Está en la página 1de 68

Presentación

Vivir reconciliados, Aspectos psicológicos es el destinatario no es solamente el psicólogo


el segundo volumen de la colección “Psicología clínico, ni el paciente que necesita curas
e formazione” iniciada en septiembre de 1985 analíticas, sino el hombre normal, común,
con el libro Psicología e formazione. Strutture e constreñido -muchas veces contra su voluntad- a
dinamismi. admitir no ser perfecto como querría, pero
Como lo indica el título de la colección, hay tampoco tan limitado como a veces pareciera
dos objetivos que se proponen: ofrecer algunas ser. El libro se propone tratar una cierta idea de
ideas para comprender el sentido de nuestro ser la perfección, entendida como estado ideal de
y de nuestro hacer, a fin de ayudar al lector a ausencia de límites. Por esto se dirige también a
crecer como hombre total en relación con todas quien está encaminado en una “vía de
las dimensiones de las que se compone su perfección” como el religioso-consagrado o el
psicología. Relacionar los términos “psicología presbítero, para que tampoco caiga en el
y formación” significa querer analizar los equívoco y aprenda a servirse de su límite para
dinamismos psíquicos, ponerlos en relación realizarse plenamente.
entre sí, indagar sus orígenes para, después, El modo de tratar el tema es por lo tanto
emprender un camino de crecimiento y cambio. deliberadamente divulgable; se diferencia así
Si en el primer volumen se ha subrayado el del volumen precedente de esta colección, pero
término “psicología”, realizando un discurso se refiere a él en cuanto a que los conceptos que
sistemático y articulado sobre las estructuras expresa en modo más discursivo, encuentra allí
que sustentan la psiquis humana, en esta una justificación científica y un detallado
segunda publicación se subraya el término análisis. Quien haya encontrado Psicologia e
“formación”: es decir, ayudar a la persona a formaziones. Strutture e dinamismo demasiado
crecer de un modo coherente y unitario, que árido, encuentra en esta segunda publicación
respete los dinamismos psíquicos básicos. ejemplos concretos más accesibles. Quien
Sobre este tema, A. Cencini se centra sobre encuentre esta obra de Cencini demasiado
un aspecto: qué sucede cuando en el proceso divulgable, puede buscar los fundamentos
evolutivo la persona se da contra el límite -cosa teóricos en el volumen precedente. el lector es
normal e inevitable-; esto es, contra todo lo que ayudado a hacer el pasaje del uno al otro
hace resaltar aquella realidad de debilidad que mediante el uso de los términos que en los dos
espontáneamente se tiende a ignorar. El hombre, volúmenes se ha buscado mantener lo más
de hecho, no es omnipotente, ilimitado o similar posible.
absoluto. En el fondo, la elocuente lección del A medida que el autor desarrolla su
dinosaurio es que si cierta grandeza es buena, pensamiento, se notará que su horizonte va
una superabundancia de grandeza no creciendo: de una perspectiva psicológica a una
necesariamente es mejor. más religiosa, para llegar progresiva y
Cencini ha escogido el tema del límite explícitamente -en la tercera parte-, a una
porque en su trabajo psicoterapéutico resulta ser precisa posición de fe. También esta
uno de los puntos cruciales en el camino del metodología refleja el objetivo de la colección.
crecimiento del hombre. La cultura narcisista De hecho, ser personas maduras significa vivir
actual lo confirma abundantemente. en una con la fuerza de las convicciones interiores que
lógica basada sobre la equivalencia de obran en el propio interior, más que ser
vivir=aumentar y crecer uno mismo, el límite se dependientes de los precarios sustentos que nos
convierte en una amenaza a la conservación de condicionan desde el exterior. Y en esta solidez
la propia estima más que en la ocasión de un interior la búsqueda motivada de la fe encuentra
compromiso renovado. Los intentos de negarlo no sólo su justificación sino también su
no son completamente eficaces, dado que la otra ubicación ideal. Evidentemente el método no es
cara del narcisismo es la depresión y el temor apologético ni se trata de una invasión en
del fracaso. ámbitos propios de otra ciencia. El psicólogo
En el libro se ha querido prescindir de un que entra en el sector religioso está legitimado a
lenguaje técnico porque en la intención del autor hacerlo porque, también en este caso, continúa

1
el análisis con los mismos instrumentos
psicológicos, como se ha procurado hacer en
este libro.

ALEJANDRO MANENTI

2
Introducción

El Sínodo de los obispos de 1983 y la somos siempre totalmente responsables), moral


convención de la Iglesia italiana en la Pascua de (el verdadero pecado, los egoísmos más o
1985 han tenido el mismo tema: la menos latentes, las exigencias del hombre
reconciliación cristiana, vista en su aspecto viejo...). Es imposible ignorar el mal o presumir
principalmente teologal y sacramental de parte de vivir como si no existiese, o como si fuera
de los obispos, en su aspecto más propiamente solamente un incidente, algo ocasional y
antropológico-social de parte de los pasajero. Dado que se radica tan profundamente
representantes de la Iglesia de Italia. Es muy en nuestra existencia, se debe aprender a
significativa -a pesar de ser aparentemente integrarlo.
casual- esta coincidencia temática: manifiesta el La integración es un proceso psicodinámico
interés y la preocupación de la Iglesia por una complejo, mediante el cual el mal:
disminución de la conciencia de pecado que 1. Es reconocido e identificado con precisión
pone inevitablemente en crisis -casi en una en nosotros: descubrimos que forma parte de
reacción en cadena- toda una serie de relaciones nuestro yo, lo aceptamos dándole un sentido;
ligadas a tal conciencia. Con Dios, consigo 2. Lo experimentamos perdonado y nos
mismo, con el propio mundo de límites y experimentamos perdonados desde siempre y
debilidades de los demás, con la propia historia, por eso tenemos la capacidad de perdonar:
síntesis de bien y de mal, pero donde el mal, reconciliados con el mal nuestro y el de los
cuando no se lo reconoce y no se lo integra, demás;
puede impedir y oscurecer la percepción del 3. En este punto, el mal se transforma y se
bien. transfigura lentamente: se convierte en ocasión
Por una parte ha desaparecido, y es un bien, de bien, debilidad de la cual “aprovecharse”,
cierto sentimiento de culpa, fruto de retorcidas ámbito de la manifestación del poder del amor
replegaduras narcisistas que no podían llevar a de Dios.
la experiencia del Dios de la misericordia pero, Son las tres fases mediante las cuales se
por otra, intenta emerger aquella conciencia articula la dinámica integradora del mal y son
penitencial que es signo a la vez de madurez también las tres partes en que se divide el
humana y cristiana y que se construye sobre la presente tratado. Queremos intentar comprender
capacidad de reconocerse real y profundamente qué significa para nosotros en particular el
pecadores. pecado -el mal por excelencia-, en qué relación
Se ha dicho que el hombre es más grande vivimos con él, como hombres y como
cuando sabe reconocer y aceptar su pecado. creyentes y-en consecuencia-, con qué
La religión misma -según Newman- “está capacidad de integración sabemos aceptar
fundada de un modo u otro sobre el sentido del nuestros límites también en otros niveles,
pecado”. Tanto más la religión cristiana, que fisiológico y psicológico. Aparece la duda sobre
predica un Dios rico en misericordia, que manda si tantos de nuestros estados de ánimo negativos
a su Hijo a la tierra no para los sanos, sino para (tristeza, desaliento, pesimismo) pueden estar
los enfermos. ligados a una escasa capacidad de integración
El mal forma parte de nosotros, lo del mal.
experimentamos cada día de nuestra vida; La perspectiva en la cual nos colocamos es
espina clavada en nuestra carne, lo vemos psicológica, de una psicología que reconoce el
alrededor de nosotros. Asume distintas formas y primado de la gracia y cree en la libertad del
se manifiesta en varios niveles: fisiológico (la hombre; una psicología que sólo quiere dar su
precariedad de la vida, la inevitable decadencia aporte para que nos dejemos reconciliar con
orgánica, la enfermedad, la vejez, la muerte), Dios.
psicológico (nuestras inmadureces,
incoherencias, infantilismos, de los que no

3
PRIMERA PARTE
Reconocimiento / Aceptación
Es la primera fase. Se trata sobre todo de saber percibir positivamente el propio error, madurando
en uno mismo una verdadera y propia conciencia de pecado, que va más allá del simple sentimiento
de culpa. Reconocer y aceptar ser pecadores frente a Dios, frente a uno mismo y frente a los otros
significa hacer un camino en el sentido de la percepción y de la maduración. No es un proceso
espontáneo, ni inmediato, simple o fácil. Solamente a veces el hombre reconoce su propio error y,
aun más raramente, lo experimenta como “pecado”. ¿Qué nos impide ser sinceros con nosotros
mismos?. ¿Cuál es la diferencia entre el sentimiento de culpa y la conciencia de pecado?. ¿Cómo
hacer nacer en nosotros una auténtica conciencia penitencial?. ¿Ser santos quiere decir ser
perfectos, sin pecado?. Estos son algunos de los interrogantes que buscaremos clarificar.

CAPÍTULO 1
La ilusión de ser justos
Sin asombrarnos, pero tampoco haciéndonos personal, pero que en realidad nos impiden ser
demasiado los ofendidos, debemos veraces con nosotros mismos (y con los demás)
convencernos de una cosa: vivimos una extraña y, mientras nos ilusionan con ser justos, nos
relación con el mal. Una relación que privan de la experiencia más rica y exaltadora
podríamos definir como de amor-odio. Sutil, y a que el hombre pueda tener, la de la misericordia
menudo inconscientemente, somos atraídos y de Dios. Veamos algunos de estos mecanismos.
tentados por él, no queremos admitir nuestra
falibilidad y nuestras tendencias, estamos 1. La pretensión de eliminar el mal
atemorizados y recurrimos a mil y una Una primera forma posible de distorsión
estratagemas para quitarnos la impresión de perceptiva en relación al pecado es la que
haber errado, como si fuese una mancha determina la pretensión de eliminarlo del todo
infamante. lo extraño es que todo esto sucede a de nuestra propia vida. Se trata de una
menudo por un deseo auténtico de perfección. Y pretensión implícita, que difícilmente
las consecuencias son graves: debido a este reconocemos ante nosotros mismos, que funda
equívoco, a menudo somos llevados a sus raíces en una necesidad presente en todo
minimizar nuestro error, a reducirlo a una hombre, aunque de la cual difícilmente se habla:
simple transgresión o a una serie de gestos la necesidad de omnipotencia. Es un impulso
fácilmente identificables. Nos proclamamos que surge cuando la propia estima está
pecadores, pero no nos sentimos profundamente amenazada por la constatación del propio error
tales, sobre todo si nos comparamos con otros, y, entonces, como viniendo en su socorro, nace
con los “pecadores” por quienes oramos. O al esta pretensión infantil -de hecho rara también
contrario, nos sentimos como desgajados por en nuestros ambientes- de simplemente “anular”
nuestro pecado, incapaces de reaccionar frente a la realidad de mal de nuestra vida.
algo que es más grande que nosotros y que La consecuencia inmediata es que el propio
destruye inexorablemente nuestros sueños de yo se divide en dos partes, una buena y otra no.
perfección. También en este caso nos Porque es incómodo reconocer y cargar la parte
proclamamos pecadores, pero con una profunda negativa de sí mismo; progresivamente se la
desilusión y frustración, y también nos disgusta quita de ante los propios ojos y se la reduce al
que haya otros mejores que nosotros. mínimo, mientras que toda la consideración de
Son solamente dos ejemplos que nos hacen sí mismo se asienta sobre la parte positiva o
comprender cómo funcionan en nosotros, presuntamente tal, en el intento de construir -y
consciente o inconscientemente, los después defender-, una imagen solamente
mecanismos de defensa, cuya función es positiva de sí mismo. La conclusión a la que se
exactamente la de proteger nuestra estima llega es la de haber identificado y aislado

4
finalmente al “enemigo” - se llame o no así al la tentativa, quizás inconsciente, de ignorarlo o
propio defecto predominante-, para poder minimizarlo. La persona simplemente relega al
agredirlo con todas las fuerzas, hasta hacerlo inconsciente la sensación de la propia
desaparecer del todo. negatividad. No se preocupa de identificarla
Pero es este justamente el equívoco, fuente “concentrándola” en una actitud personal
de frustraciones, desperdicio de energías y precisa, para después combatirla con
depresiones que no terminan jamás. Porque el vehemencia como en el caso anterior. Como
hombre no podrá jamás eliminar totalmente el máximo experimenta una vaga sensación de
mal de su propia vida. El mal forma parte de inquietud, pero no se preocupa por eso. Es una
nosotros mismos y de nuestra historia, está persona tranquila, difícil de entrar en crisis pero
inserto profundamente en nuestro corazón y en también de entusiasmarse, satisfecha de sí
nuestros miembros. Es simplista reducirlo a misma y de las propias “observancias”, y
algunos gestos y comportamientos erróneos, siempre pronta a autoabsolverse o a concederse
como si el resto de la personalidad pudiese compensaciones en caso de necesidad.
permanecer exceptuada. Es de ingenuos Tranquila y mediocre como es, le basta saber
considerar que se lo puede extirpar de tal modo precisamente aquello que no se debe hacer (los
que ya no se sienta su atracción. pecados mortales), para satisfacer su bajo nivel
Es importante comprender que esta de aspiración en la vida espiritual (“basta con
presunción falsea nuestra relación de criatura vivir en gracia...”).
con Dios. Aunque esconda detrás de sí No podía ser de otro modo: para tender a la
propósitos de santidad y de compromiso santidad es importante el sentido del propio
apostólico, deriva en el fondo de una sutil pecado. Los santos se han considerado siempre
ambición narcisista, que luego se descubre y y con plena sinceridad y verdad, grandes
traiciona por sus propios frutos. Y, sin duda, pecadores. Es notable que el camino hacia la
emprender esta lucha sin cuartel contra el propio perfección, cuando es verdadero, conlleva una
mal, confiándose más o menos ciegamente en creciente toma de conciencia del pecado.
las propias fuerzas (la propia zona considerada Hay también aquí una verdad
positiva), significa ir al encuentro de una fundamentalmente olvidada o no advertida lo
amarga desilusión. El mal, que en realidad de suficiente: la que recuerda que el hombre “está
ningún modo ha sido anulado, reemergirá con la engendrado en la culpa” y que es pecador en su
misma fuerza y aun más, porque el sujeto ha profundidad. Y por lo tanto es de inconscientes
utilizado un método (afrontar directamente el el sentirse contentos de sí mismos simplemente
problema apoyándose sobre las propias fuerzas) porque “no se hace nada malo”... En el fondo, y
y un objetivo (eliminar del todo el mal) errado siempre sin maldad, se trata de una forma sutil
en sí mismo y de hecho impracticable, no de irresponsabilidad: es como si el sujeto
obstante el notable empleo -y desperdicio- de hubiese delegado en otro su salvación, sin sentir
energía. profundamente la necesidad de un Salvador y la
Con la desilusión llegará la depresión y el grandeza de ser salvado.
resentimiento contra sí mismo, la intolerancia
contra el mal de los demás, como proyección de A. Las venganzas del inconsciente
la impaciencia contra sí mismo, y la manía Es cierto, hay ventajas en relegar al
perfeccionista, como remedio extremo para inconsciente el sentido de la propia culpa: se
ilusionarse de estar en lo justo. vive tranquilo como ya se ha dicho, sin
Pero puede también suceder que el individuo, escrúpulos y sin excesivas tensiones de
obligado a admitir la inutilidad de sus esfuerzos, perfección; se tiene un concepto positivo y, en
pase del compromiso extremo a la falta de resumen, también se deja vivir a los demás.
compromiso total. Es decir, de la pretensión de Pero el inconsciente, lo sabemos bien, no
eliminar el mal de raíz, a la rendición duerme, y si es un inconsciente negativo influirá
incondicional frente a él. negativamente en nuestra vida. Hay tendencias,
emociones, instintos muy poco recomendables
2. La tentativa de ignorar el mal que pueden funcionar sin perturbaciones en la
Otra actitud falsa frente al pecado consiste en penumbra de nuestra psiquis y convertirse en

5
motivaciones que impulsan a comportamientos necesidad consecuente de expiación; se
correspondientes, sin que los podamos manifiesta en dudas obsesivas, que tienen por
controlar. Lo que siempre hemos ignorado se va objeto la conducta del individuo, la gravedad
convirtiendo en el patrón de nuestro corazón. moral de sus actos, la posibilidad de ser
Y a su modo logra emerger. Así le sucede al perdonado; se manifiesta también en gestos
tipo “tranquilo” que se encuentra con una repetitivos con finalidad expiatoria y en
extraña rabia o antipatía dentro de sí y con una requerimientos continuos de reafirmación
tendencia a desahogarla con violencia. Esa desde el exterior.
violencia y ese disgusto no llueven del cielo: Aparecen dos elementos centrales: el
son consecuencia de gestos y sentimientos subjetivismo exasperante y un sentimiento de
puestos en acto o favorecidos por largo tiempo culpa que invade toda la psicología. Es el
dentro de sí mismo sin sentirse culpable por mismo sujeto quien se siente culpable, se
ello, aun reconociéndolos como no buenos en sí condena y se tortura por una culpa que existe
mismos. Es como si estas faltas veniales sobre todo en su mente, pero que invade todo su
repetidas se fueran sedimentando en el ser. De hecho esta conducta autopunitiva
inconsciente dando lugar a estímulos agresivos representa otra forma de no integración del mal.
cada vez más exigentes y siempre menos Si el hombre, como dice Buber, es aquel que es
controlables. capaz de hacerse culpable y de explicar su
Y también está el tipo “contento de sí culpabilidad, el escrupuloso es una excepción:
mismo”, que advierte dentro de sí un creciente no se hace sino que se siente siempre culpable y
sentimiento de inferioridad e inadecuación. Es de una culpabilidad que no puede explicarse
como si resurgiera un misterioso sentimiento de porque está obligado a pensar siempre en ella.
culpa (refutado conscientemente), que lo hace Veamos el porqué, observando la evolución
inseguro y miedoso, incapaz de enfrentar los psicológica del escrúpulo.
compromisos de la vida y de arriesgarse. La ilusión: en la base de toda escrupulosidad
También existe una posible revancha del existe un equívoco fundamental, habitualmente
inconsciente, el tipo “mediocre” que, a fuerza de inconsciente: “yo no debo equivocarme”. El
realizarse autoconcesiones, se construye su deseo de perfección se confunde con un sueño
propia moral de a poco por vez, donde casi todo de infalibilidad. Este es un error peligroso
es lícito y el pecado grave se convierte en un porque induce a soñar lo imposible y, mientras
simple incidente del camino que no toca -así se tanto, repliega al individuo sobre sí mismo y
imagina- su opción de fondo. concentra la atención de un modo meticuloso y
Es un autoengaño habitual: lo que hemos casi obsesivo sobre sus acciones y sus
querido ignorar o minimizar resurge por otro progresos. Naturalmente la ilusión es
camino o se anida en el corazón, desde donde inconsciente, pero los progresos “deberían ser”
nos perturba y nos complica la vida. bien visibles...
La pretensión: del sueño de impecabilidad a
3. La obsesión de la culpa la pretensión de definir el propio yo ideal, el
La conciencia de muchas personas, más de lo paso es breve. Sin darse cuenta, el individuo
que se cree, a menudo es agredida por los casi se sustituye a Dios en la definición de lo
fantasmas de un pecado que quizás nunca se que está bien y de lo que está mal y programa
cometió o de la angustia de no merecer el para su crecimiento espiritual una serie de
perdón. Probablemente todos hemos vivido en objetivos muy difíciles de alcanzar, pero que
cierta época el drama de la culpa obsesiva y no gratifican sus propias ambiciones espirituales.
redimida. Y es un sufrimiento que pocos Será él mismo quien defina las condiciones
comprenden, aun los confesores. Se trata de un precisas que hacen correcta o perfecta su propia
drama con un nombre preciso: el escrúpulo. conducta.
Esta sería una definición descriptiva: los Obrando de este modo, no se da cuenta que
escrúpulos forman parte del género de impone una perfección legalista a sus actos y los
conductas que la psicología define como carga de excesiva importancia, como si la
autopunitivas, dictadas por un sentimiento salvación dependiera de ellos, con el riesgo de
inconsciente de autocondenación y de una no tener suficientemente en consideración esos

6
valores elementales (por ejemplo, el servicio, la bien del hombre, no un yo que se busca con
gratuidad, el perdón, etc.), que se manifiestan en obstinada ambición a sí mismo o los propios
las pequeñas cosas y no dan una gloria visible al intereses espirituales. En el fondo no existe peor
yo. tirano que un yo ambicioso con respecto a sí
El temor: con estas premisas es lógico mismo...
esperar un temor tonto: el de admitir el propio Si el escrupuloso se culpa, no lo hace por
pecado. Reconocerse pecador significaría delicadeza de conciencia sino por imposición de
admitir el propio fracaso. Sería como el fin de su yo (o del superyo) que, ofendido en su
un sueño... narcisismo, se venga o intenta rehabilitarse
Y entonces, como siempre sucede con condenándose y castigándose de mil modos
aquello que se teme demasiado, el escrupuloso: (búsqueda excesiva de mortificaciones
a) ve el pecado por todas partes, es decir, expiatorias, formas exageradas de ascetismo,
penaliza los sentimientos, confunde la tentación ritualismos propiciatorios, etc.). Todo siempre
con la culpa y el placer con el pecado; b) lo con una pizca de exhibicionismo y la pretensión
engrandece, como si sólo existiesen pecados de permanente perfección.
graves, de los cuales se siente siempre La duda: pero no obstante esta tentativa
plenamente responsable sin atenuantes; c) lo dispendiosísima de recuperación, el escrupuloso
reencuentra en transgresiones completamente no resuelve su problema: no obtiene la
veniales, en detalles mínimos, quizás para evitar seguridad interior ni la certeza del perdón. Por
confrontarse con las exigencias más centrales de dos motivos. Sobre todo porque siempre es el
la vida moral y no sentirse en falta con respecto yo el que quiere realizar ese programa de
a ellas (escrúpulos de compensación). rehabilitación: este pequeño yo que pretende, a
La decepción: cuanto mayores son las través de sus actos de penitencia, obtener la
expectativas perfeccionistas más probables garantía de reencontrar su inocencia y piensa
serán las caídas, sea porque las pretensiones son que será perdonado sólo gracias a sus repetidas
irrealizables, sea porque la persona vive en una confesiones (como si el perdón estuviese ligado
tensión insoportable que le quita energías y la a la cantidad de absoluciones). Surgirá ahora, en
hace más vulnerable. Y con las caídas vienen las lugar de la fe en la misericordia divina, el
decepciones, la desconfianza, la ira consigo mecanismo narcisista (pretensión de ser perfecto
mismo y tanta amargura en el corazón por haber y temor de no serlo), que desembocará a su vez
fallado a las promesas y haberse descubierto en una especie de manía obsesiva: “¿me habré
débil. confesado bien?... ¿habré dicho todo?... ¿deberé
Y esta, en realidad, es la verdadera raíz de su confesarlo otra vez?... ¿habré hecho suficiente
malestar, no tanto el saber que ha ofendido a penitencia?...”. Y la clásica duda del
Dios, sino más bien haber constatado la propia escrupuloso se convierte en una verdadera cruz
debilidad. Un sentimiento de culpa, que nace difícil de comprender y más difícil aún de
más de una herida al amor propio que de la cargar. Pero es la consecuencia lógica de un
conciencia de haber “herido” el amor divino. error imperdonable; el escrupuloso se impone la
La condena: en este punto surge la condena confesión más como un castigo que como la
del yo. Puede parecer extraño, pero también esta búsqueda de un encuentro con la misericordia
es una expresión de narcisismo. De hecho se divina que perdona y reafirma.
presenta una afirmación ulterior y deformada Existe otra razón, ligada en particular a la
del yo o la consecuencia exasperada de un naturaleza del perdón. Parece evidente que para
proceso de auto-lesionamiento moral. Si es el sentirse perdonados se necesita antes sentirse
yo, que escoge autónomamente los valores y fija pecadores. El escrupuloso no se siente
objetivos para su autorrealización ascética, perdonado simplemente porque no ha tomado
podrá hacer grandes proyectos de santidad, conciencia de la verdadera naturaleza de su
comprometerse al máximo y dar pruebas de pecado. Vive con el temor de descubrir la
coherencia y severidad hacia sí mismo, pero propia culpabilidad, por lo tanto no acepta ser
habrá una cosa que no sabrá y no podrá hacer: radicalmente pecador; ve el pecado en las cosas
aceptar el propio mal y perdonarse. El perdón lo pequeñas para sustraerse a la idea insoportable
podía inventar solamente Dios, que quiere el de sentirse pecador en las grandes.

7
En este punto, si su sentido del pecado es tan continuamente sobre sí mismo. Por su parte, el
restringido y sofocado, ¿qué experiencias de escrupuloso deberá ser fiel en el dejarse guiar, y
perdón radical y “definitivo” podrá hacer?. obediente, resistiendo a la tentación de
Multiplicará sus confesiones, pero quedará con multiplicar las confesiones, de acusarse
la duda de fondo: “¿Puedo merecer ser repetidamente del mismo pecado, de hacer
perdonado y amado por Dios?. Esta es su confesiones generales; y deberá recordar que en
verdadera duda. Una duda narcisista, como la caso de duda sobre su conducta moral, la
reflexión que le sigue, parecida a una ruminatio presunción siempre está a su favor. Tal
sin fin que tiene por objeto el propio yo y no el obediencia es su verdadera penitencia, sin que
amor de Dios. Un amor que el escrupuloso no vaya a busca otras...
llega a descubrir como más grande que su
propio pecado. 4) Aceptar el lento proceso sanativo: dando
un sentido a su sufrimiento. No es cierto, como
a. Terapia antiescrúpulo se ha dicho, que el escrúpulo sea un
Es posible salir de la duda asfixiante del padecimiento inútil. Se puede convertir en un
propio escrúpulo o, por lo menos, tomar una sufrimiento redentor si se lo carga de
actitud distinta, más libre y liberadora, frente a significado, si se lo vive frente a Dios y a su
él. Estas son algunas normas indicativas. misericordia, si se lo libera progresivamente de
1) Liberarse del narcisismo. Si contemplar el los componentes egoístas y se lo acepta como
propio yo nos hace enfermarnos y a veces nos parte de la propia debilidad. Naturalmente es un
vuelve escrupulosos, la medicina está en dirigir proceso lento; quizás la persona no sane jamás
a Dios el corazón y la voluntad en la escucha de del todo; lo importante es que acepte aligerarse
su Palabra y en la atención a las necesidades de de a poco de su propio yo. También podrá
los demás. Podemos decir que es terapéutico santificarse, no obstante sus escrúpulos...
todo aquello que impide al escrupuloso
replegarse sobre sí mismo y, en cambio, lo 4. La viga en el ojo
estimula a liberar sus energías para un servicio Los llamaban whipping boys (“niños de
concreto y creativo del prójimo. El escrupuloso azotes”). Vivían en las cortes reales inglesas del
tiene mucha más necesidad de liberarse de su siglo pasado. Eran compañeros de juegos del
narcisismo inconsciente que de sentir prédicas hijo del rey; pero también tenían esta extraña
sobre el perdón de Dios o afirmaciones sobre su tarea: cuando el joven príncipe cometía una falta
comportamiento o prohibiciones y preceptos eran castigados con el látigo, en lugar del
varios. culpable. De tal manera, la culpa era en algún
modo expiada. Cosas de otras épocas, tan
2) Aclarar el sentido de la vida moral, absurdas como bárbaras; sin embargo, el otro
liberándola de los equívocos, como por ejemplo día en la comunidad ha sucedido lo mismo. No
de una ética demasiado legalista (el deber por el hay ningún príncipe ni latigazos, se comprende,
deber) o represiva, que ve el pecado por todas pero la misma operación psíquica que lleva
partes y termina sofocando el espíritu, o tan inconscientemente a una persona que comete
sublime que impone exigencias imposibles, o un error o que constata un límite (que, sin
quizás únicamente sexual, como si no existiesen embargo no puede aceptar), a “transferir”
otros aspectos de la moral (más de tres cuartas culpa y pena a otro. Es el viejo e infantil
partes de los escrupulosos están atormentados mecanismo de la proyección. Otra forma de no
por dudas en el área sexual). integración del mal.
La proyección constituye un modo muy
3) Tener un guía espiritual: es peligroso para primitivo de liberarse de la propia culpa
el escrupuloso estar abandonado a sí mismo o ir cargándola sobre los demás. Todos nosotros,
de un confesor a otro. Es importante que tenga más o menos, estamos tentados de usarla a
un director espiritual propio, un director que veces en nuestras vidas. Quizás podríamos decir
sepa unir la paciencia a la fineza, que sea que tal mecanismo es responsable de muchos
sereno, misericordioso, capaz de infundir fe y de problemas y dificultades en las relaciones de
impedir al penitente el concentrarse nuestra comunidad.

