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Final de PET Mundial

Nuestra presentación va a hacer principalmente sobre las polis, Atenas y Esparta. Pero primero quisiéramos hablar
de la periodización de Grecia. La misma se divide en cinco: 1) civilización minoica y micénica (3000-1200 a.c): con
la civilización minoica nos referimos a la primera cultura material asociada a ciertas características estatales que
encontramos en el Egeo, ciudades-estado que llamaremos palacios. Evans en sus excavaciones descubre el palacio
de Cnosos. Es a partir de este descubrimiento que se revisa y repiensa lo conocido de la cultura griega, ya que se
encuentran evidencias de relaciones estatales en el Egeo, mucho tiempo antes de la existencia de las polis. Los
palacios aparecen como centros políticos y económicos, al igual que las ciudades mesopotámicas. La evidencia
cultural, es diferente a la de Cercano Oriente, donde las imágenes encontradas muestran representaciones de
reyes, deidades en ejercicio de la violencia, en tanto, las encontradas en los palacios minoicos representan la
naturaleza y la belleza. Ausencia de murallas. La cultura material minoica se encuentra a lo largo del Egeo, Egipto,
Anatolia y Siria (bronce medio). Importante extensión de intercambios comerciales, basado en el control de los
mares. Fuerte vínculo con Oriente. Se encuentran tablillas pictográficas (imágenes). Hacia 1800 se reconoce la
presencia de un sistema de registro escrito, gráficos, lineal A, pero la misma no ha sido descifrada ya que no es una
escritura de tipo griega. Los minoicos no son griegos, como sí lo son los micénicos, cuyo dialecto si es muy
temprano de lengua griega, por lo que su escritura, conocida como lineal B, si ha podido ser descifrada. Los
micénicos (1600-1200 a.c), son influenciados por lo minoicos, pero son una población distinta. Esta es la segunda
población más importante de la Edad de Bronce (tardío) en el Egeo. En esta, también hablamos de palacios, el
primero de ellos da nombre a esta población, el Palacio de Micenas, ubicado en la península del Peloponeso,
descubierto por el arqueólogo Schliemann (quien en realidad quería probar que la guerra de Troya existió). Sus
palacios son similares a los minoicos, pero a mayor escala y con más riquezas. Importantes intercambios
comerciales. Sus palacios se hallaron a lo largo del Egeo, dentro de la península helénica, en Anatolia y Creta. De
acuerdo a las fuentes, podemos decir que era una sociedad con una institucionalización estratificada. En las tablillas
aparecen ciertos términos que nos permiten dar cuenta de las relaciones sociales: WANAX, el rey, principal líder
político; PASIREUX o BASILEUS, líder familiar o comunal, que se divide en OIKOS; y el DEMOS, término que refiere al
conjunto de la población, los hombres libres, con pocas tierras, campesinos. Hacia el 1200 a.c, la civilización
micénica desaparece de manera abrupta y violenta; 2) Edad oscura (1200-800 a.c.): periodo de 400 años en el que
no hay evidencia escrita. Las polis griegas habían tenido estos años de abandono de tradiciones. A este periodo,
también, se lo puede relacionar a la crisis del Bronce Tardío, que como primera lectura se dice que se debió a la
invasión de pueblos indoeuropeos en Cercano Oriente. Hacia el 2000 a.c., teníamos la presencia de los Hititas y de
los Urritas, y hacia el 1200 a.c., la aparición de los persas y los medos. Esa misma oleada habría implicado el
establecimiento en el Egeo de un nuevo pueblo más salvaje, más guerrero, menos culto: los DORIOS, cuyos
descendientes habrían sido los espartanos. No se debe pensar que las oleadas indoeuropeas eran una invasión. Si
hay circulación de población que transforma la dinámica social y política de distintas regiones, fueron más bien
como pequeñas oleadas migratorias. Hay fuentes arqueológicas. Caída de la población entre los siglos XII-XI, pero
importante crecimiento entre los siglos X-VIII. Desaparecen las grandes ciudades y los palacios micénicos. No
desaparece la civilización, la cultura, las personas, lo que desaparece es el Estado. Las comunidades campesinas
siguen presentes, los OICOS, que se habían mantenido como la principal estructura económica y social del mundo
griego. Las unidades familiares y productivas, crecen durante este periodo, llegando incluso a reestablecer
relaciones de intercambio a través del mar. Algunas de las fuentes a utilizar y analizar para este periodo son La
Ilíada y La Odisea, los textos de Homero, y Teogonía de los trabajos y los días, que se cree fueron escritos posterior
a esta época, habrían tomado forma escrita para el periodo arcaico. El autor Dickinson, plantea que estos serían
poemas compuestos por poetas itinerantes que contaban historias, por lo que tendrían un origen oral. Expresan el
recuerdo mítico de los micénicos. Y se le da forma escrita a un pasado idealizado; 3) Periodo arcaico (800-500 a.c):
aparición de las polis. Comienzo de la civilización griega. Se producen los primeros conocimientos físicos, botánicos,
matemáticos, de la humanidad, implementando la democracia. La polis es una configuración social y política nueva.
Diferente a las ciudades-estado de Cercano Oriente. En ellas encontramos relaciones políticas distintas. Una forma
de pensar la comunidad política, la participación, la dinámica, la institucionalidad y los objetivos que tiene que son
diferentes; 4) Periodo clásico (500-400 a.c.): en este periodo encontramos las guerras médicas, las guerras de las
polis con el Imperio persa Aqueménida. Este conflicto unifica por primera vez a todas las ciudades griegas para
enfrentar a los persas. Este choque de lo griego y lo oriental, sienta las bases para la visión de oriente que se tiene
desde occidente. En este periodo encontramos filósofos como Platón y Aristóteles reflexionando sobre la forma
ideal de organizar el gobierno en la comunidad política. Tras las guerras las polis entran en crisis; 5) Periodo
helenístico (400-30 a.c.): tras la crisis de las polis, estas son unificadas bajo la autoridad de la polis de Macedonia,
primero bajo la autoridad de Filipo II, luego de su hijo Alejandro, quien lleva adelante la conquista de Persia y
construye el ideal de un Reino Ecuménico, un reino universal que integre el occidente y el oriente fundando
ciudades griegas a todo lo largo del Imperio Persa recién derrotado, integrando a la elite macedónica que componía
su ejército, con las elites locales sobre las cuales se extendía. Principalmente en Babilonia, Persepolis y Egipto.
Conformándose un nuevo orden político que aspira, en primer lugar, a integrar todo el universo de redes
comerciales que se extiende desde las ciudades griegas de la península itálica y a través de su vínculo con los
fenicios, hasta las costas africanas del Océano Atlántico y las islas británicas, y hasta el extremo oriental del Imperio
Persa, que llega a la India. Incluyendo las redes marítimas del Océano Indico que conecta con China. Se va a
procurar una forma de gobierno, pero esta fracasara rápidamente tras la muerte de Alejandro. Se configuran tres
grandes espacios llamados Reinos Helenísticos, las principales esferas culturales orientales integradas a los griegos
recuperan cierta autonomía, pero ahora de una manera mixta. En Macedonia, el general Antigono, inaugura una
dinastía que gobierna sobre el Egeo y Anatolia. En Asia, Siria, en la ciudad de Antioquia, entre el Levante y Anatolia,
dinastía Seleucidas, fundada por el general Seleuco. Y, finalmente, en Egipto, centrado en Alejandría. Aquí se
encontraba la gran biblioteca que luego fue quemada, y donde se fusionaba el pensamiento griego y oriental. Se
encuentra el Reino Lagida o Ptolemaico, fundado por Claudio Ptolomeo. Hacia la meseta de Irán se forma una
nueva dinastía persa, los Sasánidas. Al final de este periodo se ubica la derrota de Cleopatra y Marco Antonio frente
a los ejércitos de la Republica Romana al frente de Octavio, y la provincialización de Egipto.

ESPARTA: esta ciudad fue la más poderosa durante los periodos arcaico y clásico. En comparación a otras poleis
tenían en común instituciones básicas como su sociedad patriarcal, la mano de obra servil y la base de su economía
era la agricultura. La ley era respetada y el valor guerrero premiado. Pero diferente a los demás, definió con
claridad sus objetivos, y era admirado por los demás en cuanto a su riguroso patriotismo. Alentaba a la pertenencia
grupal, no individual. Las fuentes que nos permiten conocer a Esparta muestran la clase alta y la casa real, no
suministran demasiada información del resto de la población, como lo son la condición servil, los ilotas y de quienes
carecían de derechos civiles (perioikoi). Heródoto y Tucidides son quienes cuentan la historia espartana, pero hay
otros dos autores, Jenofonte y Plutarco, que se dedican a describir los periodos arcaico y clásico. El primero,
abandono Grecia en 401 a.c., y sirvió como mercenario en el ejercito de Ciro el Joven, pretendiente al trono de
Persia. Llego a conocer a numerosos espartanos, como el rey Agesilao II. Mientras Esparta y Atenas estaban en
guerra, fue desterrado por favorecer a los espartanos. Escribió La republica de los lacedemonios, su obra brinda
información sobre las instituciones sociales, políticas y militares. En cuanto al segundo, Plutarco, podemos decir
que fue un griego que vivió en un mundo romano, ya que Beocia natal había sido incorporada al imperio de estos.
Era un biógrafo y filósofo interesado por la ética, no historiador. Sus obras sobre Esparta son cinco biografías sobre:
Licurgo, Lisandro, Agesilao, Agis y Cleómenes. Otras obras suyas también lo son: Máximas de espartanos y
Máximas de mujeres espartanas. Si bien lo separan varios siglos de los personajes que describe, el mismo visito
Esparta y leyó libros que hoy se encuentran perdidos. La idea de invencible que daba esta polis debió propagarse
inicialmente de manera oral y obras escritas por autores espartanos. En cuanto a las edificaciones de esta podemos
decir que sus casas eran sencillas, las construcciones públicas se limitaban a gimnasios y templos. Solo se permitían
inscripciones en las tumbas de los varones muertos en el campo de batalla o de mujeres fallecidas en el parto. Se
prohibían las ofrendas fúnebres ostentosas. Solo se permitían las ofrendas votivas (objeto dejado en un lugar
sagrado por motivos rituales), de arcilla, plomo, bronce, oro, plata y marfil, encontradas en el Templo de Artemis
Ortia (protectora del orden del ciclo vital). Estos hallazgos permiten evaluar la cultura espartana, y prueban que se
hallaban artística y comercialmente al mismo nivel que los estados vecinos del Peloponeso. Laconia era ya un
centro importante en la Edad de Bronce, sin embargo, tuvo una disminución notable en la población a finales del
periodo micénico. La mayoría de los asentamientos habitables habían sido abandonados. Las figuras halladas como
ofrenda en los santuarios en forma de cabeza de ganado vacuno y ovino, dan indicios de que la ganadería era el
principal sector de la economía local. Hacia el siglo VIII a.c., se fundaron nuevos pueblos en relación con el aumento
de la población, y cuatro de esas aldeas se unieron para formar la ciudad de Esparta, las mismas estaban situadas
en las proximidades del Eurotas, en el centro de la llanura de Laconia. Luego se anexionó la ciudad de Amiclas. La
polis de los lacedemonios estaba formada por el centro urbano más el territorio de la planicie. No obstante,
empezó a tener dificultades para satisfacer las necesidades solo utilizando su propio territorio, además, se hallaba
distante del puerto más próximo, Gitio. Esta situación llevo a que se buscara una solución. A diferencia de otras
polis que fundaron varias colonias, Esparta solo fundo una en Taranto, al sur de Italia. La respuesta a su
problemática fue militar, con la conquista de sus vecinos, para fines del siglo VIII ya se había apoderado de toda la
llanura de Laconia. Para asegurar su dominio en esta área se procedió a reducir a los habitantes de la misma en
Ilotas (esclavos), sometidos con carácter hereditario al estado espartano, el resto de los habitantes se convirtieron
en periecos (vecinos libres), pero obligados a servir en el ejército formando unidades independientes al mando de
un espartano, pero no tenían derecho a participar en el gobierno. Sin embargo, vivían como la mayoría de los
griegos que no er4an espartanos, trabajando como agricultores, artesanos y mercaderes, constituyendo una parte
esencial del sistema económico. Al poco tiempo de la conquista de las regiones periféricas, la cantidad de ilotas era
superior a la de ciudadanos. Tras la conquista de Laconia, la frontera occidental del territorio espartano, se
encuentra con la de otro estado dorio, Mesenia. Esta también formaba parte del deseo de conquista por sus
llanuras fértiles. Se da inicio a la Primera Guerra Mesenia, que tiene lugar en la fortaleza natural del monte Itome.
Este conflicto habría durado veinte años. Algunos mesenios se convirtieron en periecos, aunque en su mayoría
fueron ilotas, vinculados a la tierra y obligados a trabajarla para sus amos espartanos. La conquista de Laconia y
Mesenia, convirtió a Esparta en uno de los estados más extensos de la Grecia arcaica. A comienzos del 660 a.c., los
mesenios se sublevan, dando inicio a la Segunda Guerra Mesenia, de la que poco se sabe, aunque si es posible dar
cuenta de la victoria espartana. Como consecuencia los rebeldes mesenios son desterrados a Sicilia, donde estos se
apoderaron de la ciudad de Zancle, que rebautizaron Mesene. El resto de los mesenios que había quedado se
conformaron con la condición de ilotas. Esta segunda guerra, demostró el peligro que conlleva el sistema ilota. Una
de las soluciones habría sido abandonar Mesenia, algo impensado para los espartanos. Por lo que, en busca de otra
solución, se dieron cuenta que si movilizaban a todos los posibles hoplitas (soldado de infantería pesada), y les
daban el maximo grado de instrucción militar, les permitiría obtener superioridad militar sobre los ilotas y el resto
de sus enemigos. Esto hizo que se reformaran las instituciones con dos objetivos: liberar a todos los varones de las
cinco aldeas de todo tipo de obligaciones excepto las militares, y socializarlos de modo que aceptaran el
extraordinario grado de militarización y disciplina que se exigía del soldado espartano. La creación del sistema
espartano se atribuye a Licurgo, personaje del que en realidad se duda de su existencia. Habría vivido antes de la
conquista de Mesenia. Las fuentes indican que los principales elementos del sistema espartano existían ya a finales
del siglo VII a.c. el régimen espartano podría ser calificado como totalitario, ya que afectaba a casi todos los
aspectos de la vida del individuo: como debía llevar el cabello, contraer matrimonio y con quien. El ideal espartano
de hombre era comportarse con valor y destreza en el combate, no darse lugar a la fuga ni rendirse, tenía la
obligación de prestar servicio militar hasta los sesenta años. La formación del guerrero comenzaba desde el
momento de su nacimiento, el estado se atribuía el derecho de determinar si un recién nacido podía vivir o no. La
vitalidad del niño y su potencial como futuro soldado determinaban si se le criaba o si era abandonado. Los padres
tampoco podían decidir cómo criar a sus hijos, todos los niños recibían la misma educación bajo la supervisión del
estado. La misma estaba organizada por grupos de edad: niños, muchachos, mancebos (persona joven, hombre que
ha dejado de ser niño, pero todavía no es adulto), jóvenes y adultos. A partir de los siete años, los niños
abandonaban el domicilio familiar para ser educados en grupos llamados rebaños según unos principios diseñados
con el fin de fomentar la conformidad, la obediencia, la solidaridad del grupo y la destreza militar. La educación se
basaba en el ejercicio físico, para fortalecer los pies iban descalzos, y con frecuencia también iban desnudos. A los
doce años se les cortaba el pelo. No llevaban túnica, y se les asignaba un único manto al año. Los espartanos
estaban permanentemente en guerra con los ilotas, debiendo estar preparados todo el año para el combate. Los
éforos (supervisores), inspeccionaban a los niños cada diez días. Se animaba al niño a robar para incrementar su
ración de alimentos. Al que era descubierto se lo castigaba con el látigo, ya que así demostraba su falta de
habilidad. Este proceso de endurecimiento era presentado anualmente frente al altar de Artemis Ortia. Las
actividades en grupo servían para identificar a aquellos de más talento y prepararlos para convertirse en mandos
del ejército. Desde los catorce a los veinte años, los mancebos, realizaban un servicio militar preliminar. A los veinte
se les dejaba crecer el pelo y se dejaban la barba, pero se afeitaban el bigote. Entre los veinte y treinta años, se les
permitía contraer matrimonio, pero debían seguir viviendo con su escuadrón hasta los treinta. Comían con quince
miembros de su escuadrón, para fomentar la lealtad, solidaridad y espíritu de colaboración. Además, el alimento
debía ser nutritivo y en raciones justas. El valor en el campo de batalla definía la honra y el respeto. Para quienes no
lograban superar la vida militar, se los identificaba como cobardes, eran obligados a llevar mantos con parches de
colores y afeitarse solo media barba. Humillados en público, e incluso por su propia familia. Imposibilitados de
ocupar cargos públicos, tampoco pretender matrimonio con alguna mujer, ni que alguien tampoco quisiera casarse
con sus hermanas. Las niñas eran educadas para parir soldados robustos. La crianza era prevista por el estado y, a
diferencia de otras mujeres griegas, hacían ejercicio al aire libre, estaban bien alimentadas y sabían tejer. El sistema
educativo para ellas también estaba dividió en grupos por edad: niñas, muchachas, doncellas que habían llegado a
la pubertad, y casadas. Las últimas dos se distinguían por el peinado. La ausencia de los hombres, dado que era una
sociedad guerrera, creo una división del trabajo en el que las mujeres se encargaban de los asuntos domésticos. No
participaban del gobierno. La ausencia del comercio y de la colonización, limitaron el crecimiento de la población,
dado que no tenían colonias a las que pudieran exportar la población que no estuvieran en condiciones de
sostener. La xenofobia (rechazo a los extranjeros), limito el número de la población. Luego de la Guerra del
Peloponeso, se permitió que algunos no espartanos fueran preparados para el ejército, liberaron a algunos ilotas, y
nombraron periecos para algunos puestos de mando. Entre algunos de los motivos del descenso de población se
puede nombrar al infanticidio institucionalizado y las muertes por la obligación que tenían los soldados de
mantenerse firmes en su puesto de batalla y dar la vida por su país. Otras problemáticas también fueron las
catástrofes naturales, los problemas económicos y la emigración de los hombres. El sistema económico tenía por
objeto permitir a los ciudadanos dedicar todo su tiempo y energías a la defensa y prosperidad de la polis. El estado
proveía de que tuvieran lo necesario, pero sin lujos. Los periecos utilizaban monedas de oro y plata, a los
espartanos solo se les permitían monedas de hierro. Cuando nacía un niño, el estado le otorgaba una parte de las
tierras conquistadas de Mesenia, que llevaba aparejado un grupo o familia de ilotas. El sistema ilota era
imprescindible para que los hombres y mujeres espartanos se vieran libres de la necesidad de producir o comprar
su sustento. El propietario de cada kleros (parte de tierra), tenía derecho a recibir una cantidad fijada del producto
de los ilotas. Aunque no eran libres, los ilotas no eran como los esclavos de las demás ciudades griegas. Pertenecían
al estado, no a los individuos particulares. Vivían en familias estables en la parcela que se les asignaba, no podían
ser vendidos fuera de Esparta. Debían proporcionar el sustento al propietario de la parcela, prestar servicio en las
tropas auxiliares y actuar como plañideros (lloroso), a la muerte de los reyes y magistrados. Tenían permitido
vender en el mercado el excedente de su cosecha y acumular así algún dinero. Pero para que no “olviden” su
condición de esclavos, eran apaleados cada año, y estaban obligados a llevar un vestido primitivo y humillante para
identificarlos. Existía una clara división entre ricos y pobres. El gobierno estaba compuesto de elementos
monárquicos, oligárquicos y democráticos. El sentimiento conservador espartano, contribuyo a que no se
abandonaran instituciones tradicionales como la monarquía y el consejo de ancianos. La multiplicidad de los
órganos de gobierno y los cargos colegiados, tenían por objetos que sus miembros se controlaran mutuamente. A
la cabeza del gobierno había dos reyes (basileus), pertenecientes a las dos grandes familias: la de los Agíadas y la de
los Euripóntidas. La sucesión era hereditaria. Estos, colaboraban y rivalizaban entre sí. Permitían un control
reciproco del poder de la monarquía, lo que hacía que nunca faltara un líder, evitando la anarquía (ausencia de
autoridad o de gobierno). Al igual que los basileus de la Edad Oscura, los reyes ejercían poder militar, religioso y
judicial. Uno actuaba como jefe supremo de las fuerzas armadas, mientras que el otro supervisaba los asuntos
internos y asumía el mando militar en caso de que su igual muriera en acción. Por ley, si uno de ellos estaba en
campaña, el otro debía permanecer en Esparta. Considerados descendientes de Zeus por su hijo Heracles, ejercían
la función de sumo sacerdote y presidian todos los sacrificios públicos en nombre de Esparta. Se suponía, también,
que debían ser un ejemplo en lo moral. Los reyes compartían sus funciones judiciales con los miembros de la
gerousía, el consejo de gerontes (ancianos), que además estaba formado por veintiocho varones mayores de
sesenta años, que ejercían su cargo con carácter vitalicio, solían ser personajes ricos e influyentes, elegidos por
aclamación en la asamblea. No se podía presentar ninguna propuesta a la asamblea sin haber sido discutida
previamente en la gerousía, la que, además, podía negarse a admitir una decisión de la asamblea decretando su
aplazamiento. En ocasiones hacía de tribunal en los casos de homicidio, traición y otros delitos graves, cuya sanción
era la perdida de la ciudadanía, destierro o muerte. Los éforos, también elegidos por aclamación, eran cinco
varones mayores de treinta años. Estos vigilaban a los reyes y representaban el principio de la legalidad. Juraban
cada mes defender el puesto de los reyes, siempre y cuando estos se comportaran conforme a las leyes, y
compartían con ellos algunos de sus poderes ejecutivos. También, tenían la facultad de procesarlos y deponerlos.
Cuando uno de los reyes salía en campaña, debía estar acompañado de dos éforos. Presidian la gerousía y la
asamblea y se encargaban de tratar con las legaciones extranjeras. También tenía poderes judiciales en cuanto a
derecho civil y en casos relacionados con los periecos. Su mandato duraba solo un año, no podían ser reelegidos
eran sometidos a un proceso de rendición de cuentas ante sus sucesores. Ejercían control sobre la educación de los
jóvenes. Declaraban la guerra a los ilotas cada año. La asamblea era el órgano más democrático del gobierno
espartano, pertenecían a ella todos los ciudadanos varones mayores de treinta años. Se reunía una vez al mes.
Durante el siglo VI, se vio envuelta en la política de otros estados griegos, casi siempre con el fin de derrocar alguna
tiranía, apoyada por los pobres. Esta estructura de poder era la opuesta al estilo espartano. Tras la derrota de Argos
en 546 a.c., Esparta se convirtió en el estado más poderoso de toda Grecia. Procuro establecer relaciones de alianza
y no de conquista con el resto de los estados del Peloponeso. Su primer aliado importante fue Eliade, quien recibió
apoyo por parte de Esparta para hacerse de los lucrativos e importantes Juegos Olímpicos. LIGA DEL PELOPONESO:
creada entre 510-500 a.c., de ella formaban parte todos los estados del Peloponeso, excepto Argos y Acaya,
también se incluía a Tebas. El poder de Esparta dependía de sus hoplitas, por lo que también pertenecían a la liga
ciudades como Corinto, Egina y Sición, cada una de ellas poseía su flota, que resultaba importante para su defensa.
Esta alianza protegía a los lacedemonios de los invasores extranjeros, que podrían haber alentado la rebelión de los
ilotas. El objetivo de la liga era la protección mutua. Cada estado debía contribuir con tropas en caso de guerra y se
juraban “tener los mismos amigos y enemigos, y seguir a los lacedemonios a donde los llevasen”. No se pagaba
tributo, excepto en épocas de guerra. Esparta no podía obligar a sus miembros a ir a la guerra si estos se oponían.
El gobierno de esta liga era bicameral, formado por la asamblea de los espartanos y el congreso de los aliados, cada
estado tenía un voto. La excelencia militar espartana, la hizo líder de los griegos en la guerra contra los persas. Los
miembros de esta liga estaban unidos a Esparta solo por tratado, pero entre ellos no existían ningún lazo. Aunque
en ocasiones podían unirse para defensa mutua en momentos de crisis, nunca desarrollaron lazos de amistad. Por
lo que, a los miembros de esta no les preocupaba la prosperidad de los demás, solo interesaba el apoyo, en el caso
de Esparta, en caso de sublevación de los ilotas. Mientras que, a los otros, la protección de Esparta. La liga existió
hasta 360 a.c., aproximadamente, cuando Corinto y otros se vieron obligados a abandonarla tras la derrota de
Esparta por los tebanos. La posesión de tierra era lo más preciado del mundo antiguo. Existían dos sistemas de
poder sobre estas: publico, cuando un hombre moría, su kleros pasaba al estado y este lo asignaba a un niño. Entre
los siglos V-VI a.c., se propuso abolir el sistema que regulaba la propiedad pública. A partir de allí, cualquiera podía
regalar su kleros y su casa a quien quisiera. Este cambio provoco la aparición de una subclase de espartanos
empobrecidos que no podían cumplir con los requisitos económicos exigidos. Dejaban de ser iguales para ser
inferiores; privado, en la época clásica, la tierra pasa a manos de las mujeres a través de la dote o por herencia. Lo
que llevo a que tuvieran mayor cantidad de tierras privadas que las mujeres de otras ciudades.

