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Arquidiócesis de Santo Domingo

Arquidiócesis de Santiago
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Diócesis de San Pedro de Macorís
Diócesis de San Francisco de Macorís
Diócesis de Mao-Montecristi
Diócesis de San Juan de la Maguana

Valor del Mes:

PAZ
Lema del Mes:
“La Paz les dejo, mi paz les doy”
(Jn 14,27)

Plan de Pastoral

Abril 2021
La Paz les dejo, mi paz les doy

Acción Significativa del Sector:


Hacer una red de saludos de paz entre todos los del Sector.
Saludar a todos este mes, deseándose la paz
cuando se encuentren.

Acción Significativa en la Familia:


Compartir unas habichuelas con dulce con otra familia.
Hacer un pacto de hablarse con serenidad y paz
entre los de la casa.

Índice
Primera Parte:
Lectura Orante Abril 2021. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Encuentros de Evangelización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Visitas con el Cirio Pascual durante la Cincuentena Pascual. . . . . . . . . . . 10

Segunda Parte:
Lecturas Dominicales y Diarias Abril 2021. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
TRIDUO PASCUAL:
Jueves Santo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Adoración del Santísimo Sacramento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Viernes Santo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Sábado Santo: Acompañemos a María Junto al Sepulcro de Cristo. . . . . 38
Vigilia de la Pascua de la Resurrección del Señor . . . . . . . . . . . . . . . 44
Domingo de Resurrección . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

Colaboradores: Angela de León, Ivelisse Taveras, Comisión Arquidiocesana de


Animación Bíblica, Johnny y Sandra Martínez, Pbro. José Luis Hernández, Pbro.
Domingo Vásquez Morales, Pbro. Gregorio Santana, Pbro. Miguel Ángel Amarante,
Pbro. Daniel Lorenzo Vargas Salazar (Arquidiócesis de Santo Domingo).
Corrección: Ruth Nolasco Lamarche
Coordinadora: Eugenia López
Diagramación y Arte final: Jesús Pérez
Portadas: Hamlet Pérez
Para contacto Vicaría de Pastoral: Correo Electrónico:
guiamensual.vipastoral@arzsd / guiamensual.vipastoral@gmail.com
Teléfonos: 809-682-0815, 809-685-3141, Ext. 261-262, 809-221-3126
Redes Sociales: www.facebook.com/vicariadepastoralsantodomingo
Impresión: Editora Amigo del Hogar / Manuel María Valencia No. 4,
Santo Domingo, D. N. / Teléfono: 809.548.7594

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Plan de Pastoral - Abril 2021

LECTURA ORANTE

“La paz les dejo, mi paz les doy.


Juan 14, 27

Vivimos un mundo preocupado por el


tener y los placeres, cada vez más son
muchos los que sucumben en búsqueda
del señor dinero para obtener estas
“prioridades” en su vida, tristemente en
esta búsqueda se pierde la paz, paz que
es difícil encontrar en este mundo.
Jesús reconoce la necesidad de
nuestros corazones y lo que nos conviene
también. La Biblia, Jesús hecho escritura nos habla sobre ese fruto del
Espíritu Santo.

Invocación al Espíritu Santo


Para la invocación del paráclito, pidamos su presencia para que nos
inunde de la paz que solo proviene de Dios. Entonemos el canto “Paz en la
tierra” de Kairoi

Lectura: Juan 14, 27


Para escuchar tu voz Señor es necesario que silencie mi exterior como
mi interior, es prepararme para escuchar tus palabras. En la comunidad
realicemos una primera lectura en voz alta y dejando un momento en
silencio para que la Palabra penetre en nuestro ser para transformarlo, luego
hacemos de forma individual una lectura en silencio.
• ¿Qué dice el evangelio de Jesús?
• ¿Por qué el Señor da la paz a sus discípulos?
• ¿Cuál es la diferencia entre la paz del mundo y la que nos entrega Jesús?
• ¿A qué invita Jesús a que no tengan?
• ¿Qué experiencia de fe encuentro en la lectura?
• Escribe la frase que más te haya impactado. ¿Por qué te impactó?

Meditación: La Paz
El ser humano ansía la paz en lo más profundo de su ser, y en muchas
ocasiones solo se percata de su ausencia cuando va en busca de otros
caminos que supuestamente le brindan ese don tan anhelado.
La paz que Jesús presenta no es solo ausencia de conflictos, designa el
bienestar en la vida cotidiana, cuando el ser humano vie en armonía consigo
mismo, con su entorno, familia, trabajo, comunidad, naturaleza.
La paz es signo y fruto de la justica que a su vez es fruto del sacrificio
de nuestro Señor Jesucristo y no tiene nada que ver con la paz que ofrece el
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La Paz les dejo, mi paz les doy

mundo, aunque los discípulos estaban tristes y con miedo porque han sido
separados del Maestro, Cristo mismo les entrega la paz y los conforta en
medio de la tristeza.

Oración
La paz es un don otorgado por Dios, Jesús se la entrega a quienes le
siguen de corazón, en el momento de tu oración personal, pide por la paz
interna y en tu entorno, porque al que pide… se le da.

Contempla y actúa
La paz como la conversión es un proceso y debemos luchar por
alcanzarla y retenerla a nuestro lado

Propósito
• Hacer un pacto de hablarse con serenidad y paz entre los de la casa
y el trabajo.
• En familia y en nuestras comunidades compartir las tradicionales
habichuelas con dulce, acompañado del lema del mes.
• Continuar con la “caja de solidaridad y esperanza” haciendo una
donación a personas pobres de nuestro sector.

Concluimos con una oración comunitaria en la familia movida por la


lectura y reflexión, con un Padre Nuestro y un Ave María.

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Plan de Pastoral - Abril 2021

ENCUENTROS DE EVANGELIZACION

Primer Encuentro de Evangelización


Semana 11-17 de abril

El saludo del Resucitado es la paz


“Paz a ustedes” (Lc 24,36)

0. Ambientación
Poner una imagen de Jesús Resucitado. Hay que
destacar el Cirio Pascual u otro cirio bien decorado para
la ocasión. Poner el lema y valor del mes, así como el
tema del encuentro.

1. Canto de pascua
2. Introducción
La paz es un deseo de toda la humanidad, los
hombres intentando mantenerla o conseguirla curiosa
e irónicamente generan guerras y conflictos. Todos a
pesar de nuestras limitaciones para lograr una paz duradera, anhelamos y
queremos vivir en paz, pero la paz solo es posible si en nuestros planes está
el plan de Dios que es un proyecto de fraternidad, justicia y paz para todos
los hombres llamado Reino de Dios.
La paz es Dios mismo. En este día vamos a reflexionar en el don de
la paz que brota de la vida de Jesús Resucitado, la paz es el saludo de la
pascua, de la Resurrección.

3. Invocación al Espíritu Santo


4. Conversatorio
 ¿Cómo valoras el clima de paz en nuestro país?
 ¿En nuestra comunidad somos personas de paz?
 ¿Cuáles son las expresiones de saludo de nuestra gente?

5. Textos bíblicos: Números 6,22-27; Juan 14,15-30; Juan 20,19-22


6. Resonancia de la Palabra
• ¿Qué te llama la atención de estos textos?
• ¿Qué es la paz?
• ¿Qué tienen que ver la paz con la bendición?

7. Reflexión
Al definir la paz podemos decir que en cristiano la paz es una persona,
Jesús muerto y resucitado, príncipe de paz (Lc 1,79; Is 9,5-6). En la cruz Jesús
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La Paz les dejo, mi paz les doy

puso en paz todas las cosas (Col 1,20), y por él fue la paz del mundo con Dios
(2Cor 5,19). Es la garantía de paz bajo cualquier circunstancia (Jn14), pone
en paz a los inquietos y temerosos (Lc 24), hasta las aguas se pacifican por
su presencia (Mc 4,39). Por eso Jesús es la personalización misma de la paz
y su presencia no puede ser más que una evocación o saludo de paz.
A la pregunta introductoria para saludar en nuestro país “¿Cómo estás?”, “¿
Cómo te sientes?”,” ¿Qué hay de nuevo?”, etc., encontramos respuestas
como estas:
“Vivo por Cabezú”, “Aquí entre dos”. “Regular”, “Tranquilo”, “Respirando”,
“Aquí hasta que Dios quiera”, etc.
Si nos fijamos bien nuestro saludo tiene mucho de pesimismo y hasta
poco entusiasmo generalmente, más allá del evasivo y poco comprometido
“todo está bien”, se esconde un dejo de melancolía o de satisfacción
incompleta, siempre esa repuesta con una penita detrás.
Como hombres y mujeres de fe estamos comprometidos a ser hombres
y mujeres de paz, y esa paz comienza con la actitud que tenemos frente a
la vida y las adversidades. Por ello nosotros como cristianos nos distingue
el saludo de la paz, como signo de lo que está llamada a ser nuestra vida,
amistad con todos los hombres y mujeres. Nuestra fe cristiana en ese sentido
pascual es una cultura de encuentro que se traduce en cultura de paz.
8. Momento de oración | Oración por la paz del mundo
En este momento se deja espacio para pedir por la paz del mundo.

Padre nuestro y Ave María | Saludo de paz.

9. Canto final

10. Compromiso: Ir por las casas, sin entrar, diciendo “La paz sea con
ustedes”

Segundo Encuentro de Evangelización


Semana 18-24 de abril
El Proyecto de la Paz es Shalom

0. Ambientación
Poner una imagen de Jesús Resucitado. Hay que
destacar el Cirio Pascual u otro cirio bien decorado para la
ocasión. Poner el lema y valor del mes, así como el tema
del encuentro.
1. Canto: Hazme un instrumento de tu paz

2. Introducción
En esta semana reflexionaremos acerca del don de
la paz, que como saludo distintivo del Resucitado y la comunidad cristiana
apunta a cómo debe ser la vida del hombre. En la Biblia paz es Shalom, que
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Plan de Pastoral - Abril 2021

se traduce como estado de plenitud del don de Dios y de la convivencia entre


las personas (Rm 12,18).
¿Cómo podemos nosotros vivir y tener verdadera paz con todos? (Rm
12,18), esa será la clave que guiará nuestro encuentro de hoy.
3. Invocación al Espíritu Santo
4. Conversatorio
 ¿Por qué pierde su paz una persona?
 ¿Qué falta allí donde no hay paz?
 ¿Dios da la paz o el hombre la construye?

5. Texto bíblico: Isaías 58,1-12; Lucas 12,49-53; Filipenses 4,4-9.


6. Resonancia de la Palabra
 ¿Qué puedes decir sobre la paz a partir de estos textos?
 ¿Cómo se construye la paz?

7. Reflexión
El proyecto de la paz es el shalom hebreo que significa la plenitud de
vida, la seguridad frente a las injusticias, estatus de felicidad, garantía de
salud y bienestar, buena convivencia y trato con todos. La paz estará en
saber cuidar uno de otros, y vencer el fracaso de Caín que no supo poner
a resguardo al hermano que le fue confiado para su cuidado (Gn 4,1ss), se
trata de una verdadera cultura de la fraternidad y del encuentro, del donarse
para buscar el bien del otro, estará, como dijo el Papa Francisco el 1° de
enero, en una espiritualidad o mística del cuidado, de lo cual el Santo Padre
pone a Jesús como modelo:
La vida y el ministerio de Jesús encarnan el punto culminante de
la revelación del amor del Padre por la humanidad (cf. Jn 3,16). En la
sinagoga de Nazaret, Jesús se manifestó como Aquel a quien el Señor
ungió «para anunciar la buena noticia a los pobres, ha enviado a proclamar
la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dejar en libertad a los
oprimidos» (Lc 4,18). Estas acciones mesiánicas, típicas de los jubileos,
constituyen el testimonio más elocuente de la misión que le confió el
Padre. En su compasión, Cristo se acercaba a los enfermos del cuerpo y
del espíritu y los curaba; perdonaba a los pecadores y les daba una vida
nueva. Jesús era el Buen Pastor que cuidaba de las ovejas (cf. Jn 10,11-
18; Ez 34,1-31); era el Buen Samaritano que se inclinaba sobre el hombre
herido, vendaba sus heridas y se ocupaba de él (cf. Lc 10,30-37).
En la cúspide de su misión, Jesús selló su cuidado hacia nosotros
ofreciéndose a sí mismo en la cruz y liberándonos de la esclavitud del
pecado y de la muerte. Así, con el don de su vida y su sacrificio, nos
abrió el camino del amor y dice a cada uno: “Sígueme y haz lo mismo”
(cf. Lc 10,37).
(Francisco, Mensaje 54 Jornada Mundial de la Paz, 2021)

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La Paz les dejo, mi paz les doy

8. Momento de oración | Recordar un versículo o frase


Cada uno dice la frase o versículo que le quedó gravado.
Todos responden: Señor quiero ser instrumento de tu paz
Padre nuestro y Ave María | Saludo de paz.
9. Canto final
10. Compromiso: Tener un gesto de caridad hacia una persona necesitada

Tercer Encuentro de Evangelización


Semana del 26 al 30 de Abril
No nos olvidemos de Abril
“Mi paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14,27)
0. Ambientación
Poner una imagen de Jesús Resucitado.
Hay que destacar el Cirio Pascual u otro
cirio bien decorado para la ocasión. Poner
el lema y valor del mes, así como el tema
del encuentro.
Además decorar el lugar con motivos
patrios y de la Revolución de Abril.
1. Canto: Danos un corazón grande para amar
2. Introducción
“Mi paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14,27), esta expresión que en la
misa antecede al saludo o rito de la paz, evoca el deseo más profundo de
Jesús para toda la humanidad, la paz. Por eso la paz es también una tarea
y un compromiso cristiano por mantener los pilares sobre los que ella se
sustenta: la verdad, la justicia, la libertad y el amor (san Juan XXIII).
Nuestra Iglesia tiene en su más íntima misión esta tarea al querer hacer
de todas las naciones y pueblos de la tierra una sola familia sobre la base
del amor y la compasión.
Nosotros como dominicanos mantenemos viva la conciencia de
nuestra más reciente herida a la paz nacional, La Revolución de Abril. Con
ello queremos reflexionar desde la fe ese acontecimiento, para nosotros
entonces poder estar en paz con nuestra propia historia.

3. Invocación al Espíritu Santo


4. Conversatorio
 ¿Qué provocó la Guerra de Abril?
 ¿Qué lecciones hemos aprendido de la Revolución de Abril?
 ¿Gesta o Guerra Civil?
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Plan de Pastoral - Abril 2021

5. Texto bíblico: Isaías 52,7ss, Romanos 12,8; Lucas 2,14; Juan 8,32;
Hebreos 13,20-21; Mateo 5, 1-16

6. Resonancia de la Palabra
 ¿Qué respuestas nos da la Palabra?
 ¿Qué caminos de paz nos ofrece esta Palabra hoy?
 ¿Crees que el olvido nos dará la paz?
7. Reflexión
Como Iglesia responsablemente hemos sabido caminar con nuestro
pueblo dominicano en sus luchas, batallas y caídas. Siempre la guerra
es un evento en que todos los involucrados de alguna manera caen, no
hay manera de desligarse, porque la guerra es siempre un absurdo y una
desgracia o fracaso de nuestra racionalidad, de nuestra capacidad de buscar
salidas más inteligentes que no impliquen dejarse vejar por la injusticias o
desmanes de otros.
Las heridas de Abril siguen abiertas, porque son todavía mucho más
viejas. Ellas denuncian las grietas de nuestra república, que vive haciendo
balance entre contentar tanto a grupos de dentro como a intereses externos.
Las heridas de Abril seguirán abiertas mientras nosotros como pueblo no
seamos capaces de redimir nuestra historia, de ponernos en paz con ella
sobre la base de la verdad, de la real participación ciudadana, política y
democrática, y de un clima de conveniencia donde no haya ciudadanos de
primera y de segunda.
No podrá haber paz en República Dominicana si no somos conscientes
de nuestra verdad histórica, si no somos capaces de ponerle un pare:
 A la explotación minera irresponsable.
 Al régimen de impunidad e inseguridad.
 Al entreguismo de nuestros recursos naturales a capitales
extranjeros
 A la escasa protección social.
 A la discriminación por origen o color.
 A la deficiente educación pública.
 A la dejadez pastoral y espiritual de nuestros líderes religiosos.

Recordar a Abril es recordar y hacer conciencia de los males de hoy que


siguen gravitando sobre nuestra nación y no nos aseguran un paz verdadera
y auténtica. La luz del Dios que resucitó a Jesús nos seguirá iluminando para
ir tras nuestro proyecto de nación: Dios- Patria-Libertad.

8. Momento de oración
Cada uno de manera espontánea eleva una súplica a Dios por nuestro
país.
9. Canto final
10. Compromiso
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La Paz les dejo, mi paz les doy

VISITAS CON EL CIRIO PASCUAL 2021


Cristo Resucitado es la Luz que nos da la Paz

“Mi paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14,27)


Orientaciones
• Proponemos estas visitas guiadas para visitar
las casas con el Cirio Pascual durante toda la
cincuentena pascual.
• Por tratarse de visitas domiciliarias se recomiendan
que haya tantos equipos como sea posible para
favorecer una mayor participación con la presencia
de menos personas por visitas.
• Conviene destacar esta experiencia uniéndola a la
Vigilia Pascual o Misa de Resurrección, en clave de envío misionero.
• Se recomienda mantener el debido distanciamiento social para mantener
seguros a todos.
• Esta visita puede ser más sencilla y hacerse incluso desde fuera de la
casa hacia dentro, sin entrar.
• Se ha de ofrecer una ornamentación adecuada para el Cirio Pascual.
• Ofrecer un pequeño cancionero con cantos pascuales.

Lunes
La noticia de la Resurrección, llena de alegría y da paz

1. Canto Pascual: Esta es la luz de Cristo yo haré brillar


2. Entronización del Cirio Pascual
Coordinador/a: La Paz de Cristo Resucitado esté en esta casa
Anfitriones: ¡Aleluya, aleluya, ha llegado la paz!
Todos: ¡Aleluya, aleluya Cristo está Resucitado!
3. Introducción
Nos acompañará todos estos días de pascua la presencia del Cirio
Pascual, que evoca al mismo Cristo Resucitado, nuestra fe en el Resucitado,
nuestro compromiso bautismal, nuestra pertenencia a la Iglesia y la alegría
de comunicar la buena noticia de la Resurrección. Rumores nos llenan de
desasosiego e intranquilidad, pero la verdad nos pone en paz con nosotros
mismos y con todos. Dejémonos invadir, no por rumores, sino por la buena
noticia de la Resurrección, que nos llena a todos de verdadera alegría y
consecuentemente de verdadera paz.
4. Oración
Creo Jesús en tu resurrección, en tu humanidad redimida y semilla de
nueva humanidad. Visita al mundo con tu paz, que tu luz ilumine tantas
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Plan de Pastoral - Abril 2021

oscuridades. Llena de alegría a la humanidad herida y de luto por los


estragos de la pandemia. Que todos nos comprometamos a llevar ahora la
luz de tu alegría y la paz de tu presencia entre nosotros. Amén.

5. Relato Pascual: Mateo 28,8-15 | Mujeres testigos de la Resurrección


6. Diálogo pascual:
¿Qué les llama la atención de este relato? ¿Por qué es importante
la evangelización? ¿Qué piensas acerca de que las mujeres fueron los
primeros testigos de Resurrección?
7. Canto pascual
8. Iluminación
Junto con la verdad de la Resurrección corre el rumor de su negación.
La alegría de la Buena Noticia de la Resurrección es la que mueve a una
paz auténtica, que se basa en la verdad. En el mundo corren rumores de
mucho tipo, y se caracterizan por ser una información casi anónima, detrás
de la cual se esconde normalmente la mentira y el deseo de hacer daño sin
dar la cara.
Oremos para que nosotros no caigamos en las trampas de los rumores y
de las llamadas Noticias Falsas (Fake News) o informaciones engañosas, y
en cambio seamos portadores de una palabra de vida y alegría que anuncia
la paz para todos.

9. Oración | Se va pasando el Cirio Pascual o se colocan frente al mismo


Oramos en esta noche por todas la Evangelizadoras que llevan adelante
la buena noticia de Cristo Resucitado. Padre nuestro y Ave María.
10. Canto final
Brindis

Martes
El Señor te llama por tu nombre y te da paz

1. Canto Pascual: Esta es la luz de la mañana ae ea (salve)

2. Entronización del Cirio Pascual

Coordinador/a: La Paz de Cristo Resucitado esté en esta casa


Anfitriones: ¡Aleluya, aleluya, ha llegado la paz!
Todos: ¡Aleluya, aleluya Cristo está Resucitado!

3. Introducción
El Cirio Pascual signo de Cristo Resucitado evoca en medio de nosotros
gran alegría y paz, una paz que no la da el mundo ni ningún ejercicio de
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La Paz les dejo, mi paz les doy

quietud o relajación, porque es la paz del Resucitado. Muchos hemos visto a


tantas personas bañarse en ríos de lágrimas por tantas situaciones.
Este último año ha sido verdaderamente un tiempo de lágrimas y
oscuridades, pero ya vislumbramos una luz en el camino: los hombres y
mujeres de ciencia se adelantan a los pasos de la muerte para ponernos
a resguardo. Ello es un signo del Resucitado que estamos invitados a ver.

4. Oración
Con el salmista te decimos Señor “las lágrimas son mi pan noche y día”
(Sal 42,3), todo este tiempo que parece vacío, vano y a la vez pesado y lento,
nos angustia y atemoriza. Señor que has vencido los lazos de la muerte ve
y desata las trabazones que no nos dejan abrazar a todos. Que podamos
escuchar tu dulce voz de Buen Pastor y nuestros rostros se iluminen de tu
luz y de tu paz. Amén.

5. Relato Pascual: Juan 20,11-18 |Lágrimas

6. Diálogo pascual
• ¿Qué te parecen las lágrimas?
• ¿Quiénes están llenos de lágrimas hoy?
• ¿Qué cosas revierten o detienen las lágrimas?

7. Canto pascual: Llora si quieres llorar

8. Iluminación
Ahogados en nuestras lágrimas podemos pasar inadvertidos detalles
importantes. Jesús da una clave bautismal que levanta el llanto y las lágrimas,
llama por su nombre a su discípula María. Ese gesto recompone la escena y
María es totalmente otra. Aquí está el centro de la evangelización la persona
concreta, de carne y hueso, que en su situación escucha su nombre y le
envuelve en un esplendor nuevo que suscita paz y sosiego.
La Buena Noticia de Jesús es bálsamo que repara toda angustia, es la
paz que necesitamos.

9. Oración
Escribir sus nombres en una papeleta, se depositan en una cesta y
luego se van sacando, diciendo el nombre: ____________________, recibe
la luz que te trae la paz.
Y la persona ora un breve momento con el Cirio.

Padre nuestro y Ave María.

10. Canto final

11. Brindis

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Plan de Pastoral - Abril 2021

Miércoles
El ardor de la Palabra nos trae la paz

1. Canto Pascual: Una luz en la oscuridad

2. Entronización del Cirio Pascual

Coordinador/a: La Paz de Cristo Resucitado esté en esta casa


Anfitriones: ¡Aleluya, aleluya, ha llegado la paz!
Todos: ¡Aleluya, aleluya Cristo está Resucitado!

3. Introducción
En momento de ofuscación podemos perder la orientación y sentirnos
perdidos. La Palabra acompaña nuestro caminar para ponernos en paz. Hoy
celebramos al Resucitado de la mano del hermoso pasaje de Los discípulos
de Emaús, un hermoso relato de cómo las palabras de Jesús nos ofrecen
consuelo y disipan nuestros miedos.

4. Oración
Señor, somos tus discípulos en el caminar de la vida, sabes de nuestras
contrariedades, de nuestros miedos y ofuscaciones, vacilamos en los
momentos duros, ven y camina junto a nosotros, para que tu voz de maestro
bueno nos haga verte presente en las manos solidarias que parten su pan y
su vida para reflejarte a ti. Amén.

5. Relato Pascual: Lucas 24,13-35 | Emaús

6. Diálogo pascual
• ¿Cuál es el tema de conversación de nuestra gente hoy?
• ¿Cuál es la mayor preocupación?
• ¿Qué palabra estamos dando para traer paz?

7. Canto pascual

8. Iluminación
A las mayorías de las personas, si no a todas, la pandemia le ha afectado
en algo. Muchos han perdido a seres queridos, otros han perdido sus puestos
de trabajo, otros han ido a la quiebra en sus pequeños negocios, y una gran
mayoría pues ha sentido en su cuerpo y en su mente otra enfermedad: la
angustia, el miedo y la tristeza.
El evangelio nos muestra un camino de superación cuando somos
capaces de externar a otros nuestras preocupaciones y temores, y de ese
modo la Palabra de Dios entra en escena y nos pone en sintonía con la vida
verdadera, y así recibir su paz.

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La Paz les dejo, mi paz les doy

9. Oración | Se hacen peticiones frente al Cirio Pascual


Todos Responden: Quédate con nosotros y danos tu paz, Señor

10. Canto final

11. Brindis

Jueves
El Saludo del Resucitado es la paz
“Paz con ustedes” (Lc 24,36b)

Canto Pascual

1. Entronización del Cirio Pascual

Coordinador/a: La Paz de Cristo Resucitado esté en esta casa


Anfitriones: ¡Aleluya, aleluya, ha llegado la paz!
Todos: ¡Aleluya, aleluya Cristo está Resucitado!

2. Introducción
La paz es el saludo pascual de Jesús y será en lo adelante el saludo de
los cristianos, la divisa con la que se reconoce a los hermanos. La paz sea
contigo, saludo de hermanos que lleva consigo el compromiso de construir
la paz sobra la base de la comunidad, del estar reunidos, del encontrarnos.
Hoy Jesús viene a esta casa a ofrecer su paz y nosotros la recibimos porque
con solo reunirnos ya la hemos deseado y pedido.

3. Oración
Señor Jesús, solo en tus palabras y en tu persona encontramos la paz
verdadera, Tú que eres el príncipe de la Paz, ven a nuestro encuentro y
danos tu Espíritu, para que al reconocerte nos llenemos de alegría y paz, y
así nos unamos a la fiesta de los que creen en ti. Amén.

4. Relato Pascual: Lucas 24,35-48 | Carne y hueso, no fantasma


5. Diálogo pascual
• ¿Qué motivos tiene la gente para estar encerrado?
• ¿Es malo el encierro?
• ¿Pero si al encierro llega, Jesús qué sucede?

6. Canto pascual
7. Iluminación
Estamos viviendo días de encierro, ya un año casi que llevamos
encerrados. Pero esta Palabra no podría ser más provechosa para nosotros
que en este contexto de pandemia y restricciones. Los discípulos estaban
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Plan de Pastoral - Abril 2021

encerrados por miedo a los judíos y eso no era un capricho, era una cuestión
real, estaban escondiéndose ante la posibilidad de encontrar igual suerte
que la de Jesús.
No importa en que encierro te encuentres, el Señor Jesús viene, se
encierra contigo y te ofrece la paz. Solo que cuando está Jesús ya no hay
encierro si no alegría y fiesta. Esta es la paz que necesita mucha gente que
hoy está encerrada, y con razón por temor a la pandemia. Esta visita con el
Cirio Pascual es precisamente un momento en que Dios viene a traer paz a
este hogar a esta familia.

8. Oración
Frente al Cirio Pascual cada uno va y pide que la luz de Cristo le ilumine
y acompañe. Padre Nuestro y Ave María.
9. Canto final
10. Brindis

Viernes
Si está Jesús, ya no hay susto, sino paz
“Es el Señor” (Jn 21,7)

1. Canto Pascual

2. Entronización del Cirio Pascual

Coordinador/a: La Paz de Cristo Resucitado esté en esta casa


Anfitriones: ¡Aleluya, aleluya, ha llegado la paz!
Todos: ¡Aleluya, aleluya Cristo está Resucitado!

3. Introducción
Muchas veces volvemos a los afanes de antes cuando entendemos
que todo ha acabado o cuando nos enfrentamos a la nueva dirección que
debemos dar a nuestra vida. Las preocupaciones de antes se vuelven una
excusa o un escape, pero tropezamos con la realidad de que lo nuestro
es otra cosa a la que no nos atrevemos a lanzarnos. Jesús Resucitado se
aparece a sus discípulos y les hace tener una pesca exitosa que le llenará
de alegría.

4. Oración
Ven Señor danos palabras de paz que nos animen a seguir adelante en
el mar de la vida y que nuestros ojos divisen siempre tu presencia cercana
y amorosa en las dificultades y frustraciones de nuestra cotidianidad. Ven a
nosotros que también te confesamos como nuestro SEÑOR. Amén.

5. Relato Pascual: Juan 21,1-14 | Pesca pascual


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La Paz les dejo, mi paz les doy

6. Diálogo pascual
• ¿Cómo se encuentran las personas de vuelta a sus trabajos?
• ¿Este trabajar en pandemia cómo lo está enfrentando la gente?
• ¿Qué cambios produce la persona de Jesús como referente de
nuestras labores?
• ¿Qué “pesca milagrosa” te ha dado Dios en este tiempo de
pandemia?
7. Canto pascual

8. Iluminación
La pesca mayor ha sido justamente pescar que quien estaba junto a
ellos era nada más ni nada menos que el Señor. Los pescadores han sido
pescados en su fracaso y desilusión. Así también hoy muchas personas
con su vuelta al trabajo tras varias y variadas restricciones tropiezan con un
clima de trabajo hostil y muchos negocios ya no han vuelto a ser lo mismo,
llenando a tantos de tristeza y desilusión.
Hoy Jesús se acerca y su presencia nos hace a todos ver las cosas
desde otra dimensión, desde los ojos de la fe. Muchos no tienen una fe
clara y por tanto no pueden ver, para eso están los creyentes que como
Juan advierten y se dan cuenta que es Jesús y lo comunican, y entonces así
con la ayuda de los hombres y mujeres de fe es seguro regresar a la paz y
bienestar que solo está en Cristo Resucitado.

9. Oración | Acción de gracias por todo lo que Dios ha hecho en este


tiempo de pandemia.

10. Canto final

11. Brindis

Sábado
La paz un don universal para todos
“Id al mundo entero” (Mc 16,15)

Canto Pascual
1. Entronización del Cirio Pascual

Coordinador/a: La Paz de Cristo Resucitado esté en esta casa


Anfitriones: ¡Aleluya, aleluya, ha llegado la paz!
Todos: ¡Aleluya, aleluya Cristo está Resucitado!

2. Introducción
La Resurrección es también experiencia de envío misionero. El saludo de
la paz del Resucitado termina en una tarea, en una misión, la de testimoniar
16
Plan de Pastoral - Abril 2021

el amor de Dios en nuestras vidas. Estas visitas con el Cirio Pascual quieren
unirse al cumplimiento de esa misión, llevar la paz y la alegría del evangelio a
todas personas y sus ambientes. Abramos nuestros corazones a la Palabra
de Cristo Resucitado que nos envía al mundo a hacerlo presente por medio
de la Evangelización.