8
¿Qué se encuentra en el origen de esta
proyección del propio mal sobre los demás?. 3) La condena demasiado fácil y expeditiva,
Por una parte el ancestral temor del propio como expresión inconsciente de un deseo de
pecado, que a veces nos lleva a ignorarlo; por salir completamente indemne y liberado del
otra parte, la sensación de poder combatir mejor mal: se lo condena en el otro para ilusionarse de
lo que está fuera de la propia persona y que no haberlo alejado y vencido en sí mismo.
la compromete directamente: entonces el Normalmente se trata de condenas demasiado
hombre “proyecta”, es decir, critica, acusa, severas, sin apelación, quizás con una
juzga; y a veces condena, rechaza, desprecia... resonancia profética, aun si no se la verbaliza.
de tal modo tiene la impresión de haber hecho La expresión típica y exasperada de esta
algo contra este mal, pero no se da cuenta de primera forma de proyección es la creación del
que tratar el mal de este modo lo multiplica, chivo expiatorio: se enfoca la mirada en un
arruinando las relaciones interpersonales, y no miembro de la comunidad y se lo acusa
lo elimina de la propia vida. insistentemente por culpas propias y no propias.
Quizás es efectivamente un hermano débil, que
a. El chivo expiatorio falla más que los demás; o quizás, a diferencia
Una primera forma de proyección, la más de los demás, tiene el problema de errar de un
clásica, es la de atribuir inconscientemente a modo evidente, a la luz del sol... Si surge una
otra persona sentimientos, intenciones y proyección será el hermano (?) Que yerra
actitudes ligadas a la propia inmadurez. Es siempre y no comprende nada, que retrasa el
como si el otro se convirtiese en una pantalla o camino comunitario porque tiene este o aquel
en un recipiente sobe le cual proyectar lo defecto y no se corregirá jamás, y que quizás
negativo propio: las culpas, o los aspectos del sería mejor que fuera transferido...
yo que el individuo no acepta o que no ha Hace tiempo conocí a un religioso que tenía
integrado en su identidad. Una viga en el ojo este particular “carisma” de crear un chivo
que impide comprender que lo que se reprocha expiatorio en las comunidades donde pasaba (y
al otro es lo propio y que no sabe descubrir que había estado en varias): lo interesante s que las
en realidad el otro se convierte en un reflejo de personas que se convertían en la mira de este
sí mismo. ¿Cómo darse cuenta de esta terrorista de la vida comunitaria mostraban
proyección?. Generalmente, hay un conjunto de todas características similares de personalidad y
signos que hacen pensar que este proceso se eran acusadas de las mismas cosas, de las
encuentra en acción: mismas inmadureces que él no solamente no
1) La rigidez y repetitividad del juicio, que había resuelto sino que ni siquiera reconocía. Es
deja pocas o ninguna esperanza sobre la verdad, en teoría, que el chivo expiatorio podía
posibilidad de una real mejora del otro. Parece así santificarse y aprender a tomar las cosas con
casi existir la necesidad de que el otro sea cierta altura, pero también podría enfrentar una
justamente así y que no pueda cambiar (para seria depresión o ser impulsado a realiza gestos
continuar ilusionándose con que “el problema es o acciones imprevistas. Por ello es mejor que
suyo, no mío”), con la consecuente “inducción” decidamos santificarnos nosotros mismos por
de un comportamiento correspondiente. es bien otro camino, comenzando cada uno por ser
sabido que cada uno provoca en los que viven responsable del propio mal.
junto a él un comportamiento exactamente
según la concepción que se tiene del otro. b. Grupo expiatorio y estilo de vida
Otra forma posible de proyección la realiza
2) Una acentuada intolerancia hacia el otro, quien proyecta habitual e inconscientemente su
cuya simple presencia se convierte en fastidiosa, negatividad sobre el grupo. Su proyección no
haga lo que haga (“me molesta incluso hasta necesariamente se realiza sobre una persona
como habla”). Tal intolerancia termina en la precisa y fija, sino contra un conjunto de
antipatía declarada (y de algún modo personas, como la comunidad, o “los otros”, o la
autojustificada) y en la rabia más o menos propia congregación, o quizás la estructura.
expresada (signo de que el problema no está También el mundo o la sociedad pueden
resuelto y el mal no ha sido eliminado). prestarse a este tipo de proyección o una

9
categoría particular en su interior, por ejemplo nuestra indignidad y nuestro mal. Fuera de la
los pecadores. Más que una técnica proyectiva conciencia de este mal existe solamente el
ocasional tendremos, entonces, un estilo de vida soliloquio vano y presuntuoso de quien
en clave proyectiva. Tal proyección habitual se “celebra” sus méritos y su yo frente a Dios.
puede manifestar de diversas formas: Si yo fuese uno de ellos, surgirá en mí, en
La atribución a los demás de malas mis relaciones con los demás, una particular
intenciones: es difícil comprender cuáles son las manía de la contraposición, cuya fusión será
verdaderas motivaciones que llevan al hacer; a exactamente la de convencerme de que soy
menudo están hábilmente escondidas en las realmente mejor. ¿Y cómo?. Haciendo al otro el
propias tácticas defensivas y, sin embargo, estas examen de conciencia, es decir, examinándolo
personas se atreven a descubrir las motivaciones sobre aquellos aspectos que he encontrado
de los demás, que naturalmente siempre positivos en mí mismo y sobre los cuales sé que
encuentran negativas. Su “descubrimiento” no puedo vencer en la comparación. Naturalmente
es en realidad el fruto de un análisis laborioso, estaré atento a escoger personas que me
sino que es sobre todo una atribución instintiva permitan esta fácil comparación victoriosa,
de algo propio, sólo vagamente percibido en sí recurrir a los “publicanos” (o que parezcan tales
mismo. En otras palabras: quien es egoísta y no a mis ojos). En cada caso tendré necesidad de
reconoce serlo, interpretará como egoísta la encontrarlos: sin ellos no me sentiría lo
actitud de los demás. He ahí por qué a veces suficientemente positivo y no sabría dónde
estas interpretaciones son tan sutiles y descargar mi negatividad. Haría un examen de
originales: quien las ha pensado únicamente conciencia por la mitad...
puede ser alguien que se comporta así en su 2) El quejoso y el entrometido. Ha asumido
vida, un “experto” en la materia. Su pensar mal la proyección como estilo de vida también quien
del otro se convierte en un desahogo, en la tiene que lamentarse de todo y de todos. Es una
expresión de un malestar interno, en una catarsis figura rara en nuestras comunidades. Lo que se
liberadora que, sin embargo, descubre y proyecta en este caso es la incomodidad y el
traiciona lo que tiene en el corazón. Si el nerviosismo determinado por las incoherencias,
principio funciona podremos decir que, a a menudo inconscientes. El quejoso es el tipo a
menudo, en la interpretación negativa y repetida quien nada le va bien, desde la sal en la sopa, al
de la actitud de los otros se pueden esconder las plano del apostolado de la comunidad, desde los
propias incoherencias. hermanos a los superiores. La comunidad y el
instituto serán blanco frecuente de las
c. El síndrome del fariseo imputaciones de estas personas que,
1) Otra forma elegante de estilo proyectivo habitualmente, encuentran fuera de la
es la del que se considera superior a los demás, comunidad, quién sabe por qué, personas
al punto de despreciarlos, de un modo más o espléndidas e institutos mejores que el propio...
menos implícito, o al menos de condenarlos en Otra variante de esta modalidad proyectiva la
su corazón. Es la típica actitud farisaica, de la constituyen los entrometidos o críticos de
cual Lucas habla en el capítulo 18 y que, corredor: también estos siempre tienen algo que
extrañamente, se manifiesta en un contexto de decir sobre todo, pero prefieren hacerlo en voz
oración. ¿Cuáles son las características de este baja, sin comprometerse ni hacerse notar, e
síndrome del hombre piadoso?. Sobre todo la incluso enmudecen cuando se debería tener el
incapacidad de mirarse hacia adentro, al falta coraje de expresar la propia opinión. O también
de coraje para reconocer el propio mal. Es el contrera, aquel que parece satisfacerse en
como si su examen de conciencia se limitase tener siempre el parecer opuesto al de los
solamente a la zona positiva, con consecuencias demás...
peligrosas para la relación con Dios y con los Estas son simplemente personas que no se
hombres. Esta persona en realidad no se han aceptado o que se ilusionan con resolver sus
comunica con Dios (Lucas dice que oraba “para problemas cargándolos sobre los demás. Gastan
sí”), porque orar es reconocer la distancia que energías para encontrar la paja en el ojo ajeno y
nos separa de Dios y acoger con gratitud al no se dan cuenta de la propia viga. Quieren
Padre que nos viene al encuentro no obstante evitar el peso de su pecado y se encuentran con

10
un peso mayor en su corazón. Quizás bastaría
un poco más de honestidad consigo mismos y la
carga comenzaría a ser más ligera.

CAPÍTULO 2
Verdadero y falso sentimiento de culpa 1

Llegar a reconocer objetivamente el propio 1. Culpa constructiva


error, evitando las trampas de los mecanismos a. Culpa ontológica o existencial
de defensa, no es sentirse todavía pecadores. La Al hacerse adulto el ser humano comprende
experiencia subjetiva del mal personal tiene que la vida no avanza por casualidad, sino que
distintas resonancias posibles: uno puede exige una serie de decisiones. Se desarrolla
sentirse simplemente culpable sin llegar a siempre entre dos polos: por una parte el riesgo
descubrirse pecador. Es un proceso de y por otra el temor.
maduración progresiva de la propia conciencia Arriesgar para avanzar, realizar nuevas
penitencial, que deberá permitirnos pasar de la opciones, adentrarse en responsabilidades
sensación de la culpabilidad a la conciencia de anteriormente desconocidas.
ser pecadores. En realidad, esto no siempre Temor, porque todo esto significa
ocurre: no todo sentido de culpa abre a esta impredecibilidad; abandonar las posiciones
maduración progresiva. Dentro de la familiares y confortantes para realizar opciones
experiencia de culpabilidad misma existen nuevas y desconocidas. Si el ser humano quiere
diversos matices de actitud. Existe un crecer debe mantenerse en este estado de pasaje
sentimiento de culpa constructivo, esencial para de lo viejo a lo nuevo, de lo programado a lo
ser hombres responsables y capaces de crecer; y creativo. Esa tarea es vivida como una sana
hay un sentimiento de culpa destructivo e tensión de crecimiento y la culpa ontológica
infantil, que cierra al yo sobre sí mismo y le aparecerá cada vez que perdamos la ocasión de
impide madurar. ¿Cómo comprender la avanzar en el futuro para permanecer anclados
diferencia y favorecer el sentimiento de culpa en apoyos estáticos.
constructivo y liberador?. Bienvenido sea este sentimiento de culpa; si
Ante todo es necesario liberarse de falsos no existe es necesario hacerlo aparecer: me
prejuicios, tales como que la culpa es siempre revela la ocasión perdida y me recuerda -aunque
un sentimiento malo, la culpa inhibe; hoy el en forma negativa- la necesidad de arriesgar y
sentimiento de culpa ha desaparecido. En su de intentar.
lugar se trata de distinguir los diversos tipos de
culpa: algunos nocivos, pero otros útiles para el b. Culpa reflexiva
crecimiento de nuestra conciencia penitencial. Y Es el sentimiento de autocrítica que nace de
también se trata de reconocer que este la conciencia. Su base no es instintiva (ansia,
sentimiento es inevitable en el ser humano (a temor del castigo, autocondena) sino cognitiva.
menos que se trate de casos patológicos); y por Nace de la capacidad de juzgarse a sí mismo en
lo tanto, está presente en el hombre de hoy que, términos de valores morales internalizados.
como máximo, intentará, inútilmente, No se trata del rechazo de impulsos internos
eliminarlo. El objetivo debería ser: favorecer un inaceptables, ni del temor de la consecuencia, ni
sano sentimiento de culpa y eliminar la culpa tampoco del simple malestar por haber hecho
destructiva. daño a otros. Aquí existe el conocimiento de no
Podemos distinguir cuatro tipos de culpa: dos haber estado a la altura de los ideales realistas
constructivos y dos destructivos. en los cuales creo. Es, por lo tanto, un
sentimiento racional que nace de una madurez

1
1- Este capítulo pertenece a Alejandro Manenti.

11
cognitiva (capacidad de autocrítica) y moral conciencia descarnados: expresiones todas que
(sensibilidad a la atracción que ejercen sobre mí demuestran que la persona no está cómoda
los ideales trascendentes). consigo misma. Es la lógica del “si no puedo
Culpa positiva esta, que nace del cotejo entre hacer otra cosa, al menos me destruiré por
mi yo y los valores que me llaman: el dentro”.
conocimiento de haber transgredido un estilo de
vida libremente escogido. 3. Cómo distinguir
Estos dos tipos de culpa nacen de una ¿Cómo distinguir si mi sentimiento de culpa
estructura psicológica sana: de un hombre que es constructivo o destructivo?. ¿Se trata de un
ha tomado en serio la vida como una serie de tabú clerical o es una experiencia de
opciones personales que debe hace y que ha crecimiento?. Para esto son útiles dos criterios:
anclado su propia existencia a proyectos ideales. discernir la causa y el efecto de la culpa. La
causa de la culpa constructiva es el
2. Culpa destructiva reconocimiento de haber transgredido una valor
Es distinta la culpa destructiva que esconde importante para mí (me disgusta porque he
conflictos interiores de origen psíquico; la que errado el verdadero sentido de mi vida). En
bloquea o frena el crecimiento. cambio, la causa de la culpa destructiva es el
temor del castigo (en la realidad o en la fantasía)
a. Culpa psicológica proveniente de los otros o de mí mismo: “Ahora
Es el sentimiento que no deriva de la me ocurrirá una desgracia”..., “¿qué hago si los
consideración reflexiva de la propia situación en demás se dan cuenta...?”. “Este pecado no es
relación al ideal perseguido, sino que es un mío”..., “Son cosas que pueden ocurrirle a otros
sentimiento inmediato e irracional. Es el pero no a mí”...
sentimiento de angustia y autocondena que a En el primer caso existe el malestar por haber
veces nos atenaza y nos hace sentir un nudo en errado la realización de un valor; en el segundo,
el estómago. Por ejemplo, la angustia de haber es la vergüenza por lo cometido.
transgredido un mandato y el temor del castigo. El efecto de la culpa es la resistencia a la
O quizás el autorreproche por no haber estado a tentación: ¡no lo hago más!. ¿Pero resistencia
la altura de las expectativas del otro y, por lo por qué, en fuerza de qué?. En la culpa
tanto, de perder su amor. O también, la constructiva la resistencia se funda sobre
humillación de vernos a nosotros mismos con principios internos: no lo hago más porque
una imagen perturbada por nuestras propias quiero reconfirmar en mi vida el valor que erré
acciones. antes. También la culpa destructiva me hace
Este sentimiento de culpa no contempla el resistir (hasta un cierto punto), pero por razones
malestar por haber errado el ideal sino el que externas o afectivas: no lo hago más porque no
surge de no ver realizado nuestro deseo de ser quiero sentir nuevamente esta angustia, este
amados, reconocidos, dotados de valores. Esta nudo en el estómago, porque es humillante ir a
es una humillación que anula la capacidad de confesarse, porque me disgusta verme
reaccionar; también puede llevar a perpetuar el manchado...
error: si no valgo nada, más vale que me resigne
y siga así. 4. Culpables para ser libres
Y esto da para reflexionar sobre nuestra
b. Culpa inconsciente moralidad: ¿en qué medida nuestra buena
Nace de los impulsos que han estado conducta está sostenida por valores creídos y
reprimidos porque resultan inaceptables, pero amados y en qué medida está sostenida por
que regresan a la conciencia. Es el “regreso del meros criterios personales?. Puede ocurrir que
remordimiento”: sentir dentro impulsos aquello que nos impide la transgresión sea el
inaceptables suscita un enojo que dirijo contra temor de ser descubiertos, la necesidad de
mí mismo. Se trata de autorreproches vernos confirmados en nuestra rectitud, el terror
humillantes, someterse a privaciones para por las consecuencias o el temor del malestar
castigarse, sentirse culpable por cosas que no lo consiguiente. Quizás lo que a menudo nos guía
merecen, escrúpulos injustificados, exámenes de es el miedo y la vergüenza más que el amor y el

12
convencimiento del valor. arrepentimiento nos libera. Libres para sentirnos
Culpa constructiva y destructiva: la primera genuinamente en culpa, para descubrir así la
es el remordimiento (experiencia psicológica) y belleza del valor perdido.
la segunda es arrepentimiento (experiencia
moral). El remordimiento nos liga al error, el

CAPÍTULO 3
Del sentimiento de culpa a la conciencia de pecado
El sentimiento de culpa verdadero y acusamos de culpas o de pecados?. ¿Cómo
constructivo es el reconocimiento de haber llegar entonces a la conciencia de pecado?.
transgredido un valor importante y el malestar
por un valor perdido. Pero el hombre puede 1. “El Señor es el Altísimo” (Sal 47, 3)
superar este reconocimiento y este malestar. En la bula del decreto del Jubileo de la
Puede pasar del reconocimiento psíquico y redención, el Papa escribía: “Se necesita
moral al religioso. En la experiencia a veces redescubrir el sentido del pecado, y para
dramática que se hace del mal existe una alcanzarlo es necesario redescubrir el sentido de
resonancia ulterior posible más que la de Dios”. ¿Qué significa este redescubrimiento
sentirse culpable frente a la propia conciencia: para nosotros y para quien piensa haberlo ya
descubrirse pecador frente a Dios. Es el pasaje “descubierto”?. En la Biblia, el sentido de Dios
del sentimiento de culpa a la conciencia de de nuestros padres en la fe parece caracterizarse
pecado. Un pasaje que dista de darse por por un elemento central., la trascendencia de
descontado y que ciertamente indica la madurez Dios. Creo que tenemos que comprender y
de nuestra fe. redescubrir mucho sobre esto. Siendo grandes
La conciencia del pecado se tiene solamente niveladores y teóricos del igualitarismo a todo
cuando uno se ubica frente a Dios y descubre, costo, corremos el riesgo de no advertir más el
con dolor, el haberlo ofendido. De por sí, sin estupor que sobrecoge a quien se acerca a la
Dios no hay ni bien ni mal, sino a lo sumo una divinidad por primera vez y la descubre dentro
valoración ética subjetiva, expuesta a de sí, más allá de las cosas y de sus
ambigüedades y miopías perceptivas. El bien en pensamientos, distante de su vida porque es el
realidad es lo que corresponde al proyecto de Altísimo, el Santo, aquel a quien nadie puede
Dios, el mal es lo que se opone. En tal sentido, ver...
el pecado es esencialmente una realidad Alejados de lo divino, nos encontramos
religiosa. Y el misterio mismo del pecado se privados del “temor de Dios” y al acercarnos
revela al hombre sólo cuando se dirige a Dios y impensadamente nos damos cuenta de aquella
descubre su ser pecador como ruptura de la voz misteriosa que amonesta: “¡No te acerques
relación con él. Por esto, la primera experiencia hasta aquí. Quítate las sandalias, porque el
que el hombre hace cuando encuentra a Dios es suelo que estás pisando es una tierra santa!”.
la de sentirse pecador; quizás es también un (Ex 3, 5). Es justamente el creyente quien,
signo del encuentro mismo, por lo que frente a este revelarse de la grandeza de Dios,
podremos decir que no es verdadera experimenta una instintiva necesidad de
experiencia de Dios aquella que no conduce a retirarse, de detenerse, casi pidiendo excusas
la conciencia del propio pecado. por haberse atrevido demasiado. Así ocurrió con
Sabemos bien todo esto. Sin embargo Moisés frente a la zarza ardiente, o con Pedro,
queremos preguntarnos si es esta la real después de la pesca milagrosa (“Aléjate de
experiencia psicológica que hacemos de nuestro mí...” Lc 5, 8), así el publicano
límite moral y cómo desarrollarla en nosotros (“Manteniéndose a distancia, no se animaba
dentro de un proceso de integración del mal. En siquiera a levantar sus ojos al cielo...” Lc 18,
otras palabras: ¿advertimos nuestro error más 13). Al contrario del fariseo de la misma
como ofensa a Dios y antes que a nosotros parábola que piensa que puede permanecer de
mismos?. Y cuando nos confesamos, ¿nos pie frente a Dios, que puede manejar la relación

13
sin problemas, casi de igual a igual, como si que conduce a él, única fuente de mi gozo y de
Dios fuese solamente un amigo... mi realización. No es una palabra cualquiera,
Con esta pretensión, a menudo hábilmente sino una palabra dirigida a mi persona para
oculta detrás de sentimentales proyectos de revelarme el interés y la benevolencia del Padre
intimidad, es difícil descubrirse pecadores. Si la hacia mí. Comprender este amor es condición
amistad con Dios no pasa a través del indispensable para hacer nacer en uno mismo
descubrimiento de la trascendencia -o no nace una conciencia de pecado y advertir el dolor de
de esta- es una falsa amistad que jamás podrá haber ofendido esta voluntad buena. Si no se
conducirnos a la conciencia de nuestro pecado. gusta tal benevolencia será imposible encontrar
después el malestar sincero por haberla
2. “Dios de mi alabanza, no te quedes rechazado de algún modo.
callado” (Sal 109, 1) El fariseo de la parábola de Lucas es una
La percepción de la grandeza y de la prueba de lo que estamos diciendo. Él no
impenetrabilidad de Dios de por sí nos aleja y suplica a Dios ni tiene necesidad de escucharlo,
nos turba. Así sucede al menos al principio. Es ya ha eliminado la distancia con sus palabras y
un precioso momento de prueba y de se ilusiona con tener un hilo directo con el
crecimiento, en el cual vemos fallar nuestros Altísimo. Y porque habla sólo consigo mismo
intentos de fácil conquista de lo divino y se se encuentra solo con sus méritos y sus
purifica el deseo de conocer a Dios, mientras pretensiones. Agradece a Dios porque no tiene
que se hace más fuerte el conocimiento de que vicios; no porque se sienta amado. No descubre
sólo él puede venir a nuestro encuentro y se ningún proyecto divino para él; le basta saber
hace más ardiente la oración: “Si no me que es mejor que los demás. Su monólogo es un
respondes, seré como los que bajan al vano hablar solo, un exhibicionismo engañoso
sepulcro” (Sal 28, 1). Cuando esta súplica es que no tiene otro Dios fuera de sí mismo y que
verdadera y la espera es paciente, él no se por lo tanto, paradójicamente, no podrá jamás
sustrae, y nos alcanza con esa Palabra que anula “pecar” ni tener dolor alguno...
toda distancia, haciéndonos sus interlocutores.
¡Podemos comunicarnos con Dios!. Su 3. “Hice lo que es malo a tus ojos” (Sal 51,
Palabra nos pone frente a él, símbolo de 6)
voluntad de diálogo, de amistad, de intimidad. Solamente dentro de este diálogo gratuito es
Aquel a quien jamás hubiera podido conocer ni posible descubrir el propio pecado y
ver con mis propios medios, con mis intuiciones comprenderlo como ofensa a Dios. Pecar, en el
sobre lo divino, con mis súplicas... ha decidido hebreo original, quiere decir “erar el blanco”.
poner su morada en mi casa: “hoy tengo que Ese blanco que Dios ha fijado a nuestra vida y
alojarme en tu casa” (Lc 19, 5). Pero ha sido que corresponde a su idea de nosotros. El
importante experimentar primero mi impotencia descubrimiento del pecado está ligado a la
y llenarla con oración, sufrir su ausencia y revelación de esta idea. A medida que esta
aceptar su inefabilidad. emerge y se hace una propuesta precisa de un
Si no se pasa por el deseo de la trascendencia modo de ser, de realizarse, de amar, de servir,
no se puede gozar después de la revelación; si de discernir..., más la persona se siente obligada
no se ha experimentado el silencio de Dios, no a darse cuenta de lo lejana que está de este
se puede apreciar la donación de su Palabra y ni proyecto existencia, de esta idea divina.
siquiera intuir su riqueza. En esta Palabra En otras palabras: cuanto más vivo es el
descubrimos el proyecto que el Padre tiene diálogo con Dios y más fiel es la escucha de su
sobre nosotros, nuestra vocación, aquello que Palabra-proyecto, más agudo será el sentimiento
estamos llamados a ser. Una Palabra distinta del propio pecado y la constatación de que sus
que Dios creador pronuncia sobre cada uno y caminos no son los nuestros, ni sus
que jamás repite, y que cada uno sólo puede pensamientos o sus proyectos (cf. Is 55, 8).
escuchar con gratitud para luego comprometerse Frente a la luz descubrimos ser tinieblas, frente
a vivirla. Agradecido porque esa Palabra, junto al amor nos sentimos egoístas, sin que importen
a mi nombre, me revela el rostro de Dios, como nuestros ayunos y nuestras observancias.
el de un padre bueno que me indica el camino Se trata de una sensibilidad nueva y más

14
verdadera, capaz de leer en profundidad en el justamente entonces, cuando advierto el drama
corazón del hombre y de intuir qué se esconde psicológico de mi ser pecador, puedo abrirme
también detrás de sus “buenas acciones”. realmente al pedido de perdón. Así, el pedir
Gracias a ella el pecado no se descubre perdón forma parte de la conciencia de pecado,
solamente en su raíz y en sus ramificaciones como elemento fundamental e integrante. si,
sino que, sobre todo, es sentido como ofensa e como hemos dicho, ella nace y madura frente a
ingratitud a la bondad de Dios, un disminuir su Dios y a su strascendencia, es inevitable que
idea y desilusionarlo en sus expectativas, encierto momento encuentre su misericordia y
renegar de él como creador y hacer vana su ternura.
Palabra. Es hacer lo que es malo a sus ojos. Y Aquella Palabra que Dios me ha dirigido
disgustarnos sinceramente por ello... anulando toda distancia continuará
alcanzándome, eliminando la enemistad creada
4. “Ten piedad de mi, que soy un pecador” por mi pecado.
(Lc 18, 13) Sólo quien reconoce y sufre su pecado frente
En este punto, surge espontánea la oración. a Dios puede descubrir su bondad y esperar su
Simple y esencial, como de quien se encuentra perdón. Y rezarle con la oración más natural:
en una extrema necesidad; apasionada y “Señor, ten piedad de mí, porque soy un
vibrante, porque se ha comprendido que sólo él pecador”: es casi un gemido que surge
es quien puede sanarnos; pero sobre todo silencioso del corazón y que aflora
verdadera y coherente, porque nace de una espontáneamente sobre los labios, dejando en el
experiencia profunda del propio pecado y de la alma la sensación serena de estar
propia impotencia para liberarnos. constantemente frente a Dios, en la verdad del
No es la fórmula ritual o la letanía que se propio ser necesitado de reconciliación.
repite en grupo porque somos todos pecadores Esta es verdaderamente la oración del
(pero sobre todo algunos...). hay algo de trágico corazón. La oración de quien ha encontrado al
en ese decirse “pecador”, porque es la confesión Señor y que lo busca cada día y lo encuentra
del abismo, imposible de colmar, entre la con la súplica más antigua y más verdadera que
santidad de Dios y la miseria del hombre, el hombre haya jamás dirigido a Dios: ¡Kyrie
distancia qeu parece destinada a alejar eleison!.
inexorablemente al ser humano de la vida. Pero