ATENAS: durante el periodo arcaico, los atenienses debieron enfrentar problemas como las luchas de facciones
entre las familias aristocráticas, las tensiones entre aristócratas y el pueblo, y la tiranía. Atenas tenía un gobierno
democrático, y la stasis aristocrática había quedado recluida a la rivalidad por la obtención de los cargos públicos y
los intentos de persuadir a la asamblea democrática. Para esta polis, las fuentes escritas son escasas. La
constitución de los atenienses, escrita por Aristóteles, o uno de sus discípulos, así como las biografías de personajes
como Teseo y Solón, por Plutarco, son algunas de ellas. Solón fue un gran político y legislador ateniense. Sus
poemas datan de comienzos del siglo VI, constituyendo el testimonio más directo y antiguo del que se dispone. La
combinación de fuentes escritas y materiales, demuestran que, durante el Bronce reciente, Atenas era el
asentamiento más grande y más importante de la península del Ática y uno de los mayores centros palaciales del
mundo micénico, y quizás ejerció un indeterminado control sobre otros centros palaciales de la región que
independientes del wanax ateniense y de su palacio ubicado en la colina de la Acrópolis. La Atenas de la Edad
Oscura, a pesar de haber quedado reducida a una acumulación de aldeas alrededor de la Acrópolis, siguió siendo la
principal población del Ática. Probablemente para el 900 a.c., el basileus de Atenas fuera el supremo de todo el
demos del Ática. En el siglo IX, la aparición de ricos enterramientos revela un incremento de la prosperidad y
comercio ultramarino durante la última fase de la Edad Oscura. La población que se encontraba alrededor,
aumento durante el siglo VIII a.c., y aparecieron nuevos asentamientos en las zonas rurales del Ática. El sinecismo
(grupos antes separados, se unen formando una ciudad-estado para mayor protección), de las pequeñas ciudades y
aldeas del Ática para formar una unidad política bajo la hegemonía de Atenas, se dieron de forma gradual debido a
la extensión de la región. Los atenienses debían esta unificación a su héroe Teseo, convirtiéndolo en fundador de la
polis. No hubo población sometida de ilotas, ni periecos. Cualquier ciudadano de cualquier pequeña ciudad del
Ática podía participar en el gobierno de la polis. A quienes vivían en las comunidades cercanas a la capital, les
resultaba más fácil votar. El primitivo gobierno de la polis ateniense fue estrictamente aristocrático. A finales del
siglo VIII, los caudillos del Ática sustituyeron el cargo de basileus supremo por tres magistrados civiles que se
repartieron entre si el poder y recibieron el nombre de arcontes (autoridades). Sin embargo, el título de basileus no
desaparece, entre sus obligaciones se encuentran las de administrar los cultos de la polis y ver los procesos
judiciales relacionados con asuntos de culturales y religiosos. El polemarchos, era el jefe supremo del ejército
ateniense. El arconte, era el encargado de supervisar todos los asuntos públicos, presidir el consejo y la asamblea, y
juzgar los asuntos de carácter no religioso. Para el siglo VII, se agregaron seis magistrados judiciales llamados
thesmothétai (instauradores de las normas), que dieron lugar a la formación del colegio de los “nueve arcontes”.
Estos eran elegidos por un año entre una serie de candidatos pertenecientes a las familias ricas y conocidas, los
Eupátridas. Los arcontes actuaban con el consejo, se reunían en la colina consagrada al dios de la guerra, Ares. Por
ello se llama el Consejo del Areópago. Había otras formas de organización social que dirigían las vidas de los
ciudadanos. Las unidades sociales básicas se agrupaban en asociaciones de parentesco: tribus, fratrias y estirpes. En
el Ática, cada familia ciudadana pertenecía a una de las cuatro tribus y a una división más pequeña de las mismas,
llamada fratria (hermandad). Como todos los pueblos jonios tenían las mismas cuatro tribus, se supone que estas
surgieron a comienzos de la Edad Oscura. Para el siglo VII, las fratrias se habían convertido en grupo sociales cuasi-
oficiales, encargados de las cuestiones relacionadas con la familia. La pertenencia a este grupo, constituía la prueba
esencial para ser ciudadano ateniense. Las estirpes, eran asociaciones de diversas familias nobles dominadas por un
oikos supremo que afirmaba descender de un antepasado común. Este grupo aristocrático fue muy poderoso
políticamente en la Atenas arcaica. Aproximadamente en632 a.c., Cilón había obtenido una victoria en los Juegos
Olímpicos y aprovecho su relación con Teágenes, tirano de Megara, para apoderarse de la Acrópolis e intentar
convertirse en tirano de Atenas. Él y sus partidarios no tardaron en ser sitiados por los valerosos labradores hoplitas
del Ática. Cilón y su hermano escaparon, cuando sus partidarios vieron que empezaban a escasear los víveres y el
agua, se entregaron a los nueve arcontes bajo la promesa de que sus vidas serian respetadas, pero fueron
asesinados. Aunque el golpe de estado de Cilón fracasó, sería importante en la historia de Atenas. Se conoce un
conjunto de leyes realizada por Dracón en el 620 a.c. Estas leyes tratan sobre el homicidio. La finalidad de esta
legislación era sustituir a la familia y el parentesco por el estado como árbitro de la justicia en los casos de
homicidio voluntario e involuntario. Antes de que Dracón recibiera el mandato de revisar las leyes, los familiares de
la víctima solían encargarse personalmente de vengar la muerte de su pariente. Había santuarios, en los que el
individuo considerado responsable de una muerte, podía refugiarse mientras se llegaba a un pacto con los
parientes de la víctima. Generalmente, era una compensación monetaria. Se sabe poco de estas leyes, solo que
eran muy severas. Lo más significativo de las leyes es el papel que desempeñaron en el desarrollo de la autoridad
del estado a expensas de la familia. También limitaban las oportunidades que tenía un magistrado de acomodar sus
decisiones a los lazos sociales o profesionales que pudieran tener con algunas de las partes en litigio. Estas leyes
seguían permitiendo la esclavización por deudas, costumbre que se había convertido en la principal queja de los
pobres. La legislación de Solón, fue promulgada a comienzos del siglo VI. Estas reformas ponen de manifiesto su
deseo de fortalecer la frágil base agrícola de la economía ateniense añadiéndole una pujante actividad comercial.
Atenas tuvo que luchar con esfuerzo para defender las rutas que conducían al mar Negro. La conquista de Sigeo, a
la entrada del Helesponto, alrededor del 600 a.c., supuso la primera aventura ultramarina de Atenas. Tenían,
además, plata que habían descubierto en las minas de Laurion, al sudeste del Ática. El monte Pentélico les
proporcionaba mármol. Problemas: muchos aparceros pobres empezaban a no poder sobrevivir, aunque las
esperanzas de la economía de una región provista de valiosos recursos naturales y habitada por un pueblo muy
dotado, por ejemplo, para la cerámica. Para el 594 a.c., se otorgaron plenos poderes a Solón para que redactara
leyes que aliviaran los sufrimientos de la mayoría de los pobres sin destruir los privilegios de la minoría rica. Lo que
deseaban los pobres era la condonación de las deudas y la redistribución de la deuda, consiguieron la abolición de
la esclavitud por deudas. Solón ideó formas innovadoras y eficaces de acabar con la división entre ricos y pobres
que había en el Ática. Sus reformas crearon una escala de privilegios. Mostro su desaprobación al egoísmo de los
ricos y las inclinaciones revolucionarias de carácter igualitario de los pobres. Su idea del demos refleja la
orientación del pensamiento político griego primitivo. Los políticos de todos los colores intentaron atraerlo a su
bando, con el tiempo llegó a atribuirse a Solón una gran variedad de programas distintos: demócratas y anti
demócratas afirmaban que era su antepasado político. La primera medida tenía por objeto enderezar la dolorosa
situación de los habitantes más pobres del Ática, los aparceros y aquellos que se habían endeudado y convertidos
en esclavos de sus acreedores. No solo declaro ilegales los préstamos con la garantía de los bienes o la persona
misma, sino que además libero a aquellos que habían sido esclavizados y cancelo las deudas de los hectemoros
(campesinos). Esta medida se denominó “sacudimiento de la carga”, y fue conmemorada con una fiesta que llevaba
ese nombre. Para reparar los daños por la esclavitud por deudas, busco el paradero del mayor número posible de
atenienses que, por no poder pagar sus deudas, habían sido vendidos como esclavos fuera del Ática. Los rescato y
los volvió ciudadanos libres. No le preocupaba que los atenienses esclavizaran a los extranjeros. Facilito el comercio
con otros estados sustituyendo el sistema egineta por el euboico. Lo que significó la revalorización de la moneda. Al
notar que el futuro del terreno iba a depender del aceite y la artesanía, fomento el cultivo del olivo y declaro ilegal
la exportación de grano, que se necesitaba en el propio país. Con el fin de atraer artesanos de otras regiones,
ofreció la ciudadanía. También se le atribuye la instauración de la obligatoriedad de enseñar un oficio a todos los
niños; a quienes no habían sido educados por sus padres, los eximio de la obligación atenderlos cuando fueran
viejos. Concedió al Consejo del Areópago inspeccionar los medios de vida de cualquier ciudadano y de castigar a los
que se descubriera que carecían de ellos. La participación política dependía de la renta. Las diferentes clases de
propietarios fueron utilizadas para dividir a los ciudadanos en tres tipos, más una clase especial que ocupaba el
estrato superior. La nueva clase, los pentakosiomédimnoi (productores de quinientos medimnos), estaba formada
por aquellos cuyas tierras producían por lo menos 500 médimnoi (barriles). Le seguían los hippeis (caballeros, los
que podían permitirse el lujo de mantener un caballo con el que prestar servicio de caballería), cuya renta se
situaba entre los 300 y los 499 medimnos; luego venían los zeugitai, los que poseían bueyes y tenían una renta de
entre 200 y 299 medimnos; por último, los thetes, los pobres (labradores y jornaleros sin tierra). Los miembros de
la primera clase podían ser elegidos para desempeñar el cargo de tamias (tesorero de la ciudad). El arcontado y las
demás altas magistraturas se hallaban restringidas a los miembros de las dos clases más altas; los zeugitas podían
competir con las dos clases superiores en el desempeño de los cargos más bajos; y los thetes solo podían participar
en la asamblea. Los zeugitas tenían medios de vida suficientes para comprar el armamento del hoplita. La mayoría
de los thetes servían a la infantería ligera como marineros de la flota. Las clases excluidas eran los esclavos, los
extranjeros y las mujeres. Los ciudadanos varones podían formar parte de la heliaia o conjunto de jurados en
reserva. Estos debían prestar servicio en los tribunales formados para juzgar las apelaciones presentadas contra las
sentencias dictadas por los arcontes y los casos de los magistrados acusados de prevaricación (falta de un
funcionario a sus deberes, al tomar una decisión injusta). Las aportaciones al sistema judicial: cualquier ciudadano
varón podía presentar una acusación si consideraba que se había cometido un delito. El Consejo del Arcópago
seguía siendo un organismo aristocrático que no sentía la menor simpatía por los problemas de los pobres. El
Consejo de los Cuatrocientos estaba formado por cien individuos de cada una de las cuatro phylai atenienses.
Función probuleutica, es decir, se encargaba de preparar los asuntos que se presentaban a la asamblea. Redujo la
pena de otros crímenes y decreto la amnistía para aquellos que hubieran sido desterrados por cualquier delito,
excepto el homicidio o el intento de instauración de la tiranía. Le preocupaba que el exceso de poder en manos de
las familias fuera en contra del proyecto de construcción del estado. Promulgo una ley que permitía los varones sin
hijos dejar en herencia sus bienes a quien quisieran. Creo burdeles de propiedad estatal servidos por esclavas. Sus
leyes establecieron el principio de que el estado ateniense debía ser dirigido por todos los ciudadanos en
colaboración. Estas leyes fueron escritas en planchas de madera llamadas axones y colocadas en el ágora, donde
todos pudieran verlas. Solón no era demócrata ni pretendía que sus reformas alteraran las relaciones existentes
entre las clases sociales. No solo contribuyo a crear el campesinado libre que formaría la base de la democracia,
sino que además estableció una distinción entre libertad y esclavitud que sería fundamental para el concepto
ateniense de ciudadanía. Sus reformas aliviaron las penalidades de la población. Sin embargo, al intensificar la
competitividad por el desempeño de los grupos políticos, probablemente contribuyera a fomentar la discordia civil
que desemboco en la tiranía de Pisistrato. Los habitantes del Ática del siglo VI estaban más o menos divididos en
tres facciones: los de la llanura, grandes terratenientes; los de la costa, pescadores y artesanos; y los de la
montaña, los pobres. Hacia 560 a.c. Pisistrato pariente lejano de solón oriundo del norte del Ática dio un golpe de
estado. Entre sus partidarios estaban hombres de la montaña y algunos sectores pobres. Se hirió a sí mismo y pidió
qué se le concediera una Guardia personal para protegerse de sus supuestos enemigos. Solón intento convencer a
sus conciudadanos de que no sé dejaran engañar, pero no lo consiguió. La asamblea concedió y Pisístrato formó su
Guardia y se apoderó de la Acrópolis y con ella de las riendas del gobierno. Tras unos años los de la llanura y de la
costa se unieron contra él y lo derrocaron. Pero Megacles, cabecilla de los de la costa, decidió aliarse con Pisístrato
y acordó con el establecerlo en el poder, siempre y cuando, contrajera matrimonio con su hija. La alianza no duró
mucho. Megacles se entera de que esté tuvo relaciones no según la Norma establecida. Sintiéndose ofendido, hizo
causa común con los enemigos de Pisístrato y entre todos lograron derrocarlo por segunda vez. Durante su
destierro logro reunir Mercenarios con el dinero obtenido con el oro y la plata de las minas del Pangeo, y derrotó a
sus adversarios en la batalla de Palene. A partir de ese momento gobernó Atenas durante más de diez años hasta
que falleció. Aunque solón no logrará librar a Atenas de la tiranía, sus reformas desempeñaron un papel decisivo a
la hora de determinar la forma que adoptara esta. Su sistema siguió vigente mientras Pisístrato gobernó la ciudad,
época en la que Atenas experimento un crecimiento y desarrollo enormes. El fortalecimiento de la economía fue el
principal interés del programa político de Pisístrato y puso en marcha muchas de las iniciativas de solón. Se ocupó
tanto de la agricultura cómo del comercio. Proporcionó tierras y préstamos a los necesitados y fomento el cultivo
del olivo y el desarrollo del comercio ateniense. En sus tiempos, o de sus hijos, Atenas acuñó sus primeras monedas
de plata conocidas con el nombre de lechuzas por la imagen que llevaban estampada. La lechuza era el símbolo de
la diosa de la sabiduría Atenea. Proporcionaba puestos de trabajo a personas que los necesitaban. La sustitución
de los pozos particulares qué la aristocracia mantenía vigilados por fuentes públicas, supuso a corto plazo la
creación de puestos de trabajo en el ramo de la construcción, y que el patrocinio pasará de los particulares a manos
del estado. Al aumentar las posibilidades de encontrar trabajo y residencia en la ciudad, se incrementó el número
de personas que podían vivir en la capital. El fomento de las artes y la religión, acrecentó su fama y la de su ciudad.
Tras su muerte, en 527 a.c., gobiernan sus hijos Hipias e Hiparco. Este último resulta asesinado, y el gobierno
benigno de los aristócratas dio pasó a la Dictadura opresiva y paranoica de Hípias. En 510 a.c., Cleómenes sitió a
este último en la Acrópolis. Cuando sus hijos fueron hechos prisioneros, el tirano se rindió para que se los
devolvieran y se embarcó con su familia rumbo a Sigeo. Luego de este suceso, el aristócrata ateniense Iságoras fue
elegido arconte en 508 a.c. Este tenía un proyecto para arrebatar la ciudadanía a todos aquellos cuyos antepasados
la hubieran recibido en tiempos de solón y Pisístrato. Su rival, Clístenes, se opuso. Por orden de Iságoras,
Cleómenes regreso al Ática, y desterró a setecientas familias e intentó establecer una oligarquía. Los atenienses se
sublevaron en masa, obligaron a Cleómenes e Iságoras a rendirse, e hicieron volver a Clístenes y sus partidarios.
Este decidió reformar la constitución ateniense con el fin de acabar de manera definitiva con el poder de las
familias ricas. Tras abolir las cuatro antiguas tribus jónicas, creo diez nuevas. Dividió el Ática en tres áreas
geográficas: la ciudad, la costa y el interior, correspondientes solo en parte a las tres antiguas divisiones de la
montaña la costa y la llanura. A continuación subdividió cada zona en diez trittyes o tercios, formadas por varias
unidades ya existentes llamadas demos (aldeas o distritos del Ática). Después tomo una trittys de cada área
geográfica y con las tres formó una tribu: en adelante cada individuo debía empezar por identificarse por su
demótico, es decir, por el nombre de su demo. Esto quizás sucedió para ocultar los orígenes no atenienses de
algunos partidarios. Se creó un nuevo organismo, el Consejo de los Quinientos, formado por cincuenta miembros
elegidos anualmente por sorteo en cada una de las diez tribus. Los arcontes siguieron teniendo las mismas
obligaciones administrativas, pero se creó un nuevo colegio de magistrados. Se organizó el ejército sobre la base de
las diez nuevas tribus: cada una elegía un taxiarchos (comandante de la Infantería), un hipparchos (comandante de
la caballería), y un strategos o general en jefe. Estos últimos podían ocupar su cargo tantas veces como quisieran.
Mientras que los griegos intentaban crear gobiernos eficaces en sus polis, un estado rico y poderoso, distinto,
estaba formándose en Oriente. Los persas, habían logrado unificar el Imperio más grande conocido hasta
entonces.