3. Oración
Señor, gracias por confiarnos la tarea de testimoniarte y anunciarte.
Con tu Palabra nos has hecho testigos de tu Resurrección, profetas
de la vida nueva que demandas de nosotros y servidores de tu
misericordia. Gracias por confiarte en nuestros labios que bajo el don
del Espíritu te confiesan públicamente como Dios, Rey y Señor de
nuestras vidas. Amén.

4. Relato Pascual: Marcos 16,9-15 | Vayan al mundo entero

5. Diálogo pascual
• ¿Qué te hace pensar la diversidad de personas a las que Cristo
Resucitado se les aparece o manifiesta?
• ¿En qué desemboca la fe en la Resurrección?
• ¿Cómo evangelizas tú y a quienes?

6. Canto pascual

7. Iluminación
La Resurrección es una experiencia de fe personal y comunitaria
que hace de quienes la han experimentados testigos alegres y valientes
del Evangelio. El Resucitado despierta una pasión por la misión, por
la evangelización. Una comunidad no está en verdadera pascua si ella
no anuncia el evangelio, si no surgen nuevas comunidades y grupos
de vida.
La Pascua renueva a la Iglesia justamente con la integración de nuevos
hermanos que siguen creyendo en la fe de Pedro y de los apóstoles, en la
fe de María Magdalena, la fe de toda la Iglesia, que Cristo ha Resucitado y
quienes estén preparado se irán con él a la eternidad.
El gran aleluya de la pascua es el de Jesucristo: “Vayan al mundo y
anuncien la Buena Nueva a toda la creación”.

8. Oración

9. Canto final

10. Brindis

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La Paz les dejo, mi paz les doy

Domingo
María Magdalena, Pedro y Juan, testigo de la Resurrección

1. Canto Pascual: Jesús resucita hoy

2. Entronización del Cirio Pascual

Coordinador/a: La Paz de Cristo Resucitado esté en esta casa


Anfitriones: ¡Aleluya, aleluya, ha llegado la paz!
Todos: ¡Aleluya, aleluya Cristo está Resucitado!

3. Introducción
La mujer una vez más reivindica en el evangelio de
Juan el papel de la mujer. Así como una mujer le arrebató el
primer milagro en Caná, su Madre María, así ahora también
una mujer, María Magdalena, es la testigo de primer orden
de la Resurrección: La tumba vacía. La Magdalena es la
primera en dar la noticia de la Resurrección, los primeros
en tener noticia son Pedro y Juan.
Esa dinámica se repite en esta casa hoy, pues también
nosotros venimos a decir que Cristo ha Resucitado y
que por tanto aquí ha de reinar la alegría y la paz. Se ha
provocar el correcorre de las buenas noticias, el correcorre
de decir a otros lo que nos llena de alegría y plenitud:
Jesús vive y está con nosotros.

4. Oración
Señor Jesús creemos en tu Resurrección, en la fuerza de tu vida que
nos da más vida, en la luz que irradia nuestra fe en ti, en la gracia de tu
Espíritu que nos fortalece, da sabiduría y nos llena de paz. Amén.

5. Relato Pascual: Juan 20,1-9 | María Magdalena, apóstol de los


apóstoles

6. Diálogo pascual
• ¿Qué te parece la figura de María Magdalena?
• ¿Qué piensas de lo que hacen Pedro y Juan?
• ¿Cuál es la mayor buena noticia que has comunicado a alguien?

7. Canto pascual

8. Iluminación
Pedro y Juan corren hacia la tumba vacía, aunque Juan llega primero,
es Pedro el que entra primero y confirma el anuncio de María Magdalena,
de que la tumba estaba vacía. Pedro aparece aquí solo para un dato

18
Plan de Pastoral - Abril 2021

complementario que estaba oculto hasta ese momento, que Jesús debía
resucitar al tercer día como dicen las escrituras (Jn 20,9).
Así María Magdalena, Pedro y Juan nos recuerdan cómo nuestra fe en
la Iglesia depende del testimonio que se da en comunión. Así todos juntos
construimos un solo y único testimonio que Cristo vive, por eso es importante
que cada creyente también de su testimonio de Dios y anuncie el Evangelio,
para que a todos nos sea totalmente claro que Jesucristo vive eternamente
y nos promete a todos la resurrección gloriosa.
Hoy se hace visible el testimonio de muchos que con sus obras hablan
de la vida y del valor de la vida al defenderla de las enfermedades, al cuidar
de un enfermo, en la lucha contra el aborto, la defensa del medio ambiente,
el cuidado de los animales y tantas gentes que, desde su trabajo, el arte y
las ciencias nos hacen ver la hermosura y esplendor del misterio de la vida
humana, que ahora en Cristo alcanza una nueva dimensión.

9. Oración | Testigos de la Vida


En este momento vamos a orar dando gracias a Dios por quienes en la
comunidad son hoy testigos y apóstoles de la vida. Se pueden mencionar
libremente sus nombres.
A cada mención respondemos: Señor de la vida, mantennos en tu
paz. Padre nuestro y Ave María

10. Canto final

11. Brindis

19
La Paz les dejo, mi paz les doy

Lecturas Dominicales y Diarias Abril 2021


Las lecturas están tomadas del Calendario Litúrgico de la Conferencia
del Episcopado Dominicano 2021.

TRIDUO PASCUAL

1 Misa Vespertina en la Cena del Señor


Jueves Santo Blanco

Jesús nos regala su paz en la Eucaristía, en el ministerio sacerdotal


y en el amor fraterno.

Orientaciones para esta celebración:


Colocar el lema del mes “mi paz les dejo, mi
paz les doy “(Jn 14,27) con su valor: “Paz” Resaltar
el Lema del día. Todo debe estar preparado con
esmero, con alegría para la gran fiesta de la Última
Cena del Señor. Dada la realidad de la pandemia
no se tendrá el lavatorio de los pies. Tener bien
preparado el lugar destinado para el monumento.
Tomar en cuenta que es el día de la institución del
sacerdocio ministerial por lo que puede haber un
gesto de cariño al párroco y el vicario, allí donde
los haya.
Para la presentación de los óleos y el Santo Crisma puede incluirse en la
procesión de inicio de la celebración, llevados preferiblemente por personas
del consejo parroquial. Durante el Gloria, donde sea posible, puede hacerse
sonar las campanas y/o campanillas que no se tocan hasta el canto del Gloria
de la Vigilia Pascual. Y todo deberá realizarse observando el protocolo para
salvaguardar a la salud de todos, tal como hasta ahora lo hemos hecho.

Monición de Entrada:
Hermanos y hermanas nos reunimos en esta noche memorable en
que entramos en la celebración de los días Santos, el Triduo Pascual, para
celebrar lo que Jesús vivió en la cena de despedida con los discípulos
reunidos en el Cenáculo, la víspera de la pasión, regalándonos el don de la
Eucaristía, el Sacramento por excelencia y el don del Ministerio Sacerdotal.
Todas las lecturas de este día evocan la entrega de Jesús, que se hace
pan partido y compartido para todos, que cumple con el viejo rito de la antigua
pascua, ofrece su cuerpo en lugar del cordero y proclama el mandamiento
del amor y nos deja su paz.
Hoy acogemos con gozo los Santos Óleos, consagrados por nuestro
Arzobispo (o nuestro obispo) en la misa Crismal, celebrada esta mañana en
la Catedral. El óleo de los Catecúmenos y de los enfermos que significan
y comunican a Jesucristo, fuerza en el camino hacia el bautismo y en la
20
Plan de Pastoral - Abril 2021

enfermedad, respectivamente. También recibimos el Santo Crisma, que


significa y comunica el Espíritu Santo.
Con el lema: “mi paz les dejo, mi paz les doy “(Jn 14,27) “celebramos
como Iglesia, los grandes Misterios de nuestra Salvación, acogiendo y
viviendo el Reino de Dios en permanente conversión.
Con el canto de entrada aclamemos a Jesucristo en la persona de su Ministro
que llega a presidir nuestra Celebración y acojamos los Santos Oleos y el
Santo Crisma, signos por los que el Señor nos comunica su salvación.

Ritos introductorios
• Canto de entrada y procesión llevando delante los Santos Oleos y el
Santo Crisma.
• Él sacerdote inicia la Celebración y saluda a la Asamblea.

Oración Colecta
Señor Dios nuestro, nos has convocado hoy (esta noche) para celebrar
aquella misma memorable Cena en la que tu Hijo, antes de entregarse a la
muerte, confió a la Iglesia el banquete de su amor, el sacrificio nuevo de la
alianza eterna; te pedimos que la celebración de estos santos misterios nos
lleve a alcanzar plenitud de amor y de vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Éxodo 12, 1-8, 11-14


Para conmemorar el paso de Dios por su pueblo y su liberación de
la esclavitud de Egipto, los Israelitas celebraban con gran alegría la cena
pascual. Era una gran fiesta en la que cada uno ofrecía lo mejor de sí, para
celebrar el paso del Señor, la santificación de su pueblo. Un día memorable
para el pueblo y que nosotros rememoramos en esta lectura como anticipo
de la nueva Pascua del Señor muerto y resucitado. Escuchemos.

Lectura del libro del Éxodo 12.1-8.11-14


En aquellos días, dijo el Señor a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto:
«Este mes será para ustedes el principal de los meses; será para ustedes
el primer mes del año. Digan a toda la asamblea de Israel: “El diez de este
mes cada uno procurará un animal para su familia, uno por casa. Si la familia
es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con el vecino de casa,
hasta completar el número de personas; y cada uno comerá su parte hasta
terminarlo. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito.
Lo guardarán hasta el día catorce del mes, y toda la asamblea de Israel lo
matará al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos jambas y el dintel
de la casa donde lo hayan comido. Esa noche comerán la carne, asada a
fuego, comerán panes sin fermentar y verduras amargas. Y lo comerán así:
la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano; y se lo
comerán a toda prisa, porque es la Pascua, el paso del Señor. Esta noche
pasaré por todo el país de Egipto, dando muerte a todos sus primogénitos,
21
La Paz les dejo, mi paz les doy

de hombres y de animales; y haré justicia de todos los dioses de Egipto. Yo


soy el Señor. La sangre será su señal en las casas donde estén cuando vea
la sangre, pasaré de largo; no los tocará la plaga exterminadora, cuando
yo pase hiriendo a Egipto. Este día será para ustedes memorable, en él
celebrarán la fiesta al Señor, ley perpetua para todas las generaciones.”»
Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 115,12-13.15-16bc.17-18


R/. El cáliz de la bendición es la comunión con la sangre de Cristo
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de
la salvación, invocando su nombre. R/.
Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo,
hijo de tu esclava; rompiste mis cadenas. R/.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. R/.

Segunda Lectura: I Corintios 11, 23-26


Jesús el cordero de Dios, quien, asumiendo la condición humana, se
inmoló en la cruz para liberarnos de la muerte, quiso quedarse entre nosotros
en el Sacramento de la Eucaristía, para alimentarnos y fortalecernos, para
que compartamos su paz hasta que Él vuelva. Escuchemos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo


a los Corintios 11,23-26
Yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez les he
transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó
pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo,
que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía.» Lo mismo hizo
con el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza
sellada con mi sangre; hagan esto cada vez que beban, en memoria mía.»
Por eso, cada vez que coman de este pan y beban del cáliz, proclaman la
muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios.

Aclamación Jn13,34
Les doy el mandamiento nuevo: que se amen mutuamente como yo
los he amado, dice el Señor

Evangelio: Juan 13, 1-15


Siguiendo la tradición judía, Jesús celebra la Pascua con sus amigos y
transforma esos ritos en signos de la nueva y definitiva Alianza de Dios con
su Pueblo, en la que se manifiesta el Reino de Dios en el que vivimos, como
hijos del Padre y como hermanos que se aman mutuamente, se lavan los
pies unos a otros en un servicio permanente. Puestos de pie, aclamemos
con el canto a Jesucristo, el verdadero Siervo de su Padre y de toda la
humanidad.

22
Plan de Pastoral - Abril 2021

Lectura del santo evangelio según san Juan 13,1-15


Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora
de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban
en el mundo, los amó hasta el extremo. Estaban cenando, ya el diablo le
había metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simón, que lo entregara,
y Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía
de Dios y a Dios volvía, se levanta de la cena, se quita el manto y, tomando
una toalla, se la ciñe; luego echa agua en la jofaina y se pone a lavarles los
pies a los discípulos, secándoselos con la toalla que se había ceñido.
Llegó a Simón Pedro, y éste le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a
mí?» Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo
comprenderás más tarde.»
Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.» Jesús le contestó: «Si no
te lavo, no tienes nada que ver conmigo.»
Simón Pedro le dijo: «Señor, no sólo los pies, sino también las manos
y la cabeza.» Jesús le dijo: «Uno que se ha bañado no necesita lavarse
más que los pies, porque todo él está limpio. También ustedes están
limpios, aunque no todos.» Porque sabía quién lo iba a entregar, por eso
dijo: «No todos están limpios.» Cuando acabó de lavarles los pies, tomó
el manto, se lo puso otra vez y les dijo: «¿Comprenden lo que he hecho
con ustedes? Ustedes me llaman “el Maestro” y “el Señor”, y dicen bien,
porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, les he lavado los pies,
también ustedes deben lavarse los pies unos a otros; les he dado ejemplo
para que lo que yo he hecho con ustedes, ustedes también lo hagan.»
Palabra del Señor.

Meditación

Hermanos y hermanas, estamos dando inicio al Triduo Pascual; son


días muy especiales para recordar los grandes misterios de la Pasión,
muerte y resurrección de Cristo. Este jueves, concentramos la atención
en la cena, la Última Cena del Señor, encuentro de despedida cargado
de extraordinario significado. Alrededor de la mesa, el maestro da un
impresionante testimonio de humildad al ponerse al servicio de sus
discípulos. El gesto de lavar los pies, agacharse ante esos hombres para
decirles: “Pues si yo, el Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también
ustedes deben lavarse los pies unos a otros; les he dado ejemplo para que
lo que yo he hecho con ustedes, ustedes también lo hagan”, se convierte
en estímulo a imitar haciéndonos servidores de todos.
Esta celebración de Jueves Santo da la oportunidad para que los
cristianos asumamos actitudes solidarias. Compartir nuestra mesa, dar
de lo que tenemos, acompañar y estar junto a los necesitados, dicen de
nosotros que hemos entendido el mensaje de Jesús al darnos a comer su
Cuerpo, a beber su Sangre. No hay excusas para no practicar el bien, para
aliviar las penurias de muchos de nuestros hermanos, que no siempre
demandan alimentos, sino también, cariño, atención, acogida. Se puede,
23
La Paz les dejo, mi paz les doy

y hasta digamos, es una exigencia que brota de nuestro compromiso


bautismal.
Los judíos después de los acontecimientos que relata el Libro del
Éxodo recordaron la Pascua, el paso del ángel exterminador castigando
a los primogénitos de Egipto, no olvidaron cómo la mano de Dios estuvo
de su lado al sacarlos de la esclavitud y llevarlos a tierra de libertad. Pero
ahora, en esta etapa culminante de la historia, los cristianos recordamos
el sacrificio redentor de Cristo, su paso de la muerte a la vida. Esta es
nuestra pascua, esta es la Pascua cristiana que recordamos de modo
especial cada domingo y en cada eucaristía.
Cada vez que nos reunimos alrededor de la mesa estamos cumpliendo
con el mandato del maestro: “hagan esto en memoria mía”; actualizamos
el memorial renovando nuestro compromiso en fortalecer la comunión
entre los hermanos y contribuir en la construcción de una nueva sociedad
donde no falte el pan, la salud, la seguridad, donde todos vivamos en paz.
En esa mesa, en la mesa eucarística, encontramos fuerzas para continuar
la marcha en el éxodo que estamos llevando a cabo rumbo a la Casa
del Padre. Siempre cuidamos de que nuestra participación en la mesa
eucarística la realicemos son dignidad para que atraigamos la bendición
de Dios sobre nosotros y nuestra casa.
Creo que en nuestras comunidades deberíamos apreciar y cuidar
más nuestras celebraciones eucarísticas. Siento que mucha gente va a
misa, pero no participa, están simplemente en una reunión que les dice
muy poco, parece que están en un espectáculo. Les invito a prepararnos
mejor, emocional y espiritualmente para que nuestras celebraciones sean
sentidas y de ellas surja un verdadero compromiso para que el testimonio
de Jesús se multiplique en el accionar de cada uno de nosotros.

Monición antes del lavatorio de los pies


Queridos hermanos y hermanas: Dada la realidad de esta pandemia
no tendremos el rito del lavatorio de los pies. En su lugar, entonemos con
alegría un canto sobre el amor fraterno. Cada uno pensará en aquellos que
estamos llamados a lavarle los pies en el servicio, en nuestra casa, en el
Sector, a los más pobres de nuestro pueblo. Luego, para manifestar nuestro
compromiso de servirnos mutuamente, inclinaremos nuestra cabeza con las
manos cruzadas en el pecho ante los hermanos y hermanas que nos quedan
cerca.

Oración de los Fieles


Quien preside: Presentemos nuestras oraciones al Padre misericordioso
que entregó a su Hijo, para el perdón de nuestros pecados y entrarnos en
el Reino de su paz, diciéndole: Padre, que como Jesús te sirvamos en
nuestros hermanos.
Por el Papa, Francisco, nuestros obispos y sacerdotes, para que vivan
su ministerio sacerdotal, con fidelidad y como servicio incansable y humilde,
imitando a Jesús que lavó los pies a sus discípulos. Oremos.
24
Plan de Pastoral - Abril 2021

Por nuestro Párroco, para que reciba los dones del Espíritu Santo y
renovado su compromiso para el trabajo pastoral, le acompañe siempre la
bendición del Señor y la protección de la Virgen Madre. Oremos.
Por los Gobernantes, para que sean verdaderos servidores de sus
pueblos, promoviendo la justicia, la paz y el progreso y dedicando especial
atención al servicio de la salud y a los más vulnerables. Oremos.
Por los enfermos y por todos los que sufren, los afectados directa o
indirectamente por la actual pandemia, para que el Señor les dé la fuerza
necesaria en la tribulación y el dolor encuentren en nosotros amor hecho
servicio a ellos. Oremos.
Por nosotros, que compartimos el pan de la Eucaristía, para que nos
dejemos lavar los pies por Jesús y estemos dispuestos a lavarle los pies
a los que nos rodean, especialmente, a los más pobres y abandonados.
Oremos.
Por nuestros adolescentes y jóvenes, para que con espíritu de servicio
se entreguen a los demás en la vocación sacerdotal, a la vida consagrada,
en el matrimonio cristiano y en los diversos servicios de evangelización.
Oremos.

Quien preside: Escucha Padre nuestras súplicas que te hemos


presentado y haz que vivamos el amor fraterno en el servicio desinteresado
a los demás, que hagamos memoria tuya al celebrar y vivir tu Eucaristía.
Bendice y fortalece a nuestro Obispo y nuestros sacerdotes para que sean
siempre presencia tuya en medio de tu pueblo. Por Jesucristo nuestro
Señor.

Oración sobre las ofrendas


Concédenos, Señor, participar dignamente en estos santos misterios,
pues cada vez que celebramos este memorial de la muerte de tu Hijo, se
realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión


Concédenos, Dios Todopoderoso, que la Cena de tu Hijo, que nos
alimenta en el tiempo, llegue a saciarnos un día en la eternidad de tu reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Monición para la procesión al monumento después


de la Oración de Comunión

Ahora quien preside y acompañado de los ministros llevará la reserva


eucarística al monumento en su honor. Allí en turnos acompañaremos
a Jesús en su dolor y en su decisión de hacer la voluntad del Padre sin
importarle el sufrimiento. Junto con El intercederemos por aquellos hermanos
y hermanas afligidos por esta pandemia, por la pobreza, por sus pecados,
por las guerras y tantas situaciones dolorosas.

25
La Paz les dejo, mi paz les doy

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

ACOMPAÑEMOS A JESÚS EN SU HORA

Orientaciones para la Adoración del Señor en este Jueves Santo:


Este momento es una hermosa oportunidad para vivir una profunda
experiencia personal y comunitaria con Jesucristo que nos lleve a acoger
y vivir los valores del Reino en permanente conversión. Es bueno seguir
este esquema de adoración teniendo la Guía Mensual y la Biblia para cada
participante. La Adoración se hace frente al copón con la reserva del Santísimo
Sacramento que quedó de la Celebración previa y que servirá para ser
distribuida el Viernes Santo en la Liturgia de la Pasión. No se debe exponer
el Sacramento en la custodia u ostensorio. Este esquema de adoración está
inspirado en el “Subsidio de Semana Santa de la Arquidiócesis de Santiago
de Chile, 2017.

1. Oración inicial
Señor Jesús, en esta Adoración después de la Celebración de tu última
Cena con tus discípulos en la que instituiste la Eucaristía y el ministerio
sacerdotal y en la que declaraste el mandato del amor como nuestra ley
fundamental, te acompañaremos en tus momentos de pasión dolorosa, en
tu hora definitiva. Escucharemos tus palabras de despedida en la que nos
insistes en lo que esperas de nosotros y oras por nosotros al Padre. En
silencio profundizaremos tus palabras y te manifestaremos nuestro amor.

2. Canto:
“Quédense aquí, oren y velen, junto conmigo, junto conmigo” u otro
parecido.

3. Primer Momento: SER FIELES ES AMAR (Jn 14, 15-24) -+

3.1 Guía: Para Juan, la pasión y la cruz son el momento de la glorificación de


Jesús, será “la Hora de pasar de este mundo al Padre”. Después de la
Cena, Jesús consuela a sus discípulos y los anima a ser perseverantes,
aunque todo parezca ir al fracaso. Todo es expresión del amor del Padre,
pero también se pide nuestro amor, el que se manifiesta en la fidelidad.
Ser fieles es amar.

3.2: Lector 1: Leamos Juan 14, 15-24

3.3 Momento de silencio: Cada uno lee en silencio esta Palabra de Jesús.
Subraya lo que más le ha impactado como voz del Señor (10 minutos).
3.4. Lector 2: Oremos: Jesús, tú nos pides fidelidad. ¡Queremos ser fieles
a tu amor! Tú eres fiel a los tuyos, a nosotros, a los que amas. No nos
26
Plan de Pastoral - Abril 2021

dejas solos, tu iglesia no camina sola. Haznos fieles a tus palabras.


Haznos sensibles a tu presencia junto a nosotros, queremos serte fieles
en los pobres, los marginados, los necesitados, en nuestros hermanos
y hermanas.

3.5. Lector 3: Jesús, tu mandamiento es amar. Queremos ser amantes de


la humanidad. Queremos amarte, amando a los demás. Queremos que
nuestra vida sea un siempre amar, amar y más amar. Tu palabra, la
palabra del Padre, es el amor. Tú eres el amor del Padre hecho hombre.
Haznos permanecer en tu amor, y serte fieles hasta el final. Queremos
ofrecerte todos esos momentos en que te hemos expresado nuestro
amor, aquellas acciones que nos han sido más difíciles, y las que han
brotado naturales del corazón.

3,5 Canto: referido a la oración en Getsemaní u otro parecido.

4. Segundo Momento: UNIDOS A CRISTO Y ENTRE NOSOTROS (Jn


15, 4-5; 9-17).

4.1 Guía: El Señor nos pide fidelidad como muestra de amor. Este amor
se hace fidelidad no solo a Jesús, sino también en fidelidad hacia los
hermanos. Este amor nos une a Cristo y nos une entre nosotros. Unidos
a Él somos comunidad, cuyo vínculo se fundamenta en la persona de
Jesús. Somos iglesia, somos comunidad, somos pueblo.

4.2 Lector 1: Leamos Juan 15,4-5 y 9-17.

4.3 Momento de silencio: Cada uno lee en silencio esta Palabra de Jesús.
Subraya lo que más le ha impactado como voz del Señor (10 minutos)

1.4 Lector 1: Oremos: Jesús, queremos dar fruto, no queremos una vida
estéril. Pero sabemos que no podemos hacerlo solos. Te necesitamos
y necesitamos de los demás. Separados de ti nos convertimos en una
comunidad seca, desunida, fría y egocéntrica. Unidos a ti, somos una
comunidad de hermanos, fecunda, unida, acogedora y misericordiosa.
No queremos caminar solos, queremos caminar unidos a ti y a los demás.

1.5 Lector 2: Jesús, somos tus amigos. ¡Somos tus amigos! Crees en
nosotros, y nos confías tu misión. No somos sirvientes, somos amigos.
Somos amigos tuyos y entre nosotros. Somos familias tuya y familia
entre nosotros. Nos eliges para la vida y la esperanza, para la comunión
y la misión. Queremos sentirnos comunidad que brilla con tu luz, que
consuela y sana, que acompaña y sostiene. Nuestra unión se hace
signo visible, queremos tomarnos de las manos por unos instantes,
sentir que caminamos juntos, que en la mano de mi hermano está la
tuya, Jesús.
27
La Paz les dejo, mi paz les doy

1.6 Canto: “Ustedes son mis amigos” u otro canto parecido sobre el amor.

5. Tercer Momento: LA TRISTEZA SE CONVERTIRÁ EN ALEGRÍA (Jn


16, 20-23; 33).

5.1 Guía: El fruto de la fidelidad, el amor y la unión es la alegría. No una


alegría pasajera, como la del mundo. Una alegría verdadera, que
transforma la vida. No una alegría que niega el dolor y la tristeza. Una
alegría que convierte nuestra actitud hacia los momentos difíciles de la
vida. Alegría que se multiplica en comunidad.

5.2 Leamos Juan 16, 20-23 y 33

5.3 Momento de silencio: Cada uno lee en silencio esta Palabra de Jesús.
Subraya lo que más le ha impactado como voz del Señor (10 minutos).

1.4 Lector 1. Jesús, en la vida hay tantos problemas. Vivimos en un mundo


que nos parece injusto, donde se experimenta el hambre, la cesantía, el
abandono, la crueldad, la enfermedad, la violencia. En nuestras mismas
comunidades nos enfrentamos a la división y a la envidia. Pero no
queremos caer en la desesperanza, no queremos anunciar pesimismos
oscuros, queremos gritar al mundo la alegría que viene de ti. Queremos
gritar al mundo que Tú tienes la última palabra: la tristeza se convertirá
en gozo.

1.5 Lector 2: Jesús, tú vences los males del mundo. Tú vences los dolores
y aflicciones de la humanidad. Pero no con magia ni promesas vacías,
tú no nos ofreces la salida fácil. Tu triunfo es real, es concreto y es
perdurable. Tú vences con la esperanza, la justicia, la misericordia.
Tú nos desafías a construir un mundo nuevo. Un mundo donde reine
la paz y la alegría, porque tú serás su fundamento. Queremos tomar
el desafío de la paz en nuestras comunidades, en nuestras familias,
en nuestros trabajos. Queremos construir esa paz que es signo de tu
victoria. Toma nuestras manos, con ellas queremos trabajar, abrazar,
sanar y ayudar. Por unos momentos, elevamos nuestras manos a ti,
tómalas, Jesús.

5.6 Lector 3: Canto: “Cuando el pobre nada tiene” u otro parecido.

6. Cuarto Momento: EN SU HORA, ESTAMOS CON ÉL (Jn 17, 1b-3; 10-


11 y 13; 17; 20-23 y 26).

6.1 Guía: Acompañar a Jesús en esta hora es un signo de amor. Estamos con
Él porque su amor ha transformado nuestra vida, y sabemos que puede
transformar a otros. La oración que meditaremos en este momento es
conocida como “la oración sacerdotal de Jesús”, pues en ella intercede
28
Plan de Pastoral - Abril 2021

ante el Padre por nosotros. Su oración se extiende por quienes seguirán


su enseñanza, en todo tiempo y lugar.

6.2 Leamos Juan 17, 1-3 y 10-11 y 13; 17; 20-23 y 26

6.3 Momento de silencio: Cada uno lee en silencio esta Palabra de Jesús.
Subraya lo que más le ha impactado como voz del Señor (10 minutos).

6.3 Lector 1: Jesús, en tu hora has rogado al Padre por cada uno de
nosotros. En tu corazón está el rostro de cada uno de nosotros, de
quienes estuvieron antes y de quienes vendrán en el futuro. Ruegas al
Padre para que ninguno se pierda, para que seamos fuertes y demos
testimonio de tu amor. Ruegas para que no prevalezca la división, sino
para que seamos unidos: así como tú y el Padre. Jesús, tanto es tu amor
por nosotros, que ruegas al Padre, y no dejas de rogarle por tu Iglesia.
6.4 Lector 2: Jesús, haznos ser uno. Queremos dar testimonio de la verdad,
de tu amor y de tu paz. Queremos ser una casa de misericordia para
todos y todas. Que nuestra vida sea luz para la sociedad, porque serás
tú quien brille en medio nuestro. Envíanos al mundo. Desafíanos a llegar
donde nadie quiere ir. Pon en nuestros corazones tu verdad. Estamos
aquí, contigo, queremos acompañarte en esta Hora, y que tu misión sea
nuestra misión. Queremos estar dispuestos a dar la vida, a entregar
nuestro tiempo, nuestro amor y nuestras manos. Como tú rogaste el
Padre por nosotros, así nosotros nos queremos poner en las manos del
Padre.

6.5 Canto: “Padre, me pongo en tus manos” u otro parecido.

6.6 Momento de oración final: Cada uno le expresa al Señor en forma


de oración su propia experiencia en este momento de Adoración. Se
concluye con el Padre Nuestro y Ave María. Se termina en silencio sin
canto.

Queremos decir juntos, nuestra oración de abandono:


Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que
sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que
tu voluntad se cumpla en mí, y en todas tus criaturas. No deseo nada más,
Padre. Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo. Y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con
una infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. Amén.

29
La Paz les dejo, mi paz les doy

2 Viernes Santo de la Pasión del Señor


Viernes Santo Rojo
Día de Ayuno y Abstinencia

Jesús por medio de la cruz, dio muerte a la enemistad y trajo la paz.

Algunas orientaciones
Hoy la liturgia se
centra en la Cruz, la que
usemos hoy deberá ser
grande y después de
besarla, la colocaremos
en un lugar visible, el
templo debe estar sin
flores, las imágenes
tapadas con paños
morados, el altar vacío,
sin manteles ni velas, el
sagrario debe estar vacío.

Monición de Entrada:
Hermanos y Hermanas continuamos hoy la Celebración de nuestro
Triduo Pascual, iniciado ayer con la Cena del Señor y que hoy se centra
en la Pasión de Cristo, en el sacrificio en la Cruz por medio de la cual nos
reconcilió con su Padre y derrumbó la enemistad entre nosotros haciendo de
los dos pueblos un solo pueblo lleno de paz.
Empezaremos esta celebración postrándonos, arrodillándonos en
presencia de Dios. Es momento de tomar conciencia de que Jesucristo
murió en la cruz por ti y por mí y de renovar nuestro compromiso bautismal,
viviendo el Reino de Dios en permanente conversión, siendo promotores de
paz.
La iglesia hoy no Celebra la Eucaristía, sino la Liturgia de la Palabra
que contiene tres partes: la Liturgia de la Palabra, oración de los fieles,
veneración de la Cruz y la distribución de la comunión reservada anoche.
Esta celebración nos dispondrá para celebrar mañana el memorial de
Jesucristo, muerto y resucitado en la Solemne Vigilia Pascual. Nos ponemos
ahora de rodillas y en silencio oramos disponiéndonos así a celebrar intensa
y dignamente este misterio de la Cruz.

