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Filiación Extramatrimonial
Filiación Extramatrimonial
EXTRAMATRIMONIAL
O NATURAL
Clases de filiación extramatrimonial
Art. 227, incs. 1 y 2: “Son hijos naturales los nacidos de padres que, en el acto de la concepción, no
estaban unidos por matrimonio.
No tienen, sin embargo, la calidad legal de hijos naturales, sino cuando son reconocidos o declarados
tales, con arreglo a lo dispuesto en la Sección siguiente”.
En la filiación natural, del art. 227 resulta que puede existir una filiación natural de hecho y otra de
derecho.
La primera resulta de la concepción fuera del matrimonio, sin perjuicio de lo dispuesto por el art. 216.
En este caso hay filiación biológica, mas no jurídica.
La segunda resulta de un reconocimiento (por ende, voluntario) o de una sentencia judicial dictada en
un juicio ordinario, emplazándose en ambos casos al hijo natural en la calidad legal de tal. En estos
casos, el presupuesto biológico asume el carácter de un presupuesto ineludible para la determinación
de una filiación jurídica.
Es ese vínculo biológico (el ser hijo natural de hecho), al cual se le adiciona un reconocimiento o una
sentencia judicial, lo que determinará la condición legal de hijo natural.
Filiación natural de hecho
Legitimación activa en la responsabilidad extracontractual. • A.D.C.U.,
T. XXVII, f. 354, pág. 128. La circunstancia de que el actor no tenga la
calidad de hijo natural por falta de reconocimiento de su padre, fallecido en
el accidente, no le quita legitimación para pretender la indemnización de
los daños causados por la muerte del mismo. Si bien los hijos naturales no
reconocidos no son legalmente hijos, son titulares de un interés
jurídicamente protegido (art. 40 de la Const.) y este es atributivo de
legitimación para reclamar la reparación por responsabilidad
extracontractual por el daño causado por la muerte de su padre, contra el
ofensor.
Reclamación de daño moral por el no reconocimiento. Inc. 1° de los arts.
28 y 30 del C.N.A.
● RECONOCIMIENTO EXPRESO
Art. 233: “El reconocimiento de un hijo natural puede hacerse expresa o tácitamente.
El reconocimiento expreso debe hacerse por escritura pública o por testamento o ante
el Oficial del Estado Civil en el acto de la inscripción del nacimiento o después de
verificada.
Cuando se efectúe el reconocimiento ante el Oficial del Estado Civil, si la persona que
lo hace no fuese de conocimiento del funcionario, deberá justificar su identidad con dos
testigos de conocimiento de éste, todo lo cual deberá constar en el acta.
Cuando se haga el reconocimiento después de la inscripción del nacimiento, deberá
acompañarse la partida respectiva.
El reconocimiento tácito es el que resulta de la constatación, ante el Juez competente,
de la posesión notoria del estado de hijo natural de conformidad con los artículos 44, 46,
47 y 48 de este Código en lo que fueren aplicables”.
Art. 31 del C.N.A.
(Formalidades del reconocimiento).- El reconocimiento puede tener lugar:
1) Por la simple declaración formulada ante el Oficial de Estado Civil por cualquiera de los
progenitores biológicos en oportunidad de la inscripción del nacimiento del hijo, o después de
verificada la misma, como hijo habido fuera del matrimonio, suponiendo la sola inscripción
reconocimiento expreso.
2) Por testamento, en cuyo caso el reconocimiento podrá ser expreso o implícito.
3) Por escritura pública.
● Con la nueva redacción del art. 220 del C.C.U., en la redacción dada por el art. 29 del C.N.A., se
incorpora una nueva forma de reconocimiento, que tiene lugar cuando el padre biológico incoa y
triunfa en la acción de impugnación de paternidad de quien figura como padre legítimo de su hijo.
● El reconocimiento expreso no obsta al dictado de la sentencia en el juicio de investigación de
paternidad (TAF 2. Sent. N° SEF 11-000065/2013. 12/06/2013. CAVALLI (Red.), CANTERO,
SILBERMANN).
Momento del reconocimiento
El reconocimiento de hijo natural puede tener lugar en el mismo acto de la inscripción o posteriormente, como
dispone el art. 233, inc. 2º del C.C. De acuerdo al art. 31.1 del C.N.A., la simple inscripción del hijo como propio
supone reconocimiento expreso.
