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Este documento discute la creatividad y su relación con el cerebro. Explica que existen tres redes neuronales relacionadas con las habilidades creativas: la red neuronal por defecto, la red de control ejecutivo y la red de prominencia. Las personas creativas tienen una mayor habilidad para activar estas redes al mismo tiempo. También señala que es posible entrenar el cerebro en áreas como la escritura creativa para mejorar la conectividad neuronal y estimular ideas originales.
Este documento discute la creatividad y su relación con el cerebro. Explica que existen tres redes neuronales relacionadas con las habilidades creativas: la red neuronal por defecto, la red de control ejecutivo y la red de prominencia. Las personas creativas tienen una mayor habilidad para activar estas redes al mismo tiempo. También señala que es posible entrenar el cerebro en áreas como la escritura creativa para mejorar la conectividad neuronal y estimular ideas originales.
Este documento discute la creatividad y su relación con el cerebro. Explica que existen tres redes neuronales relacionadas con las habilidades creativas: la red neuronal por defecto, la red de control ejecutivo y la red de prominencia. Las personas creativas tienen una mayor habilidad para activar estas redes al mismo tiempo. También señala que es posible entrenar el cerebro en áreas como la escritura creativa para mejorar la conectividad neuronal y estimular ideas originales.
los lóbulos frontales a la hora ser creativos Lic. Fco. Javier Manriquez Soto Docente de la Universidad Mundial Campus Los Cabos 1-2023 6.1. El cerebro inconsciente. • https://www.facebook.com/watch/?v=101564 71706114665 • https://dai.ly/x1xtwgo • El cerebro inconsciente: Magia CAPITULO 1 El cerebro inconsciente • Desde el momento en que nos despertamos, nuestra cabeza se pone en marcha y no dejamos ni un instante de pensar en todo tipo de cosas, ya sean importantes o nimiedades; nos levantamos de la cama y ponemos el piloto automático mientras empezamos con la rutina de todas las mañanas sin detenernos a pensar como se prepara el café, como nos vestimos o nos cepillamos los dientes. El encargado de llevar a cabo estas tareas rutinarias es el inconsciente, mientras que la parte consciente está ocupada pensando dónde se dejaron las llaves del coche o si llegará tarde al trabajo. • Nuestros procesos mentales son una combinación entre los procesos conscientes y los inconscientes, interactuando de un modo dinámico. La parte inconsciente gestiona el 90% de lo que hacemos sin molestar a la parte consciente, sin prestar atención. Esta se activa para los estímulos nuevos o importantes ya que es imposible procesar todo lo que sucede a nuestro alrededor. El cerebro inconsciente Se calcula que el inconsciente es capaz de absorber simultáneamente 11 millones de unidades de información mientras que conscientemente percibimos un máximo de 40 unidades; esto se traduce en que el primero procesa 200.000 veces más datos, lo que se debe a que la parte consciente de nuestro cerebro se limita únicamente al córtex cerebral, el área más superficial con aproximadamente un milímetro de espesor. No obstante, los procesos conscientes consumen la mayor parte de la energía que este utiliza.. El cerebro inconsciente Se podría decir que el inconsciente es un filtro que selecciona la información relevante para que la procese el consciente, y obvia lo irrelevante. La estructura encargada de decidir qué es lo bastante nuevo e importante para compartir con nosotros es el tálamo. Este filtro permite que no nos saturemos con toda la cantidad de información que hay a nuestro alrededor y nos ayuda a adaptarnos a nuestro entorno. Dado que es imposible que podamos estar atentos a todo lo que percibimos, nuestro cerebro bloquea el tacto de nuestro reloj o de un collar y ni siquiera sentimos que lo llevamos puesto. El cerebro inconsciente Constantemente nuestro pensamiento está dándole vueltas a cosas que sucedieron y planeando otras que tendremos que hacer, pero pocas veces nos centramos conscientemente en el presente. El inconsciente es el que se encarga de funciones en el momento actual mientras nuestra mente está divagando por el pasado o futuro. Se podría decir que nos protege del entorno en el presente y, si aparece un peligro, se encarga de focalizar la atención en este para poder reaccionar ante él. El cerebro inconsciente Ante un peligro, si nuestra reacción fuera consciente usaríamos nuestro razonamiento, lo cual implicaría una mayor flexibilidad ante la situación; sin embargo, provocaría un retraso a la hora de actuar. Vivimos en el pasado, todo lo que experimentamos conscientemente ya ha sucedido aunque percibamos que lo estamos viviendo sin retraso ya que la información visual tarda al menos un tercio de segundo en ser procesada. Esta latencia de tiempo puede tener graves consecuencias a la hora de reaccionar ante un accidente de tráfico, por ejemplo. El cerebro inconsciente De todas maneras, ante una situación de riesgo, la primera reacción que tenemos es inconsciente: cualquier estímulo visual tarda 50 milisegundos en llegar al tálamo. Si lo percibido se categoriza como un peligro, este envía simultáneamente la información al córtex visual y a la amígdala, que es la encargada de disparar la señal de alarma y, en tan solo 150 milisegundos, nos ponemos en acción sin saber por qué. A partir de este momento, se empiezan a procesar y analizar los colores, siluetas y contrastes y se recomponen los fragmentos en una imagen significativa y consciente. El cerebro inconsciente El inconsciente también tiene un importante papel a la hora de relacionarnos con los demás, más concretamente cuando conocemos a alguien por primera vez; en ese instante ya nos formamos una opinión de esta persona. Todos generalizamos, sin darnos cuenta, nuestras anteriores vivencias con los otros y nuestro cerebro es experto en clasificar los rostros y colocarlos en categorías específicas. Tan solo necesitamos 100 milisegundos de exposición a una nueva cara para juzgarla y realizar valoraciones como, por ejemplo, si esa persona es digna de