EN SILENCIO quien preside se postra en el suelo o de rodillas.


Luego hace la oración.

30
Plan de Pastoral - Abril 2021

PRIMERA PARTE:
LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Isaías 52,13-53,12


El profeta Isaías nos describe todo el sufrimiento que debe soportar
el Siervo de Dios que fiel y obediente, cumple por amor la misión a él
encomendada. Sólo si somos obedientes y fieles al Señor, acogiendo y
viviendo el Reino de Dios en permanente conversión participaremos de su
Resurrección que nos trae la paz. Escuchemos
Lectura del libro de Isaías 52,13–53,12
Miren, mi siervo tendrá éxito, subirá y crecerá mucho. Como muchos se
espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto
humano, así asombrará a muchos pueblos, ante él los reyes cerrarán la boca,
al ver algo inenarrable y contemplar algo inaudito. ¿Quién creyó nuestro
anuncio? ¿A quién se reveló el brazo del Señor? Creció en su presencia
como brote, como raíz en tierra árida, sin figura, sin belleza.
Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado de los hombres,
como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual
se ocultan los rostros, despreciado y desestimado. Él soportó nuestros
sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso,
herido de Dios y humillado, pero él fue traspasado por nuestras rebeliones,
triturado por nuestros crímenes.
Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron.
Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino; y el Señor
cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se
humillaba y no abría la boca; como cordero llevado al matadero, como oveja
ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia,
se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de la tierra de
los vivos, por los pecados de mi pueblo lo hirieron. Le dieron sepultura con
los malvados, y una tumba con los malhechores, aunque no había cometido
crímenes ni hubo engaño en su boca.
El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como
expiación; verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor
quiere prosperará por su mano. Por los trabajos de su alma verá la luz,
el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque
cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá
como despojo una muchedumbre. Porque expuso su vida a la muerte y fue
contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por
los pecadores. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 30,2.6.12-13.15-16.17 y 25


R/. Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu
A ti, Señor, me acojo: no quede yo nunca defraudado; tú, que eres justo,
ponme a salvo. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me
librarás. R/.
31
La Paz les dejo, mi paz les doy

Soy la burla de todos mis enemigos, la irrisión de mis vecinos, el espanto


de mis conocidos; me ven por la calle, y escapan de mí. Me han olvidado
como a un muerto, me han desechado como a un cacharro inútil. R/.
Pero yo confío en ti, Señor, te digo: «Tú eres mi Dios.» En tu mano están
mis azares; líbrame de los enemigos que me persiguen. R/.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. Sean
fuertes y valientes de corazón, los que esperan en el Señor. R/.

Segunda Lectura: Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9


Cristo nuestro Sumo Sacerdote asumió la condición humana y sufriendo
aprendió a obedecer hasta alcanzarnos la paz con Dios y entre nosotros. Ese
es nuestro camino también, pasando por el sufrimiento seremos portadores
de esa paz y salvación para los demás. Escuchemos.

Lectura de la carta a los Hebreos 4,14-16;5,7-9


Hermanos: Mantengamos la confesión de la fe, ya que tenemos un
sumo sacerdote grande, que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras
debilidades, sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros,
menos en el pecado. Por eso, acerquémonos con seguridad al trono de
la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie
oportunamente. Cristo, en los días de su vida mortal, a gritos y con lágrimas,
presentó oraciones y súplicas al que podía salvarlo de la muerte, cuando en
su angustia fue escuchado. Él, a pesar de ser Hijo, aprendió, sufriendo, a
obedecer. Y, llevado a la consumación, se ha convertido para todos los que
le obedecen en autor de salvación eterna. Palabra de Dios.

Aclamación Fip. 2,8-9


Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte
de cruz. Por eso Dios lo levantó, sobre todo, y le concedió el
“Nombre - sobre - todo - nombre”

Evangelio: Juan 18, 1,-19.42


Escuchemos ahora el relato de la Pasión y Muerte de Jesucristo según
San Juan. Esta lectura llega a nosotros con más fuerza que nunca. Fijemos
toda nuestra atención en Jesús, en su sacrificio en la Cruz y dejémonos
llenar de su amor y de su paz. Escuchemos.

Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 18,1–19,42

Meditación

El Viernes Santo es el día del año que concentra la mayor cantidad de


actos de piedad, sacrificios que permanecen ligados a las tradiciones de
nuestros pueblos. El Viernes Santo es el día del viacrucis, del ayuno, de
la meditación de las siete palabras, de la abstinencia de carnes, etc. Pero
32
Plan de Pastoral - Abril 2021

¿qué sentido tiene esto si no entendemos el verdadero significado de lo


que recordamos hoy? Las lecturas propuestas para esta ocasión ofrecen
el marco conceptual y espiritual para interiorizar el mensaje que nos deja
la actitud humilde, vicaria del maestro de Nazaret. Son esos textos los que
revelan el mensaje que cada padecimiento, cada gesto de Jesús quiere
transmitirnos.
El principal signo de este día es la cruz, la que carga el siervo de
que habla el profeta Isaías. La cruz es el signo del martirio, del sacrificio
redentor. En ella Jesús expía nuestros pecados, ofrece su vida para que
tengamos Vida, como recordaremos en la Vigilia Pascual. Así se convierte
en signo de bendición, no de maldición como se creía hasta entonces. Por
eso, cada vez que hablamos de Viernes Santo, pensamos en la cruz, de
quien dijo el propio Jesús: “quien no es capaz de cargar con su cruz cada
día, no es digno de mi”. Y es verdad, no se puede seguir a Jesús sin cargar
la cruz; no se puede llegar a la victoria pascual sin pasar por la crucifixión.
Pongamos mucha atención a esta expresión aparecida hoy en la
primera lectura del Libro del profeta Isaías: “Todos errábamos como ovejas,
cada uno siguiendo su camino; y el Señor cargó sobre él todos nuestros
crímenes”. Entendamos bien, “cargó”, que quiere decir, quitó nuestra
carga y la tomó para dejarnos libres. Dejarnos libres de nuestras culpas,
esto es lo que se llama “expiar”, y esto es lo que nos dice el Evangelio
de San Juan: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único” (Jn
3,16). Esta entrega de parte del Hijo muestra obediencia y sumisión a la
voluntad del Padre que lleva hasta el calvario el más sublime testimonio
de cumplimiento al proyecto de Dios. Por esta entrega hemos alcanzado
la salvación.
Esto último es muy importante. Hemos obtenido la salvación gracias
al inmenso amor que Dios nos tiene y por el testimonio de su Hijo, que
se convierte en sacerdote por cuyo sacrificio se nos han perdonado los
pecados. Su sangre es superior a la de los machos cabríos de que se habla
en algunos de los textos del Pentateuco, como es superior su sacrificio al
de los sacerdotes de la Antigua Alianza.
El viacrucis de nuestros pueblos latinoamericanos, que desde hace
mucho tiempo cargan con la pesada cruz que supone la negación de
los derechos elementales, es una cruz que llevan sobre sus espaldas
campesinos, obreros, amas de casa, envejecientes, desempleados y que
esperan su redención.
Por otra parte, recordamos que Jesús fue asesinado por envidia;
autoridades políticas y religiosas, que vieron amenazados sus intereses,
decidieron terminar con la vida de un inocente. Sabían que era inocente,
lo dijo el propio Pilato y, sin embargo, prefirieron liberar a Barrabás
condenando a morir al justo. Es un acontecimiento que se repite
continuamente, el hombre bueno es llevado a prisión, mientras los que se
roban los bienes públicos y acaban con el patrimonio nacional, exhiben
sus riquezas al amparo de los poderes establecidos.

33
La Paz les dejo, mi paz les doy

Oración Universal de los Fieles: (Misal Romano)


Ante la muerte de Cristo que da la vida por la humanidad entera, nuestra
oración de hoy debe ser más intensa, para que a todos llegue la salvación y
la paz que nace de la Cruz. Unámonos, pues, ahora, como Iglesia suplicante
para que llegue la paz de Cristo a todos los corazones y a todos los pueblos.

(Quien preside inicia desde el Misal o el Libro de la Sede la Oración


Universal, especial para hoy).

I. Por la santa Iglesia


Lector 1: Oremos, hermanos, por la Iglesia santa de Dios, para que el
Señor le dé la paz, la mantenga en la unidad, la proteja en toda la tierra, y a
todos nos conceda una vida confiada y serena, para gloria de Dios, Padre
todopoderoso.

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:


Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo manifiestas tu gloria a todas las
naciones, vela solícito por la obra de tu amor, para que la Iglesia, extendida
por todo el mundo, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu
nombre. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN.

II. Por el Papa


Lector 2: Oremos también por nuestro Santo Padre el Papa Francisco,
para que Dios, que lo llamó al orden episcopal, lo asista y proteja para bien
de la Iglesia como guía del Pueblo santo de Dios.

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:


Dios todopoderoso y eterno, cuya sabiduría gobierna todas las cosas,
atiende bondadoso nuestras súplicas y protege al Papa, para que el pueblo
cristiano, gobernado por ti bajo el cayado del Sumo Pontífice, progrese
siempre en la fe. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN.

III. Por todos los ministros y por los fieles


Lector 3: Oremos también por nuestro Obispo_______________; por
todos los Obispos, presbíteros y diáconos, y por todos los miembros del
pueblo santo de Dios.

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:


Dios todopoderoso y eterno, cuyo Espíritu santifica y gobierna todo el
cuerpo de la Iglesia, escucha las súplicas que te dirigimos por todos sus
ministros, para que, con la ayuda de tu gracia, cada uno te sirva fielmente en
la vocación a que le has llamado. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN.

Lector 4: Por los catecúmenos


Oremos también por (nuestros) los catecúmenos, para que Dios nuestro
Señor les ilumine interiormente, les abra con amor las puertas de la Iglesia,
34
Plan de Pastoral - Abril 2021

y así encuentren en el bautismo el perdón de sus pecados y la incorporación


plena, a Cristo nuestro Señor.

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:


Dios todopoderoso y eterno, que haces fecunda a tu Iglesia dándole
constantemente nuevos hijos; acrecienta la fe y la sabiduría de los
catecúmenos para que puedan ser contados entre tus hijos. Por Jesucristo
nuestro Señor.

Lector 5: Por la unidad de los cristianos


Oremos también por todos aquellos hermanos nuestros que creen en
Cristo, para que Dios nuestro Señor asista y congregue en una sola Iglesia
a cuantos viven de acuerdo con la verdad que han conocido.

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:


Dios todopoderoso y eterno, que vas reuniendo a tus hijos dispersos
y velas por la unidad ya lograda, mira con amor a toda la grey que sigue a
Cristo, para que la integridad de la fe y el vínculo de la caridad congregue en
una sola Iglesia los que consagró un solo bautismo. Por Jesucristo nuestro
Señor. AMEN.

Lector 6: Por los judíos.


Oremos también por el pueblo judío, el primero a quien Dios habló desde
antiguo por los profetas, para que el Señor acreciente en ellos el amor de su
Nombre y la fidelidad a la Alianza que selló con sus padres.

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:


Dios todopoderoso y eterno, que confiaste tus promesas a Abraham y
su descendencia; escucha con piedad las súplicas de tu Iglesia, para que el
pueblo de la primera Alianza llegue a conseguir en plenitud la redención. Por
Jesucristo nuestro Señor. AMEN.

Lector 7: Por los que no creen en Cristo.


Oremos por los que no creen en Cristo, para que, iluminados por el
Espíritu Santo, encuentren también ellos el camino de la salvación.

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:


Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen en Cristo
que, viviendo con sinceridad ante ti, lleguen al conocimiento pleno de la
verdad, y a nosotros concédenos también que, progresando en la caridad
fraterna y en el deseo de conocerte más, seamos ante el mundo testigos
más convincentes de tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN.

Lector 8: Por los que no creen en Dios


Oremos también por los que no admiten a Dios, para que por la rectitud
y sinceridad de su vida alcancen el premio de llegar a Él.
35
La Paz les dejo, mi paz les doy

Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:


Dios todopoderoso y eterno, que creaste a todos los hombres para
que te busquen y, cuando te encuentren, descansen en ti, concédeles que,
en medio de sus dificultades, los signos de tu amor y el testimonio de los
creyentes los lleve al gozo de reconocerte como Dios y Padre de todos los
hombres. Por Jesucristo nuestro Señor. AMEN.
Lector 9: Por los gobernantes
Oremos también por los gobernantes de todas las naciones, para que
Dios nuestro Señor, según sus designios, les guíe en sus pensamientos y
decisiones hacia la paz y libertad de todos los hombres.
Oración en silencio. Prosigue el sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que tienes en tus manos el destino de todos
los hombres y los derechos de todos los pueblos, asiste a los que gobiernan,
para que, por tu gracia, se logre en todas las naciones la paz, el desarrollo
y la libertad religiosa de todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor.
AMEN.

Lector 10: Por los atribulados.


Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, por todos los que
en el mundo sufren las consecuencias del pecado, para que cure a los
enfermos, dé alimento a los que padecen hambre, libere de la injusticia a
los perseguidos, redima a los encarcelados, conceda volver a casa a los
emigrantes y desterrados, proteja a los que viajan, y dé la salvación a los
moribundos.
Oración en silencio. Prosigue el sacerdote
Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los que lloran, fuerza de los que
sufren, lleguen hasta ti las súplicas de quienes te invocan en su tribulación,
para que sientan en sus adversidades la ayuda de tu misericordia. Por
Jesucristo nuestro Señor. AMEN.

SEGUNDA PARTE:
VENERACION DE LA CRUZ

INTRODUCCIÓN ANTES DE LA VENERACIÓN DE LA CRUZ:


Para los cristianos, la cruz es el instrumento elegido por Cristo para
nuestra salvación. Es el signo del amigo que entrega su vida por aquellos
que ama. Desde la Cruz Cristo es proclamado Redentor y Salvador que da
la paz con su Padre y entre todos los pueblos.
Recibamos ahora, en medio de nuestra asamblea, la cruz de Jesucristo.
En él está nuestra salvación, nuestra vida y nuestra resurrección.
Dispongámonos a adorar a nuestro Salvador, porque él ha muerto para
darnos vida.
Dada esta pandemia solo quien preside hará el beso a la cruz en nombre
de todo el pueblo de Dios. Luego, paseará la cruz por medio de la Asamblea
36
Plan de Pastoral - Abril 2021

quien manifestará su amor a Jesucristo que en la Cruz rompió el muro que


nos separaba e inició un Reino de Paz. Se entonará el himno a la Cruz y los
improperios del Señor a su pueblo por haberlo rechazado.
Después de la veneración a la Cruz, haremos la colecta, como signo de
solidaridad con nuestros hermanos cristianos que viven en tierra Santa, de
Jerusalén y sus alrededores, la cual servirá para ayudar a esos hermanos
nuestros a paliar sus necesidades económicas.

TERCERA PARTE

MONICIÓN ANTES DE LA COMUNIÓN


Nos disponemos para recibir la Sagrada Comunión para aquellos que
están debidamente preparados. La Eucaristía que ayer celebrábamos nos
alimenta también hoy, mientras esperamos compartir, mañana por la noche,
la Eucaristía de la Pascua.

SALIDA DE LA ASAMBLEA EN SILENCIO


Terminada la Comunión y después de nuestro celebrante hacer la
oración sobre la Asamblea se dan los avisos correspondientes recordando
que mañana a las 6 am se tendrá la oración de Laudes para acompañar a
María junto al sepulcro. Deben ir en silencio desde sus casas y vestidos con
color oscuro.
Mañana se tendrá la Vigilia Pascual a la hora señalada. Invitamos a
todos y a todas venir vestidos de blanco como recuerdo del Bautismo.
Luego se despoja el altar y todos salimos en paz y en silencio,
sin despedirnos. Seguiremos en nuestros hogares con recogimiento
acompañando a Jesús en su sepulcro.

37
La Paz les dejo, mi paz les doy

3 Sábado Santo
Sábado en la mañana Morado

El Sábado Santo no hay liturgia, por eso no hay lecturas.

Acompañemos a María junto al sepulcro de Cristo, y participemos


de su dolor y de todos los que sufren en nuestro pueblo, especialmente
a causa de la pandemia del Covid 19

Ambientación general:
Presentamos la oración
de Laudes y una reflexión en
compañía de María. La podemos
realizar en familia, en comunidad,
en la parroquia y hasta
personalmente. Se necesita un
lugar o ambiente de silencio para
celebrarla en todo su sentido.
Es conveniente que se preparen
bien las canciones. El lugar de la
oración debe estar lo más sobrio posible, con una cruz o crucifijo cubierta
con un manto morado y una imagen de María cerca de la cruz.
1. Monición ambiental
Durante la mañana del Sábado Santo la Iglesia permanece junto
al sepulcro del Señor, meditando su pasión y muerte, o está con María,
acompañándola en su soledad y en su llanto. Es un día de oración, silencio
y meditación, un “día de desierto”. Representa en la vida cristiana esos
momentos de vacío, de niebla, en los que lo único posible es la esperanza.
Dios lleva al desierto a los que quiere; allí Dios encuentra un buen momento
para hablar con los amigos. Nuestra vida está, de ordinario, muy llena de
cosas. No tenemos tiempo para nada, y menos para pensar en Dios. Dios, en
este día de Sábado Santo, calla para que aprovechemos el tiempo en orar,
reflexionar y meternos dentro de nosotros mismos; lo hacemos en compañía
de María, que no habla, sólo llora, está en silencio y está en espera.
Acompañemos a María, y dejemos que ella esté a nuestro lado, en
silencio, enseñándonos con su silencio.
Canto: Dolorosa de pie junto a la cruz.
2. Himno (Hacemos todos juntos este himno tan bonito)
Dame tu mano, María, la de las tocas moradas; / clávame tus siete
espadas en esta carne baldía.
Quiero ir contigo en la impía tarde negra y amarilla.
Aquí, en mi torpe mejilla, quiero ver si se retrata / esa lividez de plata,
esa lágrima que brilla.
38
Plan de Pastoral - Abril 2021

¿Dónde está ya el mediodía luminoso en que Gabriel, / desde el marco


del dintel, te saludó: «Ave, María”?
Virgen ya de la agonía, tu Hijo es el que cruza ahí./ Déjame hacer junto
a ti este augusto itinerario.
Para ir al monte Calvario cítame en Getsemaní.
Qué lejos, madre la cuna y tus gozos de Belén: / “No, mi Niño, no. No
hay quien de mis brazos te desuna”
Y rayos tibios de luna, entre las pajas de miel, / le acariciaban la piel sin
despertarle. ¡Qué larga
es la distancia y qué amarga de Jesús muerto a Emmanuel!
A ti doncella graciosa, hoy maestra de dolores, / playa de los pecadores,
nido en que el alma reposa, / a ti te ofrezco, pulcra rosa, las jornadas de esta
vía.
A ti, Madre, a quién quería cumplir mi humilde promesa. / A ti, celestial
princesa, Virgen sagrada María. Amén

3. Salmodia

A. Salmo 63
Animador/a: Él salmista expresa su lamento al Señor por todo lo que
traman los malos contra el justo. Pero, al mismo tiempo, proclama la victoria
del Señor sobre sus planes que hace que el justo se alegre y que se feliciten
los rectos de corazón. Hoy, nosotros, nos lamentamos de la muerte de Jesús
y la situación dolorosa de muchas personas y pueblos enteros, pero nos
refugiamos en el Señor, ya que sabemos que con Él la misericordia de Dios
vencerá.

Todos: Harán llanto como llanto por el hijo único, porque siendo inocente
fue muerto el Señor. (Se puede cantar o recitar a dos coros).
Escucha, ¡oh Dios!, la voz de mi lamento, /protege mi vida del terrible
enemigo; escóndeme de la conjura de los perversos/y del motín de los
malhechores: afilan sus lenguas como espadas/y disparan como flechas
palabras venenosas, para herir a escondidas al inocente, /para herirlo por
sorpresa y sin riesgo.
Se animan al delito, /calculan cómo esconder trampas, y dicen: “¿Quién
lo descubrirá?”/inventan maldades y ocultan sus invenciones,/porque su
mente y su corazón no tienen fondo.
Pero Dios los acribilla a flechazos, /por sorpresa los cubre de heridas; su
misma lengua los lleva a la ruina,/y los que lo ven menean la cabeza.
Todo el mundo se atemoriza, /proclama la obra de Dios y medita sus
acciones. /Él justo se alegra con el Señor, se refugia en él,/y se felicitan los
rectos de corazón. Gloria al Padre y al Hijo...

Todos: Harán llanto como llanto por el hijo único, porque siendo inocente
fue muerto el Señor.

39
La Paz les dejo, mi paz les doy

B. Cántico de Isaías
El himno con el que vamos a orar a continuación está tomado de Isaías,
quien pone en boca del rey Ezequías la oración de un enfermo que se
siente llegado ya a las puertas de la muerte: y ora, sus ojos mirando al
cielo se consumen, esperando contra toda esperanza, el Señor intervendrá
finalmente devolviéndole la salud. Por eso entona un cántico de acción de
gracias. Junto al sepulcro de Cristo vislumbramos la intervención del Padre
a su favor. (Lo podemos orar o cantar a dos coros).
Todos: Líbrame, Señor, de las puertas del abismo.

Cántico del libro de Isaías (38, 10-14. 17-20)


Yo pensé: “En medio de mis días tengo que marchar hacia las puertas
del abismo; me privan del resto de mis años”. / Yo pensé: “Ya no veré más
al Señor en la tierra de los vivos, ya no miraré a los hombres entre los
habitantes del mundo.
Levantan y enrollan mi vida como una tienda de pastores. Como un
tejedor devanaba yo mi vida, y me cortan la trama”. Día y noche me estás
acabando, sollozo hasta el amanecer. Me quiebras los huesos como un
león, día y noche me estás acabando.
Estoy piando como una golondrina, gimo como una paloma. Mis ojos
mirando al cielo se consumen: ¡Señor, que oprimen, sal fiador por mí!
Me has curado, me has hecho revivir, la amargura se me volvió paz
cuando detuviste mi alma ante la tumba vacía y volviste la espalda a todos
mis pecados.
Él abismo no te da gracias, ni la muerte te alaba, ni esperan en tu
fidelidad los que bajan a la fosa. Los vivos, los vivos son quienes te alaban
como yo ahora.
Él padre enseña a sus hijos tu fidelidad. Sálvame, Señor, y tocaremos
nuestras arpas todos los días en la casa del Señor. Gloria al Padre y al
Hijo...
Todos: Líbrame, Señor, de las puertas del abismo.

C. Salmo 150:
Animador/a: La fe en el Señor se convierte en alabanza al entrever
su victoria. Con el Salmo 150 anticipamos ya los cantos de fiesta por lo
que acontecerá esta noche santa con la resurrección. Por eso, nosotros
los cristianos somos capaces de alabar y bendecir al Señor en medio de
la tormenta de la vida personal, familiar, social y mundial. Sabemos que
Él triunfará con su misericordia y, por eso, le alabamos anticipadamente.
Digamos juntos:
Todos: Estaba muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos,
y tengo las llaves de la muerte y del hades.
Alaben Señor en su templo, / alábenlo en su augusto firmamento. Alábenlo
por sus obras magníficas, / Alábenlo por su inmensa grandeza.
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Plan de Pastoral - Abril 2021

Alábenlo tocando trompetas, / Alábenlo con arpas y cítaras, Alábenlo con


tambores y danzas, /Alábenlo con trompas y flautas.
Alábenlo con platillos sonoros, / Alábenlo con platillos vibrantes. Todo ser
que alienta, alabe al Señor. Gloria al Padre y...

Todos: Estaba muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos,
y tengo las llaves de la muerte y del hades.

4. Lectura: Juan 19, 38-42 Silencio contemplativo

5. Reflexión:
Aquí estamos acompañando a María, a una mamá que ha perdido a su
hijo. En nuestra cultura, ¿qué se hace cuando a una mamá se le muere el
hijo? ¿Qué se hace si es joven y lo matan violentamente? ¿Qué hacemos
si sabemos que lo han matado injustamente? ¿Nos escondemos como los
apóstoles o vamos valientemente a acompañar a la mamá? Creo que a eso
hemos venido, a acompañarla en esta mañana de soledad. María, madre,
no es día para hacer discursos, sino para acompañarte en esta soledad en
que tu hijo está ya sepultado. Aprovechamos para ir recordando algunos
aspectos de estos días.
Nos hemos acostumbrado a ver a María, en Semana Santa, como la
Virgen dolorosa, sufriente, llorando… Sin embargo, el único recuerdo que los
evangelios nos ha reservado es el de una Madre valiente, que se mantuvo
de pie junto al tormento de su hijo, es decir, que no se dejó derrumbar por
el dolor. María estuvo junto a la cruz. Como hemos leído en el evangelio de
Juan.
Para Jesús, ver a su Madre que le acompaña tuvo que darle un poco de
ánimo, al darse cuenta de que no está tan solo como pensaba, pues quien
más le quiere, su Madre, está junto a Él, no le ha abandonado, le sigue.
Sin embargo, esta misma situación, mirándola desde otra perspectiva,
podía hacerle sufrir más; es humano que el hijo no quiera que su mamá se
entere de sus sufrimientos, no desea que le vea en esa situación… mejor
si entera después que ya está muerto, y que no sufriese al ver todo lo que
está pasando…
Y para María ¿qué sería? Pongámonos en sus zapatos, en la situación
de una mamá a la que están torturando a su hijo y ella lo está viendo todo…
¿Qué pasaría por su mente y por su corazón?
Estaba, María junto a la cruz. Hace falta ser valiente. ¡Hace falta ser
madre!

Silencio contemplativo
Al terminar, todos dicen: Cristo, por nosotros, se sometió incluso a
la muerte, y una muerte de cruz; por eso Dios lo levantó sobre todo y le
concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”.

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La Paz les dejo, mi paz les doy

6. Cántico Evangélico (Lucas 1, 68 – 79)


Animador/a: Agradezcamos al Padre, que tanto nos ha amado y
que envió a su Hijo para iluminar a los que viven en tiniebla y, en
sombra de muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
Digamos juntos:

Todos: Salvador del mundo, sálvanos; tú que con tu cruz y con tu sangre
nos redimiste, socórrenos, Dios nuestro.

Bendito sea el Señor, Dios de Israel, / porque ha visitado y redimido a


su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación / en la casa de David,
su siervo, según lo había predicho desde antiguo/por boca de sus santos
profetas.
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos/y de la mano de todos
los que nos odian; ha realizado así la misericordia que tuvo con nuestros
padres, / recordado su santa alianza / y el juramento que hizo a nuestro
padre Abraham. Para concedernos que, libres de temor, / arrancados de la
mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, / en su presencia,
todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, / porque
irás delante del Señor a preparar sus caminos, /anunciando a su pueblo la
salvación, /y el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, / nos visitará el sol que
nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tiniebla y en sombra de
muerte, / para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

Todos: Salvador del mundo, sálvanos; tú que con tu cruz y con tu sangre
nos redimiste, socórrenos, Dios nuestro.

7. Preces
Quien coordina: Por intercesión de María, la madre de Jesús y nuestra
madre, pedimos a nuestro Redentor que por nosotros y por todas las
personas quiso morir y ser sepultado, para resucitar de entre los muertos, y
supliquémosle, diciendo: Señor, ten piedad de nosotros.
* Oh Señor, que junto a tu cruz y a tu sepulcro tuviste a tu Madre dolorosa
que participó en tu sufrimiento, - haz que los cristianos sepamos participar y
combatir el sufrimiento de los más pobres de nuestro pueblo, especialmente
en este tiempo de la pandemia del Covid 19. Oremos.
* Señor Jesús, que como grano de trigo caíste en la tierra para morir y
dar fruto abundante, - haz que también nosotros sepamos morir al pecado y
vivir para Dios y la comunidad. Oremos.
* Señor Jesús, que estuviste en el vientre del sepulcro para vencer a la
muerte, - haz que en nuestro país y en el mundo, se respete la vida desde el
seno materno hasta su muerte natural. Oremos.
 * Oh Pastor de la Iglesia, que quisiste ocultarte en el sepulcro para dar
la vida a las personas, - haz que nosotros sepamos también participar en dar
sentido a la vida de los demás. Oremos.
42
Plan de Pastoral - Abril 2021

 * Nuevo Adán, que quisiste bajar al reino de la muerte, para librar a


cuantos, desde el origen del mundo, estaban encarcelados, - haz que todas
las personas privadas de libertad material y espiritual, escuchen tu voz y
tengan sentido en sus vidas. Oremos.
 * Cristo, Hijo de Dios vivo, que has querido que por el bautismo fuéramos
sepultados contigo en la muerte, - haz que siguiéndote a ti cambiemos
nuestra manera de vivir. Oremos.
* En este momento se invita a quien quiera expresar alguna petición
al Señor por su familia, por su Sector o por el país se acerca a la imagen
cubierta de Jesús y expone sus penas y dolores.

Quien coordina: Movidos por el espíritu filial que Cristo nos mereció
con su muerte, digámosle al Padre: Padre nuestro…
Acompañando y acompañados por María pedimos su intercesión
diciendo. Dios te salve, María, llena eres de gracia…

8. Conclusión:
V. (+) Él Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna. R. Amén.

9. Canto a la Virgen.

10. Avisos: Recordamos la hora de la celebración de la Vigilia Pascual.

43
La Paz les dejo, mi paz les doy

Vigilia de la Pascua de la Resurrección del Señor


Sábado en la Noche Blanco

Aleluya, Jesús Resucitado nos da su paz, Aleluya

Algunas orientaciones para esta celebración:


Con mucha alegría se comienza la
Vigilia Pascual, este año a diferencia
de años anteriores observando las
medidas de distanciamiento a causa
del Covid 19. Preparar bien el Cirio
Pascual, que debe ser nuevo, bien
adornado y preparar el porta cirio.
Bendecir el fuego a la puerta de
la Iglesia y sólo irán en procesión
quien preside y sus ministros. Que
todos lleven sus velones o velas
para encender. Preparar bien el
Pregón Pascual. Preparar bien el
programa para los lectores para que
las lecturas sean bien proclamadas,
sus moniciones y salmos. Hay que
destacar el canto del Gloria, tocar la
campana, crear un ambiente de fiesta.
No se tendrán bautismos, pero renovaremos las promesas bautismales y se
rociará con el agua bendecida por quien preside.

Monición de Entrada
Hermanos y Hermanas: nuestra comunidad cristiana está llena de
alegría y se regocija al celebrar nuestra Vigilia Pascual 2021 . Hoy es la
fiesta de las fiestas cristianas, celebramos el hecho fundamental de nuestra
fe que es Jesucristo. Esta es la noche de las noches, la noche por excelencia,
las tinieblas se desvanecen, la oscuridad queda derrotada, la muerte es
vencida de modo definitivo y Cristo se alza victorioso ante su pueblo. Por
ello nos reunimos en vigilia de oración a la espera de Cristo resucitado, para
escuchar la palabra de Dios, para participar en los sacramentos de la Iglesia,
para celebrar con Cristo el Banquete pascual.
La liturgia de esta noche contiene cuatro partes: Primera parte: el
Lucernario o liturgia de la luz, que iniciaremos con la bendición del fuego,
y termina con el cántico del Pregón pascual. Segunda parte: la liturgia de
la palabra con la proclamación de siete lecturas del antiguo Testamento y
dos del Nuevo Testamento. La Tercera parte de la celebración de la liturgia
bautismal en la que renovaremos nuestras promesas bautismales y la cuarta
parte, la liturgia Eucarística.