La razón de la disposición se halla en que judicialmente (A.D.C.U., T. XIX, fs. 611 y 614, pág. 331) se había
dispuesto que es necesaria que conste la manifestación de voluntad del padre o madre que verifica el acto
inscripcional, de reconocer al hijo, lo que se consigna a través de una fórmula reconocida en la práctica («... y que
deja reconocido de conformidad con el art. 233 del C.C.»), que queda asentada en la misma acta. Por tanto, la
simple inscripción del nacimiento no importa reconocimiento y carece de todo efecto atributivo de filiación.
Cuando el reconocimiento del hijo natural se efectúa después de haberse registrado su nacimiento, debe
expresarse en el acta su consentimiento para ser reconocido, toda vez que sea mayor de edad, sin perjuicio de la
firma del acta (art. 46 del D-L 1430, en la redacción dada por la ley 4811).
En alguna sentencia judicial se ha admitido que, a pesar de que debería cambiar el apellido del reconocido, éste
se mantenga inmutable, pues ha sido conocido por él en su vida de relación. Actualmente, conforme al art. 32 del
C.N.A., cuando el hijo fuere reconocido luego de haber cumplido trece años de edad, tiene derecho a expresar en
forma ante el Oficial del Registro de Estado Civil su voluntad de seguir usando los apellidos con los que hasta
entonces era identificado. Dicha expresión de voluntad será anotada al margen de su partida de nacimiento.
Caracteres del reconocimiento expreso
a. Unilateral y no recepticio. El reconocimiento produce sus efectos sin que sea necesario dar noticia
al hijo y aún en su ignorancia o resistencia. En este último caso, el repudio o la impugnación (art. 238)
serán las vías que tendrá el reconocido para abatir aquel reconocimiento. Excepción: reconocido mayor
de edad.
b. Individual. Solo el padre es apto para reconocer su paternidad y la madre su maternidad, lo cual
pueden hacer separada o conjuntamente. Se prohíbe declarar el nombre de la persona con quien se tuvo
el hijo, salvo que esa persona ya lo haya reconocido o lo haga en el mismo acto (art. 236).
Art. 236: “Cuando el padre o la madre reconozca separadamente un hijo natural, no podrá revelar
en el acto del reconocimiento el nombre de la persona con quien lo hubo, a menos que ésta ya lo
hubiese reconocido”. Vid. ords. 4 y 5 del art. 27 del C.N.A.
c. Es personalísimo. No obstante, puede efectuarse con apoderado con poder especial al efecto.
Reconocimiento por mandatario. Nada impide que el reconocimiento se efectúe por apoderado,
siempre que en el apoderamiento se establezca fehacientemente el sujeto a reconocer.
Sigue:
d. Puro y simple. No puede someterse a condiciones. Art. 239: “El reconocimiento del hijo
natural, sea hecho por escritura pública o por testamento, es irrevocable y no admite
condiciones, plazos o cláusulas de cualquier naturaleza, que modifiquen sus efectos regulares,
sin ser necesaria la aceptación por parte del hijo ni la notificación a éste, sin perjuicio de lo
que al respecto establece la Ley de Registro de Estado Civil”.
e. Irrevocable. Art. 239. Quien reconoce no tiene la aptitud de sustraer de efectos a la
voluntad emitida. Si el reconocimiento se hace por testamento, la revocación de éste no
produce la del reconocimiento. Sin embargo, como negocio jurídico que es puede solicitarse
su nulidad en caso de que la voluntad del reconociente haya estado viciada de error, violencia
o dolo.
f. Formal. El reconocimiento expreso siempre se lleva a cabo a través de un instrumento
público, sea ante un oficial del Registro de Estado Civil o ante Escribano, además de la
hipótesis hoy reglada por el art. 220 del C.C., en la redacción dada por el C.N.A.
Capacidad para reconocer
Art. 30 del C.N.A. (Capacidad de los padres para reconocer a sus hijos).- Todo progenitor tiene el derecho y
el deber, cualquiera fuere su estado civil y edad, de reconocer a su hijo.
No obstante, las mujeres menores de 12 (doce) años y los varones menores de 16 (dieciséis), no podrán
realizar reconocimientos válidos sin aprobación judicial, previa vista del Ministerio Público.
