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LA BELLEZA Y EL ARTE

“Llamaremos bello a un objeto que por su estructura formal, gracias a la cual se


inscribe en ella cierto significado, produce un placer equilibrado o goce
armonioso.” Ejemplos: en escultura, el Hermes de Praxíteles.

En pintura, La Venus de Boticelli.


Algunos sonetos de Octavio Paz o de Borges; la música de Vivaldi; el film Sueños
de Kurosawa.

I Son los ríos


INMÓVIL en la luz, pero danzante, Somos el tiempo. Somos la famosa
tu movimiento a la quietud que cría parábola de Heráclito el Oscuro.
en la cima del vértigo se alía Somos el agua, no el diamante duro,
deteniendo, no al vuelo, sí al instante. la que se pierde, no la que reposa.

Luz que no se derrama, ya diamante, Somos el río y somos aquel griego


fija en la rotación del mediodía, que se mira en el río. Su reflejo
sol que no se consume ni se enfría cambia en el agua del cambiante espejo,
de cenizas y llama equidistante. en el cristal que cambia como el fuego.

Tu salto es un segundo congelado Somos el vano río prefijado,


que ni apresura el tiempo ni lo mata: rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado.
preso en su movimiento ensimismado Todo nos dijo adiós, todo se aleja.

tu cuerpo de sí mismo se desata La memoria no acuña su moneda.


y cae y se dispersa tu blancura Y sin embargo hay algo que se queda
y vuelves a ser agua y tierra obscura. y sin embargo hay algo que se queja.
-Octavio Paz -Jorge Luis Borges

A esa belleza proporcionada, el propio Rafael Alberti le dedicó un soneto:

A ti, maravillosa disciplina,


media, extrema razón de la hermosura
que claramente acata la clausura
viva en la malla de tu ley divina.
A ti, cárcel feliz de la retina,
áurea sección, celeste cuadratura,
misteriosa fontana de mesura
que el Universo armónico origina.
A ti, mar de los sueños angulares,
flor de las cinco formas regulares,
dodecaedro azul, arco sonoro.
Luces por alas un compás ardiente.
Tu canto es una esfera transparente.
A ti, divina proporción de oro.
-Rafael Alberti
Puede considerarse estético-artístico pero no bello una escultura de Giacometti,
un cuadro de Cuevas, la poesía de César Vallejo, una película de Fellini.

Sin embargo, lo Bello artístico debe ser separado de lo meramente agradable, que
por lo regular resulta pseudoartístico (complaciente, repetitivo, simplón y directo);
la belleza artística tiene una condición simbólica, innovadora y reveladora, con una
referencia metafórica y autorreferencial; es única, compleja, connotativa y
contracomunicativa; para ser apreciada, exige una percepción activa e
interpretativa.

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