44
Plan de Pastoral - Abril 2021

Con mucha alegría iniciamos esta noche gloriosa.

Bendición del fuego

Pregón Pascual

SEGUNDA PARTE:
LITURGIA DE LA PALABRA

Cada lectura lleva su monición, su salmo cantado preferiblemente y


su oración.

PRIMERA LECTURA: Génesis 1,1-2,2)


Salmo (103)
Oración

SEGUNDA LECTURA: (Génesis 22,1-18)


Salmo (15)
Oración

TERCERA LECTURA: (Éxodo14, 15 -,15,1)


(Éxodo,15)
Oración

CUARTA LECTURA: (Isaías 54, 5-14)


Salmo (29)
Oración

QUINTA LECTURA: (Isaías 55,1-11)


Salmo Isaías (12)
Oración

SEXTA LECTURA: (Baruc 3,9-1.32-4,4)


Salmo (18)
Oración

SEPTIMA LECTURA: (Ezequiel 36,16-28)


Salmo (41 y 42)
Oración

CANTO DEL GLORIA


En este momento se encienden los cirios del altar y se canta el Gloria.
Luego el que preside procede a la Oración Colecta. Terminada la oración
nos sentamos.
45
La Paz les dejo, mi paz les doy

Lectura: Romanos 6, 3-11


Acabada la lectura todos se levantan, y el sacerdote entona
solemnemente el Aleluya que repiten todos.

Salmo Responsorial: 117, 1-2.16ab-17.22-23: Este es el día en que


actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo.

R/ Aleluya, Aleluya, Aleluya

Evangelio: Marcos 16, 1-7

Meditación

Esta noche los hermanos nos reunimos para celebrar la Gran Vigilia
Pascual. Es una hermosa celebración que comienza con el lucernario, el
encendido del fuego y del cirio pascual que presidirá la procesión de esta
noche. Es la noche santa que marca el inicio de periodo de cincuenta
días en la que no faltan los cantos que hacen alusión a la resurrección
de Cristo. Es un momento en el cual los cristianos se regocijan por la
resurrección de Jesús. En todas las iglesias cristianas se realiza un ritual
similar en el que, al lado de la Palabra y la Eucaristía, se emplean los
símbolos de la luz y el agua.
En la liturgia de la Palabra se relata brevemente la historia de la salvación
desde la creación, la prueba y caída de Adán, la espera y liberación del
pueblo de Israel, hasta la entrega de Jesucristo, quien murió por nuestros
pecados y nos lleva a la salvación. Las lecturas de esta solemnidad dan el
toque especial para comprender el significado de esta celebración. Hemos
pasado de la muerte a la vida, hemos conocido el amor de Dios que nos
ha sacado de nuestra condición de muerte, consecuencia del pecado,
para pasar a una nueva vida. Cristo ha sido el primero en resucitar,
acontecimiento que llena de esperanza a todos los cristianos que se han
identificado en el proyecto de Jesús.
Si el pasado viernes nuestra atención se dirigía hacia la cruz, hoy, nos
fijamos en el Cirio Pascual. Este representa a Cristo, luz del mundo. Es muy
bonito el pregón pascual, cantado al lado del Cirio mientras permanecen
apagadas las luces para que se note más la claridad que proporciona esta
luz. La liturgia de la luz es un momento de la celebración que se une a la
liturgia bautismal cuando se bendice el agua y los presentes renuevan
su bautismo. Es la forma en que dicen renunciar al pecado y comenzar
una vida nueva. Y si encendemos nuestra vela desde el Cirio Pascual es
porque queriendo ser luz, sabemos que no lo lograremos si no es unidos
a la verdadera luz: Cristo.
Una buena preparación para esta celebración (me refiero a una
adecuada preparación de los cantos, unos buenos lectores, unos adornos y
ambientación sugerente) ayudaría mucho a entrar en el verdadero espíritu
de esta fiesta. Recordemos que a esta Vigilia asisten muchos hermanos
46
Plan de Pastoral - Abril 2021

que durante el año no le vemos en el templo y algunos de los cuales han


asistido a buscar agua bendita, y por tanto, si le llegamos a lo profundo de
sus sentimientos causando algún impacto en su vida, podríamos conseguir
que continúen asistiendo y quizás hasta se comprometan a integrarse en
las actividades parroquiales.

TERCERA PARTE: LITURGIA BAUTISMAL

Se hace la oración de bendición del agua


Renovación de las Promesas Bautismales

CUARTA PARTE: LITURGIA EUCARÍSTICA

Se sigue la Eucaristía como de costumbre. Se invita a todos a celebrar en


sus casas con gran alegría esta Pascua con una comida buena y abundante.

4 Domingo de Pascua en la Resurrección del Señor


Domingo Blanco
Tercer día del Triduo Pascual a la vez es el primer día de la
Cincuentena Pascual o Gran Domingo de Pascua

Aleluya, Jesús Resucitado nos da su paz, Aleluya

ALGUNAS ORIENTACIONES: Seguir


observando las medidas de protección de salud
pública a causa de la pandemia. Colocar el lema
del mes “Mi paz les dejo, mi paz les doy “(Jn
14,27) con su valor “Paz “. Resaltar el Lema del
día. Adornar el altar con flores vivas que invite a
la alegría. Los signos de hoy son el Cirio Pascual
y el Agua bautismal. Se hace la aspersión del
agua después de la renovación de las promesas
bautismales. Preparar cantos alegres. Hacer
vivir ese momento de alegría, pues ha resucitado
el Señor y estamos alegres. Aleluya, Aleluya.

Monición de entrada:
¡!Feliz pascua de resurrección! Cristo el Señor ha Resucitado y
estamos alegres. Demos un gran aplauso al Señor Resucitado.
Con ese espíritu festivo y esa paz que nos da el resucitado damos inicio
a esta gran celebración de hoy Domingo de Resurrección y Primer Domingo
de Abril y lo hacemos animados con el lema: “mi paz les dejo, mi paz les
doy “(Jn 14,27).
47
La Paz les dejo, mi paz les doy

Las lecturas de hoy tienen como elemento común la alegría y el gozo


de la resurrección de Jesús, es el milagro del comienzo de una vida nueva,
del triunfo de la vida sobre la muerte, la victoria del amor. Es el punto inicial
del tiempo de Pascua que empieza en la Vigilia, comprende la cincuentena
pascual y concluye, después de siete semanas, en Pentecostés. El misterio
pascual, es decir la muerte y resurrección de Jesús, es el contenido básico y
la verdad fundamental de la fe cristiana, la piedra angular de todo el edificio,
la columna vertebral de toda la revelación y del proyecto salvífico de Dios.
Como símbolos de este gran acontecimiento tenemos agua nueva
para el bautismo, que es principio de una vida nueva para quien lo recibe
en nombre de Jesús y un fuego nuevo, el del Cirio pascual que iluminará
nuestro caminar hacia la plenitud del Reino de Dios.
Con el gozo que nos da la resurrección y la paz que Él nos ha dejado,
lo recibimos ahora cantando con alegría a Él que se hace presente a través
de su ministro.

Oración colecta
Señor Dios, que en este día nos has abierto las puertas de la vida por
medio de tu Hijo, vencedor de la muerte, concede a los que celebramos la
solemnidad de la resurrección de Jesucristo, ser renovados por tu Espíritu,
para resucitar en el reino de la luz y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Hechos 10, 34a.37-43


Escuchemos con alegría el anuncio gozoso de Pedro, testigo de la
resurrección, que anuncia con valentía que Cristo que había sido crucificado
ha resucitado. Reafirmemos hoy nuestra fe, en Aquel que nos ha dado y
dejado paz y que nos impulsa a que anunciemos el Reino a pesar de las
dificultades a causa de la pandemia. Escuchemos.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 10, 34a.37-43


En aquellos días, Pedro tomó la palabra y dijo: «Ustedes conocen lo que
sucedió en el país de los judíos, cuando Juan predicaba el bautismo, aunque
la cosa comenzó en Galilea. Me refiero a Jesús de Nazaret, ungido por Dios
con la fuerza del Espíritu Santo, que pasó haciendo el bien y curando a todos
los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la tierra de los judíos y
en Jerusalén. Lo mataron, colgándolo de un madero. Pero Dios lo resucitó
al tercer día y nos lo hizo ver, no a todo el pueblo, sino a los testigos que él
había designado: a nosotros, que hemos comido y bebido con él después
de su resurrección.
Nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios
lo ha constituido juez de vivos y muertos. De él dan testimonio todos los
profetas: que todos los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de
los pecados». Palabra de Dios.
48
Plan de Pastoral - Abril 2021

Salmo Responsorial: 117,1-2.16ab-17.22-23


R/. Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría
y nuestro gozo.
Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. R/.
«La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa». No
he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. R/.
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es
el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. R/.

Segunda Lectura: Colosenses 3, 1-4


San Pablo nos recuerda que los que resucitamos con Cristo debemos
mostrar con obras concretas una vida renovada, muriendo al egoísmo, al
pecado, y a la injusticia, y empezar una vida nueva, acogiendo y viviendo el
Reino de Dios llenos de su paz. Escuchemos.

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3,1-4


Hermanos: Ya que han resucitado con Cristo, busquen los bienes de allá
arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspiren a los bienes
de arriba, no a los de la tierra.
Porque han muerto; y su vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando
aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también ustedes aparecerán
gloriosos, juntamente con él. Palabra de Dios.

ALELUYA 1 Cor 5,7b-8ª


Ha sido inmolada nuestra victima pascual: Cristo. Así, pues,
celebremos la pascua en el Señor.

Evangelio: Juan 20,1-9


La Iglesia proclama hoy con gran alegría, que la muerte ha sido vencida
en Jesús, quien ha resucitado de entre los muertos. Jesús vive y camina a
nuestro lado, nos trae la paz y vive para siempre en medio de nosotros. De
pie aclamemos al Resucitado de quien nos habla el Evangelio.

Lectura del santo evangelio según san Juan 20,1-9


El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al
amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a
quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no
sabemos dónde lo han puesto».
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían
juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó
primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró.
Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las
vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con
las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.
49
La Paz les dejo, mi paz les doy

Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al


sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura:
que él había de resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor.

Meditación

Hermanos y hermanas, felicidades. Estamos en Pascua, estamos de


fiesta y como estamos de fiesta, estamos alegres. La fuente de nuestra
alegría está concentrada en lo ocurrido la madrugada del domingo:
¡CRISTO HA RESUCITADO! Estamos diciendo que Jesús, muerto,
sepultado, al tercer día resucitó. Este es el gran acontecimiento que nos
lleva a cantar con el salmo 117: “Este es el día en que actuó el Señor”.
Este es el gran día que se prolonga durante toda la semana y que marca
esta cincuentena que comenzamos hoy.
Estaremos escuchando el testimonio de los apóstoles que dan a
conocer lo que pasó el primer día de la semana. Con valor, con entusiasmo,
estos hombres, encabezados por Pedro, conmoverán a cientos, miles de
personas que creerán y se convertirán. Así se inicia la Iglesia, que es
apostólica por estar cimentada sobre ese testimonio. El anuncio de lo que
se llama el KERIGMA, permanecerá como el centro de la predicación de
todos los tiempos. Cristo resucitado es el contenido de nuestra predicación,
y más que todo, de nuestro testimonio.
Será el apóstol Pablo el que dará el toque práctico: “si han resucitado
con Cristo, busquen los bienes de arriba”. Los bienes de la tierra son
pasajeros y pueden constituirse en un obstáculo para alcanzar los bienes
del cielo. La resurrección de Cristo abre para nosotros una etapa de
esperanza que motiva a configurarnos con él.
Hermanos, vivamos estos días con alegría, la que nos permita expresar
nuestra gratitud por el regalo que nos ha hecho Dios al darnos la posibilidad
de pasar de la muerte a la vida. Nuestra deuda ha sido saldada en Cristo
el hombre nuevo, procuremos caminar en una vida nueva haciendo tesoro
donde no llegan ni roedores ni polillas. Ya nada, excepto el pecado, podrá
quitar de nosotros el cumplimiento de la promesa de Jesús: “que donde esté
yo, estén también ustedes”. Depende de nosotros si llegamos a alcanzar o
no esta promesa, si nos aseguramos la vida eterna o la perdemos.
Será interesante saber cómo vamos a vivir este tiempo de Pascua,
qué signos o gestos darán a conocer que hemos resucitado con Cristo y
que hemos pasado de situaciones de muerte a situaciones de vida. No es
la contemplación pasiva, la alabanza, la que dará verdadero testimonio
de lo que creemos. Nuestra antorcha tiene que arder allí donde está la
oscuridad, donde hace entrada el pecado trayendo infelicidad a nuestra
gente y amenazando con la no ejecución del proyecto del Reino que
inauguró Jesús. Esto es lo que se exige hoy: dar testimonio, mostrar lo
que creemos por nuestros actos. Si es verdad que hemos resucitado,
entonces, hay que darlo a conocer proclamando, ante todo, el impacto de
la resurrección en nuestras vidas.
50
Plan de Pastoral - Abril 2021

Oración de los Fieles


Quien preside: Llenos de gratitud nos acercamos al Padre que
ha resucitado a su Hijo para regalarnos su paz diciéndole: Padre, que
manifestemos a tu Hijo Resucitado con alegría y valentía.
Por el Papa Francisco, los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados
y consagradas, laicos y laicas comprometidos, para que Jesús resucitado
les llene de fortaleza y santidad. Oremos.
Por los que gobiernan las naciones, para que iluminados por Cristo
resucitado trabajen hoy más que nunca para aliviar los estragos que nos ha
traído esta pandemia y para que la paz, la justicia y la solidaridad alcance a
todos los pueblos. Oremos.
Por la humanidad que sufre, especialmente los pobres, enfermos,
abandonados, los que tienen que salir de su patria por razones económicas,
por persecuciones políticas y religiosas, para que el Señor resucitado,
encienda en ellos la luz de la esperanza y los llene de su paz. Oremos.
Por nosotros que celebramos con gozo la victoria del Resucitado, para
que, llenos de su paz la irradiemos en nuestras familias, en nuestro Sector y
en nuestra patria. Oremos.
Por todos los que en este tiempo de Pascua reciben los sacramentos de
iniciación cristiana, para que al recibirlos puedan experimentar el gozo que
produce el don de la paz y perseveren en el seguimiento del Señor. Oremos.
Por nuestros hermanos que el Señor ha llamado a su presencia eterno,
para que, resucitados con Cristo resucitado gocen con El en su gloria.
Oremos.

Quien preside: Escucha Padre nuestras súplicas. Reaviva en nosotros


la paz del Resucitado para que la transmitamos a todos los que nos rodean.
Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas


Rebosantes de gozo pascual, celebramos, Señor, estos sacramentos
en los que tan maravillosamente ha renacido y se alimenta tu Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión


Protege, Señor, a tu Iglesia con amor paternal, para que, renovada ya
por los sacramentos pascuales, llegue a la gloria de la resurrección. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

VIVAMOS INTENSAMENTE LA OCTAVA DE PASCUA

La Octava de Pascua: son los días que siguen al primer Domingo


de Resurrección. Todos los días de la Octava de Pascua para la liturgia
constituyen como un mismo día con el Domingo de Resurrección. Sigue la
alegría sana y profunda, se omiten todas las celebraciones del Santoral. Son
días privilegiados, se equiparán a las Solemnidades del Señor y tienen misa
51
La Paz les dejo, mi paz les doy

propia, por tanto, sugerimos que se elija un horario adecuado para todos,
porque todos debemos participar. Es la semana del compartir fruto de la
Resurrección del Señor.

Tiempo Pascual
“La celebración de la Pascua se continúa durante el tiempo Pascual.
Los cincuenta días que van del Domingo de Resurrección al Domingo de
Pentecostés se celebran con alegría, como un solo día festivo, más aún,
como el “gran Domingo”. (Carta Circular de la Congregación para el Culto
Divino sobre la preparación y celebración de las fiestas Pascuales del 16 de
Enero del 1988, no. 100).
Como se podrá notar en estas semanas más que reflexionar sobre temas,
lo que interesa es que celebremos con gozo la Victoria del Resucitado. De
ahí que la temática que se presenta es propiamente festiva. En la Pascua, es
celebrando que aprendemos y crecemos en la fe. Buena y fecunda Pascua
para cada uno y para todos de modo que salgamos renovados en el espíritu
y en la mente.

5 Lunes de la Octava de Pascua


Lunes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2,14.22-33


El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les
dirigió la palabra: «Judíos y vecinos todos de Jerusalén, entérense bien y
escuchen atentamente mis palabras. Israelitas, escuchen estas palabras:
a Jesús el Nazareno, varón acreditado por Dios ante ustedes con milagros,
prodigios y signos que Dios realizó por medio de él, como ustedes saben,
a este, entregado conforme el plan que Dios tenía establecido y previsto, lo
mataron, clavándolo a una cruz por manos de hombres inicuos.
Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de la muerte, por cuanto
no era posible que esta lo retuviera bajo su dominio, pues David dice,
refiriéndose a él: “Veía siempre al Señor delante de mí, pues está a mi
derecha para que no vacile. Por eso se me alegró el corazón, exultó mi
lengua, y hasta mi carne descansará esperanzada.
Porque no me abandonarás en el lugar de los muertos, ni dejarás que
tu Santo experimente corrupción. Me has enseñado senderos de vida, me
saciarás de gozo con tu rostro”.
Hermanos, permítanme hablarles con franqueza: el patriarca David murió
y lo enterraron, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. Pero
como era profeta y sabía que Dios “le había jurado con juramento sentar en
su trono a un descendiente suyo, previéndolo, habló de la resurrección del
Mesías cuando dijo que “no lo abandonará en el lugar de los muertos” y que
“su carne no experimentará corrupción”.
A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
Exaltado, pues, por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la
52
Plan de Pastoral - Abril 2021

promesa del Espíritu Santo, lo he derramado. Esto es lo que están viendo y


oyendo». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 15,1b-2a y 5.7-8 9-10.11


R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti. Yo digo al Señor: «Tú eres
mi bien».
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu
mano. R/.
Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye
internamente. Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no
vacilaré. R/.
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne
descansa serena: Porque no me entregarás a la muerte ni dejarás a tu fiel
conocer la corrupción. R/.
Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 28,8-15


En aquel tiempo, las mujeres se marcharon a toda prisa del sepulcro;
llenas de miedo y de alegría corrieron a anunciarlo a los discípulos. De
pronto, Jesús salió al encuentro y les dijo: «Alégrense».
Ellas se acercaron, le abrazaron los pies y se postraron ante él. Jesús
les dijo:
«No tengan miedo: vayan a comunicar a mis hermanos que vayan a
Galilea; allí me verán».
Mientras las mujeres iban de camino, algunos de la guardia fueron a la
ciudad y comunicaron a los sumos sacerdotes lo ocurrido. Ellos, reunidos
con los ancianos, llegaron a un acuerdo y dieron a los soldados una fuerte
suma, encargándoles:
«Digan que sus discípulos fueron de noche y robaron el cuerpo mientras
ustedes dormían. Y si esto llega a oídos del gobernador, nosotros nos lo
ganaremos y los sacaremos de apuros».
Ellos tomaron el dinero y obraron conforme a las instrucciones. Y esta
historia se ha ido difundiendo entre los judíos hasta hoy. Palabra del
Señor.

Meditación

Hermanos, estamos en la primera semana de Pascua, la llamada


Octava de Pascua. Durante esta “cincuentena” pascual, nos centramos
en el ámbito de la Iglesia naciente. San Lucas, en el libro de los ecos de
los Apóstoles, nos relata los treinta primeros años de la Iglesia, hasta el
año 63 después de Jesucristo. En los cinco primeros capítulos veremos
el nacimiento de la Iglesia en Jerusalén. En los capítulos seis a once,
contemplaremos la expansión de la Iglesia hacia Samaría y Siria. En fin,
53
La Paz les dejo, mi paz les doy

a partir del capítulo doce, el evangelio gracias a la actividad misionera de


San Pablo se extiende por todo el oriente Medio y Grecia.
Encontramos en el relato del Libro de los Hechos de los Apóstoles,
el primer anuncio, el anuncio del kerigma, encabezado por Pedro. Hay
que decir que este anuncio no consiste sólo en palabras, sino que la
fidelidad a Cristo entra en su vida, que queda transformada, recibe
una nueva dirección, y es precisamente con su vida con la que dan
testimonio de la fe y del anuncio de Cristo.
El dinamismo extraordinario que se observa en los primeros
tiempos de la Iglesia proviene por entero de la convicción, de la Fe,
que animaba a los primeros creyentes: Jesús ha resucitado... Jesús
está vivo... Jesús está presente entre nosotros. Pero, veremos que no
es solo con palabras, sino con obras, es lo que se llama el verdadero
testimonio, que por supuesto, atraerá la atención de los que todavía
no han creído.
El sepulcro está vacío, de él parten dos embajadoras, las mujeres
convertidas en mensajeras de la resurrección. Aparecen también
los guardianes del sepulcro, que se dirigen a los sumos sacerdotes
para comunicarles lo ocurrido. Pero, hay un hecho cierto que nadie
se atreve a negar; el sepulcro vacío. Lo afirman, por supuesto, las
mujeres mensajeras; lo declaran los guardianes del sepulcro; no
lo pueden negar los sumos sacerdotes. Sin embargo, este hecho,
admitido por todos, tiene diversas posibilidades de explicación; es
decir, del sepulcro vacío se deduce con evidencia la resurrección de
quien había sido puesto en él.
Jesús, netamente, envía a la misión. Si se da a conocer a
algunos, no es para que nos regocijemos de ello... sino para que nos
pongamos en camino hacia nuestros hermanos. “Vayan a avisar a mis
hermanos.” Después de esta meditación, ¿qué voy a hacer? Estoy
entre los “amigos” de Jesús si participo en la evangelización. Mientras
iban ellas, algunos de los guardias vinieron a la ciudad y comunicaron
a los príncipes de los sacerdotes todo lo sucedido. Reunidos estos
en consejo tomaron bastante dinero y se lo dieron a los soldados
diciéndoles: “Digan que, viniendo los discípulos de noche, lo robaron
mientras nosotros dormíamos...” Esta leyenda se difundió entre los
judíos hasta ahora.
Esta es la solución que los “enemigos” han encontrado para explicar
la tumba vacía... que les estorbaba. Los jefes judíos no desmienten
el “hecho”: le buscan otra explicación... inverosímil. Nosotros estamos
convencidos que el que estaba muerto, ahora está vivo y vive en
medio de nosotros, también a nosotros se nos ha hecho cercano.
Ahora somos los nuevos testigos del acontecimiento que ha marcado
nuestras vidas. Nos queda vivirlo de verdad y darlo a conocer también
a otras personas que siguen en condiciones de muerte.

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Plan de Pastoral - Abril 2021

6 Martes de la Octava de Pascua


Martes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2,36-41


El día de Pentecostés, decía Pedro a los judíos: «Con toda seguridad
conozca toda la casa de Israel que, al mismo Jesús, a quien ustedes
crucificaron, Dios lo ha constituido Señor y Mesías».
Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los
demás apóstoles:
«¿Qué tenemos que hacer, hermanos?». Pedro les contestó:
«Conviértanse y bautícense cada uno de ustedes en el nombre de Jesús, el
Mesías, para que se les perdonen sus pecados, y recibirán al Espíritu Santo.
Porque la promesa vale para ustedes y para sus hijos, y, además, para los
que llame el Señor Dios nuestro, aunque estén lejos».
Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo:
«Sálvense de esta generación perversa».
Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron
agregadas unas tres mil personas. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 32,4-5.18-19.20.22


R/. La misericordia del Señor llena la tierra
La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama
la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. R/.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan su
misericordia,
para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre. R/.
Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu
misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 20,11-18


En aquel tiempo, estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando.
Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de
blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado
el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?”. Ella contesta: «Porque se
han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice: «¡María!”. Ella se vuelve y le dice. «¡Rabbuní!», que
significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice: «No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero,
anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre nuestro, al
Dios mío y Dios nuestro”».
55
La Paz les dejo, mi paz les doy

María la Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y


ha dicho esto». Palabra del Señor.

Meditación

Pedro está predicando, siente la necesidad de hacerlo y nadie lo va


a detener. Sus palabras tocan fondo, penetran hasta lo más profundo de
los corazones de sus oyentes y hay de inmediato una reacción: ¿Qué
debemos hacer, hermanos? Pedro les contestó: —Conviértanse y que
cada uno de ustedes se bautice en el nombre de Jesucristo, a fin de
obtener el perdón de sus pecados. Entonces recibirán, como don de Dios,
el Espíritu Santo. Porque la promesa les corresponde a ustedes y a sus
hijos, e incluso a todos los extranjeros que reciban la llamada del Señor,
nuestro Dios. Con estas y otras muchas razones los instaba y animaba,
diciendo: —pónganse a salvo de este mundo corrupto.
Los que aceptaron con agrado la invitación se bautizaron aquel día
y se unieron a los apóstoles alrededor de tres mil personas. Todos se
mantenían constantes a la hora de escuchar la enseñanza de los
apóstoles, de compartir lo que tenían, de partir el pan y de participar en la
oración. Todo el mundo estaba impresionado a la vista de los numerosos
prodigios y señales realizados por los apóstoles. En cuanto a los creyentes,
vivían todos de mutuo acuerdo y todo lo compartían. Hasta vendían las
propiedades y bienes, y repartían el dinero entre todos según la necesidad
de cada cual.
A diario acudían al Templo con constancia, partían el pan y compartían
juntos el alimento con sencillez y alegría sinceras. Alababan a Dios, y toda
la gente los miraba con simpatía. Por su parte, el Señor aumentaba cada
día el grupo de los que estaban en camino de salvación.
Aprendamos, hermanos, cuidemos nuestra predicación, ocupémonos
ante todo de dar testimonio de lo que creemos para que el mensaje sea
eficaz. Lo primero es llevar una vida de acuerdo con nuestra condición
de hombres nuevos y segundo mostrarnos enamorados, apasionados de
Aquel en quien creemos.
El Evangelio relata la aparición de Jesús a María Magdalena, quien con
la muerte de su gran amigo perdió el sentido de la vida, pero sigue buscando.
Se va al sepulcro para encontrar a aquel que la muerte le había robado.
Hay momentos en la vida en los que todo se nos desmorona. Parece que
todo se ha terminado. ¡Muerte, desastre, enfermedad, decepción, traición!
Tantas cosas nos ocurren y hasta perdemos el tino; sobre todo cuando no
encontramos una explicación a ese “por qué”. Pero también acontece que
de repente, el encuentro con una persona amiga puede rehacer nuestra
vida y hacernos descubrir que el amor es más fuerte que la muerte.
Tras esta profunda y significativa experiencia, María Magdalena recibe
la misión de anunciar la resurrección a los apóstoles, porque definitivamente
el encuentro con el Resucitado transforma la vida y compromete en la
misión.
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Plan de Pastoral - Abril 2021

¿Has tenido una experiencia que te ha dado una sensación de pérdida


y de muerte? ¿Cómo fue? ¿Qué es lo que te ha dado nueva vida y te ha
devuelto la esperanza y la alegría de vivir?

7 Miércoles de la Octava de Pascua


Miércoles Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 3,1-10


En aquellos días, Pedro y Juan subían al tempo, a la oración de la hora
nona, cuando vieron traer a cuestas a un lisiado de nacimiento. Solían
colocarlo todos los días en la puerta del templo llamada «Hermosa», para
que pidiera limosna a los que entraban. Al ver entrar en el templo a Pedro y
a Juan, les pidió limosna. Pedro, con Juan a su lado, se quedó mirándolo y
le dijo:
«Míranos». Clavó los ojos en ellos, esperando que le dieran algo. Pero
Pedro le dijo:
«No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en nombre de Jesucristo
Nazareno, levántate y anda».
Y agarrándolo de la mano derecha lo incorporó. Al instante se le
fortalecieron los pies y los tobillos, se puso en pie de un salto, echó a andar
y entró con ellos en el templo por su pie, dando brincos y alabando a Dios.
Todo el pueblo lo vio andando y alabando a Dios, y, al caer en la cuenta
de que era el mismo que pedía limosna sentado en la puerta Hermosa
del templo, quedaron estupefactos y desconcertados ante lo que le había
sucedido. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 104,1-2.3-4.6-7.8-9


R/. Que se alegren los que buscan al Señor
Den gracias al Señor, invoquen su nombre, den a conocer sus hazañas
todos los pueblos.
Cántenle al son de instrumentos, hablen de sus maravillas. R/.
Gloríense de su nombre santo, que se alegren los que buscan al Señor.
Recurran al Señor y a su poder, busquen continuamente su rostro. R/.
¡Estirpe de Abrahán, su siervo; hijos de Jacob, ¡su elegido! El Señor es
nuestro Dios, él gobierna toda la tierra. R/.
Se acuerda de su alianza eternamente, de la palabra dada, por mil
generaciones; de la alianza sellada con Abrahán, del juramento hecho a
Isaac. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 24,13-35


Aquel mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de
Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén
unos setenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que
había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se
acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de
57
La Paz les dejo, mi paz les doy

reconocerlo. Él les dijo: «¿Qué conversación es esa que traen mientras


van de camino?».
Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba
Cleofás, le respondió: «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no sabe
lo que ha pasado estos días?». Él les dijo: «¿Qué»?
Ellos le contestaron: «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta
poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo
entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a
muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel,
pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió.
Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado,
pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su
cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles,
que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro
y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces él les dijo: «¡Qué necios y torpes son para creer lo que dijeron
los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así
en su gloria»? Y, comenzado por Moisés y siguiendo por todos los profetas,
les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.
Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él simuló que iba a seguir
caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo: “Quédate con nosotros,
porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el
pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron
los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.
Y se dijeron el uno al otro: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos
hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?». Y, levantándose
en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos
a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: «Era verdad, ha
resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían
reconocido al partir el pan. Palabra del Señor.

