EN
PERSONAS QUE AGRADEN A DIOS?
Romanos 3:21-25 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la
justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas la justicia de Dios
por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque
no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante
la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación
por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados.
Entonces la respuesta está en Jesucristo. En el Antiguo Testamento la
gente vivía en un periodo de tiempo diferente al nuestro es decir en la
dispensación de la ley que cubre el tiempo desde el Sinaí hasta el
calvario. Ahora en el Nuevo Testamento, vivimos bajo la Gracia, que es
en Cristo Jesús. Él la instauró la noche de la Santa Cena, por eso dijo Esta
copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la
bebiereis, en memoria de mí. 1 Corintios 11:25.
PROMESA DE DAVID A DIOS POR SU MISERICORDIA:

Salmos 5:7 Mas yo por la abundancia de tu


misericordia entraré en tu casa; Adoraré hacia tu
santo templo en tu temor.
Esta promesa siempre la cumplió David, ¿estamos
nosotros dispuestos a hacer lo mismo?
Le pide que lo guíe en su justicia y lo libre de los
enemigos porque en ellos solo hay maldad
Salmos 5:8 Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa
de mis enemigos; Endereza delante de mí tu camino.
Salmo 5:9 Porque en la boca de ellos no hay
sinceridad; Sus entrañas son maldad, Sepulcro abierto
es su garganta, Con su lengua hablan lisonjas.
APLICACIÓN PERSONAL

Salmos 5:11-12 Pero alégrense todos los que en ti


confían; Den voces de júbilo para siempre, porque tú
los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu
nombre. Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;
Como con un escudo lo rodearás de tu favor.
Tenemos que alegrarnos con voz de júbilo si tenemos
puesta nuestra confianza en Dios al igual que David,
porque sabemos que Dios nos va a escuchar, porque
ya hemos sido justificados por la sangre de Cristo a los
que les hemos recibido como nuestro Salvador
personal. Y esta debe ser nuestra certeza que si
estamos con Cristo nadie nos podrá vencer.

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