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Historia General II

Clase 4
Prof. Mariano Splendido
Esparta
El Estado espartano se extendía hasta el siglo V a. C., según Tucídides, por las dos
quintas partes del Peloponeso,es decir, alrededor de 8500 km² y el triple que su rival el
Estado ateniense. Constaba de dos regiones principales separadas por montañas:
Laconia y Mesenia.
Esparta, propiamente dicha, se componía de cuatro pueblos, en realidad cuatro aldeas
(obaí): Limnas («lago»), Cinosura («cola de perro»), Mesoa («central») y Pitana
(«pasteleros»), que no estuvieron plenamente unidas por sinecismo en la época
clásica. En fecha desconocida se unió la aldea de Amiclas, distante algunos kilómetros.​
La ciudad estaba emplazada en la ribera del río Eurotas, llanura aluvial delimitada por
las cordilleras del Taigeto y Parnón que se prolongan hasta la costa, donde forman los
promontorios del golfo de Laconia.
Heródoto ubica los orígenes del pueblo espartano en los helenos, quienes gobernados
sucesivamente por los reyes Deucalión, Helén y Doro, fueron desplazándose hacia el
sur y, al llegar al Peloponeso, se nombraron dorios; esto es una racionalización de mitos
del origen griego en el cual se explica una invasión extranjera al actual territorio griego.
Esparta ya se encuentra en Homero: Menelao, esposo de la bella Helena, reinaba en
«Lacedemonia de profundos valles».​ Los arqueólogos han descubierto veintiun sitios
micénicos habitados en Laconia.
La polis se fundó tras la conquista de Laconia por los dorios.​Al principio estuvo minada
por disensiones internas. Las reformas en el siglo VII a. C. fueron un verdadero punto
de inflexión en la historia de la ciudad, a partir de entonces todo se encaminaría a
reforzar su poderío militar y Esparta se convertiría en la ciudad hoplita por excelencia.
Esparta sometió a la totalidad de Laconia: comenzó por conquistar toda la vega del
Eurotas para rechazar a los de Argos y asegurarse la hegemonía de toda la región. La
segunda etapa consistió en la anexión de Mesenia. Esparta era ya la ciudad más
poderosa del área, con Arcadia y Argos como únicos rivales. A mediados del siglo VI a.
C. Esparta sometió también las ciudades de Arcadia y derrotó a Argos, dejándola
totalmente debilitada. Todas ellas se verían forzadas a firmar pactos por los que
reconocían la hegemonía de Esparta. Fue en el marco de estas luchas con los argivos
que Esparta adoptó el estilo hoplita de combate, aproximadamente entre los años 680
y 660 a. C.
El sistema político espartano, así como el educativo, se
atribuyen al mítico Licurgo en el siglo VII a. C. Habiendo
consultado en Delfos a la Pitia, recibió un oráculo aprobatorio
para la futura constitución de la ciudad, la "Gran Retra", al
parecer muy inspirada en la legislación cretense. La Gran Retra
fue probablemente no escrita y debió elaborarse durante las
guerras mesenias, que provocaron la crisis de la aristocracia y
de la ciudad entera. A fin de garantizar su subsistencia, se
instituyó la “eunomia” o igualdad de todos ante la ley, con el
propósito de eliminar privilegios y descontentos. Pero, a
diferencia de Atenas, la eunomia espartana era sinónimo de una
enorme disciplina. Todos los miembros de la ciudad hubieron de
hacer sacrificios: la corona, la aristocracia y el pueblo. El sistema
de Licurgo busca una simbiosis en la que coexisten los diversos
sistemas políticos conocidos en el ámbito griego: la diarquía
(donde hay dos reyes), la oligarquía (se establece una “gerusía”
o consejo de ancianos), la tiranía (con el consejo de gobierno de
los “éforos”) y la democracia (hay una asamblea popular).
Jenofonte, La república de los lacedemonios
- 431-354 a.C.
- Historiador, militar y filósofo. Cronista de finales del siglo V e
inicios del IV a. C.: Helénicas (últimos años y las consecuencias
de la Guerra del Peloponeso y continuación temática
de Historia de la Guerra del Peloponeso de Tucídides)
- Ateniense con estrechos lazos con Esparta. Sus políticas a
favor de la oligarquía, sus servicios militares bajo mando de
generales espartanos en campañas como la persa y su
amistad con el rey Agesilao II hicieron que se sintiera atraído
por los espartanos, como evidencian el tono pro espartano de
obras suyas como la biografía real Agesilao y la República de
los lacedemonios.
Fornis, C., Esparta: Historia, cultura y sociedad de un mito historiográfico, Crítica, Barcelona, 2003, Cap. 4: “El kósmos espartano”, pp. 245-319.

- Los homoioi
- Las mujeres espartanas
- Diferencias económicas y sociales entre los iguales
- Los periecos
- Los hilotas
- Ciudadanos de segunda clase: hypomeiones, móthakes, trésantes, etc.
- La agogé: definición, etapas y rituales
- La syssitia
- Religión
- Arte y cultura

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