Persia: Al igual que los griegos, los persas eran originariamente un pueblo indoeuropeo. Durante la Edad Oscura
ocuparon el territorio que hoy conocemos como Meseta de Irán, lugar rico en recursos naturales, oro, plata, cobre,
minerales y piedras semipreciosas. Estos y los medos se unieron, quizás bajo la protección del Rey Ciaxares, cuya
capital era Ecbatana. Mientras que los estados griegos habían eliminado del gobierno a los bacileus hereditarios y
ya no estaban conformes con los gobiernos de un solo hombre al compararlos con la tiranía, Persia era gobernada
por reyes. Ciro II de Persia, perteneciente a la familia de los Aqueménidas, se hizo con el poder y convirtió a Media
en la primera satrapía (provincia). Los griegos consideraban iguales a medos y persas. La derrota de Creso, Rey de
Lidia, en 546 a.c. a manos de Ciro dejo Asia menor en manos del imperio, acontecimientos que conducirían a las
guerras entre griegos y persas del siglo V. La capital del país, Sardes, se convirtió para los persas en el principal
centro administrativo de Asia menor. A través de las ciudades de Jonia, la conquista de Ciro supuso el primer
contacto oficial entre griegos y persas. Este conquistó, además, Babilonia, Asiria, Siria y Palestina. Su mayor hazaña
fue lograr la unificación del imperio. Las comunicaciones se vieron facilitadas por la construcción de calzadas y la
creación de un sistema de correos realizado por emisarios reales a caballo. También permitió que sus súbditos
practicaron sus propias religiones. Su política fomento la prosperidad de su imperio y el bienestar de sus
habitantes. Los judíos lo elogiaron por permitirles regresar del destierro en Mesopotamia durante la cautividad de
Babilonia a Jerusalén, donde pudieron reconstruir su templo y rendir culto libremente a Yavé. Ciro fue sucedido en
el trono por su hijo Cambises, qué reino de 530 a 522 a.c. En 525 a.c., tras luchar contra un ejército enemigo en el
que había mercenarios griegos, logró anexionarse Egipto. En 521 a.c., Darío I, se hace con el poder y reina hasta 486
a.c. Creo una estructura administrativa y financiera que prevaleció por años. Las obras de los edificios imperiales
iniciadas por él, fueron acabadas por su hijo Jerjes. Entre los obreros había también griegos. Darío facilitó los
transportes con fines comerciales, construyendo un canal que unía el Nilo y el Mar Rojo. Este canal, hizo que el
territorio de Egipto recién conquistado experimentará una prosperidad. Fue el primer monarca persa que acuñó
monedas de oro y plata. El Imperio estaba dividido en provincias o satrapías, formadas a veces por pueblos de la
misma etnia o por pueblos distintos que vivían en una misma región. Dentro de cada satrapía, los funcionarios
civiles y militares se repartían el poder: la autoridad civil suministraba víveres a la militar, y está proporcionada
protección. Cada provincia estaba obligada a pagar anualmente un tributo al rey. En algunas zonas el gobierno de
los sátrapas tenía un alto grado de autonomía. Para impedir sublevaciones, existía un sistema de espías llamados
“los Ojos y los Oídos del Rey”. El poder político supremo radicaba exclusivamente en la persona del monarca. En su
calidad de general en jefe, el soberano defendía a sus súbditos de los intrusos, y en compensación, estos le
pagaban impuestos. Las rentas del Rey eran almacenadas en el tesoro real, y parte de ellas se gastaban
generosamente en la realización de proyectos arquitectónicos monumentales. El grado de explotación del trabajo
de los súbditos era grande y se llevaba a cabo a través del sistema tributario, de los trabajos forzados, y servicio
militar obligatorio. El rey ejercía una autoridad absoluta y tenía poder de vida y muerte sobre sus súbditos. Darío
realizó varias campañas en Europa, convirtiéndose en el primer Rey persa en pisar esas tierras. No logra conquistar
Escitia, pero somete Tracia y la convirtió en una satrapía. Para 499 a.c., estalla una revuelta entre los griegos de
Jonia. Debido al descontento por el aumento de impuestos cuando las ciudades griegas pasaron del imperio lidio al
persa, y el disgusto por el sistema de tiranos títeres establecido por los sátrapas. Aristágoras, tirano de Mileto,
intenta acercarse a los persas. Ante el rechazo, se une a la revuelta, y acepta un cargo institucional. Intenta
acercarse a Cleómenes, mostrándole los pueblos cuyas riquezas caerían en manos de los griegos en caso de victoria
y exhorto al rey a dar la libertad a los griegos de Jonia. Tras la negativa también de este a su plan, Aristágoras siguió
a Cleómenes hasta su casa blandiendo el símbolo tradicional de los suplicantes (un ramo de olivo en vuelto en
lana). Una vez allí, vio a la hija de este, de apenas ocho nueve años, y le pidió que la hiciera salir. Aristágoras
promete ganancias, que va aumentando a medida que Cleómenes se rehúsa. En un momento la niña le exclama su
padre que si no se alejas de ahí, el extranjero acabará por sobornarlo. Este optó por retirarse a otra habitación, y
Aristágoras abandonó definitivamente Esparta. Los atenienses se mostraron más receptivos a los planes de
Aristágoras. Les inquietaba la relación existente entre los persas e Hipias que había logrado relacionarse con estos,
y temían que esté planeara regresar con su apoyo. Por último, el libre acceso al trigo y los demás recursos del mar
Negro era fundamental para ellos y merecía su protección. Decidieron prestarle ayuda con veinte naves. La
desafortunada rebelión de los jonios terminó con una gran derrota naval frente a las costas de Lade, isla situada en
las inmediaciones de Mileto, en 494 a.c. La moral de los griegos estaba por los suelos; los tiranos a los que
Aristágoras había contribuido a derrocar se dedicaban a hacer propaganda en favor de los persas. Mileto fue
derrotada, mujeres y niños esclavizados, varones deportados a la desembocadura del Tigris. Sarde, fue incendiada.
Darío no estaba dispuesto a olvidar esto, pero tampoco los griegos olvidarían la destrucción de Mileto. Bajo la
dirección de Temístocles, los atenienses emprendieron la fortificación de los tres puertos del Pireo y su
transformación en una gran base naval y comercial. Contó con el apoyo de las personas que se ganaban la vida en
el comercio. En 492 a.c., Darío envío a occidente a su yerno, Mardonio, al frente de un gran ejército. Aunque logró
restablecer el prestigio de Persia en el norte de Grecia, conquistando Tracia, Tasos y Macedonia, la flota náufrago a
la altura del monte Atos, frente a las costas de la Península Calcídica, y se vio obligado a regresar. Darío preparo
otra expedición, con la intención de cruzar el Egeo, evitando las traicioneras elevaciones de tierra del Norte.
Muchas ciudades griegas accedieron a las pretensiones de los heraldos de Darío que les exigían la tierra y el agua.
Los habitantes de las islas pensaron que no tenían más opción, y en el Continente Argos y Tebas se pasaron a los
persas. Esparta y Atenas, sin embargo, se mantuvieron firmes a su posición. El primer objetivo de Darío era castigar
a Atenas y Eretria por el papel que habían desempeñado en la rebelión de Jonia. En 490 a.c., su flota llego a Grecia,
comandada por su sobrino Artafernes y por el medo Datis. Uno de los hombres que los acompañaba era Hipias, al
que pretendían restablecer como tirano de su ciudad natal y como vasallo de Persia. Los persas incendiaron la
ciudad y los templos de Naxos, deportando a los cautivos; en otros lugares obligaron a los hombres a prestar
servicio militar y retuvieron a sus hijos como rehenes. Eretria fue traicionada desde el interior y entregada a los
persas, quienes incendiaron sus templos en venganza por Sardes. Desde Eretria los persas pasaron a Maratón, en el
norte del Ática, donde los Pisistratidas habían obtenido antiguamente la victoria. La asamblea de los atenienses
voto enviar inmediatamente sus tropas a Maratón. Envían a un corredor llamado Fidipides a Esparta, que, según la
leyenda, recorrió en un día los casi 220 km que separan ambas ciudades. Los espartanos no lograron sacar
provecho de la rapidez con que llegó el mensaje. Probablemente, los atenienses eran inferiores numéricamente.
Los persas disponían de unas fuerzas más versátiles, con caballería, arqueros y tiradores, pero las tropas
atenienses, formadas por hoplitas, disponían de un armamento más pesado. El problema de estos fue la falta de un
general en jefe, todas las decisiones debían tomar las los estrategos. Unos deseaban aguardar a que llegaran los
refuerzos espartanos, otros consideraban demasiado peligroso el retraso, se corría el riesgo de que el
estancamiento en el campamento pusiera la victoria en mano de los persas y que toda Grecia fuera invadida.
Cuando los atenienses se dieron cuenta de que había desaparecido parte de la Infantería y la caballería persa,
sospecharon que se dirigían a Falero. Algunos generales pensaron que había llegado el momento de atacar. El
estratego Milciades desempeño un papel decisivo en la salvación de Grecia. Él capitaneo la victoria de los griegos
sobre Darío, convenciendo al polémarchos Calímaco y algunos otros generales de que le permitirán dirigir la
estrategia ateniense. En 490 a.c., a sus órdenes, los atenienses, ayudados por algunos plateos, bajaron de la Colina
en la que estaban acampados. Arístides y Temístocles marcharon al frente de los contingentes de sus tribus,
mientras que Calimaco comandaba el ala derecha y los plateos ocupaban la izquierda. A pesar de su superioridad
numérica, los persas no fueron capaces de resistir la disciplina y la resolución de los hoplitas que combatían en
defensa de su libertad. En su huida hacia las naves, muchos persas quedaron empantanados en las marismas.
Aunque llegaron tarde, los espartanos visitaron el campo de batalla y contemplaron los cadáveres de los persas.
Milciades fue considerado un héroe luego de la Batalla de Maratón. Por ello, los atenienses acordaron concederle
unas naves para una expedición, fiados en su promesa de que los haría ricos. Cuando su ataque contra la isla de
Paros acabó en un fracaso, fue procesado en Atenas, donde tuvo que asistir al juicio en una camilla. Allí llegaron a
considerar la posibilidad de condenarlo a muerte. Sin embargo, solo fue condenado a pagar una elevada multa. A
su muerte, no había podido saldarla por lo que tuvo que hacerlo su hijo Cimón. No solo en Atenas los líderes
políticos acabaron de mala manera. Tras obtener una victoria sobre el enemigo de Esparta, Argos, en la batalla de
Sepea, Cleómenes fue acusado por sus conciudadanos de haber perdonado a la ciudad porque lo sabía sobornado.
Este huyo a Arcadia, donde intento organizar una revuelta contra los espartanos. Aunque estos decidieron
perdonarlo y le permitieron regresar Esparta, Cleómenes enloqueció. El otro rey de Esparta, Demarato, fue
desterrado y acogido en Persia, actuó como consejero en las guerras contra Grecia, y vio recompensados sus
servicios con cuatro ciudades de Asia Menor. En Atenas, el carácter del liderazgo político cambio después de la
Batalla de Maratón. Los sucesos persuadieron a los atenienses de la importancia de un mando militar eficaz.
Cambio el método de selección de los arcontes, que, dada su condición de magistrados eminentemente judiciales,
parecían menos importantes que los estrategos, cuyas responsabilidades militares eran de vida o muerte. En 487
a.c., se eligieron arcontes por sorteo presentados por los diversos demos, método ya utilizado para la elección de
los miembros del Consejo de los Quinientos. Los hombres más ambiciosos no se presentarán candidatos al
arcontado, sino a la strategia. Lo más probable es que el promotor de esta medida fuera Temístocles. Él no solo era
hostil al ethos aristocrático que concedía un poder y prestigio especiales a los areopagitas; como ya había sido
arconte y solo podía repetir mandato si era elegido para el generalato, tenía un interés inmediato en dar mayor
relevancia al papel de los estrategos a expensas de los arcontes. En Grecia, la elección por sorteo en un
procedimiento asociado habitualmente a la democracia. Sometían a todos los presuntos magistrados a un
interrogatorio llamado dokimasia, y decidieron no utilizar el sorteo para elegir a los generales de las fuerzas
armadas del estado. El generalato se convirtió en el cargo más prestigioso del gobierno, y de ese modo los diez
estrategos gozarían de más autoridad que cualquier otro ateniense. Los ciudadanos empezaron a utilizar un
método insólito para evitar que nadie se apoderara del estado. Una de las innovaciones atribuidas a veces a las
reformas de Clístenes es el ostracismo. Cada primavera los atenienses tenían la posibilidad de decidir por votación
el destierro de uno de sus conciudadanos por un período de diez años. No se necesitaba ninguna acusación previa;
el exilio no suponía ninguna deshonra; los derechos de ciudadanía y los bienes del desterrado seguían intactos a su
regreso. Una explicación del ostracismo es que su finalidad era mantener a raya la tiranía. Darío elevó los
impuestos en el verano de 486 a.c., levantando así sospechas de que estaba reuniendo recursos para financiar una
nueva invasión de Grecia. Los persas sabían muy bien que las ciudades griegas estaban muy divididas, conocían la
rivalidad existente entre Esparta y Argos, o entre Egina y Atenas. Tesalia, Lócride y toda Beocia, menos Platea y
Tespias ofrecerían a los persas la tierra y el agua que les exigieron en cuanto se enteraron de que las tropas del
Gran Rey habían cruzado el Helesponto. El plan de Darío tuvo que retrasarse debido a la sublevación de Egipto,
ocasionada por la subida de los impuestos. En el otoño de 486 a.c., cayó enfermo y murió. El hijo y sucesor de
Darío, Jerjes, se mostró al principio vacilante respecto a la conveniencia de llevar a cabo la invasión, pero en 484
a.c., tomo una decisión definitiva, y los griegos se enteraron de que se estaban construyendo grandes cantidades
de navíos en todos los puertos del inmenso imperio persa. Por esta misma época los atenienses que trabajaban en
las minas de plata de Laurion, en el sudeste del Ática, dieron con un filón riquísimo. En Atenas, los miembros de la
asamblea estaban divididos respecto al destino que debían darle. Arístides capitaneaba a los que querían repartirla
entre los ciudadanos, Temístocles defendía la tesis de que se utilizará para construir naves. El ostracismo de 482
a.c., decidió la suerte de uno y otro: Arístides abandonó Atenas, y la flota que había de salvar a Grecia pudo ser
construida. Las naves construidas por los atenienses fueron trirremes, un tipo de buque de guerra ligero, rápido y
muy manejable, provisto de tres filas de remos, alargada y esbelta, era casi nueve veces más larga que ancha, y
llevaba una tripulación de 170 remeros. Estás naves atenienses serían las que derrotarían a los persas, permitiendo
así el poderío y el prestigio de su marina. Mientras los atenienses construían sus navíos, los heraldos de Jerjes
llegaron a Grecia exigiendo la tierra y el agua, y muchos estados se lo dieron. Atenas y la Liga del Peloponeso
tuvieron que tomar la iniciativa y en 481 a.c., convocaron en Corinto un congreso de delegados para organizar la
defensa de Grecia. Los treinta y un estados que estaban decididos a ofrecer resistencia a los persas constituyeron la
Liga Helénica. Egina y Atenas se reconciliaron. El mando supremo de las fuerzas terrestres y navales se concedió
Esparta. El centro de información del mundo griego, el oráculo de Delfos, sabía lo suficiente acerca de los persas
como para desanimar a cualquiera, y tanto espartanos como atenienses recibieron unos vaticinios desánimo.
Leónidas se dirigió a las Termópilas con unas fuerzas bastantes escasas. El contingente focense, más familiarizado
con el terreno, se encargó de defender el camino oculto que iba por la cima de las montañas, por si Jerjes tenía la
suerte de descubrirlo. Efectivamente, un griego traidor le reveló la existencia del camino y condujo hasta el a uno
de sus generales, Hidarnes, junto con las tropas de choque que recibían el nombre de Los Inmortales. Solo
permanecieron en su puesto los tebanos, los tespieos, y trescientos espartanos. Leónidas y sus hombres
defendieron el paso con heroicidad y cayeron combatiendo, causando además la muerte de numerosos
“Inmortales”, entre ellos dos hermanos de Jerjes. Esta operación permitió ganar tiempo, y pasó a la historia como
un ejemplo extraordinario de heroísmo. La victoria de las Termópilas abrió el camino hacia el centro de Grecia a los
persas, cuya confianza se fortaleció al saber que había matado a un rey de Esparta. Trasladaron sus fuerzas
terrestres hasta Atenas. Desde Salamina, situada justo enfrente de la costa occidental del Ática, donde las dos
armadas habían tomado posiciones, los atenienses pudieron contemplar con toda facilidad el humo producido por
el incendio de la Acrópolis. Algunos peloponesios pretendían regresar al Istmo, los atenienses estaban decididos a
permanecer en su sitio y combatir en el estrecho. La decisión de atacar que tomó Jerjes fue una locura. Artemisia,
la prudente consejera de Jerjes y reina de Halicarnaso, le advirtió en vano del peligro que comportaba entablar
batalla. Al conseguir que el enfrentamiento se decidiera en el estrecho, Temístocles logró sacar el mayor provecho
de las naves griegas y superar así a los pesados navíos persas. Desde su ubicación en la costa, Jerjes puedo
contemplar el desarrollo de la batalla, en la que los griegos contaron con la ventaja adicional de que, como casi
todos se habían criado cerca del mar, sabían nadar, mientras que la mayoría de los marineros de Jerjes no sabían. A
la caída del sol, los persas habían perdido la batalla. En vez de reconocer la locura cometida al decidir atacar, Jerjes
reaccionado ante la derrota ejecutando a sus capitales fenicios, acusándolos de cobardía, y privándose así en el
futuro del apoyo naval de Fenicia. Jerjes se retiró con su armada a Persia para salvaguardar el Helesponto y dejó a
Mardonio en Grecia, dónde en la primavera de 479 a.c., se enfrentó al ejército helénico. El apoyo de Tebas reforzó
la causa persa, pero fue insuficiente. Capitaneados por el espartano Pausanias, sobrino de Leónidas y regente del
hijo de este, los griegos lograron ganar una dura batalla, en el transcurso de la cual cayó el propio Mardonio. Los
líderes tebanos fueron ejecutados sin juicio. Los persas no sufrieron una derrota definitiva en mano de las fuerzas
europeas hasta que fueron conquistados por Alejandro Magno (334-323a.c.). Continuaron ejerciendo una gran
influencia sobre la política de Grecia, tanto en las disputas civiles como en las rivalidades entre los distintos estados
griegos, acogiendo a desterrados y soldados de fortuna como los atenienses Hipias, Temístocles, Alcibíades y
Jenofonte, o a los espartanos Demarato, Pausanias, Lisandro y Agesilao. La victoria de Esparta en la Guerra del
Peloponeso a finales del siglo V habría sido imposible sin el apoyo de Persia, y las relaciones entre las polis durante
el siglo IV no podrían entenderse sin tener en cuenta la injerencia de Persia en los asuntos de Grecia. Persia tenía
un atractivo especial para los espartanos, no solo porque les ofrecía una vida de lujo, sino también por la existencia
de ciertas similitudes en su estructura social. Tanto Persia como Esparta eran sociedades clasistas estables y
jerárquicas. Ambas sociedades dependían de la explotación económica de grandes cantidades de personas por un
número relativamente pequeño de individuos de la clase más alta. Dicho modo de vida, resultaba odioso para los
jonios, mucho más versátiles y ágiles. Después de su victoria sobre los persas en Platea en 479 a.c., los aliados
griegos erigieron en Delfos un monumento compuesto por tres serpientes de bronce enlazadas, que llevaban el
nombre de Los treinta y un estados griegos. Varios siglos después, el emperador romano Constantino traslado este
importante monumento a Constantinopla. Los primeros estados enumerados eran Esparta y Atenas. Cuando los
atenienses empezaron a reconstruir las murallas que habían sido demolidas por los persas, los aliados de Esparta
inquietos por las dimensiones de la flota ateniense y por el valor demostrado en la guerra, presionaron a los
espartanos para que enviarán una embajada con el fin de persuadir a sus habitantes de que no fortificar en la
ciudad, argumentando que una sociedad amurallada podía ser utilizada por los persas como base si se decidían a
volver. Los espartanos propusieron que fuera del Peloponeso ninguna ciudad o tuviera murallas. Los atenienses
consideraron que esto era poco probable y la reconstrucción de sus murallas siguió adelante. Más allá de la
preminencia de los navíos atenienses, la costumbre hacía que al mando de la flota de la Liga Helénica siguiera
estando un espartano. En 478 a.c., mientras la flota estaba en Bizancio intentando consolidar el poderío de Grecia
en Oriente, algunos empezaron a quejarse del espartano Pausanias, regente del hijo de Leónidas, Plistraco, que era
menor de edad. Decían, se vestía la manera persa y había reforzado su posición con una guardia personal formada
por medos y egipcios. Se le acusó de mantener correspondencia desleal con el rey Jerjes. Está acusación supuso la
enemistad de Pausanias con los griegos que tenía a su mando, especialmente con los jonios, que acababan de
liberarse de la violencia del rey de Persia. Tras solicitar que Atenas se pusiera al frente de la flota, los griegos no
cambiaron de parecer cuando llegó Dorcis, enviado por los espartanos para su sustituir al desafortunado Pausanias.
De ese modo, la jefatura de la flota paso a los atenienses, decisión celebrada en un comienzo pero lamentada más
adelante. Con el fin de impedir una tercera invasión, en 477 a.c., varios estados griegos formaron una alianza, la
Liga de Delos, capitaneada por Atenas, cuyo poderío naval había sido fundamental para ganar la guerra. Todos ellos
prestaron juramento qué los vinculaba para combatir a los persas. Los estados miembros firmaron un tratado con
Atenas por el que se comprometían a suministrar anualmente barcos o dinero para realizar operaciones de
hostigamiento contra Persia, y respetar la autonomía interna de las distintas polis de la alianza. La política a seguir
debía ser trazada por la asamblea de la Liga. Sin embargo, su ejecución correspondía a un alto mando ateniense,
encargado además de controlar el tesoro. Así el poder quedó concentrado desde el primer momento en mano de
manos de Atenas. Las pequeñas dimensiones de los estados griegos se ven reflejadas en el número de polis que
formaban parte de la alianza, probablemente 150. Algunos prefirieron no entrar en ella. Los objetivos de la Liga del
Peloponeso nunca estuvieron definidos, en cambio los de la Liga de Delos estuvieron bastante claros: poner freno
al poderío persa, conseguir botín como compensación por los daños sufridos durante la guerra, y la venganza.
Durante más de un cuarto de siglo, la Liga combatió contra Persia capitaneada por Cimón, y expulsó a los persas de
Europa y les impidió establecer bases navales en Jonia. En 476 a.c., Cimón zarpó con la flota de la Liga rumbo al
nordeste, el objetivo era expulsar a los persas de toda Tracia, echar a los piratas de la isla de Esciros, que causaban
graves daños, y limpiar de obstáculos la ruta de Helesponto. La mayoría de colonias griegas, eran autónomas e
independientes de su metrópolis, las cleruquias formaban parte en realidad del territorio ateniense, sus habitantes
conservaban la ciudadanía ateniense. Seleccionados entre los ciudadanos más pobres, los clerucos recibían una
parcela de tierra de tamaño suficiente para incluirlos dentro de la tercera clase de Solón, y por lo tanto para poder
prestar servicio como hoplitas. Los atenienses y sus aliados zarparon rumbo a Caristo, al sudeste de Eubea,
abrigando a la ciudad a unirse a la Liga de Delos. Cuando la isla de Naxos decidió abandonar la Liga, estos se lo
impidieron haciendo uso de la violencia. La negativa ateniense a permitir que los demás estados permanecieran al
