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PSICOLOGICOS
• Claridad. Un informe, sea del tipo que sea, debe por ser entendido por cualquier persona con un
nivel cultural medio. Una redacción sencilla y una estructura coherente entre las ideas expresadas
será esencial para que un informe científico, por ejemplo, llegue al mayor número de público.
• La replicabilidad, esto significa que, en cualquier modelo de informe, tan solo leyendo su
contenido, el lector puede repetirlo y contrastar la veracidad de las conclusiones que se
exponen.
• Sobriedad, dependiendo del tipo de informe que se esté trabajando, se deberá emplearse un
lenguaje adecuado en su redacción, utilizando la terminología específica necesaria.
ESTRUCTURA DE UN INFORME
Existen muchos modelos de informes, pero la estructura que siguen no suelen variar en exceso,
aunque dependiendo de la disciplina se añaden elementos o se especifican ciertos partes del
informe. Como mínimo, un buen informe debería comprender las siguientes partes básicas:
• La portada. Se trata de la página inicial en la que se colocan el nombre del informe y los datos
del autor, otro elemento a considerar es el título o designación con que se indica el contenido del
informe.
• El índice. En esta parte quedará señalada la estructura del informe y las partes que va a
contener, además de las páginas totales.
• Las conclusiones. Aquí es donde se pueden observar todos los resultados y respuestas.
El párrafo que concluye un escrito resume o enfatiza los principales puntos tratados en la exposición.
Entre los estilos de conclusión se tienen.
Conclusión interrogante: Plantea, al final del escrito, las interrogantes que permanecen sin resolver
una situación o un problema.
Conclusión anecdótica: Donde se utiliza una anécdota o una historia, un hecho concreto o una
imagen llamativa, para ayudar extraer las ideas del texto.
Conclusión síntesis: Es quizás la más utilizada y presenta un breve resumen del contenido del
texto.
Conclusión analógica: Establece una comparación entre el último párrafo y el contenido del tema
tratado reforzando así los temas llevados en la exposición, dándole una mayor fuerza expresiva.
Conclusión con afirmaciones: Este tipo de conclusión sigue a un pasaje que representa al
verdadero final del texto y se plantea como un eco, una resonancia que profundiza en lo ya tratado.
• La bibliografía. Al final del informe se señalan todas las fuentes de información
consultadas para su realización.
Los diversos manuales de redacción, estudios gramaticales y tratados señalan que la práctica de las
nueve cualidades de estilo (claridad, propiedad, precisión, brevedad, sencillez, originalidad, armonía,
abundancia y adecuación.) son los principales atributos de un buen escrito, en consecuencia, la
ausencia de alguna de estas cualidades y la presencia de ciertos elementos que revisaremos
posteriormente, afectan negativamente cualquier escrito.
a) La claridad es la redacción sin lagunas, anfibologías (doble sentido de una palabra), etc., de
suerte que cualquier lector comprenda sin confusiones ni rodeos el sentido de nuestras frases y
vocablos.
Los principales errores de la falta de claridad son : frases demasiado largas o rebuscadas; ineficaz o
incorrecta organización de las palabras; ambigüedades y omisiones; uso de paréntesis frecuentes o
exceso de cláusulas subordinadas, entre otros.
b) La propiedad es la calidad del estilo que consiste en escribir voces, frases y oraciones de
manera correcta y pertinente, tanto por su apego a las normas gramaticales como por sus
implicaciones de matiz.
El barbarismo, que es la falta ortográfica o una confusión de un término por otro. Barbarismo,
según el Diccionario de la Real Academia Española, es una incorrección que consiste en
pronunciar o escribir mal las palabras, o en emplear vocablos impropios.
Barbarismo es también un extranjerismo no incorporado totalmente al idioma. Se trata de un caso
particular de barbarismo en su primera acepción.
Los barbarismos acaban a veces siendo aceptados por los órganos reguladores normativos ya
que su uso se generaliza por personas cultas e incluso por escritores de renombre; v.g. «control»,
hoy aceptado y antiguamente barbarismo. Ejemplos de barbarismo son:
«narizón», que normativamente es «narigón», etc. Otros ejemplos: ´ambos dos´ por ambos
´cóptel´ por cóctel ´dentrar´ por entrar ´descambiar´ por cambiar (cuando se refiere a dinero)
´haiga´ por haya ´insepto´ o “insesto” por insecto ´pieses´ por pies (en plural) ´rampla´ por
rampa ´nadien´, ´nadies´, o peor aún “naiden”, por nadie ´veniste´ o ´venistes´ por viniste.
c) La Precisión, íntimamente ligada con la claridad y la propiedad en su forma, pues las tres se
combinan en una buena comunicación, se refiere sobre todo al contenido y al sentido estricto de
los vocablos y raciones empleados para difundir la información.
d) La brevedad, que, como se dice, redobla la calidad del buen escrito, es de capital importancia.