Meditación

Después de Pentecostés, por la invocación que hacen los discípulos,


empiezan a verse los prodigios de Dios en medio de la gente. El paralítico
de la Puerta Hermosa había nacido con esta discapacidad y era traído
todos los días y dejado a la puerta del templo. ¡Qué contraste había entre
él y aquella puerta que se llamaba “la hermosa”! Él estaba allí para pedir
limosna; así se ganaba la vida. “…cuando vio a Pedro y a Juan que iban a
entrar en el Templo, les rogaba que le dieran limosna.”
Pedro no tenía nada de dinero, pero él sí tenía autoridad de Jesús
para sanar a los enfermos (lo que tengo te doy). Pedro sabía cómo dejar
que Dios lo usara para sanar a otros, porque Jesús lo había entrenado en
eso (Lucas 9:1-6).
58
Plan de Pastoral - Abril 2021

En cuanto fue sanado, el hombre anteriormente cojo, hizo tres cosas:


se unió a los apóstoles, inmediatamente empezó a usar lo que Dios le
había dado (andando y saltando) y finalmente, empezó a alabar y a adorar
a Dios.
En este relato se nos muestra cómo los apóstoles comienzan a cumplir
su misión de anunciar la Buena Nueva, aquella que Jesús anunció por
primera vez en la sinagoga de Nazaret: que venía a traer la salud, la
libertad a los cautivos...’ (ver Lc 4, 16-21). Este hombre está cautivo, preso
de su inmovilidad, necesitado de encontrarse con Aquél que siempre se
compadece, y ahora va a encontrárselo, en la persona de sus apóstoles,
de aquellos enviados por Jesús a seguir derramando su misericordia en
el mundo.
El de hoy es uno de los evangelios pascuales más hermosos. Dos
discípulos desencantados y abrumados por los acontecimientos de
los últimos días deciden fugarse de aquella intragable realidad. En
ese camino, les esperaba el Señor. Él se encuentra con dos personas
que acaso habían creído y apostado por tan afamado Maestro… a su
modo, con sus pretensiones y con sus expectativas para Israel. Pero
el Hijo del hombre no se dejaba encasillar por nada ni por nadie, y
actuó con la radical libertad de quien solo se alimenta del querer del
Padre.
Jesús les explicó la Escritura y partió el pan con ellos… finalmente
se les abrieron los ojos a los dos fugitivos de Jesús en el atardecer de su
escapada, y pudieron reconocerlo.
El camino de Emaús se convierte así en símbolo de nuestro camino
de fe: las Escrituras y la Eucaristía son los elementos indispensables
para el encuentro con el Señor. También nosotros llegamos a menudo
a la misa dominical con nuestras preocupaciones, nuestras dificultades y
desilusiones… La vida a veces nos hiere y nos marchamos tristes, hacia
nuestro «Emaús», dando la espalda al proyecto de Dios.
Los discípulos de Emaús: acogieron la Palabra; compartieron la
fracción del pan, y, de tristes y derrotados como se sentían, pasaron a
estar alegres. Siempre la Palabra de Dios y la Eucaristía nos llenan de
alegría… Cuando estés triste, toma la Palabra de Dios. Cuando estés
decaído, toma la Palabra de Dios y ve a la misa del domingo a recibir la
comunión, a participar del misterio de Jesús. Palabra de Dios, Eucaristía:
nos llenan de alegría.

8 Jueves de la Octava de Pascua


Jueves Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 3,11-26


En aquellos días, mientras el paralítico curado seguía aún con Pedro y
Juan, la gente asombrada, acudió corriendo al pórtico llamado de Salomón,
donde ellos estaban
59
La Paz les dejo, mi paz les doy

Pedro al ver a la gente, les dirigió la palabra: «Israelitas, ¿por qué se


admiran de esto? ¿Por qué nos miran como si hubiéramos hecho andar a
este con nuestro propio poder o virtud? El Dios de Abrahán, de Isaac y de
Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que
ustedes entregaron y de quien renegaron ante Pilato, cuando había decidido
soltarlo.
Ustedes renegaron del Santo y del Justo, y pidieron el indulto de un
asesino; mataron al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los
muertos, y nosotros somos testigos de ello.
Por la fe en su nombre, este, que ven aquí y que conocen, ha recobrado
el vigor por medio de su nombre; la fe que viene por medio de él le ha
restituido completamente la salud, a la vista de ustedes.
Ahora bien, hermanos, sé que lo hicieron por ignorancia, al igual que sus
autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los
profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que se borren sus pecados;
para que vengan tiempos de consuelo de parte de Dios, y envíe a Jesús, el
Mesías que les estaba destinado, al que debe recibir el cielo hasta el tiempo
de la restauración universal, de la que Dios habló desde antiguo por boca de
sus santos profetas.
Moisés dijo: “El Señor Dios nuestro hará surgir de entre ustedes hermanos
un profeta como yo: escúchenle todo lo que les diga; y quien no escuche a
ese profeta será excluido del pueblo”. Y, desde Samuel en adelante, todos
los profetas que hablaron anunciaron también estos días.
Ustedes son los hijos de los profetas, los hijos de la alianza que hizo
Dios con sus padres, cuando le dijo a Abrahán: “En tu descendencia serán
bendecidas todas las familias de la tierra”. Dios resucitó a su Siervo y se
lo envía en primer lugar a ustedes para que les traiga la bendición, si se
apartan de sus pecados». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 8, 2a.5.6-7.8-9


R/. Señor, dueño nuestro, ¡Que admirable es tu nombre en toda la tierra!
¡Señor, dueño nuestro, que admirable es tu nombre en toda la tierra!,
¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el ser humano, para darle
poder? R/.
Lo hiciste poco inferior a los ángeles, lo coronaste de gloria y dignidad,
le diste el mando sobre las obras de tus manos. Todo lo sometiste bajo sus
pies. R/.
Rebaños de ovejas y toros, y hasta las bestias del campo, las aves del
cielo, los peces del mar, que trazan sendas por el mar. R/.

Lectura del santo evangelio según san Lucas 24,35-48


En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado
por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando Jesús se presentó en medio
de ellos y les dice:
60
Plan de Pastoral - Abril 2021

«Paz a ustedes». Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver


un espíritu.
Y él les dijo: «¿Por qué se alarman?, ¿por qué surgen dudas en su
corazón? Miren mis manos y mis pies: soy yo en persona. Pálpenme y dense
cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como ven que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Pero como no acababan
de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo: «¿Tienen ahí algo de
comer?».
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de
ellos. Y les dijo: «Esto es lo que les dije mientras estaba con ustedes: que
era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los
Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
Y les dijo: «Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los
muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el
perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Ustedes son testigos de esto». Palabra del Señor.

Meditación

El texto de hoy es continuación del que vimos ayer (Hch 3, 1-10). En


el nombre de Jesucristo, Pedro y Juan han curado a un hombre tullido.
Luego de su milagrosa curación, el que era tullido camina, salta, entra al
templo con Juan y Pedro, no se separa de ellos, y, por supuesto, llama
la atención de todos los que desde hacía años se habían acostumbrado
a verlo sentado en los umbrales de la puerta ‘Hermosa’ pidiendo limosna
(Hch 3,10).
La reacción que esto ha provocado en la gente hace necesario que
Pedro les dirija unas palabras y aprovecha la ocasión para hablarles de
Jesús con un lenguaje que puedan comprender, empleando, como lo
hizo la mañana de Pentecostés, los argumentos más poderosos: el de la
Escritura y el de su propio testimonio. Nunca es tan efectivo lo que decimos
como cuando podemos identificarnos con lo que está viviendo la persona
a la que nos dirigimos, porque lo hemos vivido también. Pedro lo siente
y lo aprovecha, toca una fibra sensible que a él seguramente todavía le
duele, y en el dolor y vergüenza que sin duda han de haber ensombrecido
su mirada, muchos se han de haber visto reflejados.
Muchas veces el Señor nos pone señales en el camino que no vemos.
Cuánto bien nos hacen los ‘profetas’ que Dios pone a nuestro alrededor:
personas que comparten nuestra fe, que conocen nuestra historia y que,
con la ayuda del Espíritu Santo -que ha derramado en ellas de modo
especial el don de consejo- nos ayudan a ver, a entender lo que Dios está
realizando en nuestra vida. El cristiano que quiere crecer en su vida de fe
requiere necesariamente de la ayuda de un director espiritual, es decir, de
alguien maduro en la fe que lo ayude a descubrir y a responder a lo que
Dios le va manifestando cada día.
61
La Paz les dejo, mi paz les doy

El evangelista nos relata hoy cómo Jesús intenta quitar el miedo y la


pesadumbre a sus seguidores para que sean anunciadores de la Palabra
de Dios. Se pone delante de ellos; estos se asustan, se quedan mudos por
el estupor y la incredulidad ante lo que están viendo, Jesús les pregunta:
¿Por qué se alarman? ¿Por qué surgen dudas? Soy yo. Jesús quiere que
tengan fe, que tomen conciencia de que no están solos, los invita a que
lo toquen, palpen sus heridas y les pide comida. Come con ellos y les
recuerda los momentos vividos para que se cumpliesen las escrituras.
Hoy, al igual que entonces, Jesús quiere que miremos sus heridas,
heridas que encontramos en los hermanos más desheredados: los
enfermos, los niños maltratados, las mujeres violentadas, los ancianos
en soledad, los que viven la falta de libertad…. Sin embargo, seguimos
empeñados en buscar un Cristo milagrero, un Cristo al que muchas
veces chantajeamos «me concedes y te doy a cambio…» Con este
comportamiento estamos lejos de ser testigos, de ser buena noticia, porque
para ser portadores de la Palabra de Dios, tenemos que experimentar su
amor en nuestra vida, dejarnos llenar de su Espíritu y caminar día a día
siendo lámparas y senderos para los hermanos. Como Iglesia éste es el
Jesús que debemos experimentar y anunciar.

9 Viernes de la Octava de Pascua


Viernes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4,1-12


En aquellos días, mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, después
de que el paralítico fuese sanado, se les presentaron los sacerdotes, el jefe
de la guardia del templo y los saduceos, indignados de que enseñaran al
pueblo y anunciaran en Jesús la resurrección de los muertos. Los apresaron
y los metieron en la cárcel hasta el día siguiente, pues ya era tarde. Muchos
de los que habían oído el discurso creyeron; eran unos cinco mil hombres.
Al día siguiente, se reunieron en Jerusalén los jefes del pueblo, los
ancianos y los escribas, junto con el sumo sacerdote Anás, y con Caifás
y Alejandro, y los demás que eran familia de sumos sacerdotes. Hicieron
comparecer en medio de ellos a Pedro y a Juan y se pusieron a interrogarlos:
«¿Con qué poder o en nombre de quién han hecho eso ustedes?».
Entonces Pedro, lleno de Espíritu Santo, les dijo: «jefes del pueblo y
ancianos: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo, nos interrogan
hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre; quede bien claro
a todos ustedes y a todo Israel que ha sido el Nombre de Jesucristo el
Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien Dios resucitó de entre
los muertos; por este Nombre, se presenta este sano ante ustedes. Él es
“la piedra que desecharon ustedes, los arquitectos, y que se ha convertido
en piedra angular”; no hay salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no
se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos».
Palabra de Dios.
62
Plan de Pastoral - Abril 2021

Salmo Responsorial: 117,1-2.4.22-24.25-27a


R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular.
Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia. R/.
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es
el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Este es el día que
hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.
Señor, danos la salvación; Señor, danos prosperidad. Bendito el que
viene en nombre del Señor, les bendecimos desde la casa del Señor; el
Señor es Dios, él nos ilumina. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 21,1-14


En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago
de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro,
Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y
otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: “Me voy a pescar».
Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo».
Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya
amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no
sabían que era Jesús.
Jesús les dice: «Muchachos, ¿tienen pescado?». Ellos contestaron:
«No».
Él les dice: «Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán».
La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel
discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor».
Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la
túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca,
porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red
con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto
encima y pan.
Jesús les dice: «Traigan de los peces que acaban de coger». Simón
Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces
grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red.
Jesús les dice: «Vamos, almuercen». Ninguno de los discípulos se atrevía a
preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor.
Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado.
Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de
resucitar de entre los muertos. Palabra del Señor.

Meditación

En la lectura de hoy vemos que Pedro y Juan fueron traídos ante el


Sanedrín. Esto ocurrió después que el cojo había sido sanado y Pedro
había predicado su segundo sermón. El Sanedrín quiso entonces saber
con qué poder y en qué nombre hacían ellos estas cosas. Y veamos la
63
La Paz les dejo, mi paz les doy

respuesta de Pedro, en los versículos 8 hasta el 12 del capítulo 4 de los


Hechos.
¿Con qué poder y en qué nombre han hecho estas cosas? Y después
de explicar la fuente de tal poder, Pedro se refirió al nombre. Es decir que
Pedro recordó el nacimiento de Jesús las instrucciones del ángel, en el
capítulo 1 del evangelio según San Mateo, versículo 21, cuando el ángel
habló con José y le dijo: «Y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará
a su pueblo de sus pecados».
Hermanos, Él es el Salvador. Éste fue su nombre desde el principio.
Cuando uno acepta este nombre, lo hace aceptando todo lo que su persona
implica. Y Pedro dejó en claro, y nosotros queremos dejarlo en claro
también y enfatizar el hecho de que cuando usted, acude a Jesucristo,
usted viene a Él para salvación. No hay otro nombre bajo el cielo que
pueda salvarle. La ley no le puede salvar. La religión tampoco le puede
salvar. Una ceremonia tampoco puede salvarle. Solo uno, el nombre de
Jesús le puede salvar. Jesús es el nombre de aquel que descendió a esta
tierra para salvar a su pueblo de sus pecados. Cuando alguien acude a
Él por fe, esa persona se salva. No hay otro a quien acudir para poder
obtener la salvación. Si usted acude a Él, si confía en Cristo, entonces
usted será salvo.
En el Evangelio se nos presenta hoy uno de los encuentros del
Resucitado con sus discípulos; se trata de la “pesca milagrosa”, tercera
aparición de Jesús a Pedro y otros discípulos reunidos junto al lago de
Tiberíades. Desde este relato, hoy fijamos la mirada en estos “pescadores
de hombres” que intentaron pescar toda la noche sin coger algo. ¿Cuántas
veces en la vida nos empeñamos en hacer las cosas a nuestra manera?
¿Cuántas veces “tiramos las redes” y no obtenemos nada? Sin embargo,
la historia no termina así, en algún momento llega Jesús y nos habla…
Lo importante es acoger su Palabra y convertirse a ella; así lo hicieron
aquellos experimentados pescadores: que más allá de su lógica, obedecen
a un extraño que manda hacer algo que contrasta con su experiencia.
El resultado: se encuentran con el mar de alegría y con el alimento que
reconforta. Jesús sigue presente hoy como ayer al borde del lago de
nuestra vida, de nuestra historia.
Es importante resaltar el contraste que aparece en este evangelio.
Los discípulos no pescan nada durante toda la noche, y luego, por la
presencia de Jesús, el mandato: “echen las redes” y la fe de Pedro:
“porque tú lo dices echaré las redes”, ocurre el milagro. Otra vez la
fe. Gracias a ella se producen los milagros de que hablan los textos
evangélicos. La pesca fue grande por la intervención de Jesús y la fe
del apóstol. Es así como deberíamos caminar nosotros en medio de las
dificultades de la vida.
Demos espacio a que Jesús entre en nuestras vidas; démosle
cabida en nuestras tareas; demostremos que es posible un cambio de
rumbo, para que desaparezcan nuestras tristezas, producto de nuestros
fracasos.
64
Plan de Pastoral - Abril 2021

10 Sábado de la Octava de Pascua


Sábado Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4,13-21


En aquellos días, los jefes del pueblo, los ancianos y los escribas, viendo
la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni
instrucción, estaban sorprendidos. Reconocían que habían sido compañeros
de Jesús, pero, viendo de pie junto a ellos al hombre que había sido curado,
no encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín y se
pusieron a deliberar entre ellos, diciendo:
«¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente que todo Jerusalén
conoce el milagro realizado por ellos, no podemos negarlo; pero, para evitar
que se siga divulgando, les prohibiremos con amenazas que vuelvan a
hablar a nadie de ese nombre».
Y habiéndolos llamado, les prohibieron severamente predicar y enseñar
en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les replicaron diciendo:
«¿Es justo ante Dios que les obedezcamos a ustedes más que a él?
Júzguenlo ustedes. Por nuestra parte no podemos menos de contar lo que
hemos visto y oído».
Pero ellos, repitiendo la prohibición, los soltaron, sin encontrar la manera
de castigarlos a causa del pueblo, porque todos daban gloria a Dios por lo
sucedido. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 117, 1.14-15.16-18.19-21


R/. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste
Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
El Señor es mi fuerza y mi energía, él es mi salvación. Escuchen: hay cantos
de victoria en las tiendas de los justos. R/.
«La diestra del Señor es poderosa. La diestra del Señor es excelsa». No
he de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. Me castigó, me castigó
el Señor, pero no me entregó a la muerte. R/.
Ábranme las puertas del triunfo, y entraré para dar gracias al Señor. Esta
es la puerta del Señor: los vencedores entrarán por ella. Te doy gracias,
porque me escuchaste y fuiste mi salvación. R/.

Lectura del santo evangelio según san Marcos 16,9-15


Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció
primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue
a anunciárselo a sus compañeros, que estaban tristes y llorando. Ellos, al
oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron.
Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando
al campo.
También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no les creyeron.
Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa,
y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían
65
La Paz les dejo, mi paz les doy

creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Vayan al mundo
entero y proclamen el Evangelio a toda la creación». Palabra del Señor.

Meditación

¿A quién vamos a obedecer? ¿A Dios o a los hombres? ¿Cuántas


veces hemos cambiado nuestros criterios, nuestras convicciones por las
opiniones ajenas?
Los miembros del gran consejo estaban maravillados, viendo la valentía
de Pedro y Juan y enterados de que eran hombres sin instrucción ni cultura.
Hacía solamente tres años que Pedro y Juan estaban reparando sus redes
a la orilla del lago, puesto que eran pescadores. Efectivamente son gente
«sin instrucción». Pero esos tres años los han pasado en la familiaridad de
Jesús y, sobre todo, ellos han visto a Cristo resucitado.
¿Qué ha pasado? La fe y el contacto cotidiano con la Palabra de Dios
son capaces de transformar a los más humildes en hombres valientes y
seguros de sí mismos. Han pasado apenas tres meses que ese mismo
Pedro negaba a Jesús ante las preguntas que le hacía una criada en el
patio del gran sacerdote, por miedo de dar a conocer su fe. Hoy, por su
audacia apostólica deja maravillados a ese mismo gran sacerdote. ¿Qué
ha pasado entre tanto? Pedro ha recibido el Espíritu. ¡Pentecostés ha
intervenido aquí! Es la fuerza de Dios en el débil Pedro, es la inteligencia
de Dios en la escasa instrucción de Pedro.
A pesar de la oposición en contra del evangelio, el número de
los cristianos seguía creciendo. Las muestras de poder, amenazas,
intimidación no detenían a los apóstoles cuyo testimonio seguía dando
sus frutos. Más personas comenzaron a seguir a Jesús. Lo que estaba
ocurriendo era contagioso ¿Por qué? La respuesta la encontramos de
inmediato: porque estaban convencidos de su fe.
Vamos a centrar nuestra atención en lo que el texto bíblico de hoy
nos dice acerca de la resurrección de Jesús. Marcos comienza su relato
con estas palabras: “Cuando pasó el día de reposo...”. Con un poco de
imaginación fácilmente podremos entender que aquel sábado tuvo que
ser el día más oscuro en toda la vida de los discípulos. Cuando en la
tarde del viernes Jesús murió en la cruz, todas sus esperanzas y sueños
se deshicieron. Ellos quedaron desanimados, tristes y también asustados,
buscando la forma de llenar de alguna manera el enorme vacío que Jesús
había dejado en sus corazones y mentes, tal vez volviendo a la rutina de
sus trabajos y ocupaciones. Después de haber estado tres años junto al
Señor, seguro que en esos momentos ninguno de ellos lograba pensar en
el futuro con optimismo y alegría.
Pero las mujeres enfocaban el asunto de una manera diferente que los
hombres. Algunas de ellas, “María Magdalena, María la madre de Jacobo,
y Salomé”, se habían puesto de acuerdo para ir al sepulcro para terminar
los ritos funerarios y ungir el cuerpo de Jesús, rindiéndole así su último
homenaje de amor. Lucas nos dice que había también otras mujeres que
66
Plan de Pastoral - Abril 2021

fueron al sepulcro en esa mañana (Lc 24:10). Esto nos hace pensar que
seguramente hubo varios grupos que fueron por separado con la intención
de juntarse en el sepulcro.
Ahora bien, ¿qué ocurrió cuando llegaron allí? Pues para su sorpresa,
encontraron que el sepulcro estaba vacío y también se les apareció un
ángel que les informó que Jesús había resucitado. La primera evidencia
de la resurrección de Jesús es esta tumba vacía y así lo hemos aceptado
nosotros, en fe: ¡Jesús está vivo!

11 II Domingo de Pascua
II Semana Liturgia de las Horas Blanco
Se Conmemora el Día de la Divina Misericordia

La fe en Jesucristo Resucitado nos llene de su paz

Algunas orientaciones para la Celebración: Destacar el Cirio Pascual


adornado con flores. Colocar el lema del mes en un lugar visible. Se puede
iniciar con la aspersión del agua,
sustituyendo el acto penitencial. La
pastoral juvenil puede dramatizar el
evangelio. Resaltar el Credo. Al final
nombrar y felicitar a los que forman
parte de las pequeñas comunidades.

Monición de Entrada
Hermanos y hermanas:
celebramos con mucha alegría
nuestro encuentro dominical con
Cristo resucitado, al celebrar hoy con El y entre nosotros su Eucaristía. Cada
Domingo es día de su Resurrección que nos llena de su paz y nos hace vivir
como hermanos y hermanas entre nosotros.
Ya que el gran testimonio de que Jesucristo vive es que seamos
uno en El y con su Padre, presentemos en este dia a nuestras pequeñas
Comunidades Eclesiales, para que vivan su fe con fidelidad y llenas de la
paz de Cristo y se amen siguiendo el ejemplo de las primeras Comunidades
cristianas.
Hoy, nos unimos a toda la Iglesia para celebrar la Fiesta de la Divina
Misericordia, una devoción especial que se comenzó a esparcir por el mundo
entero a partir del diario de una joven monja polaca en 1931, Santa María
Faustina Kowalskae y que fue instituida por el Papa San Juan Pablo II , el
30 de Abril del 2000.
Con la alegría y la paz que recibimos de Jesús resucitado, aclamemos
junto con el apóstol Tomas” Señor mío y Dios mío”, y hagamos nuestro
el lema del mes “mi paz les dejo, mi paz les doy “(Jn 14,27) acogiendo y
67
La Paz les dejo, mi paz les doy

viviendo el Reino de Dios en permanente conversión. De pie y cantando


iniciamos nuestra celebración eucarística.

Oración Colecta
Dios de misericordia infinita, que reafirmas la fe de tu pueblo con el
retorno anual de las fiestas Pascuales, acrecienta en nosotros los dones de
tu gracia, para que comprendamos mejor la inestimable riqueza del bautismo
que nos ha purificado, del espíritu que nos ha hecho renacer y de la sangre
que nos ha redimido. Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Hechos 4, 32,35


El gran testimonio de que Jesucristo ha resucitado son las comunidades
de sus discípulos, que llenas de fe en Él, vivían todos unidos y compartían
todo lo que tenían según la necesidad de cada uno. Y así experimentaban la
paz que Él les regala. Escuchemos.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4,32-35


En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo
poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.
Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con
mucho valor. Y Dios los miraba a todos con mucho agrado. Ninguno pasaba
necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero
y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que
necesitaba cada uno. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 117,2-4.16ab-18.22-24


R/. Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su
misericordia
Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Diga la casa de
Aarón: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor: eterna es su
misericordia. R/.
La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. No he
de morir, viviré para contar las hazañas del Señor. Me castigó, me castigó el
Señor, pero no me entregó a la muerte. R/.
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es
el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente. Éste es el día en que
actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. R/.

Segunda Lectura: 1 Juan 5,1-6


Como nos recuerda Juan en su Carta, la fe en Jesucristo nos lleva al
amor a Dios, cumpliendo sus mandamientos y a vencer la maldad de este
mundo. Escuchemos.

68
Plan de Pastoral - Abril 2021

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 5,1-6


Queridos hermanos: Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha nacido de
Dios; y todo el que ama a Dios que da el ser, ama también al que ha nacido
de él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: si amamos a
Dios y cumplimos sus mandamientos.
Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus
mandamientos. Y sus mandamientos no son pesados, pues todo lo que ha
nacido de Dios vence al mundo.
Y lo que ha conseguido la victoria sobre el mundo es nuestra fe. ¿Quién
es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua,
sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el
Espíritu es la verdad. Palabra de Dios.

Aleluya Jn 20,29
“Porque me has visto, Tomas, has creído dice el Señor: Dichosos
los que creen sin haber visto”

Evangelio: Juan 20, 19-31:


Cristo resucitado se hace presente entre los suyos ofreciendo la
paz que solo Él puede dar. También a nosotros se nos hace presente
en medio de nuestras comunidades por medio de la palabra y de la
Eucaristía, para que creyendo demos testimonio de Él en medio del
mundo. Nos ponemos de pie para escuchar la Buena Nueva aclamando
al Señor Resucitado.

Lectura del santo evangelio según san Juan 20,19-31


Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos
en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.
Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a ustedes.»
Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se
llenaron de alegría al ver al Señor.
Jesús repitió: «Paz a ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también
los envío yo.»
Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: «Reciban el Espíritu
Santo; a quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a
quienes se los retengan, les quedan retenidos.»
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando
vino Jesús.
Y los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.»
Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no
meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado,
no lo creo.»
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos.
Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: «Paz
a ustedes.»
69
La Paz les dejo, mi paz les doy

Luego dijo a Tomás: «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano
y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.»
Contestó Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!»
Jesús le dijo: «¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean
sin haber visto.» Muchos otros signos, que no están escritos en este libro,
hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que crean
que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida
en su nombre. Palabra del Señor.

Meditación

Leyendo los Hechos de los Apóstoles empezamos a vislumbrar el


sorprendente cambio de vida que experimentaron los cristianos en la
iglesia primitiva. Llegaron a ser creyentes que “pensaban y sentían de la
misma manera” (Hechos 4, 32); superando el natural egoísmo surgió una
generosidad que satisfacía las necesidades de todos los miembros de la
Iglesia. Sobre esto Lucas dice que “Dios los bendecía mucho a todos”
(Hechos 4, 33).
¿A qué se debía semejante cambio? a que tenían presente el Nombre,
la vida, la muerte redentora y la resurrección gloriosa de Jesús, el Salvador
del Mundo. Los primeros cristianos sabían, por la predicación del Evangelio
y su vivencia personal, que la resurrección de Cristo era una fuente de
poder para toda la humanidad.
En efecto, la resurrección de Jesús transformó todo el orden mundial,
porque en ella Cristo puso fin al viejo orden del pecado, venció a Satanás
y cambió los criterios del mundo. Por el Bautismo y la fe en su muerte y su
resurrección, cada miembro del Cuerpo de Cristo puede resucitar con Él y
recibir poder para vivir la vida nueva.
La generosidad que tenían entre sí los integrantes de la Iglesia en
Jerusalén es digna de ser destacada. Como evidencia del nuevo orden
instaurado por Cristo Jesús, las antiguas barreras y el egoísmo causados
por el pecado fueron derribados; el fruto del Espíritu (en este caso, la
unidad y la generosidad) abundaba entre los fieles cristianos. Tanto movió
a algunos el amor de Dios, que el levita José de Chipre vendió su propiedad
y entregó el producto a los apóstoles (Hechos 4, 36-37). ¡Qué señal más
patente de la acción del Espíritu en la Iglesia!
Jesús se aparece a sus discípulos, el saludo es el que distingue a
los cristianos: Paz a ustedes; es la paz que había prometido cuando
estaban afligidos por su partida, la paz mesiánica, el cumplimiento de
las promesas de Dios, la liberación de todo miedo, la victoria sobre el
pecado y sobre la muerte, la reconciliación con Dios, fruto de su pasión,
don gratuito de Dios.
Tomás no estaba cuando se apareció Jesús a sus compañeros.
Pero una vez más se aparece, siempre en domingo, superando aquella
incredulidad. “Porque me has visto has creído”. Dichosos los que no han
visto y han creído, es la pedagogía de Jesús. Encontramos aquí un pasaje
70
Plan de Pastoral - Abril 2021

hacia una fe más auténtica, un “camino de perfección” hacia una fe a la


que se debe llegar también sin las pretensiones de Tomás, la fe aceptada
como don y acto de confianza. Como la fe ejemplar de nuestros padres
(Ap 11) y como la de María (Lc 1,45). A nosotros, que estamos a más de
dos mil años de distancia de la primera venida de Jesús, se nos dice que,
aunque no lo hayamos visto, lo podemos amar y creyendo en Él podemos
exultar de “un gozo indecible y glorioso”.

Oración de los Fieles


Quien preside: Llenos de regocijo con el Señor Resucitado presentemos
nuestras súplicas al Padre diciéndole: Padre, aumenta nuestra fe.
Por la iglesia: Por el Papa Francisco, los obispos, presbíteros, diáconos,
laicos y laicas, para que llenos de fe en Jesús Resucitado sean portadores
de su paz y sean testimonio vivo del amor y la unidad, para que el mundo
crea. Oremos.
Por los gobernantes del mundo entero, especialmente de nuestro
país, para que en un mundo globalizado, sean promotores de paz y de la
vida comunitaria, para que no haya ningún hermano que pase necesidad.
Oremos.
Por todos los que viven la experiencia del dolor: para que no se dejen
vencer por el desánimo, sino que, por la fuerza de la fe y la solidaridad de los
hermanos, sientan la Misericordia de Dios manifestada en Jesucristo cerca
de cada uno de ellos. Oremos.
Por nosotros aquí reunidos y todos los cristianos, para que el gozo de la
pascua renueve nuestra fe y nos haga testigos entusiastas de la Misericordia
del Padre, manifestada en Cristo Resucitado. Oremos.
Para que en cada familia se viva el amor y la paz del resucitado. Que en
esta cincuentena pascual experimenten la Misericordia de Dios, y vivan el
Reino de Dios en permanente conversión. Oremos

Quien preside: Padre, escucha nuestra oración. Llénanos de tu


misericordia que nos trae paz y nos hace misericordiosos con nuestros
hermanos. Fortalece nuestras pequeñas comunidades cristianas para que
viviendo el amor verdadero el mundo crea en Ti. Por Jesucristo nuestro
Señor.