margen de la Liga, y la progresiva conversión del tributo en aportaciones en metálico y no en barcos, fue dejando
cada vez más claro que dominaban el mar y que se estaba transformando la alianza en un imperio. Los líderes
atenienses estaban divididos en lo concerniente a las relaciones que debían mantener con Esparta. Temístocles
defendía la rivalidad con Esparta y el desarrollo de la Democracia, mientras que Cimón era favorable a los
lacedemonios y se oponía a una mayor democratización. La unión de Atenas y Esparta había desempeñado un
papel muy importante en la derrota de Persia. Hacia 469 a.c., espartanos y atenienses se unieron contra
Temístocles: los espartanos presentaron pruebas que presuntamente demostraban que Pausanias y él mantenían
una correspondencia desleal con el rey de Persia. Pausanias era culpable y Temístocles inocente, pero cuando las
atenienses lo llamaron para que volviera de Argos y se sometiera a juicio, él se dio cuenta de que no había en
Grecia lugar en el que refugiarse. Se acogió al sucesor de Jerjes, Artajerjes. Murió en Persia unos diez años después.
Gracias a su reputación de buen soldado, Cimón, siguió gozando de gran autoridad en la asamblea ateniense. Tras
el terremoto ocurrido en Esparta, los ilotas aprovecharon la situación para sublevarse. Esto llevó a los espartanos a
solicitar ayuda a sus aliados de la Liga Helénica, sobre todo a Atenas. Cimón defendió la antigua alianza entre
Atenas y Esparta, exhortando a sus conciudadanos a que no permitieron que “Grecia quedara coja y su ciudad
privada de su compañera de yugo”, mientras que Efialtes los invito a que “la dejasen el suelo, para ser pisado su
orgullo”. Cimón ganó la partida y salió hacia Esparta con cuatrocientos hoplitas. Pero el comportamiento de los
soldados atenienses en Esparta desencadenó el pánico de la población conservadora y xenófoba de la ciudad a la
que habían venido a socorrer. Los atenienses fueron los únicos aliados que fueron despachados de regreso a su
patria. La brusquedad puso en peligro la armonía alcanzada entre los estados griegos. Atenas firmó entonces una
alianza con Argos, la enemiga de Esparta y, además, Cimón fue condenado al ostracismo. El fin de su predominio,
marcó el comienzo de una democracia plena en Atenas, tomando el término democracia en el sentido griego de
repartición del poder político entre todo el conjunto de ciudadanos varones, en la que las mujeres no tenían voto,
los emigrantes no tenían derechos de ciudadanía, y había un gran número de esclavos. Efialtes logra disminuir
considerablemente el poder y el prestigio del viejo Concejo de Aerópago. La asamblea aprobó una serie de medidas
que restringen la jurisdicción de este organismo, dejándole sólo los que tratan sobre delitos de homicidio y algunas
cuestiones religiosas. Efialtes es asesinado. Tras esto, Pericles asume el liderazgo y sería el primer político
destacado de Atenas desde aproximadamente 461a.c., hasta su muerte en 429 a.c. Durante este período, Atenas
decide hacer la guerra al imperio persa y a la Liga del Peloponeso. El periodo entre 460-445 a.c., suele denominarse
Primera Guerra del Peloponeso, una confrontación no declarada entre las ligas ateniense y espartana que, en
realidad, consistió en una serie de batallas separadas a menudo por largos intervalos de paz. La famosa Guerra del
Peloponeso, que duró casi sin interrupción veintisiete años (431-404 a.c.), habría sido en realidad la Segunda
Guerra del Peloponeso. En el límite oeste de Atenas, se hallaba la ciudad de Megara, que desempeñó un papel
importante en las dos guerras. Estado pequeño, pobre de recursos agrícolas y dedicados al comercio. Confiere una
alianza con Atenas para conseguir su protección frente a Corinto. En 459 a.c. Corinto y Egina, se unen contra
Atenas. Pero estos rechazan la invasión, y construyen los llamados Muros Largos. En 457 a.c., Esparta le declara la
guerra a Atenas, que los daña más a ellos que a sus enemigos. En 456 a.c., los atenienses controlan toda la zona,
excepto Tebas. Decidieron continuar las operaciones contra Persia, Pericles convenció a los atenienses de enviar
naves a Chipre, y así poder dañar la flota fenicia, y a Egipto que se había sublevado contra el rey Artajerjes. En 453
a.c., Megabazo, general de Artajerjes, acorrala a los atenienses en una isla. Drena los canales, dejando los navíos en
seco, y los cruzo a pie para capturar a los marineros atenienses. Las tropas de relevo también fueron atacadas. En
451 a.c., tras die años de destierro, Cimón llega a un acuerdo con Pericles para hacer la guerra a Persia y firmar la
paz con Esparta. Logra negociar una tregua por cinco años, y abandona la alianza que Atenas tenía con Argos. Al
parecer, también habían firmado la paz con Persia, pero no hay fuentes que así lo demuestren. Sin embargo, si es
posible decir que para esta época cesaron las hostilidades entre estos. Pasados los cinco años de tregua, se suceden
una serie de rebeliones. Cuando Pericles regresa al Ática, el país había sido invadido por el rey Plistoanacte de
Esparta. Durante toda la historia de Atenas la riqueza y el linaje siguieron constituyendo dos factores importantes.
La sociedad griega está dominada por los varones, en una palabra, era patriarcal. En Atenas, cuando nacía un niño,
el padre decidía si lo criaba o lo exponía. La mayoría eran criados en casa. Un varón permitía la perpetuidad de la
familia. Los niños de una hija, se consideraba que pertenecían a la familia de su esposo. Se suponía que los hijos
mantuvieran a sus padres en la vejez. Para los cargos públicos, se llevaba a cabo un examen de aptitud, en una de
las áreas se investigaba si trataba bien a sus padres y cuidaba las tumbas de la familia. El nombre revelaba la
pertenencia a la familia. Al primer hijo varón, se le ponía el nombre de su abuelo paterno, al segundo el de su
abuelo materno. El matrimonio sustentaba el oikos, y su finalidad era la reproducción. Los esclavos y las mujeres
constituían un “grupo silenciado”. Los esclavos hombres, solían desempeñarse en las fábricas de espadas, escudos,
muebles, cerámicas y otros objetos manufacturados; las mujeres, en las industrias textiles. Las rivalidades
comerciales entre Atenas y Corinto fueron en gran medida la causa de las tensiones que se produjeron entre las
diversas polis. La mayor parte del comercio se realizaba por mí vía marítima, era complicado tener que atravesar
caminos montañosos y llenos de dificultades. El tráfico vía terrestre resultaba lento y caro. La utilización de la
moneda, en su mayoría de plata, facilitó el desarrollo del comercio. La región del mar Negro suministraba pieles,
grano, ganado vacuno, pescado, cáñamo, cera, castañas, hierro y esclavos. A cambio, los atenienses suministran
vino y aceite envasado. Quién suministrada también grano a Atenas era Egipto, donde el aceite de oliva era
cambiado por papiro, Marfil, vidrio, esclavos y animales exóticos. Cartago suministrada tejidos; Etruria, labores
finas de bronce y Botas; Sicilia, cerdos, queso y granos; Fenicia, púrpura para teñir y dátiles.

Geografía Grecia: El hombre sobrevivió, aprendió, se reprodujo y evoluciono en contacto con la naturaleza. El
entorno lo condicionó a aprender a sobrevivir o perecer. Los primeros hombres se adaptaron al medio, sin afectar
la autorregulación del sistema. No destruían masivamente las selvas ni las plantas. No exterminaba las especies
animales, sino que consumían las que eran imprescindibles para su subsistencia. Tenían otros valores con respecto
a la naturaleza. Aprendió cada detalle de su entorno, entendió como aprovechar recursos, construir herramientas,
como cazar en grupos, comprendió cual es el ritmo de la vida que lo rodea y lo transmitió generación tras
generación, adaptándose y superándose. No existen los asentamientos permanentes, la rigurosidad del clima no lo
permitió. Lo que hacía que las poblaciones se movieran constantemente en busca de presas. La diferencia climática
periódica y previsible, conforma parte del conocimiento común a cada cultura sobre el medio que lo rodea y
condiciona. El conocimiento de la naturaleza permitió la evolución de las tecnologías, desde el neolítico y las
primeras herramientas de piedra que permitieron no solo cazar, sino dejar de ser nómades y permitir el
establecimiento de pueblos a través de la agricultura. Tecnologías aun presentes, pero más evolucionadas. El
territorio de la Grecia antigua, llamado Helade, comprendía tres partes: Grecia continental con los territorios, de
Norte a Sur de, Macedonia, Tesalia, Beocia y el Ática, y la punta Sur de la Península del Peloponeso; Grecia insular
con las islas del Mar Egeo, entre otras Creta, Rodas y Lesbos; Grecia asiática, la costa mediterránea de Asia Menor
(actual Turquía). Escasos bosques naturales, que se alternan con los cultivos típicos (trigo, vid, olivo). Pueden
encontrarse algunos rebaños de ovejas y cabras. Territorio montañoso, con ríos caudalosos en invierno y de escaso
caudal en verano. Las montañas sirven de muros separadores de los valles donde se puede cultivar y vivir, los
hombres supieron aprovechar las laderas de las montañas donde construyeron terrazas para plantar vid y olivo. El
espacio griego está rodeado por kilómetros de costas. La existencia de buenos puertos naturales, permitió hacer
del mar un espacio esencial para la vida de los griegos, la pesca era importante: anchoas, sardinas y atunes. La
naturaleza señalo la localización de cada polis. Sin embargo, el hombre intervino para fijar los contornos de sus
dominios. El mar Egeo está sembrado de islas hasta el punto en que los navíos siempre tienen tierra a la vista. El
verano es caluroso y largos, pero la proximidad al mar y los vientos etesios (vientos secos del norte), lo hacen
tolerable. El invierno suave y corto, fresco y húmedo, es la estación de las lluvias, aunque es difícil que falte el sol
en todo el día. El cielo es luminosamente azul. Cultivos variados: cereales, vid, olivo, higueras. En la antigüedad se
cazaban jabalíes, ciervos, liebres y pájaros. Antiguamente, las montañas estaban cubiertas de bosques, hasta que
comenzaron a talarse, actualmente, han desaparecido casi por completo. Riqueza mineral: piedras para la
construcción, mármol, cobre, plata y oro. El medio geográfico ofrece al hombre condiciones favorables para su
instalación, aunque son frecuentes los terremotos y temblores. El mar favorece el trueque comercial, Grecia ofrece:
aceite, vino, cerámicas, perfumes. Un 30% de la tierra es cultivable, y solo un 20% propicia para la agricultura. La
madera es utilizada como combustible y para la construcción, sobre todo de barcos. A diferencia de Egipto y
Mesopotamia, el regadío a gran escala no era posible. La agricultura dependía de las precipitaciones anuales. El
pan, el vino y el aceite constituyeron la base de la dieta. Se utilizaba miel como edulcorante y se empleaban
diversas especias.

PRIMER PARCIAL: “Ningún acontecimiento ha tenido mayores consecuencias que el de la introducción de la


agricultura. (…) la caza y la recolección han constituido los principales tipos de subsistencia. Los seres humanos se
desenvolvían con astucia y éxito en su ecosistema natural. (…) Esto les permitió aumentar su control sobre la
naturaleza y multiplicarse. (…) Los inicios de la agricultura aceleraron las innovaciones tecnológicas.” (Redman, C.
1990. Pág. 120.).- “V. Gordon Childe, gran paleoetnologo británico, es quien propone denominar estos cambios
como Revolución Neolítica, que marca el paso del estado salvaje al estado bárbaro.” (Liverani, M. 1998. Pág. 12.).-
“La aplicación del termino revolución es correcta por la rapidez con la que ocurrió la transición y por sus
consecuencias para la vida humana. Alphonse de Candolle fue uno de los primeros en intentar comprender como
se inició el cultivo de las plantas. (…) Propuso cinco condiciones para identificar una zona como el emplazamiento
del primer intento de domesticación de una especie. (…) 1) que dicha especie haya crecido allí en estado salvaje; 2)
que el clima sea templado; 3) que durante alguna parte del año se produzca sequia acompañada de temperaturas
elevadas; 4) que el hombre se allá establecido allí; y 5) que la caza, la pesca o la recolección de plantas silvestres se
insuficiente para alimentar una comunidad humana. (…) Mediante la combinación de las evidencias botánicas,
arqueológicas, históricas y filológicas, pudo indicar estas zonas. (…) Mantuvo que algunas formas de trigo se
cultivaron por primera vez en Mesopotamia, en el valle del Éufrates; la esprilla en Serbia, Grecia y Anatolia, y la
cebada en zonas templadas del occidente asiático que limitan con el mar Rojo, el mar Caspio y el Cáucaso. (…)
Identifica el Próximo Oriente con uno de los primeros centros de domesticación del mundo.” (Redman, C. 1990.
Pág. 120-121.).- “La mayor parte de los datos sugiere que los animales fueron domesticados en primer lugar,
aunque no en todas las comunidades ni en todas las regiones. (…) La introducción de la agricultura fue un proceso
que tardo miles de años en lograrse por completo. Se ha contemplado la existencia de los cazadores-recolectores
como una búsqueda incesante de alimento.” (Redman, C. 1990. Pág. 121.).- “… la vida de los primeros agricultores
era mucho más difícil. La productividad de la cosecha variaba según la cuantía de las lluvias y de los daños causados
por las plagas de insectos. (…) La vida sedentaria y el aumento de la densidad de aldeas estimularon la aparición de
enfermedades humanas. (…) Se verían obligados a recurrir a la caza y la recolección si fracasaban sus cosechas, una
vez que se introduce la agricultura en una región, el número de plantas y animales salvajes disminuye y dejan de
ser recursos alternativos a la estrategia básica de alimentación. La agricultura fue el lógico resultado de un proceso
evolutivo.” (Redman, C. 1990. Pág. 122.).- “En una comunidad agrícola completamente desarrollada existen cuatro
grupos básicos de actividades: 1) la reproducción o siembra y crianza selectiva de semillas y animales; 2) la
manipulación o el cuidado de plantas o animales mientras están en la fase de crecimiento; 3) la obtención o
recogida de los productos alimentarios; 4) el almacenamiento del grano o el mantenimiento de determinados
animales para asegurar una adecuada fuente reproductiva durante el año subsiguiente. Los términos agricultura,
domesticación y producción de alimentos implican estos cuatro grupos de actividades.” (Redman, C. 1990. Pág.
123.).- “… las primeras comunidades cultivaron plantas que poseían un alto valor alimentario. La adopción de la
agricultura se produjo cuando se probó ser más eficaz en términos económicos, que cualquier otro medio de
subsistencia” (Redman, C. 1990. Pág. 123,125.).- “La hipótesis del oasis (…) sugerida por V. Gordon Childe. (…)
organizo la información (…) dentro de un sistema orientado por la economía. De ahí que calificase los mayores
avances evolutivos de la historia como revoluciones económicas. (…) “Reveló un abastecimiento de alimentos más
rico y seguro, fruto únicamente del esfuerzo humano”. (…) La hipótesis del oasis (…) se centra en la creencia de que
una crisis climática afecto negativamente a todos aquellos países que experimentarían una agricultura incipiente.
Childe creía que la mayor parte del Próximo Oriente había sido una región fértil y bien drenada con anterioridad a
la retirada de los hielos, a mediados del 10.000 a.c, momento en que comenzó a sufrir los efectos de desertización.
(…) Los cazadores recolectores que habitaban estas zonas de una manera dispersa, se vieron obligados a refugiarse
en las áreas bien regadas, como los valles del Nilo, el Tigris y el Éufrates, o cerca de los oasis que no se habían
secado. (…) La convivencia con plantas y animales hizo posible que los hombres pudieran observar el
comportamiento y los ciclos anuales de aquellos organismos que posteriormente serian domesticados. Afirmo que
los procesos de domesticación se iniciaron en el valle del Nilo y que las primeras especies afectadas fueron las
plantas. (…) Los primeros campesinos canalizarían el agua procedente de las inundaciones para irrigar áreas
extensas y sembrarían artificialmente con el fin de incrementar la densidad y distribución del grano potencialmente
cosechable. Dejo abierta la posibilidad de que (…) fuesen seminomadas, ya que podían marcharse después de la
siembra y volver al cabo de un año para cosechar el cereal. (…) Una vez que el cazador se convirtió en cultivador de
cereales, le fue mucho más fácil domesticar algunos de los animales que había estado cazando. (…) Pudieron haber
adoptado algunas crías (…) alimentándolos con sus reservas de cereal. De esta manera, se procedía al
adiestramiento de ciertos animales que podían atraer a otros miembros de la manada hacia el asentamiento. (…)
Los animales abonaban los campos sembrados con su estiércol, suministraban productos secundarios como la leche
o la lana y si, además, eran sacrificados podían constituir una fuente de alimento. (…) Tener ganado podía
proporcionar seguridad en años de mala cosecha. (…) Se produjeron reacciones contrarias a la hipótesis childeana
del oasis e interpretaciones alternativas que intentaban explicar los orígenes de la agricultura en base al cambio
climático.” (Redman, C. 1990. Pág. 125-128.).- “Varias hipótesis utilizan ciertos factores para determinar la
introducción de la agricultura. Las evidencias sugieren que los grupos humanos se movilizaban para conseguir sus
productos. Se puede considerar al cambio climático u otra variable del medio ambiente como uno de los factores,
pero no el determinante. La cultura también pudo haber sido uno de ellos, ya que comprende lo aprendido y
transmitido por las personas, como lo concerniente a la tecnología y el instrumental técnico. Cabe destacar que el
éxito de la agricultura dependía del manejo de útiles para la recolección y proceso de alimentos. Los contenedores
hacían posible el almacenamiento de cereal. Pero hay una cuestión que no está clara y es que si los instrumentos
precedieron a la agricultura y permitieron su introducción o fueron resultado de las necesidades a causa del
desarrollo de esta. Otro factor que se puede encontrar es el crecimiento de la población, dado que se produce una
disminución de los recursos disponibles y pudo provocar innovaciones, aunque los datos arqueológicos no son
suficientes para explicar este factor. En ocasiones se tiene en cuenta también la organización social, pero al igual
que la anterior, no hay suficiente evidencia. Aunque si hay aspectos a destacar, la institución relacionada con la
subsistencia pudo haber conducido a la agricultura, además de la división y especialización del trabajo para lograr
un cultivo eficaz, y la densidad poblacional permitía un buen abastecimiento. También fue necesario desarrollar
formas de redistribución. Se produjo el comercio e intercambio entre comunidades, haciendo más provechosa la
agricultura que la caza.” “El éxito de la agricultura en sus inicios dependió de la voluntad y capacidad de los
hombres para guardar la cantidad de cereal necesaria para la siembra del año siguiente, y para protegerse de las
malas cosechas.” (Redman, C. 1990. Pág. 141.).- “La transición de una comunidad cazadora-recolectora a otra
agrícola no fue necesariamente unidireccional (…), bajo ciertas circunstancias los agricultores recurren a estrategias
propias de la caza y la recolección.” (Redman C. 1990. Pág. 142.-) “Tell Abu Hureyra, es un sitio ubicado en la ribera
del Éufrates, al norte de Siria. Allí se instaló un grupo de cazadores-recolectores hasta inicios del Neolítico, periodo
en el cual surge la agricultura. Este lugar nos brinda información sobre este proceso. Uno de los descubrimientos
tiene que ver con la caza, la que quizás, luego de iniciarse la domesticación de vegetal, seguía siendo indispensable
para la subsistencia de la comunidad. La fuente principal de proteínas de los animales eran las gacelas, es posible
que esto haya causado la explotación de estas. Los descubrimientos hechos en esta zona demuestran que tanto la
caza y la agricultura pudieron coexistir, descartando en parte que una precedió a otra. Andrew Moore y Anthony
Legge, ambos arqueólogos británicos, lograron la recuperación de restos orgánicos vegetales y animales. La aldea
pudo haber tenido entre 200 y 300 habitantes alrededor de 8000 a.c. Para el 7500 a.c., la aldea neolítica tuvo un
importante crecimiento hasta llegar aproximadamente a los 2000 y 3000 habitantes. Los métodos utilizados
permitieron obtener, entre otros objetos, huesos que en su mayoría eran de gacelas. Esto indica que esta especie
predominaba, y que además eran cazados en cualquier fase de crecimiento. No solo adultos. De acuerdo a esto, se
deduce que la cacería se producía luego del parto de las hembras y que el objetivo era la manada. No se esperaba
encontrar pruebas de caza en una comunidad que comenzaba a dedicarse a la agricultura. La caza supondría que el
campamento era algo estacional, pero otras cuestiones, como el enorme cerro donde se ubicaba, permite suponer
que eran sedentarios. Además, los restos vegetales hallados indican que se recolectaban diversidad de alimentos
vegetales. También se encontraron huesos de otros animales como cabras y ovejas, pero es difícil determinar si
pertenecieron a un periodo de domesticación o eran salvajes. Aunque hoy en esa zona no se encuentren estos
animales en estado salvaje. Pero si se puede deducir que estas no se sacrificaban de un modo estacional, sino a lo
largo del año, lo que es propio de un poblado cuyos animales son domesticados. Se encuentran debajo de las
gacelas, en la escala de cacería. Esto podría deberse a que la caza de estas abastecía por un año al poblado. Sin
embargo, en algún momento esto cambio. Debido, quizás, a la excesiva mortandad y sacrificio de manadas. Así,
surgiría la ganadería para complementar el cultivo vegetal, permitiendo que la aldea de Tell Abu Hureyra
comenzara la fase de una agricultura desarrollada. Con las muestras recolectadas en este lugar, se puede estudiar
este proceso. La combinación de las plantas del valle fluvial y los animales proporcionarían suficiente alimento para
todo un año. La idea de revolución sugiere un cambio brusco, aunque en esta aldea no se evidencia ello, sino que
habría sido un proceso durante un tiempo prolongado. Los hallazgos en Tell Abu Hureyra ayudaron a comprender
este proceso complejo y fundamental” (Legge Anthony y Rowley-Conwy Peter, Caza de gacelas en la Siria de la
edad de Piedra.-) “En las excavaciones realizadas por Andrew Moore en Abu Hureyra, en el norte de Siria, se
encuentran huesos humanos pertenecientes al Neolítico Temprano, los que podrían dar una aproximación de la
transición que estos grupos tuvieron al pasar de cazadores y recolectores a la agricultura. Este cambio parece haber
quedado grabado en estos huesos. Algunos de ellos reflejan tensiones provocadas por el transporte de granos y
materiales de construcción. Vertebras hundidas, dedos gordos de los pies artríticos, malformaciones asociadas a
brazos y piernas musculosos, son algunos de las deformaciones encontradas. También se encontraron molinillos de
mano, losas en forma de sillín utilizadas para la molienda de cereal. Estos sugieren que su utilización era en el
suelo, por lo tanto, el trabajador debía estar arrodillado. Esta labor demandaba grandes horas de trabajo, por lo
que se puede deducir que tales deformaciones fueron producto de ello. Estas lesiones son repetitivas durante el
Neolítico. Sus ocupantes debieron haberse dado cuenta que la forma más eficaz era la división del trabajo. Se
puede suponer que los hombres se encargaban de la caza, y luego de la agricultura del cultivo de las plantas,
mientras que las mujeres se encargarían de la preparación del grano. La especialización por actividades permitió el
desarrollo de la destreza, velocidad y perfeccionamiento, y definir que durante el Neolítico los papeles estuvieran
más definidos y circunscritos.” (Molleson, Theya. La lección de los huesos de Abu Hureyra.-)

