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Con todo, habría que conjugar las contradicciones de clase con otras
contradicciones como las nacionales, étnicas, de género, ambientales, etc.
Habría que dejar de lado la concepción determinista y finalística de la Historia por
una abierta, para la que “la historia la hacen los hombres en condiciones
determinadas.”
Otra idea que es necesario revisar es la de la clase obrera como el Sujeto de la
Historia: los hechos “muestran y exigen un sujeto plural, cuya composición no
puede ser inalterable o establecerse a priori.”
Es necesario también cuestionar la tesis del desarrollo ilimitado de las Fuerzas
Productivas que asegurarían “a cada quien según sus necesidades.”
Se trata, entonces, de enriquecer y desarrollar la teoría marxista, pero también de
revisar la experiencia del fracaso del intento de construir el socialismo en el siglo
XX, desligándose de toda “naturalización” del homo economicus capitalista como
esencia humana que imposibilita la superación del capitalismo.
La necesidad de un proyecto socialista global, emancipador y humanista, alternativo
al capitalismo, se hace más urgente cuando el desarrollo del capitalismo nos
conduce a nuevas barbaries (guerras nucleares, cataclismos ecológicos, etc.).
Como una alternativa socialista al capitalismo es “más necesaria y deseable que
nunca”, también lo es el marxismo.
En su libro Consideraciones sobre el En una continuación de ese libro, Tras las
marxismo occidental, Perry Anderson huellas del materialismo histórico, Anderson
después de exponer cómo surgía y se ratificaba el fin del marxismo occidental así
desarrollaba este tipo marxismo , señalaba como el resurgimiento por “una nueva
que ya había dado todos sus frutos y que pasión por lo concreto” con análisis
en las nuevas generaciones renacía el económicos (Baran y Sweezy y Mandel) y
interés sobre la política y la economía. políticos (Miliband, Poulantzas y Therbon).
En esa última parte contrastaba al Constataba también el fracaso de la unión
“marxismo occidental” con otra tradición, la entre la teoría y la praxis así como la
trotskista, impugnadora tanto del “miseria de la estrategia” de la izquierda.
estalinismo y de las burocracias como del Señalaba también el derrumbe del
capitalismo en sus nuevas fases, una marxismo en la Europa latina, pasando a
tradición que había producido importantes examinar las corrientes filosóficas que se
obras históricas, políticas y económicas destacaban: los post-estructuralistas
(como las de Deutscher, Rosdolsky y franceses (padres de los post-modernos) y
Mandel, p.e.) y que siempre intentó unir la el heredero liberal de la Escuela de
teoría y la práctica revolucionarias. Frankfurt: Jürgen Habermas.
El libro terminaba indicando algunos retos que el marxismo tenía que enfrentar para
renovarse: el feminismo, la necesidad de “desarrollar la propia idea de socialismo”,
determinando los aspectos institucionales tanto de la “democracia socialista” como de los
modelos de economía y de igualación libertaria, sin dejar de lado las relaciones entre los
países desigualmente desarrollados.
Marxistas críticos como Boron, Bensaïd, Callinicos, Lowy y muchos otros discuten con
Negri y su teoría del Imperio, con Holloway y el Sub sobre su abandono de la disputa del
poder, sobre las ambigüedades de la consigna de Otro Mundo es posible…
Así, el renovado marxismo introduce la discusión estratégica: más allá de las protestas
espontáneas y de la lucha electoral, se necesita hacer política, con una organización y un
programa anti-capitalista y socialista, que pueda incidir en las crisis, modificar y organizar la
conciencia popular, para hacer apuestas revolucionarias en coyunturas determinadas.
Michael Lowy llega a plantear la necesidad de organizar un Quinta Internacional anti-
capitalista…
Mientras debate con estas corrientes, defiende la crítica de Marx a la Historia sagrada, a
la Historia universal (que sólo sería una mala novela) anteponiéndoles las historias
profanas, conflictivas, con interacciones de esferas, con desarrollos desiguales y
combinados, con contratiempos, que abren espacio al azar, la libertad, las regresiones,
las genealogías, los saltos, las aperturas de posibles, las encrucijadas.
