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6.

El cerebro y la creatividad: El papel de


los lóbulos frontales a la hora ser
creativos
Lic. Fco. Javier Manriquez Soto
Docente de la Universidad Mundial
Campus Los Cabos
1-2023
6.1. El cerebro inconsciente.
• https://www.facebook.com/watch/?v=101564
71706114665
• https://dai.ly/x1xtwgo
• El cerebro inconsciente: Magia CAPITULO 1
El cerebro inconsciente
• Desde el momento en que nos despertamos, nuestra cabeza se pone en
marcha y no dejamos ni un instante de pensar en todo tipo de cosas, ya
sean importantes o nimiedades; nos levantamos de la cama y ponemos el
piloto automático mientras empezamos con la rutina de todas las mañanas
sin detenernos a pensar como se prepara el café, como nos vestimos o nos
cepillamos los dientes. El encargado de llevar a cabo estas tareas rutinarias
es el inconsciente, mientras que la parte consciente está ocupada
pensando dónde se dejaron las llaves del coche o si llegará tarde al trabajo.
• Nuestros procesos mentales son una combinación entre los procesos
conscientes y los inconscientes, interactuando de un modo dinámico. La
parte inconsciente gestiona el 90% de lo que hacemos sin molestar a la
parte consciente, sin prestar atención. Esta se activa para los estímulos
nuevos o importantes ya que es imposible procesar todo lo que sucede a
nuestro alrededor.
El cerebro inconsciente
Se calcula que el inconsciente es capaz de absorber
simultáneamente 11 millones de unidades de
información mientras que conscientemente percibimos
un máximo de 40 unidades; esto se traduce en que el
primero procesa 200.000 veces más datos, lo que se
debe a que la parte consciente de nuestro cerebro se
limita únicamente al córtex cerebral, el área más
superficial con aproximadamente un milímetro de
espesor. No obstante, los procesos conscientes
consumen la mayor parte de la energía que este utiliza..
El cerebro inconsciente
Se podría decir que el inconsciente es un filtro que selecciona la
información relevante para que la procese el consciente, y obvia
lo irrelevante.
La estructura encargada de decidir qué es lo bastante nuevo e
importante para compartir con nosotros es el tálamo. Este filtro
permite que no nos saturemos con toda la cantidad de
información que hay a nuestro alrededor y nos ayuda a
adaptarnos a nuestro entorno.
Dado que es imposible que podamos estar atentos a todo lo que
percibimos, nuestro cerebro bloquea el tacto de nuestro reloj o
de un collar y ni siquiera sentimos que lo llevamos puesto.
El cerebro inconsciente
Constantemente nuestro pensamiento está dándole
vueltas a cosas que sucedieron y planeando otras que
tendremos que hacer, pero pocas veces nos centramos
conscientemente en el presente.
El inconsciente es el que se encarga de funciones en el
momento actual mientras nuestra mente está
divagando por el pasado o futuro. Se podría decir que
nos protege del entorno en el presente y, si aparece un
peligro, se encarga de focalizar la atención en este para
poder reaccionar ante él.
El cerebro inconsciente
Ante un peligro, si nuestra reacción fuera consciente
usaríamos nuestro razonamiento, lo cual implicaría una
mayor flexibilidad ante la situación; sin embargo,
provocaría un retraso a la hora de actuar. Vivimos en el
pasado, todo lo que experimentamos conscientemente ya
ha sucedido aunque percibamos que lo estamos viviendo
sin retraso ya que la información visual tarda al menos un
tercio de segundo en ser procesada. Esta latencia de
tiempo puede tener graves consecuencias a la hora de
reaccionar ante un accidente de tráfico, por ejemplo.
El cerebro inconsciente
De todas maneras, ante una situación de riesgo, la primera
reacción que tenemos es inconsciente: cualquier estímulo
visual tarda 50 milisegundos en llegar al tálamo. Si lo
percibido se categoriza como un peligro, este envía
simultáneamente la información al córtex visual y a la
amígdala, que es la encargada de disparar la señal de
alarma y, en tan solo 150 milisegundos, nos ponemos en
acción sin saber por qué. A partir de este momento, se
empiezan a procesar y analizar los colores, siluetas y
contrastes y se recomponen los fragmentos en una imagen
significativa y consciente.
El cerebro inconsciente
El inconsciente también tiene un importante papel a la hora de
relacionarnos con los demás, más concretamente cuando conocemos a
alguien por primera vez; en ese instante ya nos formamos una opinión de
esta persona.
Todos generalizamos, sin darnos cuenta, nuestras anteriores vivencias con
los otros y nuestro cerebro es experto en clasificar los rostros y colocarlos
en categorías específicas. Tan solo necesitamos 100 milisegundos de
exposición a una nueva cara para juzgarla y realizar valoraciones como, por
ejemplo, si esa persona es digna de confianza, competente o conflictiva;
cuando se ve un rostro con los ojos juntos y la barbilla cuadrada, por lo
general, se le evalúa como una persona agresiva. Aunque no tengamos la
intención de juzgar, son procesos automáticos muy rápidos basados en las
experiencias previas que se han registrado en el inconsciente.
El cerebro inconsciente
Cada vivencia ha dejado una huella en nuestra memoria inconsciente.
Esta base de datos influye en la toma de decisiones recuperando la
información que tenemos almacenada, con lo que gran parte de las
decisiones que tomamos a diario son instintivas y se basan en
procesos ajenos a la lógica.
Se ha demostrado que en muchas situaciones, si hay que decidir entre