Oración sobre las ofrendas


Recibe, Señor, las ofrendas que (junto con los recién bautizados) te
presentamos, y haz que, renovados por la fe y el bautismo, consigamos la
eterna bienaventuranza. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Oración después de la comunión


Concédenos, Dios todopoderoso, que la fuerza del sacramento Pascual,
que hemos recibido, persevere siempre en nosotros. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

71
La Paz les dejo, mi paz les doy

12 Feria de Pascua
Lunes Blanco

Lectura del Libro de los Hechos de los apóstoles 4,23-31
En aquellos días, Pedro y Juan, puestos en libertad, volvieron a los suyos
y les contaron lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los senadores.
Al oírlo, todos invocaron a una a Dios en voz alta, diciendo: «Señor, tú que
hiciste el cielo, la tierra, el mar y todo lo que contienen; tú inspiraste a tu
siervo, nuestro padre David, para que dijera: “¿Por qué se amotinan las
naciones y los pueblos planean su fracaso? Se alían los reyes de la tierra,
los príncipes conspiraron contra el Señor y contra su Mesías”.
Así fue, en esta ciudad se aliaron Herodes y Poncio Pilato con los gentiles
y el pueblo de Israel contra tu santo siervo, Jesús, tu Ungido, realizaron el
plan que tu autoridad había determinado.
Ahora, Señor, mira cómo nos amenazan y da a tus siervos valentía para
anunciar tu palabra; mientras tu brazo realiza curaciones, signos y prodigios,
por el nombre de tu santo siervo Jesús.».
Al terminar la oración, tembló el lugar donde estaban reunidos; los llenó
a todos el Espíritu Santo, y anunciaban con valentía la palabra de Dios.
Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 2,1-3.4-6.7-9


R/. Dichosos los que se refugian en ti, Señor
¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos planean su fracaso? Se
alían los reyes de la tierra, los príncipes conspiran contra el Señor y contra
su Mesías: «Rompamos sus coyundas, sacudamos su yugo». R/.
El que habita en el cielo sonríe, el Señor se burla de ellos. Luego les
habla con ira, los espanta con su cólera: «Yo mismo he establecido a mi Rey
en Sion, mi monte santo». R/.
Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: «Tú eres mi hijo:
yo te he engendrado hoy. Pídemelo: te daré en herencia las naciones; en
posesión, los confines de la tierra. Los gobernarás con cetro de hierro, los
quebrarás con jarro de loza». R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 3,1-8


Había un fariseo llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús
de noche y le dijo: «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como
maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está
con él».
Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de nuevo no puede
ver el Reino de Dios».
Nicodemo le pregunta: «¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo?
¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?».
Jesús le contestó: «Te lo aseguro, el que no nazca de agua y de Espíritu
no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne,
72
Plan de Pastoral - Abril 2021

lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho:


“Tienen que nacer de nuevo”; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido,
pero no sabe de dónde viene ni adónde va. Así es todo lo que ha nacido del
Espíritu». Palabra del Señor.

Meditación

Recordamos que Pedro y Juan habían sido apresados, era un delito


predicar en nombre de Jesús y sobre todo, decir que había resucitado.
Pero, no pudiendo mantenerles bajo custodia por temor al pueblo, les
soltaron. Los apóstoles volvieron y contaron lo sucedido a los suyos como
testimonio del poder de Dios. Su respuesta no podía ser otra que buscar
a Dios en oración y reconocerle como lo que es, el creador de todas las
cosas, revelándonos que David habló por medio del Espíritu Santo lo que
habría de suceder con Cristo contra el cual se rebelaron y se rebelan los
gobernantes de este mundo.
Los gobernantes de Israel, tanto judíos como romanos, junto con el
pueblo se levantaron en contra de Jesús, el ungido del Señor, por medio de
quien se mostró el poder de Dios y su voluntad. Jesús tenía toda potestad
de hacer su voluntad y no someterse a morir en la cruz, pero al final Él
mismo se somete a la voluntad del Padre en obediencia.
El pasaje del Evangelio se refiere al nuevo vínculo que se establece entre
Dios y la persona que vuelve a nacer (Juan 3:3,7). Dios adopta a los que nacen
de nuevo como a sus hijos (Romanos 8:15, 16; Gálatas 4:5; 1 Juan 3:1).
¿Por qué es necesario que una persona nazca de nuevo? Jesús dijo:
“A menos que uno nazca de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan
3:3). Así que “nacer de nuevo” prepara a la persona para participar del
reinado de Cristo. Por eso, la Biblia presenta el “nuevo nacimiento” como
la oportunidad de recibir una herencia que “está reservada en los cielos” (1
Pedro 1:3, 4). A los que nacen de nuevo, Dios les asegura que serán reyes
y gobernarán con Jesús (2 Timoteo 2:12; 2 Corintios 1:21, 22).
En el libro de Juan, capítulo 3, las palabras “nacer de nuevo” provienen
del mismo Jesús cuando le explica a Nicodemo, un líder religioso judío, lo
que debe hacer para ver el Reino de Dios: “Jesús respondió [a Nicodemo]:
“En verdad te digo que nadie puede ver el reino de Dios a menos que
nazca de nuevo”. Hagamos esfuerzo hermanos, si hemos nacido de
nuevo, comencemos una vida nueva. Que se note que en verdad somos
criaturas nuevas.

13 Feria de Pascua
Martes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4,32-37


En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo; lo
poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía.
73
La Paz les dejo, mi paz les doy

Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con


mucho valor. Todos eran muy bien vistos. Entre ellos no había necesitados,
pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero de lo
vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se distribuía según lo
que necesitaba cada uno.
José, a quien los apóstoles apellidaron Bernabé, que significa consolado,
que era levita y natural de Chipre, tenía un campo y lo vendió; llevó el dinero
y lo puso a disposición de los apóstoles. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 92,1ab.1c-2.5


R/. El Señor reina, vestido de majestad
El Señor reina, vestido de majestad; el Señor, vestido y ceñido de
poder. R/.
Así está firme el orbe y no vacila. Tu trono está firme desde siempre, y
tú eres eterno. R/.
Tus mandatos son fieles y seguros; la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 5a.7b-15


En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Tienen que nacer de nuevo; el
viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni
adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu». Nicodemo le preguntó:
«¿Cómo puede suceder eso?».
Le contestó Jesús: «Y tú, el maestro de Israel, ¿no lo entiendes? Te lo
aseguro, hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos
visto. Si no creen cuando les hablo de la tierra, ¿cómo creerán cuando les
hable del cielo? Porque nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el
Hijo del hombre.» Palabra del Señor.

Meditación

Los Hechos de los apóstoles nos muestran lo que hacían los discípulos
para mostrar el testimonio de su Señor Jesucristo, esto lo hacían por medio
de acciones bondadosas. ... La enseñanza es que, para mostrar que
tenemos a Jesús en nuestra vida, hay que comportarnos como Él, haciendo
buenas obras en todo nuestro ministerio. El autor insiste en la comunión de
bienes y luego (Hch 5,12-16) en los prodigios de los Apóstoles.
”No puede dudarse de que los pobres consiguen con más facilidad
que los ricos el don de la humildad, ya que los pobres, en su indigencia,
se familiarizan fácilmente con la mansedumbre y, en cambio, los ricos
se habitúan fácilmente a la soberbia. Sin embargo, no faltan tampoco
ricos adornados de esta humildad y que de tal modo usan de sus
riquezas que no se ensoberbecen con ellas, sino que se sirven más
bien de ellas para obras de caridad. (...) El don de esta pobreza se
da, pues, en toda clase de hombres y en todas las condiciones en las
que el hombre puede vivir. Después del Señor, los Apóstoles fueron
74
Plan de Pastoral - Abril 2021

los primeros que nos dieron ejemplo de esta magnánima pobreza. (cfr
Hch 5,1-11).
Muchos de los primeros hijos de la Iglesia, al convertirse a la fe dejaron
sus bienes y posesiones y, abrazando la pobreza, se enriquecieron con
bienes eternos y encontraban su alegría en seguir las enseñanzas de los
Apóstoles, no poseyendo nada en este mundo y teniéndolo todo en Cristo”
(S. León Magno, Sermones 95,2).
El evangelio de hoy nos trae la conversación de Jesús con Nicodemo.
Nicodemo había oído hablar de las cosas que Jesús hacía, se había
quedado impresionado y quería hablar con Jesús para poder entender
mejor. En la conversación, Jesús le dice a Nicodemo que la única manera
que tiene de entender las cosas de Dios es ¡nacer de nuevo!
Se requiere cierta valentía para aceptar no solamente aquello que
concuerda con nuestras ideas, dejarnos sorprender por los hechos y no
tener miedo a decir: “¡Nací de nuevo!”
Nicodemo, hombre culto y magistrado judío, ¿comprendió lo que Jesús
le dijo? Nicodemo sabía por las escrituras que Moisés levantó una serpiente
para librar a su pueblo del veneno de las serpientes, pero no llegaba a
comprender que Cristo también sería levantado para librar, no ya a un
pueblo concreto con un número determinado de personas, sino que libraría
a todos los hombres de las picaduras del pecado. ¿Qué pensó Nicodemo
cuando años después vio a Cristo en la cruz? Tal vez lo comprendería con
el corazón y no por el conocimiento que le daba su ciencia.

14 Feria de Pascua
Miércoles Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 5,17-26


En aquellos días, el sumo sacerdote y los de su partido –la secta de los
saduceos- llenos de coraje, mandaron prender a los apóstoles y meterlos en
la cárcel común. Pero, por la noche, el ángel del Señor les abrió las puertas
de la celda y los sacó fuera, diciéndoles: “Vayan al templo y explíquenle allí
al pueblo este modo de vida.”
Entonces ellos entraron en el templo al amanecer y se pusieron a enseñar.
Llegó entre tanto el sumo sacerdote con los de su partido, convocaron el
Sanedrín y el pleno de los ancianos israelitas, y mandaron por los presos a la
cárcel. Fueron los guardias, pero no los encontraron en la celda, y volvieron
a informar: “Hemos encontrado la cárcel cerrada, con las barras echadas,
y a los centinelas guardando las puertas; pero, al abrir, no encontramos a
nadie dentro.
El comisario del templo y los sumos sacerdotes no atinaban a explicarse
qué había pasado con los presos. Uno se presentó, avisando: “Los hombres
que metieron en la cárcel están ahí en el templo y siguen enseñando al
pueblo”. El comisario salió con los guardias y se los trajo, sin emplear la
fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease. Palabra de Dios.
75
La Paz les dejo, mi paz les doy

Salmo Responsorial: 33,2-3.4-5.6-7.8-9


R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi
boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se
alegren. R/.
Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. R/.
Contémplenlo, y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. El
afligido invocó al Señor, él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/.
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gusten y
vean qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 3,16-21


Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todo el
que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para
que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no
cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de
Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la
tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal
detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que
sus obras están hechas según Dios. Palabra del Señor.

Meditación

En los Hechos, cada detención de los apóstoles va seguida


inmediatamente de una liberación providencial: así, por ejemplo, la de
Pedro (Hch 12, 7-10), la de Pablo (Hch 16, 25-26) y la que es objeto de la
lectura de este día (v. 19). Esta liberación milagrosa se produce, ante todo,
para dar ánimos (v. 20) a los perseguidos y convencerles de que viven
realmente los tiempos mesiánicos caracterizados por la apertura de las
prisiones (Is 42, 7; Sal 106/107).
Tras su primera detención, los apóstoles habían pedido precisamente
a Dios que les hiciera patente su presencia mediante algunos signos, para
darles fuerza y valor (Hch 4, 23-31): he aquí que han sido escuchados.
El ángel del Señor les libera y los anima a seguir dando testimonio. Se
repite la dinámica de la Pascua de Jesús: la muerte y la resurrección, la
persecución y la liberación. Y los apóstoles, obedientes una vez más, e
íntimamente convencidos de lo que hacen, «se pusieron a enseñar en el
templo».
Dios amó el mundo. La palabra mundo es una de las palabras más
frecuentes en el Evangelio de Juan: ¡78 veces! Tiene diversos significados.
En primer lugar, mundo puede significar la tierra, el espacio habitado por
los seres humanos (Jn 11,9; 21,25) o el universo creado (Jn 17,5.24);
76
Plan de Pastoral - Abril 2021

puede significar también las personas que habitan esta tierra, la humanidad
toda (Jn 1,9; 3,16; 4,42; 6,14; 8,12). Puede significar también un grupo
numeroso de personas, en el sentido de la expresión “todo el mundo” (Jn
12,19; 14,27). Aquí, en nuestro texto, la palabra mundo tiene el sentido
de humanidad, de todo ser humano. Dios ama la humanidad de tal modo
que llegó a entregar a su hijo único. Quien acepta que Dios llega hasta
nosotros en Jesús, éste ya pasó por la muerte y ya tiene vida eterna.
La imagen de Dios que aflora en el texto es la de un Padre lleno de
ternura y no la de un juez severo. Dios mandó a su hijo no para juzgar y
condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. Quien cree en
Jesús y lo acepta como revelación de Dios no es juzgado, pues ya ha sido
aceptado por Dios. Y quien no cree en Jesús, ya ha sido juzgado.
En el Cuarto Evangelio la palabra mundo significa aquella parte de
la humanidad que se opone a Jesús y a su mensaje en el sentido de
“adversarios” (Jn 7,4.7; 8,23.26; 9,39; 12,25). Este mundo está gobernado
por el Adversario o Satanás, también llamado “príncipe de este mundo”
(Jn 14,30; 16,11). Él representa el imperio romano y, al mismo tiempo, los
líderes de los judíos que están expulsando a los seguidores de Jesús de
las sinagogas. Este mundo persigue y mata las comunidades, trayendo
tribulaciones a los fieles (Jn 16,33). Jesús las liberará, venciendo al príncipe
de este mundo (Jn 12,31). Así, mundo significa una situación de injusticia,
de opresión, que engendra odio y persecución contra las comunidades del
Discípulo Amado.
Los perseguidores son aquellas personas que están en el poder, los
dirigentes, tanto del imperio como de la sinagoga. Todos aquellos que
practican la injusticia usando para esto el nombre de Dios (Jn 16,2). La
esperanza que el evangelio de Juan trae a las comunidades perseguidas,
es que Jesús es más fuerte que el mundo. “En el mundo tendrán
tribulaciones. Pero ¡ánimo: yo vencí el mundo!” (Jn 16,33).

15 Feria de Pascua
Jueves Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 5,27-33


En aquellos días, los apóstoles fueron conducidos a comparecer ante el
Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó, diciendo: «¿No les habíamos
ordenado formalmente no enseñar en ese Nombre? En cambio, han llenado
Jerusalén con su enseñanza y quieren hacernos responsables de la sangre
de ese hombre».
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a
los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes
mataron, colgándolo de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra,
haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de
los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios
da a los que lo obedecen».
77
La Paz les dejo, mi paz les doy

Esta respuesta los exasperó y decidieron acabar con ellos. Palabra de


Dios.

Salmo Responsorial: 33,2.9.17-18.19-20


R/. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi
boca. Gusten y vean qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a
él. R/.
El Señor se enfrenta con los malhechores, para borrar de la tierra
su memoria. Cuando uno grita, el Señor lo escucha y lo libra de sus
angustias. R/.
El Señor está cerca de los atribulados, salva a los abatidos. Aunque el
justo sufra muchos males, de todos lo libra el Señor. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 3,31-36


El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra
es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima
de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su
testimonio. El que acepta su testimonio certifica la veracidad de Dios. El que
Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida.
El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo
posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de
Dios pesa sobre él. Palabra del Señor.

Meditación

En la primera lectura de ayer vimos cómo los Apóstoles habían sido


arrestados por segunda vez y puestos en la cárcel, pero un ángel del
Señor los había sacado de la cárcel y les había dicho que fueran al templo
y anunciaran al pueblo todo lo referente a esta vida nueva, lo cual ellos,
obedientes, hicieron. Al día siguiente, cuando el sumo sacerdote y los que
estaban con él, se reunieron en concilio y enviaron a los alguaciles a que
trajeran a los Apóstoles de la cárcel; fueron, pero no los encontraron.
Las autoridades, furiosas, piensan que es insoportable lo que hacen
los apóstoles y por eso dicen: ¿No les mandamos estrictamente que no
enseñaran en ese nombre? Ahora han llenado Jerusalén de su doctrina, y
quieren echar sobre nosotros la sangre de ese hombre.
Jesús les había dicho que el Evangelio debía ser proclamado,
comenzando por Jerusalén, y así lo hicieron. Pedro y sus compañeros
llenos de valor responden: “Es necesario obedecer a Dios antes que
a los hombres.” A los creyentes se les pide que se sometan a las
autoridades civiles, siempre que éstas no entren en conflicto con un
mandamiento de Dios.
Lo sorprendente es la manera de comportarse de los apóstoles, su
valor, su entusiasmo y la contundencia de sus palabras. Por ejemplo,
Pedro diciéndoles cómo ellos habían sido testigos de estas cosas y
78
Plan de Pastoral - Abril 2021

también el Espíritu Santo el cual Dios daba a los que le obedecían. Y esas
autoridades entonces, oyendo esta exposición de Pedro, se enfurecieron
y quisieron matarlos.
Tenemos mucho que aprender de la experiencia de los apóstoles y de
los primeros cristianos. Estamos llamados a ser testigos, a expresar lo
que creemos y a mostrar con nuestras obras que Cristo vive en medio de
nosotros.
¿Cuáles son las acciones y actitudes que muestran los dones que de
lo alto me han dado? El que viene de lo alto está por encima de todos; es
decir la verdad, la justicia, la luz y todo lo bueno que hay; y el que es de la
tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra, es decir la mundanidad. Aquí
está todo lo que somos con nuestras faltas y bondades, la lucha constante
por querer seguir el camino de la verdad y la luz.
El evangelio de Juan nos quiere enseñar de modo especial que Jesús
es el Hijo de Dios que ha venido al mundo para revelarnos la vida de Dios
y hacernos parte de ella. Hoy, se nos invita a dejar de ser “terrenales”, para
hablar y movernos como «el que viene de arriba». En este texto vemos
—una vez más— que en la radicalidad evangélica no hay término medio.
Es necesario que en todo momento y circunstancia nos esforcemos por
tener el pensamiento de Dios, anhelemos tener los mismos sentimientos
de Cristo y aspiremos a mirar a los hombres y las circunstancias con la
misma mirada del Verbo hecho hombre.

16 Feria de Pascua
Viernes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 5,34-42


En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley,
respetado por todo el pueblo, se levantó en el Consejo, mandó que sacaran
fuera un momento a los apóstoles y dijo: «Israelitas, piensen bien lo que
van a hacer con esos hombres. Hace algún tiempo se levantó Teudas,
dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos cuatrocientos
hombres. Fue ejecutado, se dispersaron todos sus secuaces y todo
acabó en nada.
Más tarde, en los días del censo, surgió Judas el Galileo, arrastrando
detrás de sí gente del pueblo; también pereció, y se disgregaron todos sus
secuaces.
En el caso presente, les digo: no se metan con esos hombres; suéltenlos.
Si su idea y su actividad son cosa de hombres, se disolverá; pero, si es cosa
de Dios, no lograrán destruirlos, y se expondrían a luchar contra Dios».
Le dieron la razón y, habiendo llamado a los apóstoles, los azotaron, les
prohibieron hablar en nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salieron
del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre.
Ningún día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando el
Evangelio de Jesucristo. Palabra de Dios.
79
La Paz les dejo, mi paz les doy

Salmo Responsorial: 26,1.4.13-14


R/. Una cosa pido al Señor: habitar en su casa
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la defensa
de mi vida, ¿quién me hará temblar? R/.
Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los
días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo. R/.
Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida. Espera en el
Señor, sé valiente, ten ánimo, espera en el Señor. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,1-15


En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea, o
de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que
hacía con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí
con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó
los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe: «¿Con qué
compraremos panes para que coman estos?». Lo decía para probarlo, pues
bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un
pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero
¿qué es eso para tantos?».
Jesús dijo: «Digan a la gente que se siente en el suelo». Había mucha
hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que
estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recojan los pedazos que
han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco
panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces,
al ver el signo que había hecho, decía: «Este sí que es el Profeta que tenía
que venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra
vez a la montaña él solo. Palabra del Señor.

Meditación

Nada detiene a los apóstoles, ni las amenazas, ni el encierro, ni los


azotes. Hoy aparece Gamaliel. Este maestro citó algunos ejemplos de los
que habían encabezado insurrecciones y que habían tenido seguidores e
hizo notar al Consejo que, en cada uno de los casos, una vez que el líder
había muerto, sus seguidores se habían dispersado. Y los aconsejó así: “Y
ahora les digo: no se metan con esos hombres; suéltenlos. Si su idea y su
actividad son cosa de hombres, se disolverá; pero, si es cosa de Dios, no
lograrán destruirlos, y se expondrían a luchar contra Dios.”
80
Plan de Pastoral - Abril 2021

Convencidos de que obran de parte de Dios, los apóstoles se lanzan


a la misión con arrojo y sin temor a lo que puedan hacer las autoridades
del Sanedrín. Ojalá tuviéramos nosotros un poquito de ese coraje que
surge de la convicción profunda de que Jesús está vivo entre nosotros.
Así trabajaríamos por la paz -valor al que nos invita a vivir nuestra Iglesia
en este mes-, fruto de la justicia, tratando de que todos los hombres se
entreguen al servicio del Señor.
El milagro de la multiplicación de los panes y peces es un anticipo del
milagro de la Eucaristía. En ambos casos Jesús satisface las necesidades
del ser humano: el material para vivir aquí y la espiritual para vivir en la
eternidad. De esta escena se aprende a conmoverse ante las necesidades
del prójimo, ya sean de carácter temporal o de carácter sobrenatural, como
una motivación a la solidaridad, al compartir fraterno, la alta sensibilidad de
Jesús con los enfermos, los hambrientos, los desposeídos, los pecadores.
Trabajar para que los hermanos cooperen, aporten sus dos panes, su
poquito de pescado y todos queden saciados.
Esta lectura del evangelio nos motiva a la solidaridad, al compartir
fraterno. No puede haber gente alguna pasando hambre o cualquier otro
tipo de necesidades sin que nosotros hagamos algo. Esto lo aprendemos
de Jesús, su alta sensibilidad con los enfermos, los hambrientos, los
poseídos, los pecadores. Trabajar para que los hermanos cooperen,
aporten sus dos panes, su poquito de pescado y todos queden saciados.
En la Santa Misa se fortalece este compromiso; pues la comunión no
se da sólo cuando nos encontramos en el templo y tenemos la oportunidad
de compartir un gesto de paz, sino, y sobre todo, en la vida cotidiana,
provocando que el pan se multiplique en la mesa de los más pobres. De
otra forma nuestra participación en la Eucaristía tiene poco sentido y en
realidad no produce el efecto deseado por Jesús.

17 Feria de Pascua
Sábado Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 6,1-7


En aquellos días, al crecer el número de los discípulos, los de lengua
griega se quejaron contra los de lengua hebrea, porque en el servicio diario
no se atendía a sus viudas.
Los Doce, convocando a la asamblea de los discípulos, dijeron: «No nos
parece bien descuidar la palabra de Dios para ocuparnos de la administración.
Por tanto, hermanos, escojan a siete de ustedes, hombres de buena fama,
llenos de espíritu y de sabiduría, y los encargaremos de esta tarea; nosotros
nos dedicaremos a la oración y al servicio de la palabra».
La propuesta les pareció bien a todos y eligieron a Esteban, hombre lleno
de fe y de Espíritu Santo; a Felipe, Prócoro, Nicanor, Simón, Parmenas y
Nicolás, prosélito de Antioquía. Se los presentaron a los apóstoles y ellos les
impusieron las manos orando.
81
La Paz les dejo, mi paz les doy

La palabra de Dios iba creciendo y en Jerusalén se multiplicaba el número


de discípulos; incluso muchos sacerdotes aceptaban la fe. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 32,1-2.4-5.18-19


R/. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo
esperamos de ti
Aclamen, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
Den gracias al Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez
cuerdas. R/.
La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama
la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra. R/.
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan su
misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de
hambre. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,16-21


Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al lago, embarcaron y
empezaron a atravesar hacia Cafarnaúm. Era ya noche cerrada, y todavía
Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba
encrespando. Habían remado unos cinco o seis kilómetros, cuando vieron a
Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el mar, y se asustaron.
Pero él les dijo: «Soy yo, no teman». Querían recogerlo a bordo, pero
la barca tocó tierra en seguida, en el sitio adonde iban. Palabra del Señor.

Meditación

El número creciente de los discípulos indica que la obra del reino


de Dios, a través de la comunidad cristiana primitiva, fue muy exitosa.
Había una organización que dejaba saber cuántos eran y quiénes
ejercían los principales ministerios. Se juntaban en lugares y tiempos
específicos. Dinero y bienes eran colectados y distribuidos a los que
tenían necesidad. Al aumentar el número de los hermanos, comenzaron
a aparecer los problemas. Uno de esos es el que trata la primera lectura
de hoy.
Los hermanos de lengua griega se quejaron porque decían que sus
viudas no eran bien atendidas en la asistencia material. Los apóstoles
respondieron: “No nos parece bien descuidar la palabra de Dios para
ocuparnos de la administración” y explicaron que debían permanecer fieles
a su llamado principal, que era la oración y el ministerio de la palabra.
Era injusto para ellos gastar su tiempo administrando las necesidades
prácticas de las viudas.
Sin embargo, los apóstoles (los doce) consiguieron con mucha
comunicación y aporte de la gente, una salida armoniosa a la situación:
“Busquen, pues, hermanos, de entre ustedes”. Aún les pidieron,
especialmente a aquellos que se sentían agraviados, que sugirieran
hombres de buen carácter para hacer este trabajo.
82
Plan de Pastoral - Abril 2021

Esta fue una manera maravillosa para resolver el problema, no echaron


fuera a los que se habían quejado, ni se dividieron en dos congregaciones,
ni pusieron las personas descontentas a un lado. La iglesia primitiva tomó
su responsabilidad de ayudar a las viudas seriamente porque no tenían
más apoyo; pero también esperaban que estas viudas sirvieran fielmente
a la iglesia (1 Timoteo 5,3-16). Fue así como surgieron los primeros
diáconos, siete hombres prudentes que se dedicaron a la administración
de las necesidades de la comunidad.
En el Evangelio encontramos a Jesús caminando sobre las aguas.
Casi a la mitad del mar, los discípulos ven a Jesús acercándose a su
embarcación. Se sienten atemorizados. El drama formado por la difícil
navegación durante la noche (vv. 16-17), la tormenta (v. 18) y el temor de
los discípulos (v. 19), conforman el ambiente previo a la intervención de
Jesús. Una manifestación de la divinidad de Dios, que sigue una forma
literaria al estilo del Antiguo Testamento (Gn 15,1; 26,24) con la expresión
del éxodo: “Yo soy”.
Estas palabras provocan un cambio en el estado de ánimo. La
manifestación del poderío de Dios es tan grande que disipa nuestros
miedos, transformándolos en confianza y seguridad. Esto es lo que
debíamos sentir estando con Jesús. ¡Qué mejor que estar con Él! ¡Nada
podrá contra nosotros si estamos con Cristo!

18 III Domingo de Pascua


III Semana Liturgia de las Horas Blanco

Con el perdón de los pecados Jesús nos da su paz

Orientaciones para esta Celebración: Colocar el lema del día en un


lugar visible. Destacar el Cirio adornado con flores. Se puede iniciar con
la aspersión del agua en el acto
penitencial. Los jóvenes pueden
dramatizar el evangelio. Y seguir
observando el protocolo por la
situación sanitaria que vivimos
para seguridad de todos.

Monición de Entrada
Hermanos y hermanas
continuamos celebrando en este
Tercer Domingo de Pascua, el
gozo y la esperanza que nos da la certeza que Cristo resucitó y vive entre
nosotros, que nos llena de gozo y de paz.
En la palabra de hoy contemplamos al Resucitado que, después de
haberse aparecido a los peregrinos de Emaús, se les presenta ahora en
Jerusalén al grupo de los Apóstoles, tristes y temerosos, para confortarlos
83
La Paz les dejo, mi paz les doy

y animarlos, diciéndoles “Paz a ustedes” y recordándoles su misión de


perdonar los pecados que nos quitan esa paz, nos alejan del Padre y
muestran al caer en ellos, que no le conocemos.
Como comunidad viva, donde se testimonia a Cristo resucitado
que está presente en la Palabra, en los sacramentos, en la Eucaristía,
en los hermanos y en medio de esta asamblea, animémonos a vivir
intensamente este tiempo de pascua, viviendo el Reino de Dios en
permanente conversión, siendo testigos de lo que hemos visto y oído
en medio de todo el Pueblo.
Nos ponemos de pie para recibir cantando al Señor resucitado que viene
a presidir esta Eucaristía a través de su Ministro.

Oración Colecta
Que tu pueblo, Señor, exulte siempre al verse renovado y rejuvenecido
en el espíritu, para que todo el que se alegra ahora de haber recobrado la
gloria de la adopción filial, ansíe el día de la resurrección con la esperanza
cierta de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Hechos 3, 13-15. 17-19


Al encontrarnos con Jesucristo, alguna decisión estamos llamados
a tomar. Como Pedro nos indica, convirtámonos más a Él, acogiendo y
viviendo su Reino de paz y de amor. Escuchemos.

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 3,13-15.17-19


En aquellos días, Pedro dijo a la gente: «El Dios de Abrahán, de
Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo
Jesús, al que ustedes entregaron y rechazaron ante Pilato, cuando había
decidido soltarlo.
Rechazaron al santo, al justo, y pidieron el indulto de un asesino; mataron
al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros
somos testigos. Sin embargo, hermanos, sé que lo hicieron por ignorancia,
y sus autoridades lo mismo; pero Dios cumplió de esta manera lo que había
dicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepiéntanse y conviértanse, para que se borren sus pecados.»
Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 4, 2.4.7.9


R/. Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor
Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío; tú que en el aprieto me
diste anchura, ten piedad de mí y escucha mi oración. R/.
Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha, si la luz de tu
rostro ha huido de nosotros?» R/.
En paz me acuesto y en seguida me duermo, porque tú solo, Señor, me
haces vivir tranquilo. R/.
84
Plan de Pastoral - Abril 2021

Segunda Lectura: I Juan 2, 1-5


Jesucristo, quien nos ha liberado del pecado, es también nuestro
abogado ante el Padre, para lograrnos el perdón cuando perdemos la paz, al
no guardar sus mandamientos y negar con los hechos que no le conocemos
de verdad. Escuchemos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2,1-5


Hijos míos, les escribo esto para que no pequen. Pero, si alguno peca,
tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima
de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también
por los del mundo entero.
En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus
mandamientos. Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos,
es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra,
ciertamente en él, el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto
conocemos que estamos en él. Palabra de Dios.

Aleluya cf. Lc. 24,32


Señor Jesús, explícanos las escrituras. Enciende nuestro corazón
mientras nos hablas.

Evangelio: Lucas 24, 35-48


Nuestra vida cristiana consiste es ser testigos alegres y valientes
de Cristo Resucitado, a partir de una experiencia, de un encuentro con
El, quien al perdonar nuestros pecados nos llena de su paz y nos envía
a transmitirla a toda la gente que nos rodea. De pie aclamemos con el
canto al Resucitado que se hace presente entre nosotros a través de
su Palabra.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24,35-48


En aquel tiempo, contaban los discípulos lo que les había pasado por el
camino y cómo habían reconocido a Jesús al partir el pan.
Mientras hablaban, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «Paz
a ustedes.»
Llenos de miedo por la sorpresa, creían ver un fantasma.
Él les dijo: «¿Por qué se alarman?, ¿por qué surgen dudas en su interior?
Miren mis manos y mis pies: soy yo en persona. Pálpenme y dense cuenta
de que un fantasma no tiene carne y huesos, como ven que yo tengo.» Dicho
esto, les mostró las manos y los pies.
Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tienen ahí algo que comer?» Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él
lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo: «Esto es lo que les decía mientras estaba con ustedes: que
todo lo escrito en la ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí
tenía que cumplirse.»
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras.
85
La Paz les dejo, mi paz les doy

Y añadió: «Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los


muertos al tercer día, y en su nombre se predicará la conversión y el perdón
de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Ustedes
son testigos de esto. Palabra del Señor.