CAPÍTULO 4
Frente a la Palabra
En el noviciado se lo hacía dos veces al día queremos evitar esas formas de no aceptación
hasta llegar a ese especial antes de la confesión. de nuestro pecado que nos llevan a ignorarlo, a
Después, lentamente, hemos ido perdiendo la cargarlo sobre los demás o a permanecer
práctica y hasta el sentido. Relegado al fin de la estancados, debemos aprender a reconocerlo
jornada, cuando se está cansado, ha terminado dentro de nosotros y a descubrirlo en todos sus
convirtiéndose en la cenicienta de nuestras camuflajes, sabiendo que en este tema todos
“prácticas de piedad”, hecho apresuradamente y somos aprendices, sobre todo quien no sabe
mal, según un esquema fijo y muy pobre, a serlo y piensa que el examen de conciencia es
menudo suprimido o asociado exclusivamente a una cosa para niños de primera comunión o para
la confesión. novicios principiantes (para luego encontrarse
Todos han comprendido que hablamos del haciendo confesiones tan iguales que no se les
examen de conciencia. Sin embargo, en nuestro encuentra más el sentido y se pierde la voluntad
camino de integración del mal, este tiene una de continuar).
función preciosa e insustituible. Si realmente

15
1. Bajo la mirada de Dios hoy en mi vida. Por lo tanto, de allí parte
Sobre todo es importante aclarar una cosa: el también el análisis y el descubrimiento de
examen de conciencia es oración. Si orar quiere cuanto se opone en mí al cumplimiento de aquel
decir estar frente a Dios en la verdad de nuestro proyecto y de lo que concretamente hoy lo ha
ser, el examen de conciencia significa obstaculizado. Examen de conciencia ligado
justamente esto: es un encontrar a Dios a través estrechamente a la lectio, o a parte de ella, que
de nosotros mismos, o un dejar que Dios nos se prolonga durante el día y lo concluye.
venga al encuentro con aquella Palabra con la Es importante redescubrir el valor de la
que nos escruta, nos conoce y nos revela cotidianidad de la palabra de Dios y, al mismo
quiénes somos. tiempo, salvaguardar la exigencia psicológica de
En todo caso el examen de conciencia no es unidad interior. En nuestra vida espiritual, si
una simple introspección psicológica, ni un realmente queremos progresar, debe existir un
autoanálisis complaciente o sufrido de vago único punto de referencia que tenga el poder de
sabor perfeccionista, con posible resultado convocar juntos el corazón, la mente y la
depresivo, ni tampoco un gesto intimista voluntad, y en torno al cual se estructure nuestro
circunscripto al perímetro de nuestra conciencia. compromiso cotidiano. La Palabra del día leída
Sí, en cambio, es un ponernos frente a Dios, con a la luz de la propia identidad carismática,
la certeza de que mirarse dentro con honestidad, puede realmente convertirse en este centro de
haciendo que él nos vez como somos, es fuente atención y de atracción de todo mi ser, porque
de profunda paz. Es un “penetrar en nosotros es Palabra que debe meditarse amándola, que se
mismos” bajo la mirada de quien nos ama y nos gusta poniéndola en práctica, que se acoge
conoce íntimamente, en un diálogo que sobre como criterio de mi vivir examinándome a su
todo es una escucha confiada de su Palabra. luz.
Un buen examen de conciencia se hace por lo Así, si me dejo conducir cada día por la
tanto de frente a la Palabra: es la regla Palabra que me juzga, lentamente se desarrolla
fundamental. ¿Por qué?. Porque sólo la Palabra y se afina en mí una conciencia más profunda
me puede decir lo que está bien y lo que está del pecado, no ya deducible del simple cotejo
mal. Y no sólo en absoluto, a través de un con mandatos o con esquemas fijos de conducta.
código de preceptos vinculantes para todos, sino De este frío análisis no es difícil salir indemne y
sobre todo en referencia a mi propia vida. A sin culpa (con confesiones subsiguientes
cada uno Dios le ha dado una vocación que debe monótonas y sin dolor); del cotejo con la
realizar, que puede ser comprendida sólo sobre palabra de Dios siempre saldrá una luz nueva,
el trasfondo de la Palabra y que, en cada caso, que sacude mi inercia y me hace descubrir el
es siempre la Palabra a revelarse, como ya lo mal en mí, no ya según mis categorías
hemos observado. tranquilizantes, sino según la ley de Dios. Esa
ley que es mi gozo y mi paz y a la que aprendo a
2. Luz para mis pasos amar (Sal 119, 165).
Pero no se trata de una revelación súbita y
definitiva que en un cierto punto puede 3. Espada de doble filo
considerarse concluida. Día tras día una Palabra “Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz,
siempre nueva e impredecible, pero también y más cortante que cualquier espada de doble
concreta y circunstanciada, viene a iluminar mi filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del
vida; lámpara para mis pasos, me revela el espíritu, de las articulaciones y de la médula, y
camino que Dios ha trazado para mí, y, por discierne los pensamientos y las intenciones del
contraste, desenmascara aquel camino que yo corazón” (Heb 4, 12). Este pasaje pone en
me obstino en seguir. Hablamos de la palabra evidencia otra característica fundamental de la
de Dios en general, pero en particular de aquella palabra de Dios, su profunda capacidad de
que la liturgia de cada día nos ofrece: he ahí penetración. “Todo está desnudo y descubierto
nuestro maná, pan cotidiano preparado para a sus ojos” continúa el mismo pasaje, aun
cada uno por la providencia del Padre que sabe aquello de lo que no somos conscientes
que lo necesitamos cada día. Allí dentro está su (“líbrame de las culpas que no veo”) y que no
proyecto sobre mí: esa Palabra debe cumplirse aceptamos en nosotros mismos o de lo que nos

16
avergonzamos y que quisiéramos tener voluntad. Para que surja lo que hay en el
escondido... corazón debo leerla comprendiendo su corazón,
Cuando nos apoyamos en la palabra de Dios no sólo los hechos o la letra.
para nuestro cotidiano examen de conciencia Intentemos dar un ejemplo: las
debemos tener conciencia de esto, para bienaventuranzas (Mt 5, 3-12). Un examen de
encontrar la Palabra como se encuentra a un conciencia frente a este pasaje no puede
amigo o a una persona que sabe todo de reducirse a verificar si mi comportamiento es el
nosotros, que nos conoce hasta el fondo. Esta de pobre, misericordioso, manso, etc. es cierto,
certeza nos da serenidad, nos hace familiar la esto ya sería algo, un primer paso indispensable,
Palabra y, sobre todo, nos desarma frente a ella. pero aún insuficiente. es fundamental ir más
¡Esto ya sería mucho!. Sin embargo, a menudo allá, comprender el sentido profundo de aquella
tratamos a la Palabra como si fuera un extraño, expresión “bienaventurados”, que es una
casi con desconfianza o como si fuese un verdadera invitación a ser felices por el don
huésped que se respeta pero que solamente está recibido, un llamado a la alegría de quien se
de paso en nuestra vida... En ese caso no encuentra en situación de pobreza, injusticia,
hacemos examen alguno. Si, en cambio, persecución, etc. Y no mediante una palabra de
abandonamos nuestras inútiles defensas y nos consolación ultra terrena que nos invita a
hacemos vulnerables, entonces la Palabra busca soportar estoicamente, en la esperanza de un
dentro de nosotros hasta aquel misterioso punto remoto porvenir mejor, sino porque ahora, en
de división donde nace nuestro yo, nos provoca este ser afligido, puro, insultado a causa de su
hasta hacer emerger aquello que somos, nuestras nombre, está escondida una íntima posibilidad
secretas intenciones, los movimientos de de gozo.
nuestro corazón. Y entonces estoy obligado a preguntarme:
Para que esto suceda es indispensable “¿Qué es lo que concretamente me hace gozar o
observar algunas normas: sufrir?. Cuando vivo estas situaciones de
1) Ante todo, el examen debe cotidiano y por opresión, de violencia psicológica, de
lo tanto frente a la Palabra del día. Es lo que maledicencia, ¿cuál es la verdadera reacción de
decíamos antes, pero con una motivación mi corazón más allá de los gestos?. ¿Sé recoger
ulterior. Es solamente un cotejo continuo, frente de estas vivencias una ocasión de profundo
a los diversos textos inspirados (y, por lo tanto, contacto con Dios y de experimentación gozosa
frente a toda la palabra de Dios), que puede de su salvación?. ¿Me siento bienaventurado
lentamente crear en mí una mentalidad cuando perdono?”, etc. Es claro que estas
evangélica y, en consecuencia, una sensibilidad preguntas, enfrentadas con honestidad, ponen al
atenta a aquello que todavía se niega a dejarse desnudo mi realidad interior; y mi examen de
evangelizar en mí. Aquello que somos en lo más conciencia, provocado por la Palabra, se hace
profundo de nosotros mismos -así lo recuerda eficaz y más verdadero, como una espada de
una ley psicológica- puede salir a la luz sólo a doble filo.
través de un análisis constante, frente a
estímulos distintos pero homogéneos. Si 4. El buen ladrón
realmente quiero que la Palabra escrute mis Y, en última instancia, examinarse frente a la
sentimientos y mis pensamientos, debo hacer Palabra quiere decir encontrarse de frente a la
esta ejercitación cotidiana (y no solamente Palabra viviente, el Cristo, Verbo del Padre.
cuando debo confesarme). Cada confrontación con la Palabra nos debe
2) Es más, para descubrir en el examen de conducir inevitablemente a él. Frente al misterio
conciencia mis motivaciones, debo aprender a de su cruz, nuestros pecados surgen con
descubrir las “intenciones”, es decir, el espíritu particular eficiencia, los podemos reconocer
de la Palabra. No basta leer las Escrituras más concretamente y percibirlos en la
traduciendo el contenido en prescripciones de profundidad de nuestro corazón. Pero, sobre
comportamiento, porque la Biblia no es sólo todo, frente a él no tenemos miedo de mirarnos
esto, sino que es necesario comprender que lo dentro, porque nos sabemos ya perdonados; es
que dice es algo que contempla a “todo” el más: la constatación de nuestro pecado se
hombre, su corazón y su mente, y no sólo su convierte en experiencia de su perdón. Podemos

17
también dejar que nuestro corazón nos reproche, saludable examen de conciencia de la historia de
porque estamos ciertos de que Dios es más la salvación, e intuir la bondad de Dios. Así
grande que nuestro corazón y nos ha perdonado también nosotros debemos aprender a hacer
ya en la cruz del Hijo. Al buen ladrón le bastó nuestro examen de conciencia frente a la cruz.
ser puesto junto a Jesús crucificado para
descubrir sus pecados, en el más veloz y

CAPÍTULO 5
¿Examen de conciencia o de inconsciencia?
Hemos indicado ya la regla fundamental: el hacerse luz en nuestro psiquismo y podemos
examen de conciencia se hace frente a la esperar descubrir, un poco a la vez, las
Palabra y a la Palabra del día. Se trata ahora de intenciones escondidas, o menos rectas, que tan
descender a lo concreto y de indicar algunas a menudo se infiltran en nuestras acciones,
áreas y modalidades de búsqueda. Si el examen incluso en aquellas buenas, hasta convertirse en
de conciencia ha caído en desuso, esto se debe motivaciones más influyentes o hasta en
probablemente al uso insuficiente e principios de decisión y de acción.
improductivo que de él se ha hecho, al punto Recordémoslo: lo que siempre hemos
que se ha convertido más en una prueba de la ignorado se va convirtiendo lentamente en el
inconsciencia general en la que vivimos que en patrón de nuestro corazón. Es un proceso casi
una verificación consciente de lo que somos. imperceptible de sedimentación progresiva, que
Tal examen, de hecho, significa descubrir parte de las primeras concesiones veniales y
nuestra real identidad tal como se manifiesta en ligerezas, se radica en profundidad a medida
el complejo articularse de la vida cotidiana. que genera hábitos siempre menos controlados y
Quien cree saberlo ya todo, o casi, sobre sí siempre más “autorizados” y se convierte en
mismo y por eso se contenta con miradas motivaciones inconscientes cuando provee a
superficiales a su propia vida, no sólo no hace nuestro modo de vivir un dinamismo
examen alguno, sino que demuestra presunción automático, resistente al cambio y cada día más
e ingenuidad, cree saber y en cambio es un exigente en sus pretensiones. Ahora bien, como
“inconsciente”. Veamos ahora cómo sabemos, es difícil escrutar y “liberar” el
confrontarse con la Palabra en un examen que inconsciente, pero es posible prevenirlo, o sea,
sea verdaderamente de conciencia. impedir ese proceso de sedimentación mediante
una cotidiana intención a lo que en efecto nos
1. Motivaciones e intenciones impulsa a hacer. Porque es justamente allí, en el
No es suficiente observar las acciones, “corazón”, donde su ubica el pecado (Mt 7, 21-
externas o internas, sino que es indispensable 23).
indagar sobre las motivaciones que nos llevan a El examen de conciencia es la pausa
hacer y sobre las intenciones que sustentan providencial en la jornada, en la que nos
nuestro hacer. Además de preguntarme qué he hacemos más conscientes y por lo tanto más
hecho, debo saber por qué y por quién lo he libres y menos autómatas, más responsables de
hecho. Sólo con esta condición comienza a nosotros mismos y menos esclavos del pasado.

2. Sentimientos y emociones reales motivaciones que mueven nuestro hacer.


Otro mal hábito del examen de inconsciencia Si, por ejemplo, un hermano de la comunidad
es el de indagar sólo sobre los comportamientos me resulta cordialmente antipático, no es
y los hechos concretos, ignorando todo aquel suficiente que en el examen de conciencia
mundo interior de sensaciones, sentimientos, controle mi comportamiento hacia él, quizás
emociones, etc., que también forma parte -¡y congratulándome o justificándome porque “¡no
cómo!- de nosotros. Esto no significa que todo le he hecho nada de malo!”, sino que también
esto sea pecado, pero indudablemente es una debo tener la honestidad de admitir este
pista utilísima para descubrirnos y conocer las sentimiento, de interrogarme sobre su origen y

18
su significado, de intuir cómo más allá de gestos conformar a él los propios gustos y los propios
concretos, este haya condicionado mi relación criterios de valoración, las aspiraciones y los
con él y con la comunidad entera. No hay duda proyectos; en suma estar siempre más en
de que realizaré descubrimientos interesantes sintonía con él y llega a amarlo. Es ante todo
sobre mi egoísmo latente, sobre mi modo sobre esta sintonía que debo examinarme.
demasiado humano de ver a los demás, sobre mi Debemos admitir, en cambio, que
tendencia pagana a amar sólo al que me cae normalmente nuestros exámenes de conciencia
bien, etc. se centran casi exclusivamente sobre el área de
Lo mismo vale para los sentimientos la voluntad, ignorando casi por completo la
positivos o demasiado positivos (simpatía, mente y el corazón. He ahí por qué son siempre
atracciones varias), o por las emociones y tan expeditivos, a menudo ricos en lugares
sensaciones que, en general, advierto en mí. Los comunes y pobres de verdadero dolor y sólo
momentos de gozo y de dolor, en particular, raramente hacen nacer en nosotros una auténtica
constituyen pasajes en los cuales emerge algo de conciencia de pecado.
lo más profundo en mí. Son entonces áreas Será importante, en concreto, detenernos
obligadas de búsqueda. Descubriendo qué es en sobre aquellos detalles en los cuales se esconde
concreto lo que me hace goza y sufrir, hasta qué y se revela nuestra mentalidad: proyectos,
punto me dejo condicionar por estas emociones modos concretos de ejecutarlos, incidencia
y condiciono a los demás con mi humor, qué efectiva (y afectiva) de los valores en las
está detrás de ciertos sufrimientos... descubro opciones, disponibilidad a pagar con la propia
una realidad de mi yo que a menudo se mantiene persona por el valor o a serle fiel en el secreto
escondida pero no por eso es menos influyente. de la propia conciencia; como seguramente será
podrías descubrir, por ejemplo, que si sufro oportuno verificar el contenido de las
tanto porque he sido calumniado o tratado, a mi imaginaciones, de los recuerdos, de las
parecer, injustamente, podré tener mis buenas ensoñaciones, de las distracciones recurrentes,
razones, pero también podré darme cuenta de de los deseos íntimos inconfesados, etc.
que mi angustia es un signo de excesiva Todo esto es un material utilísimo para
necesidad de la estima de los demás, de falsas descubrir qué tenemos en la mente y en el
expectativas en mi relación con los otros, de un corazón y puede volverse peligroso no prestarle
sentir exagerado hacia mí mismo y de mi atención, porque allí dentro está mi propia
dignidad. ¡Y me guardaré bien de ofrecer, identidad. Nada en nuestra vida psíquica y
quizás con cierto “victimismo”, ciertos espiritual sucede por casualidad y todo lo que
“sufrimientos” míos al Señor!. vivimos deja en nosotros algún signo. Nuestra
Porque también existen los sufrimientos propia conciencia, en su capacidad de juzgar el
“inútiles”, los que nacen de mi narcisismo y que bien y el mal, tiene su historia o prehistoria; es
no son por sí mismos redentores: de estos Dios el producto de un laborioso y misterioso
quiere que me libere, antes que gloriarme de proceso que tiene lugar dentro de nosotros, a
ellos frente a él. Un buen examen de conciencia, veces sin que lo conozcamos, y del que
en tales casos, es más que un termómetro: me advertimos claramente el resultado o las
mide la “fiebre” y también me dice de dónde consecuencias (el sentir una cosa como buena o
proviene. Y probablemente me ayudará a sufrir mala) más que las fases evolutivas singulares.
menos y mejor... El examen de conciencia es un verdadero
cotejo cotidiano, en conciencia, con la Palabra y
3. Mente y conciencia sus criterios; más en particular es un poner
No sabemos si los fariseos hacían el examen atención constante al lento proceso de
de conciencia; si lo hacían, ciertamente no iban formación de la conciencia misma, para que no
más allá de comprobar su observancia legal. Así se realice ocultamente en el subsuelo oscuro de
hace hoy quien se contenta con controlar las nuestra psiquis, sino que surja a la luz liberadora
transgresiones sin interrogarse sobre sus de la palabra de Dios.
convicciones. Adherir a un valor significa En este sentido podremos decir que el
experimentarlo sobre la propia piel, hacerlo el examen de conciencia “forma” nuestra
principio inspirador del decir y del hacer, conciencia. La forma hasta el punto de hacerla

19
capaz de percibir profundamente el pecado, y de También en los viejos esquemas de
sufrirlo como ofensa al amor de Dios, rechazo exámenes de conciencia se les daba una cierta
de su Palabra y de su proyecto. Hay un nexo atención a las omisiones. Estas, sin embargo,
evidente entre estas tres realidades: examen de eran vistas casi exclusivamente en relación a un
conciencia, formación de la conciencia, comportamiento positivo dado por descontado
conciencia de pecado; y tal ligazón carga aun (los deberes oficiales del creyente y del
más de importancia ese momento de oración en consagrado), de modo que la omisión podía ser
que nos ponemos frente a Dios en la verdad de fácilmente descubierta. Ahora se trata de ir más
nosotros mismos. allá de esta óptica restrictiva, para verificar si el
criterio que dirige nuestro hacer es de máxima
4. Corazón y sensibilidad (avanzar un poco cada día) o de mínima (no
La misma dinámica se repite en nuestra vida hacer nada de malo).
afectiva: no existen tampoco aquí caídas No podemos olvidar que vida consagrada
imprevistas o crisis repentinas. Todo se prepara quiere decir seguimiento de Cristo en una
siempre lentamente, en lo más profundo de actitud de ofrenda radical. En relación a este
nosotros mismos; en ese convulso agitarse de radicalismo se abre para cada uno un espacio
afectos, atracciones, pasiones que habitan en cotidiano de crecimiento que va mucho más allá
nuestro corazón, a menudo sin que nos de la simple observancia de la regla, un espacio
preocupen demasiado. Son tentaciones que, en que la escucha de la Palabra llena cada día de
general, un acto de la voluntad logra alejar. invitaciones y provocaciones. Es importante
Pero si la acción volitiva no se acompaña de mantener viva esta tensión si no queremos
la atención constante a lo que sucede en mi envejecer antes de tiempo en la mediocridad.
corazón y a un mínimo de honestidad conmigo Volvernos viejos precozmente significaría vivir
mismo, es inevitable que tarde o temprano tranquilos, cediendo a la tentación de
lleguen la crisis afectiva o aquellas situaciones conformarse a lo que se es, sordos al reclamo de
de compromiso tan artificiales y dañinas, en las la santidad como deber y sordos también al
que la voluntad busca enmascarar su falla con reclamo de aquello que se podría y se debería
justificaciones inconsistentes (“hasta aquí se hacer a los demás.
puede... pero ¿qué tiene de malo?... en el fondo Es otra forma de omisión, grave no tanto por
se trata de una amistad espiritual y la intención lo que la persona no hace, sino porque ni
es buena... siento que me libera por dentro... no siquiera se da cuenta de lo que debe hacer. Es
hay porqué ver mal en todo...”, etc.). el caso del tipo imperturbable, tan replegado
El examen de conciencia cotidiano debe sobre sí mismo que ni siquiera ve al hermano al
mantener viva en mí esta atención, que debe ayudar y tampoco siente la obligación
impulsándome a ser sincero conmigo mismo, de hacerlo. Su mediocridad, convertida en estilo
aun cuando tal limpidez cueste sangre; mantener de vida, le ha construido una coraza que lo hace
despierta -casi celosa- mi sensibilidad para insensible a ciertos reclamos. El dolor o la
ayudar a que advierta en mí lo que podría necesidad del otro le pasan cerca sin
lentamente deteriorar mi pasión por el valor. Mi conmoverlo: inmutable porque no tiene tiempo,
examen-oración frente a la Palabra es como un sigue derecho por su camino, igual que el
sismógrafo que registra mis movimientos sacerdote de la parábola del buen samaritano
interiores, y si no siempre puede evitar los (Lc 10, 29-37).
“terremotos”, al menos me ayuda a prevenirlos Pero si no se siente al menos mínimamente
y a prepararme frente a ellos. Y si caigo, me culpable quiere decir que realmente algo en él
ayuda a vivir bien la experiencia de mi está muriendo. El examen de conciencia, que
debilidad, para descubrir también a través de mantiene viva la tensión de crecimiento en
ella el amor de un Padre que me es siempre fiel, cotejo constante con la Palabra, puede detener
cuyo amor es más grande que mi culpa y que este lento proceso de eutanasia espiritual y nos
sabe, sobre todo, que más allá de la culpa yo lo ayuda a comprender que nos estamos volviendo
amo y quiero amarlo. sordos y ciegos.

5. El bien no realizado 6. El mal comunitario

20
Si es verdad que todos tenemos la tendencia todo, si son varios los que dicen lo mismo y esto
a proyectar sobre los demás nuestro mal, en el me fastidia y me da un poco de rabia por dentro.
examen de conciencia debemos favorece la Esto no significa que todo sea verdad, pero
tendencia opuesta, la que nos lleva a en todo caso me hará bien interrogarme y
interrogarnos sobre el mal que está presente en reflexionar. Un buen conocedor de sí mismo es
la comunidad y en sus miembros, pero para siempre una persona muy humilde e inteligente:
descubrir nuestra responsabilidad personal. sabe escuchar y se deja corregir, no se hace el
Creemos realmente en la comunión de los ofendido y aprende a reírse de sí mismo. Y en
santos pero, mientras tanto, sobre esta tierra su cotidiano examen de conciencia agradece a
vivimos en una comunión de pecadores; por Dios por la Palabra que lo ilumina, pero también
eso, debemos reconocer que un sutil vínculo nos por las mediaciones concretas de esta Palabra.
liga al bien, pero también al mal, como repite
una ley consabida de las dinámicas de grupo 8. Confessio laudis
(aunque esto parezca no complacer a los Cada día que pasa es gracia que Dios me da;
cultores del “cada uno se arregla por sí una gracia a menudo escondida y no
mismo”). inmediatamente evidente, pero siempre presente
Esto significa en concreto que no existe mal como don estrictamente personal y cotidiano. El
en mi comunidad que no me implique o en el examen de conciencia es también el momento
que de algún modo no tome parte. la debilidad en que voy a buscar los signos de esta presencia,
del hermano y su caída, ese nerviosismo que la descubro, la contemplo, alabo al Padre. Como
está en todos o la explosión de ira de algunos, en una búsqueda del tesoro, cuyos mensajes
son problemas que me tocan, porque también yo están diseminados por una mente generosa y
pude haber jugado un cierto papel en el genial a lo largo de toda mi jornada, el examen
determinar directa o indirectamente esa caída o de conciencia me lleva a descubrir lo que el
ese nerviosismo o, por el contrario, podría no Padre ha hecho hoy por mí. Y en este
haber hecho nada para comprender la debilidad descubrimiento, como por encanto, apenas
de mi hermano o prevenir su explosión de ira. transcurrida la jornada incluso la más oscura, se
En todo caso es necesario que me examine ilumina en sus momentos y en cada detalle: todo
sobre este mal, para que yo aprenda a sentirme asume un color nuevo y se convierte en parte de
responsable y no suceda que mi hermano un dibujo del que Dios mismo es el autor. Y así
permanezca solo con su pecado. puedo alabarlo.
Probablemente si nos habituásemos todos a Y mientras se define el dibujo, descubro en
examinarnos así sobre el mal comunitario, en sus contornos el surgir de una Palabra que está
nuestras casas habría más paz y menos en el origen del diseño mismo y del que a la vez
incomunicación; comenzaríamos también a es fruto, lo hace inteligible y lo descifra. Es la
comprender qué quiere decir cargar cada uno el Palabra que ha abierto mi jornada en la lectio
peso de los otros. Y me daría también cuenta, matutina y que ha iluminado mi conciencia a lo
quizás, de que ya alguno está llevando mi peso largo del día.
sobre sus espaldas... Es esa Palabra que he “conservado en el
corazón” durante la jornada, así como María
7. La mediación del hermano “conservaba” la Palabra, incluso cuando no
Nadie puede pretende sabe todo sobre sí comprendía inmediatamente su sentido (Lc 2,
mismo. Hay siempre algo de nuestro yo que 19.51); es también la Palabra en la cual he
escapa a nuestra atención, pero no a la del que intentado “permanecer” para que todo aquello
vive junto a nosotros o ve lo que hacemos, la que he realizado se fundase en ella (Jn 15, 4-7).
expresión de nuestro rostro, el tono de nuestra El Padre me la ha dado para que se cumpla
hablar y tantos otros pequeños detalles que hoy en mi vida. Justamente este cumplirse es el
traicionan lo que somos en lo íntimo de nosotros objeto de mi contemplación y alabanza. Lo
mismos. Y por eso es sabio tomar en cuenta lo descubro con sorpresa sobre todo en ciertos
que sobre mí dice no solamente el padre acontecimientos, en mi trabajo, en el servicio al
espiritual, sino también mi hermano, quizás que me dedico, en la fuerza que he encontrado
bromeando (ridendo corrigitur mores), sobre para ser fiel a mi consagración, así como en la

21
rutina diaria de las cosas que deben hacerse, de
las personas a las que hay que amar, de las
dificultades que hay que superar...
Es como un lento proceso de misteriosa
gestación que atraviesa mi jornada y la
convierte en un tiempo sacro, matriz virginal,
como la de María, que da nacimiento y anuncia
una Palabra siempre nueva. Hasta el día más
común se convierte en festivo, “día que ha
hecho el Señor”, en el cual celebro sus
alabanzas porque en esa jornada se cumple lo
que él ha dicho. Y cuando en mi examen
encuentro que la negligencia ha obstaculizado el
actuarse de la Palabra, también entonces
confieso mi alabanza al Padre: es su don el
descubrir lo que todavía me separa de él, y su
gracia tener la certeza del perdón.
La alabanza y la acción de gracias cierran así
mi examen de conciencia y cada jornada
“cantaré eternamente, Señor, tu misericordia”.

9. El psicoanálisis del pobre


Estas son las reglas para hacer un buen
examen. Quizás alguien considere que hemos
complicado las cosas, que para hacer un examen
de conciencia así se necesita demasiado tiempo
y se corre el riesgo de hacerse meticuloso y
escrupulosos; y que, además, no estamos
formados para realizar este tipo de análisis...
Es todo verdad. En realidad, somos bastante
complejos y no bastan las miradas panorámicas
o desde lo alto para comprender la realidad de
uno mismo; también es verdad que existe el
peligro de prolongar hasta el infinito y de modo
improductivo el análisis de la propia conducta.
Y también es cierto que nos falta cierta
formación. Y sin embargo, es esto lo que
debemos tener el coraje de hacer: dar más
tiempo a este encuentro con Dios que se nos
revela a nosotros, sin olvidar que esta
experiencia de la misericordia del Padre es
oración que nos reconcilia con nosotros
mismos; es necesario hacer de esta oración un
hábito, una virtud, que nos haga constantemente
atentos a nuestro vivir, no sólo al final del día.
Entonces el examen sirve: sirve para conocerse
y nos ayuda a cambiar. Es algo así como un
psicoanálisis “hecho en casa” y al alcance de
todos, menos caro y más continuo. Una especie
de “psicoanálisis del pobre”: en realidad es sólo
el pobre -el humilde de corazón- el que puede
cantar las misericordias del Señor.

