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Arquidiócesis de Toluca <<Que en Cristo nuestra

Comisión de Pastoral Profética Pascua, encontremos la


Dimensión de Misiones verdadera Paz>>
Tema 2: Jesucristo Resucitado comunica la paz a
sus discípulos.

• Objetivo: Descubrir desde


el misterio pascual de
Cristo, cómo su muerte y
resurrección nos llama a
ser forjadores de paz en el
mundo que vivimos, para
ser luz y sal del mundo.
Iluminación Bíblica
Del Evangelio según San Juan 20, 19-23
• Al atardecer de ese mismo día, el primero de la
semana, estando cerradas las puertas del lugar
donde se encontraban los discípulos, por temor
a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio
de ellos, les dijo: «¡La paz esté con ustedes!».
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su
costado. Los discípulos se llenaron de alegría
cuando vieron al Señor. Jesús les dijo de nuevo:
«¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me
envió a mí, yo también los envío a ustedes» Al
decirles esto, sopló sobre ellos y añadió
«Reciban al Espíritu Santo. Los pecados serán
perdonados a los que ustedes se los perdonen, y
serán retenidos a los que ustedes se los
retengan.
• Palabra de Dios.
Reflexión
• La Pascua del Señor, nos da vida nueva a partir de la
aceptación en nuestro corazón llenándonos de una
inmensa paz.
• Nuestros obispos nos dicen: A Jesucristo lo
conocemos por medio de la Palabra de Dios. En la
Sagrada Escritura encontramos elementos que nos
ayudan a tener una comprensión más aguda de lo
que es la violencia y de la tarea de los discípulos del
Señor en la construcción de la paz. La gravedad de la
situación y la urgencia de la paz, exigen de nosotros
respuestas inaplazables, actitudes radicales y para
llegar a ellas es necesario interpretar la realidad,
darle un significado desde nuestra fe en Dios que es
Amor, pues «nosotros hemos conocido el amor que
Dios nos tiene y hemos creído en Él» (1 Jn 4,16) (Cfr.
Que en Cristo nuestra Paz México tenga una vida
digna CEM, 115, p.40 2010, Méx.)
• Estamos llamados a seguir las
huellas de Jesucristo para ser
forjadores de paz.
• Se necesitan discípulos
valientes, con una sólida fe y
madura, siendo auténticos
pregoneros de la paz de Cristo.
• Contrarrestar la violencia con
actitudes pacificadoras en los
lugares que nos ha tocado vivir.
Nuestros obispos mexicanos nos exhortan en
el Proyecto Global de Pastoral:
• La redención de Jesucristo no se reduce al
momento de la entrega de su vida en la muerte
en la cruz. El acontecimiento “Jesucristo” es
todo redentor desde la creación del universo de
la que Jesucristo es mediador, su encarnación,
su predicación y su praxis del Reino de Dios, la
conformación de su comunidad de discípulos,
su muerte y resurrección, la comunicación de su
Espíritu, su presencia como resucitado en el
mundo, en la humanidad, en la Iglesia, su
trabajo permanente en la obra de cristificación
de la realidad, hasta que todas las cosas lo
tengan por cabeza (cfr. Ef 1,10) (PGP 104).
El papa Francisco en su mensaje Urbi et orbi de la pascua 2022 decía:
• Jesús, el Crucificado, ha resucitado. Se presenta ante
aquellos que lloran por él, encerrados en sus casas, llenos
de miedo y angustia. Se pone en medio de ellos y les dice:
«¡La paz esté con ustedes!» (Jn 20,19). Les muestra las
llagas de sus manos y de sus pies, y la herida de su
costado. No es un fantasma, es Él, el mismo Jesús que
murió en la cruz y estuvo en el sepulcro. Ante las miradas
incrédulas de los discípulos, Él repite: «¡La paz esté con
ustedes!» (v. 21)
• “También nuestras miradas son incrédulas en esta Pascua
de guerra. Hemos visto demasiada sangre, demasiada
violencia. También nuestros corazones se llenaron de
miedo y angustia, mientras tantos de nuestros hermanos y
hermanas tuvieron que esconderse para defenderse de las
bombas”.
• “nos cuesta creer que Jesús verdaderamente haya
resucitado, que verdaderamente haya vencido a la muerte.
¿Será tal vez una ilusión, un fruto de nuestra imaginación?
No, no es una ilusión”. “¡Cristo ha resucitado!”
• Para creer en la victoria del amor y en la
reconciliación, necesitamos a Jesús
Resucitado, añadió el Papa.  
• “Sólo Él puede hacerlo. Sólo Él tiene hoy el
derecho de anunciarnos la paz. Sólo Jesús,
porque lleva las heridas, nuestras heridas”.
• Y explicó: “Las heridas en el Cuerpo de
Jesús resucitado son el signo de la lucha
que Él combatió y venció por nosotros con
las armas del amor, para que nosotros
pudiéramos tener paz, estar en paz, vivir
en paz. Mirando sus llagas gloriosas,
nuestros ojos incrédulos se abren, nuestros
corazones endurecidos se liberan y dejan
entrar el anuncio pascual: «¡La paz esté
con ustedes!»”
• Que se elija la paz. Que se dejen de hacer
demostraciones de fuerza mientras la
gente sufre. No nos acostumbremos a la
guerra, comprometámonos todos a pedir
la paz con voz potente, desde los balcones
y en las calles.

• Nos invita a elegir el camino de la Paz que


lleva por consecuencia otras virtudes, el
dialogo, fraternidad, respeto, compromiso,
perdón, compasión, solidaridad, igualdad,
etc. Que Jesús Resucitado nos ayude a
vivir esta experiencia de amor a cada uno
de nosotros.
Diálogo Grupal

• ¿Qué elementos descubro en el misterio


pascual de Cristo que nos ayuden hoy en día a
ser forjadores de paz?
• Desde nuestra realidad ¿Qué podemos
aportar como discípulos de Cristo Resucitado
para que la paz que dio a sus apóstoles, hoy se
haga una realidad?
• ¿Qué proponemos para erradicar la violencia,
inseguridad, abusos, y la corrupción en los
ámbitos matrimonial, familiar, laboral, escuela,
sociedad, eclesial, a la luz del misterio
pascual?
Compromiso
A la luz de lo reflexionado ¿Qué acciones nos comprometemos a realizar, en los ámbitos siguientes?
  Qué elemento del misterio pascual Acciones a realizar.
nos ayuda a instaurar la paz

Matrimonio    

Familia    
 

Socia    

Laboral    
 

Escolar    
 

Eclesial    
 
Oración
“Señor Jesús, tu eres nuestra paz,
mira nuestra patria dañada por la violencia,
y dispersa por el miedo y la inseguridad.
Consuela el dolor de quienes sufren.
Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan.
Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y
provocan sufrimiento y muerte,
dales el don de la conversión.
Protege a las familias, a nuestros niños,
adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades.
Que como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables,
sepamos ser promotores de justicia y de paz,
para que en ti, nuestros pueblos tenga vida digna.
María, Reina de la paz, ruega por nosotros”.

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