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Unidad 3: Literatura

y efecto estético
Objetivo: Comprender elementos centrales del discurso
literario
¿Qué es la literatura?
• El discurso literario se
caracteriza por el predominio
de la función poética,
también denominada función
estética; cifra su objetivo en
el mensaje mismo y no en su
contenido referencial (Onieva
Morales, 2002).
• Así como la pintura busca
expresar la belleza de manera
visual, “la literatura es el arte
cuyo fin es la expresión de la
belleza por medio del
lenguaje” (Onieva Morales,
2002).
• Los textos literarios son las
manifestaciones formales del
discurso literario. Estos son
clasificados generalmente en
tres géneros literarios: • la
narrativa (cuentos, novelas,
crónicas) • la lírica (poemas)
• el drama (guiones
teatrales)
“El objetivo de la
literatura es, en
primer lugar,
responder a la
pregunta: ¿Qué es lo
que convierte un
mensaje verbal en
una obra de arte?”
(Jakobson, 1960)
Características del discurso literario
La Literariedad

• La literariedad es “el conjunto de características que dan especificidad


literaria a la obra, constituye una propiedad intrínseca, o sea, formal o
estructural, de la propia obra, dado que esa propiedad necesita de un
lector que la actualice” (Maldonado Alemán, 2011).
Ficcionalidad
• Según Wolfgang Iser (1990), las ficciones literarias son “discursos
espectacularizados”. Lo escrito debe tomarse como si estuviera
refiriéndose a algo, pero con la función de servir como guía para lo
que debe ser imaginado y no como referencia directa al mundo real.
• En otras palabras, los textos literarios son ficciones; son la creación de
mundos imaginarios que están fundamentados en sí mismos sin
responder, necesariamente, a actos del mundo real.
Ejemplo: La
metamorfosis de
Kafka
• Cuando el lector se enfrenta
con la situación de un
hombre transformado en un
insecto gigante, no duda de
la realidad de ese hecho en
el mundo imaginario de
Kafka, a pesar de reconocer
la imposibilidad de ello en el
mundo real.
Plurisignificación

• El discurso literario es
plurisignificativo “porque en él los
signos lingüísticos poseen múltiples
significados”, es decir, un texto
literario puede poseer muchas y
diversas interpretaciones o
“recreaciones”.
• No todos los signos lingüísticos son
necesariamente plurisignificativos,
pero la totalidad del texto sí es
plurisignificativa.
Abundancia de
connotaciones y
ambigüedades
• El discurso literario se sirve de la
ambigüedad y, como aspecto de ella, la
connotación para expresar el mensaje.
• Ambigüedad: cuando las frases, oraciones
o textos completos pueden entenderse de
varios modos y dar así motivo a dudas,
incertidumbre o confusión.
• Connotación: cuando las palabras
conllevan, además de su significado
propio o específico, otro de tipo expresivo
o apelativo.
Abundancia de
figuras retóricas
• Las figuras literarias son formas no
convencionales de utilizar las palabras,
en las que estas se emplean con sus
acepciones habituales, pero se
acompañan de algunas
particularidades fónicas, gramaticales o
semánticas, por lo que resultan
especialmente expresivas
• La literatura es una manifestación
artística cuya materia Prima son las
palabras, palabras que, a pesar de
ser las misma que utilizamos a Diario
para comunicarnos con los demás,
adquieren un valor y un significado
Distinto cuando el escritor las
combina para crear y expresar
belleza según su óptica personal
• La literatura constituye un mundo en
el que la palabra Resalta ser la
protagonista principal, pues a través
de ella el escritor se Permite recrear
y fabricar realidades que solo son
posibles con su imaginación Y por
supuesto en la página de  su obra
Tema, motivo y tópico literario
Tema
• Los temas literarios hacen
referencia al contenido de la obra
literaria, sin tener en cuenta el
género. Es decir, los grandes temas,
el amor, el odio, la muerte… de las
obras literarias se tratan por
igual en teatro, poesía, narrativa,
etc. Se trata de un concepto similar
al del “tema artístico” en cualquier
arte distinta a la literatura. Por
tanto, al hablar de temas
literarios nos referimos a los
asuntos de los que tratan los
poemas, poemarios, novelas, obras
de teatro, cuentos, etc.
los temas literarios son aquellos asuntos principales sobre los que gira la
trama y que conducen, en último término, a los conflictos primarios
ideados por el autor. Aunque también pueden existir temas secundarios,
que interaccionan con los primarios y dan relieve a toda la trama sobre
la que se edifica la obra literaria, enriqueciéndola.
El tema literario es una idea global que informa sobre la propuesta de la obra. Es un
concepto general que sustenta todo el planteamiento y la red de acciones del texto. En
otras palabras, es la materia o asunto de la que trata el texto, sin detalles ni
informaciones complementarias. Por lo tanto, el tema de una obra literaria es abstracto
y se concreta en las acciones referidas en el texto.