22
SEGUNDA PARTE
Perdón / Reconciliación
Muchas veces quien va al psicólogo oye decir que debe aceptarse en sus debilidades y en sus
fallas: todos las tenemos, no vale la pena complicarse la vida por ellas y perder la paz... Y así uno
se adapta a convivir con su propio mundo de límites e infortunios, o al menos intenta hacerlo; pero
cada tanto puede sobrevenir la duda sobre si esa adaptación no es demasiado parecida a la
resignación, un poco tranquila y también un poco desesperada. Del mismo modo, nos esforzamos
por aceptar las debilidades de los demás, esperando que ellos acepten las nuestras y consolándonos
(no por maldad, sino justamente para no desplomarnos) frente a las desventuras del otro: en el
fondo resulta siempre un poco verdadero aquello de “mal de muchos consuelo de tontos”... En
realidad, hay poco de lo cual alegrarse si el mal permanece intacto en nuestra vida y peor para
nosotros si lo hemos identificado aun con mayor precisión en el examen de conciencia. Si el
proceso integrador del mal se detuviese sólo en la primera fase no sería ciertamente una experiencia
de liberación psicológica y espiritual. Y de hecho no se detiene aquí: hay otra fase que debemos
atravesar, la del perdón que nos reconcilia por dentro y por fuera.
¡El perdón!. Un término antiguo que nos evoca otros, también viejos y tan gastados que hoy
hasta dudamos de su significado: la confesión, el arrepentimiento, la absolución, la pena, la
condena... Vocablos que debemos desempolvar presurosamente en estos tiempos de pos-terrorismo,
quizás añadiendo uno nuevo, el “arrepentismo”, para definir un fenómeno que sólo algunos años
atrás nadie hubiera podido prever y que hoy suscita al menos cierta desconfianza 2. Sí, es verdad, no
creemos o creemos poco en quien se arrepiente, y no porque desconfiemos de él personalmente,
sino porque creemos poco en la lógica del perdón, en la posibilidad de arrepentirnos, de sentirnos
reconciliados con nosotros mismos, con la vida, con los otros, con Dios; de perdonar y ser
perdonados. Quizás no sabemos bien ni siquiera qué significa perdonar: olvidar, hacer como si nada
hubiese ocurrido, suspender o reducir la pena, ser débiles o magnánimos... O pensamos, bastante
infantilmente, que el perdón está únicamente ligado a las transgresiones: una experiencia que, en
conjunto, resulta eventual y “negativa”, como si dar y recibir misericordia fuese sólo un episodio,
algo accidental, que no nos cambia por dentro ni nos revela nada sobre nuestro origen y nuestro
destino. ¡Como si el hombre pudiese vivir sin misericordia y pretendiese establecer relaciones
consigo y con los demás sobre una base de rígida justicia!.
No, no se trata de querer negar las injusticias y los errores, o de invocar amnistías y absoluciones
en masa, ni tampoco de obstinarse en soñar una realidad social o comunitaria donde “todos los
gatos son pardos” y nadie responde más de sus actos, porque todos se resguardan en justificaciones
genéricas y exteriores que nos eximen de responder de los propios actos. Solamente queremos, con
la reflexión que sigue, comprender por qué ya no sabemos perdonar ni hacernos perdonar e
intentamos mostrar cómo la cultura del conflicto, que surge por todas partes, se puede convertir en
la cultura de la reconciliación; cultura que es también una espiritualidad... la espiritualidad típica de
quien vive en los conflictos.

CAPÍTULO 1
El perdón que nos ha creado

2
2- El autor se refiere a la situación de Italia, tras la derrota de las organizaciones terroristas y con el
surgimiento de la figura del “arrepentido”: delincuentes que, a cambio de una rebaja en las penas,
revelan detalles de las organizaciones a las que pertenecen. en alguna medida, un fenómeno similar
se ha dado en otros países (N. del T.)

23
El hombre hace su primera y fundamental continuamente necesidad y que constantemente
experiencia del perdón en su relación con Dios. obra en nosotros para reconciliarnos.
Parecería darse por descontado: Dios nos La creación se nos aparece, entonces, como
perdona cada vez que nos volvemos a él un gran gesto de misericordia y nuestra vida se
arrepentidos, conscientes de nuestro pecado y hace historia de la fidelidad de este amor
confiados en su misericordia. Lo que no se da gratuito. Cada día que pasa es un perdón
por descontado es la experiencia subjetiva del siempre nuevo, personal, creativo. Pero también
perdón o la calidad de esta experiencia. No discreto y silencioso: tan discreto que no
siempre nos sentimos perdonados o, si nos humilla a la persona, ni siquiera la obliga a
sentimos así, no sabemos alegrarnos lo pedirlo, ni le da una pena que purgar; tan
suficiente. Por lo tanto, no advertimos ni silencioso que la persona a veces puede hasta no
siquiera la necesidad de celebrar esta darse cuenta o lo da por descontado. Vivimos
misericordia, y cuando lo hacemos, nuestros inmersos en la misericordia, pero podemos no
exámenes de conciencia y nuestras confesiones darnos cuenta...
son tan carentes de dolor que nos hacen poco
sensibles a la gracia del perdón. Y, sin embargo, 3. La fiesta del Padre
en ese momento Dios obra eficazmente en Cuando uno solo de nosotros se da cuenta,
nosotros; y no sólo en ese momento... Dios hace fiesta en el cielo. Así lo ha revelado
Jesús, comparando la alegría del Padre a la del
1. El perdón creador buen pastor que reencuentra la oveja perdida y
Al principio era la misericordia. Por ella añadiendo que el Padre mismo goza mucho más
fuimos creados. La misericordia es el amor que por un pecador que se descubre acogido por esta
va más allá de la justicia (cf. Dives in misericordia, que por 99 justos que se ilusionan
misericordia, n. 5) y nuestro venir a la vida ha con su propia justicia y creen -¡benditos sean!-
sido fruto de un amor en exceso, no ciertamente que sólo de tanto en tanto tienen necesidad del
de un acto de justicia. Así, hemos sido creados perdón de Dios.
por un gesto misericordioso, hechos por manos ¿Por qué esta fiesta?. Porque el perdón
misericordiosas, pensados por una mente permite a Dios manifestar la plenitud de su
misericordiosa. Somos como “modelados” en paternidad y al hombre sentirse hijo.
misericordia: esta materia prima nos constituye Ciertamente da que pensar esta extraña
como seres llamados a la vida por un perdón desproporción: entre cien, sólo uno es capaz de
que ha precedido también nuestro error y el acogerse al perdón divino. Pero debemos
arrepentimiento. Una de las palabras con las que admitir que cuando leemos ese pasaje de Lucas
en el Antiguo Testamento se define la (15, 4-7) estamos mucho más llevados a
misericordia significa en su raíz “útero identificarnos con los 99 justos que con el
materno”, es decir, generación gratuita de vida, pecador. No por presunción sino por temor.
confianza en que ese que nace llegará a ser lo Asustados por la idea de ser peores que los
que todavía no es. Podemos defraudar esa demás (¡justamente nosotros!) Estamos poco
esperanza, pero no podemos ignorar haber sido dispuestos a comprender que en la honestidad
engendrados por la misericordia. de reconocerse pecadores está escondida la
posibilidad de conocer la misericordia del
2. Perdonados desde siempre Padre. Y así nos autoexcluímos de la “fiesta”.
Si este es nuestro origen, el perdón no es ya Parece evidente que sólo la oveja perdida puede
una realidad ocasional de la que tenemos decir que ha experimentado la bondad del
necesidad cada tanto; algo ligado a la pastor: por ella él ha dejado las otras, ha tomado
transgresión individual que sabemos hemos la iniciativa de ir a buscarla y, una vez
cometido y de la que nos acusamos. Nosotros encontrada, se la lleva sobre la espalda muy
somos seres perdonados; si Dios no fuese contento y organiza una fiesta. ¿Cómo no
misericordia, no habríamos existido jamás y si reconocer en esta descripción los signos del
esa misericordia existe desde el principio de perdón divino?. Mucho mejor ser oveja perdida,
nuestro ser, incluso lo ha suscitado, también es que cabrón impenitente.
hoy fuente de vida, gracia de la cual tenemos

24
4. El dolor del hijo “creó” al hijo y al pecador. Quizás nos parezca
Aquí nace el dolor, el verdadero, el que surge extraño, quizás la experiencia del propio ser
de la conciencia de haber ofendido a Dios, el pecador va pareja con la de ser hijo: no se puede
Padre bueno. Es, paradójicamente, el reflejo de distinguir una de la otra. Sólo un hijo puede
la alegría de Dios, porque el hombre pecador sufrir el dolor de haber faltado contra su padre;
puede probar el dolor sincero solamente sólo un pecador puede experimentar la alegría
cuando descubre el amor de Dios, ese amor que del abrazo de la reconciliación paterna. Y en el
se manifiesta en la alegría de perdonar. Es claro medio, entre estas dos dimensiones constitutivas
que el dolor sobrenatural de los propios pecados de nuestro vivir humano y cristiano, la figura
es un don de Dios, pero inevitablemente pasa del padre emerge en toda su paternidad en la
por esta ley psicológica natural: el malestar por fiesta del perdón.
haber ofendido a una persona está ligado a la Existe siempre alguno, que no comprende ni
relación que existe con ella: cuanto más percibo soporta esta fiesta: es el hermano mayor. ¡Tan
la bondad en mis relaciones, tanto más sentiré el lejano de la alegría del padre y de la experiencia
dolor de haberle hecho un daño. del hermano!. Aquel buen viejo es visto
Hemos individualizado esta correlación solamente como su proveedor de trabajo,
hablando de la génesis de la conciencia de alguien al que hay que mantener a distancia; le
pecado. Pero hay algo más: existe el nexo hijo- teme, de hecho ni siquiera tiene el coraje de
pecador, que se dibuja -dentro de una pedirle un cabrito. No ha comprendido que no
experiencia de carencia- según una relación de tendría necesidad de pedir porque todo aquello
causalidad recíproca. que tiene el padre es también suyo; y así, en
Trataremos de explicarlo con la parábola del lugar de ser hijo hace de esclavo, tan triste y tan
hijo pródigo: es un punto muy importante. el serio que no se permite una fiesta con sus
joven al principio de la parábola no se siente amigos y que no es capaz de gozar de la alegría
hijo: de hecho reclama su parte de herencia y del padre. Y si no es hijo, no es tampoco
busca su realización fuera de la casa paterna (o pecador: no percibe culpa alguna en sí, es el
sea, fuera de la relación con su padre); y servidor intachable (“no he desobedecido una
tampoco siente ese gesto como una ofensa o sola orden tuya”) tan superior a ese necio
como una falta. Ni hijo ni pecador. Cuando hermano menor que ha dilapidado su dinero con
comienza a encontrarse en estrechez las prostitutas. ¡Quizás este triste observante
experimenta un sentimiento simple de culpa, formaba parte de la piadosa confraternidad de
con motivaciones sobre todo subjetivas e los 99 justos!. Una cosa es verdadera: aquí
interesadas llora aquello que ha perdido por su estamos en el corazón del mensaje cristiano,
propia culpa (“los servidores de mi padre tienen porque está en cuestión una imagen de Dios, no
pan en abundancia y yo aquí muero de hambre”) solamente simples mecanismos psicológicos. Y
aunque es lineal al sacar las conclusiones (“me la que tiene el hermano mayor (igual que todos
levantaré e iré a casa de mi padre y le diré: los servidores demasiado serios e impecables)
Padre, he pecado..., ya no soy digno de ser es exactamente lo contrario de la imagen de un
llamado tu hijo. Trátame como a uno de tus padre cuya alegría es perdonar; es la de un padre
sirvientes”). ¡Pero después llega el encuentro severo, juez, frente al cual es imposible gozar de
con el padre!. Un padre que lo espera y lo divisa ser hijos. Ante este padre-patrón, más patrón
de lejos, que corre a su encuentro y lo abraza y que padre, se puede experimentar temor si se
que en lugar de un proceso organiza una fiesta... está en culpa o suficiencia si se siente justo;
¡Es el descubrir al padre!. Antes no lo conocía, pero no dolor por haberlo ofendido.
ni siquiera lo hubiera imaginado así. Sólo ahora
el joven se descubre hijo y sólo en este punto 5. La necesidad de reconciliación
puede comprender en toda su gravedad el mal Con el dolor viene naturalmente la necesidad
que ha hecho: rechazar a un padre así es cosa de reconciliarse con Dios, con los otros, consigo
grave, es imposible no experimentar el dolor de mismo: una necesidad advertida tanto más
haberlo ofendido. Pero ha sido el gozo paterno cuanto más profunda sea la conciencia de
el que hace surgir al hijo y al pecador. O, si lo nuestro pecado. Y si el dolor nace sobre todo de
preferimos, ha sido el perdón del padre el que la percepción de la bondad de aquel que se ha

25
ofendido, también la consecuente necesidad de todo el corazón, sabiendo bien que sólo Dios
ser sanado por él no será simplemente una nos puede reconciliar profundamente. Celebrar
emergencia en casos graves, sino algo su misericordia en el sacramento es como
continuamente advertido, como una necesidad volver a poner nuestras vidas en sus manos de
constante. no se trata entonces de una necesidad Padre creador y un volver a confiarnos a este
cualquiera, un liberar la conciencia de un peso “seno materno” para que nos recree según su
molesto para sentirse más tranquilos, sino un plan original.
tomar en serio la propia culpa, por ligera que En el sacramento de la reconciliación el
sea, reconociendo al mismo tiempo el papel perdón de Dios manifiesta plenamente su fuerza
esencial del perdón del Padre en nuestra vida: es creativa, no anula simplemente las culpas, sino
un acto suyo de misericordia que nos ha que nos hace nuevos, siempre más hijos de un
generado, que nos ha llamado a vivir según su Padre que desde siempre nos perdona y nos
proyecto y que cada día, de mil modos, viene a invita a su fiesta.
nosotros. Es la creación que continúa en el tiempo y
Sentir la necesidad de la reconciliación es nos redime.
hacerse conscientes de este flujo de amor; no
simplemente experimentarlo, sino desearlo con

CAPÍTULO 2
El perdón que nos redime
Volvemos a tratar el sacramento de la y que diga cosas sabias y que posiblemente no
reconciliación, no porque represente la única sea tan anticuada... Y además el argumento
forma por la cual se llega al perdón, sino clásico, viejo, aunque siempre convincente:
porque, aunque fue instituido justamente para “¿Qué necesidad hay de que yo le diga mis
esto, sufre desde hace tiempo -como bien culpas a otro?. ¿No basta mi relación privada
sabemos- una profunda crisis; y cuando la con Dios?”. ahora no queremos ni podemos
confesión está en crisis también lo estarán entrar en discusiones teológicas, pero nos parece
probablemente otras formas mediante las cuales que todas estas dificultades llevan a algunos
podemos experimentar ser absueltos; estaría en equívocos. Es necesario clarificarlos si no
crisis nuestra misma conciencia penitencial. queremos hundirnos en nuestras deficiencia.
Dice Rey-Mermet: “si no sintiera más la 1. Concepción reductiva
necesidad de confesarme, sería un síntoma de Un prejuicio que está detrás de muchos
que me estoy hundiendo en el pecado”. “Y sin alejamientos o que forma la crisis de rechazo
darme cuenta”, añadiríamos nosotros. del sacramento es aquel que restringe su efecto
El sacramento de la reconciliación es la a una simple cancelación de la culpa o de la
celebración de esa misericordia que un día nos pena ligadas a una falta de cierta gravedad.
creó y que ahora nos redime y que expresa Según tal concepción reductiva, la confesión
siempre el mismo proyecto del Padre. Un tendría una función sólo -o sobre todo- negativa
momento central, insustituible en la vida del o reparadora, que actuaría de modo bastante
cristiano que debería advertir frecuentemente la automático, supuesta la premisa de una
necesidad de esta misericordia. Algo que no acusación y particularmente en casos graves.
sucede y conocemos algunos motivos que nos En realidad, desde el punto de vista
han podido llevar a esto: el desaliento de psicológico, tenemos aquí una extraña mezcla
acusarse siempre de las mismas faltas y, por lo de motivos: por un lado, la necesidad de
tanto, la improductividad del hecho; la falta de omnipotencia proyectada por el sacramento (y
necesidad de multiplicar las así llamadas su poder de extirpar el mal de raíz); por otro, la
confesiones de “devoción” (término poco feliz, presunción de perfección que induce a creer que
como si confesarse fuese la misma cosa que normalmente las propias trasgresiones son
decir el triduo a san Antonio); la fatiga de leves. Puede derivarse una actitud contradictoria
encontrar a la persona justa, una que sepa intuir en nuestras relaciones con el sacramento: en un

26
sentido, a menudo inconsciente, se descarga criterio que distinga los pecados según una
sobre él (sobre su poder), la responsabilidad de mayor o menor gravedad objetiva (mortales y
la propia conversión; en otro sentido, veniales), pero no es suficiente en la vida moral
probablemente menos inconsciente, no se cree juzgar la seriedad de las propias transgresiones
tener gran necesidad. Pero permanece idéntico únicamente sobre la base de este criterio
el prejuicio reduccionista de fondo: la confesión objetivo y a través de un cotejo más o menos
como instrumento ocasional o de emergencia mecánico con una lista de comportamientos ya
con función de eliminación y cancelación de la codificados. Se corre el riesgo de tener una falsa
culpa. conciencia, no obstante la aparente legalidad.
Algunas consecuencias: una mezcla de rabia Una conciencia formada es aquella capaz de
y desconfianza cuando uno vuelve a encontrarse atribuir también una gravedad subjetiva a las
frente a las mismas faltas y la vergüenza de propias faltas; lo que para uno es algo
tener que decir siempre las mismas cosas. Es insignificante, o muy leve, para otro puede
claro que esto puede depender también de un representar una falta significativa, una no
examen de conciencia (o de inconsciencia) mal atención o una falta de delicadeza de cierto
hecho, incapaz de percibir integralmente el peso, que justifica -¡y cómo!- el pedido de
propio mal; pero resultaría una pretensión poco perdón sacramental. ¡Esto no puede llamarse
realista dar por descontado que no se repetirán confesión de devoción!. Aquí nada tienen que
los mismos errores, porque la absolución no da ver los escrúpulos o el perfeccionismo; es
a nadie la garantía de no pecar más, ni hay cuestión de vivir una cierta relación con Dios
motivo alguno de avergonzarse cuando se gustando de su paternidad y de crecer en la
constata la propia falibilidad en las recaídas. libertad del hijo que juzga todo a la luz de esta
Quien se avergüenza es más por ser presuntuoso paternidad; y también se trata de hacer nacer en
que por estar disgustado y probablemente ni se uno mismo esa sensibilidad y delicadeza de
conoce ni se acepta. ánimo que nos hacen deseosos de intercambiar
el amor, creativos en la gratitud y atentos a
2. Falsa conciencia y falsas expectativas evitar lo que no es digno de un amor
Otra consecuencia es el escaso compromiso reconocido, para no hacernos de a poco toscos
personal en la celebración del sacramento: rutineros, campeones del compromiso, siempre
examen, dolor, acusación, pedido de perdón, tranquilos en su mediocridad o calculadores
etc., todo esto es vivido a niveles superficiales, mezquinos que se confiesan sólo cuando se ha
sin verdadera pasión, como si confesarse fuese superado cierta medida o justamente para no
una especie de práctica burocrática que debe salir del tiempo máximo permitido...
realizarse periódicamente. el papel del sujeto Este tipo de sensibilidad no es algo instintivo
parece agotarse en el acto más o menos que nos nace espontáneamente; es sobre todo
mecánico de la acusación: lo que viene después algo que se puede educar y la reconciliación,
ya no depende de él, de hecho lo advierte hasta encuentro y experimentación de la misericordia
cierto punto, sin sentirse motivado a cambiar. del Padre, es un momento insustituible de esta
Otro signo inevitable y vistoso: el espaciarse formación. Es de ingenuos (o de
progresivo de las propias confesiones. El “inconscientes”) pensar que la propia conciencia
porqué es tan simple cuanto grave: no se ve pueda formarse fuera de un contacto frecuente
tanto la necesidad o quizás se piensa no tener con el perdón divino.
suficiente “materia”. Es verdaderamente grave Otro modo erróneo de acercarse al
que nuestra conciencia de pecado sea tan pobre: sacramento es el de dar una excesiva
que no sepa encontrar motivos suficientes para importancia al aspecto humano: al ministro, su
pedir perdón. Resurge el equívoco habitual: la competencia, la atmósfera que se crea, a la
gravedad de una culpa es decidida por un sensación de ser comprendidos y reconfortados,
código objetivo y no por una conciencia abierta a lo que siento “dentro”, etc, con el riesgo de
sensible al descubrimiento del amor, que perder de vista lo esencial del sacramento
debería crear en la persona una atención natural mismo. Entendámonos: es bueno que el
a no hacer nada que moleste a aquel que ama y confesor sea una persona capaz de expresar con
del que se siente amada. Es justo que haya un su humanidad la riqueza de la misericordia

27
divina, pero esto no puede convertirse en el privatización a la subjetivización de la
objetivo primario del penitente ni confundirse experiencia penitencial. A la larga, la relación
con la realidad central del sacramento, que es el entre Dios y yo corre el riesgo de convertirse en
perdón dado gratuita y misteriosamente por una relación con mi yo que hace de Dios:
Dios. Si se invierte esta jerarquía de valores permanezco solo conmigo mismo, mientras
pueden generarse falsas expectativas que Dios se ha reducido a una máscara. Soy sujeto y
impiden buscar lo esencial, con la consecuencia objeto al mismo tiempo, lo hago todo yo con
de que si no se satisface, aparecen la frustración mis medios y como me parece mejor: me acuso
y el desaliento. y me excuso, juzgo y me interpreto, formulo
No es raro encontrar creyentes de gustos leyes y encuentro excepciones..., me
refinados en este campo. Ellos parecen pedir a autoabsuelvo y, a veces, quizás me autocondeno
la confesión no solamente -o no tanto- el sin piedad... En suma, todo hecho en casa; no
encuentro vivificante con el perdón divino, tiene lugar milagro alguno. El milagro es la
cuanto una especie de auxilio psicológico, intervención de Dios; yo por mí mismo podré,
pretendiendo de aquel pobre hombre que es el como máximo, autocondicionarme y
confesor quién sabe qué habilidad interpretativa experimentar determinadas sensaciones
y comunicativa (¡aunque sería mejor un psicológicas y no necesariamente siempre
psicólogo!). evidentemente no están en paz positivas y favorables para mí. Decididamente,
hasta que no encuentran, corren el riesgo de dar esto no me conviene. Por otra parte, el milagro
más atención emotiva a la gratificación humana del perdón es una intervención propia de Dios.
que al milagro que ocurre en cada confesión, y Sólo él lo puede realizar y continuar
que no depende del carácter y tampoco de la realizándolo confiando este precioso ministerio
santidad del ministro, sino solamente de la a su Iglesia, sacramento de su misericordia, no
superabundancia de la misericordia divina dejado al arbitrio del individuo.
Veamos ahora en qué consiste este milagro,
3. El milagro del perdón sus frutos. Sobre todo el perdón nos revela a
No es un modo de decir, es la realidad de nosotros mismos, descubriéndonos nuestra
cada perdón sacramental. Cuando el Padre lo da, culpa y a la vez nuestra dignidad. Nos hace
sucede algo que no es explicable simplemente comprender más profundamente nuestro error y
con nuestras categorías, sino que pertenece a nos hace sentir profundamente el dolor, pero
otra dimensión: allí está Dios que obra; no más también es un mensaje eficaz de estima y de
nosotros mismos. Y aquí tocamos la última confianza: Dios, reconciliándonos, confía en
objeción, la pretensión de arreglarnos solos sin nosotros y nos hace nuevamente dignos de su
la mediación sacramental. Dejando de lado las amor.
motivaciones más exquisitamente teológicas Sólo quien se siente perdonado sabe que ha
diremos solamente esto: confesar los propios pecado y que es amado. El perdón del Padre
pecados únicamente a Dios en el secreto de la hace surgir la verdad más profunda de nosotros
propia conciencia quiere decir entrar mismos, nos hace recuperar una estima radical
inevitablemente en un proceso de privatización que aleja todas nuestras sensaciones de
de la experiencia penitencial. Tal tendencia inferioridad. El milagro es justamente esto:
privatizante, además de estar en abierto poder reconocer y “sufrir” la propia
contraste con la dimensión comunitaria de culpabilidad y permanecer serenos, descubrirse
nuestra fe y con las responsabilidad común que pecadores sin desesperarse o deprimirse,
nos vincula en el bien y en el mal, puede sentirnos positivos porque somos perdonados,
lentamente llevarme a no sentir más la exigencia dignos de estima porque somos reconciliados.
de reconocer concretamente mis pecados y de Y no es tan solo esto. Cuando el Padre nos
tomarme el trabajo de comprenderme: no existe perdona no es que simplemente nos excuse ni
más la situación provocadora e iluminadora de minimice nuestro error y, tanto menos lo ignore
la relación con un otro, todo se hace tan fácil o meramente lo anule, quizás haciendo como si
que quizás ni siquiera me doy cuenta de que he nada hubiese ocurrido. Su perdón es un acto
sido perdonado. creador y redentor, una manifestación de
Pero existe una segunda fase: de la aquella misericordia que nos ha generado y

28
salvado y que hoy continúa creando en nosotros son signo de misericordia.
un corazón nuevo. La intervención del Dios que Este es el milagro que sucede en cada
perdona no tiende solamente a reajustar y confesión, algo que sólo Dios puede hacer para
restablecer cierta pureza originaria, no existe en cada hombre que se reconozca pecador y
función del pasado, sino al servicio del futuro necesitado de su perdón. Otros también podrán
del hombre. Y es también milagro, porque quien comprender, compartir, ayudar a olvidar, darnos
es perdonado es profundamente transformado su perdón o esforzarse en creer en nuestro
por la fuerza del sacramento aunque no lo sepa arrepentimiento: nosotros mismos, como ya lo
o no llegue a creerlo; no es la misma persona de hemos visto, podemos darnos aliento, intentar
antes, aunque advierta y todavía perciba los tener fe en nuestra propia buena voluntad,
temores, las debilidades y las angustias de antes. autoabsolvernos... cuando no caemos en el
El perdón lo ha redimido, brindándole algo desaliento y la autocondena; sólo Dios puede
que es más grande que sus pobrezas y que, sin hacer resurgir aquello que estaba muerto en
embargo, no las expulsa ni las desprecia ni las nosotros y servirse de nuestra debilidad para
aplasta... Al contrario, las vivifica y las rescata. manifestar su poder.
Eran basura y se han convertido en material Quien nos ha creado y redimido en su cruz y
para la construcción del hombre nuevo; eran su resurrección, hoy continúa creándonos y
motivo de vergüenza, ahora hacen nacer fe y redimiéndonos con su perdón.
esperanza; eran muerte, descubro ahora que son
un resurgir a una vida nueva; eran pecado, ahora

CAPÍTULO 3
El perdón que nos reconcilia
En el camino de integración del mal, el pacificarnos por dentro. Quien se siente poco
perdón representa una fase central más allá del perdonado no puede ser una persona
reconocimiento del mal mismo: es el reconciliada.
descubrimiento de un amor que supera nuestros
méritos y al perdonarnos nos crea, nos redime, 1. Reconciliados con nosotros mismos
nos reconcilia. No siempre en nuestra vida Es la etapa primera y fundamental. Hasta
espiritual le reconocemos este punto esencial: diríamos que el primer efecto, a nivel
estamos demasiado llevados a considerarlo una psicológico, del perdón divino es esta
realidad eventual que nos trae al a mente sólo reconciliación con nosotros mismos antes que
episodios ocasionales en los cuales la culpa o el con Dios, porque no es verdadera aquella
drama de la culpa es resuelto en la fiesta del reconciliación con el Padre que no pase a través
perdón. Pero quién sabe si de esos momentos de la reconciliación con el propio yo. La fiesta
recordamos más el drama o la fiesta (¡en el del perdón no soporta caras largas y corazones
supuesto que aceptemos recordar estas rotos.
experiencias!). en otras palabras, ¿estamos
reconciliados con nuestra historia, con nosotros a. La imagen ideal
mismos?. De hecho esta reconciliación intrapsíquica es
La impresión general es que no hay tantas un puro don de Dios, es algo que sólo él puede
personas reconciliadas; abundan los hacer en cuanto creador de la imagen ideal de
insatisfechos, los eternamente descontentos de nuestro yo. Pedir el perdón al Padre, ya lo
sí mismos, aquellos que tienen siempre algo de hemos dicho, es volver a poner nuestra vida en
qué lamentarse o que reprocharse, casi sus manos para que, recreándonos con su
enemigos irreductibles de sí mismos y, misericordia, nos haga siempre más conformes a
consecuentemente, poco amigos de los otros y aquella imagen y, a la vez que nos la revela en
de Dios. Por eso, insistimos todavía sobre las su belleza, nos la hace reconocer como nuestra,
características del perdón divino, porque pensada por Dios para cada uno, nos da el estar
estamos convencidos de que sólo él puede contentos del nombre y del rostro que nos ha

