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SENTENCIA
VISTOS Y OIDOS: En audiencia pública de Juicio Oral, ante el Juzgado Penal Colegiado
Transitorio de Lima Norte, presidido por el señor juez Gregorio Albino Garro Palacios, e integrado
por los magistrados Luis Alberto Álvarez Torres y Luz María Ortega Céspedes (Directora de
Debates), en los seguidos contra el acusado EDUARDO ENRIQUE FLORES CRUZADO,
CRUZADO por la comisión
del delito contra el patrimonio en la modalidad de extorsión, ilícito previsto y sancionado en el
primer párrafo del artículo 200 del Código Penal, en agravio de RONALD IVAN ILLATOPA DIAZ, DIAZ
expiden la presente sentencia:
I.-
I.- PARTE EXPOSITIVA:
1.1.1. MINISTERIO PÚBLICO: Representado por FEDERICO ARIAS SALAS, Fiscal del Tercer Despacho
de la Primera Fiscalía Provincial Corporativa de Puente Piedra, con casilla electrónica N°
95488, celular 949223415.
1.1.2. AGRAVIADO: RONALD IVAN ILLATOPA DIAZ, DIAZ identificado con DNI N° 08150473, asesorado
por su abogado defensor Samuel Pillaca Sulca, con Registro CAL N° 35406 y con casilla
electrónica 15848.
1.1.3. ACUSADO: EDUARDO ENRIQUE FLORES CRUZADO, CRUZADO identificado con DNI N° 09344861,
soltero, secundaria completa, domiciliado en Asociación de vivienda Los Incas calle K, Mz.
W, Lote 3– Chorrillos, asistido por su abogado Luis Alberto Poma Arroyo, CAL N° 19045
con casilla electrónica 43129, celular 999128712.
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identificándose como funcionario de la municipalidad de Puente Piedra, exigiéndole la
suma de cinco mil soles, a cambio de proporcionarle datos de unos operativos policiales y
municipales, amenazándolo con atentar contra su integridad física, la de sus trabajadores,
y como su local, en caso no acceda, otorgándole un plazo para la entrega del dinero la
noche de ese día. Asimismo, se le atribuye haber retornado en la noche utilizando siempre
el citado vehículo en compañía de las citadas personas, ingresando al local en mención,
apersonándose y solicitando la suma acordada, entregándole el agraviado la suma de mil
soles en un sobre manila, momento que es intervenido por la Policía Nacional del Perú en
flagrancia delictiva, encontrándole el sobre manila entre la casaca blanca y su chompa azul.
El Fiscal tipifica los hechos como delito contra el patrimonio –extorsión- previsto y
sancionado en el primer párrafo del artículo 200 del Código Penal, en razón de ello solicita
que se le imponga al acusado nueve años de pena privativa de la libertad efectiva; y, al
pago de tres mil soles por concepto de reparación civil, a favor de la menor agraviada.
El acusado al ser interrogado por el Fiscal negó los cargos, siendo en síntesis sus
explicaciones las siguientes:
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El día 18 de julio de 2018 entre las nueve y treinta y once de la mañana, se encontraba a
bordo del vehículo con placa AZM-326, en compañía de Ramón Salazar Arroyo y Ronald
Arroyo Morillas, en circunstancias que le hacía taxi al primero de ellos, siendo intervenido
por la policía ese día, a horas diez y treinta de la noche porque asumen que estaba en un
acto extorsivo, lo cual es mentira, que le encontraron un sobre amarillo que le puso el
oficial a cargo del operativo, después que lo recogieron del suelo, colocándolo sobrepuesto
entre su casaca y su chompa,, fue en circunstancias que se encontraba sentando cerca de la
barra del bar del local “El Templo” ubicado en Puente Piedra, precisando que acudió a ese
night club para divertirse, que el hecho de haber acudido a tal lugar, no significa que
conozca dicho distrito.-
Precisa, que a horas diez y treinta de la mañana del día de los hechos, fue la primera vez
que acudieron al local a fin de preguntar sobre cuál era el horario del funcionamiento,
contestándole uno de los trabajadores, que inicio de la atención era a las tres de la tarde.
Cuando le pusieron el sobre, su reacción fue de indignación, reclamó a los policías, tal es
así, que cuando le pidieron sacar el sobre se negó hacerlo, no firmó el acta de registro
personal, dejo constancia de ello con la abogada defensora a la hora de su manifestación-
en la DIRINCRI de todo lo que estaba pasando, a la señorita fiscal le solicito realice una
verificación del local y pida imágenes del local, a fin de verificarse que lo dicho por él era
verdad.
El ambiente donde le encontraron el sobre, era como un hall de entrada, que a la hora que
se sienta dentro del local, se le acerca atenderlo una persona alta, blanca, de pelo lacio,
que se le acerca y le pregunta si todo estaba bien, que fue la única persona con la que tuvo
contacto, en ese momento pensó que era un mozo, pero después, fue la misma persona
que le estira el brazo a él para hacerle entrega de un sobre que rechaza, al rechazarlo se
cae al suelo, ahí donde los interviene la policía, que al darse cuenta que no tenía nada en
su poder comienzan a buscar el sobre, lo levantan y se lo ponen, siendo posteriormente
que lo vio con un chaleco de la PNP, desconociendo el nombre de esa persona, que cuando
recepcionan su declaración en la DEPINCRI brindo las características de esa persona, que si
lo volvería a ver, lo reconoce.
Ante las preguntas de su abogado defensor, señaló que acudió al local “El Templo” junto a
Ramón Salazar Arroyo y Ronald Arroyo Morillas, luego que les alcanzaron un flyer sobre los
servicios que ofrecían ese night club, que regresaron al local a las nueve de la noche para
divertirse, siendo intervenidos en el local, donde había mucha gente, el sonido era fuerte,
la iluminación era buena, la luz era la misma que en el otro ambiente donde luego lo sacan,
que no tuvo contacto con el dinero, no le dijeron el contenido del sobre, que cuando un
señor le estira el brazo para darle el sobre, lo que hizo fue no cogerlo, se cae, lo esposan,
que al darse cuenta que no tiene nada, el oficial a cargo del operativo lo agrede, recoge el
sobre del suelo, lo coge y se lo pone a él, entre la chompa y la casaca, diciéndole “esto es
tuyo”.
El teléfono que usaba esa noche le pertenecía a su madre, el cual si registra las llamadas
del día anterior de los hechos con Ramón Salazar Arroyo, quien lo llamaba para movilizarlo,
pues sabía era taxista. En relación a las llamadas realizadas de su celular, indica que el
Fiscal ha verificado que de su celular no se ha realizado ninguna llamada a persona que
domicilie en Puente Piedra, agrega que no tiene el número telefónico del agraviado, ni el
número de teléfono de su local.