Veamos algunos ejemplos:


El tema de la Ilíada es la ira. Se trata de un concepto general,
que se concreta en las acciones de los personajes. Por ejemplo, Aquiles –líder guerrero
de los aqueos – se enceguece por la ira y se niega a participar en el combate, con lo que
causa muchos males a sus compañeros.
Existen otros temas, que se caracterizan por la frecuencia con que aparecen en la
historia de la literatura. Se trata de los temas del amor y del viaje, que revisaremos a
continuación.
Motivo
• El motivo es concreto: la muerte heroica, el amor imposible, la vida
ilusoria, el odio patológico, la avaricia extrema, etc. Representan una
concreción de los grandes temas universales y abstractos. El amor es
una gran palabra, un gran concepto… y como tal se engrandece hasta
hacerlo imposible de visualizar. Pero si pensamos en amores
cotidianos, entonces vamos poniendo el foco sobre asuntos más
mundanos y, por tanto, cercanos. A un escritor le sería muy difícil
hablar del amor en general, pero si piensa en dos personajes
concretos, una madre y su hija, por ejemplo, ya puede imaginar un
cierto tipo de amor, y reflejarlo con palabras en su novela, cuento… o
poema.
• A diferencia del tema, el motivo es concreto. Esto quiere decir que
representa un cierto nivel de elaboración básica. El motivo organiza
la acción concreta que se narra; la mueve, la motiva (de ahí su
nombre). Por ejemplo, el amor es un tema de la literatura, que ha
dado origen a distintos motivos: el del amor imposible, el del amor
idealizado o trascendente, etc.
• En otras palabras, el motivo es una “situación típica que se repite
en una gran cantidad de obras” y que implica una secuencia de
acciones que se dan en orden particular. Por ejemplo, el motivo del
amor idealizado da origen a distintas acciones en El Quijote de la
Mancha, de Cervantes.
El tópico literario
• De acuerdo con la raíz del término (topoi = lugar),
podemos afirmar que tópico significa lugar
común. Se trata, por lo tanto, de un cliché o
esquema fijo de pensamiento. En otras palabras,
es un motivo estable, una idea ya desarrollada,
que es revisitada (como si fuera un lugar), por los
artistas en distintas épocas y en distintas artes, no
sólo en literatura. El tópico, entonces, consiste en
una idea básica que se reelabora de acuerdo con
las tendencias de una época determinada.
• Te m a s o m o ti vo s c o m u n e s
u ti l i za d o s c o m o re c u rs o
p o r l o s e s c r i t o re s a l o
l a rg o d e l a h i sto r i a d e l a
l i te rat u ra . C a s i t o d o s l o s
t ó p i c o s p ro c e d e n d e l a
t ra d i c i ó n c l á s i ca g r i e ga y
l ati n a .
• Se enuncian a través de una frase
breve, normalmente en latín, que
expresa el significado del tópico.
• Se enuncian a través de una frase
breve, normalmente en latín, que
expresa el significado del tópico.
Carpe Diem

• O Aprovecha el día, se refiere a la


necesidad de vivir el presente y
disfrutarlo al máximo, antes de que
sea demasiado tarde. El carpe diem
se retoma, por ejemplo, en muchos
comerciales con eslóganes como
“vive al límite”, “disfruta cada
instante”, “no pierdas un buen
momento por un dolor de cabeza”,
etc., pues incitan al receptor a la
vivencia intensa del instante
presente.
“…Coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.”