29
dado, sin soñar con otros... Pero también sin presuntuosos que se consideran mejores que los
pretender realizar plenamente esa misma demás y que simplemente no se conocen, hacen
imagen, ya. Ella representa el cumplimiento de todo para esconderse a sí mismos y no
definitivo y el objetivo terminal de nuestra vida, advierten la necesidad del perdón de Dios y de
algo que decididamente supera nuestras fuerzas, los demás.
don de Dios y de su misericordia; no podemos El pecador puede esperar ser reconciliado; el
presumir ser ya aquellos que estamos llamados a justo, no. Ciertamente el perdón que viene de
ser plenamente en un mañana. Dios podría también extirpar radicalmente
nuestro mal, evitarnos estímulos y atracciones
b. La imagen real riesgosas y permitirnos no tener que seguir
El perdón que Dios nos da es también lidiando con nuestra debilidad... sería lindo,
reconciliación con nuestra imagen actual, de ¿no?. Pero no parece hacerlo así, al menos
personas que buscan, con esfuerzo humilde y normalmente: nos deja nuestro mal; nuestra
fatigoso, cumplir el proyecto del Padre, pero debilidad permanece. En realidad hace algo
que también constatan que están todavía lejos y mucho mayor: nos reconcilia con el uno y con la
que se esfuerzan por hacer mejor lo que pueden, otra. Pone fin a nuestros sueños imposibles, nos
pero sin ilusionarse con haber llegado a la reconduce a nuestra realidad personal. Anula las
perfección ni tampoco con poder alcanzar una mistificaciones, incluidas aquellas que se
perfección absoluta. Nosotros no somos esconden detrás de proyectos omnipotentes de
perfectos, pero si realmente queremos llegar a perfección, y nos hace comprender que nuestra
serlo, debemos comenzar por abandonar toda santidad está hecha también de tropiezos y
ilusión de perfección. Ni siquiera el perdón caídas, de paciencia e impotencia, sobre todo
divino nos permite tener estos sueños: a lo sumo está hecha de aquella humildad que nos hace
nos lleva a reconocer que somos solamente reconocer el mal y gozar con el perdón y
caminantes, no gente que ha llegado; personas justamente por esto nos reconcilia
de buena voluntad, no héroes; hombres débiles, profundamente con nuestra imagen real. Santos
nada impecables. porque somos reconciliados, reconciliados
El ser absueltos por Dios no da patente porque somos perdonados; tanto más amigos de
alguna de infalibilidad futura; al contrario, nos Dios cuanto más perdonados y en paz con
da la fuerza de reconocer y aceptar en nosotros nosotros mismos.
la presencia de un mal que jamás podremos
extirpar radicalmente, porque forma parte de 2. Reconciliados con Dios
nuestro yo; es una debilidad que llevamos Hemos recordado ya que es Dios el autor
dentro desde siempre y que surge de muchos verdadero de seta repacificación interior.
modos: sensaciones, resentimientos, Nosotros sólo podemos pedirla y disponernos a
nerviosismo, depresiones, malestar psicológico, recibirla, pero él es el artífice: gracias a “la
dificultad de relación, mezquindad de miras, de sangre de Cristo [...] él es nuestra paz” (cf. Ef 2,
perspectivas, tentaciones y, a veces, caídas 13-15); es quien ha hecho la paz con nosotros.
propiamente dichas... Aunque no siempre Esta reconciliación ya ha venido, se ha
seamos plenamente responsables de todo esto, cumplido de una vez por todas mediante la cruz.
sin duda somos responsables de la actitud que Cuando ahora pedimos el perdón sabemos que
tomamos frente a este mal-debilidad: de cuanto ya lo hemos recibido, sabemos que todo pedido
hacemos para tomar conciencia y comprender la nuestro está destinado a ser atendido por obra de
raíz y las consecuencias, para limitar su un perdón antiguo y siempre nuevo, por una
expansión e impedir que pese demasiado sobre redención que se cumple cada vez que un
los demás y que dañe nuestro apostolado. pecador se arrepiente.
Somos responsables, sobre todo, de cómo No hay más lugar para el temor, la duda, la
vivimos esta pobreza nuestra frente a Dios, angustia, la obsesión, el escrúpulo; como por
como pecadores o como justos, como personas otra parte, no puede haberlo para la indiferencia,
que conocen su falibilidad y que sienten la impasibilidad, la cómoda pasividad de quien
diariamente la necesidad de un perdón que los en la práctica disfruta de los sacrificios de los
haga nuevos y los salve o como individuos demás y sobre ellos descarga las propias

30
responsabilidades. Si hay una cruz de por medio omnipotencia, de gloria y de dominio. El Dios
no se puede dudar del perdón, ni tampoco de nuestros sueños puede fascinar nuestra
permanecer indiferentes e impasibles. fantasía o, peor todavía, justificar nuestras
También desde un punto de vista psicológico actitudes correspondientes, pero también puede,
la reconciliación con Dios pasa necesariamente por una extraña metamorfosis, transformarse en
a través de la contemplación de la cruz: sólo un juez severo, en un padre-patrón cuyo perdón
esta me puede dar, al mismo tiempo, la certeza es difícil y exigente. Reconciliarse con él puede
plena de haber sido abundantemente perdonado, convertirse en una empresa imposible.
pero también de lo que cuesta, dado que he El Dios de la cruz, al contrario, es más
infrigido un vínculo que sólo el sacrificio del escándalo que fascinación (cf. 1Cor. 1, 23); pero
hijo podía reconstruir. la cruz es la medida del es muy difícil utilizarlo para justificar la propia
amor del Padre y de mi pecado: la conducta, más bien la desafía, la contesta,
reconciliación con Dios es un encuentro con quizás también la juzga, pero permanece
aquel amor y con la conciencia de aquel pecado; siempre con los brazos abiertos para acoger a
pero, repitámoslo, no puede haber quien reconoce su propio pecado y cree en su
reconciliación sin la experiencia de la cruz. misericordia. Es el Dios de la reconciliación.
Pero, ¿con qué Dios nos reconcilia la sangre ¡Dejémonos reconciliar por su cruz y con su
de Cristo?. cruz!.
Evidentemente con aquel Dios que se ha
manifestado y expresado a través de la cruz 3. Reconciliados con la vida
misma. Es un Dios probablemente bastante Hace algún tiempo una religiosa me contó
distinto de ciertas concepciones nuestras de la esta anécdota. Se encontraba en un tren; había
divinidad, fruto más de deformadas participado en un curso de ejercicios espirituales
proyecciones psicológicas que de la fe en el y estaba regresando a su comunidad. Se sentía
Dios de nuestros padres desde Abraham a Jesús. serena y feliz: había oído a un predicador
De hecho, es un Dios débil e impotente, que se notable decir cosas hermosas, sobre todo había
deja crucificar y renuncia a su omnipotencia, tenido un tiempo para estar con su Señor y
que podría vencer y es vencido; un Dios escuchar su Palabra. Probablemente podía
humilde y humillado, que no hace valer sus leérsele en el rostro esta serenidad, porque en
derechos, que calla, acepta el rechazo y la cierto momento, la señora que estaba sentada al
condena de aquellos a quienes ha beneficiado. frente le dijo: “Hermana, ¡se la ve tan contenta
Él no rechaza ni condena a nadie. Es un Dios que no parece ser una religiosa!”. ¡Curioso
rico en misericordia y compasión, porque es cumplido!. La religiosa no sabía si alegrarse por
-sobre todo-, uno que sufre con aquellos a el elogio personal o molestarse por la
quienes ama y está en condiciones de compartir categorización. Sin saberlo, aquella mujer le
su sufrimiento, cargándoselo sobre las espaldas; había hecho la última prédica de los ejercicios.
y que todo esto lo hace por amor está
demostrado por el perdón que él, crucificado, a. Alegría de vivir
pide al Padre para sus verdugos, un perdón que Sin realizar juicios sumarios ni generalizar
no solamente anula la pena sino que ni siquiera indebidamente debemos admitirlo: a veces no
imputa la culpa. Si también nosotros hemos sido damos un testimonio de alegría. Tensos,
perdonados, en aquel momento hemos sido preocupados y demasiado serios, nos olvidamos
reconciliados con este Dios. Y si hacemos la que este es nuestro primer apostolado, corriendo
experiencia del perdón frente a la cruz el riesgo de aparecer (¿o estar?) más ocupados
descubrimos a este mismo Dios misteriosamente que contentos. ¿Por qué?. Si vamos un poco
débil y profundamente amante. más allá de las explicaciones habituales, quizás
He ahí por qué nuestro camino de legítimas (tanto trabajo, dificultades en el
reconciliación debe pasar necesariamente por la apostolado, un cierto culto de la “seriedad”
contemplación de la cruz: porque la cruz de religiosa, etc.), encontramos una razón más
Cristo purifica nuestra imagen de Dios, destruye profunda y personal: una especie de enemistad,
nuestros ídolos, nos impide proyectar sobre casi rabia, hacia la vida.
Dios nuestros sueños frustrados de “La vida no ha sido buena conmigo, he

31
recibido de ella más dolores que alegrías... No percepción del bien. Mientras no exista una
he sido lo suficientemente amado por mis experiencia plena de perdón, el pecado o el
padres o comprendido por los educadores o temor del pecado continuarán perturbando
ayudado por la comunidad... He errado mucho, nuestro presente y deformando el pasado,
he realizado poco; pero tampoco he recibido enemistándonos con la vida. El perdón que nos
gran cosa en mi existencia...”. Frases similares viene del Padre, en cambio, nos reconcilia con
a estas son siempre frecuentes en el relato nuestra historia, no sólo con Dios; nos hace
autobiográfico de quien viene a pedir ayuda: descubrir no solamente nuestro mal, sino
personas creyentes o consagradas al Dios de la también nuestro bien; es fiesta, no sólo
vida, disgustadas con la vida. Ciertamente no penitencia, porque nos libera del temor de haber
puede pretenderse consolarlas con las habituales errado todo, de trajinar detrás de un pasado que
frases pseudo-reconfortantes (como “hay quien sería mejor olvidar, de sentirnos fracasados
está peor que tú” o “hay que conformarse, algo porque somos débiles y atraídos por el mal.
así le ha sucedido a todos”), ni tampoco con el La misericordia del Padre recupera este
remedio “escatológico” de que el más allá no pasado, elimina de nuestro corazón el terror de
tiene nada en común con el más acá (“Ten observarlo, nos da ojos nuevos para que
paciencia, la alegría no es de este mundo, podamos verlo en su realidad, sin
gozaremos sólo en el otro donde finalmente se deformaciones pesimistas y lecturas parciales.
hará justicia”). Sobre todo nos evita aquel efecto del mal que
No es así; cierto gozo de vivir ya forma parte nos impide apreciar el bien, y nos hace
del Reino aquí. Y es gozo verdadero, fruto de comprender que cuanto nos ha sucedido no es
una percepción realista de la vida y, más en para que lo desechemos ni para que lo
particular, de una experiencia de salvación y de olvidemos. En el corazón de nuestro pasado hay
perdón. Ese perdón que nos reconcilia con la una presencia de Dios que debe ser
vida. redescubierta y un proyecto suyo que debemos
descifrar; presencia o proyecto que atraviesa
b. Integración del bien también nuestro mal y suscita el bien. En la vida
En cierta época no tenía dudas y daba por de cada hombre existe este bien. Un bien
descontado que es mucho más fatigoso integrar realizado y, sobre todo, un bien recibido.
el mal que el bien. Hoy no estoy tan seguro: El descubrimiento del amor que va más allá
¡hay tanta gente que no alcanza a darse cuenta y de la justicia ( así hemos definido el perdón) es
a gozar con su propia realidad positiva!. Las dos descubrimiento de una gratuidad que abarca
integraciones están sin duda ligadas entre sí, toda la vida.
pero desde un punto de vista psicológico suele
darse cierta precedencia al análisis de la relación c. Gratuitamente han recibido...
con la propia negatividad. La razón es esta: nos Al igual que en una sinfonía existe un motivo
asusta más el mal que lo que nos atrae el bien; el central, que da unidad y originalidad a la obra y
miedo reclama la atención concentrándola toda que regresa y se repite de varios modos, con
allí, sobre lo negativo, y distrayéndola de la distintos instrumentos y armonizaciones, con
percepción de lo positivo. El resultado es una modulaciones y variaciones que embellecen y
distorsión perceptiva: vemos sólo y sobre todo enriquecen el conjunto, pero siempre dentro de
nuestro mal, nuestras debilidades, percances y un preciso tema musical, así es el perdón para
responsabilidades morales; hasta que al fin todo nosotros: es el motivo central de nuestra vida, o
nos parece negro y nos enojamos con la vida. O el estribillo de nuestro salmo responsorial.
quizás, preferimos no pensar más: mejor olvidar Sin el perdón no comprendemos nada de
e ignorar... Algunos lo logran, pero la mayoría nuestra historia. Experimentarlo con todo el
solamente alcanza a anular el bien presente en corazón y con toda el alma quiere decir
su historia: no lo ven más, o lo subvaloran, o no acogerse a este amor que va más allá de nuestro
lo creen. mérito y que ya nos ha venido al encuentro
Así el bien es sepultado, como un capital no tantas veces en modos variados y a través de
gozado. muchas personas. La “fiesta” del perdón rompe
La no integración del mal impide la el encanto de aquella mortificante mentalidad

32
pagana que nos hace ver la vida como los acontecimientos como sacramento cotidiano
conquista, los acontecimientos como una lucha, de gratuidad, a los otros como mediación de una
a los demás como rivales, a nosotros mismos paternidad providente y a nosotros mismos
como sujetos -más o menos afortunados, pero como seres que hemos recibido todo aquello
siempre protagonistas- de gloria y de nuestro que tenemos y que somos.
destino; y nos hace descubrir la vida como don,

Pero, una vez más, es el encuentro con la a una recompensa por cada esfuerzo, por cada
misericordia el que nos abre los ojos del trabajo, por cada sufrimiento y deseo. Cada vez
corazón y de la mente, activando en nosotros un que realizamos un esfuerzo o que su equivalente
modo correspondiente de percibir la realidad. no retorna bajo forma de un fruto visible, nos
Sólo quien ha hecho esa experiencia puede sentimos defraudados. Cuando sufrimos una
pensar que existe un amor-misericordia y puede ofensa esperamos que el ofensor sea castigado o
esperar reencontrarlo en su existencia. que se excuse. Si hacemos el bien esperamos el
Si el perdón es conocer el amor, la reconocimiento de la persona beneficiada...
reconciliación con la vida será un continuo Cada vez que algo sale de nosotros tenemos la
reencontrar y reconocer sus signos. Y entonces necesidad de que al menos el equivalente
nuestra historia nos aparece cada vez más como regrese a nosotros y, porque tenemos necesidad
un gran continente o una maravillosa sinfonía de esto, creemos también tener el derecho” (S.
-de bondad, ternura, misericordia, gratuidad, Weil).
comprensión- que tantas, tantísimas personas, Nuestra vida se convierte entonces en un dar
instrumentos de buena voluntad, han usado en interesado y mesurado, un pretender mezquino e
su relación con nosotros desde el primer día de insaciable, un frenético reclamo de derechos
nuestra vida, sin que hayamos hecho nada para (imaginarios), un desconfiar de los otros y un
merecerlo, quizás sin que nos hayamos dado presumir de sí mismo; en resumen, una vida no
cuenta, a menudo sin que ni siquiera llegásemos reconciliada, que genera solamente tristeza y
a agradecerles. No, realmente no tenemos resentimiento, falsos héroes o víctimas
derecho alguno a lamentarnos de la vida. resentidas.
¡Nuestras quejas suenan como una nota Pero esto no depende principalmente de una
terriblemente desentonada!. terquedad o maldad particular: quien no da
gratuitamente es solamente el que tiene una
d. Den gratuitamente percepción muy pobre de la vida, llena de
La lógica de las palabras de Jesús es de una miedos y de sospechas. Un individuo no
evidencia absoluta: si gratuitamente hemos reconciliado difícilmente será una persona
recibido, es normal que demos con la misma reconciliadora. En realidad a nadie le resulta
gratuidad, sin sentirnos héroes; es más, con la natural dar sin esperar recompensa alguna y con
certeza de que con lo que damos, no pagamos total desinterés: sólo puede hacerlo quien ha
jamás aquello que hemos recibido. experimentado la gratuidad extraordinaria de un
Sin embargo nuestra lógica no es siempre del amor que lo ha creado, redimido, reconciliado.
mismo parecer, sobre todo si no estamos lo Este amor es el perdón.
suficientemente convencidos de haber recibido
todo como don. Así creemos tener “el derecho

CAPÍTULO 4
Ese perdón tan difícil
Hace un tiempo le sucedió a un co-hermano fue lejos llevándose todo el dinero. Pero en
mío. Había contado a sus niños del catecismo la cierto momento este dinero se acabó y entonces
parábola del hijo pródigo, y después les había el muchacho decidió volver a casa porque no
pedido que redactasen un resumen. Uno de ellos tenía ni siquiera algo para comer. Cuando estaba
escribió así: “Un hombre tenía dos hijos, pero el por llegar, su padre lo vio y muy contento tomó
más joven no estaba a gusto en casa y un día se un buen bastón y corrió a su encuentro. Por el

33
camino encontró al otro hijo, el bueno, que le perdón por una gran deuda, y, sin embargo, no
preguntó donde iba tan rápidamente y con ese tuvo corazón con quien le debía una cifra
bastón: ‘Ha vuelto aquel desdichado de tu extraordinariamente inferior.
hermano; después de lo que ha hecho se merece Es una parábola que nos toca muy de cerca:
unos cuantos bastonazos’. ‘¿Quieres que te nosotros vivimos inmersos en el perdón, hemos
ayude, papá?’. ‘¡Claro!’, responde el padre. Y sido generados por un acto de misericordia,
así, entre los dos, lo molieron a bastonazos. Al hemos recibido mucho más de lo que
final el padre llamó a un sirviente y le dijo que merecemos y de cuanto jamás hayamos dado.
matase el cordero más gordo y que diese una Pero darse cuenta de todo esto, experimentarlo y
gran fiesta, porque ¡al fin se había sacado las alegrarse implica cierto proceso psicológico
ganas de castigar a aquel hijo que se había -cuyas fases hemos indicado en las páginas
portado tan mal!”. precedentes-: de la capacidad de reconocer el
¿Mente fantasiosa o niño distraído?. No; mi propio pecado al descubrimiento de la alegría
hermano me asegura que era muy aplicado. Es del Padre que perdona. Es evidente, por
un caso clásico de rechazo intelectual o de ejemplo, que quien no sufre el dolor del propio
distorsión perceptiva: su mente no podía aceptar error y no está reconciliado con el Dios de la
el epílogo propuesto por el Evangelio: es una cruz muy difícilmente será una persona
cosa absurda aquel padre que perdona, no es misericordiosa.
creíble el hijo que se arrepiente, tiene razón el La experiencia de la reconciliación -como
otro hermano lamentándose. Y así cualquier experiencia espiritual- debe ser plena
probablemente sin advertirlo, había ajustado el y significativa, comprometer el corazón, la
final de la historia dándole un resultado más mente y la voluntad según un camino que
“normal” y conforme a los criterios de justicia respeta la naturaleza del hombre y que se abre
de una sociedad que está errando el sentido del gradualmente a la gracia de Dios; de otro modo
perdón, que no cree a quien se arrepiente, que se trata de una ilusión. Y corremos el riesgo de
ha sustituido la gratuidad con la reivindicación. convertirnos, sin darnos cuenta, en servidores
Aquel jovencito es hijo de esta sociedad. Y despiadados.
un poco lo somos todos nosotros y nuestras
comunidades. El perdón no nos resulta fácil y 2. Instinto de violencia
espontáneo, a menudo es sólo un deseo o un La dificultad de perdonar nos revela a
esfuerzo, pero existen también religiosos que nosotros mismos, nos hace comprender más allá
viven con el resentimiento en el corazón, que de nuestros propósitos e ilusiones de perfección,
parecen no poder (o no querer) olvidar daños y que existe en nosotros un instinto de
heridas (a veces imaginarias) recibidas en el agresividad; destruye el mito del yo
pasado, que son profundamente infelices y que completamente bueno que ama a Dios y al
siembran tristeza y hastío. Es una cosa grave y prójimo y nos hace descubrir el yo hostil,
quizás no tan rara. ¿Por qué resulta tan difícil atraído por el mal. Existe violencia en nuestro
perdonar?. corazón, sería ingenuo y peligroso negarlo; y es
justamente ese instinto el que nos hace difícil
1. “Servidor despiadado...” ser misericordiosos. El perdón frustra el instinto
La primera razón es la más fundamental y de violencia, porque es una forma, quizás la más
quizás la podemos intuir. No puede perdonar humilde y eficaz, de no violencia. Perdonar es
quien no tiene la conciencia de haber recibido bajar las armas de nuestras defensas
perdón; o, en otras palabras, la capacidad de psicológicas y abandonar los sutiles deseos de
perdonar es directamente proporcional a la venganza, es renunciar a que se haga justicia.
experiencia de ser perdonados. Nadie puede dar Por cierto, quien obra así aparentemente sufre
lo que no tiene, sobre todo si se trata de algo, una violencia; pero en realidad la evita, porque
como el perdón, que no nace espontáneamente suprime una lógica, parecida a veces a una
en el corazón del hombre y que sólo Dios podía espiral enloquecida de violencias contrapuestas
inventar. Y no basta, naturalmente, una en la cual ambos contendientes terminan
experiencia cualquiera. Incluso el servidor perdiendo y quien agrede es, de hecho,
despiadado (Mt. 18, 23-35) había recibido el agredido.

34
Quien no perdona, por el contrario, tiene la nos vuelve depresivos y agresivos. Atraídos por
impresión de gratificar su instinto de violencia, la perspectiva de descargar la propia violencia,
pero sentirá, en cierto momento, vuelta contra sí terminamos descargándola sólo contra nosotros
mismo la agresividad que ha proyectado. Es la mismos.
historia que nos hace alimentar rencores y que

3. Instinto de dominio que también los demás tengan una concepción


Es otra tendencia de nuestro psiquismo que buena de nosotros. Está claro, entonces, que si
nos dificulta el perdón. Ese impulso -también llego a conocer una crítica o -aún peor- una
innato y universal- nos impulsa a controlar a los calumnia sobre mi persona, me será muy difícil
demás, a tener superioridad sobre ellos, a influir perdonar, sobre todo si la estima que tengo de
su conducta, a mandar o prohibir. A través de la mí mismo es todavía bastante inestable y pobre
satisfacción de este instinto nos sentimos un o excesivamente dependiente de lo que los
poco omnipotentes, lo cual nos gratifica. demás piensan o dicen de mí (es decir, de mi
Desde este punto de vista, el perdón, en imagen social). Tendré el mismo problema si
cambio, no nos gratifica para nada; es una alguien en la comunidad se permite tomarme en
experiencia de impotencia y de dependencia, no broma o dudar de lo que digo o quizás
de poder y de dominio. Cuando se perdona, de ofenderme sobre aquellos aspectos de mi
alguna manera uno se abandona al otro y a su comportamiento que yo considero más
poder, se expone a su imprevisibilidad y se le significativos y positivos para mi autoestima.
deja la libertad de ofender o de herir, Cuanto más me sienta ofendido, menos
renunciando también al derecho de hacerle estaré dispuesto a perdonar, pero deberé
sentir que nos sentimos ofendidos. Todo esto preguntarme: “¿estoy resentido porque esa
nos da temor, es como un insulto a nuestra actitud mía ha sido ridiculizada o porque mi
dignidad personal; y entonces, para justificar persona ha sido herida?”. Quien ama
nuestra incapacidad de perdón y nuestras profundamente un ideal por su validez
actitudes resentidas, recurrimos a falsas excusas intrínseca (y no porque le permite mejorar su
pedagógicas, dando a nuestro comportamiento propia imagen) debe hacer esta distinción y,
de ofendido el valor de una lección saludable ante el hecho, saber jugar el juego, no ofenderse
para el otro (“debo hacerlo para que aprenda...”, demasiado y lograr mediante su perdón
“no le dirijo la palabra, así otra vez prestará más manifestar el valor en el que cree. El
atención”, “debo hacerle comprender que me ha resentimiento excesivo que impide el perdón, al
herido; así no lo hará más...”). contrario, no puede jamás originarse en el amor
La verdad es que el perdón requiere una gran por el valor.
libertad interior, aquella que nos quita el tonto Por último, hay una situación ulterior en la
temor de perder en nuestras relaciones con el cual la necesidad de estima se convierte en un
otro y que no hacemos temer lo suficiente, de no obstáculo para el perdón: es cuando advertimos
contar para nada, de ser débiles, porque de lo que debemos no solamente perdonar, sino
contrario no se hacen valer las propias razones y también hacernos perdonar. En el fondo, el
derechos, de consentir abusos porque no se perdonar podría hacernos sentir buenos, más
condena a nadie... buenos que los demás, gratificando así nuestro
Muchas veces el no perdonar es el residuo narcisismo; pero si somos lo suficientemente
de poder que permanece al alcance de las honestos como para reconocer nuestra
personas débiles. Poder ilusorio, se entiende, responsabilidad en cierta circunstancia, entonces
pero tentación grande. nuestra estima puede encontrar amenazante una
voluntad de misericordia.
4. Necesidad de estima En realidad, esta reciprocidad en el dar y
Otra dificultad específica para manifestar recibir perdón no es y no debiera ser tan rara.
misericordia proviene de un deseo de poseer una Sucede a menudo que si hemos sido ofendidos,
imagen positiva de nosotros mismos, ignorando es porque hemos dado la ocasión y si hemos
o minimizando lo que podría oscurecerla o recibido un revés, puede que hayamos puesto
ponerla en discusión, y haciendo de todo para las premisas con nuestras faltas de delicadeza u

35
omisiones. menos somos conscientes de la necesidad de
Cuando perdonamos siempre tenemos algo hacernos perdonar.
de lo que hacernos perdonar. ¡Por eso es tan
difícil el perdón!. Es tanto más difícil cuanto