PUEBLOS SISTEMA DE ESCRITURA LENGUA UBICACIÓN CRONOLOGICA

SUMERIOS CUNEIFORME SUMERIA (Asianica) 3500-3000a.c

ACADIOS CUNEIFORME ACADIO (Semita) Bronce Temprano 1500-1200 a.c

EGIPCIOS JEROGLIFICO EGIPCIO (Semita) 5000-500 a.c (Periodos y Reinos)

FENICIOS FENICIO FENICIO (Semita) Hierro 1200-700 a.c

HITITAS CUNEIFORME HITITA (Indoeuropea) Bronce Tardío 1800-1200a.c

3)“Las primeras formas de asentamiento datan de antes de la domesticación de plantas y animales. Eran pequeños,
con casas semisubterraneas. Para comienzos del Neolítico aparecen las primeras aldeas agrícolas. Estas basan su
subsistencia en especies domesticas de plantas y animales, pero también de una vida comunitaria, religiosa y
ritualista y dinámica. Los asentamientos pasan de ser ovales a rectangulares y de varios pisos. Hay asentamientos
en los que se visualiza la existencia de calles o pasillos entre viviendas, espacios abiertos en modo de plaza. Algunos
incluso fortificados con una muralla. Se encuentran muestras que denota la presencia de artesanos no solo
especialistas en piedra sino también en metales y cerámica. Estos cambios luego se reproducen en otros lugares.”
(Video Cercano Oriente 03, Periodos Neolítico y Calcolitico.-) “Una de las cuestiones más importantes de la historia
humana, es el traspaso de un estado bárbaro a uno de civilización. De acuerdo a los registros arqueológicos, el
origen de esta se dio en Oriente Próximo, precisamente en Egipto y luego en Mesopotamia. Se cree que las etapas
de este proceso no fueron al mismo tiempo en estos lugares.-” (Liverani, M. 1998).- “La revolución urbana,
expresión dada por V. Gordon Childe, es un proceso que se produjo en la Baja Mesopotamia y sobre todo en el
centro de Uruk. Esta se trata de un largo proceso que produjo cambios en la civilización, desde demográficos,
ideológicos, socioeconómicos y tecnológicos, transformando su estructura instaurando un tipo de organización
para toda la Edad del Bronce, y más adelante al antiguo Oriente. Entre los varios factores asociados a ella, es difícil
definir cuáles son primarios y cuales secundarios, ya que de los que se pueden nombrar, es imposible pensar que
no han tenido relación entre sí. Se puede decir que la explotación de los recursos fue un importante motor, pero
este no hubiese sido posible sin la especialización laboral y el crecimiento demográfico. Podríamos establecer
factores lógicos y no cronológicos, y se podría decir que el aumento de la productividad agrícola es la hipótesis
fundamental para asegurar los excedentes alimentarios de una comunidad. Hubo avances en cuanto a lo
demográfico y urbanístico, pero el más importante es el organizativo. El origen de la ciudad es el origen del estado
estratificación socioeconómica. Se da por primera vez interacción de los grupos humanos en el interior de cada
comunidad, y también entre ellas. Cada una organizada con estrategias que le permitieran competir por el acceso a
los recursos y el control del territorio. Durante el Neolítico y el Calcolitico, las comunidades son llamadas aldeas.
Existen diferencias de grado, familias ricas o más numerosas que otras, o aldeas más grandes y adelantadas que
otras. El avance organizativo consiste en la separación entre producción primaria de alimento realizada en aldeas
dispersas, y técnicas especializadas concentrando a los especialistas en poblaciones más grandes. La relación pasa a
ser jerarquizada con aldeas tributarias a la ciudad. Se produce una relación bidireccional en la que el excedente de
alimentos pasa de los productores a los especialistas, de manera que estos últimos pueden sobrevivir sin producir.
Y otros productos especializados y servicios pasan de los especialistas a los productores. Este tipo de relación
supondría ventajas para ambos, sin embargo, los especialistas son los más beneficiados, estos conocen técnicas
más avanzadas y tienen capacidad contractual y prestigio cultural y social. En cambio, los productores realizan
funciones tecnológicamente inferiores. En el núcleo urbano se ubican quienes realizan funciones administrativas,
como los escribas, supervisores; y ceremoniales, los sacerdotes, que garantizan los vínculos en la comunidad y que
organizan el flujo de trabajo y retribución. Lo que en la aldea era de incumbencia de los cabezas de familia ahora es
una tarea especializada, que incluye toma de decisiones delicadas, basadas en la desigualdad. Ya no existe la
solidaridad. El trabajo en conjunto de cada núcleo familiar se hace necesario para los demás, y las decisiones
afectan a todos y deben ser aceptadas por todos. Adolph Leo Oppenheim, destacado asiriólogo austrohúngaro,
denomino a los cambios producidos, en cuanto a la sistematización laboral y la concentración espacial, como las
grandes organizaciones: templos y palacios. Estos son los que distinguen a las ciudades de las aldeas. Aquí hay
grandes organizaciones, mientras que las aldeas carecen de ellas. Pero entre los templos y palacios hay diferencias
ya que en el primero se realizan actividades de culto, la casa de Dios; mientras que en el segundo reside el jefe
humano, el rey con su círculo de allegados. La similitud entre estos lugares es que allí se realizan actividades
administrativas, y se acumulan los excedentes en los que se basa el mecanismo redistributivo. Son también
domicilios de talleres artesanos, almacenes, oficinas de escribas y archivos. El complejo formado por estos, los
edificios especializados y las viviendas del personal dependiente (clero, administradores, mercaderes, artesanos y
guardias) representan al sector público, predominante en la ciudad y no en las aldeas. En esta gran organización se
distinguen dos grupos, los especialistas que no tienen medios de producción propios, trabajan con los del palacio y
son mantenidos por este mediante un sistema de raciones o de asignación de tierras. Esto significa que en cuanto a
lo socioeconómico y lo político son privilegiados, pero no así en lo que respecta a lo jurídico y económico, ya que no
son más que siervos del rey. El resto de la población, los productores de alimentos, es libre ya que tiene sus propios
medios de producción y trabaja para sí. Pero tributa para el Estado, a quien debe ceder el excedente de alimentos,
aunque da más de lo que recibe. En el palacio, la especialización laboral esta demarcada. Los especialistas con
dedicación plena dan profesionalidad y eficacia a su trabajo. Aparecen procesos de elaboración en serie. La
cerámica de hace al torno e incluso con molde, con ahorro de tiempo y costo. En la metalurgia sucede lo mismo.
Los telares se encuentran en talleres con mano de obra numerosa, en la que predomina la femenina e infantil. En
cada especialización se crea una relación entre maestros y aprendices, entre supervisores y obreros. La retribución
está vinculada al puesto de trabajo y capacidad del operario. En el caso de la aldea, la organización familiar esta
determinada por el parentesco ya desde el nacimiento, y cada cual conoce la función que heredara tras la muerte
de su padre. En la ciudad en cambio es de acuerdo al mérito y responsabilidad personal, y los bienes son propios,
no familiar. En cuanto al desarrollo hídrico en Mesopotamia podemos decir que las primeras ordenaciones son
locales. Gracias a ellas aparecen islas colonizadas y controladas, que más adelante se conectaran entre sí. A
mediados del IV milenio alcanzan una dimensión comarcal y sirven de red de intercomunicaciones, ya que el
transporte fluvial es más económico que el terrestre. La tecnología agrícola también avanza, con el agua de regadío
que permite obtener mayores rendimientos. Además, se labra la tierra con el arado de sembradera que permite
trabajar la tierra en menos tiempo. Este necesita animales de tiro y operarios especializados. Estos elementos
garantizan una gran cantidad de excedentes alimentarios que permite proveer a los especialistas y administradores
que habitan las ciudades. Los asentamientos se ubican en zonas con caudales de agua que permitan su uso para el
regadío y el transporte. En estas se dispone una bipartición entre las aldeas, dedicadas a la actividad agropastoral, y
las ciudades donde se realizan actividades de transformación, intercambio y servicios. Luego surgen poblaciones
intermedias que ejercen funciones descentralizadas, en el sector artesanal y administrativo. Hay espacios
intersitiales que cumplen una función política, mantienen las comarcas separadas y a su vez cumplen una función
económica ya que sirven de reserva de recursos para las necesidades de la ganadería, y también para la pesca y la
recolección. Junto a la urbanización, es notable el crecimiento de la población provocada por aumento de la
producción alimentaria. Pero en este crecimiento hay diferencias y dudas. El desarrollo de un centro urbano
provoca el despoblamiento del campo que lo rodea. Vale resaltar que, para que se produzca el acondicionamiento
del territorio agrícola es necesario la excavación de canales, y para ello es necesario reunir provisiones para cubrir
costos (raciones para los trabajadores), e incorporar mano de obra. Una vez finalizado el canal, es necesario instalar
familias que ocupen las tierras lo antes posible para obtener beneficios. Se produce un proceso cíclico, en el que la
demografía, la tecnología y la política mantienen una estrecha relación, lo que concluye que ninguno de estos por si
solo puede considerarse prioritario o independiente. Aparecen también dos estados jurídicos en los que una parte
corresponden a las familias libres, y otras al templo y palacio. Estas últimas a su vez las gestionan de dos maneras,
una explotada directamente con mano de obra servil, y otra parcelada y asignada en usufructo a los dependientes
de la organización a cambio de sus servicios. La ciudad tiene un aspecto urbanístico complejo. Se destacan los
edificios de los templos y los palacios, edificios públicos, y por ultimo las viviendas pertenecientes a núcleos
familiares de prestigio social. La acumulación de riquezas permite la construcción de murallas. El gasto que este
requiere, se justifica dada la función de esta que es proteger la ciudad y su patrimonio, de posibles ataques de
ciudades vecinas. Distinto es el caso de la aldea, que, debido a su escasa riqueza material, lo que más vale es la
mano de obra, no tiene necesidad de generar un gran gasto en amurallarlas. La aparición de un sistema de registro
escrito permite que la cultura mesopotámica evolucione hacia formas de organización política y económica. Para
finalizar podemos decir que la revolución urbana conduce a la formación del estado, no solo en la función político-
ejecutiva, sino entendido como organización que controla de forma estable un territorio, y organiza la explotación
de los recursos para garantizar la supervivencia de la población. La burocracia, formada por los escribas y
subdividida en sectores y jerarquías, es quien se encarga de la gestión económica de la ciudad-estado. Establece,
garantiza y registra los excedentes desde las aldeas a la ciudad, organiza la redistribución de estos a los
trabajadores especializados, proyecta y realiza obras de infraestructura agraria y urbana, y emprende el
intercambio comercial con otras regiones. El clero se encarga del culto, y gestiona la relación con la divinidad. La
comunidad cede una parte de sus productos a estas con el fin de obtener cambios favorables de los fenómenos
naturales, y otra a la clase dirigente a cambio de servicios. Otra función crucial para el funcionamiento del estado
es el ejercicio de la fuerza con fines defensivos y de fuerza interna. Esta defensa se presenta en campañas ofensivas
contra otras regiones en el intento de apoderarse de sus productos y medios de producción. La administración, el
clero y la milicia, se agrupan en la persona única del jefe comunal, el rey. Este es auxiliado por consejeros técnicos y
responsables sectoriales subordinados a él. También se presenta como sumo sacerdote del dios en la ciudad, el
gestor humano. Es el garante de la buena relación entre la comunidad humana y el mundo divino.” (Liverani, M.
1991.-) “Aparecen los primeros documentos escritos que datan de fines del Calcolitico. Se considera a esta fase
como origen de la ciudad, tomándose a Uruk como el sitio que ofrece la mayor cantidad de evidencia. Uruk se ubica
al sur de Mesopotamia, cerca del rio Éufrates. Las evidencias arqueológicas demuestran que para el año 2900 a.c,
este asentamiento llego a ocupar 600 hectáreas, se encontraba rodeado de una muralla. En el centro, se
encontraba el complejo administrativo, los templos del dios An y la diosa Inanna. Aunque es difícil especificar qué
tipo de actividades se realizaban allí, se encontraron pruebas que pueden dar indicios. En esta ciudad es donde se
encontraron los documentos más antiguos, algunos con signos pictográficos que indicarían el ingreso y egreso de
productos, es decir, registros contables. Pero también se encuentran tablillas con escritura cuneiforme que
datarían de mediados del Tercer Milenio. Otro descubrimiento importante es la gran cantidad y variedad de
artesanías, entre ellas pequeños conos vidriados con distintos colores que se incrustaban en las paredes y columnas
de los edificios. Aparecen también cilindros sellos, cuencos que pudieron haber servido para entregar raciones a
trabajadores. En cuanto a este último se puede advertir que quizás existió un sistema tributario a través de la
entrega de bienes o trabajo, y también lo redistributivo ya que estas organizaciones podrían haberse encargado de
la alimentación de los trabajadores en su lugar de trabajo. El hallazgo de el vaso de Uruk nos permite detallar
cuatro registros principales: en la línea inferior se observan animales domésticos y lo que parecería ser plantas de
lino, y debajo de ellas líneas curvas que indicarían el paso de agua, que significarían ser los recursos básicos de esta
ciudad; en el medio se observa una fila de hombres que cargan vasijas con productos que son entregados a una
figura femenina registrada en la fila superior, rodeada de símbolos que corresponden a la diosa Inanna. Detrás de
ella se ve como almacenaría estas ofrendas. En este vaso hay una parte faltante, pero en la que se indicaría la
presencia de un gobernante de la ciudad. Esto se deduce a partir de la comparación con sellos contemporáneos.”
(Video Cercano Oriente 04, Uruk I: el origen de la ciudad.-) “Varias hipótesis surgen en torno al surgimiento de la
revolución urbana. Además del pronunciado por V. Gordon Chile, quisiera destacar el del profesor de historia
antigua Fritz Heichelheim, quien formula que la historia económica se basa en tres factores los recursos y el trabajo
son estables, y el capital seria la clave del progreso. De acuerdo a sus investigaciones determina que esta
revolución fue el producto de los préstamos con intereses que habría permitido que el capital se concentre en los
usureros. Pero esto se considera erróneo al estudiar la documentación mesopotámica jurídica y administrativa
donde se ve que esos términos son secundarios y no tienen que ver con el surgimiento de la ciudad y la sociedad.
En una economía como la de Mesopotamia, el capital del que dispone el templo no es monetario, sino que se basa
en la acumulación de víveres, y es utilizada para pagar las raciones por la mano de obra utilizada en las obras
publicas. Las agencias redistributivas administraban materiales como la cebada, la lana, el aceite o los tejidos, y
además los metales obtenidos mediante el comercio.” (Liverani, M. 1998.).- “Muchos Estados antiguos no eran
Estados en absoluto, al menos si los consideramos como estados territoriales que incluían mucha tierra, numerosas
ciudades, pueblos, aldeas, granjas, campos agrícolas y huertos. Ahora bien, más allá de las características que
pudimos nombrar en cuanto a la conformación de ciudades estado en Mesopotamia y su jerarquización, no fueron
más que eso y no lograron consolidar grandes estados territoriales. Aquellas ciudades y sus gobernantes que
conquistaban otras para controlar su tierra y el agua, no duraban demasiado. Lo que destacaba a Mesopotamia era
su cultura, creencia en los mismos dioses, la misma literatura, y una ideología de que debía haber un Estado
territorial mesopotámico. En tablillas recuperadas de Mesopotamia, no se encuentra la referencia reyes, ni
tampoco a hazañas logrados por ellos. Sino que son textos del tipo económicos, rituales, cartas, documentos
legales, y otros no literarios. De las excavaciones realizadas en la zona, surge que los asentamientos eran sitios
pequeños, conectados a otros mucho más grandes, construyendo así redes de sitios regionales. Los asiriólogos
consideraban que estas primero fueron Estados-templo, organizaciones templo/teocráticas cuyos gobernantes
tenían rango sacerdotal; y que luego fueron Estados-palacio, utilizado para describir el poder real absolutista de los
reyes de la Tercera Dinastía de Ur (Ur III). Pero estas interpretaciones tuvieron sus críticas. A continuación, sintetizo
los distintos puntos de vista de los autores que se dedicaron al estudio de Mesopotamia. Adolph Leo Oppenheim,
considera que “los reyes mesopotámicos eran cualquier cosa menos déspotas orientales” y que las Grandes
Organizaciones de templos y palacios eran cada una de ellas “sistemas de circulación” internos. Rivkah Harris,
investigadora, comenzó a estudiar la ciudad de Sippar del periodo Paleobabilonico (1894-1595 a.c), porque de allí
surgen varios documentos que proporcionaron información sobre la ciudad, los ancianos, el alcalde, la asamblea,
los mercaderes, los jueces, artesanos y especialmente las mujeres naditu que vivían en un claustro y participaban
en el mercado inmobiliario. Ignace J. Gelb, historiador y asiriólogo polaco-estadounidense, refuto la teoría que
afirmaba que los “Estados-templo comprendían prácticamente toda la sociedad sumeria, un sistema de gobierno
teocrático.” Sociedad sumeria refiere a la más temprana de las ciudades estado en Mesopotamia, en concreto a
Lagash, en el periodo anterior a Sargón de Agade (aproximadamente antes del 2334 a.c). Él, sostenía, que los
historiadores habían cometido errores. Los templos y palacios a los que Oppenheim hace referencia, empleaban
escribas para documentar las actividades que allí se realizaban. La información que surge de un templo de la
ciudad-estado de Lagash, concluye que funcionaban como economía-templo que lo incluía todo. Había también
documentos de venta de tierras en los que los cabezas de grupos tribales ven comercian tierras con reyes y
notables. Probablemente, los vendedores no desocupaban as tierras, sino que trabajaban en ellas y pagaban
impuestos a los nuevos propietarios. Si bien la documentación es escasa, es erróneo pensar que los templos eran
propietarios de todas las tierras en las ciudades estado tempranas. Gelb también concluyó que es incorrecto decir
que había socialismo de Estado, durante Ur III (2100-2000 a.c). Esta deducción surge a partir de documentos que
manifiestan la administración de impuestos y tributos en Drehem y Umma. Él también noto que en Nippur se
hallaron documentos que mencionan la propiedad privada de la tierra. En otras investigaciones, se observa que las
decisiones de la corte las tomaban autoridades locales, y no funcionarios judiciales del Estado. Algunos
historiadores juzgan a los gobernantes como exitosos o no, de acuerdo a sus cualidades, cantidad de territorios
tomados, y atribuían el colapso a invasores que ponían fin a reyes débiles y a sus dinastías. En Mesopotamia, los
vencedores tienen el privilegio de inmortalizar sus victorias por escrito. En el caso de las ciudades de Agade y Ur, de
acuerdo a las lamentaciones fueron los dioses quienes decidieron el destino de las mismas. La fragilidad de los
regímenes puede encontrarse en la resistencia de varios poderes locales y regionales, oposiciones dentro del
palacio o sacerdotales, revueltas lideradas por nobles o elites o reinos que buscan independencia, y en las
instituciones comunales que buscan mantener autoridad local. Como ya se mencionó, la primera ciudad en
Mesopotamia es Uruk. A partir del descubrimiento de las tablillas se puede conocer la administración de la ciudad,
la lista de funcionarios y líderes municipales, así como también la división del trabajo desde la elite hasta los no
libres y esclavos. A pesar de que el nivel III del distrito Eanna fue arrasado, no significo la desaparición de Uruk. Si
bien no se conocen las causas de la destrucción, se puede pensar que la estructura burocrática del primer Estado
de Mesopotamia, fue resistida por la población. No obstante, sobrevivió al menos 3000 años luego de su fundación
urbana. En la primera mitad del tercer milenio a.c, las ciudades-estado mesopotámicas luchaban entre sí. Podemos
nombrar Lagash y Umma que se disputaban la zona de tierra fértil que se ubicaba entre ellas. En las inscripciones
halladas en Lagash, da por vencedores a sus gobernantes y afirman que tuvieron apoyo divino. Pero Lugalzagesi,
termina conquistando esta y otras ciudades del sur. Sin embargo, esto duro poco ya que un nuevo rey de Kish,
Sargón de Acad (2334-2279 a.c), lo derroto y tomo bajo su poder todas las ciudades-estado del sur de la
Mesopotamia, tratando de mantener su poder por más de 150 años, aunque de manera dispar. La sucesión de
cinco reyes de la misma dinastía y su dominio de extensas tierras no tenía precedentes y cambia la estructura
socioeconómica y política del poder. El creador del Estado o Imperio acadio, era un usurpador de la corte del rey de
Kish. Estableció residencia en la ciudad de Agade conquistando y terminando así las luchas entre las ciudades del
centro y sur de la Mesopotamia (periodo Dinástico Temprano 2900-2350 a.c). Desde Sargón hasta su bisnieto Shar-
kali-sharri, realizaban varias campañas militares, intentando agregar territorios al Estado de Acad. Para lograr una
buena administración, se establecieron gobernadores, y regulaciones sobre técnicas contables y administrativas, y
reformas burocráticas. Para asegurarse el favor divino se construían templos, se ofrecía botín de guerra a los
dioses, y los reyes nombraban sacerdotisas a sus hijas. Sin embargo, nada fue suficiente para superar las
fragilidades del reino. Si bien durante el reinado de Sargón no se registran conflictos, estos si habrían surgido
durante el reinado de sus sucesores, Rimush y Manishtushu, en donde posiblemente fueron asesinados por
conspiraciones en el palacio. En Summer y Acad, se manifiestan rebeliones. La sublevación contra Naram-Sin, son
documentadas como las más dramáticas de su reinado. Pero todas fueron suprimidas el hijo de Naram-Sin, Shar-
kali-sharri, gobernó durante 25 años, antes de que el Estado de Acad llegara a su fin. Luego de la caída de Ur,
emergen reinos independientes. Ishbi-Erra, un general del ejército de Ur, tomo la ciudad de Isin, expulso a los
elamitas de Ur, estableció una dinastía y domino gran parte de la región. En 1897 a.c, la ciudad de Larsa, bajo el
dominio del rey Abi-sare, atacó Isin. Larsa era una ciudad con inestabilidad política debido a que sus gobernantes
eran de diferentes linajes; en consecuencia, una familia de ascendencia elamita se hace al poder y gobernó durante
siete décadas. El segundo monarca de esta dinastía, Rim-Sin, pone fin a la rivalidad entre su ciudad e Isin cuando
captura está en 1793 a.c. En Mesopotamia central, Eshnuna, conquista ciudades independientes como Nerebtum,
Shaduppum y Dur-Rimush, siendo así el Estado más poderoso de principios del siglo XVIII. En Assur, luego de la
caída de Ur, los gobernantes locales tomaron el título de gobernadores del dios Assur. Shamshi-Adad, de la ciudad
de Ekallatum, conquista Assur. Al momento de su muerte, en 1776 a.c, este rey controlaba toda la región norte de
Babilonia, aunque luego se desintegro. Yahdun-Lim había comenzado una nueva dinastía, a mediados del siglo XIX,
pero fue asesinado y su hijo no lo sobrevivió por mucho tiempo. Cuando Shamsi-Adad establece el control en Mari,
desina a su hijo como rey de esta. Luego de la caída del reino de Alta Mesopotamia, Zimri-Lim, familiar de Yahdun-
Lim, se convierte en nuevo rey de Mari. En Babilonia, en 1792, Hammurabi sube al trono. Uruk, Kish y Sippar,
tuvieron sus propias dinastías antes de Hammurabi. Los jefes amorreos se aliaban y se traicionaban en el intento de
tomar ciudades. Las elites urbanas resistieron la dominación de los reinos vecinos. En 1766 a.c, Elam en alianza con
Babilonia, Mari y quizás Larsa, ataco Eshnuna. En 1764 a.c., esta, Mari y Aleppo, ayudaron a Hammurabi en la
derrota a Elam. En 1763 a.c., Hammurabi derroca a Rim-Sin de Larsa, en 1762 a.c saqueó Eshnuna, y por último se
revela a su aliado Zimri-Lim de Mari y conquista esa ciudad. En cinco años, Hammurabi reúne el centro y sur de
Mesopotamia bajo su gobierno en Babilonia. Sus victorias fueron mencionadas en su código de leyes escrito hasta
el final de su reinado.” (Yoffe, N. y Seri, A. 2018.-) “El código está grabado en estela de piedra oscura. (…) En lo alto
del monumento (…) un relieve representa el autor, el rey Hammurabi de Babilonia (alrededor de 1792-1750 a.c.),
recibiendo de su dios Marduk las insignias del poder real. Debajo de esta imagen están colocadas y grabadas, en
cajas verticales de madera antigua, una primera serie de veintitrés columnas de escritura (…), en el reverso, otras
veintiocho columnas concluyen el monumento. Cinco columnas del principio y otras cinco del final (se las llama
prologo y epilogo) componen, por boca de Hammurabi, una especie de fragmento (…), que sirve de introducción y
conclusión al cuerpo de la obra. En el prólogo, el rey se declara propuesto por los dioses para la gloria militar y
política de su país, que proclama haber logrado mediante una serie de conquistas (…), y llamado por los mismos
dioses para el gobierno y la prosperidad de su pueblo: presenta la parte legislativa que sigue como un conjunto de
medidas tomadas por el, monarca experimentado y justo, para realizar esta grandiosa voluntad divina. En el
epilogo prosigue con la misma idea: subrayando la sabiduría y la equidad de sus decisiones (…), las ofrece como
modelo perpetuo a los futuros soberanos. El código (…), se presenta como una serie de proposiciones (…) para
reglamentar (…) la conducta social de los súbditos de su reino. Cada una de las proposiciones son consideradas
como artículos y fueron enumeradas. Hay 282 en total. Comienzan (…) por una prótasis, introducida por la
conjunción “si”. Estos han sido reagrupados (…), 5 párrafos dedicados a los falsos testimonios; 20 dedicados al
robo; 16 a las concesiones reales, institución particular de la antigua Mesopotamia; 25 al trabajo agrícola; una
decena a los locales de habitación; (…) por lo menos 24 de comercio, 15 a depósitos y deudas; 67 a la mujer y la
familia; 20 a golpes y heridas; 61 a las diversas profesiones liberales y luego a las serviles; y por último 5 a los
esclavos. El Código de Hammurabi no ha tenido nunca valor legislativo, sus prescripciones se convirtieron en
caducas lo más tardar cuando la situación política y administrativa del país cambio, en el momento de la caída de la
dinastía Hammurabiana. Este código no es más que auto glorificación de ese rey. La prosperidad, en Mesopotamia,
lo ha admirado como una pieza ejemplar digna de que se la difunda y se la copie a través de las edades (…), porque
en ella se encontraba el recuerdo de un gran monarca que, más y mejor que los demás, había sabido expresar (…)
un ideal a la vez noble.” (Bottero, J. 2004. Pág. 188-190, 192,218-219.-) “Prologo: (..) Anu (…) Enlil (…), le asignaron
poderes supremos sobre todos los pueblos al dios Marduk (…) los dioses Anu y Enlil, para el engrandecimiento del
bienestar de las personas, me llamaron por mi nombre Hammurabi, el príncipe piadoso, quien venera a los dioses,
para hacer prevalecer la justicia en el territorio, para abolir el mal, para evitar que el fuerte suprima al débil, para
elevarme como el dios-sol Shamash sobre toda la humanidad, para iluminar la tierra. (…) Cuando el dios Marduk
me encomendó proveer formas justas para que el pueblo de la tierra obtenga un comportamiento apropiado,
establecí la paz y la justicia como el lema de la tierra. Alcance el bienestar del pueblo.” (Fuente número 1,
cuadernillo semana 6, “Código de Hammurabi (selección).- “El prólogo también presenta una lista de 25 ciudades y
las joyas de la corona. Las victorias están datadas como respaldadas por las divinidades las ciudades conquistadas.
A pesar de esto, su autoridad no duro mucho. Las revoluciones se iniciaron en la primera década del reinado de
Samsu-iluna, el hijo de Hammurabi. Si bien las revueltas lograron ser suprimidas, la fragilidad del Estado era
notoria, con rasgos de debilidad económica, institucional, militar y ambiental. Algunas ciudades fueron
abandonadas. En las tablillas que datan de mitad del segundo milenio a.c., se nos permiten suponer, qué las
actividades de instituciones comunales quedaban sobre el poder real y lo limitaba. Las ciudades y aldeas
funcionaban con autoridades locales tales como, el jefe de la ciudad, los ancianos, la ciudad, la autoridad del puerto
y la asamblea, que participaban en la resolución de disputas y litigios y servían de moderadores entre la corona y la
sociedad. En 1595 Babilonia fue saqueada y un débil rey Samsu-ditana fue derrotado. El vacío de poder fue
suplantado por los líderes kasita que establecieron una Dinastía en Babilonia. Para el siglo XIV controlaban todo el
lugar. En las cartas del Amarna, son considerados como parte del “Club de los Grandes Poderes”, junto con Asiria,
Mitani, los Hititas y Egipto. Luego del asesinato del Rey kasita, Karahardash, surgen discusiones entre Babilonia y
Asiria. Assur-uballit de Asiria, invade Babilonia e instala un rey títere. Un siglo después Tukulti-Ninurta I, gobernó
Babilonia por medio de reyes títeres hasta que una revuelta en Asiria lo destituyo. Anterior a Shamshi-Adad, otra
dinastía gobernó la ciudad de Assur y los territorios vecinos qué se encontraban en el borde Oriental del río Tigris
durante cerca de 200 años. La documentación que nos permite obtener información de este periodo, proviene de
mercaderes en la ciudad de Kanesh en Anatolia central. La mayoría de los mercaderes asirios vivían en el área baja
de esta ciudad. Se denominaba karum a la asociación de estos. Estos, a su vez, estaban sujetos políticamente al
príncipe anatolio, a quién le pagaban impuestos. Estos mercaderes movilizaban toneladas de estaño y textiles de
Assur a Kanesh, y vendían en los mercados de Anatolia por plata y oro. De acuerdo a textos asirios podemos
determinar qué el emprendimiento estaba basado en iniciativas privadas, la búsqueda de ganancias, cheques al
portador, términos que nos resultan conocidos ya que son utilizados en la actualidad. Esto se contradice con la idea
de que el comercio estaba organizado por el Estado, con precios fijos y mercaderes como agentes estatales.
También podemos decir, que estos establecían residencia en Kanesh y se casaban con mujeres del lugar dejando a
sus esposas en Assur. El sistema comercial estaba basado en agentes privados que no dependían de la sociedad en
la que vivían. Assur era una ciudad más pequeña que Kanesh. Su gobierno se basaba en una oligarquía vinculada al
comercio de la ciudad en la que sus gobernantes se hacían llamar administradores de la deidad estatal. En ambas
ciudades existían asambleas que intervenían en asuntos en los que los mercaderes se peleaban por entregas de
bienes y por sociedades a largo plazo. La aparición de Estados centralizados en los siglos XVII y XVIII a.c, terminaron
con el tipo de comercio que dependía del movimiento de bienes, pago de sobornos y de impuestos adeudados al
palacio en Kanesh. Sí bien los mercaderes no dependían del Estado, este debía intervenir de alguna manera,
facilitando el transporte por medio de la construcción y mantenimiento de caminos, puentes y puertos, por
negociaciones establecidas con acaudalados locales. Assur tenía un pequeño sistema de gobierno en el que sus
miembros estaban vinculados por parentesco, lo que demuestra que esté se erigía por la confianza y no la
competencia. Las tablillas provenientes de templos y palacios que datan del III Milenio, hacen referencia a
asambleas, consejos y mercaderes. Luego del período Paleoasirio (1700-1356 a.c.), hay un afianzamiento de los
Estados en la Mesopotamia, pero luego se produce un quebranto que tiene como consecuencia la repartición en
Estados más pequeños con variada autoridad real y tácticas militares. En 1356, Assur-uballit, consolida un nuevo
estado asirio y rechaza los poderes locales. Tukulti-Ninurta (1233-1197 a.c.), derroca al monarca babilónico dado
que, según él, violó las obligaciones del tratado, y a su vez afirma qué los dioses acompañan su decisión. Saquea
Babilonia y toma la estatua de Marduk para llevarla a Asiria. Su comportamiento ante este hecho fue tomado como
una deshonra por los nobles de Assur, y como consecuencia lo asesinan.” (Yoffe, N. y Seri, A. 2018.). Cómo pudimos
observar, en Mesopotamia nos encontramos con un tipo de estado en el que la realeza es frágil. Lo contrario pasa
en Egipto. En dónde encontramos un estado organizado, con las herramientas suficientes para poder manejar en
forma correcta el país. Sin embargo, está burocracia solo se ocupaba de ciertas actividades qué eran de su interés.
Por otro lado, encontramos a los jefes de aldea o potentados provinciales. Que, si bien no eran funcionarios, tenían
cierto privilegio por su riqueza y servían de intermediarios de la sociedad rural y los funcionarios de la corona. La
autonomía de las comunidades dependía del interés que el faraón tenía por sobre ellas ya sea en lo económico,
estratégico o político. De acuerdo a la posición qué se podía llegar a tener, ya sea por la proximidad a núcleos
dirigentes o al círculo íntimo del soberano, también significaba tener cierto poder y responsabilidades. Esto
también indicaba los títulos que la persona podía obtener. Pero cabe aclarar qué el hecho de poseer gran cantidad
de ellos no significaba que tuviera poderes reales ilimitados. Algunos factores como lo son las luchas por el poder la
movilización de influencias acumulación de cargos y transmisión entre la misma familia pueden tener como
consecuencia inestabilidad en el país. En cuanto a lo económico, el porcentaje de recursos destinados a ser
retribuidos fue variando con el tiempo. Otra cuestión que también varía y que sufre cambios, es la estructura de la
Administración la que posiblemente fue causada por reformas a la formalización. En el periodo de la IV Dinastía, se
observa la construcción de grandes tumbas provinciales, y en la capital el aumento de funcionarios qué pueden