dos opciones, es mejor basarse en una buena razón que tener en
cuenta muchas alternativas; es fácil pensar que cuantas más opciones
e información tengamos para tomar una decisión, hay más
posibilidades de optar por la más adecuada. Sin embargo, valorar los
pros y los contras requiere invertir tiempo y recursos, resultando poco
eficaz.
El cerebro inconsciente
Se ha comprobado que las decisiones instintivas son
eficaces, a veces mucho más eficaces que las
decisiones racionales.
La intuición se basa en principios sencillos que ignoran
la información que es más irrelevante y seleccionan
una o dos buenas razones, es decir, se basa en una
regla general para la toma de decisiones.
En nuestra vida cotidana, en contra de la creencia
popular, nos guiamos más a menudo por reglas
generales que por la razón.
El cerebro inconsciente
Es fácil caer en la creencia de que nuestra capacidad de
raciocinio impera en nuestro día a día, sin embargo, cuantos
más estudios e investigaciones se realizan sobre la mente
humana más evidencias se tienen a favor de que nuestra
parte inconsciente es la que determina nuestras acciones.
Se podría decir que el inconsciente es el encargado de hacer
el trabajo sucio, evitando que nuestro pensamiento se
sature de información y en cierta medida nuestro ángel de la
guarda, protegiéndonos de nuestro entorno mientras
nosotros estamos distraídos en nuestro pensamiento
consciente.
6.2. La creatividad del arte: su relación con el
cerebro.
Las redes neuronales creativas
• Hay tres redes neuronales relacionadas con las habilidades creativas.
• "Medimos la actividad del cerebro cuando las personas estaban trabajando
en una tarea que requiere pensamiento creativo y descubrimos que los que
tienen ideas más originales, mostraron un patrón distinto en sus conexiones
cerebrales", dice Roger Beaty
• Beaty estudió el comportamiento de las distintas redes neuronales utilizando
una resonancia magnética funcional (fMRI, por su nomenclatura en inglés),
una técnica que permite obtener imágenes de la actividad del cerebro.
• "Pudimos predecir -modestamente- la habilidad creativa de una persona a
partir de la fuerza de sus conexiones neuronales al interior de una misma
red", comenta el científico.
• "En general, las personas con conexiones más fuertes, tuvieron mejores
ideas".
Las redes neuronales creativas
Estas redes son:
• la red neuronal por defecto, que se utiliza
cuando el cerebro está imaginando;
• la red de control ejecutivo, que se activa para
tomar decisiones; y
• la red de prominencia, utilizada para discernir
la importancia de una cosa y que funciona
como un interruptor entre las otras dos redes.
Las redes neuronales creativas
Las redes neuronales creativas
• La red de prominencia tiene una función clave
para alternar entre el mecanismo de
generación de ideas y el de evaluación de las
mismas.
• Normalmente estas redes no se activan al
mismo tiempo. Por ejemplo, cuando se activa
la red de control ejecutivo, la red neuronal por
defecto se desactiva.
Las redes neuronales creativas
• Pero la investigación sugiere que "las personas creativas
tienen una mayor habilidad para coactivar redes neuronales
que habitualmente trabajan por separado“.
• Los más creativos pueden activar distintas redes neuronales
al mismo tiempo.
• "El cerebro creativo está conectado de una manera diferente
y las personas creativas son más capaces de activar sistemas
cerebrales que típicamente no funcionan juntos".
• Esas conclusiones van en la misma línea de otros estudios
realizados con artistas como músicos de jazz, poetas y
artistas visuales.
6.3. La evolución del cerebro humano. Los
hemisferios cerebrales
6.4. La creatividad y su relación con la
genialidad.
• Entrenando el cerebro
• El investigador dice que es posible entrenar el cerebro en áreas
determinadas para estimular ideas originales.
• "El entrenamiento en distintos campos, como la escritura creativa, puede
funcionar -en parte- para mejorar la conectividad neuronal dentro de
una misma red", señala.
• "Otros entrenamientos cognitivos y estimulaciones cerebrales no
invasivas también podrían ser útiles para facilitar los pensamientos
creativos", agrega.
• Pero otra cosa es un "cerebro creativo" que activa en paralelo varios
circuitos cerebrales y cuyas conexiones son más fuertes.
• La creatividad se relaciona con la fuerza de las conexiones al interior de
una misma red neuronal.
• Los creativos tienen un patrón distinto de conexiones
neuronales", dice Beaty.
• Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Isaac Newton, Miguel
Ángel... la lista de genios en la historia de la humanidad
está llena de personalidades desbordantes de creatividad.
• Pero sin llegar a esas alturas, las personas que generan
ideas originales en su vida cotidiana tienen un cerebro
distinto a los demás, según una investigación liderada por
Roger Beaty, experto en neurociencia cognitiva de la
Universidad de Harvard.
• Igual que la inteligencia, la creatividad puede ser
considerada como un talento que todas las personas
tienen en mayor o menor medida. De hecho, cuando hay
que pagar deudas, irse de vacaciones o mentir, es
necesario tener ideas ingeniosas.
• Poco a poco los científicos han comenzado a descubrir
cuáles son las zonas del cerebro que se relacionan con la
creatividad y a identificar procesos como las ideas
espontáneas y el pensamiento controlado, aquel que
permite determinar si esas "ideas locas" pueden llegar a
funcionar en la vida real.

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