CAPÍTULO 5
Señor, enséñanos a perdonar
Desde hace algún tiempo, cuando en el siempre acto creador el perdón que recibimos
Padre nuestro pido al Señor que me perdone continuamente de Dios en nuestra vida. De esta
como yo perdono a los demás, me asalta una verdad derivamos algunas consecuencias
mezcla de temor y de sentimiento de culpa y me importantes.
encuentro dando vuelta espontáneamente el 1) El perdón es un gesto gratuito, no ligado
pedido y suplicando a Dios que me enseñe a al pedido del otro y tampoco a su
perdonar como él perdona. ¡Estaría listo si el arrepentimiento. Quien perdona “anticipa” todo
Señor fuese misericordioso conmigo como yo lo esto: no se detiene a esperar al otro o a escrutar
soy con los demás!. Y así, haciendo esta los signos de arrepentimiento; está dispuesto, si
oración, me vuelvo a encontrar en la escuela de es necesario, a dar el primer paso y, en todo
la misericordia divina, una escuela donde es caso, no pone condiciones a quien le ha
admitido sólo quien tiene conciencia de su ofendido ni espera eterno reconocimiento.
pecado y donde el don del perdón se equilibra 2) El perdón es un gesto humilde que no
constantemente con el mandato de perdonar: humilla, tan discreto y silencioso que el
“Ve, y procede tú de la misma manera” (Lc 10, perdonado podría incluso haberlo dado por
37). descontado o no saber cuánto ha costado.
Perdonar no significa pone al otro de rodillas
1. De la Misericordia a la misericordia para que reconozca sus errores y tampoco
Sólo Dios puede hacer esto: su amor por obligarlo a la rendición haciéndole pesar, con
nosotros no nos hace niños mimados, no sutil malignidad, su culpa. No hay nada de
gratifica nuestra sed de sentirnos en el centro de solemne ni de demasiado serio en este tipo de
la atención, así como su perdón no es un perdón: él nace -y quizás permanezca
descuento o una condonación ni un dejar pasar o escondido- en un corazón “educado” por la
una mera anulación del pecado. misericordia divina y se manifiesta al exterior
Perdonándonos, Dios crea en nosotros un con un obrar manso y compasivo.
corazón nuevo, hecho a la medida del suyo, 3) De hecho, el perdón es más un estilo de
capaz de perdonar a la manera suya. Es vida que un acto ligado a la transgresión; es un
justamente este el signo más grande de su modo de ponerse frente al otro y a su debilidad,
misericordia: nos ama hasta enviarnos al mundo pero que no surge exclusivamente después de la
como instrumentos de su reconciliación, caída, sino que hasta puede impedirla, porque es
poniéndonos en el corazón un amor que va más un estilo de bondad, comprensión,
allá de la justicia. Poder perdonar es don de magnanimidad, una actitud que no se fija en lo
Dios; es sobre todo quien perdona el que hace la que el otro merece, ni se escandaliza por su
experiencia de ser amado por el Padre. Es así miseria. La persona misericordiosa no puede
que su misericordia se modela sobre la divina. olvidar que ella también ha caído tantas veces
No todo perdón nuestro es cristiano (y sin sufrir una condena...
psicológicamente auténtico), sino sólo aquel que 4) El verdadero perdón, también es sincero,
repite a una criatura humana, en cuanto es expresa una voluntad real de acogida y
posible, las características fundamentales del comunión, un deseo eficaz de pasar por encima
perdón divino. de lo que ha sucedido para reconstruir la
relación sobre bases nuevas. En particular el
2. Perdón creador perdón es sincero cuando nace de la convicción
Es un acto de misericordia el que nos ha de que la relación con el otro es importante y
dado la vida, humana y cristiana, precediendo a conviene renunciar antes que exigir la
nuestro error y arrepentimiento. Y ha sido reparación por una ofensa. A veces el perdón

36
puede ser sufrido, pero jamás es sólo puede ser comprendida y puesta en práctica sólo
voluntarista o demasiado forzado. si contiene y manifiesta amor. El perdón sin
Quien perdona, en consecuencia, no reprocha amor, si fuese posible, sería no-perdón. El
al otro el pasado, quizás hasta lo “olvida” (lo hombre misericordioso salva y redime sólo en
hace cada vez menos influyente); mientras que cuanto es amante: quiere el bien del otro y se
reconoce en el presente su necesidad de un tú o, entristece sinceramente por su mal, siente el
por lo menos, es tan realista que prefiere deber de hacer algo por él porque su salvación
humillarse y no hacerlo pagar, antes que aislarse lo urge. No es sólo la motivación de la utilidad o
y privarse del bien de la relación; y así puede de la importancia de la relación, sino aquella
construir un futuro nuevo, que no sea la simple más noble y verdadera del sentirse responsable
reedición del pasado, un monótono repetirse de por el otro.
ofensas, réplicas, venganzas, malestares, que se 3) Este amor es una fuerza potente, más
entrecruzan como en un juego infantil. grande que el pecado, no se detiene frente al
5) Pueden construir un futuro distinto porque mal, porque es siempre capaz de redescubrir el
su perdón es fundamentalmente un mensaje de bien o de salvar la intención de dar nuevas
estima y de confianza al otro, un creer en su esperanzas o de invitar a caminar juntos.
amabilidad objetiva, que persiste más allá de la También, cuando el otro parece desinteresarse
culpa, un captar la verdad de su yo, detrás de la de esta benevolencia o se obstina en su
máscara de las defensas y de las caídas. Quien hostilidad. Para perdonar no se necesita obrar de
perdona está convencido que el hermano es a dos. Basta un acto de amor. Pero si es sincero
mejor de lo que aparenta y se obstina en hacerle se convierte en una fuerza que puede cambiar la
comprender, con su “comprensión”, cómo es historia, aunque sea a largo plazo. Por el
inútil defenderse y esconderse. momento parece inacción, sentimentalismo
Por esto, el perdón no es simplemente ingenuo, temor a ser enérgicos, un peligroso
compasión, tanto menos es cubrir con el manto poner la otra mejilla a quien tiene el vicio de
de la caridad; al contrario, es una fuerza que pegar. También Pablo VI, cuando se arrodilló
provoca el descubrimiento y la revelación de la frente a los “hombres” de las brigadas rojas,
propia identidad. Es aquella energía escondida pareció hacer un gesto tan patético como inútil,
en las palabras de Jesús: “Vete, no peques más” rudamente desmentido por el cruel epílogo de
(Jn 8, 11), una fuerza que crea aquello que aquel episodio. Pero si hoy existe quien se
expresa. arrepiente, aun en la compleja heterogeneidad
de las motivaciones y actitudes del caso, es
3. Perdón redentor también gracias a gestos proféticos como aquel,
Confesar a Dios el propio error significa gestos humildes, a veces escondidos, pero
experimentar la abundancia de su perdón y siempre cargados de profunda y benevolente
sentirnos reconciliados con el Dios de la cruz, humildad, de voluntad de comunión, de fe en el
débil y amante. tal experiencia de misericordia hombre. Se ha necesitado el paso de varios
produce en nosotros una actitud misericordiosa años, pero aquel acto junto a otros ha cambiado
correspondiente: un poco nuestra historia.
1) Una misericordia superabundante,
generosa, que regularmente supera la entidad de 4. Perdón de pecadores
la culpa y no se contenta con restablecer la Hasta aquí hemos estado en la escuela de la
relación de cualquier modo, con volver a dar el misericordia divina. Pero hay otra característica
saludo, con no negarse al otro, sino que es gesto netamente humana del perdón. Debemos
positivo de encuentro, de acogida, de perdonarnos entre pecadores, no entre justos.
cordialidad, es un buscar voluntariamente el Esto quiere decir que no podemos olvidarnos de
intercambio y el estar juntos y disponibles a nuestro pecado mientras perdonamos el de los
repetir el perdón hasta setenta veces siete, sin demás. Sería peligrosa esta pérdida de memoria:
avergonzarse de pasar por tontos ni considerarse daría un tono de falsedad a nuestra presunta
héroes. misericordia, porque nos colocaría en un plano
2) Esta misericordia es, por lo tanto, amor de superioridad con respecto a otro, en la
que va más allá de la justicia y se justifica y extraña posición del justo. Y el justo no sabe

37
perdonar; incluso es mejor que no lo haga, solamente para darlo, sino también para
porque le saldría una imitación del perdón, una pedirlo. Bastaría esta honestidad y transparencia
escenificación indigna: el que desde lo alto de interior para dar a nuestro perdón un estilo
su pedestal se digna con suficiencia inconfundible de simplicidad y generosidad y
magnificente a conceder indulgencia y, así, hacernos abandonar aquella presunción y
poder continuar sintiéndose siempre justo. Jesús suficiencia que lo hacen difícil y atormentado.
tenía razón: quien está sin pecado -o se ilusiona En realidad, perdonar será siempre algo difícil, a
de estarlo- sirve solamente para tirar piedras. veces nos parecerá imposible: puede haber
El pecador que perdona, en cambio, heridas que nos han inferido que no se cierran
comprende que el perdón es más compartir que tan fácilmente y que no logramos fácilmente
conceder: no es dar de lo propio, sino alcanzar olvidar. En estos casos el perdón es sólo deseo,
un don que viene de lo alto, sin el cual no tensión ideal, reconoce el propio esfuerzo,
seríamos jamás capaces de misericordia; el que súplica por quien ha herido y por la herida
dona y el que recibe el perdón participan y misma que no cicatriza. “Señor, ¡enséñanos a
gozan juntos de la misma reconciliación, con perdonar...!”. Y aquí también nos
Dios, entre sí y con el propio pecado personal. reencontramos a la escucha del Dios de la
Podemos ahora comprender mejor, como lo misericordia.
hemos ya recordado, por qué el perdón no es

CAPÍTULO 6
El perdón en la comunidad
Para comprender el puesto que ocupa el sino también de la convicción de tener
perdón en la dinámica comunitaria es necesario necesidad cada uno del perdón del otro.
comprender, primero, el concepto de Esta comunidad de hermanos que comparten
comunidad. Si se tiene sobre ella una idea la misma misericordia del Padre, viene del
perfeccionista como de un conjunto de personas Espíritu. En su centro no existe ya un sueño
justas, sin problemas de relación porque son pagano de unanimidad fácil e imposible, sino un
todas iguales o porque se agradan -o se ignoran- esfuerzo humilde y paciente de reconciliación,
mutuamente y reaccionan escandalizadas frente siempre más fuerte que el pecado.
al mal ajeno, entonces el perdón se convierte en
una excepción, en una eventualidad desdichada. 1. Corazón de la vida comunitaria
Si en cambio la comunidad es un lugar de Una comunidad no puede construirse y
encuentro de quienes, más allá del proyecto de permanecer viva fuera de una lógica del perdón.
vivir juntos, constatan cotidianamente su Quien la integra debe haber madurado una
debilidad y el esfuerzo de amarse, entonces mentalidad y una experiencia en ese sentido. No
existirá a menudo la necesidad del perdón, de es exagerado decir que el perdón es el corazón
darlo y de recibirlo. de la vida comunitaria. Y esto al menos por dos
En el primer caso tendremos una comunidad motivos.
donde todo “debe” andar bien. Así parece 1) La reconciliación impide al pecado
ocurrir, en efecto, al menos cuando sus obstaculizar -permaneciendo escondido- las
miembros pueden continuar fingiendo y relaciones fraternas. El mal, lo sabemos bien,
escondiéndose; pero este conjunto de personas tiende a permanecer en la oscuridad, prefiere las
que no tienen nada que perdonarse tiene bien tinieblas del inconsciente o del olvido, teme la
poco de cristiano. La pretensión de que la luz del cotejo y del reconocimiento. Nos da
comunidad sea perfecta tiene en sí algo de miedo y por eso tendemos a ignorarlo o a
diabólico y provoca solamente frustraciones y guardarlo para nosotros, bien protegido y
resentimientos. En el segundo caso, tendremos sepulto, ilusionándonos así con neutralizarlo. Y,
en cambio una comunidad que “consiente” a sus en cambio, sucede lo contrario: lo que
propios componentes ser limitados, distintos y permanece escondido no puede no perturbar la
difíciles, culpables y pecadores. La comunión vida consciente y si se trata de un pecado que
en este caso nace no sólo de compartir el ideal, hiere al prójimo tiene una particular carga de

38
destrucción y de ruptura de la comunidad.

Tampoco podemos ilusionarnos con que aceptación fraterna, es como si toda la


basta un perdón sacramental. Es demasiado fácil comunidad se cargase sobre las espaldas el peso
y sin sentido pedir perdón sólo al Padre, de la o la herida del hermano y, entonces, se camina
ofensa hecha al hermano; es un modo también más ligeramente; pecadores reconciliados que se
de dejar en la penumbra de un intimismo han reencontrado a sí mismos y a la comunión,
engañoso el propio error (también viene la duda perdonándose mutuamente y que redescubren
de si ese ponerse frente a Dios sólo sea en cada día cómo es “bello y alegre que los
realidad un confesarse frente a sí mismo para hermanos vivan juntos”.
dar una absolución por descontado). Y también
si es el otro quien me ha ofendido, a menudo no 2. La parábola de la comunidad
basta que yo lo perdone en el secreto de mi reconciliada
corazón o frente a Dios: debo saber Cada comunidad se construye sobre el
expresárselo, para que no ocurra que mi paradigma de la parábola del hijo pródigo; los
hermano permanezca solo con su pecado. mismos personajes, la misma dinámica. Hay
Mientras el mal permanece escondido, destruye quien se equivoca y hay quien perdona, quien se
y dispersa la comunidad; cuando es reconocido esfuerza en perdonar y quien no se hace
en el perdón fraterno, no solamente pierde su perdonar o a quien le molesta que exista alguien
poder maléfico sino que puede incluso misericordioso. Aclaremos que no existen reglas
convertirse en ocasión de crecimiento y de fijas: todos somos un poco hijo pródigo,
redescubrimiento de aquello que nos une. hermano mayor, -más raramente- el padre que
2) No hay comunidad sin perdón, porque “la perdona. Es peligroso olvidarlo. Será importante
reconciliación es el único camino histórico saber interpretar bien el papel del hijo pródigo:
para la comunión”. Vivir junto a otros quiere tener conciencia del propio error, sufrirlo sobre
decir descubrir la verdad del propio yo: mientras todo como un daño hecho a toda la comunidad,
uno vive solo, puede ilusionarse con ser bueno, tener la humildad de pedir perdón, sentirse
saber amar, ser capaz de olvidar las ofensas; disponible para ocupar el último puesto así
viviendo con los demás, se comienza a como el primero, ser servidores sin sentirse
descubrir lentamente un yo distinto e humillados...
imprevisto, lleno de límites y egoísmos, de Cuando existe esta conciencia y cuando se
deseos insaciables y frustraciones, cargado de manifiesta en actitudes concretas, se descubre la
celos, odios y agresividad. dimensión “materna” de la comunidad: uno se
La vida comunitaria es la revelación siente acogido y reacogido siempre, mucho
penosísima, a menudo inesperada, de las más de lo que merecería. Quien no siente así la
debilidades y de las tinieblas personales, de los propia comunidad debe interrogarse en primer
“monstruos” escondidos en nosotros, “es el lugar sobre cómo vive e interpreta frente a los
lugar en el que se descubre la profunda herida demás su ser pecador. Está claro que quien no
del propio ser y en el que se aprende a se siente lo suficientemente hijo pródigo
aceptarla” (J. Vanier). Si es cierto que cada uno percibirá en torno a sí mismo solamente una
de nosotros ha nacido a partir de esta herida, comunidad madrastra y encontrará
también nuestras comunidades nacen de la innumerables motivos para repudiarla.
aceptación recíproca de las heridas de cada Otras veces, en cambio, somos como el
uno. Cualquier otro modo de construir la hermano mayor: no solamente nos fastidia el
comunión es desviado e ilusorio y destinado a perdonar, sino que también nos molesta quien
fracasar prontamente. perdona, casi querríamos impedírselo. Es una
Mientras no exista esta aceptación, somos actitud muy dañina: quien arruina mi vida
solamente un club de aristócratas de espíritu que comunitaria no es tanto quien se equivoca y cae,
creen que no pueden ensuciarse las manos con sino quien se impaciente en el juicio o en la
la indignidad de los demás; y la vida condena o se obstina en no comprender que el
comunitaria se convierte en un infierno, en algo perdón dado a un hermano alegra a todos y que
imposible. Cuando, en cambio, se da esta todos deben alegrarse. Quien está tentado a

39
obrar así, recuerde que también él ha fallado dañadas. Debemos creer en la eficacia de esta
muchas veces y otras tantas ha sido perdonado, súplica comunitaria, en la cual sin hacer
incluso, cuando no ha pedido perdón a nadie; necesariamente confesiones públicas, recibimos
recuerde que es y está llamado a ser hijo y juntos un perdón divino que nos reconcilia entre
hermano, no servidor triste, reinvindicativo y nosotros. Y siguiendo con el tema del hijo
envidioso; que ha recibido mucho más de lo que pródigo, es bueno que estas liturgias terminen
ha dado y pedido (o que se ha avergonzado de con una comida o algo similar, que se haga con
pedir) y que, por lo tanto, es necesario hacer alegría, buscando hacer sonreír incluso al
fiesta y gozar cuando alguien “vuelve”. En hermano mayor.
nuestras comunidades probablemente habría 2) Continuando en el ámbito de la liturgia,
más fiesta si hubiesen menos hermanos una preciosa y cotidiana ocasión de
mayores. Y finalmente, el padre: este padre que reconciliación nos es ofrecida en el rito
nos enseña a tener paciencia y confianza, a no penitencial y en el saludo de la paz de la
pretender la reconciliación inmediata, a tener el celebración eucarística; pero es necesario
sentido de la espera y de la acogida. Desde un interpretarlo creativamente en un contexto de
cierto punto de vista este padre fracasa: no logra liturgia viva en cada momento y no solamente
estar en paz con sus hijos, vuelve uno y “se en las celebraciones extraordinarias o festivas.
escapa” el otro, pero en su corazón acoge y Nosotros necesitamos cada día reconocer ese
atiende a ambos y nos recuerda que la pecado que podría dividirnos y cotidianamente
reconciliación plena es un punto de llegada, un somos llamados a renovar los motivos por los
bien ideal jamás completamente alcanzable, más que estamos juntos y nos amamos. Justamente
importante para aquel que crea en nuestra porque vivimos en comunidad tenemos la
corazón más que en nuestros resultados necesidad de repetir gestos simples, pero
exteriores y visibles. Bendita aquella comunidad verdaderos, que expresen una voluntad de
que busca cada día tejer y retejer las relaciones concordia.
fraternas, con infinita paciencia y con obstinada 3) Favorecer lo más posible aquellas formas
solidaridad, sin asombrarse de las fallas ni comunitarias de intercambio fraterno y de
pretender que surja, quién sabe, qué obra de compartir, a través de las cuales el pecado sale a
arte. la luz y puede ser neutralizado en su
Veamos ahora algunos signos concretos que potencialidad destructiva. En particular, me
nos ayudan a vivir juntos en un clima de refiero a la corrección fraterna y a la revisión
reconciliación. de vida; pero de estas hablaremos extensamente
más adelante.
3. Gestos de reconciliación 4) Recordar y recordarnos con más
1) Hacer más a menudo la liturgia frecuencia, principalmente antes de ciertos
penitencial. Es importante que revivamos en la momentos comunitarios (reuniones de
liturgia este esfuerzo de repacificación entre discernimiento, de programación, etc.), que si
nosotros. Es un ponernos juntos frente al Señor no estamos en paz, difícilmente podremos
para que él nos dé aquella fuerza de perdonar conocer la voluntad de Dios sobre nosotros.
que a nosotros nos falta, que sane las heridas Mucho mejor es hacer menos reuniones, pero
que no quieren cicatrizar, que restablezca las prepararlas bien, con la conversión del corazón.
relaciones que parecen irremediablemente

CAPÍTULO 7
El perdón en la Iglesia
La Iglesia es un acto de reconocimiento. hecho a la Iglesia madre comprensiva y
Nacida de la sangre de Cristo que ha prudente, experta en perdón. Ella, se ha dicho,
reconciliado consigo todas las cosas, no tiene es una fraternidad fundada sobre un cuerpo
más riqueza aquí que sus obras. Un pasado de destrozado (J. Tillard); una fraternidad, aunque
miserias y de misericordia, de pecado y de pacífica y afable, siempre inquieta y a punto de
perdón. Es una historia de salvación que ha romperse. Aquella palabra de reconciliación que

40
la Iglesia anuncia a los lejanos, la dirige primero sólo si está reconciliada.
a sí misma; sabe que podrá ser reconciliante

Por una parte, entonces, no nos asombramos completamente en grupos de pertenencia, jamás
por las debilidades y errores, por las tensiones y definible como simple resultado de
contrastes en nuestra comunidad de creyentes; agrupamientos sociales.
por otra parte, podemos sentir como antinatural Ciertamente no resulta correcto ni
una cierta... litigiosidad eclesial, hoy quizás en reconciliador, juzgar inmediatamente al
aumento, sea a nivel de individuos como de interlocutor -como hacen algunos- según su
movimientos, familias religiosas, consejos grupo de pertenencia: es un modo de ignorar su
pastorales y presbiterales, lineamientos realidad específica, desconociendo su
teológicos... Una litigiosidad que se hace grave individualidad y características, modos
y peligrosa cuando se cristaliza y divide, originales de ser y de pensar, y nivelando -o
creando contrastes insanables o cuando cancelando- el todo detrás de etiquetas y siglas.
permanece escondida y no se resuelve en el Quien de este modo teme la realidad y su
intercambio dialéctico. En cierto momento se complejidad, se siente incapaz de afrontarla; en
trataba de los grupos contestatarios, hoy parece particular tiene temor de los otros, teme
ser otra la confrontación: de hecho si somos encontrar adversarios y competidores y,
capaces de dividirnos, también debemos entonces, se defiende: decide de una vez por
demostrar ser capaces -aun permaneciendo todas dividir lo que es bueno de lo que es malo,
distintos- de unirnos en la misma fe. lo hermoso de lo feo, “aísla” la posibilidad en
algunos ambientes o personas que se convierten
1. Reconciliación y estima de sí mismo en “totalmente positivas” y descarga la
En nuestro análisis intrapsíquico queremos negatividad sobre otros grupos o individuos que
preguntarnos en qué consiste esta capacidad de se convierten en “totalmente negativas”.
reconciliación intraeclesial. De este modo, con una intolerancia y
Sobre todo da una solución al problema de dogmatismos maniqueos, tiene la impresión de
la propia identidad. Esta, como sabemos, se aclarar la realidad y de sentirse más seguro...
deriva de una relación equilibrada y fecunda con el resultado, sin embargo, de perder de vista
entre el yo actual y el yo idea, entre lo que la al hombre concreto, de negar al otro
persona es, con sus dotes y sus límites, y lo que simplemente porque pertenece a un grupo
siente que debe ser, con sus ideales y sospechoso, de oponerse, no por problemas
aspiraciones. De este equilibrio le es dado al importantes, sino sobre la base de prejuicios y
individuo un sentido fundamental de estima, que desconfianzas, al son de consignas y frases
es condición para vivir seriamente, con el hechas, de una repetitividad exasperante. los
mismo equilibrio, la relación entre la propia parámetros interpretativos y los esquemas de
individualidad y la diversidad de los demás. En lectura son una ayuda, siempre que
palabras más simples podríamos decir que permanezcan elásticos y abiertos a lo
cuando un individuo tiene una concepción impredecible del ser humano concreto.
sustancialmente positiva de sí mismo, tiene 2) El coraje de encontrar al otro en su
también una predisposición perceptiva originalidad implica también la libertad de
favorable en las relaciones con los demás y aceptarlo en su diversidad y en su límite. Quien
viceversa. se siente lo suficientemente positivo permite al
En concreto, esto significa: otro ser él mismo: con sus dones y con su modo
1) La capacidad de reconocer al otro en su personal de ver las cosas, con sus defectos y sus
valor esencial, en aquello que lo hace positivo, incongruencias. No se siente amenazado por el
digno de fe y de estima. Tanto más si estos hecho de que su hermano pueda ser mejor que él
valores de fondo los compartimos juntos. Tal y que tenga ideas distintas, incluso conflictivas
apreciación permite descubrir también el bien respecto a las suyas; como por otra parte, no se
más específico y subjetivo, ligado a la escandaliza frente a su mal, ni lo aleja para no
individualidad del otro, que lo hace ser contaminarse.
irrepetible y único, pero no encuadrable Una cierta alteridad es necesaria. Sin ella, la

41
caridad cristiana correría el riesgo de ser nada necesidad de ser acogido y considerado,
más que un esfuerzo para enmascarar el temor dependencia de un líder carismático, lógica del
de ser uno mismo y perdería mucho de su carga “pocos pero buenos”, etc. Así también lo que a
profética. Por eso, es importante esperar un primera vista pareciera ser una defensa de la
cierto grado de conflicto como algo natural, con ortodoxia de la fe podría esconder -incluso en el
todo lo que implica de sufrimiento y agente- la preocupación de proteger la
fecundidad: o sea, no eternizarlo o hacerlo integridad del propio yo. Especialmente cuando
motivo de división, con un culpabilizar y estas “defensas” aparecen ocultas, no motivadas
penalizar las divergencias, haciendo de todo una del todo por un motivo real, y terminan con la
cuestión de moral o de fe; sino saber discutir condena “del enemigo”. La verdad debe primero
con libertad y claridad de posiciones, sin “hacerse” dentro de sí mismo, después debe ser
espíritu de ocultamiento ni guardando anunciada.
resentimientos, sin soluciones autoritarias ni
ataques personales... Sí, quizás debemos 3. Construir juntos la Iglesia
aprender a debatir sin dividirnos en nuestros Cada agrupación eclesial subraya un aspecto
grupos, en la comunidad, en la Iglesia. Y para particular o una dimensión específica del ser
comenzar bastaría comprender que no hay creyente. justamente por esto desarrolla una
necesidad algunas de vencer o de dominar para función significativa y providencial tanto para
sentirse alguien. los propios miembros como para la Iglesia
A veces se tiene la impresión de que una entera: ofrece al individuo la posibilidad de
cierta litigiosidad de Iglesia -o de sacristía- especificar y definir aún más su identidad,
también proviene de una búsqueda sutil o según contenidos y características que
frustrada de estima o de gloria. responden más a su personalidad; recuerda a la
Iglesia la variedad de sus dones, en particular le
2. Reconciliación y verdad repropone ese aspecto específico que la
La reconciliación evidentemente debe darse agrupación subraya, para que toda la Iglesia lo
en la verdad: si no es así, uno de los dos está viva y lo haga suyo.
haciendo trampa o no tiene el coraje de ir a la Pero para hacer esto el grupo debe
raíz del problema. Pero es importante ver cuál permanecer fiel a su identidad: parte de la
es la relación del individuo, siempre desde un Iglesia, no toda la Iglesia, afirma una verdad, no
punto de vista psicológica, con la verdad. Es un toda la verdad. No tiene ninguna propiedad
problema ligado al de la estima: esta en realidad privada, ni sobre los dones que han sido
se deriva también de valores en los cuales el derramados en ella por el Espíritu Santo, ni
sujeto encuentra la propia identidad. sobre los miembros que la integran, ni sobre la
En la medida en que los hace suyos, el verdad que proclaman; pero tiene el sacrosanto
individuo no solamente se estima sino que está deber de hacer converger todo esto (dones,
en la verdad. Es evidente que se trata siempre de miembros, verdad) hacia un mismo punto de
un camino progresivo, de un lento acercarse a la referencia, que es la comunión de los creyentes
verdad del yo que no permite a nadie sentirse en la única fe.
depositario e intérprete absoluto de toda la Es justamente sobre este punto que el grupo
verdad, ni como individuo, ni como grupo; y manifiesta su autenticidad eclesial: cuando pide
tampoco de instrumentalizar la pertenencia a un a los “suyos” ponerse en diálogo con los demás,
determinado movimiento como si eso pudiera en la búsqueda de la verdad, promover y
garantizar la posibilidad personal y dispensarlo valorizar para construir juntos la comunión. Es a
del esfuerzo de buscar la verdad y de ser través de esta capacidad constructiva que el
verdadero. movimiento se convierte en factor de
Será entonces importante recordar que crecimiento: no simplemente cuando reafirma,
también en la adhesión a asociaciones eclesiales con más o menos fuerza, su punto de vista, su
pueden infiltrarse motivaciones poco eclesiales: teología, sino cuando sabe inyectar en el
búsqueda de identidad y seguridad, conjunto eclesial un dinamismo de
identificación con quien piensa como yo y reconciliación, hecho de acogida y escucha, de
rechazo hacia quien no está de acuerdo, necesidad del otro y de descubrimiento de su

42
lado positivo, de conciencia del propio límite y litigando...
de disponibilidad para corregir las propias Por el contrario, un auténtico estilo de
miras, de capacidad de ir a lo esencial y libertad reconciliación implica la plena valorización de
en las cosas marginales, de gusto por todo el bien y la verdadera afirmación del otro,
permanecer en la sombra y gozo de caminar para que no se pierda ni siquiera un fragmento.
juntos, de claridad en el perseguir un fin que Es obra paciente de discernimiento y de síntesis.
supera a todos y que es más grande que las La reconciliación dentro de la Iglesia, entonces,
teologías y verdades siempre parciales. Cuando no es sólo un correr un velo sobre el pasado,
un grupo no hace esto, engaña a sus miembros y sino un modo nuevo de andar juntos hacia el
hace un mal a la Iglesia. Y no basta tampoco futuro; de buscar juntos la verdad, de construir
“mirar, contemplar lo que nos une” (dejando juntos la comunidad de los creyentes. Si no
que algo que no se quiere aclarar continúe sabemos vivir esta reconciliación entre nosotros,
dividiéndonos). Sería un rebajar las varias ¿qué palabra de reconciliación anunciaremos al
ideologías a un supuesto denominador común, mundo?.
que consistiría en un conjunto de valores
inexorablemente bajo, sólo para no seguir