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La filmación de la intervención se inició desde el momento que los llevan al otro ambiente,
y cuando comienzan a sacarle el sobre, cuando le dijeron saque el sobre, él contesto
“porque voy a sacarlo, si yo no lo he puesto ahí”; que tenía consigo una pastillas de viagra
porque había ido a divertirse
Acota, por último que en dos oportunidades acudió a visitarlo al penal, Juana silva Wong,
abogada del señor Ramón Salazar Arroyo, con el fin de querer convencerlo que solucione
su proceso con plata, indicándole que su patrocinado ya tenían una conversación con el
Fiscal, que si él no participaba, no le iban a dar el sobreseimiento, a lo que se negó
diciéndole porque iba asumir por algo no realizado.
A las preguntas del Fiscal, el testigo sostuvo que el 18 de julio de 2018 se encontraba de
servicio, su jefe de grupo organizó un operativo, al haber recibido la denuncia del
administrador del local “El Templo”, que venía siendo víctima de extorsión por parte de
sujetos que se hacían pasar como trabajadores de la Municipalidad de Puente Piedra, que
para dejarlos trabajar libremente, les exigía un monto de dinero. Asimismo, que el superior
Delgado comunicó del operativo al Fiscal de Turno, quien le dijo que procediera con la
intervención.
El superior Flavio y el técnico Yandir fueron los que tuvieron contacto con los intervenidos.
Recuerda que el acusado fue intervenido en la barra donde venden los tragos, su
participación en el operativo fue prestar seguridad en la puerta, para garantizar que no
ingresen más personas, y nadie salga, recuerda que elaboró un acto de registro vehicular
de un vehículo KIA, color negro.
En este estado el Juez Álvarez Torres, solicita al abogado del acusado precise cual es la
normativa interna de la PNP que harían obligatorias estas técnicas de investigación para el
caso materia de investigación
Defensa Técnica dijo: no es obligatoria, puso a la vista el Decreto Legislativo N° 957,
promulga NCPP, Programa y coordina sobre el empleo para las pautas para la eficacia de
su aplicación.
Ante el interrogatorio del Fiscal, el testigo refiere que el 18 de julio 2018, el agraviado
llego a la DEPINCRI a presentar una denuncia sobre extorsión en su agravio, en un primer
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momento lo atendió el superior Flavio Delgado Arana, como jefe de grupo, quien luego les
cuenta que recibió en forma verbal la denuncia del señor Illatopa, de personas extrañas
que habían llegado a su local, se habían hecho pasar como funcionarios públicos, le
estaban pidiendo un dinero con el fin que no le pase nada a su local. Posteriormente, en
horas de la noche, señala que el agraviado llama al superior Flavio, informándole que las
personas ya habían llegado a su local.
Refiere que previa coordinación con el Fiscal de Turno, doctor Barandarian, realizaron la
intervención en el local “El Templo” en horas de la noche, que cuando el agraviado regresa
a su local, se da con la sorpresa que ya estaban los señores ahí, con conocimiento del señor
Fiscal, le da la orden al superior Delgado, para que al momento de la entrega del dinero se
le intervenga a la persona que supuestamente le estaba extorsionando.
En el operativo no pudo apreciar que el acusado haya tomado contacto con los billetes, se
ordenó que desde un principio ingresaran dos efectivos para verificar si era cierto que el
agraviado estaba con esas personas que le habían solicitado el dinero.
El agraviado al ser examinado como testigo por el Fiscal, manifestó que el 18 de julio de
2018 era administrador del local “El Templo”, que ese día en horas de la mañana se
encontraba en el local, que el teléfono comenzó a sonar pero no contestaba, llego un
momento que paso cerca a mismo y decidió contestar, preguntando su interlocutor por el
señor Ronald, a lo que respondió, si con él hablan, contestando su interlocutor, somos
unos amigos queremos hablar contigo, que al preguntar quién le había brindado su
nombre, no contestó, manifestando su interlocutor nuevamente “queremos hablar contigo
un ratito” nos encontramos fuera del local, que antes de salir vio por los vidrios quienes
eran, no reconociéndolos, decidiendo acercarse, es ahí que el acusado sale de un vehículo,
se le acerca, lo saludan, dentro de la comunicación comenzaron abordar el tema de cómo
está con los documentos, se quedó escuchando porque no tenía que ver ni con ellos, ni
con él, que le hizo mención que eran empleados de la Municipalidad de Puente Piedra, que
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tenían contactos en el Poder Judicial y Policía Nacional del Perú, que podía ayudarlos si
tenía algún problema, indicándole él no sería necesario porque están al día con la
documentación, sin embargo, el acusado insistía, diciéndole que “tenía decidir porque
podía pasarle cualquier cosa a él, su local o a sus empleados”, ante lo cual preguntó ¿cuál
es el asunto?, pidiéndole al acusado la suma de cinco mil soles, dándose cuenta que era
una extorsión, pues le dijo que iban a regresar por el dinero a las seis y treinta de la noche
aproximadamente.
Tras ello acude a la dependencia policial a denunciar donde le requieren pruebas, la policía
acude al local a la hora que había indicado iban a retornar, sin embargo no llegaron, por lo
que, algunos efectivos policiales decidieron irse diciéndole había exagerado, otros
siguieron esperando, que aproximadamente, a las nueve y treinta de la noche apareció el
vehículo, preguntaron por él, sale, los invita a pasar, que los tres se sentaron a un costado
de la barra, luego de cinco minutos pidió un sobre a caja con el monto de mil soles,
haciéndole entrega de dinero al acusado, instantes que la policía ingresa e interviene al
acusado y las otras dos personas, que el sobre entregado el acusado se lo pone en la
casaca o chaleco que tenía , y luego este se lo encuentra la policía.
El agraviado frente al interrogatorio de la defensa del acusado, refirió que acudió el día de
los hechos antes del mediodía a la policía, sin embargo que recién recepcionan su denuncia
en horas de la noche, porque en la mañana le pedían pruebas, que al indicarles que habían
dicho iban a retornar entonces la policía le dijo que habría que esperar; que no obstante,
sabía que el acusado y sus acompañantes iban a retornar a las siete de la noche a su local,
se encontraba en la comisaría en ese momento porque estaba insistiendo, se encontraba
inquieto, nervioso, intranquilo, esperando saber qué es lo que iba a pasar, permaneciendo
en la comisaría hasta las ocho y veinte de la noche que duro el fotocopiado de los billetes y
luego se dirigió al local “El Templo”, precisando que en el tiempo que estuvo en la
comisaría no converso con ningún Fiscal.