Garcilaso de la Vega, S XVI


Locus Amoenus

• “Lugar ameno”. Este tópico presenta


una visión idealizada del entorno
natural, como un lugar en el que se
anhela estar y que es muy frecuente en
las églogas del Renacimiento. Este ligar
es presentado como un lugar propicio
para la reflexión y el encuentro,
fundamentalmente, con Dios, aunque
en épocas más antropocéntricas se
refiere al lugar más anhelado por el
hombre. Las características de este
tópico señalan un lugar en que hay
árboles con sombra, arroyuelos, hierba
fresca y pajarillos cantando.
"Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en ellas,
verde prado, de fresca sombra lleno”

Garcilaso de la Vega, S XVI


Colligo, Virgo, Rosas
• Corta las rosas, doncella, este tópico se
refiere a la necesidad de aprovechar la
lozanía de la juventud mientras esta
etapa de la vida dura, pues en la vejez ya
no se disfrutará de la misma manera. Es
un llamado a disfrutar de la belleza de la
juventud, mientras se posea.
En la actualidad es con frecuencia
utilizado este tópico para persuadir al
público en comerciales de cremas
antiarrugas, cremas para reafirmar la piel,
con eslóganes que hablan de “impedir el
paso del tiempo”.
Miró Celia una rosa que en el prado
ostentaba feliz la pompa vana
y con afeites de carmín y grana
bañaba alegre el rostro delicado;

y dijo: -Goza, sin temor del Hado,


el curso breve de tu edad lozana,
pues no podrá la muerte mañana
quitarte lo que hubieres hoy gozado;
y aunque llega la muerte presurosa
y tu fragante vida se te aleja,
no sientas el morir tan bella y moza:
mira que la experiencia te aconseja
que es fortuna morirte hermosa
y no ver el ultraje de ser vieja.

(Sor Juana Inés de la Cruz, S XVII)


Locus Amoenus
• “Lugar ameno”. Este tópico presenta
una visión idealizada del entorno
natural, como un lugar en el que se
anhela estar y que es muy frecuente
en las églogas del Renacimiento. Este
ligar es presentado como un lugar
propicio para la reflexión y el
encuentro, fundamentalmente, con
Dios, aunque en épocas más
antropocéntricas se refiere al lugar
más anhelado por el hombre. Las
características de este tópico señalan
un lugar en que hay árboles con
sombra, arroyuelos, hierba fresca y
pajarillos cantando.
"Corrientes aguas, puras, cristalinas,
árboles que os estáis mirando en
ellas,
verde prado, de fresca sombra lleno”

Garcilaso de la Vega, S XVI


Beatus Ille

• Es un tópico muy frecuente en la


literatura española del
Renacimiento que exalta la vida
sencilla del campo, ajena de la
ciudad, la corte y las ambiciones
del mundo. En latín significa
"dichoso aquel que" y son las
primeras palabras de un famoso
poema de Horacio que invita
disfrutar de la vida sencilla.
Ubi Sunt

• “¿Dónde están?”. Es la pregunta existencial


sobre aquellos seres que formaban parte
de la vida de un sujeto y que, por algún
motivo, ya no están. Fundamentalmente, se
refiere a aquellas cosas del pasado
esplendoroso que, por el paso del tiempo,
ya no están. Podría ser, también, la
pregunta por aquellas personas queridas
que han muerto y ya no están a nuestro
lado. Puede ser, por otra parte, una
interrogación por un tiempo pasado o un
estado de cosas que se ha perdido.
“¿Qué será del rey Don Juan?
Los infantes de Aragón
¿qué se hizieron?
¿qué fue de tanto galán?
¿qué fue de tanta invención
como traxieron?”
(J. Manrique, XV)
• Tempus fugit es una locución latina que se refiere a la velocidad
en que transcurre el tiempo. Se podría traducir literalmente
como ‘el tiempo se escapa’ o ‘el tiempo vuela’; quizás esta
Tempus Fugit última sería la expresión equivalente más común en nuestra
época.
“Ayer se fue; mañana no ha
llegado; Hoy se está yendo sin
parar un punto: Soy un fue, y un
será, y un es cansado”.
Quevedo
Memento Mori • “Recuerdo de la muerte” o
“recuerda que morirás”. Es
un tópico asociado a la
inquietud humana respecto
de la muerte y su cercanía
constante. Al recordar que
todos somos mortales, se
asume la poca importancia
de los asuntos terrenales y
la igualdad de todos los
seres humanos en la
muerte.
• “Me parecía tener las manos vacías. Pero estaba seguro de mí, seguro
de todo, más seguro que él, seguro de mi vida y de esta muerte que
iba a llegar. Sí, no tenía más que esto. Pero, por lo menos poseía esta
verdad, tanto como ella me poseía a mí”

Albert Camus, El extranjero

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