CAPÍTULO 8
El perdón en la sociedad
Ampliamos nuestra perspectiva más allá de Hemos visto que el perdón es amor que va más
la comunidad religiosa y eclesial y nos allá de la justicia: “va más allá” no en el sentido
preguntamos cuál puede ser el papel del perdón de que la excluya, sino porque la supone, la
en la comunidad humana. ¿Qué sucede en una favorece y la promueve. Sería absurda una
sociedad cuando hay personas misericordiosas misericordia que implícitamente legitimase el
y que saben perdonar?. ¿Puede llamarse abuso y la opresión. Y en esta línea nos parece
“civilizada” una sociedad que administra una que se puede y se debe hablar de la eficacia de
justicia que no perdona o que no cree en el la redención y de la transformación social del
significado social del perdón?. Más en perdón y, por lo tanto, también de una función
particular: ¿existe un camino para la indispensable del perdón para construir la paz.
reconciliación cuando la convivencia humana Veámoslo más en concreto.
está sacudida por la violencia y quizá por el
terrorismo y la opresión de los débiles: existe un 1. El mal social, una cadena enloquecida
puesto (y un papel) para el perdón en estos Existe un problema fundamental que hay que
casos?. aclarar: la naturaleza o, mejor, la dinámica del
El tema es difícil pero debe ser enfrentado. mal social. El mal considerado a nivel de las
Nos compromete a todos, creyentes y no relaciones interpersonales. Y no tanto para ver
creyentes: alcanza a cada persona que ha qué cosa es en sí mismo, sino cómo y por qué se
superado una visión egoísta y subjetiva de la difunde y se extiende como verdadero y propio
realidad y que esté en condiciones de sentirse mal social.
responsable de la sociedad de la cual forma Hay una observación que todos hacemos
parte. Nosotros lo hacemos desde una óptica cada día: sea en nuestra experiencia personal de
específicamente cristiana. relaciones sociales, sea a nivel de relaciones
Ante todo decimos una cosa: si perdón quiere entre grupo y colectividades nacionales e
decir callar, dejar pasar, no intervenir, salir de la internacionales, el mal se difunde a través de
contienda..., entonces es claro que el violento una dinámica fundamentalmente reactiva: es
que mata o el prepotente que ofende la dignidad una reacción, igual y contraria, a una
del pobre, sólo sacará ventajas de la provocación.
“misericordia” de los demás. ¿Pero es esta la Podríamos decir, además, que el mal social
verdadera misericordia?. Ciertamente, no. comienza a ser tal sólo cuando se inserta en un

43
cierto proceso reactivo. De por sí, un acto de permanecen como sofocados en el corazón del
violencia no es un mal social mientras oprimido a la espera de explotar, de un modo
permanece aislado y unilateral; se convierte en más o menos descontrolado y destructivo,
tal cuando suscita una reacción también apenas la situación lo permita. Toda la historia
violenta, cuando da lugar a oposición y lucha. demuestra cómo las reacciones más cruentas
Entonces, es como si el mal se convirtiese en han sucedido justamente en aquellas situaciones
una especie de institución, componente normal solidificadas en el tiempo, precedidas por largos
de las relaciones sociales, casi un medio de períodos de espera en el temor o de resignación
comunicación entre las partes opuestas. De pasiva frente al opresor. Una actitud de
hecho el mal tiende por su naturaleza a generar reconciliación que se inspira en la lógica del
otro mal, pero esto también podría impedirse perdón y de la reconciliación divina no tiene
para que lo haga, hasta arruinar el vivir juntos se nada que ver con ese tipo de entrega y
necesita que se convierta en una secuencia que resignación. Es algo completamente distinto, sea
se perpetúa y se repite, proyectándose en formas con respecto a la respuesta reactivamente
siempre más perversas: como un golpear y violenta e incontrolada, sea con respecto al
regolpear continuo, cadena enloquecida de temor y al silencio. El perdón cristiano viene de
agresiones y réplicas sin fin, donde nadie quiere Dios y la persona misericordiosa que participa
ceder y cada uno se justifica con la legítima en este don expresándolo con sus actitudes, sus
defensa. Justamente, el mal social es esta palabras y sus gestos es profeta y tiene las
cadena enloquecida. A veces tan enloquecida características propias del profeta:
que genera una espiral -que no se puede parar- a) Es un hombre de Dios que ve y juzga la
de odio y violencia en la cual cada uno se realidad con la fuerza y la claridad de una
convierte en oprimido y opresor (P. Freire). palabra que viene de Dios, con la libertad y el
Si este es el mal social, el bien es ansia de la verdad de quien está poseído por la
precisamente su contrario: detener este proceso verdad; con el coraje y la pasión de quien ha
de violencia, o sea, no reaccionar al mal con aprendido a reconocer la presencia de Dios en el
otro mal, no caer en la trampa del desafío y de pobre y en el indefenso. Justamente por esto
la obligación de repetirlo. Así se interrumpe el tiene como un sexto sentido que le permite
dinamismo típico a través del cual el mal se reconocer también opresiones e injusticias
difunde y ocurre una cosa importante: la frente a las cuales no puede callar ni permanecer
interrupción del proceso de acción-reacción no indiferente. es como si la pasión de Dios por el
solamente detiene el proliferar de la violencia pobre y el oprimido estuviese radicada en su
sino que es como si impidiese al mal el ser tal; corazón. No busca nada para sí. Por ello es libre
no solamente anula su carga destructiva, sino y al mismo tiempo está obligado a intervenir
que la convierte y la transforma. para el bien de quien sufre, es coherente hasta el
Se comprende cómo justamente este es el fondo.
papel del perdón: es la capacidad de oponer a la b) Es hombre de Dios reconciliado con la
maldad de los otros una respuesta que no repite sangre de la cruz del Hijo y, por lo tanto,
la lógica agresiva y perversa, sino que es de otro servidor y ministro de reconciliación. Su
género y, por lo tanto, resulta “asimétrica” y no denuncia profética, también valiente y
una consecuencia de la anterior. Es bloquear un apasionada, mira siempre este objetivo final: ser
proceso para hacer nacer otro. ¿Cuál?. uno en Cristo. No es un partisano ni un agitador
social, no se anuncia a sí mismo ni es un
2. Perdón y profecía demagogo. Por esto su acción se caracteriza por
El mal social -hemos dicho- consiste un estilo preciso, el de una persona que sabe
fundamentalmente en la reciprocidad del odio y unir la fuerza de espíritu a una mansedumbre
de la violencia. Pero puede existir una característica, que tiene el coraje de decir la
verdadero mal social también cuando una verdad pero que busca obstinadamente el
situación de opresión e injusticia no provoca diálogo y no se deja atrapar únicamente por el
una reacción evidente sólo porque, por ejemplo, fuego de la lucha. Sufre profundamente los
predomina el temor o la intimidación. En tal problemas de su gente, pero no renuncia jamás a
caso el desafío y la reacción violenta esperar y a enseñar a esperar; es preciso y

44
exacto en su denuncia pero también obstinado tiempo antes de ser asesinado- hasta que los
en creer en la posibilidad de cambio y de oprimidos no desarrollen la capacidad de amar a
conversión. sus enemigos. Las tinieblas de la injusticia
Resulta emblemática, en tal sentido, la figura racial se disiparán sólo a la luz del amor capaz
de uno de estos profetas: monseñor Romero, de perdonar”.
arzobispo de El Salvador, asesinado en el ¿Por qué quien anuncia la reconciliación
templo mientras en nombre de Dios podía paga a menudo con la vida su profecía?.
justicia para su pueblo. Sus homilías -un
verdadero testamento espiritual- son un ejemplo 3. Perdón y martirio
de esta actitud profética-reconciliante. En ¿Por qué el martirio es la expresión más alta
particular, durante el último período de su vida, y natural de una actitud misericordiosa y
sus largos sermones dominicales (duraban más reconciliadora?. Quien perdona -como lo
de una hora) eran una aguda denuncia de los hemos visto- denuncia el mal, toma posición,
abusos de los poderosos con nombres, fechas, ataca duramente si fuese necesario, pero en
lugares y una serie de datos precisos que daban ningún caso responde al mal con otro mal,
valor concreto de veracidad a su discurso; pero, exponiéndose así inevitablemente a la violencia
a la vez, también era un profeta de la palabra, el de los otros. Es un manso, o sea, está indefenso.
pastor que cada domingo ofrecía a su pueblo la Pero, es importante advertir que quien se
palabra del Padre, una Palabra que opone al mal sin devolverlo es consciente del
regularmente, en su corazón y en su boca, se riesgo que corre y del destino que le espera.
convertía en invitación a la conversión y al Monseñor Romero sabía perfectamente que su
perdón. Siempre. Es conmovedor releer su vida estaba en peligro, había sido amenazado
penúltima homilía (del 16 de marzo de 1980) constantemente, pero siguió combatiendo
que él mismo intituló “La reconciliación de los indefenso, predicando la reconciliación en la
hombres en Cristo, proyecto de verdadera verdad.
liberación”. Allí dice claramente: “La Iglesia es El P. Jósimo, otra víctima sudamericana de la
una misionera de la reconciliación y tiene la violencia de los poderosos, había sufrido ya un
obligación de decir a unos y otros sin importar atentado, por lo que decidió escribir su
las opciones que los separen: ‘¡Ámense, testamento (sólo tenía 33 años) en el cual
reconcíliense con Dios!’”. En su última homilía expresa: “No tengo miedo. Es tiempo de seguir
(24 de marzo) el arzobispo invita a tener “un adelante con valentía. Muero por una causa
espíritu de entrega y de sacrificio” y recuerda justa”. La mujer de Walter Tobagi, el periodista
que todos los creyentes son llamados a hacer asesinado por las Brigadas Rojas en 1980, dice
algo en una situación tan conflictiva, sobre la muerte de su marido: “Esos jóvenes
“mostrando al menos un espíritu de creyeron matar a un hombre, pero en realidad él
comprensión”. Y también cuando debe mismo se les ha puesto en las manos, les ha
reprochar a los militares atroces hechos dado su vida gratuitamente... Walter ya había
cruentos, él no deja de creer y esperar en el decidido en su corazón que estaba pronto a dar
hombre, apelando a la conciencia de los mismos su vida momento a momento por aquello en lo
militares, a los sentimientos naturales de que creía”.
fraternidad y a la tensión natural del hombre En resumen, la muerte para estas personas no
hacia el bien: “Hermanos [del ejército], ustedes sucede imprevista e inesperadamente, como un
forman parte de nuestro pueblo y están matando evento siniestro y maldito, temido y rechazado,
a sus hermanos campesinos... Es tiempo de que sino como la natural e inevitable consecuencia
reencuentren el valor de obrar de acuerdo a su de una existencia vivida para los demás, para el
conciencia. Obedezcan en primer lugar a su verdadero bien de la gente pobre y oprimida,
conciencia y no al orden del pecado”. Era el 23 para la reconciliación entre las partes. El P.
de marzo, al día siguiente sería asesinado. Jósimo lo expresa así: “Quiero que entiendan
Así también han sido asesinados otros bien una cosa: todo lo que está sucediendo es
profetas de la no violencia, como Gandhi y una consecuencia lógica de mi trabajo, de la
Martin L. King. “No habrá solución permanente lucha y de la defensa de los pobres en nombre
al problema racial -afirmó el líder negro poco del Evangelio...” La muerte de estos mártires es

45
como el sello auténticamente extremo, la Normalmente estos profetas y mártires,
garantía de que su lucha fue combatida por una heridos a traición, no han podido perdonar
causa justa y del modo justo: no solamente una expresamente a sus victimarios. Pero no había
acción social, no sólo un asunto de necesidad: su vida ya lo expresaba así; su propia
reivindicaciones, mucho menos de venganzas y muerte es ya, en sí misma, un gesto de perdón,
compensaciones, sino la búsqueda de una vida es exactamente la respuesta al mal que decíamos
más humana y, por lo tanto, la búsqueda de esos más arriba: respuesta no consecuente y
valores y condiciones que hacen a la existencia asimétrica; respuesta que no repite la lógica, ni
digna de ser vivida, en la justicia y en el respeto perpetúa el dinamismo de la violencia. Es más:
recíproco, en la reconciliación y en la voluntad detiene ese proceso, desenmascarando con
de caminar juntos. fuerza, a la vez, la fragilidad íntima de un
Existe, además, otro motivo que explica este sistema que no tiene otros medios para
martirio: la invitación a la reconciliación y la sostenerse e imponerse fuera de la violencia y
disponibilidad a amar y a perdonar no obstante que no se da cuenta que cada vez que recurre a
todo, representan de por sí algo extremadamente la agresión, se agrede a sí mismo; responde a su
provocativo: son un mensaje inquietante que mal haciéndose mal; decreta su propio fin, que
perturba al prepotente y altera sus proyectos. no tardará en sobrevenir.
Este siente como un enemigo a quien predica El martirio de estos profetas de la
bondad y comprensión, porque no existe para el reconciliación destruye la cadena enloquecida
mal, para cualquier mal, un enemigo más del mal social e introduce un dinamismo nuevo,
determinado y radical que los hombres capaces el de la esperanza cristiana, redescubre y hace
de amor y de entrega a los demás (G. redescubrir al otro como hermano, incluso al
Barbiellini Amidei). No tiene nada de extraño, otro que mata; da la fuerza de perdonar y de
entonces, si el violento llega al punto de querer creer que este hermano puede ser distinto,
hacer callar para siempre esa voz. Pero se puede repensar su actitud y arrepentirse, y en
equivoca, nunca podrá lograrlo. “Esta semana cada caso vale la pena hacer todo para
-dijo una vez monseñor Romero un mes antes caminar juntos hacia un futuro que la
de su martirio- me han avisado que estoy en la esperanza se obstina en considerar mejor. Y se
lista de quienes serán eliminados la semana forma entonces una cadena distinta: de gestos de
próxima. Así puede ser: ¡pero que quede en solidaridad y reconciliación, de voluntad de
claro que la voz de la justicia no podrá ser jamás avanzar y de signos concretos de este mundo
sofocada por nadie!”. y, de hecho, esta voz nuevo.
“sobrevivirá” a su muerte, continuará Por eso, por ejemplo, en los funerales del P.
haciéndose sentir aun más eficazmente gracias a Jósimo su madre encuentra la fuerza para
su martirio, haciendo nacer en quien la escucha perdonar públicamente a aquel o aquellos que le
no solamente el anhelo de justicia, sino también quitaron violentamente a aquel hijo único que
la nostalgia de la reconciliación plena. ella amaba, mientras que un sacerdote se ofrece
Realmente, la sangre de estos mártires, más o espontáneamente a hacerse cargo de esta mujer,
menos conocidos, es semilla de un mundo que ha permanecido viuda y ahora está sola.
nuevo. También recordemos la oración de Giovanni
Bachelet en el funeral de su padre, víctima del
4. La fuerza del perdón terrorismo: “Queremos rezar también por
“El justo muere perdonando y, de ese modo, quienes han matado a mi padre, porque, sin
rompe la espiral del odio y la violencia que quitar nada a la justicia que debe triunfar, en
responde a la muerte con la muerte. aquí está el nuestros labios debe estar siempre el perdón y
sentido profundo del perdón cristiano. Frente a jamás la venganza; siempre la vida y jamás la
la violencia y al odio, que son gestos de muerte, voluntad de muerte hacia los demás”. Sabemos
el perdón es gesto y sacramento, es decir, que estas palabras, transmitidas en directo por
instrumento eficaz de vida”. Así lo expresó La televisión, sacudieron millones de conciencias,
Civiltá Cattolica, al día siguiente de la muerte reencendiendo una esperanza que en aquel
de V. Bachelet, víctima del terrorismo italiano momento parecía destruida (un diario comentó
de los años de plomo. entonces: “Cuando un hijo llega a pedir perdón

46
por los asesinos de su padre, ¿no resulta lícito una presencia y de un afecto que continuará en
tener esperanza?”). el tiempo, porque nada ha terminado ni se ha
Y así podríamos decir de tantas otras perdido, sino también el coraje de dar esperanza
personas, de tantos otros gestos, como el de a esos hombres enceguecidos por un odio sin
Juan Pablo II con quien intentó asesinarlo. Se razón, de creer -a pesar de todo- en su
trata de gestos y personas más o menos humanidad. Estamos aquí no solamente frente al
conocidas, a veces escondidas en el secreto del perdón que no imputa la culpa o reduce la pena,
corazón o en la intimidad de una familia, sino frente al perdón “sacramento”, gesto eficaz
simples y humildes como aquel granito de que llega inevitablemente a su destino,
mostaza con el que Jesús parangona el Reino. instrumento de vida que provoca una vida
Crece la semilla y hace crecer un mundo nuevo, nueva.
un mundo donde la violencia cede Ciertamente hubo quien no entendió n no
progresivamente el puesto al amor y la quiso creer en esto. La señora Gabriela, mujer
venganza al respeto; un mundo donde es posible simple y fuerte, siguió serenamente con su
arrepentirse y donde, cosa aún más rara y difícil, lógica de vida y de esperanza, contra la lógica
hay quien cree a quien se arrepiente. de la muerte de quien mata, pero también contra
Es lo que nos narra, con un énfasis particular, la sutil violencia de quien no cree a quien se
la vivencia de Antonio Savasta, ex integrante de arrepiente. varios años después llegó a afirmar:
las Brigadas Rojas, y de Pino Taliercio, director “Quizás llegue un día, de aquí a diez años, en el
de la empresa petroquímica de Marghera, que -si todavía estoy viva- quien mató a mi
secuestrado y muerto en 1981 por un comando marido vendrá a pedirme perdón”. Esta vez, su
del que formaba parte el mismo Savasta. Según esperanza pecó por defecto, porque no debieron
el testimonio de su mujer, Gabriela, Pino era un pasar diez años, sino mucho menos. Hace poco
hombre que “vivía hablando del perdón, de la tiempo, el mismo Savasta le escribió: “En los
no-violencia, de la necesidad de que todos días del secuestro, su marido era exactamente
estemos dispuestos a pagar por los demás”. como usted lo describía: manso, lleno de fe,
Durante los terribles días del secuestro, esta incapaz de odiarnos y con una dignidad
mujer confiesa haber esperado siempre la altísima. Sé, señora, que esto no le restituirá lo
humanidad e los secuestradores a los que ella no que ha perdido; pero sepa que dentro de mí ha
vaciló en definir como “nuestros hermanos”. Su vencido la palabra de su marido. Ha vencido en
esperanza se frustró, pero ni aun así su fe mí, que sólo hoy empiezo a entender algo, ha
disminuyó. vencido contra todos los que aún hoy no
El día del funeral de su esposo, esta valiente comprenden... Incluso en aquel momento, su
viuda hizo conocer implícitamente su perdón a marido dio amor; ha sido una semilla tan
quien le había quitado violentamente el marido, potente, que ni siquiera yo, que luchaba en su
mediante la oración de uno de sus cinco hijos: contra, he podido extinguirla en mí. Esta es una
“Señor, en este día tan duro para nosotros, ahora flor que quiero cultivar para poder entregarla a
que no tenemos ya a mi papá, te agradezco mi vez. Si ustedes no hubieran existido, yo
porque -si bien te lo has llevado tan estaría aún perdido en el desierto. Créanme,
rápidamente- nos has dado un papá estoy en deuda con usted por esto y por más.
extraordinario. Nos ha enseñado a amar al Espero solamente poder llenar ese vacío
prójimo, a estudiar, a trabajar, todo. Quiero restituyendo y enseñando a otros lo que usted
amar incluso esta muerte de mi padre, que tú me ha dado y me ha enseñado”.
has llamado a tu Reino”. Realmente, el perdón es la fuerza que puede
¡Una muerte para amar!. Expresión cambiar al hombre y la historia.
misteriosa y aparentemente absurda, que
expresa a la vez no solamente la certidumbre de

TERCERA PARTE
Transformación / Transfiguración

47
Estamos en la tercera y última etapa de nuestro camino de integración del mal. Hasta ahora
hemos considerado la posibilidad de reconocer-aceptar el propio límite, luego de experimentar el
perdón como reconciliación con nosotros mismos, con nuestro mal y nuestro bien, con Dios y su
verdadera imagen, con los otros y con la historia. ¡Ya es mucho lograr ser reconciliados y
reconciliantes!. Pero se puede ir más allá: entrar en una nueva dimensión de vida en la cual el mal
se somete a algo así como una transformación-transfiguración. Es la fase de la integración plena.
Esta fase no es fácil de definir. se trata de una experiencia espiritual compleja; además, difícil de
vivir. intentaremos considerar solamente algunos aspectos, sabedores de que nos moveremos en un
campo en el que se ingresa en una opción de fe precisa. Nuestro discurso, nacido de premisas
puramente psicológicas, se ha abierto progresivamente a una perspectiva religiosa. Y es inevitable.
Hay límites infranqueables en el enfoque de una ciencia humana o del hombre en cuanto tal, en lo
que concierne el problema del mal: el ser humano puede reconocer sus errores, debilidades y
precariedad con sus propios medios y puede también llegar a aceptarlos; si es lo bastante afortunado
de tener la experiencia de ser comprendido y perdonado puede también reconciliarse consigo
mismo y con su vida, encontrando asimismo la fuerza para, a su vez, comprender y perdonar y
convertirse en una persona reconciliante, positiva, que ha redescubierto una cierta alegría de vivir y
la comunica. Pero el mal, para él, permanece mal siempre: puede perder un poco de su carga
destructiva, pero no de su radicalidad negativa; no será más una obsesión perturbante, pero
continuará ensuciando su imagen de sí mismo (salvo que decida que no existe más el mal o que
existe solamente un límite fisiológico o psicológico, no moral; pero el problema de raíz permanece).
Es imposible y absurdo para el hombre llegar por sí mismo a “tomar ventaja” de sus debilidades,
llevar el peso de los otros, no oponerse al malvado, poner la otra mejilla a quien nos golpea o ser
suaves con el violento... Es imposible, sobre todo, comprender que el mal puede convertirse en
bien, ocasión providencial, culpa feliz...
Este es un don de la fe. Y es un gran don y aun más precioso hoy. La cultura contemporánea nos
provoca constantemente, casi como un desafío, a comprobar la calidad humana de nuestra fe y la
manera en que nos permite asumir y valoriza nuestros límites. Por este motivo, “reencontrar la
presencia de Dios en la limitación, esto es, en la pobreza radical de la persona, resulta una mística
para nuestra época” (G. Toscano). No se ha dicho -para ser sinceros- que cada cristiano crea en esta
posibilidad de transformación del mal y de su mal; también puede parecerle absurdo, piensa que no
es capaz de tanto y, tampoco todos pueden ser místicos...
El P. Duval, cantautor jesuita que fue alcohólico y que ha reencontrado a Dios en su pobreza
radical, dice que “la mística es la posibilidad de ver la cara oculta de la luna. La cara oculta de la
realidad de las cosas”. Muchas veces el mal es sólo la cara más visible de la realidad: saberlo
transformar es aprender a descubrir la parte oculta o a creer en ella, aun cuando no la veamos.

CAPÍTULO 1
“Me gloriaré en mi debilidad”
Comenzamos a ver ahora la otra cara del Pablo se dirige -en esta carta que representa
mal. Para una operación como esta necesitamos algo así como sus confesiones- a algunos que
un místico que al mismo tiempo sea también habían puesto en duda su autoridad y su
uno de nosotros, un conocedor del espíritu vocación como apóstol. su defensa es singular:
humano, de sus posibilidades y de sus caídas. no solamente se refiere a los títulos y a los
Un personaje como Saulo de Tarso, que ha méritos que legitiman su enseñanza, sino que
vivido profundamente, de un modo a veces tiene la audacia de mostrar sus propios fracasos
lacerante, la constatación del propio mal; y de gloriarse de sus debilidades. Y es que en
alguien a quien sentimos -al menos en esto- estas se manifiesta el poder de Dios.
muy cercano a nosotros. Analizaremos en Específicamente, Pablo habla de...
particular el pasaje de 2Cor 12, 1-10.

48
1. “Una espina en mi carne...” camino de transformación.
A qué se refiere en concreto no podemos
saberlo: es por cierto una prueba dolorosa que 3. “Pedí al Señor que me librara”
hace más dramática su actividad como apóstol. Es natural. Resurge el clásico y ancestral
quizás se trata de una enfermedad crónica, pero temor humano frente al mal y aparece
no es tan importante para nosotros conocer con espontáneamente la súplica, insistente y
exactitud la naturaleza de esa espina en la carne. afligida. Esto recuerda el paralelo con otra
De hecho, en la vida existen tres distintos tipos súplica dramática y reiterada, la de Getsemaní.
de debilidades o límites, como hemos visto en la Es nuestra oración de hoy: “líbranos del mal”.
introducción: fisiológico, psicológico, moral. Oración que expresa en nosotros una pluralidad
En la práctica, los confines entre un límite y de sentimientos, no siempre de abandono simple
otro no son siempre tan nítidos. Sobre todo y de esperanza, sino también de temor de sufrir
porque un mismo individuo reacciona y de morir, de preocupación exagerada por la
normalmente del mismo modo a los diversos propia persona, o de pretensión de ser perfectos
tipos de debilidad presentes en su vida: por y, a veces, de casi rabia por no serlo lo
ejemplo, la modalidad con la que acepta y llega suficiente...
a integrar la enfermedad (límite fisiológico) Por ello es importante vivir plenamente esta
resulta similar al estilo con que reconoce y fase; sentir la impotencia y el temor frente al
afronta sus debilidades psicológicas y morales; dolor -físico, psicológico o moral- y confesar
si niega una, probablemente también negará las todo con sinceridad frente al Señor. Es un
demás. Existe como un denominador común tiempo de purificación, no tanto y no solamente
-constituido por el índice personal de de nuestro mal, sino también de la presunción
integración del mal- que une entre sí las de ser fuertes y sin fisuras; por ello, también es
reacciones a varios tipos de negatividad tiempo de sufrimientos, de no comprensión, de
presentes en el individuo. Por lo cual no es muerte del yo narcisista con sus ídolos y sus
indispensable saber con precisión a qué se ilusiones.
refería Pablo en el pasaje citado, sino más bien Quine tiene el coraje de pasar por esta noche
conocer la modalidad existencial con que “hace interior aprende a ir a lo esencial de las cosas
suyo” y carga de significado el propio límite. del espíritu y a buscar solamente a Dios,
pidiéndole no sólo que lo libre del mal, sino
2. “Para que no me envanezca...” sobre todo del miedo a reconocerse débil y
Es un dato importante, para que Pablo lo pecador. Nace entonces una criatura nueva, que
repita dos veces en el mismo versículo. Había aprende a convivir con su mal, transformándolo
tenido grandes revelaciones, podría haberse y dejándose transformar por él.
enorgullecido, atribuyéndose el mérito y
vanagloriándose frente a los demás; pero he allí 4. “Te basta mi gracia”
“la espina en la carne”. El Señor no atiende el pedido de Pablo:
Se trataba evidentemente de un límite que lo aquella espina continúa clavada en su carne y el
redimensionaba frente a sí mismo y a los demás; enviado de Satanás lo sigue hiriendo. Si lo
un límite humillante que hacía de contrapeso a hubiese liberado de todo eso, ¡hasta quizás lo
la grandeza de las revelaciones y tan pesado de hubiera hecho un predicador del Evangelio más
soportar que Pablo habla de un “ángel de útil!. Y sin embargo, no. Le deja el mal; será un
Satanás” que lo hiere. Aquí el apóstol hace una apóstol que predica la buena noticia con todo el
atribución de significado explícita: le reconoce peso de su humanidad, misterio de debilidad y
a su lado negativo -sea este cual fuera- una de gracia. Sin pedir compensación alguna, ni
función y una función positiva, la de impedirle gracia suplementaria.
que se considere artífice de la propia santidad o La vida del hombre está llena ya de gracia
de ser un apóstol que se anuncia a sí mismo y se divina. Nosotros siempre somos mendicantes,
confía demasiado en sí mismo, o presume de lo no nos basta lo que Dios nos ha dado, tenemos
que ha recibido como si fuese mérito suyo. En siempre necesidad del favor especial. Y no
este punto, está ya actuando el proceso de porque seamos eternos descontentos o
integración. El mal, cargado de sentido, está en insaciables, sino porque estamos distraídos o

49
somos miopes: no sabemos reconocer la acción de Dios, en realidad, pasa por la vulnerabilidad
del Espíritu que siempre obra en nosotros o del hombre: nos ha salvado mediante la
restringimos el ámbito de su intervención sólo a debilidad del Hijo y desde entonces continúa
algunos momentos, aquellos en que hemos obrando la salvación mediante la debilidad de
tenido la sensación de haber obrado bien y de quien -no porque sea humilde sino simplemente
haberle sido fieles, casi como si fuese una porque es sincero- reconoce plenamente su
recompensa... En cambio el Espíritu que sopla fragilidad e impotencia; que ha experimentado
donde quiere y que no se sabe de dónde viene ni un perdón que lo ha creado y continuamente lo
adónde va, abraza toda nuestra historia; es el recrea; que sabe que no será jamás perfecto,
don de siempre, inmerecido aunque constante, y pero que tampoco desea serlo si esto quiere
nos es dado suficientemente, según la medida decir no saber gozar de la misericordia del
que para cada uno estableció Dios. Ser santos es Padre.
vivir esa medida en plenitud, sin tentar a Dios; Cuando un hombre descubre y acepta su
es aprender a descubrir y redescubrir esa falibilidad, puede convertirse en ese momento
presencia también donde, según nuestra lógica en un instrumento del poder de Dios. El apóstol,
que se cree sabia y es solamente pagana, no en particular, es uno que ha vivido a fondo esta
debiera estar... experiencia y sufre como ningún otro el ser
débil e inadecuado, pero goza porque se
5. “Fuerza en la debilidad” redescubre cada día como un pecador en quien
El Señor no satisface el pedido de Pablo. obra la gracia: cuanto más tiene conciencia de
Pero hace mucho más, le revela algo ser pecador, mayor y más eficaz resulta en él la
absolutamente inimaginable: ¡la debilidad del acción divina. Y está siempre tan convencido de
hombre es el lugar en que se expresa en su debilidad que no sueña jamás con atribuirse
plenitud el poder de Dios!. Pablo no habría el bien que hace. Ha aceptado el ser débil y
podido jamás creer esto ni osado imaginarlo, pobre, y se reencuentra rico del poder de Dios...
pero el Señor -como de costumbre- ahonda en el Aquel Dios que lo puede todo, salvo una cosa:
deseo del hombre, concediéndole mucho más de manifestar su poder en quien se siente justo.
lo que este pide.
Nosotros querríamos ser hombres fuertes, 6. “Me gloriaré en mi debilidad”
apóstoles capaces, ascetas virtuosos y creemos Pablo sabía defenderse, a sí mismo y sus
que Dios también está de acuerdo con estos “títulos”: fariseo, observante de la ley, apóstol
“santos” propósitos nuestros y debe no menos que los demás, etc. Llega luego la
concedernos con su omnipotencia y, transformación y la integración plena de sus
naturalmente para su gloria, el realizarlos. Surge limitaciones... ¡al punto de gloriarse de estas!.
así cierta concepción de Dios sobre la cual Es el magnificat de Pablo. No canta su gloria,
proyectamos nuestros sueños frustrados de no se envanece de sus méritos, sino que
omnipotencia y de dominio y que deberían agradece a quien se complace en obrar a través
satisfacer nuestros pequeños anhelos de éxito y de su debilidad. Parece que Pablo llega a amar
de gloria, aquel Dios de nuestras fantasías, esta debilidad; ciertamente no la esconde, no
siempre triunfante y glorioso, tan hace acrobacias, como chabacanamente podría
escandalosamente distinto y lejano del Dios hacerlo un apóstol cualquiera para aparecer
misteriosamente débil de la cruz. mejor de lo que es; vive su pobreza -sea física,
Por otra parte, resurge la imagen de nosotros psicológica o moral- como abandono, como
mismos -casi un reflejo de aquella percepción esperanza, como redimensionamiento de sí
distorsionada de la divinidad- como hombres mismo y sobre todo como gratitud, porque
que deben vencer por fuerza, servidores “útiles” justamente allí, en su propia debilidad, descubre
para el Reino; en realidad más amos que la presencia y el poder de Dios, aquel que puede
servidores, más preocupados de la propia gloria, hacer grandes cosas: ¡transformar el mal en
poder y santidad que de la de Dios; inútiles, bien, nuestra debilidad en manifestación de su
entonces, para proclamar su salvación. El pode poder!.

