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Decreto de Libertad de

Imprenta (1811)
“… Tan natural como el pensamiento le es al hombre la facultad de comunicar sus
ideas. Es esta, una de aquellas pocas verdades que mas bien se siente, que se
demuestra. Nada puede añadirse a lo que se ha escrito para probar aquel derecho,
y las ventajas incalculables que resulta a la humanidad de su libre ejercicio…”
Frag. Preámbulo al Decreto de Libertad de Imprenta 26-10-1811
Art.1. Todo hombre puede publicar sus ideas libremente, y sin previa censura.
Las disposiciones contrarias a esta libertad quedan sin efecto.

Nota: Censura = Acción de examinar una obra destinada al público, suprimiendo o


modificando la parte que no se ajusta a determinados planteamientos políticos,
morales o religiosos, para determinar si se puede o no publicar o exhibir.

Art.2. El abuso de esta libertad es un CRIMEN. Su acusación corresponde a los


interesados si ofende derechos particulares; y a todos los ciudadanos, si
compromete la tranquilidad publica, la conservación de la religión católica o la
constitución del estado. Las autoridades respectivas impondrán el castigo
según las leyes.

Art.3. Para evitar los efectos de la arbitrariedad en la calificación y


graduación de estos DELITOS se creara una junta de nueve individuos con el
titulo de PROTECTORA DE LA LIBERTAD DE IMPRENTA. Para su formación
presentara el Excmo. Cabildo una lista de cincuenta ciudadanos honrados, que
no estén empleados en la administración del gobierno; se hará de ellos la
elección a pluralidad de votos. Serán electores natos el prelado eclesiástico,
alcalde de primer voto, sindico procurador, prior del Consulado, el fiscal de su
S.M. y dos vecinos de consideración nombrados por el ayuntamiento. El
escribano del pueblo autorizará el acto, y los respectivos títulos, que se
libraran a los electos sin perdida de instantes.
Art.4. Las atribuciones de esta autoridad protectora se limitaran a declarar de
hecho, si hay o no crimen en el papel, que da merito a la reclamación. El castigo
del delito, después de la declaración, corresponde a las justicias. El ejercicio de
sus funciones cesara al año de su nombramiento en que se hará una nueva
elección.

Nota: ¿Cuál es la función de la Junta? ¿A quien corresponde aplicar la pena?

Art.5. La tercera parte de los votos a favor del acusado hace sentencia.

Art.6. Apelando alguno de los interesados, la Junta Protectora sorteara nueve


individuos de los cuarenta restantes de la lista de presentación; se reverá el
asunto y sus resoluciones, con la misma calidad a favor del acusado serán
irrevocables. En casos de justa recusación se sustituirán los recusados por el
mismo arbitrio.

Art.7. Se observara igual método en las capitales de provincia, sustituyendo al


prior del Consulado, el diputado de comercio y al fiscal de S.M, el promotor fiscal.

Art.8. Las obras que tratan de RELIGION NO pueden imprimirse sin previa censura
del eclesiástico. En casos de reclamación se reverá la obra por el mismo diocesano
asociado de cuatro individuos de la Junta Protectora y la pluralidad de votas hará
sentencia irrevocable.
Art.9. Los autores son responsables de sus obras o los impresores no haciendo
constar a quien pertenecen.

Nota: ¿Quiénes responden ante un eventual daño?

Art.10. Subsistirá la observancia de este decreto hasta la resolución del Congreso.


Fin.
Abg. Facundo M. Zocchi.

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