Sexualidad y espiritualidad

Cuerpo y alma dos dones de Dios

El cuerpo humano está
dotado de belleza y
armonía reflejo de la
unidad del cuerpo y el
alma, capacitándolo de
una dignidad
incomparable.

El ser humano es imagen

de Dios, el cuerpo es
templo del Espíritu Santo.
 Creados por amor y para el amor
La vocación al amor
Varón y mujer los creó
La sexualidad no es un recurso
para satisfacer o entretener, es
un lenguaje interpersonal donde
el otro es tomado en serio, con
su sagrado e inviolable valor.
(Amoris Laetitia, 151)
El ser humano no fue creado
para la soledad, sino para la
comunión de personas.
La sexualidad es un don de Dios,
noble y limpio abierto a la
transmisión de la vida humana.
1. Valor positivo de la sexualidad.
Creada por Dios es «buena».
2. Le sexualidad requiere
autodominio.
3. La sexualidad tiende a la
«procreación». El matrimonio
espacio para la unión y
donación total de los esposos.
Cuando uno ama a una
persona, en realidad ama algo
más que una persona.

En el amor Dios es el punto de

arranque (fuente), también es
la meta suprema del amor
total.
«Cuando el tú no acaba en
Dios, el amor termina mal» (M.
Buber).
El amor está conectado al todo
y al siempre, a lo eterno, a lo
absoluto -Dios-.

Si el sexo es dualidad (macho y

hembra), el amor es Trinidad
(varón, mujer y Dios).
La sexualidad es un
“elemento básico de
la personalidad, un
modo propio de ser,
de manifestarse, de
comunicarse con los
demás, de sentir, de
expresar y de vivir el
amor humano”.
Reflexión bíblico-teológica
1. Realidad
creacional
Dios creó a Adán y Eva para ser
puros y santos.
La sexualidad contiene una
dimensión creativa:
1º) de unidad ser «una sola
carne» y
2º) de continuidad «crezcan y
multiplíquense».
Forma parte de una bendición,
no se trata de una orden, sino
de un don.
 El amor creador de Dios, se hace
presente mediante el amor humano.

El sexo es un gran
don, eso significa que
no puede ser usado
por todas las
personas, todo el
tiempo y en todas las
etapas de la vida.

Dios podría haber hecho el sexo tan

profano como respirar o comer; le
dio una cualidad espiritual.
 2. Realidad ambivalente
¿Darse al otro o usar al otro?
¿Elegir amar o ser egoístas?
Ruptura con Dios - ruptura con la familia
humana.
El varón se vuelve tirano y la mujer
tentadora.
El dolor del parto, tristeza del dominio,
infidelidad y el pecado desfiguran el
rostro de la sexualidad.
El placer sexual es don de Dios, pero si se
busca en forma egoísta acaba por
La expulsión de Adán y Eva del
esclavizar y alienar.
Paraíso. Masaccio 1427
 Es una manera de vivir el amor
3. La castidad humano.

Es un don de Dios, sólo puede

Es la «verdadera vía» para la vivirse en un clima de fe y oración.
felicidad.
Es la virtud que dirige deseos
y actitudes sexuales hacia la
verdad del amor.

La castidad libera del vicio de

usarse como cosas y otorga la
La castidad nos hace libres capacidad de vivir un amor
para amar. verdadero.

La castidad es la
«verdadera vía»
para la felicidad
(Juan Pablo II)
El amor auténtico:
• No es autocomplaciente
(egoísta, lujuria)
• Es verdadero, es
entrega (donación total)
La castidad es la virtud
que dirige deseos y
actitudes sexuales hacia el
verdadero amor.
• La castidad es una forma
de amar.
• Tiene el valor simbólico
del amor que no necesita
poseer al otro.
• Permite hacer sólo lo que
es bueno para el otro.
Masculinidad y feminidad son dos El nuevo acto creador de
«encarnaciones» diferentes, dos Dios... El hombre (‘adam) se
modos de «ser cuerpo», creado a despierta «varón» y «mujer»
«imagen de Dios» (Gen 1,27). comienzo al género humano.

La teología del cuerpo, acto La masculinidad y la

creador de Dios, se convierte, en feminidad expresan el
teología del sexo, o mejor, en doble aspecto de la
teología de la masculinidad y de constitución somática de
la feminidad. ser humano.
 «Dios le ha asignado al El ser humano por sí
hombre un deber, proteger la «solo» no realiza
dignidad de toda mujer.» (JPII) totalmente su
esencia.

«SACRAMENTO del
cuerpo»: el cuerpo del
varón y de la mujer,
sujetos de santidad.

Con el significado del

cuerpo, el ser humano,
varón y mujer, entran en
el mundo como sujetos
de verdad y de amor.

Adán y Eva 1990. Fernando Botero

Bibliografía
1. Gastaldi, Italo. El hombre un misterio. Editorial
Abya-Yala, séptima edición 2005. Quito. P. 135-
138
2. Evert, J., Evert, C. Butler, B. Teología del cuerpo
para jóvenes. España. Editorial Casals. 2011.
3. Juan Pablo II. Varón y mujer. Ediciones palabra,
octava edición. Madrid 2011.
4. Juan Pablo II. Teología del cuerpo.
http://www.ofschile.cl/descargas/Teologia_del_Cue
rpo.pdf