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ESTRATEGIAS DE LAS 5s

¿Qué es?: Una técnica oriunda de Japón, sin


embargo, puede cambiar escenarios caóticos
como ese de manera simple y hacer el
ambiente de trabajo de cualquier empresa
más organizada y productiva. La metodología
5S se basa en «cinco sentidos»: de uso, de
organización, de limpieza, de normalización
y de disciplina.
¿Para qué sirve la metodología
5S?
Así como el momento actual de varios países,
la metodología 5S también nació en un
escenario de crisis económica. Esto ocurrió a
principios de los años 50, luego del final de la
Segunda Guerra Mundial.
En ese momento, el devastado Japón
necesitaba reestructurar su economía
rápidamente y traer competitividad a sus
productos, que comenzaban a entrar en el
mercado internacional.
Su objetivo era asegurar la calidad de los
procesos y transformar el país en una
potencia económica. ¡Y funcionó! Gracias a
esto, hoy el método se adopta en
organizaciones de todo el mundo, como un
modelo de gestión de la calidad.
Seiri: Clasificación Y Descarte
 La primera etapa está enfocada en los principios de separación y
eliminación de lo innecesario; considerando que un entorno de
trabajo ordenado y seguro prescinde de todo lo que no se necesita
para realizara la tarea que está destinada a ese espacio.
 Para conseguir el objetivo, se debe clasificar todo el contenido
del espacio para ser tratado posteriormente:
 Eliminación – es el destino de lo que no se usa o se usa muy
poco. Ya sea eliminación completa (digitalización y reciclaje de
documentos, por ejemplo) o cualquier otro destino que lo suprima
(donación, venta, etc.), la intención es liberar espacio físico.
 Almacenamiento – es el destino de lo que se usa poco, pero que
no puede ser eliminado. Por ejemplo, documentos legales, que se
deben retirar del espacio de trabajo para guardarlos en un lugar
habilitado para el almacenamiento.
 Recolocación – las cosas que se usan de forma eventual no
pueden entorpecer el trabajo diario, para lo que se debe habilitar
un espacio de almacenamiento de fácil acceso desde el puesto de
trabajo.
 Mantenimiento – para todo aquello que se usa de forma diaria en
el puesto de trabajo, que debe ser ordenado en la siguiente etapa.
Seiton: organización
La filosofía de esta etapa se resume en la
frase “un sitio para cada cosa y cada cosa en
su sitio”; es decir, este principio lo que busca
es que todo lo que se necesita para realizar el
trabajo tenga la ubicación correcta.
Lo que se usa más frecuentemente, al alcance
de la mano. Lo que se usa en secuencias, debe
estar en base a la secuencia. Lo que está
esperando salida, debe estar al principio
(siguiendo la teoría FIFO).Para que el
funcionamiento sea lo más ágil posible, el
conjunto de la organización debe unificar la
forma de llamar a las cosas y estandarizar los
puestos de trabajo con los mismos criterios.
Seiso: limpieza

Teniendo sólo lo necesario y con la


clasificación adecuada, es momento de
preocuparse por la limpieza del lugar de
trabajo.
La limpieza es parte importante de esta
metodología, pero es fundamental para
mantener la salud de los trabajadores e
imprescindible para mantener su motivación.
La limpieza, además de ser una tarea
cotidiana, debe tratar las fuentes de suciedad
de la siguiente forma:
Si se puede eliminar, se elimina.
Si no se puede eliminar, se crea un plan de
limpieza que impida su recurrencia.
Seiketsu: visualización

Cuando orden, higiene y limpieza son hábitos


interiorizados en la organización, con un
criterio único para todos los departamentos y
personas; se puede identificar cualquier
desvío mediante la gestión visual.
Para implementar esta visualización, se han
de crear equipos de trabajo que recorren los
espacios de la empresa para identificar puntos
de mejora con un sistema de gestión por
colores:
Lugares verdes – sin desvíos.
Lugares rojos – con desvíos.
Shitsuke: disciplina y compromiso
La última etapa de las 5S está dedicada al
mantenimiento del sistema, para lo cual se
necesita una disciplina y un control estricto.
Para ello, es importante establecer unos
objetivos y medir los resultados obtenidos, de
modo que se pueda evaluar y en su caso,
resolver fallos.
El último principio es el que determina el
éxito o el fracaso, ya que no solo es necesario
que se ordene – por ejemplo – como se ha
estipulado; sino que es imprescindible que
ese sistema se interiorice y se convierta en un
hábito que nadie se salta.
A partir de aquí, entra en juego la filosofía
kaizen, que estipula que todo puede ser
mejorable siempre y por tanto se debe aspirar
siempre a una mejora, aún cuando el
resultado parece perfecto.

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