Marx, entonces, piensa los tiempos fracturados, que no siguen esquemas universales
porque son explosivos, tiempos no fatales ni con un Fin asegurado de antemano, con un
progreso relativo –criticable y medido con criterios humanos (libertad de mujer, tiempo
libre, riqueza de la especie).
del ser, de su comienzo y su declinación. Mal que les pese a los lectores que quieren ver
en su ‘Materialismo Histórico’ una extraña coquetería o un lamentable malentendido,
Benjamín reconoce en Marx la crítica de la razón histórica y una nueva representación del
tiempo como relación social. Esta temporalidad crítica permite pensar los anacronismos y
los contratiempos, así como la inquietante contemporaneidad de los posibles, ninguno de
los cuales pertenece al pasado del otro. Permite comprender, también, por qué los ‘viejos
demonios’ carecen siempre de edad y son perfectamente actuales.”
No se trata de una espera mesiánica sino de una tensión hacia lo posible. Es espera
activa así como recuerdo:
“Lejos de las ‘tareas de memoria’ y de otras pedagogías conmemorativas, la
rememoración es un ‘combate por el pasado oprimido en nombre de las generaciones
vencidas’. Nada de reconciliaciones memoriales, nada de recuerdos consensuales, nada
de temas cerrados, sino de ‘choques resurrectores y las ‘conflagraciones renovadoras’
caras a Blanqui… para Benjamín la memoria siempre está en guerra.”
Por eso está en contra del fetichismo de la Descubriendo en sus pulsiones y sus
historia y por su politización, como el propio palpitaciones el juego de potencialidades
Gramsci. de donde surge el acontecimiento,
Dice Bensaïd: “Cada instante asiste al reconstruye la temporalidad física para
enfrentamiento de lo racional y lo irracional, reconstruir una temporalidad social. Esta
entre los posibles que acceden a la historia historia sincopada se opone a ‘la historia
efectiva y los que de ella son, provisional o sin acontecimiento’, sucesión de hechos
diversos donde nada sucede, evocada en
definitivamente, eliminados. Sólo la lucha
El Dieciocho Brumario…”
decide. Por ello la pretensión científica’ de La Revolución es el acontecimiento, lo
prever el futuro de la sociedad es irrisoria
inactual, lo intempestivo, tanto como
[Y viene Gramsci]: ‘En realidad se puede -revolución social, que disuelve a la vieja
prever ‘científicamente’ solo la lucha, pero sociedad
no los momentos concretos de ésta.’” -revolución política, que derroca al viejo
La “única previsión es estratégica.” poder
“Tenemos pues un tiempo desacorde, Como cuestión política, disuelve y derroca,
agujereado, mesiánico en un sentido que la pero como cuestión social es
crítica vulgar no sospecha. Sintonizando su acontecimiento y esfuerzo sostenido a
‘frecuencia revolucionaria’, Marx explora largo plazo, ruptura y continuidad, novedad
una ‘anacronía ritmada’. y tradición, mezclando tiempos de la
economía con los de la razón y la espera
estratégica.
MARX, CRÍTICO DE LA
RAZÓN SOCIOLÓGICA
En la segunda parte, “Marx crítico de la razón sociológica”, aclara que Marx
no hace ni lógica ni sociología de las clases sociales: no las define ni las
clasifica, las determina de manera compleja en la totalidad concreta.
Examina a las clases no como “cosas” sino como relaciones conflictivas
determinadas desde diversas perspectivas: sometidas al ritmo del Capital,
en el seno de la producción y la explotación, pero también en la esfera de
la circulación y de la reproducción en su conjunto; determinadas y
autodeterminadas, asimismo, en el plano político: en sus luchas, en sus
organizaciones, en sus representaciones políticas.
Examina los cambios en las clases sociales trabajadoras y debate con
Gorz sobre el adiós al proletariado y su fin del trabajo.
4. Las clases o el sujeto perdido:
5. Luchar no es jugar:
En ese esclarecimiento de Marx, Bensaïd
Marx no define ni lógica ni
sociológicamente a las clases, sino por polemiza con el marxismo analítico (y le
determinación que reproduce la totalidad recuerda que luchar no es un juego, que el
concreta: las determina en El Capital a nivel conflicto social no se reduce por el
de la producción, la circulación y la individualismo metodológico ni la teoría de
reproducción, pero también políticamente, los juegos) y con los supuestos ideológicos
en sus luchas (incluso acepta que en de la Teoría de la Justicia de Rawls, que
ocasiones no hay correspondencia entre lo parecen disolver las clases y los conflictos
social y lo político), como Objeto y como que emanan de ellas.
Sujeto, pero sin ontología ni filosofía de la 6. ¿Dónde están las clases de antaño?
historia –no hay Sujeto necesariamente Registra, por supuesto, los cambios