Precisa que llamada recibida por las personas en su local fue a su teléfono fijo, que la policía
obviamente tuvo el número telefónico, desconociendo si hicieron las investigaciones
correspondientes, en el local sí habían cámaras de vigilancia, pero no funcionaban, estaban
en reparación técnica, mantenimiento, precisando no haber recibido ningún documento
formal que le solicite los videos, aclarando que fue él quien ubico al procesado y a su ex
coprocesados al costado de la barra, que en dicho lugar le entrego el dinero, en su presencia
el acusado no abrió el sobre, sin embargo sí le pregunto cuanto había, contestándole solo
habían mil soles que había conseguido, no puede precisar a partir de qué momento
comienza a filmar la policía, que nunca usted los había visto.
Frente al interrogatorio del Fiscal, el testigo efectivo policial señaló que el día 18 de julio de
dos mil dieciocho, se encontraba de servicio las veinticuatro horas en la DEPINCRI Puente
Piedra, que estaba encargado de asentar las denuncias, que ese día llego el agraviado
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indicando que había sido víctima de extorsión por parte de tres sujetos. Afirmó que su jefe
de grupo, era el superior Flavio Delgado Arana, quien salió a un operativo, pues estaba en
coordinación con el agraviado, quien había indicado que en horas de la noche tenía que
entregar la suma de cinco mil soles a los extorsionadores, para que pueda trabajar
tranquilo él y su personal.
Ante las preguntas del abogado del acusado, respondió que no contaba con reactivo para
los billetes, por tal motivo no usaron, que el agraviado sí estuvo en la DEPINCRI entre las
ocho y diez y ocho y treinta de la noche, que una vez terminada de elaborar el acta e
introducido los billetes en el sobre, lo entregó directamente al superior Delgado.
Ante las preguntas del Fiscal indicó que al acusado Eduardo Enrique Flores Cruzado lo conoce
hace cinco años, como Lalo, y Ronald Arroyo Morillas, es su tío, y no conoce al agraviado,
que no recuerda bien sus declaraciones brindadas. El 18 de julio 2018 aproximadamente a
las diez de la noche, acudió una sola vez junto a Ronald y Eduardo al local “El Templo” con
el fin de diversión, que llegaron en un auto de color negro cuatro puertas, estuvo 20
minutos, que dejaron de estar porque los intervino la policía, a Eduardo lo jalaron a un
lado, a él y su tío a otro lado, de ahí los llevaron a la DIRINCRI para esclarecer, que los
intervinieron a los tres juntos, que al momento de intervención no pudo ver bien, ni
recuerda alguna especie encontrada a Eduardo, por el ajetreo no pudo percatarse de los
hechos, que cuando los juntan a los tres en un ambiente del Night Club y sacan los billetes,
en ese momento se entera del contenido del sobre, y luego, los metieron a todos en la
carceleta, comentaron, estaban sorprendidos.
Frente a las preguntas de la defensa de acusado, el testigo contestó que el día dieciocho
de julio de dos mil dieciocho se encontró dos veces con el acusado Eduardo Flores
Cruzado, uno en la mañana y luego en la noche para ir al Night Club, se encontraron en
Mega Plaza y luego acuden a Puente Piedra, porque su persona tenía un cliente en dicho
distrito, no vio ningún Fiscal al momento en que fue intervenido, que sí fueron filmados al
momento que los detienen en “El Templo”, no recuerda si fueron conducidos en el mismo
patrullero a la comisaria, recuerda fueron más de treinta y cinco policías, que la
comunicación con el acusado fue telefónicamente.
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1.7.6. EXAMEN DEL TESTIGO YANDIR VARGAS CHAVEZ
Ante el interrogatorio del Fiscal, refirió que el dieciocho de julio de dos mil dieciocho, se
encontraba de servicio en la DEPINCIRI de Puente Piedra, que era todo un grupo operativo
que estaba ese día de servicio, que se realizó una intervención por motivo de extorsión, no
recordando el nombre de la persona a quien intervinieron, tampoco sus características,
aseveró haber firmado el acta de registro personal y el acta de intervención, que el registro
se efectuó en el lugar que se interviene, encontrándose al intervenido un sobre manila, el
cual contenía dinero en su interior, que estaba entre su casaca y su cuerpo, el dinero fue
visualizado al momento de la intervención porque se saca el dinero y se empieza a contar,
que el monto era mil soles.
A las preguntas de la defensa técnica del acusado, precisó que el lugar exacto donde se
realizó el registro personal, fue en la barra donde atendían al público del local “El Templo”,
fue un efectivo policial quien filmó la actividad en el cual detallan el número de serie de
cada billete, que su persona fue quien extrajo el dinero del sobre, y lo empezó a mostrar,
siendo ese el momento en que filman, que los billetes no tenían reactivo, pero se tenía
copia de los mismos.
1.8.1 LA DENUNCIAL
DENUNCIAL POLICIAL INTERPUESTA POR RONALD IVAN ILLATOPA DIAZ obrante a folios 39
del xpediente judicial, lecturada por el Fiscal sustentando que su aporte probatorio
corrobora la amenaza conforme lo dispone el verbo rector del artículo 200 del Código
Penal, respecto del agraviado. La defensa técnica del acusado, indica que dicha denuncia
fue interpuesta a las diecinueve horas del día dieciocho de julio de 2018, y que el agraviado
presentó la denuncia en su calidad de administrador del local “El Templo”.
1.8.2 EL ACTA DE INTERVENCIÓN POLICIAL DE FECHA 18 DE JULIO DE 2018 obrante a folios 40 del
expediente judicial, lecturada por el Fiscal sustentando que su aporte probatorio
determina que el acusado fue intervenido en flagrancia delictiva por la Policía Nacional del
Perú. La defensa técnica del acusado, refiere, en dicha acta no se precisa la hora que se
constituyó el personal policial al lugar de los hechos.
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1.8.5 EL ACTA DE REGISTRO VEHICULAR, HALLAZGO E INCAUTACIÓN DE ESPECIES obrante a folios
45 del expediente judicial, lecturada por el Fiscal sustentando que su aporte probatorio
corrobora que al acusado se le encuentra no solo su licencia de conducir, si concurría al
local del Templo. La defensa técnica del acusado señala que ninguno de los elementos que
ha sido señalado en el acta guardan relación con la comisión del ilícito, por lo que no lo
considera útil, además que el acta no registra hora de inicio, ni hora de salida.
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1.8.10 EL ACTA DE VERIFICACIÓN DE REGISTRO DE LLAMADAS SALIENTES Y ENTRANTES DEL
INVESTIGADO EDUARDO ENRIQUE FLORES CRUZADO obrante a folios 56/58 del expediente
judicial, lecturada por el Fiscal sustentando que su aporte probatorio demuestra que en
ese entonces, los días 17 y 18 de julio de 2018, el acusado tuvo fluida comunicación con su
ex-co-procesado Salazar Arroyo “contacto Camarón” para perpetrar la comisión del delito.