Meditación

Lucas describe el encuentro del Resucitado con sus discípulos como


una experiencia fundante. El deseo de Jesús es claro. Su tarea no ha
terminado en la cruz. Resucitado por Dios después de su ejecución, toma
contacto con los suyos para poner en marcha un movimiento de «testigos»
capaces de contagiar a todos los pueblos con su Buena Noticia.
Este pasaje nos muestra a dos seguidores de Cristo que han perdido el
rumbo en su vida. Habían seguido a Cristo con gran ilusión, pero después
de ver al Maestro crucificado viene el desánimo, todas sus esperanzas
se habían esfumado, dejando vacío su corazón. Todos pasamos por
momentos así en nuestra vida, crisis de fe, momentos en los que no vemos
con claridad lo que nos pasa. ¿Qué nos enseña el evangelio para estos
momentos?
Desde el día de su resurrección Jesús había renacido a la vida
gloriosa, pero quiso encontrar a sus discípulos en varias oportunidades
para convencerles de que su nueva condición no era una vida fantasmal,
sino la entrada definitiva a la plenitud de la vida. El relato de hoy es la
continuación del encuentro de los dos discípulos con Cristo en el camino
de Emaús. La experiencia con Cristo resucitado no se pudo contener y
fueron de prisa a contarle a los Once todo lo ocurrido.
Es Cristo quien les abre la inteligencia a los apóstoles para que
puedan comprender las Escrituras. Esta es la gran revelación del Nuevo
Testamento: la resurrección de Cristo da un sentido nuevo y definitivo a
las Escrituras.
A pesar de verlos llenos de miedo y de dudas, Jesús confía en sus
discípulos. Él mismo les enviará el Espíritu que los sostendrá. Por eso les
encomienda que prolonguen su presencia en el mundo: «Ustedes son testigos
de estas cosas». No han de enseñar doctrinas sublimes, sino contagiar su
experiencia. No han de predicar grandes teorías sobre Cristo, sino irradiar su
Espíritu. Han de hacerlo creíble con su vida, no solo con palabras.
Con facilidad nos sentimos identificados con estos dos discípulos. Son
muy semejantes a nosotros, muy humanos: han visto el aparente fracaso
de Cristo, y reaccionan como hubiésemos reaccionado nosotros mismos:
abandonando todo. Habían visto los milagros de Cristo, habían gozado
de su presencia, habían saboreado sus enseñanzas, tal vez incluso
habían repartido los panes en la multiplicación de los panes. Pero ahora…
Todo había acabado. Nosotros esperábamos… Regresan a su tierra,
pero regresan vacíos, con desánimo, insatisfechos; en el fondo, saben
que les falta algo, o mejor, les falta “alguien” por quien vivir. Sabía que
el desánimo, el cansancio en nuestra vida, los momentos oscuros, nos
86
Plan de Pastoral - Abril 2021

pueden asaltar en cualquier momento. Y quiso enseñarnos que también


en esas circunstancias Él sigue cerca de nosotros, nos habla, nos anima,
nos escucha y nos ama.

Oración de los fieles


Quien preside: Presentemos al Padre nuestras oraciones suplicándole:
Perdona nuestros pecados y danos tu Paz.
Por la Iglesia y sus pastores, para que manteniéndose firmes en la fe
sean verdadero testimonio de la resurrección de Jesús y lleven a todo el
mundo el mensaje de salvación de justicia y de paz. Oremos.
Por todos los gobernantes de las naciones, para que sean signos reales
de la presencia viva y alentadora de Cristo resucitado y hagan suyas las
necesidades de todos, especialmente de todos los que han sido afectados
por la pandemia que vive el mundo. Oremos.
\Por los pobres, los enfermos y todos los que sufren, para que sientan
la presencia y el consuelo de Jesús Resucitado en el amor solidario de sus
discípulos. Oremos.
Por los que participamos en esta Eucaristía, para que nos convirtamos
permanentemente a Cristo, que borró nuestros pecados y nos haga
promotores de su perdón que da paz. Oremos.

Quien preside: Acoge nuestras peticiones Padre bueno que en tu Hijo


muerto y Resucitado nos has regalado el perdón que nos llena de tu paz.
Ayúdanos a no caer en el pecado y a ser capaces de levantarnos si caemos.
Haznos instrumentos del perdón y la paz que regalas a través de Jesucristo,
por medio de quien te presentamos nuestras súplicas. Amén.

Oración sobre las ofrendas


Recibe, Señor, las ofrendas que (junto con los recién bautizados) te
presentamos, y haz que, renovados por la fe y el bautismo, consigamos la
eterna bienaventuranza. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Concédenos, Dios todopoderoso, que la fuerza del sacramento Pascual,
que hemos recibido, persevere siempre en nosotros. Por Jesucristo,
nuestro Señor.

19 Feria de Pascua
Lunes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 6,8-15:


En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes
prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos, de la sinagoga
llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se
pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría
y al espíritu con que hablaba. Entonces indujeron a unos que asegurasen:
87
La Paz les dejo, mi paz les doy

«Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios».


Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y, viniendo
de improviso, lo agarraron y lo condujeron al Sanedrín, presentando
testigos falsos que decían: «Este individuo no para de hablar contra
el Lugar Santo y la Ley, pues le hemos oído decir que ese Jesús el
Nazareno destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dio
Moisés».
Todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron su mirada en él y
su rostro les pareció el de un ángel. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 118,23-24.26-27.29-30


R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor
Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí, tu siervo medita
tus decretos; tus preceptos son mi delicia, tus enseñanzas son mis
consejeros. R/.
Te expliqué mi camino, y me escuchaste: enséñame tus mandamientos;
instrúyeme en el camino de tus mandatos, y meditaré tus maravillas. R/.
Apártame del camino falso, y dame la gracia de tu voluntad; escogí el
camino verdadero, deseé tus mandamientos. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,22-29


Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos
lo vieron caminando sobre el lago. Al día siguiente, la gente que se había
quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una
barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus
discípulos se habían marchado solos.
Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde
habían comido el pan sobre lo que el Señor pronunció la acción gracias.
Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron
y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo
has venido aquí?». Jesús les contestó:
«En verdad, en verdad les digo: me buscan no porque han visto signos,
sino porque comieron pan hasta saciarse. Trabajen no por el alimento que
perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que les dará
el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios».
Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué obras tenemos que hacer para trabajar en
lo que Dios quiere?». Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que crean en el que Él ha enviado». Palabra
del Señor.

Meditación

La iglesia que ha surgido tras la predicación de los apóstoles sigue


adelante, aunque con sus dificultades. Lo significativo es el interés que la
gente muestra en aceptar la nueva doctrina. Importante es ver el nivel de
88
Plan de Pastoral - Abril 2021

compromiso de los nuevos hermanos y el testimonio de vida que vienen


dando. Hoy aparece la breve historia de lo que ocurrió con Esteban, el
protomártir, sus dificultades y consecuencia de actuar bajo la acción del
Espíritu Santo.
En el Evangelio de hoy iniciamos la reflexión sobre el discurso del
Pan de Vida y donde Jesús con sus gestos y palabras trata de abrir los
ojos de la gente para que aprenda a leer los acontecimientos y descubra
el rumbo que debe tomar en la vida. Hoy en día se habla mucho de la
calidad de los alimentos y se pone esmero en su preparación. Jesús viene
a ofrecernos el mejor alimento, uno que no tiene fecha de vencimiento ni
contraindicaciones porque nos sustenta para la Vida Eterna.
Todos buscan a Jesús, y al darse cuenta de que no está allí, se
embarcan y se dirigen hacia la otra orilla, a aquella localidad que ha sido
centro de operaciones de la comunidad de los apóstoles, y efectivamente,
en Cafarnaúm se encuentran con el Señor.
Aquella gente tenía hambre, comió el pan y buscó más pan. Buscó el
milagro y no la señal de Dios que en el milagro se escondía. ¿Qué es lo
que más busco en mi vida: el milagro o al que hace el milagro?
Al ver como lo buscan, Jesús se dirige con cierta fuerza para con ellos:
ustedes no me buscan porque en mi hayan encontrado lo que Yo soy
capaz de darles: las palabras de vida que transforman el corazón, el pan
que alimenta y da sentido de eternidad a la vida; ustedes me buscan por
interés. A ustedes en realidad no les importa mi persona, a ustedes les
importa lo que Yo les doy, no quién soy yo.
Es un reproche fuerte de Jesús, pero necesario para hacer reaccionar
y tratar de encontrar en el camino, a los que verdaderamente van a formar
parte de esta comunidad nueva que está surgiendo, diferenciándose de
aquellos que, en realidad, bajo la apariencia de interés de Jesús, están
detrás de sus propios intereses. Jesús es muy claro al respecto y más
duro va a ser después, cuando dice que en realidad lo que recibieron es
su propia carne, y solamente el que coma de la carne de Jesús, va a tener
vida, el que no, no.

20 Feria de Pascua
Martes Blanco
20º Aniversario de la dedicación de la Catedral
de San Francisco de Macorís.
Solemnidad en la Catedral.

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 7,51–8, 1a


En aquellos días, dijo Esteban al pueblo y a los ancianos y escribas:
«¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! Ustedes
siempre resisten al Espíritu Santo, lo mismo que sus padres. ¿Hubo
un profeta que sus padres no persiguieran? Ellos mataron a los que
anunciaban la venida del Justo, y ahora ustedes lo han traicionado
89
La Paz les dejo, mi paz les doy

y asesinado; recibieron la ley por mediación de ángeles y no la han


observado».
Oyendo sus palabras se recomían en sus corazones y rechinaban los
dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la mirada en el
cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: «Veo
los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios».
Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre,
se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a
apedrearlo. Los testigos dejaron sus capas a los pies de un joven llamado
Saulo y se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación:
“Señor Jesús, recibe mi espíritu». Luego, cayendo de rodillas y clamando
con voz potente, dijo: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado”. Y, con
estas palabras, murió. Saulo aprobaba su ejecución. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 30,3cd-4.6ab.7b.8a.17.21ab


R/. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu
Señor, sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres
mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame. R/.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás.
Yo confío en el Señor. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. R/.
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. En el
asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,30-35


En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús: «¿Y qué signo haces tú, para
que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron
el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”».
Jesús les replicó: «En verdad, en verdad les digo: no fue Moisés quien
les dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que les da el verdadero pan del
cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo».
Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan». Jesús les
contestó: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el
que cree en mí no tendrá sed jamás». Palabra del Señor.

Meditación

En el libro de Hechos vemos a los apóstoles en acción. Los vemos orar,


alabar a Dios, hacer milagros en el nombre de Cristo, pero, sobre todo,
cumplir con la misión que Jesús les dio: ser sus testigos en Jerusalén,
Judea, Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Al inicio todo parecía estar en paz, pero esta obra evangelística
pronto se vería marcada por una fuerte oposición por parte de los líderes
religiosos de Israel. La venida de este antagonismo fue tan rápida, que
para el capítulo 4 del libro ya Pedro y Juan estaban encarcelados. La
oposición, la cárcel, los azotes, y la muerte serían parte de la experiencia
continua de los primeros testigos del Señor. Y es en este último punto de
90
Plan de Pastoral - Abril 2021

la persecución a los cristianos —la muerte—, donde entra a escena un


hombre llamado Esteban.
Hechos 6, 1-7 nos dice que Esteban fue uno de los que escogió la
congregación para que fuera parte del primer grupo de diáconos de la
iglesia de Jerusalén. Lucas también relata que Esteban era un hombre
lleno de fe y del Espíritu Santo y que realizaba, por obra de Dios, milagros
entre el pueblo.
Ante las falsas acusaciones que muy pronto levantaron contra Esteban,
este tomó la palabra y les dio un resumen de la historia de Israel con la
finalidad de mostrarles que ellos, y no él, eran los que resistían a Dios:
“Ustedes, les dijo Esteban, son tercos e incircuncisos de corazón y de
oídos, resisten siempre al Espíritu Santo; como hicieron sus padres, así
hacen también ustedes”.
No soportaron las palabras de Esteban, y lo mataron. Su muerte marcó
el inicio del tiempo en que la iglesia sellaría, su testimonio de Cristo con su
propia sangre. Fue el primero de miles de testigos del Señor que morirían
por testificar la verdad del evangelio, y es precisamente esto lo que el
término mártir significa.
Hablemos del Evangelio. Seguimos en el capítulo 6, el de la catequesis
sobre el Pan de Vida. Además del hambre física, el hombre lleva en sí
otra hambre, un hambre que no puede saciar con el alimento ordinario. Es
hambre de vida, hambre de amor, hambre de eternidad.
Y el signo del maná —como toda la experiencia del éxodo— contenía
en sí también esta dimensión: era figura de un alimento que satisface esta
profunda hambre que hay en el hombre. Jesús nos da este alimento, es
más, es Él mismo el pan vivo que da la vida al mundo. Su Cuerpo es el
verdadero alimento bajo la especie del pan; su Sangre es la verdadera
bebida bajo la especie del vino; el Cuerpo de Cristo es el pan de los últimos
tiempos, capaz de dar vida, y vida eterna.
En la Eucaristía se comunica el amor del Señor por nosotros: un
amor tan grande que nos nutre de sí mismo; un amor gratuito, siempre
a disposición de toda persona hambrienta y necesitada de regenerar las
propias fuerzas. Esto procuramos encontrar cada vez que participamos de
la Santa Misa.

Feria de Pascua o Memoria Libre; San Anselmo Cantorbery,


21 Obispo y Doctor de la Iglesia
Miércoles Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 8,1-8


Aquel día, se desató una violenta persecución contra la Iglesia de
Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaria.
Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él.
Saulo, por su parte, se ensañaba con la Iglesia, penetrando en las casas
y arrastrando a la cárcel a hombres y mujeres.
91
La Paz les dejo, mi paz les doy

Los que habían sido dispersados iban de un lugar a otro anunciando


la Buena Nueva de la Palabra. Felipe bajó a la ciudad de Samaria y les
predicaba a Cristo. El gentío unánimemente escuchaba con atención lo
que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los
estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando
gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de
alegría. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 65,1-3a.4-5.6-7a


R/. Aclama al Señor, tierra entera
Aclama al Señor, tierra entera; toquen en honor de su nombre, canten
himnos a su gloria. Digan a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!». R/.
«Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen
para tu nombre». Vengan a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en
favor de los hombres. R/.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos
con Dios, que con su poder gobierna enteramente. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,35-40


En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Yo soy el pan de vida. El que
viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás; pero,
como les he dicho, me han visto y no creen.
Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo
echaré afuera, porque he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la
voluntad del que me ha enviado.
Esta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que
me dio, sino que lo resucite en el último día.
Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él
tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día». Palabra del Señor.

Meditación

Con el testimonio de Esteban y los apóstoles mucha gente en Jerusalén


creyó en Jesús y lo reconoció como el Mesías. Aunque el número de los
creyentes iba en aumento, ellos seguían siendo una minoría. Lo más
significativo es que, con excepción de algunos sacerdotes, el liderazgo
religioso no reconoció a Jesús. El mensaje de Jesús amenazaba el
estatus quo religioso, y por ello los líderes instaron al pueblo a rechazar
a los cristianos. Así como persiguieron a Jesús para matarle, también
comenzaron a hacer lo mismo con sus seguidores.
Muchos creyentes, excepto los apóstoles (cfr. Hch 8:1), huyeron de
Jerusalén por miedo a morir por su fe en Jesús. No huyeron porque dejaron
de creer en Jesús, sino porque querían seguir viviendo su fe. A pesar de
la persecución, ellos no dejaron de hablar lo que creían a dondequiera
que fueron (cfr. Hch 8:4) Así que los que habían sido esparcidos iban
predicando la palabra. De este modo, la persecución, cuya intención era
92
Plan de Pastoral - Abril 2021

callar a los creyentes de Jesús, terminó siendo lo que provocó que el


mensaje se propagara aún más.
En el Evangelio de hoy seguimos encontrando a Jesús que se ofrece
como alimento de salvación. Él quiso dejarnos como señal para creer en
Él un alimento que cuando lo comamos no tendremos hambre jamás. Es
lo más precioso que tenemos en la Iglesia: es Cristo mismo. No es un
símbolo, un adorno, un rito: es la presencia real del Señor entre nosotros
todos los días hasta el fin del mundo.
Jesucristo quiso quedarse bajo forma de pan, y dejó claro que ése es
el verdadero pan del cielo. En la Eucaristía recibimos este alimento que
elimina eficazmente el hambre más profunda del hombre, le comunica con
Dios y le hace partícipe de su felicidad.
En la vida de los santos encontramos como denominador común un
gran amor hacia la Eucaristía. Ellos encontraron allí, por la fe, a Jesús, el
Señor de sus vidas. Yo soy el pan de la vida. Él está en el pan eucarístico
y nos está esperando a todos los que sentimos hambre y sed en nuestras
almas.
¿Qué sentimos cuando oímos a Jesús decir: «Yo soy el pan de vida»?
¿Qué quería decir Jesús cuando afirmó que Él es el «pan de vida»?
En primer lugar, el pan es sustento necesario; en segundo lugar, es
necesario comerlo para que realmente tenga efecto en nosotros, y cuando
lo comemos, el pan llega a formar parte de nosotros mismos. De la misma
manera, cuando Cristo se nos ofrece como “el pan de vida”, es necesario
creer en Él para apropiarnos de esa vida, estableciendo así un grado
de intimidad y de unión que es imposible romper. Entonces, hermanos,
hagamos nuestra la petición de los judíos: “Señor, danos siempre este
pan”.

22 Feria de Pascua
Jueves Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 8,26-40


En aquellos días, un ángel del Señor habló a Felipe y le dijo:
«Levántate y marcha hacia el sur, por el camino de Jerusalén a Gaza,
que está desierto».
Se levantó, se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un
eunuco, ministro de Candace, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que
había ido a Jerusalén para adorar. Iba de vuelta, sentado en su carroza,
leyendo al profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: “Acércate y pégate a
la carroza». Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le
preguntó: «¿Entiendes lo que estás leyendo?». Contestó: «Y cómo voy a
entenderlo si nadie me guía?».
E invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. El pasaje de la Escritura
que estaba leyendo era este: «Como cordero fue llevado al matadero, como
oveja muda ante el esquilador, así no abre su boca. En su humillación no se
93
La Paz les dejo, mi paz les doy

le hizo justicia. ¿Quién podrá contar su descendencia? Pues su vida ha sido


arrancada de la tierra».
El eunuco preguntó a Felipe: «Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?;
¿de él mismo o de otro?».
Felipe se puso a hablarle y, tomando píe de este pasaje, le anunció la
Buena Nueva de Jesús. Continuando el camino, llegaron a un sitio donde
había agua, y dijo el eunuco:
«Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?».
Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, Felipe y el eunuco, y lo
bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El
eunuco no volvió a verlo, y siguió su camino lleno de alegría.
Felipe se encontró en Azoto y fue anunciando la Buena Nueva en todos
los poblados hasta que llegó a Cesarea. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 65,8-9.16-17.20


R/. Aclama al Señor, tierra entera
Bendigan, pueblos, a nuestro Dios, hagan resonar sus alabanzas, porque
él nos ha devuelto la vida y no dejó que tropezaran nuestros pies. R/.
Fieles de Dios, vengan a escuchar, les contaré lo que ha hecho conmigo:
a él gritó mi boca y lo ensalzó mi lengua. R/.
Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,44-51


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Nadie puede venir a mí si no lo
atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día.
Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el
que escucha lo que dice el Padre y aprende, viene a mí. No es que alguien
haya visto al Padre, a no ser el que viene de Dios: ése ha visto al Padre. Se
lo aseguro: el que cree tiene vida eterna.
Yo soy el pan de la vida. Sus padres comieron en el desierto el maná y
murieron; este es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él
y no muera.
Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá
para siempre.
Y el pan que yo daré es mi carne para vida del mundo». Palabra del
Señor.

Meditación

El relato que leemos este día en los Hechos de los Apóstoles nos
muestra un ejemplo de lo que debe ser una verdadera catequesis bautismal
y, a través del diácono Felipe, el modelo del buen evangelizador. Me
gustaría subrayar de éste los siguientes rasgos: La disposición interior del
hombre que va en la carroza, el acercamiento de Felipe, que en este caso
es un catequista que orienta al que lee el texto de Isaías y finalmente, que
antes de echar el agua Felipe instruya, prepare a aquel hombre. También
94
Plan de Pastoral - Abril 2021

nosotros debemos aprender de este texto. No puedo pretender que se


me administre un sacramento sin antes recibir una enseñanza e ir más
consciente a la celebración.
Que el ejemplo de Felipe sea para cada uno de nosotros un estímulo
para recrear nuestro estilo misionero en el anuncio del Evangelio.
“Ninguno puede venir a mí si el Padre que me envió no le trajere”.
Acabamos de ver que el Señor reconoció la dificultad que aquellos
judíos tenían para creer que él era el pan de vida. Sin duda, la frase
empleada por el Señor tiene mucha fuerza, y nos hace comprender
el deseo ardiente que Dios tiene de que muchos le conozcan y sean
salvos.
¿Cómo es llevada a cabo esta «atracción» por parte del Padre?
Debemos aclarar que no se trata de «traer a Cristo» a una persona en
contra de su voluntad, que el Padre no sólo atrae a algunas personas
escogidas, puesto que en toda la Escritura queda claro su deseo de
enseñar a «todos» los hombres. La lectura y la enseñanza de la Palabra
son el medio fundamental por el que el Padre atrae las personas a Cristo.
Hemos visto el discurso del “pan de vida” (Juan 6,22-59) que nos habla
de quién es Jesús, a través de la imagen del pan. Así como el pan es
nuestro alimento básico, también Jesús es el que hace posible nuestra
vida espiritual. El pan es también un don de Dios, aunque lo tenemos que
ganar con esfuerzo, y así lo recordamos cuando bendecimos la mesa;
asimismo, Jesús es el regalo enviado por el Padre para darnos vida en
abundancia
En este tiempo pascual, celebramos que en Cristo está la Vida. Ojalá
podamos buscar en Él, en sus gestos, palabras, sentimientos y estilo de
vida nuestro alimento cotidiano.

Feria de Pascua o Memoria Libre: San Jorge, Mártir


23 o San Adalberto, Obispo y Mártir
Viernes Blanco o Rojo

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 9,1-20


En aquellos días, Saulo, seguía echando amenazas de muerte contra los
discípulos del Señor, se presentó al sumo sacerdote y le pidió cartas para las
sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse encadenados a Jerusalén a
los que descubriese que pertenecían al Camino, hombres y mujeres.
Mientras caminaba, cuando ya estaba cerca de Damasco, de repente
una luz celestial lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz
que le decía:
«Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?». Dijo él: «¿Quién eres, Señor?».
Respondió:
«Soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad, y allí
se te dirá lo que tienes que hacer».
Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían
la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía
95
La Paz les dejo, mi paz les doy

los ojos abiertos, no veía nada. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí
estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo
llamó en una visión:
«Ananías». Respondió él: «Aquí estoy, Señor». El Señor le dijo:
«Levántate y ve a la calle llamada Recta, y pregunta en casa de Judas por
un tal Saulo de Tarso. Mira, está orando, y ha visto en visión a un cierto
Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista».
Ananías contestó: «Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo
y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén, y que aquí tiene
autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los
que invocan tu nombre».
El Señor le dijo: “Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido
por mí para llevar mi nombre a pueblos y reyes, y a los hijos de Israel. Yo le
mostraré lo que tiene que sufrir por mi nombre”. Salió Ananías, entró en la
casa, le impuso las manos y dijo:
«Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías
por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno de
Espíritu Santo». Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie
de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y fue bautizado. Comió, y
recobró las fuerzas.
Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a
anunciar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 116,1.2


R/. Vayan a todo el mundo y proclamen el Evangelio
Alaben al Señor, todas las naciones, aclámenlo, todos los pueblos. R/.
Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,52-59


En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: «¿Cómo puede este
darnos a comer su carne?».
Entonces Jesús les dijo: «En verdad, en verdad les digo: si no comen la
carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré
en el último día.
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que
come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.
Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del
mismo modo, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de sus padres, que lo
comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».
Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.
Palabra del Señor.

96
Plan de Pastoral - Abril 2021

Meditación

Dios tiene sus planes. Los tuvo con Saulo, después Pablo y más tarde
San Pablo. Un hombre tomado por Dios en circunstancias muy especiales,
cuando aquel hombre maquinaba amenazas contra los cristianos a quienes
perseguía. Y hay que darse cuenta de lo que llego a ser este hombre, los
grandes aportes que hizo a la fe y a la expansión del cristianismo. Solo
pensemos en la cantidad de viajes realizados fuera de Jerusalén y las
cartas que forman parte del conjunto de los escritos del Nuevo Testamento.
La Iglesia ha reconocido la importancia de Saulo y de lo ocurrido en el
camino de Damasco. Por eso dedica el 25 de enero para resaltar aquel
hecho. El hará referencia a lo que pasó y en lo adelante testimoniará a
favor de lo que ha llegado a ser. Pablo es el apóstol de los gentiles y el más
intrépido de los misioneros que ha conocido la historia.
El Evangelio de hoy, con su clara referencia a la Eucaristía, nos
recuerda que Jesús eligió un signo bien concreto de ser conmemorado por
nosotros. a diario: el pan y el vino, signo de su Cuerpo y su Sangre que se
entrega por nosotros para darnos Vida eterna. La carne y la sangre son
expresión de vida y de entrega total. Comer la carne de Jesús significa
aceptar a Jesús como el nuevo Cordero Pascual, cuya sangre nos libera
de la esclavitud.
La sangre era la señal de la vida. Beber la sangre de Jesús significa
asimilar la misma manera de vivir que marcó la vida de Jesús., El valor de
la Eucaristía es vivir la vida con entrega total y asimilar la misma manera
de vivir que marcó la vida de Jesús, ¿Qué entiendo y qué valor le doy,
cuando Jesús me dice que debo comer su carne y beber de su sangre?

Feria de Pascua o Memoria Libre:


24 San Fidel de Sigmaringa, Presbítero y Mártir
Sábado Blanco o Rojo
28º Aniversario de la Dedicación de la Catedral de Santiago
Solemnidad en la Catedral

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 9,31-42


En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y
Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se
multiplicaba animada por el Espíritu Santo.
Pedro, que estaba recorriendo el país, bajó también a ver a los fieles
que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que
desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla. Pedro le dijo: «Eneas,
Jesucristo te da la salud; levántate y haz la cama».
Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de
Sarón, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita
hacía infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma
97
La Paz les dejo, mi paz les doy

y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba. Como Lida está cerca


de Jafa, al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos
hombres a rogarle: «No tardes en venir a nosotros».
Pedro se levantó y se fue con ellos. Al llegar, lo llevaron a la sala de arriba,
y se le presentaron todas las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y
mantos que hacía Gacela mientras estuvo con ellas. Pedro, mandando salir
fuera a todos, se arrodilló, se puso a rezar y, volviéndose hacia el cuerpo,
dijo: «Tabita, levántate».
Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él, dándole la mano, la
levantó y, llamando a los fieles y a las viudas, la presentó viva.
Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor. Palabra de
Dios.

Salmo Responsorial: 115,12-13.14-15.16-17


R/. ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de
la salvación, invocando su nombre. R/.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Mucho le
cuesta al Señor la muerte de sus fieles. R/.
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis
cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre,
Señor. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 6,60-69


En aquel tiempo, muchos de los discípulos de Jesús dijeron: «Este modo
de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?». Adivinando Jesús que sus
discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Esto los hace vacilar?, ¿y si vieran al Hijo
del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne
no sirve para nada. Las palabras que les he dicho son espíritu y vida. Y, con
todo, algunos de ustedes no creen».
Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a
entregar.
Y dijo: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no
se lo concede».
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron
a ir con él.
Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También ustedes quieren
marcharse?». Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir?
Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres
el Santo consagrado por Dios». Palabra del Señor.

Meditación

El pasaje de hoy es la conclusión narrativa de todo el discurso del


pan de vida que hace Jesús después de la multiplicación de los panes, y
muestra las reacciones opuestas de dos grupos; por un lado “muchos de
98
Plan de Pastoral - Abril 2021

los que habían seguido a Jesús”, es decir muchos de sus discípulos y por
otro los doce.
Jesús ha seguido su largo discurso sobre el pan de vida y parece que
lo que dice no agrada a todos, hay quienes encuentran duro este modo de
hablar y prefieren marcharse. La verdad es que no entienden y le costará
mucho aceptar estas palabras que motivan a comer su carne y a beber su
sangre. Para ellos no es posible.
Hacía falta algo más que la percepción o el conocimiento natural para
entender que Jesús está ofreciendo un pan que quien lo coma no tendrá
hambre jamás. Estamos hablando, hermanos, de la fe. A Jesús se le
descubre y acepta en la fe. Muchos discípulos abandonan a Jesús y surge
la pregunta: “¿también ustedes quieren dejarme?” Aquí se está provocando
que busquemos los motivos o fundamentos por los que seguimos a Jesús.
El apóstol Pedro está claro: “¿A dónde vamos a ir si solo tú tienes palabras
de vida eterna?” Esta es una confesión de fe que brota después de entrar
en intimidad con Jesús. Pedro y sus compañeros le han conocido y saben
que junto a Él han encontrado lo que nadie podría darles: “¿Señor a quien
iremos? sólo tú tienes palabras de vida eterna”.
Para los discípulos que se fueron, las palabras de Jesús eran “duras”,
para Pedro y los demás apóstoles, estas mismas palabras son “palabras
de vida eterna”, y la diferencia está en el modo como las reciben. Aquellos
discípulos “no creían”, pero Pedro confiesa: “Nosotros ya hemos creído, y
sabemos que tú eres el Santo de Dios”.
Hoy tenemos que preguntarnos: ¿Cuál es la razón por la que sigo a
Jesús? ¿Me siento satisfecho o necesito de otro para calmar mis ansias
más profundas? Estas preguntas son muy importantes y rara vez son
objeto de reflexión para nosotros. Es necesario responderlas porque así
se fortalece nuestra fe.

25 IV Domingo de Pascua. Domingo del Buen Pastor


IV Semana Liturgia de las Horas Blanco
58ª.Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
6º Aniversario de la Ordenación Episcopal de
Mons. Andrés Napoleón Romero Cárdenas, Obispo de Barahona

Jesús Resucitado danos pastores que nos regalen tu paz.

ALGUNAS ORIENTACIONES PARA ESTA


CELEBRACION:
Colocar el lema de esta jornada 58ª
Jornada por las vocaciones 2021 en un lugar
visible. Procurar que el Cirio pascual este bien
adornado. Se puede iniciar con la aspersión
del agua. Se puede colocar una imagen de
Jesús Buen Pastor. Orar por las vocaciones
99
La Paz les dejo, mi paz les doy

sacerdotales y religiosas y al matrimonio y a los diferentes servicios en la


Iglesia. Tener algún gesto de afecto a sus sacerdotes. Si hay un seminarista
o formanda o alguna consagrada pueden dar testimonio de su vocación.