En los casos de progenitores menores no casados, el Juez decidirá a quién se le atribuyen los derechos y
deberes inherentes a la tutela, otorgando preferencia al abuelo que conviva con el progenitor que reconoce y el
reconocido.
Previo a todas las decisiones a que refiere el inciso anterior que requieran autorización judicial, se deberá
oír a cualquiera de los padres que haya reconocido al hijo.
La patria potestad será ejercida en forma plena por ambos padres, a partir de que estos cumplan 18
(dieciocho) años.
Art. 235 del C.C. (derogado): “El menor que no sea casado, emancipado o habilitado de edad, no podrá reconocer
válidamente a un hijo natural”.
El reconocimiento es nulo si lo efectúa un demente, sea o no interdicto, o un sordomudo analfabeto. La inhabilitación no es
impedimento para el reconocimiento.
Repudio del reconocimiento
Art. 238 ab initio: “El que fuere reconocido como hijo natural, podrá quitar al
reconocimiento sus efectos legales toda vez que lo repudie dentro del año en que tuvo
conocimiento del hecho, si es mayor de edad y dentro del mismo plazo y condición al
llegar a la mayoría de edad”.
● El repudio es un negocio jurídico sometido a plazos de caducidad y que
corresponde al propio reconocido. Tiene su fundamento en el principio de
autonomía de la voluntad y en el interés del hijo, aun en detrimento de la verdad
biológica.
● Se trata de un negocio jurídico unilateral por el cual se permite que quien
tiene un estado civil determinado se desplace, por su propia voluntad, de él. Es
además personalísimo, en tanto no puede realizarlo los representantes legales del
reconocido, no recepticio y consensual. No se requieren motivos para su admisión.
Sigue:
La posesión notoria resulta del tratamiento dispensado a la pretendida hija natural sin formas
solemnes, pero en modo explícito, categórico y prolongado, demostrativo de dicho estado civil en los
hechos (trato y fama) y durante el tiempo prefijado por la ley. TAF 2. Sent. N° DEFA-0011-001238/2019 -
SEF-0011-000206/2019. 30/10/2019. MUSI CHIARELLI (Red.), ÁLVAREZ MARTÍNEZ, CAVALLI: (…) la
posesión notoria “… consiste en la existencia de una serie continuada de hechos que de un modo lo
denuncian: No es un medio de prueba supletorio sino que en sí mismo es un acto constitutivo del estado civil
del hijo natural por medio de reconocimiento tácito, de manera que la sentencia que así lo constate será
meramente declarativa de la existencia de un derecho, desde que el derecho del declarado hijo natural existía
con anterioridad a esa declaratoria judicial” (Cfme. Cestan ADCU Tomo XIX c. 551). Resulta claro que la
posesión notoria de estado de hijo natural se integra a través de tres elementos: trato, fama y tiempo (arts. 46,
47 y 233 del CC); debe admitirse que si bien corresponde exigir la plena prueba invocada (dado que importa
un medio constitutivo y no un medio supletorio de prueba del estado civil), cuando se trata de filiación natural
no se exige la especial severidad y el tiempo y la fama hay que indagarlos en el contexto del medio en que se
desarrollaron, paraje rural o ciudad pequeña donde las pautas culturales se desarrollan en un entorno diferente
al de ciudades de mayor envergadura cuyo relacionamiento es diferente, en tanto en las primeras el entorno es
de una mayor conocimiento y cercanía. Sin perjuicio de ello, la prueba si bien debe analizarse de forma
racional no excluye que debamos arribar a una convicción seria y no dudosa.
Aun cuando surja acreditado el vínculo biológico por exámenes de ADN,
esa prueba no es idónea por sí sola para admitir el reconocimiento tácito
TAF 2. Sent. N° DFA-11-1341/2019 - SEF-11-227/2019. 27/11/2019. ÁLVAREZ MARTÍNEZ
(Red.), MUSI CHIARELLI, CAVALLI: … el reconocimiento tácito resulta configurado cuando el
progenitor natural ha tratado durante diez años a su hijo como tal, proveyendo a su educación y
establecimiento y lo ha presentado en tal carácter a sus deudos y amigos, quienes, así como los
vecinos, en general lo han reputado como hijo de tal progenitor. Quiere decir que no emerge de un
acto jurídico concreto como es el caso del reconocimiento expreso sino de las conductas referidas
por el legislador que se mantienen durante diez años. No consiste en un acto jurídico sino que se
funda en un conjunto de hechos a los que la ley les otorga eficacia emplazatoria, siempre que se
verifiquen durante un plazo mínimo de diez años. … En la especie, si bien surge acreditado el
vínculo biológico, habiéndose efectuado dos exámenes de ADN que lo confirman, el mismo no es
idóneo para acreditar la existencia de los requisitos legales, y en opinión de los firmantes, de la
valoración global y conforme a la sana crítica de las probanzas diligenciadas, aún apreciadas con
flexibilidad, no surgen elementos convictivos relativos al reconocimiento tácito invocado.