costear sus tumbas otros monumentos. Se puede decir que al haber mayor explotación de recursos provinciales la
élite se enriqueció. Durante este periodo el faraón contaba con la colaboración de caciques locales, que no poseían
los mismos elementos o labores que los dignatarios de la capital. Es así que regularmente se enviaban funcionarios
a los nomos para supervisar que se cumplieran los mandatos reales, sirviendo también de intermediarios entre la
corte y estas provincias. En la VI dinastía es posible que, debido al aumento de los recursos provinciales, el rey haya
incorporado a los caciques para poder asegurarse su colaboración. Una de las diferencias entre la IV y VI dinastía,
es que en el primero caso son escasos los títulos provinciales que se debería a un control informal, en cambio en el
segundo caso se encuentra la formalidad ya por escrito a modo de títulos. Esto demuestra que la organización
burocrática y administrativa sufre cambios a lo largo del tiempo. En la cima de esta pirámide administrativa se
encontraba el rey que era la autoridad suprema, que a su vez se rodeaba de un grupo de funcionarios denominados
seru, cuyo responsable era el visir. Junto a ellos establecía la toma de decisiones. El texto Onamasticon de
Amenemoμe comprende un listado en orden decreciente, de acuerdo a la importancia, de las categorías
ocupacionales y jerárquicas de la población egipcia. Los siguientes serían los rangos de administración y social:
“Dios, diosa, espíritu (masculino), espíritu (femenino), faraón, reina, esposa del rey, madre del rey, hijos del rey,
príncipe, visir, Amigo Único, hijo mayor del rey, general en jefe (etc.)” (Moreno García, J.C. 2004. Pág. 113).- Tal
como se observa en el apartado anterior, el visir se encuentra luego de la familia real y como dirigente de otros
departamentos administrativos y personal de la corte. Entre sus deberes se encontraban: el control supremo de los
graneros, del tesoro, de los talleres del palacio, de la ciudad de la pirámide, etc. Su oficina era denominada Gran
Hut o Los Seis Grandes Hut, y desde ella supervisaba las labores de gobierno y la toma de decisiones con la ayuda
de los jefes de los distintos departamentos administrativos, que se encargan de controlar los recursos y personas
que serán empleados en actividades de su interés; y de los archivos. también utilizaba una red de correos que era la
encargada de transmitir las órdenes a sus dependientes, y así garantizar el cumplimiento de estas en todos los
rincones de Egipto. Tenían un importante interés en controlar los recursos del reino. Pero no hay registro que
permita confirmar que dentro de sus labores estaba también el garantizar una mejora de vida de la población, y
tampoco perfeccionar la organización de la agricultura y de actividades productivas. Lo que indica que el decir que
existió una política social, es erróneo. Esto fue, en su momento, pensado por inscripciones halladas en
monumentos que así lo indicaban: “yo alimente al hambriento y entregue ropas a quien iba desnudo…”, pero en
realidad no hay ninguna fuente documentada que indique que al Estado egipcio le interesara cubrir las necesidades
de la población. Por el contrario, solo le importaba proteger la recaudación obtenida de las contribuciones, e
incorporar mano de obra. Su única obligación era dar raciones y equipamiento a sus empleados hasta que finalizara
su servicio.Una de las ocupaciones más importantes era la de escriba, es por ello que los dignatarios del Estado
gustaban dejar asentado en sus biografías, el ascenso en sus carreras administrativas como escribas, ya que esto
también favorecía su aproximación al faraón y altas esferas de poder. En algunos casos se observa que los
funcionarios acaparaban varias actividades, pero una siempre era la principal. Se observa que a partir de la VI
dinastía ocurren cambios en cuanto a la administración de las provincias o nomos de Egipto, cuyo fin era obtener
más y mejores recursos para la corona. Se define su estructura a partir de títulos como el nombramiento de
grandes jefes de nomo, intendentes del Alto Egipto, y aumento de instalaciones hut por todo el país. Es así que,
podemos decir que la organización administrativa de Egipto durante el Imperio Antiguo constaba de tres partes:
departamentos administrativos agrupados en torno al visir, quien, a su vez, junto a otros dignatarios, establecía un
consejo consultivo del faraón; representantes asignados a las provincias; y oficiales de enlace, correos y
mensajeros, funcionarios que supervisaban los censos, el cultivo de las tierras, reclutamiento de mano de obra y
registro de los campos. A esta estructura se le debe agregar otra más informal, formada por cortesanos próximos al
rey, los caciques locales y jefes de aldeas, estos no pertenecían a la jerarquía burocrática, pero eran esenciales para
ejecutar las órdenes del palacio.Para la corona era preciso tener un inventario de los campos y tierras ya que de la
agricultura provenía la riqueza del país. Esta función era desempeñada por los escribas de los campos. También
quedaban registrados los tipos de pastizales y recursos hídricos de un terreno.Los intendentes del reparto de
trabajadores-meret y de campos, se encargaban de las relaciones entre los trabajadores y el campo. Una de las
tareas esenciales de la corona, era el recuento del ganado que se hacía cada dos años. El rebaño también permitía
abastecer las expediciones o tropas militares. Además, era importante realizar censos ya que la población se
encontraba dispersa y era necesario tener el control de la cantidad de trabajadores que disponía la corona, se les
daba el título de siervo del rey. Entre las tareas que se les encargaban estaba la construcción de un templo o
confección de paños a ser entregados a la administración. Hay pocas evidencias del periodo del Imperio Antiguo
que nos permiten entender cómo era la estructura de la propiedad de la tierra y otras, emanadas de ella. La
necesidad de información, lleva a que los arqueólogos mal interpreten las fuentes mejor conservadas: las tumbas y
sus decoraciones. Algunas escenas incluyen el desierto del, el valle del Nilo, el medio rural egipcio, localidades, e
instalaciones como los hut. Las inscripciones autobiográficas, revelan que existían recompensas a cambio de
labores estas eran en torno a tierras, mano de obra y ganado u otros bienes. En algunos textos figuran
explícitamente la dotación de semillas, yuntas de bueyes, rebaños de toros, cabras, asnos y trabajadores meret. Los
que datan del Imperio Antiguo aluden a una combinación de casa, campos, trabajadores y ganado del rey a un
funcionario por el desempeño en sus tareas. Sin embargo, estos podían ser retirados en casos de negligencia por
falta en sus funciones. En las autobiografías de este periodo podemos notar que non se hace alusión a lo obtenido
en forma privada. En cambio, en textos procedentes del Imperio Medio se observa que algunos oficiales distinguen
los bienes otorgados por el rey y aquellos adquiridos en forma privada por su propio esfuerzo. La expresión per-
dyet se utilizaba para denominar a la combinación de bienes otorgados por el faraón a sus funcionarios en
concepto de remuneración por la labor realizada por ellos. Cabe destacar que las personas que se le designaban a
los funcionarios para que, por ejemplo, trabajen la tierra, no eran precisamente siervos de este. Sino que eran
trabajadores que seguían siendo controlados por el Estado y realizando trabajos para él, y solo habían sido
asignados a tal funcionario como recompensa por sus servicios. No es habitual que la entrega de tierras figure en
las autobiografías de los funcionarios, dado que era algo usual. Solo se observa esta mención en casos en los que el
tamaño de las mismas superase lo habitual. En ocasiones recibían productos raros y lujosos, y cargos relacionados a
la celebración de rituales en los templos o complejos mortuorios del soberano. Estos eran frecuentemente citados
dado que denotaba orgullo y una fuerte cercanía al rey. El Estado toma las ganancias en productos y trabajo de los
campesinos. Pero estas a su vez tiene la libertad en como ejercer su trabajo, que tipo de cultivo realizan, que
utilizaran para la labranza y en la cría de los animales. Aunque a su vez están obligados a responder con cierta
cantidad de producción para cumplir con el rendimiento solicitado por el Estado. En consecuencia, esto establece la
relación directa de las comunidades campesinas con el Estado. Esto evita la aparición de individuos capaces de
apoderarse de manera ilegítima de las ganancias que son del Estado. Se explica entonces que la ausencia del
feudalismo en este Estado se debe a que el mismo tenía la aptitud para desmantelar cualquier tipo de competencia
y la manifestación de una aristocracia terrateniente hereditaria. En cuanto a las provincias se puede decir que, si
bien existía la presencia de familias importantes, su poder e influencia nunca sobrepasaron los límites provinciales,
y no dejan de ser servidores del Estado. La construcción de instalaciones, como capillas hut-ka por los faraones de
la VI dinastía, enlaces matrimoniales de estos con hijas de alguna de las familias, la incorporación de miembros a la
administración del Estado, denota la intervención e interés de la corona por el control de todo el país. En
conclusión, luego de lo expuesto, podemos simplificar y decir que la diferencia entre Mesopotamia y Egipto en
cuanto a la consolidación como Estados se debe a que, en el primer caso, nos encontramos con la fragilidad de la
realeza, un poder negociado; y en el segundo, encontramos un aparato burocrático consolidado, con mayor grado
de control del territorio y de las personas. (Moreno García J. C., 2004.-) 4) Toda la edad del Bronce se divide en tres
partes, el Tardío, se ubica en la segunda mitad del II Milenio, en los años 1550-1200 a.c. Durante este periodo se
desarrolla un sistema regional formado por un número limitado de potencias estables, mediano-grandes, que
controlaban a las pequeñas. Elam controla parte de la meseta sur iraní. También encontramos la Babilonia kasita
que se consolida al sur. Surge el reino de Mitanni que gobierna asiria en Alta Mesopotamia, pero que a mediados
del siglo XIV ingresa en un periodo de crisis debido a las potencias externas y conflictos internos, se deduce que la
expansión del reino de Hatti, con su conformación en Imperio, influye en ello. Al final del periodo desaparece como
estructura política. En cuanto al Imperio Hitita, pasa por un periodo de retracción. La Dinastía XVIII de Egipto logra
el control sobre Siria-Palestina, que luego se disputa con los hititas. Tras la batalla de Qadesh, en 1274 a.c., se
reparten esta. Por ultimo hace aparición la potencia regional micénica.Finalmente se produce la invasión de los
pueblos del mar, que en realidad es una sucesión de movimientos migratorios, revueltas y confrontaciones, qué da
lugar al cese de este periodo alrededor de 1200-1150 a.c., y forma unidades políticas más pequeñas. Las grandes
potencias pierden sus dominios en la región Siria-Palestina. Desaparece el Imperio Hitita, y Egipto retrocede a sus
primitivas fronteras. Otra cuestión que encontramos en este periodo es la difusión del elemento indoiranio, se
trata de un grupo de familias lingüísticas indoeuropeas. Aparecen nombres como Shuwardata “dado por el cielo,
Biryashshura “héroe de valor” o Indaruta “apoyado por Indra”. En los tratados que tratan sobre la doma de los
caballos también aparece terminología indoirania, en este caso podemos citar frases como aika-wartanna “una
vuelta”, tera-wartanna “dos vueltas”, etc. A este, además, se le asignan las innovaciones técnicas. Hasta entonces
el asno era el animal utilizado para tirar de carros de cuatro ruedas que servían para llevar mercadería. Pero a
mediados de este periodo, se hace presente la utilización del caballo, aunque los carros a utilizar serán de dos
ruedas con radios, fabricados con maderas duras. Uno de sus usos fue para la caza, de cierto valor alegórico en caso
de que quien lo usara fuera el rey. Sin embargo, su principal utilización fue en batallas, podía llevar dos personas,
alguien que lo condujera y un arquero. En estas su uso fue variado, servía como instrumento móvil para lanzar
flechas, fuerza de choque contra la infantería, o bien para perseguir al enemigo. Se produce la aparición del sector
militarizado de los carristas que se los denomina maryannu. Se los caracteriza como un “ideal heroico”, se deja de
pensar al rey o a la divinidad ciudadana, como quienes vencían en las batallas con valor. Otra difusión que se
produce, es la utilización de corazas de escamas metálicas que servían como protección de los hombres y los
caballos. Se supone que esto se debe a que el tipo de arco que se utiliza, tiene mayor alcance y penetración que el
usado anteriormente, que era un arco simple. Estas innovaciones, en su conjunto, eran costosas. Es por ello que se
recurre a un sistema ya conocido, la entrega de tierras con sus respectivos hacendados como intercambio por sus
servicios militares. Estas, a su vez, servían para la cría y doma de los caballos en combinación con el adiestramiento
de los hombres. Estos se convertirán luego en una clase social del tipo aristocrática militar y se ubicarán en la cima
de la estructura social, sumándose a los administradores, escribas, sacerdotes y mercaderes. Ocurre otro cambio en
cuanto al sistema sociopolítico, en los documentos en los que se registran las garantías para avalar deudas
aparecen clausulas como “incluso en el caso de (un edicto de) liberación, él (=el deudor reducido en servidumbre) no
será liberado” (Liverani, M. ,1991, Pág. 363). Los edictos de eximición dejan de publicarse, si al poder real le
hubiese interesado que estos se cumplieran hubiera suprimido dicha clausula. Sin embargo, ya nos les interesa
conservar el equilibrio social. La conjunción de varios factores de interés entre el palacio y la clase dirigente,
perjudican a la clase campesina que se ve reducida al endeudamiento y la servidumbre. Esto repercute en el
terreno socioeconómico, sumando, además, las fugas de deudores esclavizados y esclavos, y acrecentando los
métodos de captura y devolución de fugitivos. Durante este periodo ya no existe el modelo de “rey justo y recto”,
sino que sobresale el pensamiento de un “rey fuerte y valiente”.Las innovaciones tecnológicas también impactaron,
aunque en menor medida, en otros ámbitos. En el Bronce Medio se realizaba una especie de vidriado de colores,
sin embargo, en este periodo se realizan objetos de pasta de vidrio, que se obtiene con arena, cenizas vegetales y
colorantes minerales, que son sometidos a varios ciclos de cocción en horno. El progreso en el uso de colorantes
con tintes minerales, vegetales y animales, es aplicado incluso en tejidos. Hay cambios también en la producción de
perfumes y las especias, que se logran con esencias vegetales, lo que permite dar un nuevo impulso al comercio.
Cabe destacar que las especias son mayormente utilizadas en medicina, y no tanto en la cocina. Estas nuevas
tecnologías se difunden, sobre todo, en Alta Mesopotamia y Siria. Al ser productos costosos, la clase alta es la que
más alcance tiene sobre ellos, y los intercambios entre palacios y especialistas permiten una rápida divulgación de
los mismos. Hay elementos que nos permiten sugerir que existió una relación de tipo horizontal, de paridad, entre
los grandes reyes interregionales. Estos surgen en las cartas que se enviaban, donde utilizan términos como
“hermano”, “amistad” y “bondad”. Entre ellos deben poder estar a disposición para ayudarse mutuamente, sin
anteponer intereses propios. Además, existen relaciones verticales, que se da entre los grandes reyes y los
pequeños reyes, también denominados reyezuelos. Aquí la relación es jerárquica, entre padres e hijos. Los
reyezuelos dependen de un solo gran rey. Entre ellos la relación es de fidelidad, el pequeño rey está siempre a
disposición, lo asiste con toda su fuerza y corazón. Todo lo que tiene y le pertenece está a la orden de su señor,
quien, a cambio de su lealtad, le ofrece seguridad para permanecer en el trono, seguridad en el traspaso del mismo
en forma hereditaria, y ayuda en caso de conflictos tanto internos como externos. No puede desligarse de el a
menos que sea por traición, lo que era causa de los conflictos entre los grandes reyes. Una cuestión a destacar es
que, del gran rey también depende la vida tanto política como física de los pequeños, de ellos depende la fidelidad
de estos últimos. Pero más allá de esto, había relaciones pacíficas con intercambio de objetos entre los grandes
reyes, y entre estos y los pequeños reyes. También por servicios, mensajeros, médicos, astrónomos, y
fundamentalmente escribas. La comunicación era en acadio, que se convierte en la lengua diplomática. En cuanto a
las mujeres, se pueden mencionar los matrimonios interdinasticos, donde los grandes reyes ofrecen a sus hijas ya
sea a otros grandes, y en alguna ocasión, a algún reyezuelo para consolidar alianzas políticas y evitar futuros
conflictos. Para comprender el alcance estas relaciones, vamos a citar el análisis de algunas fuentes: “El tratado
entre Ramsés II y Hattushili III”, en primer lugar, vale destacar que este es un acuerdo de paz que surge, aunque
han pasado varios años, luego de la batalla de Qadesh en la que ambos se disputaban ese territorio. Al referirse
uno a otro como “hermanos o hermandad”, es claro que este tipo de tratado refiere a una relación de tipo
horizontal “(…) Hattushili, (…), con Usimare-Setpenra, el gran gobernante de Egipto, (…), para establecer buena paz
y buena hermandad entre nosotros para siempre; y él está en hermandad conmigo y en paz conmigo, y yo estoy en
hermandad con él para siempre”.En este también se establece que tanto uno como el otro, responderá en caso de
algún tipo de acción bélica en defensa de quien lo solicitare, ya sea personalmente o con el envió de tropas y
ejercito de carros. Además, se menciona de qué manera se actuará en caso de los fugitivos. Una particularidad, que
más adelante volveré a especificar, es la mención de los dioses, tanto de Egipto como de Hatti, al final del tratado.
Quienes darán larga vida a quien cumpliera lo pactado, o responderán con ira contra quien falte a el. “Carta de
Hattushili III de Hatti a Kadashman-Enlil II de Babilonia”, en esta carta se observa también una relación de tipo
horizontal, resalta la palabra “hermano”. Pero a diferencia de la mención anterior, se nota cierta hostilidad.
Hattushili explica a Kadashman-Enlil que aún se mantenía el tratado que había hecho con su padre, debido a que
este era a perpetuidad. Que, a su muerte, él envió sus condolencias y le hizo saber lo que se había pactado, pero
reconoce que cuando esto sucedió él, Kadashman-Enlil, era un niño y que las malas influencias de Itti-Marduk-
balatu, han distorsionado sus palabras, que además este, había respondido a sus mensajes de manera
desfavorable, pero que teniendo en cuenta quien era, nos las tomo con seriedad. Pero que ahora él es un hombre
adulto, y hay cuestiones formales que deben respetarse. Hattushili enuncia que tuvo enemistad con Egipto, y que
cuando quien gobernaba era Kadashman-Targu, le había prometido ayuda. Pero ahora, él envió mensajeros a
Egipto y una serie de intercambios de presentes, haciendo lo contrario a lo que su padre había pactado. Pero
también hay cuestionamientos de Kadashman-Enlil a Hattushili, el asesinato de mercaderes en Amurru y Ugarit,
territorios pertenecientes a Hatti; el hecho de que Benteshina maldiga su tierra, en este caso Hattushili responde
que, tras sus averiguaciones, esto se debe a que Babilonia le debe “tres talentos de plata”. Y que, además, en caso
de que ello hubiera ocurrido, también habría maldecido a Hatti. Hattushili también hace mención a que recibió un
sacerdote y un médico, sobre el primero declara que “quizás” murió, y sobre el segundo, que aún vive y se ha
casado con una familiar de él, que no está retenido y que puede marcharse cuando quiera. Además, le solicita el
envío de caballos, pero que sean sementales, no viejos como le ha estado enviando; y el pedido de objetos valioso,
no de mala calidad. Al finalizar, le recuerda que puede escribirle en caso de que lo necesite, y que él responderá.A
continuación, haremos referencias a las Cartas de el-Amarna, correspondencia en lengua acadia, entre los faraones
de Egipto y los reyes de Canaán, Mesopotamia, Anatolia y el Egeo. Las mismas corresponden a documentos
pertenecientes al periodo del Imperio Nuevo egipcio. “Cartas de el-Amarna N°1”, en este primer caso se establece
una relación horizontal. Esto es notorio por la utilización del término “hermano”, y además porque hay una relación
matrimonial entre la hermana de Kadashman-Enlil y el rey de Egipto. Se establece un parentesco. Egipto solicita a la
hija de Kadashman-Enlil, pero este pone en duda si su hermana aún vive, ya que había enviado mensajeros y estos
no lograron dar con ella. Se le responde que ello se debe a que a quienes se envió, no la reconocerían, y que ella
estaba viva. Además, se los acusa de decir falacias, en cuanto a que al ir a Egipto no reciben nada. Nibmuarea aclara
que ha enviado plata, oro, aceite, prendas y más. Pero que debido a las mentiras de los mensajeros ha decidido no
enviar más regalos. “Cartas de el-Amarna N°7”, como en los casos anteriores, aquí también encontramos una
relación de tipo horizontal. La misma es de Burnaburiash II, rey de Babilonia, a Akhenaton de Egipto. Una
particularidad, que olvide mencionar en los casos anteriores, es que, en el comienzo de las mismas, quien escribe,
hace referencia a que se encuentra bien, tanto él como su familia y sus bienes, y espera que quien recibe la carta se
encuentre de igual manera. En este caso el rey de Babilonia cuenta que no se encuentra bien de salud, que
esperaba un saludo de parte de su igual egipcio. Que por esta falta de interés se siente molesto, pero el mensajero
de Egipto alude esta falta a la larga distancia en la que se encuentran, y que por ello Akhenaton no ha sabido de su
estado. Burnaburiash consulta a sus propios mensajeros si esto era verdad, al recibir respuesta afirmativa decide no
seguir molesto por ello. Debido a las altas temperaturas, la falta de agua, se disculpa por la escases de presentes.
Pero que en cuanto sea posible enviara más y hermosos objetos. Solicita también un presente en oro para ser
destinado a un emprendimiento, aunque no se especifica cual. Además, hace referencia a un hecho de asalto a una
caravana, ocurrido en tierras pertenecientes a Egipto. Por ello pide que las pertenencias sustraídas, sean
devueltas.“Cartas de el-Amarna N°35”, en esta el rey de Alashiya, solicita ayuda al rey de Egipto. Envía cobre a
cambio de plata y oro para poder afrontar la situación que afecta a su país. Se establece una relación horizontal, de
hermandad. Pide también que vele por los bienes de sus ciudadanos, de aquellos que han muerto en Egipto y han
dejado sus pertenencias allí, y a su familia en Alashiya. Promete que todo lo que el rey de Egipto le envíe, le será
devuelto el doble.“Cartas de el-Amarna N°137”, enviada por Rib-Addi, príncipe de Biblos, a Akhenaton. Esta denota
una relación de tipo vertical, ya que quien escribe se denomina siervo. Rib-Addi solicita ayuda debido a que su
ciudad está siendo amenazada por Aziru de Amurru y sus hermanos. Reitera este pedido, que varias veces fue
ignorado, lo que llevo a ser ridiculizado por otros gobernadores. Declara que su hermano, al ver que el mensajero
que se había enviado a Egipto vuelve sin tropas, ni nada que sirva de ayuda, y con el objetivo de entregar la ciudad,
lo expulsa de esta. A cambio de ayuda, ofrece servirle hasta que su salud se lo permita, y que tome la ciudad que
resguarda gran cantidad de oro y plata en su templo. En ocasiones, la estabilidad depende de estas relaciones, de la
fidelidad de quien corresponda, y del cumplimiento de los tratados. En referencia a estos últimos podemos decir
que es usual encontrar una lista de divinidades de ambas partes, que servirían como testigos de tal acto. En este
contexto podemos citar los surgidos entre Suppiluliuma de Hatti con los reyes de Ugarit y Amurru. El primer
acercamiento es entre Hatti y Ugarit, en el que el primero promete ayuda si, Niqmadu II se mantiene fiel a su reino.
Ugarit sobresalía por su desarrollo en el comercio marítimo, pero esto no impedía que constantemente se viera
amenazada por otras ciudades. Por lo que en un primer momento esta ciudad y Aziru de Amurru conciben un
pacto. Luego formaran parte de jurisdicción de Hatti quien los protegerá. El acercamiento en forma voluntaria de
Amurru con Hatti, fue un problema para los egipcios. Los hititas no imponían un ejército permanente sobre los
territorios anexados, tampoco un sistema de gobierno, sino que instalaban una burocracia imperial, sobre las
estructuras sociales de estos. Volviendo a la estructura de los tratados y la necesidad de nombrar a los dioses de
ambas partes, podemos agregar que este listado era una forma de extender el poder, en este caso hitita, sobre los
territorios incorporados. De esta manera, también se establecen relaciones de tipo sagrado y humanas. Si bien en
el mismo se promete protección de los dioses tanto al rey, como a su familia, la falta en el mismo incurrirá en que
las divinidades tomen represalias contra ellos. Por ejemplo, en el tratado de Suppiluliuma I con Niqmadu II se
observa lo siguiente: “a quien modificare las palabras de esta tablilla de acuerdo, lo conocerán los mil dioses…”
(Della Casa, Romina, 2014. Pág. 14.-). En el mismo, el rey de Hatti le asigna protección en sus fronteras a Ugarit a
perpetuidad. En el caso del tratado con Amurru, se observa solo una lista detallada de los dioses de Hatti, del lado
amorrita, se generaliza en la frase “todos los dioses de la tierra de Amurru”. En este, a diferencia del de Ugarit, se
encuentra explicito que Aziru debe responder de “todo corazón” con su ejército en defensa de Hatti, pero también
lo hará Suppiluliuma en caso de que Aziru así lo solicite, siempre y cuando la contienda haya sido iniciada por otro.
Otra particularidad de estos tratados es que en caso de que un fugitivo de Amurru se dirija a Hatti, el rey de este
último no lo devolverá porque no es licito hacerlo. Quien quisiera permanecer bajo la protección de Suppiluliuma,
debía aceptar sus cláusulas. En conclusión, podemos decir que los tratados establecían vínculos entre los reyes, los
hombres y los dioses, bajo el mando de Suppiluliuma I. Determinando así, las reglas que él creía justas para que el
territorio permanezca ordenado, y excusarse ante un futuro accionar destructivo contra las sociedades del Levante.
Para los hititas la intervención de los dioses por ira o bondad, era indudable. Las cualidades son dadas por ellos,
pero a su vez pueden ser despojadas de estas por la intervención del hombre. 5) Para el año 1200 a.c. ocurre una
crisis en Oriente Próximo que lleva a que, en este caso, veamos dos posturas diferentes en cuanto a si aquellos
hechos llevaron a que se produjeran cambios o continuidades. Una de las posturas a mencionar marca que este
proceso lleva a cambios en su estructura política y distribución de sus asentamientos, lo que modifica las relaciones
sociales y las ideologías. Con este cambio se deja el periodo llamado Bronce Tardío para pasar al denominado Edad
de Hierro (1200-700 a.c.). Una de las causas que se plantean es la crisis demográfica en zonas como Transjordania y
la Alta Mesopotamia, que vuelven a ser nómadas; en Anatolia y Siria, son abandonadas las grandes ciudades; en
centro y sur de Mesopotamia, la población se ve reducida. Esto lleva a una disminución del recurso humano, la baja
productividad, problemas ambientales como la sequía que asola el territorio, todo ello parece no ser de
incumbencia para los palacios que aun así no disminuyen sus ambiciones, sino que las incrementan, y apelan al
cobro injusto y violento de impuestos. Se sojuzga regiones a estos pagos, y por otro lado se recurre a los destierros
hacia regiones más débiles. El conjunto de todas estas cuestiones, provocan hambre y pestes, que a pesar de que
ya existían en el periodo anterior, se incrementan. Otro factor, no menos importante, es el problema del tráfico
caravanero para recorrer sectores que ya están fuera del control del palacio. Solo la aristocracia palacial se ve
“beneficiada”, se producen rupturas familiares, esposa e hijos entregados para descontar intereses, fuga de
deudores esclavizados o a punto de serlo. Esto provoca además poco apoyo a la realeza. La necesidad de
enriquecimiento de los sectores privilegiados, va a contribuir con la inclusión de cláusulas en las que se obliga a los
hijos a honrar a sus padres si quieren heredar. Es visible la brecha entre clases. En cuanto a la imagen del Rey, ya no
es importante que se lo vea como un buen padre para la población, sino que se lo distinga por ser un vencedor,
hábil guerrero y su lujo. Aunque para la población este ya no es un protector, no es capaz de crear alternativas, por
no contar con los medios y conciencia suficientes. El aumento en las fugas lleva a que los estados realicen tratados
de extradición con un sistema de búsqueda, captura y entrega. Lo que lleva a los prófugos a buscar sitios fuera del
control de estos estados. Generalmente, se dirigen a lugares en los que se encuentran pastores nómadas, que
además de recibirlos, no están bajo el control del estado y asaltan caravanas, por ello son calificados por los
palacios como bandidos. Cuando Oriente Próximo llega un límite casi insostenible, se produce una fuerte
migración. En tanto que en Mesopotamia se mantuvo el sistema político y cultural tradicionales, en zonas como
Anatolia, Chipre, Siria y Palestina, se produjo una transformación tecnológica, ideológica y social, lo que procede al
ingreso de nuevas etnias, políticas y lingüísticas. Pero quizás este movimiento migratorio ya se venía dando desde
hace tiempo desde el Mediterráneo Oriental. La sociedad política más importante era el mundo micénico, que tal
vez se encontraba dividida en Reinos autónomos. En efecto, se cree que los hititas tenían conocimiento del Reino
de Acaya, situado del otro lado del mar, en Grecia-Peloponeso. Dentro del sistema político del Oriente Próximo, a
esta se la podría denominar cómo gran reino. También, sostenían relaciones del tipo políticas y sobre todo
comerciales a través de mercaderes privados, con algunas zonas de Oriente próximo y Egipto. Por ejemplo, la
exportación de cerámica micénica a Anatolia y Siria Palestina, que llegaban hasta las capitales egipcias. Para ello
intervienen las flotas micénicas, siropalestinas, chipriotas y egipcias. En ocasiones esto se ve interrumpido por la
aparición de grupos de piratas que interceden de la misma manera que los grupos nómadas lo hacen en tierra. Pero
hay otras pruebas que indicarían que esto no fue causa de la invasión, para el 1230 a.c., durante el reinado de
Merenptah en Egipto, se produjo un intento de invasión por parte de los libios, la cual fue evitada. De esta
formaban parte los eqwesh (aqueos), lukka (licios), y tres característicos “pueblos del mar”, teresh, shekelesh y
sherdana, estos últimos eran los más conocidos por ser una agrupación de mercenarios. Otro suceso a destacar es
la invasión hitita a Chipre/Alashiya por parte de Shuppiluliuma II alrededor del 1200 a.c. Durante el Bronce Tardío,
Alashiya había sido un gran socio comercial ya que proveía de cobre, esto le permitió tener cierta posición
privilegiada. De hecho, su rey, se relacionaba de manera horizontal con el faraón ya que en sus comunicaciones se
hacía uso del término “hermano”. Al ser una isla, era comúnmente utilizada por Hatti o Ugarit para el envió de
oponentes políticos en carácter de exilio. Se puede suponer que la decisión de invadirla se debió a cambios
políticos, y a que recibía migrantes micénicos, llevando a Shuppiluliuma a pensar que podría llegar a ser una
potencia que significaría una molestia en las rutas marítimas entre Cilicia y Siria. Por último, también podemos
hablar del hallazgo de evidencias arqueológicas, como elementos de la cultura filistea en Palestina, datados
anterior a la invasión. Posiblemente, estos eran mercenarios del ejército egipcio, para asegurar la supremacía de
estos en territorio siriopalestino. Se puede decir entonces, que la invasión no fue repentina, pero sí que impensada.
Los palacios se horrorizan ante este hecho y buscan la manera de soportarla. Prueba de ello, se encuentran en los
relieves de Ramsés III. En estos se describe una situación caótica por parte de los libios, mientras que a los egipcios
se los muestra organizados y en posición de combate. También, como es usual en las inscripciones egipcias, se
demuestra la victoria de Ramsés III. Por otro lado, hay cartas de Ugarit a Alashiya, que son más ciertas que los
relieves egipcios, donde se denotan la preparación de estos para enfrentar la invasión, además de intercambio de
información y consejos. Por ellas se sabe que la avanzada correspondió a un grupo de naves sobre las costas sirias.
La convocatoria del rey hitita para reunir fuerzas contra estos, fue oída por Ugarit, que envió tropas. Hatti organizo
la defensa desde la salida del Egeo, con el fin de proteger todos sus territorios. De todas maneras, lograron
infiltrarse en Cilicia, Chipre, Ugarit y Amurru, logrando destruirlas. Volviendo a las inscripciones de Ramsés III, y en
comparación con las cartas, este dice que luego de la invasión a los territorios hititas, se dispuso en dos frentes en
Djahi, Siria-Palestina, y en el delta del Nilo. Los pueblos del mar atacan en bueyes que tiran de carros con soldados,
mujeres y niños. En cuanto a la batalla naval, el ejército egipcio se encontraría en la orilla lanzando flechas. Como
resultado final, Ramsés III, aniquila a sus enemigos, toma como cautivos a quienes su espada perdono, y los hace
parte de su ejército. Lo dicho por Ramsés solo es cierto en parte, por un lado, sí logra rechazarla, pero por otro
pierde sus posesiones siropalestinas, y en el sur es donde se instala la mayor parte de los invasores, los filisteos. En
algunas zonas desaparecen ciudades, en otras reciben emigrantes, en tanto otras permanecen a salvo. La
participación egipcia resulta ser algo imprecisa, dado que usar a los “pueblos del mar” como mercenarios fue
anterior y posterior a la invasión. Quizás también, les permitieron establecerse en Palestina como reemplazo de sus
propias tropas, y entregaron tierras que ellos ya no podían controlar. En conclusión, estos “pueblos del mar”, no
podrían haber sido la única causa de la caída del imperio hitita y de la destrucción de su capital Khattusha, sino que,