La defensa técnica del acusado también deja constancia de la fluida comunicación que ha
habido entre su patrocinado y el señor Salazar Arroyo, el día de los hechos y un día previo,
además de las llamadas perdidas y mensajes entre ellos, pero además cuestiona porque no
existen estas llamadas en el teléfono de Salazar Arroyo, y precisa que en ninguno de los
teléfonos se encontró registro del número telefónico del local “El Templo”, ni del celular
del agraviado, por tanto, indica no se acreditado que haya existido llamada extorsiva.
1.9.2. VISUALIZACIÓN DEL VIDEO DEL OPERATIVO POLICIAL obrante a folios 59 del expediente
judicial, luego de verificarse el lacrado del sobre que contenía el video, se dispuso su
deslacrado y su reproducción, la defensa técnica del acusado sustentó que su aporte
probatorio determina que el video no inicia en el instante que presuntamente al acusado
le habrían entregado el sobre, sino al momento que lo pasan a otro ambiente, por tanto,
se evidencia que su patrocinado no ha tenido contacto con el sobre, además que lo
conminan que abra su casaca, al no ver bolsillo, el sobre cae, por lo que no podría
afirmarse que el sobre ha sido guardado por él. Además refiere no se explica porque la
policía se coloca guantes para tener contacto con los billetes, si estos no tenían reactivo.
Concluye, indicando que hay evidencia que el acusado no admite haber cometido delito
alguno, y, que el operativo fue sin presencia del fiscal y pesimamente mal llevado, más
aún, que era una unidad especializada criminalística, que no se ciñó a un patrón para llevar
un operativo por un caso de extorsión. El señor Fiscal observa el aporte probatorio,
indicando que la intervención del acusado es a partir que comunica que ya entregó el
dinero al presunto extorsionador, por tal razón no se puede deducir que la policía tenía
que estar antes de la entrega del dinero, situación que confunde la defensa técnica.
Asimismo, pide se tenga en cuenta los alcances del artículo 67 del Código Procesal Penal,
que detalla las funciones de la policía, entre las cuales indica que puede realizar actos
urgentes e inaplazables y luego dar inmediatamente cuenta al Ministerio Público.
1.10. ALEGATOS
ALEGATOS FINALES:
El Fiscal argumenta que los hechos se encuentran probados con: i) el examen del acusado,
acusado
quien inicialmente refirió no conocía el distrito de Puente Piedra, pero luego al preguntarle
se había apersonado al local “El Templo” contestó que si conocía tal distrito; asimismo,
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porque si bien negó haber recibido la suma de mil soles dentro de un sobre manila, el cual
no había visto su contenido, sin embargo con la visualización del video, se le observa fue
intervenido en flagrancia delictiva, en aplicación del artículo 259 del Código Procesal Penal,
encontrándosele en posesión física de los billetes previamente fotocopiados y luego
cotejados; ii) la testimonial del agraviado, quien ha precisado que el dieciocho de julio de
dos mil dieciocho, a horas veintidós y treinta aproximadamente, le entregó al acusado la
suma de mil soles en un sobre manila, iii) la testimonial de Christian Wilmer Salazar
Alvarado,
Alvarado policía que el día de los hechos realizó el acta de registro vehicular, hallazgo e
incautación de especies, del vehículo placa rodaje AZM-326, como consecuencia del
operativo policial realizado ante el conocimiento de la noticia criminal del posible delito de
extorsión en el local “El Templo”; iv) la testimonial de Agustín San Martin
Martin Changanaqui,
quien señaló haber tomado conocimiento del delito a través del medio telefónico, y haber
redactado el acta de intervención el dieciocho de julio de dos mil dieciocho, a las veintidós
con treinta horas, donde intervino en flagrancia delictiva el acusado, habiéndosele
encontrado un sobre manila pequeño conteniendo mil soles en billetes de cien soles; v) la
testimonial de Edgar Armijos Montenegro,
Montenegro quien refirió haber realizado el fotocopiado de
los diez billetes de cien soles, lo cual se tiene probado con el video que se ha podido
observar las circunstancias como es que el acusado, fue objeto de intervención en
flagrancia delictiva por el delito de extorsión; vi) la testimonial de Yandir Diego Vargas
Chávez, quien refirió haber realizado el acta de registro personal y hallazgo al acusado, acta
que tiene como hecho probado que el día del operativo concurrió al local “El Templo” a
comunicación del agraviado de que ya había entregado el dinero producto de extorsión,
encontrándole en poder del acusado la suma de mil soles que fue cotejado a través del
acta de fotocopiado; y vii) la testimonial de Ramón Martin Salazar Arroyo, quien estuvo en
el lugar de los hechos en compañía del acusado, quien refirió en su examen en sala de
audiencias, como es que el acusado recibió un sobre manila color amarillo del agraviado
dentro del local el templo, refiriendo que el acusado pidió que lo disculpen porque los
había involucrado, acto que fue ratificado al ser examinado.
Así también, hace referencia que las pruebas documentales que ha oralizado corroboran
el ilícito penal de extorsión, y que se tiene como hecho probado: i) la denuncia policial por
el agraviado de fecha dieciocho de julio de dos mil dieciocho, tiene como hecho probado,
que efectivamente el agraviado puso en conocimiento de la DEPINCRI de Puente Piedra la
amenaza por el delito de extorsión, por parte del acusado, ii) el acta de intervención
policial, que acredita que el acusado fue intervenido en flagrancia delictiva a mérito de
operativo que armó la DEPINCRI de Puente Piedra, donde se le encontró un sobre manila
pequeño conteniendo mil soles; iii) el acta de registro personal y hallazgo realizado al
acusado, porque con esta documental se ha demostrado que al acusado al momento de su
registro personal se encontró en poder y en flagrancia delictiva la suma de mil soles; iv) el
acta de fotocopiado de billetes, se tiene como hecho probado, porque el dinero encontrado
en sobre manila ese día en billetes de cien soles fueron debidamente cotejados,
fotocopiados y entregados por el agraviado; v) el acta de registro vehicular, hallazgo e
incautación de especies,
especies referido al acta de registro al vehículo de placa rodaje AZM-326,
que ese día era conducido por el acusado, donde se hizo el registro de dicho vehículo
habiéndose incautado especies, así como la suma de ochocientos cuarenta soles que tenía
en su poder; vi) el acta de verificación y constatación del local el templo, donde sucedieron
los hechos materia del presente delito, con ello se prueba que se ha verificado donde se
materializó el ilícito penal de extorsión, el mismo que h sido corroborado no solo con la
declaración de los órganos de prueba, sino también como;; vii) el contrato de
arrendamiento del vehículo de placa rodaje AZM- AZM-326,
326 en la modalidad de puerta libre
suscrita por el acusado con “Inversiones del Campo”, que es útil el acta porque con ello se
tiene probado que el acusado concurrió con el referido vehículo al local “El Templo”, que
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se encuentra en el distrito de Puente Piedra ; viii) el actaacta de verificación de registro de
llamadas entrantes y salientes de Ramón Martin Salazar Arroyo, donde de la lectura de
llamadas no se verifica que se haya realizado llamadas al teléfono del local “El Templo”, ni
que haya tenido comunicación el día de los hechos respecto a su coimputado Arroyo
Morillas; ix) el acta de verificación de registro de llamadas entrantes y salientes de Guillermo
Arroyo Morillas,
Morillas se advierte que también no se ha podido verificar que se haya efectuado
alguna llamada al número telefónico de Ivan Illatopa Díaz; x) el acta de verificación de
registro de llamadas entrantes y salientes del acusado,
acusado que en el mismo sentido, no se
verifica ninguna llamada de su teléfono intervenido al teléfono del agraviado, pero si hay
comunicación con su ex co acusado Salazar Arroyo los días 17 y 18 de julio de 2018.