Diferencias con la acción de
investigación de paternidad
1º) En cuanto a su finalidad, la investigación de la paternidad tiene como su
nombre lo indica a averiguar algo que no se reconoce, se ha negado o se oculta. La
posesión notoria, en cambio, busca obtener la declaración de que se ha operado el
reconocimiento tácito, esto es la confesión pública, reiterada e inequívoca de que
el padre o madre ha hecho respecto del hijo. El reconocimiento tácito, como el
expreso, supone voluntariedad del padre o madre reconocientes, a diferencia de lo
que ocurre con la investigación de la paternidad
2º) En cuanto a la prueba, en la investigación de la paternidad se trata de
probar si tal o cual sujeto es padre, en el reconocimiento tácito, por el contrario, la
prueba se circunscribe al contralor de los hechos constitutivos de la posesión de
estado y si de éstos deriva un reconocimiento.
Sigue:
Sent. del T.A.F. 2° Turno N° 3/2012, de 2/2/2012: …en esta clase de juicios, para acreditar la
paternidad, son admisibles todas las clases de prueba; la no colaboración para su diligenciamiento sin
causa justificada es tenida como una presunción simple en contra (art. 204 C.N.A). Se trata de una
expresa presunción legal inherente a un acto u hecho determinado por disposición especial de la ley cuya
exigencia operativa (vg. la de colaborar) se erige en un claro y manifiesto propósito querido por el
legislador, de modo de asegurar el predominio de la verdad material en vistas a la realización efectiva de
aquellos derechos, aparejando efectos adversos a quien no realiza la conducta debida y trasladándole la
carga de probar lo contrario del hecho presumido. …la contumaz y renuente actitud del demandado en
realizar la prueba pericial dispuesta para el esclarecimiento de la paternidad atribuida; en estricto rigor la
única que por su preeminente base científica resultaba determinante a los fines y objeto del proceso (art.
177 C.G.P). No le interesó su producción; siendo éste quien contaba con la disponibilidad del medio de
convicción (sin irrogarle gasto alguno), de lo que se extrae con su conducta omisa, la insinceridad de su
Defensa y la credibilidad y sustento de la pretensión instaurada. Especialmente cuándo, habiendo
admitido la existencia de relación sexual con la actora, aunque esporádica y no contemporánea a la época
de la concepción, la inclusión o exclusión de dicha paternidad dependía objetiva y exclusivamente de la
prueba pericial aludida que rechazó sin causa justificada ni probó lo contrario de la presunción legal.
La falta de colaboración de la demandada en la realización de un
estudio de ADN conduce a acoger la demanda de impugnación
de reconocimiento
TAF 1. Sent. CED-0010-000185/2020. 30/04/2020. MESSERE FERRARO (Red.), MUSI
CHIARELLI, DÍAZ SIERRA: (…) rectamente interpretada la demanda, es claro que el actor
impugna el reconocimiento de paternidad habida fuera del matrimonio porque afirma en
definitiva que no es el padre biológico, más allá de la duda que pueda tener, lo que es
ciertamente lógico. III. En cuanto a la prueba científica, corresponde señalar, que fue
admitida en la estación procesal oportuna sin que mediara oposición. Así las cosas, in folios,
es de aplicación lo dispuesto por el art. 189.3 del CGP. … no existe prueba en contrario que
pueda destruir la presunción simple aplicable al caso en análisis. A mayor abundamiento, si
bien en el caso de autos no es de aplicación la regla general de admisión, la actitud
prescindente de la demandada, al no evacuar el traslado de la demanda, es un elemento que
coadyuva con la presunción nacida por la falta de colaboración en el diligenciamiento de
prueba.