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LA ORDEN DE LOS

PREDICADORES
Origen – Espiritualidad – Forma de vida – Servicio en la Iglesia
EL ORIGEN

Santo Domingo de Guzmán


• Santo Domingo nació en Caleruega (Burgos),
diócesis de Osma, entre 1173 y 1175.
• Una leyenda atribuye a su madre un sueño
durante el embarazo, que era presagio de lo
que sería la vida y misión de Domingo: Un perro
con una antorcha en la boca que extendía el
fuego por el universo mundo.
• Su nombre: Devoción en toda Castilla a Santo
Domingo de Silos.
• Sus estudios Teológicos los realizó en Palencia.
Para 1197 forma parte de la Comunidad
Canonical de Osma.
• Diego de Acerves y Domingo son enviado a una misión diplomática por parte de Alfonso
VIII. A mediados de 1203 en Toulouse tuvo el primer encuentro con el “CATARISMO”.
Este encuentro causa el giro más trascendental en la vida de Domingo.

• Tras un fracaso Domingo se dirige a Roma para ofrecerse al Papa Inocencio III para la
misión entre los paganos. Lo mandaron a regresar a reformar el clero en su diócesis.

• En 1206 vuelve a tener un encuentro con los cátaros / Pobreza evangélica. Experiencia
de encuentro con los Valdenses / Considerados como grupos heréticos. Alto clero.
“Necesidad de entregarlos a la Iglesia para que no caigan en la herejía”.
Nace un nuevo ideal de vida apostólica
“Para tapar la boca a los herejes, había que enseñar la doctrina practicándola en la vida,
según el ejemplo del Buen Maestro, presentándose humildemente, yendo a pie sin oro ni
plata, imitando en toda la forma de vivir de los Apóstoles”

• En Prouille construyó el primer centro de predicación (1027), comunidad de mujeres


que renunciaron al catarismo.
• Fue en Toulouse (1215) donde fundó la Orden de Predicadores ya como una comunidad
permanente (Obispo Fulco de Toulouse firma un documento que avala su existencia
jurídica).
• Después del IV Concilio de Letrán obtuvo del Papa Inocencio una confirmación de su
orden, “Se debía llamar y ser Orden de Predicadores”. Es esta la razón de ser de los
dominicos.
• Al principio eran financiados por el Obispado, pero después del encuentro con San
Francisco de Asís el 3 de junio de 1218 renuncio a estos beneficios.

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