Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ODONTOLÓGICAS
Isaías Joel Hurtado Santa Cruz
Celular: 949913012
1
No siempre se pueden dar más de dos
al compás de una música.
No lo entiendo,
NUNCA LO ENTENDÍ,
yo que disfrutaba las tardes,
esas pequeñas tardes encerrados,
juntos, de la mano, hablando.
2
Yo me quedo a un costado y veo lo que
pasa,
no todo fue mi culpa.
3
para compartir lo que nos sobra.
Es tarde;
y yo creí que el amor era para siempre,
yo pensaba que todo esto era para
siempre.
4
EL DÍA QUE SALÍ DE CASA CON
MIEDO O UN MAL POEMA DE
CUMPLEAÑOS
6
agrio al despertar, de las cosas que no sé
decir. Siempre he esperado reconciliarme
con el carpintero, le tengo miedo. No
sabría qué decirle.
7
las personas se van. Buscan, en la calle, lo
que no tienen. Por el momento quédate,
cuando te aburras dejaré que te vayas. No
podría obligarte a que te quedes.
8
EL DÍA EN QUE ARIANA SE DIO
CUENTA DE QUE IBA A MORIR
Mira, te lo comento,
(despacio…)
hay silencios que matan,
que condenan al olvido todos los sueños,
esos sueños que nacen (o son abortados)
que pretenden navegar por los mares
siguiendo la ruta de la cigüeña
que fue derribada por dos niños
que no saben jugar muy bien a las cartas;
es muy simple,
no es necesario tener un poco más de tres
décadas y medio para comprenderlas,
para saber que una vela se va apagando si
no se enciende cada día.
9
No es necesario decir palabras para
comprender que todo esto ha muerto,
que lo estamos velando (a decir verdad, lo
estoy velando solo)
en medio de palabras falsas que salen de
nuestros labios
solo para alargar más la agonía y el dolor
de todo esto.
10
Uno se cansa de esperar recados que
nunca llegan,
un abrazo que se queda en Carhuamayo y
es repartido entre varios.
11
LA NOCHE EN QUE LA LUNA SE
BEBIÓ UNOS TRAGOS CONMIGO...
Espera... Un momento...
//Quiero contarte algunas penas//
Y quisiera contarte...
Nunca lo hago...
Nunca me escuchas...
13
He intentado escapar de la vida...
14
EL DÍA EN QUE ARIANA TOMÓ MIS
MANOS Y ME LLEVÓ POR LOS
PARQUES ELÍSEOS
No me lo esperaba,
nunca he sido tan valiente para dar este
paso.
No siempre en junio las margaritas
florecen hermosas
y nunca me había sentido tan enamorado
en mayo.
16
que muchos de los que conoces.
17
Yo nunca me he subido a un barco,
y tú lo sabes;
he preferido estar anclado ante unos
libros.
Me falta mucho por aprender.
18
y que la mariposa que voló por entre mis
sueños,
quiere dejar de ser un sueño.
19
EL DÍA EN QUE A ARIANA SE DOLIÓ
DE SER TAN TIERNA, UN 7 DE JUNIO
CUALQUIERA
21
La tierna mirada de un bebé
que nos mira desde el fondo de una calle
olvidada,
que nos mira desde un destino incierto
del cual tú y yo queremos escapar.
No me lo has dicho, pero lo noto en cada
una de las acciones.
22
Las rosas siguen siendo rosas, aunque
quieran ser pinos;
yo quisiera ser otro y entender lo que te
hace falta.
No puedo ser más de lo que soy.
23
abrazados mirándola desde algún lugar del
recuerdo
que quizá dejó de existir ese día.
24
EL SÁBADO EN QUE ARIANA DECIDIÓ
DEJAR DE LADO EL CERQUILLO
25
Hay muchos que se fueron, hay muchos a
los que aún espero.
¿De algo valdrá decir que me siento solo?
Espero que tú nunca lo sepas.
De qué valdría estar afuera en la puerta de
un restaurante
mirando como la gente es feliz.
26
Ojalá, no te hayas quedado contando
corderos.
Hacen mucho ruido, no te dejan tranquilo.
Son animales feroces, malditos...
Te persiguen, te atan, empiezan a morder
tus esperanzas.
No se detienen hasta acabar con tus
huesos.
Hay mucho silencio, hay algo en ti que ha
cambiado.
No son los lentes... Ni tu mirada que se
esconde
entre libros de teología y algún poema que
olvidé escribir.
27
Espera, no siempre se puede curar con
palabras.
No siempre una madre arrulla a sus hijos.
28
EL DÍA EN QUE ICHI CERRÓ SUS OJOS
PARA SIEMPRE Y LAS NUBES
ESCONDIERON LAS ESTRELLAS
In Memoriam
29
Tu risa que entra por las cortinas,
al amanecer,
cada mañana.
Ese brillo que ilumina ese pasillo,
por donde te deslizas al salir radiante,
alegre,
sin que te importe un poco lo que yo voy
sintiendo.
