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Caso

Katharina :
Freud
Elaborado por: Psicologo Clinico: Jonatan Suarez,
Universidad de Guayaquil.
Llegué, pues, a la cima tras
dura ascensión y, ya recuperado y descansado, quedé absorto en la
contemplación de arrobadoras vistas, tan olvidado de mí que a punto
estuve de no darme por aludido cuando escuché esta pregunta: « ¿El
señor es un doctor?». Pero la pregunta se dirigía a mí, y provenía de
una muchacha de unos dieciocho años que me había servido en el
almuerzo
con gesto bastante fastidiado y a quien la posadera llamó por el nombre
de «Katharina». Por su vestido y su porte no podía ser una doméstica,
sino que debía de ser hija o parienta de la posadera.

Y de qué sufre usted?».


«Me falta el aire; no siempre, pero muchas veces me agarra que creo
que me ahogaré».

Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,


Universidad de Guayaquil.
A
primera vista no suena esto neurótico, pero se me
hacía probable que
fuera sólo una designación sustitutiva para un ataque
de angustia. Del
complejo de sensación de la angustia resalta de
manera indebida un solo
factor, el angostamiento para respirar.
«Tome usted asiento. Descríbame cómo es ese estado
de "falta de aire"».

Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,


Universidad de Guayaquil.
«Se abate de pronto sobre mí. Primero me hace como una
opresión sobre los ojos, la cabeza se pone pesada y me
zumba, cosa de no aguantar, y me mareo tanto que creo que
me voy a caer, y después se me oprime el pecho que pierdo el
aliento».
« ¿Y no siente nada en la garganta?».
«Se me aprieta la garganta como si me fuera a ahogar».
« ¿Y en la cabeza no le sucede nada más?».
«Martilla y martilla hasta estallar».

Reflexión de Freud: Era realmente un ataque de angustia, y


por cierto que introducido por los signos del aura histérica; o,
mejor dicho, era un ataque histérico que tenía por contenido
la angustia. ¿No habría algún otro contenido?
Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,
Universidad de Guayaquil.
« ¿Piensa usted siempre lo mismo, o ve algo frente a
sí cuando tiene el ataque?..
«Sí, siempre veo un rostro horripilante; me mira tan
espantosamente; yo le tengo miedo».
« ¿Reconoce usted ese rostro? Creo que será un
rostro que usted ha visto realmente alguna vez».
«No».
« ¿Cuándo los tuvo por primera vez?».
«La primera vez fue hace dos años, cuando aún
estaba con mi tía en el otro monte. Antes tuvo ahí el
albergue; ahora estamos aquí desde hace un año y
medio, pero eso me sigue viniendo».
Elaborado por: Psicologo Clinico: Jonatan Suarez,
Universidad de Guayaquil.
Le dije entonces: «Si usted no lo sabe, yo le diré de
dónde creo que le han venido sus ataques. En algún
momento, dos años atrás, usted ha visto o escuchado
algo que la embarazó mucho, que preferiría no haber
visto».
Y ella: «i Cielos, sí! ¡He pillado a mi tío con la
muchacha, con Franziska, mi prima!».

« ¿Qué historia es esa de la muchacha? ¿No quiere


contármela usted? ».

Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,


Universidad de Guayaquil.
Deduccion de Freud: (Esto quiere decir, traducido al
lenguaje de nuestra «Comunicación preliminar»: El
afecto mismo crea al estado hipnoide, cuyos
productos luego se mantienen fuera del comercio
{Verkehr} asociativo con el yo-conciencia {Ich-
Bewusstsein).)
A menudo habíamos comparado [Breuer y yo] la
sintomatología histérica con una escritura figural que,
tras descubrir algunos casos bilingües, atinábamos a
leer. En ese alfabeto, vómito significa asco. Le dije
entonces: «Si usted tres días después vomitó, creo
que en ese momento, cuando miró dentro del
dormitorio, usted sintió asco».
Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,
Universidad de Guayaquil.
La primera serie contiene ocasiones en que ese
mismo tío la asediaba sexualmente a ella, cuando sólo
tenía catorce años. Cómo cierta vez hace con él una
excursión al valle, y allí pernocta en la posada. El se
quedó bebiendo y jugando a las cartas en el salón, a
ella le vino sueño y se fue temprano a la habitación
que les habían asignado a ambos. No dormía muy
profundamente cuando él subió (hinaufkommeiz};
después se volvió a dormir, y de repente se despertó
y «sintió su cuerpo» en la cama. Se levantó de un
salto y le hizo reproches: « ¿Qué haces, tío? ¿Por qué
no te quedas en tu cama?».
Elaborado por: Psicologo Clinico: Jonatan Suarez,
Universidad de Guayaquil.
Cómo otra vez pernoctaron en una posada de la aldea
N., ella y su tío en una habitación, Franziska en otra
contigua. A la noche se despertó de repente y vio una
figura larga y blanca junto a la puerta, en tren de
bajar el picaporte: «¡Cielos, tío! ¿Es usted? ¿Qué hace
en la puerta?». -«Quédate tranquila, sólo buscaba
algo». - «Es que se sale por la otra puerta». - «Me he
equivocado», etc.

Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,


Universidad de Guayaquil.
lo último que me acaba de referir, en apariencia sin
plan alguno, explica excelentemente su
comportamiento en la escena del descubrimiento.
Llevaba dentro de sí dos series de vivencias que ella
recordaba, pero no entendía ni valorizaba en
conclusión ninguna; a la vista de la pareja copulando
se estableció al instante la conexión de la impresión
nueva con esas dos series de reminiscencias; empezó
a comprender y, al mismo tiempo, a defenderse.
Luego siguió un breve período de acabado, de
«incubación», y se instalaron los síntomas de la
conversión, el vómito como sustituto del asco moral y
psíquico.
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Con ello quedaba solucionado el enigma; no le dio
asco la visión de aquellos dos, sino un recuerdo que
esa visión le evocó, y, bien ponderadas todas las
cosas, sólo podía ser el recuerdo del asalto nocturno,
cuando ella «sintió el cuerpo del tío».
Le dije, pues, tras terminar ella su confesión: «Ahora
ya sé lo que se le pasó por la cabeza cuando miró
dentro del dormitorio. Usted ha pensado: "Ahora
hace con ella lo que aquella noche, y las otras veces,
quería hacer conmigo". Eso le dio asco porque usted
se acordó de la sensación que tuvo cuando a la noche
se despertó y sintió su cuerpo».
Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,
Universidad de Guayaquil.
«Dígame entonces con exactitud: ¿qué fue lo que
sintió de su cuerpo aquella noche?».
Pero ella no da una respuesta precisa; sonríe turbada
y como convicta y confesa, como uno que debe
admitir que ahora se ha llegado {kommen} a la raíz de
las cosas, sobre la cual ya no cabe decir mucho más.
Puedo imaginarme cuál fue la sensación táctil que
más tarde aprendió a interpretar; su gesto paréceme
decir que presupone que yo me imagino lo correcto,
pero ya no puedo seguir ahondando en ella

Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,


Universidad de Guayaquil.
FREUD: ¿de dónde proviene la alucinación de la
cabeza que le provoca pavor y es recurrente en el
ataque?
«Sí, ahora lo sé: la cabeza es la de mi tío, ahora la
reconozco; pero no de aquel tiempo. Más tarde,
después que se desataron todas las querellas, mi tío
concibió una absurda furia contra mí; siempre ha
dicho que soy la culpable de todo; si no hubiera
soplado, nunca se hubiera llegado {kommen} a la
separación; siempre me ha amenazado con hacerme
algo; cuando me vio a lo lejos, su rostro se desfiguró
por la furia y se abalanzó sobre mí con la mano
levantada. Siempre me he escapado de él, y
Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,
Universidad de Guayaquil.
siempre con la mayor angustia de que me atrapara de
improviso en algún lado. El rostro que yo ahora veo
siempre es su rostro cuand
o estaba furioso»
Esta noticia me hace acordar de que el primer
síntoma de la histeria, el vómito, ha pasado ya; el
ataque de angustia permaneció y se llenó con el
nuevo contenido. Según eso, se trata de una histeria
ya abreaccionada en gran parte.

Elaborado por: Psicólogo Clínico: Jonatán Suarez,


Universidad de Guayaquil.
FIN…
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Universidad de Guayaquil.

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