La brevedad es el arte de sintetizar lo escrito/sin embargo, no debe confundirse con el laconismo
(brevedad) telegráfico, ni preocuparse si al hacerlo pierde el texto precisión, propiedad o claridad.
e) La sencillez de un texto produce en sus lectores la impresión de que se escribió de un modo
natural, sin afectaciones ni artificios, y les permite captar la información sin pensar en lo escabroso o
complicado de la misma ni en la cualidad del que escribe.
f) Originalidad: Cuando se redacta, como norma general conviene evitar toda muestra de
automatismo, copia o actitud indiferente. Escribir sin pensar en los términos empleados, en su mejor
distribución o funcionalidad expresiva, no es saber redactar. A veces se logra originalidad
simplemente recurriendo a la naturalidad y sencillez del habla cotidiana.
g) La armonía es la cualidad estilística que, en primer lugar, procura la compatibilidad, concordancia o
simpatía entre la forma y el contenido del escrito, entre el estilo, y la materia informativa.
Evitar la cacofonía, la rima, el sonsonete; combinar frases cortas con largas, y procurar la armonía
dosificando melodiosamente la acentuación y las pausas.
i) Adecuación: Es una virtud clave en todo acto de relación humana: “Cada cosa en su lugar, con su
por qué”.
No conviene dirigirse a todos de idéntica manera, salvo el caso de situaciones grupales. El mismo
tema tratado en un informe científico, un escrito protocolar, un artículo periodístico o una carta
familiar, requiere de una redacción distinta, adecuada a cada cosa.
La pregunta medular es: ¿quién leerá esto que escribo? Y la respuesta, un escrito adaptado a la
compresión, gusto y necesidades del posible lector.
Otros errores en la redacción son:
• Omisión: consiste en dejar de decir por olvido, mal criterio o intencionadamente, algo importante o
simplemente necesario para la cabal comprensión del mensaje. Se evita recordando que toda
información completa debe contener respuesta a las preguntas
clásicas: ¿quién?, ¿qué?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿por qué? y ¿cómo?
• Redundancia: es la repetición innecesaria de una idea ya expuesta, lo cual alarga sin razón el texto
y cansa al lector. Sin embargo, no toda repetición es forzosamente redundante y se la admite sólo
cuando se la emplea para reforzar la expresión.
• Exageración: consiste en presentar un hecho o asunto fuera de lo natural, ordinario o conveniente.
Se puede minimizar o maximizar un asunto, es decir, presentarlo en su expresión mínima o
máxima y, en ambos casos, se lo saca de su justa importancia.
• Indefinición: consiste en evitar la toma de una decisión o compromiso en un informe, para lo cual
se recurre a expresiones vagas, no categóricas.
CÓMO REDACTAR CORRECTAMENTE UN INFORME PSICOLÓGICO.
A continuación se establecen una serie de pasos a tener en cuenta para hacerlo correctamente.
Centrándonos en el informe psicológico.
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1. Ten claro el tipo de informe que realizas, para qué y sobre qué/quién lo estás haciendo
Aunque puede parecer evidente, el primer paso para realizar un informe correctamente es saber
para qué lo estamos llevando a cabo, el tipo de informe y los datos que vamos a reflejar en él. Ello
permitirá estructurar la información de una manera determinada u otra y que se refleje con claridad
los datos más relevantes para el caso.
2. Consentimiento informado
Un paso previo importante para la redacción de un informe, al menos cuando se realiza respecto
a una persona, es el consentimiento de ésta. Debe aparecer reflejado en el informe que la persona
es consciente que se están recogiendo datos de ella con un propósito determinado, siendo necesaria
su firma y/o acuerdo para ello. Dicho consentimiento suele reflejarse en la parte final del informe
psicológico.
3. Reúne y estructura la información
Un informe no parte de la nada: es necesario en primer lugar recabar los datos del sujeto o
situación a analizar o describir, prestando atención a la mayor cantidad de detalles posible.
Las informaciones que vayamos anotando nos servirán posteriormente para redactar el informe.
Asimismo, hay que tener clara la estructura que va a seguir el informe, la cual va a variar según el
objetivo que tenga. Los siguientes cuatro pasos van referidos, de hecho, a la estructura en cuestión.
4. Primero los datos básicos
Para redactar un informe necesitaremos como hemos dicho una gran cantidad de datos, que de
manera que sean comprensibles deberemos estructuras en diversas áreas.
En un informe psicológico se tendrán en cuenta en primer lugar los datos demográficos básicos
del paciente o cliente, quien solicita el informe y/o el objetivo de éste, una breve descripción de lo
que le ocurre y que hace que haya acudido a nosotros, los datos del centro y profesional que está
atendiendo o realizando el informe.
5. El proceso de evaluación del caso: pruebas y resultados
Tras los datos más básicos, es necesario entrar en detalle manifestando en primer lugar la
información extraída de la evaluación inicial. Deben constar cada una de las pruebas e intervenciones
que se lleven a cabo, pudiendo añadir una justificación de por qué se han escogido esas en cuestión.