además, se pueden dilucidar dos cuestiones que se pueden sumar a la anterior. En primer lugar, mientras los
invasores llegaban por mar, también lo hicieron por tierra, los frigios. Estos aprovecharon la frágil defensa de la
ciudad, que había enviado sus tropas a la costa, destruyendo así la capital. La otra posibilidad es que, el ejército
hitita dejo desprotegida la ciudad, situación aprovechada por enemigos interiores que se encontraban cerca del
territorio de la capital. Luego de la irrupción de estos y ya con una política y demografía vacías, se aprovechó a la
invasión por parte de los frigios. Más allá de cuál de las dos cuestiones fue la que realmente ocurrió, lo que sí es
evidente que los frigios aprovecharon la situación para enriquecer la composición etnolingüística y su organización
política, con elementos de naciente aparición. La invasión y los movimientos migratorios, provocaron la caída de
ciudades palatinas. Pero como las mismas eran destruidas y no eran reconstruidas, se produjo un vacío que llevo a
la decadencia del sistema de relaciones interregionales. Ya no había grandes o pequeños reyes, ni intermediarios,
como mensajeros o escribas, que permitan que estas relaciones continuaran. Se interrumpe el comercio, y
tampoco existe un sistema político. Se observa un retorno a lo que eran los niveles de organización pre urbanos, y
deberá pasar bastante tiempo para que se vean centros urbanos. Chipre, que había logrado fuertes relaciones
comerciales, se ve reducida a pequeños estados ciudadanos. Egipto, por su parte, pierde algunas de sus posesiones
y limita sus relaciones interregionales. Otras zonas que no había sido alcanzadas por los pueblos del mar,
igualmente se vieron afectadas por otros movimientos que les provocaron, también, un retroceso. En cuanto al
aspecto político, se puede decir que, a pesar del ingreso de nómadas, Asiria, Babilonia y Elam, pudieron mantener
un tipo de relación tripolar, es decir, en parte pacíficas, bélicas y alianzas. Esto permitió que mantuvieran cierta
estabilidad por un largo tiempo. En el oeste del Éufrates, nos encontramos con la falta de jerarquías, tampoco hay
relaciones entre estados. Sin embargo, se adquiere un nuevo significado por influencia de nuevos grupos étnicos y
tribales. En consecuencia, podemos decir, que es evidente una separación en la que, al este se encuentran
presentes estados regionales, mientras que al oeste se observan estados ciudadanos o tribales. La Edad de Hierro
se caracteriza por ser más accesible y menos exclusiva, no se encontraba enfocada en los palacios reales, si en lo
social y territorial. Las innovaciones no afectaron a todas las zonas de igual manera, dejando al Próximo Oriente
separado en una parte este, conservadora, y al oeste otra avanzada. Los inconvenientes comerciales provocaron la
falta de instrumentos y armas de bronce, que bien supo aprovechar la metalurgia del hierro. Las reservas de este
material eran abundantes en el Próximo Oriente, pudiendo así abastecer pequeños centros de producción. Otro
punto favorable de este material, fue que luego de conocerse el procedimiento que requería para la fabricación de
objetos, resulto ser más sencillo que los usados para el bronce. Esto permitió herramientas y armas más
resistentes, mejor distribuidas en el territorio y más accesibles. Otra cuestión importante de este periodo, es la
difusión del alfabeto. Algo improbable en el periodo anterior, limitado solo al uso en el palacio, y donde solo
quienes tenían acceso a las escuelas palatinas de escribas, podían llegar a desarrollar. Un ejemplo de esta
posibilidad de difusión son los graffiti, realizados por visitantes y encontrados en lugares de culto y monumentos.
En este caso también es evidente la división de zonas, mientras que en Mesopotamia y Egipto se utilizan los
sistemas tradicionales, la escritura alfabética se expande por Siria, Palestina, Anatolia y el Egeo. Se origina la
distribución de asentamientos y explotación agro pastoral. Se crean terrazas o bancales que permiten el cultivo; se
refuerza la roza y tala de bosques, que permite la ocupación permanente. También se perfeccionan las técnicas de
irrigación, mediante diques y sistemas de acequias. En otras zonas se procede a la utilización de nuevas formas de
irrigación subterráneas, que permiten la canalización de agua a grandes distancias y evitar su evaporación. También
se introduce el camello, sobre las tierras altas iraníes, y el dromedario, en el desierto arábigo, ambos domesticados,
lo que facilitaba el transporte de hombres y mercadería en el desierto, a la vez que resistían varios días sin beber
agua. Este nuevo transporte permite, también, unir por medio de rutas caravaneras los oasis, que incluso sirven de
lugar de descanso y abrevaderos. Por último, se extiende el uso del caballo de montar como una nueva técnica de
combate, dejando sin efecto el uso del carro. Tales transformaciones modifican el ordenamiento territorial. Se
forman aldeas y pequeñas ciudades en las zonas de colinas y montañas, y se ocupan asentamientos que habían
sido abandonados. Además, se adiciona una franja por las que atraviesan las rutas caravaneras. Las nuevas
ciudades que surgen en este periodo, son fortificadas y protegidas por defensas naturales, con una población
reducida, y construcciones públicas de tamaño reducido. Se instala un nuevo nomadismo, el de los camelleros, que
se suma al ya existente de los pastores trashumantes. Aunque son distintos en cuanto a su aparato económico,
áreas de difusión y relación con las ciudades. Estos nuevos nómadas complementan la cría del camello con la
agricultura en los oasis, también realizan actividades comerciales y bélicas por cuenta propia. Se movilizan por
zonas que habían permanecido al margen, por ejemplo, Yemen, que, si bien estaba ubicado en una región con
aptas condiciones climáticas para la agricultura, estaba aislada de las rutas comerciales. Es notable que el comienzo
de la Edad de Hierro extendió los horizontes y el comercio, hasta aquellos lugares que habían permanecido
apartados. A causa de la crisis palacial y de las ciudades, los grupos nómadas pasan a ocupar un lugar político más
importante. El conjunto pastoral, influyen en las aldeas y estas se adicionan a ellos. Además, este grupo
constantemente mantuvo buenas relaciones con los campesinos. Entonces, las aldeas que habían experimentado el
paso por varios periodos, desde comunidad autosuficiente, comunidad subalterna del palacio y unidad
administrativa, a partir de este momento, se transforman en clan o subgrupo de la tribu. Se reconsideran las
relaciones sociopolíticas con un nuevo código, el de parentesco, el cual confluye en el estado “nacional”. La carta
fundacional es la genealogía, que relaciona a un patriarca mítico con los miembros actuales de la tribu. Las formas
de parentesco posible son, por ejemplo, matrimonios, adopciones, etc., y son grados de integración sociopolítica.
Para poder integrar a la aldea, esta debe llevar el nombre de algún antepasado de la tribu. En el caso de Palestina,
los encargados de la ampliación y reestructuración, son pueblos que tiene una relación lingüística, que se habían
relacionado con habitantes del período anterior y que, en ese momento, se dividen en grupos nacionales. Al norte
se establecen los estados arameos. Los nombres que se les da a los estados suelen ser “Casa de…”, y sus miembros
son “hijos de…”. La diferencia entre las nuevas denominaciones en este período y el anterior, es que, en el Bronce
Tardío, el Estado solía llamarse igual que su capital, pero en la Edad de Hierro esto cambia, ya que el poder no se
centra en el palacio, sino en una estirpe o casa. Lo hasta aquí expuesto, corresponde a lo ocurrido en Siria Palestina.
Pero vale aclarar que en otras zonas los procesos tuvieron otros orígenes. Al este del Éufrates, se encuentran aún
estados regionales, Asiria y Babilonia. Había una relación hostil con ciertos grupos tribales que se habían infiltrado
en esa zona, dado que se los tomaba como elementos ajenos que no podían formar parte de su estructura
administrativa. Sobre el borde exterior del Creciente Fértil, se forman entidades nacionales con tribus montañesas.
Se solidarizan por sus lazos de sangre, lengua y religión. En Anatolia, también, se definen entidades “nacionales”
con nombres de pueblos, que quizás tenían cierto grado de pertenencia con determinados pueblos, frigios, lidios,
etc. Como conclusión, de el caso de Liverani, se puede decir que, con el comienzo de este nuevo período, la causa
gentilicia propone un cambio en el tipo de estado. El poder pertenecer a un estado “nacional”, dependiente de la
descendencia de un antepasado común, o algún parentesco, sea por ejemplo por matrimonio, con algún miembro.
La identidad nacional corresponde a la lengua, la religión, costumbres, no así el territorio que se ocupa ya que estos
pueblos pueden emigrar. Al estar debilitadas las relaciones administrativas y fiscales, no hay distinciones entre los
ciudadanos y sus posiciones. Una clara diferencia está en el ejército, en este período encontramos que es un
“pueblo de armas”, cuyo móvil es el entusiasmo, dependiente de las decisiones de una asamblea, no por
imposición administrativa. Los jefes de estos son elegidos, y cuando ya no es requerido su servicio, pueden retornar
a sus labores cotidianas. En contraposición a lo expuesto por Liverani, nos encontramos con lo expresado por
Emanuel Pfoh, quien piensa que luego de la crisis, se mantuvo la estructura jerárquica fundadas en el parentesco y
el patronazgo. Más adelante veremos en profundidad cuál es su postura, pero en principio hace comentarios
acerca de lo que los estudios revelan acerca del cambio de Bronce Tardío a Edad de Hierro, además de los
expresado por Liverani, suma el elemento bíblico que también interviene en esta transición, nombrando a los
israelitas como conquistadores de la tierra de Canaán. Subraya que la mayoría de los autores e investigadores,
apoyan la idea de un cambio de que se manifiesta en la formación de estados nacionales, como se alega en el
Antiguo Testamento con el pueblo de Israel. “En Palestina (…), la alta probabilidad de un predominio de estructuras
de parentesco en la organización general de la población rural y pastoralista (…), se podría pensar en una
organización socio-política local anclada tanto en el parentesco básico y el orden tribal como en estructuras
afines…” (Pfoh, Emanuel. 2019. pág. 127).- El monarca era solo un hombre popular, sin un poder especifico. Lo que
se entiende como organización tribal durante la Edad de Hierro, en realidad debe interpretarse como la constante
división sociopolítica de los territorios, y de la expansión de Canaán. Según su apreciación, en este suceso, no
puede incluirse como evento determinante la Monarquía Unida de David y Salomón, ya que esta es una
consideración más bíblica, o mítica, que histórica. Con esta referencia podemos advertir una inclinación a la
postura minimalista, por parte de Pfoh. Las agrupaciones de Ammón, Moab y Edom, han sido denominadas como
“reinos tribales” o “estados tribales”, por su tipo de organización territorial y genealógica. Sin embargo, tiene dos
modernos elementos en cuanto a la organización sociopolítica: la estabilidad y la identidad étnica, a estas se la
suele denominar “estados secundarios”. Por otro lado, se hayan las “ciudades – estado” filisteas y fenicias que
tienen cierto parecido con las del Bronce Tardío. Luego de la crisis y tras la caída de Hatti y la perdida de territorio
egipcio, se advierte la falta de un poder regional que facilita las organizaciones sociopolíticas, con relación de
parentesco y patronazgo, y una organización de tipo tribal. Esto permite que se expandan y puedan invadirse unas
a otras. Israel a Moab, Aram a Israel. Estos reinos se unen a Asiria, ya sea como reinos “vasallos” o como
provincias.Siria y Palestina demuestran una continuidad en el paso del Bronce Tardío a la Edad de Hierro. Pero si
hay una diferencia, la falta de poderes regionales, que dejo lugar al progreso de comunidades políticas originarias,
como, por ejemplo, la dinastía omrita en Sumaria. Se debería creer que lo que ocurrió no fue un cambio, sino una
evolución de una sociedad de jefatura a una estatal. Las relaciones de tipo vertical que vimos durante el desarrollo
de la Edad de Bronce Tardío, perdurarían durante este nuevo periodo de acuerdo a lo descubierto y analizado en
los fragmentos de cerámicas hallados en Samaria, en los cuales se haría visible el patronazgo en el intercambio de
bienes entre la corte real en Samaria y los clanes aledaños. Estos detallados con nombres, no con títulos o cargos,
lo que señalaría el desarrollo de una autoridad monárquica, en primer lugar, como una sociedad de jefatura, antes
que el comienzo de un estado. El desarrollo de las entidades políticas durante la Edad de Hierro, es observada
también como una peculiaridad de estatalidad. De acuerdo a la forma de establecer relaciones, la organización
sociopolítica de los arameos en Siria y los israelíes en Palestina, se podría considerar tribal. La política, la expansión
y los controles territoriales, son guiados por lo que se podría llamar una jefatura compleja: los monarcas, de los
siglos IX-VIII, son considerados como jefes tribales y no líderes estatales, también eran jefes militares que
defendían a la comunidad y la conducía en la batalla. La gran diferencia entre los periodos es que, en la Edad de
Hierro, el control territorial es más extenso y puede abarcar otros reinos. Entonces podemos decir que en Siria-
Palestina, ocurren sucesos políticos y cambios, y surgen estructuras como el parentesco y la práctica del
patronazgo, que reaparecen, readaptándose, luego de la crisis del siglo XII. De acuerdo a lo explicado, se puede
decir que “graduaciones y variaciones de relaciones de patronazgo (…), marcan la configuración de la política en
ambos periodos” (Pfoh, Emanuel. 2019. pág. 132.-). En cuanto a lo que se ha expresado, a través de la
historiografía, sobre la etnicidad en el periodo de la Edad de Hierro, se puede aceptar que hubo una presencia de
diferentes expresiones culturales. En tal caso, se podría decir que, tal etnicidad estaría unida al patronazgo
desempeñado por los pequeños reyes locales sobre quienes habitaban en sus comunidades. Es decir, por ejemplo,
“lo que hace particularmente israelita a un habitante del territorio por el que se extiende el reino de Israel (…), es
esencialmente su subordinación personal y política al monarca”. (Pfoh, Emanuel. 2019. pág. 132.-). De acuerdo a
ello, la identidad étnica se basa en la subordinación y pertenecías políticas. Con todo lo hasta aquí expuesto, Pfoh
concluye que, existió la permanencia de relaciones patrón – cliente, o lo que conocimos como verticales,
“manteniéndose como vehículo conceptual y también de praxis para expresar subordinación política personal.”
(Pfoh, Emanuel. 2019. pág. 133.-). En relación a estos dos puntos de vista, Liverani y Pfoh, podemos hacer mención,
a modo de ejemplo, el análisis del Antiguo Testamento, ya que el mismo hace referencia a igual tiempo y espacio
en que estos dos autores basan sus posturas.El Antiguo Testamento se trata de la compilación de distintas
escrituras sagradas, expresadas en distintas lenguas: hebreo, arameo y griego. En cuanto a la historia del pueblo de
Israel comienza desde Abraham, cuando Dios establece la unión con el patriarca, comienza el camino para lograr un
fin en esta historia. La primera parte corresponde a los patriarcas con Abraham, Isaac, Jacob; luego la esclavitud en
Egipto con la huida y éxodo en el desierto; la conquista de Canaán, liderada por Josué; y el establecimiento de las
distintas tribus de Israel en ese territorio. Se produce una unificación política, lo que da lugar al reino de Saúl; y
luego se inicia el “periodo de oro” de este pueblo, que es el reino unido de David y Salomón. Pasado este periodo,
se produce la división entre un reino del norte (el reino de Israel, con capital en Samaria), y un reino del sur (reino
de Judá, capital en Jerusalén). Como consecuencia de la intervención de los asirios, primero es derrotado el reino
de Israel, a fines del siglo VIII a.c., luego el reino de Judá, por los Babilonios, a comienzos del siglo VI. Estos últimos
no solo conquistan Jerusalén, sino que además destruyen el templo de Salomón y deportan a la clase gobernante a
Babilonia, que de todas maneras con el paso del tiempo algunos vuelven a Jerusalén, que se encuentra bajo el
dominio de los persas, y dedican su tiempo a la reconstrucción del templo. Al haber pocos documentos que
permitan dar una fecha cierta de la redacción de los textos bíblicos, es importante la llamada arqueología bíblica,
que comienza a fines del siglo XIX, la cual trata de ubicar en los restos materiales evidencias de la historia de Israel.
Los arqueólogos suponen que a partir de la época de los patriarcas surgen los libros más antiguos y que son la
verdadera historia, un registro de eventos transmitidos verbalmente. Cabe destacar que no se han hallado
documentos ni del siglo VII o XII a.c., se supone que de todas maneras existieron y se perdieron o se destruyeron.
Uno de los debates se da en cuanto a la ocupación de Canaán, con la conquista de Josué, ya con la existencia del
Estado de Israel. Yigael Yadin, piensa que en el libro de Josué se redacta de forma fehaciente que los israelitas,
luego de haber escapado de Egipto, conquistan militarmente Canaán; en contraposición Yohanan Aharoni,
reflexiona, en cuanto a este hecho, que en realidad no se produce una conquista militar, sino una infiltración
pacifica de tribus nómadas y pastoriles, que de a poco se introdujeron en ese territorio. En la década del ’70 y ’80,
se duda de que las narraciones sean históricas y se hayan transmitido en forma verbal entre generaciones. Se
piensa que son parte de un pasado mítico, no histórico. Y que los protagonistas, los patriarcas, son modelos
literarios, no personajes históricos reales. Las distintas ideas tuvieron ciertas oposiciones por parte de quienes
creían que hubo documentos históricos que avalaban que lo que se narraba en la biblia era verídico. Por ello se
inicia una discusión entre los minimalistas, autores que piensan que el Antiguo Testamento no tiene suficiente
poder como para ser considerado un documento histórico, y, por otro lado, están los maximalistas, quienes
consideran que realmente existió un Reino de Israel, una monarquía unida. Vinculados a la escuela maximalista se
encuentran Baruch Halpern y Richard Hess; minimalistas William Dever y Ian Provan. Además del Antiguo
Testamento, podemos hacer referencia a otras fuentes que son discutidas por estas dos posturas: 1) Estela de
Merneptah, también conocida como Estela de Israel, porque en ella aparece mencionada por primera vez la palabra
Israel. La misma corresponde al periodo de Imperio Nuevo en Egipto. Merneptah era faraón de la Dinastía XIX. En
ella se relatan campañas militares, ganadas por los egipcios, en la que figura un listado de pueblos derrotados entre
los cuales se encuentra la siguiente frase: “Israel esta derribado y yermo, no tiene semilla…”. Para los maximalistas,
esta es una comprobación de que hubo un pueblo o tribu de Israel, para el Bronce Tardío. Para los minimalistas, no
existen pruebas que demuestren que el Israel mencionado allí, sea en referencia del que se habla en el Antiguo
Testamento; 2) Estela de Tel Dan, encontrada en la región de Siria-Palestina, en la década del ’90, al norte de Israel.
En ella se menciona lo siguiente: “el rey de Israel, y yo asesiné (…) yahu hijo de (… el re)/y de”, y, “la Casa de David.
Y yo llevé (sus ciudades en ruinas y convertí)”. Esto fue escrito por el rey Hazael, de Damasco, en el siglo IX a.c.; 3)
Estela de Moab, hallada en la región de Jordania, donde se lee la siguiente frase: “En cuanto a Omri, rey de Israel,
humillo a Moab muchos años (…)”, “(…) y la Casa (de Da)vid habito Horonan…”. A diferencia de la fuente anterior,
en esta si figura un nombre propio, además de que este también aparece en la Biblia. En cuanto a ellas, los
maximalistas no dudan de su veracidad, ya que ambas evidencian la existencia del Rey David como personaje
histórico, y los Reinos de Israel y Judá. Los minimalistas presentan cierta vacilación, en cuanto a la Estela de Tel
Dan, y en la de Moab no observan que se nombre de manera clara la existencia de la “Casa de David”. Lo único que
se puede demostrar es que existió el Reino del Norte, Israel, que en este caso se menciona como Casa de Omri. En
cuanto a los Reinos de Israel y Judá, no se hallaron evidencias, excepto dos rollos de plata. Los maximalistas creen
que en estos reinos existían escribas, como en tantas otras cortes, y que ellos podrían haber escrito las primeras
versiones de los textos bíblicos. En cambio, para los minimalistas, estos no eran verdaderos estados, eran pequeños
reinos, no hay manera de demostrar que tuvieron escribas, y como consecuencia, menos posible es encontrar
textos bíblicos. En realidad, si hay evidencias de escrituras, como, por ejemplo, calendarios, sellos y breves
inscripciones. Para los maximalistas, esto sería suficiente para demostrar que existía la escritura y que, por lo tanto,
pudieron haber existido textos en papiros, pero que no se conservaron por ciertas condiciones naturales propias de
la región en la que se ubicaron. En cambio, si se preservaron aquellos que se realizaron en cerámica, en piedra o
metal. Los minimalistas reconocen las escrituras, pero alegan que no son suficientes, y no se comparan, en
cantidad, con los hallados en Mesopotamia o Egipto. Ambas posiciones son muy distantes. Durante la década del
’90, se presenta una tercera postura, los centristas, llevada adelante por Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman.
Ambos autores expresan que el Éxodo no existió, dado que no hay evidencias suficientes que lo demuestren;
tampoco una conquista, ellos entienden que los israelitas eran cananeos desde un comienzo, y que de a poco
fueron diferenciándose; en cuanto a David y Salomón, consideran que posiblemente existieron, pero que lo que
dice la Biblia es una sobrevaloración de sus reinados, ya que solo habrían sido pequeños caudillos locales; si
consideran que el Antiguo Testamento es una fuente histórica a partir de los reinos de Israel y Judá. Proponen que
la redacción de la Biblia, ocurrió en el siglo VII a.c., cuando solo permanecía el Reino de Judá, entre la crisis del
Imperio Asirio y el comienzo del Imperio Neo babilónico, y que fue durante este corto periodo que surge una
reforma religiosa que propone la creencia de un solo Dios, y el templo de Jerusalén como el único y legítimo. Pero
para confirmar que esto haya ocurrido, no hay suficiente sustento arqueológico. En conclusión, de acuerdo a lo
expuesto por Liverani y Pfoh, y luego de haber explicado el significado de las tres posturas, podemos decir que lo
que Liverani expresa se acerca a lo que proponen los maximalistas, aunque vale aclarar que él no hace referencia a
que apoye esta postura; por otro lado, Pfoh, es minimalista. En su opinión si es más que notoria que apoya esta
postura. 6) Para comenzar, me gustaría decir que el término “asirio” proviene de la ciudad de Aššur. Esta ciudad, en
el periodo paleo-asirio, era un gobierno autónomo, y su economía estaba basada en el comercio con Asia Menor.
Entre los años 1440-1000 a.c., periodo medio-asirio, se produce una etapa de expansión y consolidación política,
transformándose en capital, como lo fue Babilonia, Egipto y el Reino Hitita; entre los siglos X y VII a.c., periodo neo-
asirio, ocurren grandes conquistas que concluirán en la dominación de gran parte de todo el Próximo Oriente, la
ciudad dejará de ser capital, pero seguirá predominando su religiosidad como centro del Dios Aššur y sitio de
sepulcro real. Durante los siglos XII y IX a.c., se origina un periodo de pérdidas de territorio y de fragilidad política,
que se relaciona con la infiltración de tribus arameas. Pero durante los reinados de Asurnasirpal II (883-859 a.c.) y
Salmanasar (858-824 a.c.), se produce un ascenso logrando recuperar sus fronteras, y con misiones al Éufrates, en
Siria y el sudeste de Asia Menor. Entre el 744-727 a.c., se agrega gran parte de Siria y Palestina, y Tiglatpileser III, se
corona como rey de Babilonia. Su colosal predominio llega con Sargón II (721-705 a.c.), Senaquerib (704-681 a.c.),
Asaradón (680-669 a.c.) y Asurbanipal (668-630 a.c.), quien concluye la ocupación de Egipto y arrasa con el Reino
Elamita.De esta nueva etapa se obtuvo mayor cantidad de documentación que permite conocer en profundidad lo
ocurrido, existen textos administrativos, legales y cartas. La procedencia de estos son Nínive, Aššur, Kalhu/Nimrūd,
Dūr- Šarrukīn/Hursābād, Dūr-Katlimmu/Tall Šēh-Hamad. Lo que sobresale en este nuevo periodo, es su carácter
multiétnico y bilingüe, asirio y arameo. Estos últimos eran pastores que fueron ingresando en zonas urbanizadas de
Siria y Mesopotamia. Para inicios del I Milenio, asentaron principados, de los cuales Damasco, sería el más
importante. Entre los siglos IX y VIII a.c., estos fueron tomados por los asirios. Esto llevo a la incorporación de
arameos en posiciones jerárquicas de la administración y el ejército, y, además, parte de la población fue removida
al centro de Asiria. Su idioma y la escritura alfabética se instalaron, junto al asirio y la escritura cuneiforme, como
elementos de la administración. El rey tenia poder absoluto y solo respondía a los dioses. Se rodeaba de expertos
en adivinación, que en reiteradas oportunidades eran consultados en cuestiones del gobierno, por ejemplo, la
conveniencia de movimientos militares, o la capacidad de una persona para ocupar un cargo. El rey se encargaba
de nombrar a las autoridades, en cuanto que a los cargos inferiores se basaba en la opinión de sus funcionarios. Sus
templos dependían del poder civil. “Los más altos funcionarios (rabûte ša šarri “magnates del rey”) eran el turtānu
“comandante en jefe”, el rab ša rēši “eunuco mayor”, el rab šāqȇ “copero mayor”, el nāgir ekalli “heraldo del
palacio (real)”, el sukkallu (dannu/rabiu) “(gran) visir”, el mašennu (rabiu) “administrador del palacio real” y el
sartinnu “juez mayor”.” (Faist, B. 2008. Pág. 30.-). Tanto el visir como el administrador del palacio real, ya formaban
parte desde el periodo anterior. El visir tiene como función el ejercicio de la justicia y representa al rey en
Babilonia. Quien seguía al rey, en cuanto a autoridad militar, era el comandante en jefe. Tenía tropas propias y
poseía la capacidad de dirigir el ejecito en ausencia del rey. Como altos jefes militares, también estaban el copero
mayor y el heraldo del palacio. Estas tres autoridades en conjunto con el administrador del palacio real, eran
gobernadores de provincias, y a su vez eran ayudados por vicegobernadores. La organización territorial estaba
basada en un sistema de provincias que ya se había establecido en el periodo medio-asirio. Los gobernadores y
vice, debían organizar y mantener la fuerza de trabajo, sea para labores civiles como militares, y de la remoción de
recursos. Como autoridades municipales se encontraban los hazannu “alcalde” y el ša muhhi āli “jefe de la ciudad”.
Estos eran seleccionados por el rey de entre los habitantes del lugar y su función era por determinado tiempo. Los
contratos por inmuebles debían ser en presencia del alcalde o el jefe de la ciudad, y en el también participaba el
presidente de un colegio de escribas, estos últimos eran la base del mecanismo administrativo. Todos los
funcionarios contaban con estos ya que la correspondencia era frecuente. Babilonia se balanceaba entre tener un
trato respetuoso y conciliador, y una posición opositora y destructora. Más allá de esto, siempre tuvo una
condición especial, mantuvo la monarquía, sus funcionarios municipales mantuvieron sus títulos, además de la
anotación por años de los reinados. Al poco tiempo de haberse consolidado, el Imperio Asirio, es destruido por un
ataque de babilonios y medas. Cabe aclarar que esta no fue la única causa, durante los últimos reinados la unidad
dinástica se había visto perjudicada. Los distintos nombramientos fueron cuestionados, e incluso costó la vida del
rey Senaquerib. El conjunto de estos sucesos promovió la desestabilización interna, en el preciso momento en que
el Imperio Asirio se encontraba en su mayor punto de expansión, provocando así el derrumbamiento de un reinado
que se había iniciado hacia ocho siglos. En cuanto al Imperio persa Aquemenida, podemos decir que el más grande
y antiguo de la historia, se extendió desde el Helesponto hasta el norte de India, incluyendo Egipto hasta la frontera
de lo que hoy es Kazajistán. Frente a este no hubo nadie capaz de competir con su poder. Su nombre se debe a la
dinastía que reino por un lapso de casi doscientos años, Aquemenes. Su conformación se dio con las conquistas de
Ciro (II) el Grande (559-530 a.c.) y Cambises II (530-522 a.c.), y su declive se dio en manos de Alejandro Magno
entre 334 y 323 a.c. Uno de los documentos a utilizar para determinar parte de cómo era este Imperio, es el
Antiguo Testamento. En él los reyes son presentados como quienes restauraron el templo de Jerusalén e
impulsores del culto a Yavé, además de dictaminar el retorno de los judíos que habían sido enviados a Babilonia. En
este periodo hablaban en lo que se denomina antiguo persa, que corresponde a la familia lingüística indoeuropea.
Los documentos fueron escritos en un tipo de escritura cuneiforme, diferente al acadio. Estos escritos aparecen en
edificios y paredes, cuyo fin era demostrar su gran poder imperial. Para conocer como era en cuanto al aspecto
socioeconómico, es necesario estudiar documentos babilónicos, egipcios, elamitas o arameos. Estos últimos son
fundamentales, ya que era una lengua que se utilizaba desde hacía tiempo en Oriente Próximo y quizás por ello su
uso fue habitual en la administración. Hay dos tipos de textos que visualizan cómo funcionaba este imperio: los
recibos de pago a los trabajadores, ya que el mismo era en plata y no en raciones de alimentos, a estos se los
denomino Textos del Tesoro, por el lugar en el que fueron descubiertos; y el otro, era una serie de tablillas que
databan las raciones de alimentos recibidas por obreros, funcionarios del culto y nobles persa, por la ubicación de
su hallazgo se los llamo Textos de la fortificación. Otro tipo de fuente que también resulta importante, demuestra
las transacciones de una gran empresa comercial babilónica, que se dedicaba al arrendamiento y administración de
tierras a los soldados y de fincas de miembros de la familia real. Los persas no están claramente identificados antes
del I Milenio. Se cree que cuando Elam carecía de poder político, los pastores iranios habrían penetrado en Fars
mezclándose con la población local. Aproximadamente en el 646 a.c., Assurbanipal derroto al reino elamita, el cual
ya no tiene control sobre Fars. Esto supone que este territorio se convierte en independiente y pasa a ser
gobernada por una familia persa, surgiendo como estado a fines del siglo VII. A quien se le designa el título de
fundador de este Imperio es a Ciro, quien desciende de una dinastía local que había gobernado durante tres
generaciones. De acuerdo a testimonios, de Heródoto, su reinado duro veintinueve años. En el cilindro de Ciro, cuya
fabricación data luego de la conquista de Babilonia, él describe que restauro los santuarios de Susa y de Der (este
del Tigris), señalando que la ocupación en Susa ocurrió antes que en Babilonia. Luego de la toma de la capital
Ecbatana, se cree que su poder político y económico se trasladó a la capital persa. No hay pruebas de que Ciro o su
hijo Cambises hayan erigido allí algún edificio, pero si se puede decir que Ecbatana se transformó en un centro
importante para la dominación persa. Allí se descubrieron inscripciones de soberanos persas y objetos de metales
preciosos. Tras la caída de Lidia, la parte occidental de Anatolia quedo expuesta a la conquista persa. Se puede
pensar que la invasión de Babilonia por Ciro, fue el punto final para una serie de adversidades que habían
comenzado hacia largo tiempo. Las tropas de estos se enfrentaron en Opis, este de Tigris. Ciro envía a su general,
Gobrias, contra Babilonia, y este derroca a su rey, Nabonido y lo hace prisionero. Luego, la población de Babilonia,
recibe a Ciro y lo proclama rey, quien acepta por ser bendecido por los dioses. Hace uso de una herramienta
poderosa, que es la de garantizar la continuidad de los vencidos y a posibilidad de colaborar con las nuevas
autoridades, de esta manera fortalecían el apoyo de los territorios conquistados. De acuerdo a algunos autores, se
sugiere que fue asesinado durante campañas realizadas en Oriente. Como consecuencia de las conquistas de Ciro,
es que se produce el desarrollo de Persia, él fue quien fundo la capital de está llamándola Pasargadas, como su
tribu. El logro que lo que fue un pequeño territorio, dominara una extensión mucho mayor. Pero aún quedaba
conquistar Egipto, lo que se propone realizar el hijo de Ciro, Cambises. Se haría de una armada persa, en la que, la
tripulación de los navíos, estaría formada por habitantes de zonas marinas conquistadas por los persas. Luego del
enfrentamiento, el faraón Psametico III, fue tomado prisionero. Esto llevo a que pueblos aledaños a Egipto se
rindieran a los persas. De acuerdo a algunos escritos, se supone que mientras Cambises se encontraba en Egipto,
en el imperio surgen inconvenientes. Se cree que este asesino a su hermano, Bardiya, antes de dirigirse a Egipto o
quizás mediante un hombre de su confianza, una vez que él se marchó. A raíz de esta situación, un mago, se hace
pasar por Bardiya y se autoproclama rey. De esta manera logra el apoyo de parte de algunos persas, dejando a
Cambises aislado en Egipto. Al querer regresar, muere en Siria. En su agonía confiesa su crimen. Un grupo de nobles
descubre al mago y este es asesinado. Uno de los descubridores es Darío, quien es elegido para ocupar el trono.
Vale aclarar, que esto es un supuesto, se desconoce la legitimidad de este relato. Es quizás, un pretexto por parte
de él, para legitimar su ascenso al poder, dado que no tenía derechos, aunque también insiste que hay una relación
de su linaje con el de Ciro. Darío lleva adelante, durante un año, una serie de batallas que le permitieron extinguir
las campañas que se habían originado en su contra. Es notoria una división, entre quienes lo apoyan y quienes
estaban en su contra. Hay que destacar que fue el quien logró reunir los territorios del Imperio. Y solo con él se
puede hablar de la dinastía y el imperio de los Aquemenidas, que duro cien años. Luego de una serie de reinados,
Alejandro Magno pone fin a esta dinastía. -