Por último, concluye que se tiene como hecho probado que si se materializo la comisión
del ilícito previsto en el artículo 200 del Código Penal, que el Ministerio Publico ha
recalificado los hechos antes del vencimiento de la etapa de investigación preparatoria;
asimismo que ha desacreditado las pruebas de la defensa, como es, la carta de telefónica,
toda vez que la Fiscalía nunca ha tenido como tesis que el acto extorsivo se haya realizado
a través de medio telefónico, en tal razón, solicita se imponga al acusado diez años y cuatro
meses de pena privativa de la libertad y la sanción civil de mil soles.
El abogado defensor del acusado, luego de describir las tesis que plantean ambas partes,
cuestiona como es que el agraviado, habiendo referido que el acusado y sus acompañantes
se apersonaron al local “El Templo” a horas diez u once de la mañana, recién a las siete de
la noche haya acudido a denunciar a la DEPINCRI de Puente Piedra, asimismo, no entiende
cómo es que seguía en las oficinas de la DEPINCRI hasta las ocho de la noche, sí sabía que
iban a regresar a las siete de la noche por el dinero solicitado, que es la primera mentira
del agraviado, pues resulta que aquellos se presentaron a las veintidós horas con treinta
minutos.
Resalta los siguientes puntos: i) no se había insertado reactivo a los billetes; ii) conforme a
la testimonial del señor Armijos Montenegro el sobre con los billetes le entregan al Jefe
del Operativo, es decir, no se lo dan al agraviado; iii) cómo es que la policía le cree al
agraviado su denuncia, si es que este no había probado la amenaza, ni el registro de la
solicitud de dinero; iv) cómo es que los extorsionadores sabían su nombre, v) era lógico
que la llamada realizada al acusado al teléfono de su local “El Templo”, haya sido realizado
desde un celular porque le indicaron los intervenidos que se encontraban afuera, por lo
que, la fiscalía debía aportar medios de prueba, para establecer de que teléfono salió la
llamada, no con el propósito de extorsionar como dice el señor Fiscal, sino para saber
quién hizo la llamada.
Enfatizó además, la conducta pasiva del Fiscal en relación a no haber indagado porque en
el teléfono incautado de Ramón Salazar Arroyo no existía ninguna llamada al teléfono de
sus ex coprocesados, el día de los hechos, cuando en el teléfono de estos, si había registro
de llamadas realizadas al teléfono del señor Ramón Salazar, acotando que si se quería
llegar a la verdad, el Fiscal pudo haber solicitado del secreto de las telecomunicaciones, sin
embargo, no lo hizo.
Objeta, que atendiendo lo dispuesto en el artículo 200 del Código Penal, ¿en qué momento
se ha tenido la certeza de la existencia de la amenaza?, no basta el solo dicho del agraviado
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que va a la comisaria, pues este no demostró de algún modo que le habían pedido dinero,
que este se metió en un sobre, desconociendo el acusado su contenido, no hay registro,
además los policías han dicho que no lo cogió.
Precisa, que el agraviado cuando presentó la denuncia lo hizo como administrador del
local “El Templo”, sin embargo, resultó ser un simple trabajador, pues cuando la policía
devuelve lo billetes, lo hizo al gerente de la empresa “Negociaciones El Tunche” que era
propietario del local “El Templo”, en consecuencia, el señor Illatopa Díaz no tenía por qué
sentirse afectado, pues la víctima habría sido la empresa.
Finalmente, refuta lo dicho por el Fiscal de que autos se encuentra probada su acusación,
indicando que ello no es así, toda vez que en el video se observa el operativo desarrollado,
pero cuando a su patrocinado fue llevado a otro ambiente, donde ya le habrían entregado
el sobre, asimismo se observa que no tomó contacto con el sobre, quien abrió el sobre fue
el policía que se pone el guante, que también extrae los billetes, no existiendo un registro
que pruebe haya habido contacto del dinero con su patrocinado, por tanto no se
materializo el delito.
El acusado sostiene que hay una injusticia con él, que se encuentra preso simplemente por
hacer realizado taxi a una persona que trabajaba en Puente Piedra, que sí concurrió al local
“El Templo” fue para divertirse. Si el Fiscal hubiera realizado una buena investigación se
habría percatado que el falso operativo está dirigido en contra Ramón Salazar Arroyo, que
borran las llamadas del teléfono de éste porque eran muy comprometedoras, de gente muy
poderosa que éste conocía, que tales personas lo ayudan para que salga de la cárcel porque
era el único que podía decir la verdad, nunca existió extorsión, lo cierto es que lo invitaron a
ese local para hacerle una trampa.
Todo es una mentira que lo está perjudicando, en su momento va a presentar una denuncia,
porque a él lo vinieron a buscar al penal gente involucrada en todo esto, para saber que
sabía, obviamente que como no sabía nada, pero si el señor Ramón, solo lo ayudaron a él,
porque las llamadas hubieron desatado no una extorsión, sino una mafia que había en la
municipalidad de Puente Piedra. Le indigna que el Fiscal solo lo mando preso a él, no
obstante que en la manifestación falsa del agraviado dice que ambos lo amenazaron.
Termina, indicando que no extorsiono a nadie, que nunca buscó al señor Illatopa Díaz, que
fue su persona quien le pidió al Fiscal que solicite las cámaras del local, pero el agraviado no
las entregó indicando que no funcionaban, negativa que cuestiona porque considera que en
tales imágenes se iba a ver la verdad, alegando su inocencia de los cargos que se le imputan.
13
2.1. VALORACION INDIVIDUAL DE LAS PRUEBAS ACTUADAS EN JUICIO
El derecho a la motivación exige que el juez tenga en cuenta las alegaciones de las partes y
las pruebas practicadas,
practicadas lo que supone que dicte un fallo congruente con esas alegaciones,
razonándolo debidamente con las pruebas practicadas y con el ordenamiento jurídico.