Después de la evaluación del caso, debe reflejarse si se ha realizado algún tipo de acción o
intervención. Si estamos ante un informe psicológico es necesario que se reflejen los objetivos que
se plantean alcanzar con una posible intervención, negociados con el paciente o cliente. En otro
apartado se detallará el plan de intervención que se ha seguido durante el caso.
En el informe deben constar las diferentes prácticas y acciones llevadas a cabo por parte de
quien lo emite, así como los resultados de dicha intervención.
También se deben registrar posibles cambios que se hayan tenido que llevar a cabo ella.
Es muy importante reflejar la evolución del sujeto o situación, así como las pruebas y métodos de
evaluación psicológica que se pudieran haber llevado a cabo para valorarla en el caso de aplicarse.
Se valorará si el tratamiento ha tenido o no eficacia y si se plantea la necesidad de seguirlo o de
modificarlo. También si de da el alta, o si se produce una derivación.
A la hora de redactar un informe, es imprescindible tener en cuenta que se realiza con el fin de que
otras personas o el mismo profesional en diferentes momentos temporales puedan comprender lo
ocurrido y realizado a lo largo del proceso que se esté reflejando. Debe tenerse en cuenta el público
al que va dirigido
9. Sé objetivo
En un informe psicológico deben aparecer datos contrastados, que otra persona pudiera replicar a
través de los mismos procedimientos llevados a cabo. Así, se debe partir de lo reflejado por el cliente y
las pruebas llevadas a cabo y no transcribir opiniones personales o inferencias. Los resultados del
informe deberían ser replicables por otros profesionales de emplear los mismos métodos.
Del mismo modo, debe evitarse la inclusión de juicios de valor (tanto negativos como positivos)
que contaminen los datos o la actitud de quien lea el informe (sea el propio sujeto que lo escribe, otro
profesional o el paciente/cliente) respecto al caso.
10. Refleja lo esencial
A la hora de redactar un informe hemos de tener en cuenta que se trata de un texto en el que
vamos a resumir los datos que obtenemos: no se trata de una transcripción completa de cada
interacción llevada a cabo.
Hemos de focalizarnos en los aspectos más relevantes, no reflejando información innecesaria sino
únicamente los elementos que sean necesarios para evaluar el caso y su evolución.
DIEZ CLAVES PARA LA ELABORACIÓN DE INFORMES PSICOLÓGICOS CLÍNICOS
La primera clave a considerar es previa a la elaboración de cualquier posible informe y nos sitúa ante
los condicionantes científicos, éticos y legales establecidos para ejercer profesionalmente este tipo de
tareas. En primer lugar, la elaboración de informes psicológicos debe ser llevada a cabo por
Licenciados en Psicología que hayan recibido la formación clínica adecuada y se encuentren
colegiados en el Colegio Oficial de Psicólogos (salvo
funcionarios públicos y otras excepciones que señala la Ley General de Colegios Profesionales)
2. RESPETAR LA DIGNIDAD, LIBERTAD, AUTONOMÍA E INTIMIDAD DEL CLIENTE
La segunda clave establece los principios básicos que deben guiar toda la actividad profesional del
Psicólogo pero, muy especialmente, en lo que a la elaboración de informes se refiere. Existe un
acuerdo general respecto a la obligación del Psicólogo de respetar la dignidad, la libertad, la
autonomía y la intimidad del cliente (persona o grupo). En lo que a la elaboración de informes se
refiere, esta serie de obligaciones deben tenerse presentes al decidir qué información puede
solicitarse al cliente y qué tipo de información personal puede o debe ser revelada en el informe.
3. PRESPETAR Y CUMPLIR EL DERECHO Y EL DEBER DE INFORMAR AL CLIENTE
Son muchos los manuales y textos de intervención psicológica clínica que aconsejan incluir la
información al cliente entre las tareas propias de la evaluación y el tratamiento psicológico, pero son
menos los que indican la existencia del precepto legal que establece la obligatoriedad de ofrecer toda
la información al cliente para que sea éste quién decida finalmente entre las opciones de tratamiento
que se le puedan ofrecer en cada ocasión.
El cliente tiene derecho a elegir el tratamiento. De esta forma, el Psicólogo tiene la obligación de
informar verazmente al cliente, siempre y en cualquier circunstancia, de modo adecuado a sus
posibilidades de comprensión, incluso en caso de incapacidad, déficit cognitivos, ausencia de
conciencia de enfermedad, etc
4. ORGANIZAR LOS CONTENIDOS DEL INFORME
Como documentos científicos que son, los IP, deben estructurarse de forma lógica y apropiada a sus
fines.
Aunque no existen disposiciones legales específicas a este respecto, numerosos autores han sugerido
diferentes organizaciones de los contenidos de un informe, más o menos similares o complementarias,
que han servido de base para la elaboración de los mismos desde hace años
5. DESCRIBIR LOS INSTRUMENTOS EMPLEADOS Y FACILITAR LA COMPRENSIÓN DE LOS
DATOS
Informar sobre los test Psicológicos a utilizar.