Maldita sea,
ojalá alguien destruya el mundo,
ojalá alguien pudiera sacar
este dolor que llevo dentro.
Yo me quedo,
mirándola,
como siempre en estado depresivo,
como siempre sin poder decir palabras;
hoy no hubo pastillas,
no hubo necesidad.
30
Hoy dios se acordó un poco de mí,
hoy no hubo demonios antes del
desayuno.
No siempre se recuerda de mí,
quizá no me tenga en su lista de contactos;
no siempre corre para limpiar mis
lágrimas,
no siempre aparece cuando lo llamo,
no siempre está presente en el Salmo que
leo de mala gana.
Es esto o nada,
el dolor o la nada,
el dolor de pecho que tengo
cuando la veo cruzar la calle con otro.
Debí correr,
esta tarde;
decirle que la amo,
31
que ando buscando unas palabras,
algo que puede fundir nuestras vidas,
algo que ya no tiene caso,
algo que me ponga de regreso a la pena,
a los cinco minutos,
a lo de siempre.
Al juego de cartas que siempre pierdo.
No siempre fue así,
no siempre fui así.
No siempre comí pensando en ella;
no siempre me pasé las horas mirando una
fotografía,
llorando en secreto,
para que no te enteres.
32
RON CON COCA COLA PARA JUGAR
UN POCO AL AMOR
Baila, no te detengas,
el reloj aún no se ha detenido.
Baila, apoderándote de mi alma, de ese
extraño ser
que comparte los días conmigo.
33
mientras tu boca repite que lo que
hacemos está mal
y yo pienso que tenemos que cambiar de
pose,
cambiar de lugar.
34
He llorado esta vez igual que tantas otras
veces.
He dejado que todo pase y se vuelva
poesía.
35
En ese instante me encuentro,
un poco desvalido con ganas de hacerte lo
mismo.
Ya sé que a ti no te interesa,
y que esto no llegarás a leerlo NUNCA.
36
LAS TRES DE LA TARDE, EN UN
CONSULTORIO PSICOANALÍTICO…
De alguna manera,
doctor,
sin quererlo,
me he sentido solo.
No siempre me pasa,
no siempre tengo tiempo
para revolver
las cosas que he dejado pendiente.
No siempre tengo tiempo
para limpiar la chimenea.
Quisiera contarte,
Espero no te burles de esto…
Espero que la noche no tarde mucho
y que el saldo de mi tarjeta de crédito,
aun no haya expirado…
37
no siempre se puede pagar a un amigo,
para que nos escuche.
Hace días,
¿Quién puede contar los días entre retazos
de vida?
He buscado las respuestas a todo esto
en un libro de Freud.
No he encontrado nada.
No siempre un freudiano ha superado
todos sus complejos.
Menos aun cuando ha escuchado decir al
ser que ama,
“Detente...
No sigas...
Me estoy muriendo.”
38
Un minuto...
Doctor…
He escuchado mi sangre correr por ese río.
Ella debe estar en Bellavista, ahí
enterrada…
Esperando algo que no he podido cumplir.
La he matado…
Solo eso ha pasado…
Ya no importa,
no vale la pena…
39
No sé.
No sé.
Lorena,
Dictius et Necare...
Algún libro que sea una radiografía
de lo que pasa en mi alma.
Por ahora,
me he quedado esperando un segundo...
40
Pero papá y mamá,
tenían que trabajar.
Ahora...
Me guardaré todo el dolor...
41
EL DÍA EN QUE ARIANA PENSÓ QUE
FUE LO MEJOR DEJARME EN EL
MANICOMIO.
42
La imagen al costado, recordándome que
ya nada tiene sentido.
La extraña bulla, a las 4 y 30, que me
despierta y me rescata del sueño eterno,
ese sueño en el que estoy contigo.
Yo me he quedado aquí,
esperando a que la muerte llegue puntal a
la cita,
ya de está demorando mucho.
La tarde y los colores del sol en la rendija,
alguna voz que se cuela entre el
interminable tic-tac del reloj de pared.
Toda esta locura, toda esta tortura.
Le he rogado a Dios,
sé que he sido cobarde al hacerlo,
que me perdone, que me deje morir
tranquilo,
43
que algunos de aquellos monstros me
maten.
No he recibido respuesta. El tiempo sigue
corriendo.
En algún lugar espero que sigas rogando
por mi alma,
aunque siempre he pensado que no vale la
pena.
44
CUANDO PENSABA QUE EL AMOR
PODRÍA DURAR...
46
EL DÍA EN QUE ARIANA NO PUDO
RESOLVER UN EJERCICIO DE
GRAMÁTICA
48
Quisiera dedicarte un poema de amor.
Preparar pollo dorado. Comer contigo y
conservar todo ese recuerdo por siempre.
Son las tres y cuarto de la tarde, he llorado
un poco. He servido dos tazas de café, que
nadie va a tomar.
49