Entraña el cumplimiento de dos elementos: congruencia –coherencia perfecta entre las
alegaciones de las partes y las respuestas del juez- y razonabilidad – el juez debe exponer
los motivos por los que se inclina a favor de acoger o no una petición, ciñéndose a las
pruebas del proceso- [NIEVA FENOLL, JORDI: Derecho Procesal Penal I -Introducción,
Editorial Marcial Pons, Madrid 2014, página ciento cincuenta y seis].
Teniendo en cuenta las premisas indicadas, el Colegiado procede a valorar en principio las
pruebas testimoniales que se actuaron en el juicio:
Este testigo también corrobora periféricamente lo dicho por el agraviado, pues sostuvo
cómo es que el agraviado presentó la denuncia por extorsión de personas que se habían
hecho pasar como funcionarios públicos; es así que refiere las circunstancias en que se
procedió con la intervención del acusado en el local “El Templo “en el momento en que le
realizaban la entrega del dinero, relatando que de acuerdo a la distribución de funciones él
se ubicaría en la segunda puerta, precisando que el ilícito se perpetró fue en el salón donde
estaba una barra y siendo el sub oficial Corahua, el sub oficial Armijo, y otro más los que
intervinieron al acusado, pudiendo observar que al acusado lo sacaron al ambiente donde
él estaba y que al hacerle el registro personal se le cayó de su casaca un sobre amarillo
chico, hecho presenciado también por los otros efectivos policiales; siendo él quien
formuló el acta de intervención y que parte de la información consignada en el acta, la
recibió del superior Delgado.
1 Artículo 393 del Código Procesal Penal, inciso 1. El Juez Penal no podrá utilizar para la deliberación pruebas diferentes a aquellas
legítimamente incorporadas en el juicio.
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Examen del testigo - agraviado Ronald Ivan Illatopa Diaz
Por su lado este testigo con su versión contribuye a corroborar las circunstancias
concomitantes y posteriores a la comisión del ilícito, pues indicó que conoce al acusado
Eduardo Enrique Flores Cruzado, como Lalo, y su tío Ronald Arroyo Morillas, que el 18 de
julio 2018 aproximadamente a las diez de la noche, acudió una sola vez junto a Ronald y
Eduardo al local “El Templo “con fines de diversión, siendo intervenidos los tres juntos por
la policía, de ahí los llevaron a la DIRINCRI para esclarecer, que al momento de intervención
no pudo ver bien, ni recuerda alguna especie encontrada a Eduardo, por el ajetreo no pudo
percatarse de los hechos, que cuando los juntan a los tres en un ambiente del Night Club
sacan los billetes, en ese momento se entera del contenido del sobre.
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de julio de dos mil dieciocho, se encontraba de servicio en la DEPINCIRI de Puente Piedra y
que se realizó una intervención por motivo de extorsión, no recordando el nombre del
intervenido, tampoco sus características, aseveró haber firmado el acta de registro
personal y el acta de intervención, que el registro se efectuó en el lugar que se interviene,
encontrándose al intervenido un sobre manila, el cual contenía dinero en su interior, que
estaba entre su casaca y su cuerpo, el dinero fue visualizado al momento de la intervención
porque se saca el dinero por el monto de mil soles; precisa que el lugar exacto donde se
realizó el registro personal, fue en la barra donde atendían al público del local “El Templo”,
fue un efectivo policial quien filmó la actividad en el cual detallan el número de serie de
cada billete, que su persona fue quien extrajo el dinero del sobre, y lo empezó a mostrar,
siendo ese el momento en que filman, que los billetes no tenían reactivo, pero se tenía
copia de los mismos.
En la denuncia policial interpuesta Por Ronald Ivan Illatopa Diaz se consigna fue interpuesta
a las diecinueve horas del día dieciocho de julio de 2018, se presentó ante la DEPINCRI de
Puente Piedra, la persona de Ronald Ivan Illatopa Diaz, el mismo que refiere a las 10:30
horas aproximadamente en circunstancias que se encontraba realizando sus labores diarias
se hicieron presentes tres personas uno de ellos de 50 años aproximadamente 1.60 de
estatura, contextura gruesa y con canas, el otro de 1.80 de estatura, cabello corto,
trigueño con barba, y el ultimo de contextura delgada con cabello rapado a los costados y
ojos sobresalidos, con un vehículo negro KIA RIO AZM-326 en el frontis del local del cual es
administrador( …) para decirme que son trabajadores de la Municipalidad de Puente Piedra
y asimismo tenían nexos con la Policía y el poder Judicial, preguntándome si teníamos los
documentos en regla (…) llegando al punto de extorsionarme pidiéndome la cantidad de
cinco mil soles a cambio de ellos nos brindaría protección y nos avisaría en caso de
operativos (…) y de no cumplir con el mismo iban atentar contra su integridad y la de los
trabajadores del local. Dicha acta fue firmada por el denunciante y el efectivo policial Edgar
Armijos Montenegro. La información contenida esta referida a la versión del agraviado y su
sindicación con relación a la amenaza recibida por el acusado y el pedido de la suma de
dinero a cambio de no atentar contra su integridad y la de sus trabajadores.
El Acta de Intervención Policial, consigna que el 18 de julio de 2018, s¡endo las 22:30 horas
aproximadamente el administrador del local “El Templo” se comunicó a la DEPINCRI de
Puente Piedra vía Telefónica, indicando se habían tres personas de sexi masculino en un
vehículo marca KIA de placa AZM-326 y uno de ellos se le acerca exigiéndole el dinero
pactado a lo que el denunciante se acerca y le hace entrega de 1000 soles en billetes de
100 soles, al tener conocimiento personal policial se constituyó por los medios más rápidos
al lugar verificando que los billetes los tenia uno de los sujetos que se idéntico como
Eduardo Enrique Flores Cruzado, lo que motivo su intervención in s¡tu; asimismo consigna
se puso de conocimiento en el acto vía telefónica a la Fiscalía de Turno de la Tercera
Fiscalía Corporativa de Puente Piedra, disponiendo se realicen las respectivas actas. Dicha
acta fue firmada por el efectivo policial Agustín San Martin Changanaqui, generando valor
probatorio sobre el momento de la intervención en flagrancia delictiva, siendo que la
omisión de la hora que llega la policía al local, observada por la defensa, no torna
invalorable su contenido, de conformidad con el artículo 121 del Código Procesal Penal.
16
que le fue entregado por Iván Illatopa Díaz. Dicha acta fue firmada únicamente por efectivo
policial Yandir Vargas Chávez, ante la negativa de intervenido, no obstante, tiene validez
por cuanto detalla las personas que han intervenido en la actuación y tiene la firma del
funcionario que la ha redactado.