confianza, competente o conflictiva; cuando se ve un rostro con los ojos juntos y la barbilla cuadrada, por lo general, se le evalúa como una persona agresiva. Aunque no tengamos la intención de juzgar, son procesos automáticos muy rápidos basados en las experiencias previas que se han registrado en el inconsciente. El cerebro inconsciente Cada vivencia ha dejado una huella en nuestra memoria inconsciente. Esta base de datos influye en la toma de decisiones recuperando la información que tenemos almacenada, con lo que gran parte de las decisiones que tomamos a diario son instintivas y se basan en procesos ajenos a la lógica. Se ha demostrado que en muchas situaciones, si hay que decidir entre dos opciones, es mejor basarse en una buena razón que tener en cuenta muchas alternativas; es fácil pensar que cuantas más opciones e información tengamos para tomar una decisión, hay más posibilidades de optar por la más adecuada. Sin embargo, valorar los pros y los contras requiere invertir tiempo y recursos, resultando poco eficaz. El cerebro inconsciente Se ha comprobado que las decisiones instintivas son eficaces, a veces mucho más eficaces que las decisiones racionales. La intuición se basa en principios sencillos que ignoran la información que es más irrelevante y seleccionan una o dos buenas razones, es decir, se basa en una regla general para la toma de decisiones. En nuestra vida cotidana, en contra de la creencia popular, nos guiamos más a menudo por reglas generales que por la razón. El cerebro inconsciente Es fácil caer en la creencia de que nuestra capacidad de raciocinio impera en nuestro día a día, sin embargo, cuantos más estudios e investigaciones se realizan sobre la mente humana más evidencias se tienen a favor de que nuestra parte inconsciente es la que determina nuestras acciones. Se podría decir que el inconsciente es el encargado de hacer el trabajo sucio, evitando que nuestro pensamiento se sature de información y en cierta medida nuestro ángel de la guarda, protegiéndonos de nuestro entorno mientras nosotros estamos distraídos en nuestro pensamiento consciente. 6.2. La creatividad del arte: su relación con el cerebro. Las redes neuronales creativas • Hay tres redes neuronales relacionadas con las habilidades creativas. • "Medimos la actividad del cerebro cuando las personas estaban trabajando en una tarea que requiere pensamiento creativo y descubrimos que los que tienen ideas más originales, mostraron un patrón distinto en sus conexiones cerebrales", dice Roger Beaty • Beaty estudió el comportamiento de las distintas redes neuronales utilizando una resonancia magnética funcional (fMRI, por su nomenclatura en inglés), una técnica que permite obtener imágenes de la actividad del cerebro. • "Pudimos predecir -modestamente- la habilidad creativa de una persona a partir de la fuerza de sus conexiones neuronales al interior de una misma red", comenta el científico. • "En general, las personas con conexiones más fuertes, tuvieron mejores ideas". Las redes neuronales creativas Estas redes son: • la red neuronal por defecto, que se utiliza cuando el cerebro está imaginando; • la red de control ejecutivo, que se activa para tomar decisiones; y • la red de prominencia, utilizada para discernir la importancia de una cosa y que funciona como un interruptor entre las otras dos redes. Las redes neuronales creativas Las redes neuronales creativas • La red de prominencia tiene una función clave para alternar entre el mecanismo de generación de ideas y el de evaluación de las mismas. • Normalmente estas redes no se activan al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando se activa la red de control ejecutivo, la red neuronal por defecto se desactiva. Las redes neuronales creativas • Pero la investigación sugiere que "las personas creativas tienen una mayor habilidad para coactivar redes neuronales que habitualmente trabajan por separado“. • Los más creativos pueden activar distintas redes neuronales al mismo tiempo. • "El cerebro creativo está conectado de una manera diferente y las personas creativas son más capaces de activar sistemas cerebrales que típicamente no funcionan juntos". • Esas conclusiones van en la misma línea de otros estudios realizados con artistas como músicos de jazz, poetas y artistas visuales. 6.3. La evolución del cerebro humano. Los hemisferios cerebrales 6.4. La creatividad y su relación con la genialidad. • Entrenando el cerebro • El investigador dice que es posible entrenar el cerebro en áreas determinadas para estimular ideas originales. • "El entrenamiento en distintos campos, como la escritura creativa, puede funcionar -en parte- para mejorar la conectividad neuronal dentro de una misma red", señala. • "Otros entrenamientos cognitivos y estimulaciones cerebrales no invasivas también podrían ser útiles para facilitar los pensamientos creativos", agrega. • Pero otra cosa es un "cerebro creativo" que activa en paralelo varios circuitos cerebrales y cuyas conexiones son más fuertes. • La creatividad se relaciona con la fuerza de las conexiones al interior de una misma red neuronal. • Los creativos tienen un patrón distinto de conexiones neuronales", dice Beaty. • Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Isaac Newton, Miguel Ángel... la lista de genios en la historia de la humanidad está llena de personalidades desbordantes de creatividad. • Pero sin llegar a esas alturas, las personas que generan ideas originales en su vida cotidiana tienen un cerebro distinto a los demás, según una investigación liderada por Roger Beaty, experto en neurociencia cognitiva de la Universidad de Harvard. • Igual que la inteligencia, la creatividad puede ser considerada como un talento que todas las personas tienen en mayor o menor medida. De hecho, cuando hay que pagar deudas, irse de vacaciones o mentir, es necesario tener ideas ingeniosas. • Poco a poco los científicos han comenzado a descubrir cuáles son las zonas del cerebro que se relacionan con la creatividad y a identificar procesos como las ideas espontáneas y el pensamiento controlado, aquel que permite determinar si esas "ideas locas" pueden llegar a funcionar en la vida real.