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PRINCIPIOS DE NUESTRA FE
DOCENTE:GRECIA INGRID
INTEGRANTES:
JOSELYN SANTOYO LOAYZA
GABRIELA ARAGON ORTEGA
EMILY JAZMIN ESTELA RAMIREZ
JHON DANTE UTURUNCO HUALLPA
¿Qué SON LOS MANDAMIENTOS?
Los
mandamientos
son actos y
respuesta de
amor
a Dios que amo y
me ama
S O S
O
L IEN IOS T
A M A D
N D O S
A
M ER ID
E F
R
amarás a Dios”, en
realidad significa que
debemos amarlo todo.
No hay una cosa que se
deba amar más que a las
otras, así que esta parte
se puede sustituir, por
ejemplo, por: “lo amarás
todo”, “amarás a la vida”
o simplemente “amarás”
ª Así expresa la Sagrada Escritura
este segundo mandamiento: No
tomarás el nombre de Dios en
vano. Con esto directamente
prohíbe jurar en vano, blasfemar,
infringir un voto, así como
cualquiera otra irreverencia contra
el santo nombre de Dios, e
indirectamente manda que se le
honre.
El tercer mandamiento de la
Iglesia Católica es: "Santificarás
las fiestas en nombre de Dios".
Este mandamiento nos manda
honrar a Dios con obras de culto
en los días de fiesta. La Biblia
narra la obra de la creación en
seis “días”
MANDAMIENTOS
REFERIDOS AL PRÓJIMO
Honrar a los padres significa
amarlos, respetarlos,
teniendo cuidado de no
causarles dolor y ser
agradecidos por todo el amor
que nos han dado. El
Catecismo de la Iglesia
Católica subraya la
importancia de este cuarto
mandamiento que se dirige
expresamente a los hijos en
sus relaciones con sus padres.
El quinto mandamiento también
nos enseña que debemos respetar
el alma, la salud, el cuerpo y la
fama de los otros. Asimismo, no
debemos odiar, enojarnos o tener
deseos de venganza con nuestros
hermanos.
El sexto mandamiento de la Ley de
Dios prohíbe todos los pecados
contrarios a la castidad. También toda
acción, mirada o conversación contrarias
a la castidad. Los pecados contra la
pureza, cometidos con pleno
conocimiento y consentimiento pleno,
son siempre graves.
El séptimo mandamiento de la Ley de Dios nos
manda respetar los bienes ajenos y pagar las
deudas, y nos prohibe quitar o retener lo ajeno
contra la voluntad de su dueño y causar daño al
prójimo en sus bienes.
El octavo mandamiento de la Ley de Dios nos
manda decir la verdad y respetar la fama del
prójimo y nos prohíbe: atestiguar lo falso en
juicio, calumniar al prójimo, decir cualquier
clase de mentira, murmurar, juzgar mal del
prójimo.
El noveno mandamiento de la Ley de
Dios nos manda que seamos puros y
castos en pensamientos y deseos.
Estos pensamientos y deseos impuros
son pecado cuando la voluntad se
complace en ellos, aunque no se
realice el acto impuro; pero no son
pecado cuando la voluntad no los
consiente y procura rechazarlos.
Decimo
mandamiento
Ir contra la libertad.
Obligaciones.