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lo observado por la defensa técnica, esto es, que su titular haya dado de baja al número
telefónico, a pocos días de la intervención.
La visualización del video del operativo policial prueba esencial que aporta para el
esclarecimiento y probanza de los hechos, pues se aprecia el momento que al acusado se
le encontró en su poder, entre su chompa y casaca, un sobre manila pequeño conteniendo
la suma de mil soles, observándose también que dicho sobre cae al piso al momento que
se abre el cierre de su casaca, prueba que acredita la posesión de la suma de dinero que el
agraviado le entregó.
Se debe precisar que éste Colegiado, se pronuncia en base a pruebas incorporadas y actuadas
únicamente en juicio oral, bajo el principio de legalidad procesal referido a las reglas de
valorabilidad de las pruebas, tal como prescribe el artículo 393, apartado 1 del Código
Procesal Penal2, acogida en la Casación número 709-2016 – Lambayeque, emitida por la
Primera Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de la República, que en su fundamento
sexto ha establecido: “(…) la exigencia de valoración
valoración solo de las pruebas actuadas y debatidas
oral.(…)”.
en el juicio oral.(…)”.
En el análisis del presente caso, como principal prueba de cargo se tiene la sindicación del
agraviado – testigo en el juicio oral, que señalo que el acusado acudió hasta el local “El
Templo” en la jurisdicción de Puente Piedra, el cual administra, presentándose como
funcionario municipal de Puente Piedra, ofreciéndole ayuda en relación a la documentación
que debe contar su negocio, a cambio que le entregue la suma de cinco mil soles, caso
contrario le dijeron ”podía pasarle cualquier cosa a él, su local o sus trabajadores, cuya
2 Artículo 393 del Código Procesal Penal, inciso 1. El Juez Penal no podrá utilizar para la deliberación pruebas diferentes a aquellas
legítimamente incorporadas en el juicio.
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declaración ha de verificarse con los requisitos que señala el Acuerdo Plenario Nº02-
2005/CJ-116
Respecto de la amenaza que requiere el tipo penal de Extorsión, debe tenerse en cuenta el
fundamento 9 del Acuerdo Plenario Nº2- Nº2-2012/CJ-
2012/CJ-116, debe considerarse “[…] la ley no exige
que la violencia o amenaza sea en en términos absolutos, es decir, de características irresistibles,
invencibles o de gravedad inusitada, basta que el uso de tales circunstancias tenga efectos
suficientes y eficaces en la ocasión concreta para que la víctima para que entregue una ventaja
indebida
indebida cualquiera”
Siendo así, la expresión intimidatoria que empleo el acusado hacia el agraviado para
obtener la ventaja económica, referida a que tenía que decidir porque podía pasarle
cualquier a él, sus trabajadores o su local”, resulta suficiente para la configuración del
elemento de amenaza que requiere el tipo penal.
Asimismo, la vinculación del acusado con el delito se encuentra probada con i) el acta de
intervención policial que acredita el día de los hechos la policía intervino en flagrancia
delictiva a Eduardo Enrique Flores Cruzado, en el local “El Templo”, ii) el Acta de Registro
Personal y Hallazgo de fecha 18 de julio de 2018 al acusado Eduardo Enrique Flores Cruzado
donde se anotó que al acusado se le encontró entre su chompa y su casaca, un sobre manila
conteniendo en su interior la suma mil soles que le fue entregado por Iván Illatopa Díaz, iii) El
Acta de Fotocopiado de Billetes de fecha 18 de julio de 2018 que estableció luego del cotejo
de los billetes in situ, se trataban de los mismos que había proporcionado horas antes el
agraviado al personal policial, y la visualización del video del operativo policial prueba
esencial que aporta para el esclarecimiento y probanza de los hechos, pues se aprecia el
momento que al acusado se le encontró en su poder, entre su chompa y casaca un sobre
manila pequeño conteniendo la suma de mil soles, observándose que cae al momento que
se abre el cierre de su casaca, y si bien el operativo policial ha sido cuestionado por la
defensa del acusado, por no contar con presencia del Fiscal, sin embargo verificándose que
el tiempo transcurrido desde la denuncia interpuesta por el agraviado, a las siete de la noche
y la hora que se realizó el operativo, diez de la noche aproximadamente, era un acto urgente
e inaplazable que podía realizar únicamente la policía de conformidad a lo dispuesto en el
artículo 67 del Código Procesal Penal , más aun que en el acta de intervención policial se
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dejó constancia de haber puesto en conocimiento del operativo al representante del
Ministerio Público.
Por todo lo expuesto, la tesis de la defensa de que el acusado concurrió a dicho lugar
prestando únicamente servicio de taxi, así como para divertirse en el local “El Templo”, se ha
visto desvirtuado, al encontrársele en poder del sobre manila que contenía el dinero
entregado por el agraviado.
ESTA PROBADO que el día dieciocho de julio de dos mil dieciocho, el acusado concurrió en
horas de la mañana, al local “El Templo” en la jurisdicción de Puente Piedra,
entrevistándose con el agraviado.
ESTA PROBADO: que el acusado solicito dinero al agraviado, bajo amenaza de atentar
contra su integridad física, las de sus trabajadores y su local.
ESTA PROBADO que el acusado fue intervenido en flagrancia delictiva, luego que logro su
propósito recibir dinero entregado por el agraviado, el cual tenía entre su chompa y
casaca.
NO ESTA PROBADO la tesis de su defensa, esto es, el acusado el día de los hechos en horas
de la mañana había acudido al local “El Templo” ubicado en el distrito de Puente Piedra,
haciéndole servicio de taxi a Ronald Arroyo Salazar como a Ramón Arroyo Morillas, con el
fin de averiguar el horario de atención del local en atención al flyer que habían recibido;
retornando en horas de la noche al citado lugar, solo con el fin de divertirse pues el
administrador ya les había proporcionado el horario de atención.
Se imputa al acusado el delito previsto en el artículo 200°, primer párrafo del Código Penal,
Penal
modificado por el artículo único del Decreto Legislativo N° 1237, publicada el 26 de
setiembre de 2015 (vigente al momento de los hechos):
“El que mediante violencia o amenaza obliga
obliga a una persona o a una institución pública o
privada a otorgar al agente o a un tercero una ventaja económica indebida u otra ventaja de
cualquier otra índole, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de diez ni
mayor de quince años”.
La doctrina señala que este delito tiende a tutelar el patrimonio en cuanto a su libre
disposición de su titular, pero también otros intereses jurídicos son objeto de ataque por
medio de la conducta típica, la libertad personal, la vida, el cuerpo y la salud, debiéndose
convenir en que se trata de una conducta pluriofensiva. El objeto material puede
comprender no solo dinero, sino también títulos valores, documentos que generen efectos
jurídicos, un documento firmado en blanco, esto es, el agente pretenderá se le reconozca
20
una obligación inexistente o, incluso, la suscripción de un contrato laboral. La
materialización de la conducta prohibida supone el ejercicio de violencia y/o amenaza, que
ha de recaer sobre el sujeto pasivo, que no necesariamente debe ser la persona
patrimonialmente afectada por la acción típica3.