SEGUNDO PARCIAL: 1. Uno de los principales mitos de la historia griega es la Guerra de Troya, ciudad sometida por
el plazo de diez años por un ejército al mando de Agamenón, y habría tenido lugar durante el siglo XIII a.c. Las
generaciones posteriores toman como dato lo narrado en los poemas homéricos la Ilíada y la Odisea. Estos fueron
datados cinco siglos después y coinciden en representar a la época como de riqueza y esplendor. En 1870, un
hombre de negocios llamado Heinrich Schliemann, descubre la ciudad de Troya. Para ese entonces la guerra era
considerada un cuento mítico, no así para el arqueólogo, quien se había guiado por los relatos de Homero para
excavar en el preciso lugar donde se suponía estuvo la ciudad. Pero ello no significo que realmente la guerra haya
existido. Hubo otros descubrimientos sobre ciudades y palacios nombrados en los poemas, como el complejo
palacial de Cnosos en Creta, y el Palacio de Néstor. Los poemas homéricos coinciden con los restos arqueológicos
pertenecientes a la Edad Oscura, sin embargo, su datación escrita se da luego de una larga tradición oral, lo que se
denominaría Periodo Arcaico. Los poemas homéricos son extensos, que relatan historias en verso y eran cantados
al público. Se dice que fueron compuestos entre el 750 y 720 a.c., y eso lleva a pensar si realmente fueron escritos
por el mismo autor. Una de las cuestiones que surge de sus análisis es que en realidad fueron compuestos en forma
oral, pero a su vez se discute que siendo extensas no habrían sido posibles sin la escritura. Por lo tanto, surge la
teoría de que fueron realizados a partir canciones breves que relataban historias de antiguos héroes. De acuerdo a
esta teoría, estos poemas fueron un compendio de varios poetas a partir de canciones orales. A partir de la
investigación de Milman Parry, filólogo clásico, y su colaborador Albert Lord, en la que dan cuenta de que un cantor
no aprendía el poema, sino que lo componía a medida que lo cantaba, concluyen que los poemas homéricos fueron
producidos de manera semejante. Estiman que Homero se sostuvo a partir de “formulas (frases estereotipadas,
versos y bloques de versos fijos) y “temas” (escenas típicas, esquemas narrativos) tradicionales que había
memorizado previamente y que podía variar a medida que lo exigiera la ocasión” (Pomeroy, 2001:81). Esta teoría
se denominó teoría de la dicción formular, y es aceptada por todo el mundo.No se sabe realmente en que
momento fueron fijados por escrito, ya que algunos, como Lord creían que Homero era analfabeto y por ello otro lo
habría escrito a partir de sus dictados; otros que habría aprendido a escribir. Los poemas homéricos no relatan toda
la guerra, la Ilíada hace referencia a los últimos días de esta, mientras que la Odisea sobre el retorno de Odiseo a su
patria. Solo se hacía referencia a estos momentos, debido a que se presumía que el público ya conocía la trama de
la guerra. 2. Cuando nos referimos a polis hablamos una configuración social y política que surge en el Periodo
Arcaico (800-500 a.c.), es un modelo de estado estructurado políticamente a partir de la idea de ciudadanía, y su
población y territorio se establecen con la vinculación de aldeas campesinas. La agrupación de las aldeas se llevó a
cabo mediante el sinecismo para la organización de la polis, el espacio rural logro valor político, y se determinó
como tierra de la ciudad. Parte de estas eran los campesinos, “pequeños productores autosuficientes que usan
mano de obra familiar para trabajar una granja mixta” (Gallego, 2017:119). Una gran parte de estos trabajaba sus
tierras para la subsistencia, y solo una pequeña porción de los producido era enviada al mercado. A veces los
pequeños productores debían recurrir al mercado. Además, eran productores libres, por su derecho de ciudadanía
no eran explotados. Se cree que “buena parte de las poleis estuvo constituida por su mayoría de labradores
medianos autónomos (…) junto con una minoría de terratenientes y una masa de pobres sin tierra o con escasa
propiedad” (Gallego, 2017:128).Con los inicios de las polis y el progreso del campesinado, también se produjo el
desarrollo de la actividad agrícola que formo la base económica. Los campesinos libres intervenían en el gobierno y
el ejército, y tenían grandes extensiones de tierras. La consolidación de los granjeros autónomos en la
configuración de las nuevas poleis en las nuevas zonas colonizadas, permito la modificación del marco político,
militar, jurídico e ideológico. En las zonas colonizadas, la tierra era trabajada por una población de siervos, nativos
del lugar y que además se les permitía continuar viviendo en dicho territorio para que produjeran lo suficiente para
sí y para la elite, pero no podían acceder a los derechos políticos y tampoco a los sociales. Aun siendo originarios
del lugar, eran considerados extranjeros. En otras áreas más extensas el trabajo era realizado por esclavos-
mercancía. En Ática, el grajero independiente trabajaba su propia tierra y era ayudado por esclavos que
pertenecían a su hogar. En Atenas se hallaba el granjero que dependía de su tierra. Los cultivos y como se trabajaba
la tierra, dependían de la variabilidad de la tierra y el clima. Es por esto que no se puede decir que la disposición de
la población fue equilibrada. Algunas áreas eran propicias para el cultivo de cereales, vino, aceitunas y frutas. En
Esparta se hallaban los hilotas, estos se diferenciaban de los esclavos ya que no podían ser comprados ni vendidos.
Eran distribuidos de acuerdo a las necesidades de los espartanos, pero sujeto a la tierra y no al espartiata. Los
terrenos eran dados a cada ciudadano varón de la cual debía sacar provecho para sí y abastecer a los hilotas y sus
familias. “Las haciendas espartanas fueron concebidas idealmente como al menos tan grandes y productivas como
las propiedades arcaicas atenienses” (Jameson, 2003:48). En cambio, para el Periodo Helenístico, la agricultura
pretendía sobrepasar los niveles de subsistencia. Aunque ya hacía tiempo que la élite aprovechaba el excedente
que producía para obtener bienes personales, implica esclavos. Sin embargo, algunas zonas costeras y en los valles,
existían comunidades de hombres libres, pero bajo dominio espartano. La expansión territorial de Esparta le
permitió ampliar su base ciudadana y también el sistema servil. En el asentamiento de los campos estaba el
acomodado, los hilotas con sus familias en sus comunidades, que podrían ser, caseríos cercanos a la hacienda o
aldeas. En Creta era diferente, los siervos estaban ligados a tierras públicas y privadas, y debían pagar un estater
egineta, y podían tener ganado; la relación de una familia de siervos y una ciudadana era distinta a la del espartano,
ya que los primeros tenían la posibilidad de heredar haciendas e incluso contraer matrimonio con una ciudadana.
Estos tipos de relaciones permiten suponer que hubo caseríos en haciendas privadas. Se pensó a Quios como la
polis con mayor cantidad de esclavos, a excepción de Esparta. La tierra era propicia para la agricultura mixta, y su
vino era exportado. “La constitución quiota ha sido descrita como ¨una oligarquía con algunas características
democráticas¨” (Jameson, 2003:55).Tras el arribo de los espartiatas a la isla de Corcira, se pudo observar que su
tierra estaba muy bien trabajada y cultivada, y con grandes reservas de vino. Tras esto, gran cantidad de esclavos y
rebaños fueron capturados y vendidos. Más tarde, los atenienses expulsan a los espartanos.Los peloponesios
trabajaban su propia tierra, por lo que su presencia en la granja era fundamental. Hubo regiones en las que una
buena parte de la población eran pequeños poseedores libres, que luego de la guerra se vieron sumidos debajo del
nivel de un hoplita, ciudadano soldado. Ática contaba con un territorio bastante amplio y cuya población, tanto
rural como urbana, era amplia; la población servil y no ciudadana, lo que era mucho más. Su sistema agrícola era un
tanto más complicado y la posesión de esclavos era más dispersa. Contaban con pequeñas propiedades, en las que
los poseedores intensificaron sus cultivos. Esto les permitió sostenerse a sí mismos económica y socialmente,
participando en la vida pública de Atenas. Al contar con actividad económica variada llevada a cabo durante todo el
año, siempre había empleo para los esclavos físicamente aptos. Por otro lado, a los libres no les agradaba realizar
trabajos para otro. Se puede decir que el uso del término, para la época, de “hombre pobre” refiere a aquel que
trabaja para vivir, y no al necesitado o indigente. No se puede pensar que una gran cantidad de granjeros de
subsistencia independiente y autosuficientes eran el sostén de la sociedad ateniense, sino que resultaría más
creíble que estos formaron parte de la clase hoplita, poseyera un esclavo y estuviera por encima del nivel de
subsistencia. “Uno de los grandes logros de Atenas fue dar plenos derechos a hombres libres cuyo papel como
ciudadanos (…) no consistía en un título sobre un trozo de tierra” (Jameson, 2003:70). “Stasis tenía una amplia serie
de significados, desde la agrupación política o la rivalidad entre facciones (…) hasta la guerra civil abierta” (Finley
1986:140). Esta stasis tenía como fin el cambio de alguna ley, aunque ello significara la pérdida de derechos o
privilegios para algún grupo en particular. Llevaban a crisis y rupturas del sistema que giran en torno a problemas
como el crecimiento demográfico, las deudas y tierras. Ante esta stasis la solución es la colonización, con el fin del
envió de población a las nuevas tierras para fundar nuevas polis. 3. Los cambios producidos en el mundo griego
fueron consecuencia de la guerra del Peloponeso, pero esta a su vez no soluciono nada. Tras años de guerra,
constantes guerras civiles, y hallándose la población con inconvenientes económicos, se comenzaron a cuestionar
las relaciones con su entorno lo que llevo también que se sintieran menos seguros. La guerra del Peloponeso
culmino con la victoria de Esparta, pero también lo podría haber sido de Atenas. Las polis veían con recelo las
actitudes de Esparta. Por el término de diez años se vieron sumidas en una economía devastada. Ante la victoria
espartana, muchos de sus aliados se unieron contra ella por no tolerar su arrogante comportamiento. Para el 377
a.c., se conforma una nueva fuerza naval ateniense quien además forma una alianza con Tebas. Para 371 a.c. Tebas
tenía la fuerza suficiente para derrotar a Esparta. Pero esta superioridad llego a su fin cuando muere su líder,
Epaminondas, en batalla. Sumado a ello se dan serie de rebeliones que la fueron debilitándola aún más. Al no
quedar nadie al poder, Macedonia se encarga de ocuparlo con Filipo. Los atenienses procuraron siempre la
existencia de democracias en los estados aliados, y los espartanos asentar oligarquías en los estados en que ello sea
posible, aunque debieran recurrir a la intervención militar. Ante esta situación, Tebas se niega a respaldar a sus
aliados de Esparta cuando el rey Agis II los obliga a esta polis a conferir la independencia de las ciudades que
dominaba. Durante los años siguientes se sucedieron varias guerras entre Esparta y Tebas. También se deterioraron
las relaciones entre Esparta y Persia. La sucesión de hechos que se desencadenaron por las malas relaciones
surgidas, llevaron a dar cuenta de que el imperio persa no era un gran rival tan poderoso para los griegos como se
creía. Quienes había sido aliados de Esparta, Tebas y Corinto, se mostraron dispuestos a acercarse amistosamente
a Atenas. La guerra desarrollada en Istmo se denominó Guerra de Corinto (395-387 a.c.), en la que Esparta enfrenta
a la alianza formada por Atenas, Tebas, Corinto y Argos. Una unidad persa, se hace de la victoria sobre Esparta en
Cnido. El almirante ateniense que había participado en esta, Conon, retorna a Atenas donde ejerce una importante
reconstrucción de los Muros Largos, para lo que contó con la ayuda de navíos y dinero persa. Los espartanos
intentan convencer a los persas para formar una alianza otorgándoles las tierras de Asia Menor, pero esto no
prospero.En 390 a.c., los atenienses destruyen casi completamente el regimiento espartano en el puerto corinto de
Lequeo. Fue en las ultimas décadas de siglo V que se comenzó a hacer uso de los soldados mercenarios de
infantería ligera, Demóstenes los utilizo en Pilos y Esfacteria que resulto en victoria ateniense. En 387 a.c. se intenta
firmar uno de los tantos tratados de paz aplicable a todas las polis para obtener la autonomía. Esto suponía que los
griegos aceptaran la autoridad del soberano de Persia sobre los asuntos de la Helade. Ante un posible ataque de
Esparta, los tebanos se someten a los términos de Agesilao. Al ser aliada de Persia, Esparta, es nombrada garante
de paz. Sin embargo, no se demora en hacer uso de la fuerza y amenaza con anular varios acuerdos. Mientras duro
la guerra, Corinto y Argos, habían llevado a cabo un modelo en el cual la ciudadanía y los privilegios eran
compartidos por la población de ambos estados. Pero Esparta ordena su disolución. Tebas es ocupada por Esparta.
Para el 380 a.c. los tebanos se hallaban divididos en pro-espartanos, al mando de Leontiades; y los pro-atenienses,
con Ismenias. En 378 a.c., Esfodrias, cree que se puede invadir el Ática por la noche y tomar el Pireo para apropiarse
del puerto de Atenas para Esparta. Esto no resulto. Un grupo de lacedemonios es apresado, pero luego liberados al
afirmar que Esfodrias había realizado dicha acción sin autorización. Ello tampoco ocurre. Los atenienses se
enfurecen ante esto y se unen con los tebanos para una mutua protección frente a Esparta, además, continuaron
con la idea de establecer una nueva liga naval. Se firma un decreto de paz que establece que “los lacedemonios
dejen vivir en paz a los griegos, libres e independientes, con la seguridad de que su territorio permanecerá intacto”
(Pomeroy, 2001:365). En el mismo, los atenienses no podían tomar posesión de tierras de los territorios aliados. La
alianza estaba formada por, aproximadamente, setenta polis. Esparta se inquieta ante el desarrollo de un estado al
norte. Por otro lado, Atenas, entiende que más allá de las victorias marítimas conseguidas, están conllevan un costo
demasiado elevado y decide poner fin a la lucha. En 375 a.c., Esparta, Atenas y Tebas firman la paz común, pero
esto nuevamente no resulto, y en 371 a.c. se realiza otro intento de paz. Pero Tebas frustra este nuevo proyecto de
paz. “La pérdida de vidas en Leuctra fue decisiva para el futuro de las relaciones entre las polis griegas” (Pomeroy,
2001:366). Se desarrollan revueltas democráticas en varias ciudades que produjeron destierros y ejecuciones, se
forma una liga entre Mantinea, Tegea y las comunidades del sur y el centro de Arcadia. A ello, Esparta, presenta
oposición. Tras una serie de luchas interminables, se forma una nueva alianza de varias comunidades arcadias con
Acaya, Elide, Atenas y Esparta contra Tebas. Finalmente, Tebas no supo conseguir la lealtad de Grecia y tampoco
unificarla. Esparta ya deja de ser una potencia militar. En 403 se restaura la democracia en Atenas. Aunque hubo
cambios, ciertas bases se mantenían. Los adultos varones libres podían participar del gobierno
independientemente de su condición social y su prestigio, mujeres y esclavos eran excluidos, y residentes
extranjeros y sus hijos no llegaban a ser ciudadanos. Solo podían votar hijos de padre y madre ciudadanos. Durante
los siglos IV y V, algunas polis fueron gobernadas por democracias y otras por oligarquías. Las desigualdades en el
reparto de la riqueza advertían posibles estallidos que rompieran la armonía que unía a los ciudadanos. Ante la
guerra, quienes se creían “beneficiados” eran los pobres por la paga recibida al trabajar como remeros, en cambio
quienes poseían tierras, se mostraban opuestos a ella. La partición entre propietarios y desposeídos se agudizo
durante el siglo IV tras el crecimiento en la pobreza de los últimos. La ocupación de Alejandro Magno cambio el
mundo que los griegos conocían. La época helenística abarca los tres siglos que suceden a la muerte de Alejandro.
En este periodo poblaciones de distintas culturas proyectaban construir sus comunidades. En estas nuevas
formaciones el hombre común ya no era tan participativo en la política como lo había sido. Tras la muerte de
Alejandro, la autoridad macedónica abarcaba desde Macedonia hasta la India. Pero este no tenía herederos, por lo
que se debía buscar una nueva conducción. En su lecho de muerte había hecho entrega del sello a su ministro
Perdicas, quien determino que se debía esperar a que una de las esposas de Alejandro diera a luz. Pero esto no fue
apoyado por la infantería macedonia. Al poco tiempo se determina al hijo recién nacido de Alejandro y a Arrideo,
propuesto por la infantería, como reyes. Recibieron el nombre de Alejandro IV y Filipo III. Pero no se logró
mantener unido el imperio que Alejandro había formado. Tras la muerte del ultimo sucesor, 280 a.c., se
vislumbraron los primeros indicios de un nuevo sistema político sometido por tres reinos gobernados por dinastías
macedonias: los Ptolomeos, que reinaban Egipto, Palestina, Libia y Chipre; los Seleucidas, que abarcaban la mayor
parte de Oriente Próximo y Medio; y los Antigonidas, que reinaban Macedonia y norte de Grecia. Los griegos
querían la independencia de sus polis, y sentían un gran disgusto por la dominación macedónica. En 319 a.c.,
Atenas se revela. En 307 a.c., Demetrio, hijo de Antigono, media en Grecia con el mandato de “liberar a todas las
ciudades griegas”. Restaura el gobierno democrático en Atenas. Los triunfos logrados por Demetrio modificaron la
política de los últimos años del siglo IV, y es proclamado, junto a Antigono, como reyes de Macedonia. Sus intentos
de exhibir sus títulos de reyes y su agresividad provoco la alianza de sus enemigos. En 301 a.c., se produce una
batalla en Ipso que culmina con la muerte de Antigono y la huida de Demetrio. Tras la victoria, Lisimaco se apodera
de Anatolia, cuyo reino se extiende desde el Danubio hasta Armenia; Seleuco, que ya poseía Babilonia e Irán, se
hace de los territorios de Asia Occidental, regiones costeras del sur de Anatolia, Siria y Mesopotamia. Con la muerte
de Antigono, cada uno de estos pudo volver a los planes de desarrollo que no habían podido llevar a cabo. Es así
que Lisimaco libra una batalla contra los getas, al tiempo que fundaba ciudades en Anatolia occidental, la más
importante fue Éfeso, que renombro como Arsinoea. Ptolomeo, convierte a Alejandría en una capital digna de su
reino. Seleuco, fundo varias ciudades y colonias militares en Siria, entre las cuales destaca Antioquia. Tras las
migraciones de los griegos, estas ciudades prosperaron. Aunque se produjeron cambios, las polis siguieron siendo
la base de la vida de los griegos. Algunas de ellas se desarrollaron notablemente. La participación del ciudadano
medio en la vida política disminuye, y pasaron a ser asuntos llevados a cabo por oligarquías aristocráticas. En
Atenas fue notorio el aumento de la esclavitud tras años de guerras que parecían interminables. 4. “Roma nunca
fue un Estado, sino una civitas o una res publica, es decir, un grupo de individuos sometidos a unas mismas leyes, a
una misma constitución política” (López Barja, 2004:41). El periodo de Monarquía, termina con la expulsión del rey
Tarquinio “El Soberbio” debido a que su hijo violo a una mujer de las familias patricias y los patricios expulsan a la
familia del rey como represalia. Hacia el 509 a.c., surge la Republica, que se establece con un golpe de estado
oligárquico, dado que la estructura político institucional de esta busca recuperar el poder perdido por las familias
patricias. Esto da lugar al inicio de los que se denomina el conflicto de los órdenes, entre patricios y plebeyos. Los
primeros corresponden a un grupo cerrado constituido a partir de las relaciones de parentesco limitadas y
controladas, una aristocracia de tierras y de sangre. Los únicos cargos que son exclusivos para estos son los
religiosos, por ejemplo, la principal magistratura de la Republica, el cónsul, con el poder de imperium, es decir,
control de hombres. Pero sobre todo da acceso a las principales funciones religiosas. Los plebeyos no son un grupo
que esté constituido desde la época de la Monarquía, no tienen elementos en común como los patricios, sino que
se conforman como grupo político a partir de la lucha con los patricios durante el periodo republicano. Es un grupo
heterogéneo, hay familias campesinas, propietarias de tierras, algunos que se dedican a actividades artesanales o
de comercio en los centros urbanos. Algunos son muy ricos, dueños de grandes extensiones de tierras privadas,
familiares, sin embargo, esta riqueza no se puede manifestar en la construcción de un estatus como ciudadano al
igual que los patricios. Están vedados de ser parte de las familias patricias. La elite plebeya es la que participa de los
conflictos. Los conflictos, entonces, se dan por un lado en lo institucional. Pero también hay otros problemas, se
cree que dos pilares sostenían la superioridad de los patricios: la explotación de los deudores, este sería uno de los
orígenes del conflicto. El endeudamiento podía llevar a la esclavitud. Tras la negativa del Senado de dar solución a
esta problemática, la plebe se dirige al monte Avelino, dicha acción se denominó secessio in montem Sacrum; y, por
otro lado, la apropiación injusta del ager publicus, que se trataba del reparto de tierras que se pretendía hacer
entre los plebeyos y los latinos, y a lo que los patricios se oponían. Estas tierras eran las obtenidas en
enfrentamientos con otras comunidades, y a la que los plebeyos aspiran a poder utilizar. Ante esta opresión, la
aristocracia plebeya, resuelve crear instituciones paralelas en el monte Avelino donde conforman el concilium
plebis. A partir de esto, los patricios se encuentran con el problema de que pierden la mayor parte de su ejército. La
solución es incorporar a las instituciones plebeyas para que estos acepten volver. Esto va a replicarse en distintos
momentos a lo largo de este periodo que se desarrolla hasta, aproximadamente, mediados del siglo III, donde la
división de patricios y plebeyos deja de existir. Entre el 376 y 367 a.c., bajo las leyes Licinio-Sextias, se establece
que debe haber un cónsul de origen plebeyo. Esto comienza a conformar la llamada nobilitas, un nuevo sector
social que integra patricios y plebeyos como la clase legal que controla el Senado. Tras una sucesión de leyes
conformadas durante el periodo, concluye el conflicto de los órdenes. La elite plebeya queda plenamente integrada
al patriciado. 5. El periodo bajo republicano ocupa desde el siglo II al I a.c. En las conquistas de la Republica
Romana, siglo V, se incorporan una parte de los territorios ganados como tierras públicas, mientras que el resto
sigue siendo propiedad de las comunidades locales. Aunque deben pagar un tributo por haber sido conquistadas.
Luego del establecimiento de las nobilitas, y tras 150 años de paz, comienza el colonato, es decir, establecer
colonias de campesinos pobres en las tierras conquistadas. Recién a mediados del siglo II se comienzan a vislumbrar
nuevos enfrentamientos civiles. La incorporación de tierras genera una serie de problemas; los assidui, campesinos
ricos, van a verse cada vez más empobrecidos por las constantes campañas militares de las que debían formar
parte. Además, sus tierras, van siendo abandonadas y agotadas porque están son el escenario de muchos
enfrentamientos. Muchas poblaciones rurales son desplazadas a partir de esta militarización. Estos assidui se
convierten en un proletariado urbano, es decir, campesinos medios que, ante las dificultades de la vida agrícola,
van a vivir a las ciudades, donde viven de las donaciones de las familias ricas y a partir de ello establecen relaciones
clientelares, vínculos personales entre hombres que jurídicamente son iguales, pero unos se ponen al servicio de
otros a cambio de esas donaciones. Viven también del “pan subsidiado o regalado” por la ciudad, esto es posible
por los recursos acumulados por Roma. Aparece, también, un nuevo orden social el orden equestre, los equites; es
decir, los caballeros, nuevos ricos que obtuvieron fortuna en el comercio con la incorporación de las nuevas redes
comerciales. Pero no son parte de las familias de las nobilitas. Este nuevo orden replica las tensiones en torno a
cómo obtener poder político tras haber logrado riquezas siendo un grupo secundario en la institucionalidad legal.
Estos son un elemento fundamental en las guerras civiles que se van a desarrollar entre optimates y populares, dos
facciones dentro de la nobilitas senatorial. Uno de los orígenes de este conflicto se da con el tribunado de la plebe
de Tiberio Graco, y su hermano Cayo, (los tribunos eran quienes presidian el Concilium Plebis, y emitían leyes que
regían para todo el pueblo romano), ya que llevan adelante una reforma agraria, con la división de grandes
extensiones de tierra para los campesinos, pero no busca debilitar a los ricos, sino que su finalidad es fortalecer al
ejercito romano devolviéndole tierras al campesinado para mejorar su situación. Para llevar adelante esta reforma
se conforma un triunvirato con Tiberio, su suegro y su hermano menor Cayo, que se van a encargar de revisar los
títulos de propiedad de la tierra de los ciudadanos romanos. Principalmente buscan si esas tierras son ager privatus
o usufructúan tierras del ager publicus. Este triunvirato pone un límite de 500 yugadas, igual que las Leyes de
Licinio-Sextias, pero con el agregado de 250 yugadas más por cada hijo varón, hasta dos hijos varones. A partir de
esta reforma comienza una nueva dinámica de los enfrentamientos políticos. Se diferencia del conflicto de los
órdenes porque en este la dinámica eran secesiones y replicación de las instituciones para los plebeyos, luego su
incorporación. Entre optimates y populares, los actores políticos van a buscar llevar las leyes hasta su límite y van a
intentar perturbar el funcionamiento de las instituciones. Lo usual era que las propuestas de ley que los tribunos
presentaran en la Asamblea de los Plebeyos, primero eran discutidas en las Asambleas más altas. Pero en el caso de
la reforma agraria esto no sucede, debido a que Tiberio sabía que no iba a ser aprobada. Es por ello que la presenta
directamente en la Asamblea de los Plebeyos. Este procedimiento no es ilegal, pero es denunciado como ilegitimo
por el otro tribuno de la plebe Marco Octavio (siempre son dos). Tiberio expone ante la Asamblea que este tribuno
es un traidor, y que se lo debe expulsar. Se lleva a cabo una votación en la que se decide retirarle el cargo de
tribuno de la plebe a Marco Octavio, y se elige a Mucio en su lugar. Además, se aprueba la ley de Tiberio. El cuadro
político, cambia. El proletariado urbano, también era utilizado como un tipo de clientela política. En la que sus
“patrones” los utilizaban para ganar las Asambleas. Los enfrentamientos entre las distintas facciones políticas a
partir de la “ilegitimidad” de la reforma agraria, terminan con el asesinato de Tiberio Draco en el Monte Capitolio.
Para el 123 a.c., es electo tribuno de la plebe su hermano Cayo, quien lleva adelante una serie de leyes. En primer
lugar, retoma la reforma agraria de su hermano, por otro lado, avanza con un plan de fundar colonias en resto de la
península Itálica e incluso en África. Además, la ley frumentaria que establece la distribución mensual de grano a un
precio fijo, la ley repetundis, consiste en que los juicios a los gobernadores provinciales sean llevados adelante por
el orden equestre y no por el orden nobiliar. Ante estas reformas, y otras, hay enfrentamientos urbanos. “Cayo
huyo, cruzo el Tíber y se escondió en el bosque sagrado de Furrina, en el Janículo, donde se suicidó” (López Barja,
2004:116). Se da inicio a lo que se va a denominar el grupo popular, que va a reivindicar las reformas de los
hermanos Graco. Entre el 107 y 100 a.c., se da el consulado de Mario, que va a llevar adelante una serie de
reformas militares. En la tensión entre optimates y populares que comienza a surgir, este último grupo va a llevar
adelante políticas, como las de los hermanos Graco, que buscan beneficiar al proletariado rural, para que puedan
acceder a tierras a través de la reforma, que puedan recibir tierras como colonos. La base política de los optimates
está en el proletariado urbano. Mario lleva adelante una reforma militar que va a ordenar la vida política y militar
romana de manera central. Porque el ejército romano a partir de él, ya no solo se va a conformar solo de
campesinos que deben armarse a sí mismos, sino que además se va integrar a cualquier voluntario que esté
dispuesto a formar parte de él y a cambio de ello, recibir un pago. Además, en su retiro recibirán tierras, y van a
establecerse lazos de lealtad personales con los Generales, dado que sus conquistas van a resultar beneficiosas
para sus tropas. La guerra social, 91 y 89 a.c., no significa un enfrentamiento entre pobres y ricos, sino que es la
guerra de los socios, que son los pueblos itálicos; que, tras haber sido conquistados por Roma, comienzan a formar
parte de la vida política de ella, pero no son ciudadanos. Tras un enfrentamiento y aun habiendo vencido Roma, se
extiende la ciudadanía romana a todos los habitantes de la península itálica. La gran guerra civil entre optimates y
populares, ocurre entre el 89 y 82 a.c. En la que triunfan los primeros liderados por Sila. Este tras vencer a los
populares establece una magistratura extraordinaria, es decir, un ciudadano romano que tenga cierto poder
político militar personal, puede ser elegido como dictador donde se le otorgan poderes militares por sobre los del
cónsul para pacificar la sociedad romana. Pero esta magistratura solo dura seis meses, sin embargo, Sila, la ejerce
por tres años. Durante este tiempo lleva a cabo una serie de reformas antipopulares, que desarticulen algo de los
que los populares habían realizado durante los años anteriores. Una vez logrado su cometido, se retira. Se
conforma el llamado primer triunvirato (60-53 a.c.) por tres Generales de la facción popular. Acuerdan derrotar a la
facción optimate y llevar a cabo reformas. Julio Cesar que provenía de la conquista de las Galias, Pompeyo y
Craso.Pero tras años de gobernar como triunviros, se enfrentan entre ellos. Como consecuencia de su acumulación
de poder personal, Julio Cesar lleva adelante un nuevo avance sobre la institucionalidad amenazando a la Republica
con sus ejércitos. Cesar derrota a sus ex aliados, y acumula tirulos personales, magistraturas extraordinarias,
cónsul, hasta que es nombrado dictador vitalicio en el año 44 a.c. Ante esta situación, sus antiguos aliados arman
una conspiración en el Senado y lo asesinan. Tras la muerte de Cesar, su hijo adoptivo Octavio, comienza a vengarlo
en compañía de otros generales, Marco Antonio y Lepido, conformando el Segundo Triunvirato. Se inicia una nueva
guerra civil contra los asesinos de Cesar. Los derrotan, pero nuevamente surgen hostilidades entre los Generales,
saliendo victorioso Octavio. En esta guerra en la que derrota a Marco Antonio y Cleopatra, establece la última
provincia romana en Egipto, y cierra el control romano casi todo el Mar Mediterráneo. Tras estos hechos y victorias,
el año 27 a.c. Octavio es nombrado Augusto Prínceps, el primero de los pares. Es decir, tiene una autoridad moral
personal, está por encima de los cónsules, tiene poder de Imperium vitalicio, no tiene autoridad total legal.
Comienza a aparecer la figura del Emperador. Tras su muerte, es heredado dentro de su familia política ya que no
tiene hijos. Comienza la dinastía de los emperadores Julio-Claudios, pero pierde el Imperio dado que cae su
prestigio por cuestiones que involucran a algunos de sus representantes como, por ejemplo, Calígula o Nerón. A
esta le continua la dinastía de los Flavios, a comienzos del siglo II d.c. Estos basan su poder en lo militar. A fines del
siglo II d.c. se establece la dinastía Hispánica con el emperador Trajano, el primero nacido fuera de Italia. Durante
este periodo ya no hay grandes expansiones, sino que se establecen los límites del Imperio Romano. De esta
manera se va a tratar de organizar los territorios poseídos estableciéndose dos tipos de provincias: las senatoriales,
aquellas en las cuales se extiende la forma de vida latina, se forman las uilla romana, que son los latifundios
esclavistas. Las grandes extensiones de tierra propiedades de la elite urbana que son trabajadas por esclavos y
producen para el mercado; y las imperiales, son aquellas cuyo gobierno dependen directamente del emperador, no
del Senado. Son aquellas en las que es más difícil replicar la forma de vida romana clásica, por lo que se establecen
gobiernos militares. Para el siglo III surge la crisis. El problema es que el estado Imperial no recauda los tributos en
moneda que necesita para sostener su aparato burocrático provincial y su aparato político militar. Esto empeora
tras la irrupción de los emperadores flavios, ya que el poder está cada vez más en manos del ejército. Se produce la
ruptura del poder imperial, no hay ninguna dinastía que logre establecer un gobierno pacifico. El poder queda en
manos de los ejércitos que buscan solo ganancias en monedas. Hay varios generales que se autoproclaman
emperadores al mismo tiempo, o las guardias de un emperador pueden ser sobornadas por otros posibles
emperadores. Pero también hay problema económico, la solución que se encuentra es la devaluación de las
monedas y que aceleran el proceso inflacionario. Hacia principios del siglo IV comienza el segundo periodo imperial
bajo imperial, dominado. Periodo en el cual el emperador Diocleciano logra establecer la paz.

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