Monición de Entrada:
Hermanos y hermanas nos congregamos para participar de la Eucaristía
en este Cuarto Domingo de Pascua. Como cada año reconocemos y
celebramos a Jesús, el Buen Pastor, aquel que da la vida por sus ovejas,
que nos instruye con su palabra, nos fortalece con la Eucaristía y nos llena
de su paz.
Él es nuestro Pastor que da la vida por nosotros sus ovejas. Pero al
mismo tiempo, nos hace pastores con Él y como Él al servicio de todo su
rebaño que es toda la humanidad, los que están ya en su redil y los que no
están.
Por eso, como Iglesia celebramos la 58ª Jornada Mundial de Oración por
las Vocaciones para que el Señor llame a nuestros adolescentes y jóvenes
a la entrega total a El, en el ministerio sacerdotal, en la vida consagrada, en
la vida laical, en el matrimonio cristiano y en los diversos servicios eclesiales
a favor de la evangelización integral.
Demos gracias a Dios por nuestros Pastores, a quien Dios ha puesto
al frente de su Iglesia, orando de manera especial, por nuestros Obispos y
Sacerdotes que representan a Cristo, Buen Pastor en medio de su pueblo.
Oremos también por los padres y madres de familia llamados a pastorear a
su familia, a todos los que dirigen y animan a otros, para que entreguen sus
vidas a los suyos como lo hace el Buen Pastor.
Con alegría, cantando, recibamos a Jesucristo el Buen Pastor que nos
dice “mi paz les dejo, mi paz les doy “(Jn 14,27), quien en la persona del
ministro presidirá esta Celebración, cantamos.

Oración Colecta
Dios todopoderoso y eterno, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso
de la resurrección de Jesucristo, concédenos también la alegría eterna del
reino de tus elegidos, para que así el débil rebaño de tu Hijo tenga parte en
la admirable victoria de Pastor. Él, que vive y reina contigo.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera Lectura: Hechos 4, 8-12


Todos estamos llamados a ser instrumentos del amor de Dios con el
que lo necesita, dejando claro que todo es obra de Jesús Resucitado, piedra
angular y cimiento de salvación, el Buen Pastor que da la vida por sus
ovejas. Escuchemos

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 4,8-12


En aquellos días, Pedro, lleno de Espíritu Santo, dijo: «jefes del pueblo
y senadores escúchenme: Porque le hemos hecho un favor a un enfermo,
100
Plan de Pastoral - Abril 2021

nos interrogan hoy para averiguar qué poder ha curado a ese hombre.
Pues, quede bien claro a todos ustedes y a todo Israel que ha sido en
nombre de Jesucristo Nazareno, a quien ustedes crucificaron y a quien
Dios resucitó de entre los muertos; por su nombre, se presenta éste sano
ante ustedes. Jesús es la piedra que desecharon ustedes, los arquitectos,
y que se ha convertido en piedra angular; ningún otro puede salvar; bajo
el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos.» Palabra
de Dios.

Salmo Responsorial: 117,1.8-9.21-23.26.28-29


R/. La piedra que desecharon los arquitectos es ahora
la piedra angular
Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres, mejor es refugiarse
en el Señor que fiarse de los jefes. R/.
Te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi salvación. La piedra
que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien
lo ha hecho, ha sido un milagro patente. R/.
Bendito el que viene en nombre del Señor, les bendecimos desde la casa
del Señor. Tu eres mi Dios, te doy gracias; Dios mío, yo te ensalzo. Den
gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. R/.

Segunda Lectura: I Juan 3, 1-2


El amor de Dios Padre para con nosotros, se manifiesta a través de su
hijo Jesús, el Buen Pastor, por medio del cual hemos alcanzado la filiación
divina. Escuchemos.

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 3,1-2


Queridos hermanos: Miren qué amor nos ha tenido el Padre para
llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! El mundo no nos conoce porque
no le conoció a él. Queridos: ahora somos hijos de Dios y aun no se
ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste,
seremos semejantes a Él, porque le veremos tal cual es. Palabra de
Dios.

Aleluya Jn.10.14
Yo soy el buen pastor –dice el Señor -,
conozco a mis ovejas, y la mías me conocen

Evangelio: Juan 10, 11-18


Jesús, es el Buen Pastor que considera las ovejas como propias,
siempre está dispuesto a defenderlas y hasta dar la vida por ellas. Él es
quien da la vida por todos nosotros y llena de su paz a los suyos. Como
cristianos estamos llamados a ser presencia viva de Jesús, Buen Pastor,
dando nuestras vidas por todos los que Él nos ha encomendado. Aclamemos
con el canto al Buen Pastor que nos hablará.
101
La Paz les dejo, mi paz les doy

Lectura del santo evangelio según san Juan 10,11-18


En aquel tiempo dijo Jesús: «Yo soy el buen Pastor. El buen pastor da la
vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas,
ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estragos y las
dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el buen
Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre
me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas
las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo
Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder
recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo
poder para quitarla y tengo poder para recuperarla. Este mandato he recibido
de mi Padre.» Palabra del Señor.

Meditación

Recordemos que en el capítulo 34 del Libro del profeta Ezequiel,


después de la crítica a los profetas de Israel que se aprovechan de las
ovejas, se promete el envío de un pastor que reúna a todas las ovejas de
entre todos los lugares por donde se dispersaron. Hoy el evangelista nos
acerca la figura de Jesús, que se presenta como el buen pastor, “YO SOY
EL BUEN PASTOR”. Un pastor que ama, cuida, protege y conoce a cada
una de sus ovejas.
Recordemos que en el capítulo 34 del Libro del profeta Ezequiel,
después de la crítica a los profetas de Israel que se aprovechan de las
ovejas, se promete el envío de un pastor que reúna a todas las ovejas de
entre todos los lugares por donde se dispersaron. Hoy el evangelista nos
acerca la figura de Jesús, que se presenta como el buen pastor, “YO SOY
EL BUEN PASTOR”. Un pastor que ama, cuida, protege y conoce a cada
una de sus ovejas.
Como se ve, la figura del pastor es tierna, acogedora, cercana. Se
preocupa por la oveja que se pierde. A la que por avatares de la vida anda
descarriada, la busca, le da su tiempo y al final la atrae hacia el rebaño.
Y es que este pastor tiene entre sus particularidades que es diferente a
muchos que se hacen pasar por pastores y abandonan el rebaño cuando
ven venir al lobo dejándolas en desamparo. Estos se comportan como
asalariados.
Quizás nosotros no somos muy conscientes de que Jesús es Buen
Pastor, ante la crisis mundial que estamos sufriendo y de forma particular
en nuestra tierra porque, como siempre, esperamos que nos vengan a
resolver los problemas. Él como el pastor sabe que Dios nos ha ofrecido
un mundo habitable, con lo necesario para todos y que nosotros somos
corresponsables de que el mundo siga siendo habitable para todos.
Jesús nos llama a todos como supremo Pastor, para que comprendamos
que debemos fomentar la hermandad, la unidad, la paz, alejarnos de
destruir por destruir a los demás para nosotros tener más.
102
Plan de Pastoral - Abril 2021

Jesucristo, Buen Pastor, ama a cada una de sus ovejas; me ama a mí,
oveja suya, tal vez rebelde, perezosa para las cosas espirituales, ansiosa
de libertad. Cristo, Buen Pastor, quiere que yo también sea buen pastor; es
decir, que debo cuidar de las ovejas que hay a mi alrededor, en mi familia,
en el colegio, en la universidad, en el trabajo, entre los amigos… ¡Cuántos
detalles de caridad puedo tener con estas ovejas que me rodean! Una
palabra de aliento, un buen ejemplo, una atención, un saberles escuchar…
Basta tener los ojos un poco abiertos y las ocasiones para alegrar a los
demás saltan a la vista.
Hoy es un día oportuno para orar por nuestros pastores y para pedir al
Señor que nos envíe buenos pastores. Los necesitamos porque el rebaño
se dispersa, están expuestas al peligro y a la amenaza de los lobos que
quieren devorar a las ovejas. Oremos.

Oración de los Fieles


Quien preside: Presentemos a nuestro Padre quien nos ha regalado
a su Hijo como Buen Pastor de nuestras vidas nuestras súplicas diciendo:
Padre, danos las vocaciones que necesitamos.
Por el Papa, los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y
consagradas, para que guiados por el Señor sean el reflejo de Jesús, el
Buen Pastor y, fieles a su llamada puedan conducir y proteger el rebaño a
ellos encomendado. Oremos.
Por los gobernantes de las naciones, especialmente los que nos
gobiernan, para que, imitando el liderazgo de Jesús “Buen Pastor”, luchen
junto a su pueblo a favor de la vida, para lograr una sociedad más justa y
cimentada en valores. Oremos.
Por los enfermos, los que sufren por cualquier causa, para que sientan el
inmenso amor de Jesús, el Buen Pastor que los acompaña en el sufrimiento
y que reciban el amor y la solidaridad de quienes les acompañan. Oremos.
Por nosotros invitados por el Buen Pastor a compartir la mesa de
la Eucaristía, para que de nosotros el Señor elija santos sacerdotes,
consagradas y consagrados y laicos y laicas comprometidos que colaboren
con Cristo en su misión de Buen Pastor. Oremos.
Por todas las familias, para que animadas por las enseñanzas del Buen
Pastor, guíen y eduquen a sus hijos como buenos pastores y ayuden a sus
hijos a descubrir la belleza del sacerdocio y la vida consagrada. Oremos.

Quien preside: Acoge estas oraciones que te hemos presentado y


concédenos las vocaciones que necesitamos para que Cristo Jesús realice
su misión de Buen Pastor en el mundo. Por Jesucristo nuestro Señor.

Oración sobre las ofrendas


Concédenos, Señor, que la celebración de estos misterios Pascuales
nos llene siempre de alegría y que la actualización repetida de nuestra
redención sea para nosotros fuente de gozo incesante. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
103
La Paz les dejo, mi paz les doy

Oración después de la comunión


Pastor bueno, vela con solicitud sobre nosotros y haz que el rebaño
adquirido por la sangre de tu Hijo pueda gozar eternamente de las verdes
praderas de tu reino. Por Jesucristo nuestro Señor.

26 Memoria Obligatoria: San Isidoro, Obispo y Doctor de la Iglesia


Lunes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11,1-18


En aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de
que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro
subió a Jerusalén, los de la circuncisión le dijeron en son de reproche: «Has
entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos».
Pedro entonces comenzó a exponerles los hechos por su orden, diciendo:
«Estaba yo orando en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión:
una especie de recipiente que bajaba, semejante a un gran lienzo que era
descolgado del cielo sostenido por los cuatro extremos, hasta donde yo
estaba. Miré dentro y vi cuadrúpedos de la tierra, fieras, reptiles y pájaros
del cielo. Luego oí una voz que me decía: “Levántate, Pedro, mata y come”.
Yo respondí:
«De ningún modo, Señor, pues nunca entró en mi boca cosa profana o
impura”. Pero la voz del cielo habló de nuevo: «Lo que Dios ha purificado,
tú no lo consideres profano”. Esto sucedió hasta tres veces, y de un tirón lo
subieron todo de nuevo al cielo.
En aquel preciso momento llegaron a la casa donde estábamos tres
hombres enviados desde Cesarea en busca mía. Entonces el Espíritu me dijo
que me fuera con ellos sin dudar. Me acompañaron estos seis hermanos, y
entramos en casa de aquel hombre. Él nos contó que había visto en su casa
al ángel que, en pie, le decía: “Manda recado a Jafa y haz venir a Simón,
llamado Pedro; él te dirá palabras que traerán la salvación a ti y a tu casa”.
En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual que
había bajado sobre nosotros al principio; entonces me acordé de lo que el
Señor había dicho: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados
con Espíritu Santo”. Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que
a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para
oponerme a Dios?». Oyendo esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
«Así pues, también a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que
lleva a la vida». Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 41,2-3;42,3.4
R/. Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo
Como busca la cierva corriente de agua, así mi alma te busca a ti, Dios
mío; mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro
de Dios? R/.
Envía tu luz y tu verdad: que ellas me guíen y me conduzcan hasta tu
monte santo, hasta tu morada. R/.
104
Plan de Pastoral - Abril 2021

Me acercaré al altar de Dios, al Dios de mi alegría, y te daré gracias al


son de la cítara, Dios, Dios mío. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 10,1-10


En aquel tiempo, dijo Jesús: «En verdad, en verdad les digo: el que no
entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte,
ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las
ovejas. A este le abre el guarda y las ovejas atienden a su voz, y él va
llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado
todas las suyas camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque
conocen su voz: a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque
no conocen la voz de los extraños».
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les
hablaba. Por eso añadió Jesús: «En verdad, en verdad les digo: yo soy la
puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y
bandidos; pero las ovejas no los escucharon.
Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y
encontrará pastos.
El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estragos; yo he venido
para que tengan vida y la tengan abundante». Palabra del Señor.

Meditación

Hoy el Evangelio de Juan nos trae la imagen de la puerta. Jesús dice


que Él es la puerta por donde pasan las ovejas. La palabra “puerta” aparece
cuatro veces a lo largo de los diez versículos que hoy nos trae el capítulo
diez. Por eso nos preguntamos: ¿qué nos querrá decir el escritor bíblico?
Si trasladamos la palabra puerta en el contexto del discurso de Jesús,
entendemos que tiene una importancia capital en dos sentidos. Uno se
refiere a la seguridad, y el otro a la salvación. El asunto de la seguridad
tiene que ver con la metáfora del pastor y el redil; el tema de la salvación
alude a la certeza de encontrar en Jesús la vía de vida abundante; así
como la invitación de Jesús a discernir entre los ladrones que no utilizan la
puerta, y la figura del pastor que conoce su rebaño.
Es claro que para que las ovejas conozcan a su pastor éste debe
confundirse con ellas. La vida del pastor está sujeta a la de las ovejas.
Se es pastor porque se tiene un rebaño donde cada una es igualmente
importante y merece una dedicación especial. Quien no es buen pastor
se aprovecha de las ovejas, como acontece frecuentemente. Jesús es el
buen pastor, celoso, y garantiza la seguridad de sus ovejas, al extremo de
entregar la vida por ellas.
En el evangelio de hoy las palabras de Jesús resuenan plenamente; Él
es el Pastor; es quien nos llama por nuestros nombres y nos abre la puerta
para entrar a las nuevas praderas de su Reino para que así “tengamos
verdadera vida y la tengamos en plenitud”. El llamado es a no cerrar la
puerta, y a escuchar la voz del Pastor. Debemos ser fuertes y seguirlo,
105
La Paz les dejo, mi paz les doy

como una oveja sigue a su pastor, confiados y obedientes para entrar


por la Puerta prometida. No basta con ser un buen ser humano o realizar
acciones que ayuden al prójimo, sino que debemos estar en constante
comunicación con nuestro Señor, porque al estar familiarizados con su
voz, estaremos más preparados para poder huir de las voces extrañas que
el mundo actual nos hace oír.
A la luz del Evangelio de hoy nos podemos preguntar: ¿Cuál es nuestra
puerta? ¿Qué voz seguimos cuando escuchamos tanto ruido en nuestra
sociedad?

27 Feria de Pascua
Martes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11,19-26


En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución
provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin
predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre
y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los griegos,
anunciándoles la Buena Nueva del Señor Jesús. Como la mano del Señor
estaba con ellos, se convirtieron muchos y abrazaron la fe.
Llegó noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía;
al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a
seguir unidos al Señor con todo empeño, porque era un hombre bueno, lleno
de Espíritu Santo y de fe. Y una multitud considerable se adhirió al Señor.
Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró, se lo
llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e
instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos
fueron llamados cristianos. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 86,1-3.4-5.6-7


R/. Alaben al Señor, todas las naciones
El Señor ha cimentado a Sión sobre el monte santo; y el Señor prefiere
sus puertas a todas las moradas de Jacob. ¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios! R/.
«Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles; filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí». Se dirá de Sión: «Uno por uno todos han nacido en ella; el
Altísimo en persona la ha fundado». R/.
El Señor escribirá en el registro de los pueblos: «Éste ha nacido allí». Y
cantarán mientras danzan: «Todas mis fuentes están en ti». R/.

Lectura del evangelio según san Juan 10,22-30


Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era
invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los
judíos, rodeándolo, le preguntaban: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en
suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».
106
Plan de Pastoral - Abril 2021

Jesús les respondió: «Se lo he dicho, y no creen; las obras que yo hago
en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero ustedes no creen,
porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco,
y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y
nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que
todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo
y el Padre somos uno». Palabra del Señor.

Meditación

En la fiesta de la Dedicación, Jesús está en el templo. Se celebra la


liberación y el milagro del aceite, y por eso se llama la fiesta de las luces.
Hasta allí llegan los judíos, entiéndase los líderes religiosos, para exigirle
a Jesús una respuesta definitiva sobre su mesianismo, pues desean
escuchar la confesión de sus propios labios: “¿Hasta cuándo nos tendrás
en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente” (v. 24).
El concepto de Cristo, Ungido o Mesías que se maneja en esa
época tiene un ropaje político; el pueblo anhela al libertador, guerrero,
que expulsará de sus tierras a los extranjeros que los oprimen y traerá
paz, prosperidad y armonía a toda la nación. La pregunta de los líderes
religiosos no se formula con el fin de buscar una respuesta aclaratoria,
sino para tener evidencias que permitan condenarlo. Jesús responde
retomando la imagen del pastor y las ovejas.
Es interesante la analogía que Jesús utiliza para hacer ver a los líderes
religiosos que ellos no son parte de su redil. Les deja claro que ellos no
son sus ovejas - ellos no obedecen ni reconocen su voz -. Jesús concluye
reconociendo que Él y el Padre son uno. Esto ya dice mucho, pues Jesús,
buen Pastor, obra en unidad con el Padre.
La característica más importante de las ovejas de Jesús es que ellas
“oyen” la voz de su pastor. El oír va más allá del simple acto de percibir
un sonido; es acatar, cumplir, poner en obra lo escuchado. Dios se ha
comunicado a través de las edades, utilizando diferentes formas. Pero su
creación no ha comprendido el lenguaje usado por el Señor (Heb1:1-2);
ahora les habla a través de Él. Jesús utiliza el lenguaje de las acciones:
sanando, alimentando, protegiendo, restaurando, rescatando la dignidad
humana. Todo esto refuerza las palabras que Él ha expuesto en sus
sermones y en conversaciones con sus discípulos y otros personajes.

28 Feria de Pascua
Miércoles Blanco
.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 12,24-13,5a
En aquellos días, la palabra de Dios iba creciendo y se multiplicaba.
Cuando cumplieron su servicio, Bernabé y Saulo se volvieron de Jerusalén,
llevándose con ellos a Juan, por sobrenombre Marcos.
107
La Paz les dejo, mi paz les doy

En la Iglesia de Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simeón,


llamado Níger; Lucio, el de Cirene; Manahén, hermano de leche del tetrarca
Herodes, y Saulo.
Un día que estaban celebrando el culto al Señor y ayunaban, dijo el
Espíritu Santo:
«Apártenme a Bernabé y a Saulo para la tarea a que los he llamado».
Volvieron a ayunar y a orar, les impusieron las manos y los despidieron.
Con esta misión del Espíritu Santo, bajaron a Seleucia y de allí zarparon
para Chipre.
Llegados a Salamina, anunciaron la palabra de Dios en las sinagogas de
los judíos, llevando como asistente a Juan. Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 66,2-3.5.6.8


R/. Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben
El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R/.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, y
gobiernas las naciones de la tierra. R/.
Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman todos los confines del orbe. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 12,44-50


En aquel tiempo, exclamó Jesús: «El que cree en mí, no cree en mí, sino
en el que me ha enviado. Y el que me ve a mí, ve al que me ha enviado.
Yo he venido al mundo como luz, y así, el que cree en mí no quedará en
tinieblas.
Al que oiga mis palabras y no las cumpla, yo no lo juzgo, porque no he
venido para juzgar al mundo, sino para salvar al mundo. El que me rechaza
y no acepta mis Palabras tiene quien lo juzgue: la Palabra que yo he
pronunciado, esa lo juzgará en el último día. Porque yo no he hablado por
cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado lo que he de
decir y cómo he de hablar. Y sé que su mandato es vida eterna. Por tanto, lo
que yo hablo, lo hablo como me ha encargado el Padre». Palabra del Señor.

Meditación

La iglesia de Dios sigue creciendo, se diversifican los ministerios y


es notoria la organización de la comunidad. Todo gracias, entre otras
cosas, al arrojo de los discípulos que no paran de anunciar el Evangelio
insistiendo en que Jesús está vivo. Al anuncio de la Palabra acompaña la
celebración litúrgica, la que no ha sido descuidada a pesar de las diferentes
necesidades a las que han tenido que dar respuesta.
Chequeando la vida de Pablo y la forma en que fue llamado, concluimos
que Dios tenía un plan con él. “Un día que estaban celebrando el culto
al Señor y ayunaban, dijo el Espíritu Santo: «Apártenme a Bernabé y a
Saulo para la obra a que los he llamado»”. En los capítulos siguientes
108
Plan de Pastoral - Abril 2021

notaremos la obra maravillosa de Dios entre los paganos llevada a cabo


con la colaboración de Pablo. Los riesgos en sus viajes, su tenacidad y
pasión en la exposición de la Palabra, que lo lleva a conquistar el corazón
de numerosas personas.
En el hermoso evangelio de hoy se destacan algunos elementos que
bien merecen nuestra atención. Es fundamental la identificación de Jesús
con su Padre y, de otra parte, mostrar su condición de enviado. De aquí se
deriva una interesante reflexión en torno a la misión del que es enviado.
Porque, ¿para qué fue enviado?
Jesús tiene una clara conciencia de misión y una pertenencia a un
proyecto al que llama Reino de Dios. Para llevarlo adelante eligió a sus
discípulos. A estos entusiasmó y hasta marcó de manera radical al extremo
de que aquellos hombres no entendían su vida al margen de su maestro.
Esto se nota luego en la primera predicación de Pedro y de sus compañeros,
quienes llegaron a desafiar al poder político y religioso del momento.
En su misión evangelizadora Jesús es fiel al padre: “Porque yo no he
hablado por cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado
lo que he de decir y cómo he de hablar”. Por tanto, es claro, que quien
no recibe su mensaje no lo rechaza a Él, sino al que lo ha enviado.
Ojalá quienes evangelizamos tuviéramos esto presente. Solo somos
instrumentos, vehículos para que Dios se exprese y llegue al corazón
de sus destinatarios. Por eso, no debemos enojarnos cuando algunas
personas no acogen la Palabra, y mucho menos debemos juzgar.

Memoria Obligatoria: Santa Catalina de Siena,


29 Virgen y Doctora de la Iglesia
Jueves Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13,13-25


En aquellos días, Pablo y sus compañeros se hicieron a la vela en Pafos
y llegaron a Perge de Panfilia. Juan los dejó y se volvió a Jerusalén; ellos,
en cambio, continuaron y desde Perge llegaron a Antioquía de Pisidia. El
sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la
Ley y de los Profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a unos que les
dijeran: «Hermanos, si quieren exhortar al pueblo, hablen».
Pablo se puso en pie y, haciendo seña con la mano de que se callaran,
dijo: «Israelitas y los que temen a Dios, escuchen: El Dios de este pueblo,
Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como
forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo poderoso; unos cuarenta
años “los cuidó en el desierto”, “aniquiló siete naciones en la tierra de
Canaán y les dio en herencia” su territorio; todo ello en el espacio de unos
cuatrocientos cincuenta años. Luego les dio jueces hasta el profeta Samuel.
Después pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de
Benjamín, durante cuarenta años. Lo depuso y les suscitó como rey a David,
en favor del cual dio testimonio, diciendo: “Encontré a David”, hijo de Jesé,
“hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos”.
109
La Paz les dejo, mi paz les doy

Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para


Israel: Jesús. Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión antes de
que llegara Jesús; y, cuando Juan estaba para concluir el curso de su vida,
decía: “Yo no soy quien piensan, pero, miren, viene uno detrás de mí a quien
no merezco desatarle las sandalias de los pies”». Palabra de Dios.
Salmo Responsorial: 88,2-3.21-22.25.27
R/. Cantaré eternamente tus misericordias, Señor
Cantaré eternamente las misericordias del Señor, anunciaré tu fidelidad
por todas las edades. Porque dije «Tu misericordia es un edificio eterno, más
que el cielo has afianzado tu fidelidad». R/.
Encontré a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado; para que mi
mano esté siempre con él y mi brazo lo haga valeroso. R/.
Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán, por mi nombre crecerá su
poder. Él me invocará: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora». R/.
Lectura del santo evangelio según san Juan 13,16-20
Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos les dijo: «Les
aseguro: el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo
envía. Puesto que saben esto, dichosos ustedes si lo ponen en práctica. No
lo digo por todos ustedes; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que
cumplirse la Escritura: “El que compartía mi pan me ha traicionado”. Se lo
digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda crean que yo soy.
Se lo aseguro: el que recibe a mi enviado, me recibe a mí; y el que a mí
me recibe al que me ha enviado». Palabra del Señor.

Meditación
Pablo ha iniciado su entusiasta misión fuera de Jerusalén: presenta
a Jesús en continuidad con la obra del Padre, mostrando su llegada
como la culminación de aquella historia coronada ahora con la muerte y
resurrección del Hijo. Más tarde veremos las reacciones y las dificultades
que tendrá el apóstol en el enfrentamiento con las autoridades y los grupos
tradicionales.
El Evangelio de este día presenta el texto del capítulo 13 de San Juan,
en el cual se nos narra la “última cena”, el lavado de los pies y el anuncio
de la traición de Judas. Jesús enseña a los suyos que tienen que ser como
Él: el servidor como el Señor, el enviado como el que lo envía. Así el
discípulo será otro Cristo que, con su actuar, testimoniará la presencia del
mismo Jesús y, encontrando a Jesús, descubrirá al Padre Dios.
La felicidad del discípulo consiste en poner en práctica el ejemplo de
Jesús: lavar los pies es servir a los demás, servir con alegría. Sólo el
testimonio fiel, convincente y alegre de los discípulos puede mostrar al
mundo que, en la persona de Jesús, en su enseñanza, en su cercanía
con los pobres, en su misericordia para con los pecadores, en su promesa
de felicidad, en su fidelidad al Padre, en su pasión, en su muerte y en su
resurrección está la palabra definitiva de Dios para el mundo.
110
Plan de Pastoral - Abril 2021

Estemos claros: estamos unidos a Jesús en su misión. Nosotros,


como Él, hemos sido enviados. Él fue enviado por el Padre y nosotros por
Cristo. Lo mismo que Jesús permaneció fiel y obediente hasta la muerte a
nosotros se nos exige el cumplimiento fiel de su voluntad, ya que la misión
en definitiva no es nuestra.
Jesucristo nos ha traído una Buena Nueva; nosotros –como enviados
de Cristo- tenemos que hacer exactamente lo mismo. Sintámonos alegres
de ser contados entre los discípulos misioneros de Jesús.

30 Feria de Pascua o Memoria Libre: San Pio V, Papa


Viernes Blanco

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13,26-33


En aquellos días, cuando llegó Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la
sinagoga: «Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que temen a
Dios: a nosotros se nos ha enviado este mensaje de salvación. En efecto,
los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni
entendieron las profecías que se leen los sábados, pero las cumplieron al
condenarlo. Y, aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le
pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que
estaba escrito de él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo
resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que lo
habían acompañado de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos
ante el pueblo. También nosotros les anunciamos que la promesa que Dios
hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a los hijos, resucitando a Jesús.
Así está escrito en el salmo segundo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado
hoy”». Palabra de Dios.

Salmo Responsorial: 2,6-7.8-9.10-11


R/. Tu eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy
«Yo mismo he establecido a mi Rey en Sión, mi monte santo». Voy a
proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: «Tú eres mi Hijo: yo te he
engendrado hoy. R/.
Pídemelo: te daré en herencia las naciones, en posesión, los confines
de la tierra: los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de
loza». R/.
Y ahora, reyes, sean sensatos; escarmienten, los que rigen la tierra:
sirvan al Señor con temor, ríndanle homenaje temblando. R/.

Lectura del santo evangelio según san Juan 14,1-6


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Que no tiemble su
corazón, crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay
muchas estancias; y me voy a prepararles sitio. Cuando vaya y les prepare
sitio, volveré y los llevaré conmigo, para que donde estoy yo estén también
ustedes. Y adonde yo voy, ya saben el camino».
111
La Paz les dejo, mi paz les doy

Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber


el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida.
Nadie va al Padre sino por mí». Palabra del Señor.

Meditación

Veíamos ayer que, en su discurso a los judíos de Antioquía, San


Pablo les hizo recordar la fidelidad de Dios para con Israel y su promesa
de enviarles un Salvador, promesa que se cumplió en Jesús. “Nosotros
les damos el Evangelio: lo que Dios prometió a nuestros mayores, lo ha
cumplido él ahora en favor de nosotros, sus descendientes, al resucitar a
Jesús de entre los muertos” (Hechos 13,33). Según progresaba Pablo en
su discurso, los oyentes se iban dividiendo entre los que comenzaban a
enfrentarlo y los que se unían a la fe.
En este tiempo pascual es importante reflexionar en estos hechos y
sobre todo en la perseverancia de los hermanos que habían aceptado el
Evangelio. Cristo quiere transformarnos a nosotros tal como transformó
a los primeros creyentes. La gracia de Dios está a nuestro alcance si de
veras queremos ser transformados por el poder del Señor. Todos los días
debemos pedirle a Jesús que nos dé el valor de proclamar audazmente el
Evangelio. El mundo actual necesita escuchar el nombre de Jesús y saber
que Él es la única solución a estos problemas.
Gracias a su obediencia al Padre, todos los pecados son perdonados.
El mundo necesita saber que la muerte fue derrotada en la cruz y que
ahora es posible obtener la vida eterna.
El Evangelio de hoy comienza con la invitación a no tener miedo, a
confiar, a vivir con esperanza, a no dejar lugar al desaliento. “Que no
tiemble su corazón, crean en Dios y crean también en mí” nos dice el
Señor. “Crean en Mí”. Confíen en Mí. Llamada a la fe, a la confianza, al
abandono en Él. Seguro que nos iría muchísimo mejor si diéramos el salto
a vivir en su amor, en su presencia, en el descanso de quien sabemos que
nos acompaña y que no se desentiende de nuestros desvelos.
Tomás, el apóstol, manifiesta su no creer, su no saber: “¿cómo
podemos saber el camino?” Igual que Tomás nosotros experimentamos
muchas veces nuestras carencias, y también le planteamos al Señor
nuestras dificultades, nuestras dudas. Y si Jesús dice que en la casa de
su padre hay muchas estancias para que allí también estemos nosotros, la
pregunta obligada es: ¿Cómo se llega?
Jesús va a dar una extraordinaria revelación: “Yo soy el camino, la
Verdad y la Vida, nadie va al Padre si no por mí”. Entonces, sabiendo la
respuesta lo único que nos falta es encaminarnos, seguir este camino, que
además no tiene perdedera. Hay que aceptar el reto y ponerse en marcha
si queremos alcanzar Vida Eterna. ARRIÉSGATE.

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