Por los hechos probados y descritos precedentemente, la conducta del acusado es típica,
antijurídica y culpable; resultando desaprobada y reprochable, porque pudo haber previsto
y evitado desplegar dicho accionar; sin embargo lesionó el bien jurídico protegido, atentó
contra el patrimonio. La conducta del acusado no encuentra causa de justificación que
este prevista en el artículo 20 del código penal; por lo tanto, estando determinados los
hechos e individualizado al autor del delito, el acusado resulta culpable y merecedor de la
sanción que prevé la ley penal.
Las garantías que ofrece la Constitución Política del Estado, es el derecho de la presunción
de inocencia, la misma que para ser destruida, no solo basta la acreditación del hecho
3 PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. “Derecho Penal. Parte Especial”. Tomo II. Lima: IDEMSA, 2015, tercera edición, pp. 636, 637 y
638.
4 Juicio de Tipicidad, es un proceso de imputación donde el intérprete, tomando como base al bien jurídico protegido, va a establecer si
Tipicidad
un determinado hecho puede ser atribuido a lo contenido en el tipo penal (Bustos Ramírez Juan, Obras Completas, T.I – Derecho Penal
Parte General), Ara, Lima , 2004, p. 640.
5
PERCY GARCÍA CAVERO; URS KINOHAUSER; DIEGO-MANUEL LUZÓN PEÑA; GONZALO QUINTERO; RAFAEL BERRUEZO; y, RAMON
RAGUÉS IVALLES: Imputación Subjetiva, ARA Editores E.I.R.L. Géminis, Lima 39- Perú
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punible, sino que es necesario acreditar la vinculación del hecho con el sujeto de
imputación, de modo que se pueda determinar su responsabilidad penal. Siendo esto así,
el sentido en que se pronuncia el Tribunal Constitucional, así el derecho a la presunción de
inocencia está contenido en la STC No.0618-2005-PHC/TC fundamento veintidós que
comprende “(…) el principio de libre valoración de la prueba en el proceso penal, que
corresponde a los jueces y Tribunales; que la sentencia condenatoria se fundamente en
auténticos hechos de prueba y que la actividad probatoria sea suficiente para generar en el
Tribunal la evidencia de la existencia no sólo del hecho punible, sino también la
responsabilidad penal que en él tuvo el acusado y así desvirtuar la presunción”. En
consecuencia, el Juez es soberano en la apreciación de la prueba; empero, no puede
llevarse a cabo sin limitación ni control alguno.
Por tanto, éste Colegiado, decide sobre la base de una actividad probatoria concreta, con
pruebas personales y documentales actuadas en juicio, las que permiten enervar el
derecho de presunción de inocencia del acusado, porque han sido actuadas en el juicio oral
con todas las garantías que franquea la norma sustantiva y adjetiva; además valoradas, con
arreglo a las normas de la lógica y máximas de la experiencia, determinadas desde
parámetros objetivos y los conocimientos científicos; es decir, a partir de la sana crítica y
razonándola debidamente6; consecuentemente, más allá de la duda razonable existen
pruebas suficientes para concluir con una sentencia condenatoria.
Para tal fin, debemos tener en consideración el fin preventivo de la misma, tanto en su
aspecto positivo general como especial. En el primer caso, con la finalidad de emitir un
mensaje a la sociedad con respecto a la penalización de conductas como las que han sido
objeto de juzgamiento, a fin que las personas no incurran en las mismas y entiendan que
estas conductas, por su dañosidad y grave alteración de la paz social atacan las bases
mismas de la sociedad, y en segundo lugar, porque la misma naturaleza de dichas
conductas, los sujetos a quienes se les encuentra responsabilidad penal, tienen que
entender que la pena impuesta, debe ser de una magnitud suficiente, para que su
reincorporación social no sea un mero formalismo, sino que sea producto de un acto de
interiorización, en el sentido que solo el respeto de la norma les garantizará una
convivencia pacífica y adecuada.
6 Artículos VIII TP, 158°.1 y 393°.2 NCPP (Principio de libre valoración con pleno respeto de la garantía genérica de presunción de
inocencia).
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Código Penal, prevé sanción para el delito contra el patrimonio – extorsión , una pena en
su extremo mínimo no menor de diez años y en su extremo máximo ni mayor de quince
años de pena privativa de libertad.
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Atendiendo, que la pena a imponer tiene el carácter de efectiva, debe disponerse la
ejecución provisional de la presente sentencia condenatoria, en su extremo penal,
conforme lo dispone el artículo 402° del Código Procesal Penal.
DECISIÓN:
Por las consideraciones expuestas en los considerandos precedentes, el Juzgado Penal
Colegiado Transitorio de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte,Norte al amparo de lo
establecido en los artículos 11°, 12°, 23°, 45°, 45-A°, 46°, 92°, 93°, primer párrafo del
artículo 200 del Código Penal; y, artículos 394°, 395°, 396°, 397° y 399° del Código Procesal
Penal; administrando Justicia a Nombre de la Nación, POR UNANIMIDAD, FALLAN:
2) CONDENANDO a EDUARDO
EDUARDO ENRIQUE FLORES CRUZADO, a DIEZ AÑOS DE PENA PRIVATIVA
DE LIBERTAD EFECTIVA,
EFECTIVA la misma que se computará desde la fecha de su detención, 18 de
julio de 2018 y vencerá el 17 de julio de 2028,
2028 fecha en que deberá ser puesto en libertad,
siempre y cuando no exista otro mandato de detención emitida en su contra por autoridad
judicial competente.
3) IMPONEN al sentenciado EDUARDO ENRIQUE FLORES CRUZADO,,CRUZADO, el pago de MIL SOLES (S/.
1,000.00) por concepto de REPARACIÓN CIVIL, a favor del agraviado.
4) MANDAN, SE EJECUTE
EJECUTE PROVISIONALMENTE la pena impuesta; para tal efecto, OFÍCIESE EN
EL DÍA a la Dirección del Establecimiento Penitenciario Ancon I, para los fines de ley.
5) CONDENAN, al pago de costas del proceso a cargo del sentenciado y a liquidarse en
ejecución de sentencia.
6) CONSENTIDA O EJECUTORIADA que sea la presente REMÍTASE el boletín y testimonio de
Condena al Registro Central de Condenas para su inscripción correspondiente; y, REMÍTASE
al Juzgado de Investigación Preparatoria para su respectiva ejecución.
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