50
CAPÍTULO 2
Ayudarse mutuamente a llevar las cargas
Si para cada hombre representa un problema pecados de muchos... se ha cargado de nuestros
cargarse con su propio peso, imaginémonos qué sufrimientos, ha asumido nuestros dolores...
será asumir el de los demás. Más bien intenta Maltratado, se dejó humillar y no abrió la
-como ya lo hemos visto- exactamente lo boca... por sus heridas hemos sido sanados”. Es
contrario: descargar sobre el otro también su evidente una triple y progresiva acentuación de
propio peso, mediante un juego proyectivo que significado: (1) se carga de un pecado no
le da la sensación de estar libre del mal propio; (2) se deja culpar y asume las
simplemente porque lo ataca y lo condena en el consecuencias del pecado; (3) su sufrimiento es
otro. Así ocurre mientras el ser humano causa de salvación. Podemos encontrar la
permanece esclavo del miedo a reconocerse misma estructura de significado en 1Pe 2, 21-25
pecador y, sin tener esperanza de reconciliación, y en Flp 2, 6-11: pasajes que cuentan la historia
busca ilusionarse con que es justo. de un mal transfigurado por el gesto de un
Pero si empieza a liberarse de este temor inocente que lo ha asumido libremente.
pagano, no tiene más necesidad de recurrir a esa Se trata de una historia que evidentemente
estratagema defensiva. No gasta sus energías en nos conviene; nosotros hemos sido salvados
tratar de alejar de sí algo que forma parte de su mediante aquel gesto transfigurante. ¿Qué
vida, y que debe aprender a integrar, a cargar de implica esto en concreto?.
sentido, a transformar. Entonces ya no siente
temor ni siquiera del mal del otro, también está 2. “Dame el gozo de ser salvado”
disponible para cargarlo sobre sus espaldas, con 1) Ser salvados no significa simplemente que
simplicidad y discreción, sin sentirse héroe ni Cristo, al morir en la cruz nos ha reabierto las
víctima. Sería el punto de llegada de un puertas del Reino, sino que nos ha donado un
auténtico camino de reconciliación. A veces, nuevo ser, el suyo. Y no en términos genéricos
sólo perdonar o hacer las paces, no basta. de gracia y vida divina, sino que, en particular,
Pero, ¿cómo puede un hombre llegar a esto?. nos ha comunicado ese ser suyo que salva
¿Es sólo cuestión de buena voluntad?. Y, cargando sobre sus espaldas el peso del otro.
además, ¿es justo que uno pague por todos?. Así, salvándonos, ha participado y comparte con
nosotros su voluntad de salvación y su misma
1. “Él ha cargado nuestras culpas” disponibilidad.
No, no basta solamente la buena voluntad. Profundicemos este concepto importante. no
No se trata solamente de hacer esfuerzos; es es indiferente que Cristo nos haya redimido
más, resulta peligroso imponérnoslos en este muriendo en la cruz, cargando como cordero
sentido, porque también se correría el riesgo de inocente nuestros dolores. Si nos ha salvado, así
sentirnos justos, más meritorios que los demás, también nos ha transmitido un modo
los pecadores, cuyos pesos llevamos. Y también correspondiente de vivir la salvación y de ser
porque no es sano que uno siga toda la vida salvados, no sólo como modalidad de
haciendo esfuerzos; tarde o temprano, estallará. comportamiento o ejemplo para imitar, sino
Ni se trata de algo excepcional o como energía divina que nos hace similares a él.
particularmente complejo, accesible sólo a El dinamismo específico que nos salva nos
algunos elegidos. Se trata, en cambio, de vivir constituye en el ser, es un hecho ontológico que
en plenitud y coherencia la propia realidad de nos invita a vivir correspondiéndole.
creyentes y salvados, como don que Por ello no puede existir fractura, ni mucho
responsabiliza y transforma. menos contradicción, entre el gesto de Cristo
También aquí podemos partir de la palabra que redime y la vida concreta de quien es
de Dios. Y en particular de Is 53, el cuarto redimido. Ese gesto del servidor que lleva el
cántico del servidor de Yahveh, en el cual la pecado de muchos se trasmite a la existencia del
tradición cristiana ha percibido siempre el creyente y debe continuar en su vida. Quien ha
destino histórico de Jesús. Este personaje sido salvado deberá repetirlo, no haciendo
“aunque no ha cometido pecado... llevaba los esfuerzos especiales, ni haciéndose mártir, sino

51
porque sabe que lleva dentro una predisposición según un plan misterioso y providencial, todas
a actuar en conformidad a aquel acto que lo ha las fases de nuestra existencia. A menudo lo que
salvado. “creemos” en el plano de la fe “se repite” de un
Es la donación de la muerte en cruz del modo concreto en nuestra vida. Ya lo hemos
servidor: por ella muere el hombre viejo con su visto en relación al perdón: experimentar la
miedo del mal y su terror de permanecer misericordia divina significa, en general,
manchado y nace la criatura nueva, dispuesta a reconocer que el perdón de Dios nos ha llegado
hacerse cargo del mal del hermano. Es mediante el perdón fraterno de tantas personas
realmente un nuevo nacimiento, la plena que infinidad de veces nos han comprendido y
autorrealización, la coherencia total con la absuelto. Lo mismo ocurre en cuanto venimos
propia naturaleza de salvados, la condición para diciendo: en Jesús servidor de Yahveh nosotros
ser felices porque finalmente se es uno mismo. reconocemos a innumerables hermanos y
Y esta es también la salvación plena: no hermanas que han acogido plenamente su
estamos salvados hasta que no expresamos en salvación y se han dispuesto a repetir para
nuestra vida ese dinamismo que nos ha salvado. nosotros aquel gesto que los ha salvado; y
2) Podemos llegar a la misma conclusión justamente por eso han aceptado cargarse con
considerando otra implicancia del misterio nuestros pesos, con nuestros límites y pecados;
redentor. El que se ha hecho pecado por nos han ayudado allí donde no lo hubiéramos
nosotros y por cuyas heridas hemos sido logrado por nosotros mismos; no nos han
sanados nos revela que el pecado puede ser reprochado nuestros fracasos; han soportado
derrotado justamente por este hacerse cargo de nuestra inmadurez, olvidado nuestros errores;
los males de otros. Y nos hace comprender por no han respondido a nuestras ofensas, se han
qué el hombre fracasa tan a menudo en su lucha dejado atacar, han gastado su tiempo en
desesperada contra el mal: porque pretende nosotros...
vencer solamente su pecado, para su salvación y Nadie que sea honesto y con buena memoria
su santidad. Puede que tena buena voluntad, tendrá dificultad en admitir que todo esto ha
pero comete el error de buscar el bien de modo ocurrido muchas veces en su vida: un vientre
errado. Así, en lugar de vencer el mal, queda nos ha llevado antes de nacer, otro vientre nos
solo con sus problemas y sus sueños de ha continuado llevando el resto de nuestra vida,
santidad, para luchar y correr en vano. signo de una realidad que nos ha sido madre,
Solamente el hacerse cargo de los pecados donándonos siempre mucho más de cuanto
ajenos nos libera del mal. Nos lo recuerda la hemos pedido o merecido. Aunque no nos
buena noticia del Cordero inmolado por hayamos dado cuenta o no lo hayamos gozado,
nuestros pecados. la salvación nos ha llegado también mediante
La salvación nunca es solamente personal, estos gestos, humildes y discretos, memoria del
subjetiva, privada. Siempre implica poner en gesto dramático del Cordero inmolado por
acto el mandamiento del amor. En efecto, el nuestra salvación. Gracias a estos gestos el mal
verdadero mal del que el hombre tiene sigue siendo vencido y la historia del hombre,
necesidad de ser liberado es el egoísmo: cuando de cada hombre, continúa siendo una historia de
logra superarlo, el hombre entra realmente en la salvación.
salvación, propia y de los demás, y experimenta
“la alegría de ser salvado”. Y aquí, en este 4. El complejo de Atlante
punto, viene la plena integración del bien y del Cuando uno reconoce en su pasado los
mal: los dos caminos se cruzan, el bien recibido signos concretos de esta salvación inmerecida y
(la salvación) se convierte en bien donado (la se deja alcanzar, todo cambia. Se entiende que,
salvación dada a los demás) y el mal se si el peso propio ha sido a menudo llevado por
transforma... los demás, es justo que también uno manifieste
3. Una historia que se repite la misma disponibilidad. Ya lo hemos dicho:
Tener la gracia de creer significa ver en la fe quien penetra en esta lógica no se siente ni un
toda la realidad de la propia vida. No es cierto héroe ni un santo; tiene simplemente conciencia
que la fe nos aliena, sino al contrario. Ella nos de restituir algo de lo mucho que ha recibido.
ofrece una clave de interpretación que une, Porque lo hace sin los especiales esfuerzos de

52
voluntad o los complejos esquemas mentales de ideal cristiano. Nuestro cargar sobre nosotros el
quien no está lo suficientemente convencido. peso de los demás no es una condena ni una
Resulta natural cargarse con el peso de los estrategia perfeccionista; es una exigencia del
demás cuando se lo descubre ya llevado por los amor y un amor que, naciendo del
demás. Se lo hace con simplicidad y descubrimiento de ser tan amados, se vuelve por
desenvoltura, con sentimiento de gratuidad y su fuerza intrínseca, donación de sí mismo.
modestia. De otro modo, resultaría muy Y esto es, en el fondo, la verdadera madurez
peligroso. afectiva: pasar del amor recibido al amor
Es peligroso pretender llegar o sentirse donado, mediante una fraterna disponibilidad
obligado a soportar ciertos pesos sin haber para llevar un poco la debilidad de los otros.
constatado primero cuán a menudo hemos Un poco, no toda, y he aquí otra diferencia
disfrutado de este mismo servicio. Sería el respecto a la imposible misión del Atlante: no
complejo de Atlante, aquel personaje mitológico podemos pretender llevar al otro en nuestros
condenado a llevar todo el peso del mundo -de brazos, asumir completamente el peso de su
su mundo- sobre las propias espaldas. Un realidad. No es posible, ni sería verdadera
complejo que hace, de algunos, víctimas o ayuda. No somos ni el buen Pastor ni san
chivos expiatorios de otros, victimarios o Cristóbal: sólo podemos ponernos al lado y dar
incontaminados por el mal. La consecuencia es una mano, quizás arriesgando ser mal
que los primeros, con toda su buena voluntad entendidos o hacer el papel del tonto que paga
(quizás demasiada), o se desploman bajo un por los demás. Es siempre el amor el que nos
peso demasiado grande o quizás lo llevan hace comprender hasta dónde llegar, qué límites
ostentosamente, de manera que todos se den no sobrepasar para no resultar invadidos, qué
cuenta, de manera de convertirse ellos mismos, discreción debemos tener para dar una ayuda
absurdamente, en el verdadero peso de la que no humille a nadie. El cordero inocente que
comunidad, muy difícil de sobrellevar. Mientras permanece mudo frente a sus esquiladores, es
que los segundos, por legítima defensa, siempre el ejemplo de quien quiera cargarse
preferirán que cada uno se encargue de sus sobre las espaldas el pecado del hermano.
propios asuntos... El mito de Atlante no es el

CAPÍTULO 3
Pero yo les digo que no se resistan al malvado
El concepto de transformación del mal es hacerlo pesar demasiado sobre los demás;
típicamente cristiano: de hecho lo hemos 2) darle un significado en función del
encontrado, no sin sorpresa, en las palabras de proceso de maduración personal: de hecho es
la Escritura, en la experiencia particular de una realidad que da al hombre la exacta
Pablo, así como en la vivencia dramática del dimensión de sí mismo, más allá de las ilusiones
servidor de Yahveh y continuaremos perfeccionistas o de las pretensiones narcisistas;
conociendo su sentido y sus implicaciones de 3) hacerlo ocasión de bien: no sólo para un
comportamiento partiendo siempre de las mejor conocimiento y aceptación de sí mismo,
provocaciones (¡y así lo son realmente!) De la sino también para la comprensión y la acogida
palabra de Dios. Antes de continuar, sin de los otros, la experiencia del perdón por parte
embargo, en esta búsqueda será útil recordar de Dios y de los hermanos, la manifestación de
sintéticamente, paso a paso, las fases y el la potencia del amor divino en la debilidad del
significado de este proceso psicológico- hombre;
espiritual. Transfigurar-integrar el mal quiere 4) descubrir haber sido “llevado” tantas
decir: veces -con toda la propia carga de límites y
1) identificarlo concretamente con la propia debilidades- por la bondad de Dios y de muchas
persona, reconociendo un límite natural ligado a otras personas;
la vida de cada hombre, sin negarlo ni sufrirlo 5) estar dispuesto a cargar sobre las
con fatalismo, sin proyectarlo al exterior, ni espaldas el peso de otros, sin sentirse ni héroe

53
ni víctima, sino con simplicidad y discreción. verdad, cuando se realiza dentro de un proceso
Es sólo a partir de este descubrimiento y de de búsqueda sincera y fatigosa, no
esta disponibilidad que se pueden comprender instrumentalizada por fines secundarios,
ciertas invitaciones evangélicas, que de otro estimula y posibilita buscar esa misma verdad
modo nos parecerían ilógicas e imposibles. dondequiera se halle. También por esta razón no
Veamos algunas, poniéndolas en vinculación nos contraponemos al mundo y a su camino:
sea con nuestra vida de relación comunitaria, porque allí reencontramos esparcidas las
sea con el nexo que, como Iglesia, debemos semillas del Verbo. Y nos ponemos en escucha
establecer con el mundo. del mundo no para negociar con el enemigo,
sino porque lo reconocemos como un “lugar
1. “Dejen que crezcan juntas...” teologal” en el que discernimos la presencia y la
Decir: cargar sobre las propias espaldas el potencia de Dios creador (Insieme per un
peso de los demás significa, sobre todo, cambiar cammino di riconciliazione, número 11).
de mentalidad frente al mal. En general, Es claro -y nadie hoy se hace ilusiones- que
tenemos frente a esto una... mentalidad de este estar dialécticamente frente al mundo para
asalto, típicamente agresiva. Porque nos da crecer juntos no puede acontecer sin problemas
miedo, queremos vencerlo: con intentos y riesgos, sin fatigas y sufrimientos; en
“apostólicos” o simplemente por legítima particular, no podrá darse sin una disponibilidad
defensa; a veces también sin hacer la diferencia previa, de parte de los creyentes, para cargar
elemental entre pecado y pecador. Hacemos sobre las espaldas el peso del pecado del
como Santiago y Juan, hijos del trueno, a mundo, de su pobreza y de sus contradicciones,
quienes Jesús respondió severamente cuando sintiéndose solidarios con la historia y deseosos
pidieron fuego del cielo para destruir a los de compartirla para caminar junto al hombre y
samaritanos que habían rechazado al mismo la gente y contribuir, así, a hacer emerger ese
Jesús (cf. Lc 9, 54). amor y ese deseo de salvación que son el único
Esta es en efecto nuestra tentación: querer motivo de este compartir.
extirpar pronto y completamente la cizaña (cf. Aparece entonces -como ya se ha dicho
Mt 13, 24-30) con el riesgo de erradicar también muchas veces- una imagen de Iglesia peregrina
los gérmenes de bien que están creciendo y “vestida con los ropajes de nuestro tiempo”,
laboriosamente y que requieren una actitud muy pobre y desarmada, pero extraordinariamente
distinta; es decir, paciencia y delicadeza, coherente con el mensaje que anuncia y la cruz
capacidad de intuición y perspicacia, en la que cree. Y, finalmente, libre del peso
disponibilidad a colaborar y servir. A veces en molesto de sí misma para cargar el peso del
el mal que se condena hay un bien que no se mundo.
sabe reconocer. Ciertamente, es más fácil y
espontáneo juzgar el mal antes que apreciar el 2. “Si uno te abofetea la mejilla derecha...”
bien (también lo hacemos así con nosotros Continúa la extraña lógica evangélica. Tan
mismos); pero de ese modo el bien no crece extraña que se han derramado ríos de tinta para
más, así como una Iglesia, que se limita a juzgar explicar de qué modo este fragmento evangélico
y condenar, no crece y no hace crecer. no ha de tomarse al pie de la letra... Pero si por
Debemos recordar siempre que -como una parte, esto nos tranquiliza, por el otro, no
individuos y como comunidades- estamos nos ayuda a resolver el problema de cómo
llamados a crecer juntos en el mundo en el que responder a la violencia. Ciertas explicaciones
vivimos, sin huidas ni rechazos, sin monopolio demasiado reconfortantes parecen surgidas más
de la verdad ni presunciones de superioridad, bien de la preocupación de inmunizarse frente al
sin anticipar el tiempo de la cosecha ni mal, de una incapacidad de integrarlo que no
identificarnos por descontado con la hierba tiene otra alternativa más que la actitud violenta
buena. Ya lo hemos dicho: la adhesión a la o de renuncia.

En cambio, la perspectiva varía transfiguración-integración del mal. Cargar


completamente, -así como la interpretación de sobre las espaldas el peso de los demás incluye
este pasaje- si se traslada a una óptica de también el coraje de poner la otra mejilla.

54
En concreto, se trata de una doble actitud: sembrado dolor, ha hecho triunfar la violencia y
1) Escoger no responder a la violencia con la injusticia. Pero no sería respetuoso con
la violencia. Esto puede hacerlo sólo quien ha respecto a estas personas, ni justo ni objetivo en
superado la tentación de descargar el propio mal sí mismo, leer sólo este aspecto más inmediato y
sobre el otro y se ha hecho capaz de asumir aparente de la realidad. A la larga, es justamente
sobre sí mismo la violencia de los demás con este poner la otra mejilla lo que ha tenido el
todas sus consecuencias. Así, en lugar del poder de detener la cadena enloquecida del mal
mecanismo proyectivo, pone en funcionamiento anulando su diabólica tendencia a regenerarse;
un mecanismo integrador. Por esto puede también ha podido transformar el mal en bien,
aceptar la ofensa sin devolverla: porque sabe un hecho negativo y de muerte en un
darle un sentido, reconocer su parte de verdad y acontecimiento de vida y esperanza, un hombre
se dispone a vivirla como un momento de violento y homicida en un ser humano que al fin
crecimiento o de purificación de la excesiva se deja vencer y convencer por la fuerza
preocupación por la propia estima. desarmante de quien ha atacado. Releamos
Reaccionando perdería todo esto; se haría brevemente, en confirmación de esto, algunas
violencia a sí mismo más que al otro. expresiones de la carta del ex-terrorista italiano
Esto no quiere decir que en ciertos casos uno Savasta a la viuda del ingeniero Taliercio: “...
no se deba defender, pero siempre sin atacar, sin Su marido ha dado amor hasta en aquel
intercambiar la violencia, sea física o momento del secuestro, ha sido una semilla tan
psicológica, de modo directo o indirecto; porque poderosa que ni siquiera yo que luchaba en su
así se caería en una madeja de agresiones que, contra he podido extinguirla dentro de mí... ha
además de aumentar la carga destructiva del vencido en mí la palabra que llevaba su
mal, impedirían que la verdad se manifestara. Y marido... Esta es una flor que quiero cultivar
el sujeto perdería una ocasión providencial de para ser yo quien la done... enseñando a otros lo
hacer su experiencia de soledad y de beatitud, que ustedes me han dado a mí”. Hace eco y
dejando a Dios la defensa de su honor. marca estas palabras la afirmación de la
2) La otra actitud integradora del mal es valerosa viuda: “El odio lo mató, yo lucho por
optar por hacer un acto explícito que vaya el amor”.
exactamente en el sentido contrario a la Es así como ha luchado y enseñado a luchar,
violencia recibida: poner la mejilla a quien te poniendo la otra mejilla, el gran profeta de la
abofetea, dejar también el manto a quien reconciliación racial Martin L. King. “No habrá
pretende la túnica, dar amor a quien te trata con solución permanente al problema racial -ha
odio, hablar bien de quien te critica y dicho- hasta que los oprimidos no desarrollen la
calumnia... Es la plena trasfiguración del mal, capacidad de amar a sus enemigos. Las tinieblas
que no es la simple neutralización táctica del de la injusticia racial serán disipadas solamente
enemigo y de su violencia, sino verdadera y real por la luz del amor capaz de perdonar. Durante
trasformación de la hostilidad (recibida) en más de tres siglos los negros norteamericanos
benevolencia (dada), de lo negativo en positivo, han sido castigados por la vara de hierro del
del enemigo en amigo. opresor, frustrados y castigados día y noche por
¡Que no se diga que esto es pura teoría e una justicia intolerable y oprimidos bajo el
idealismo piadoso, pero absurdo e imposible!. horrible peso de la discriminación. Obligados a
Ya hemos visto en la segunda parte, vivir en esta situación infame, estamos tentados
especialmente en el capítulo sobre el perdón en de amargarnos y de vengarnos con un odio
la sociedad, que hay personas que han vivido similar. Pero si sucede esto, el nuevo orden que
todo esto y que, concretamente, no sólo han buscamos será poco más que un duplicado del
perdonado, sino que han respondido a la orden antiguo. Nosotros debemos, con fuerza y
violencia con gestos explícitos de bondad y humildad, responder al odio con el amor”.
comprensión, de amor sincero y valiente: Es posible poner la otra mejilla. Es más:
sacerdotes y padres de familia que han dado la resulta necesario si queremos transformar y
propia vida, familiares de estas víctimas que han transfigurar el mal.
ofrecido primero la mano, brindando perdón y
confianza. Es cierto, todo esto ha causado luto y 3. Hijos del Padre celestial

55
Estamos mucho más allá del “más vale afortunados los pobres, misericordiosos,
perder la partida antes que nos vaya peor” y afligidos, perseguidos... porque en su pobreza,
también del simple hacer como si nada mansedumbre, aflicción, el Reino está mas
sucediera o del querer olvidar y perdonar. A cercano y Dios se hace presente como defensor
veces todo esto es demasiado poco. Es necesario de los débiles y de los mansos. También, si se
hacer más: ir al encuentro del “enemigo”, hacer mira bien, la mansedumbre parece ser la clave
un gesto positivo hacia él, tener la humildad de de lectura de todas las bienaventuranzas, siendo
dar el primer paso... Y no se piense que se trata la característica existencial que da estilo y
sólo de “gestos”: si resultan demasiado notorios autenticidad al ser puros de corazón, obradores
o invasores, podrían incomodar al otro; en su de paz, misericordiosos, etc.
lugar, se trata de aprender a acoger “dentro”, El manso es, sobre todo, uno que se presenta
también a quien se te contrapone o nada tiene frente a Dios con las manos vacías, es un pobre
para darte, de amar sinceramente a quien no lo de espíritu; literalmente, es aquel que se
merece o te hace daño, distinguiendo entre el prosterna frente al Señor, sin pretender nada,
error y el que yerra, entre la acción externa y la sino disponiéndose plenamente a hacer lo que a
intención profunda. ¡Cuántas veces, también en él le plazca. Solamente quien se prosterna frente
nuestras comunidades, ciertas actitudes al Padre puede ser manso con el hermano: se
agresivas (calumnias, rechazos, insultos...) Son presenta desarmado frente al otro, privado de
sencillamente un intento desesperado, quizás cualquier defensa, no como quien reclama
torpe y contradictorio, para señalar un derechos, sino como quien está dispuesto a
sufrimiento, como la punta emergente de un inclinarse. Y este inclinarse suyo manifiesta una
malestar interior, quizás inconsciente!. fuerza distinta y misteriosamente eficaz: la
A menudo el sufrimiento y la incomodidad fuerza de cargar el peso de los demás, de lavar
son signos de inmadurez y de infantilismo, pero los pies, de estar disponible para aquellos
esto no autoriza a nadie a reaccionar con el servicios escondidos que los demás rechazan.
rechazo y la venganza, más o menos sutil o Hay un servicio, en particular, típico del manso:
elegante - a menos que no se quiera el mal del el de evocar en el otro la parte mejor, incluso
otro-; al contrario, es una razón más para cuando este es arrogante u hostil, y la esperanza
responder a la maledicencia con benevolencia, de que pueda realmente mejorar parezca remota.
al rechazo con acogida, a la ofensa con De hecho, el manso “no rompe la caña
comprensión. Esto significa concretamente quebrada ni apaga la llama vacilante”, no ayuda
cargar sobre las espaldas el peso del hermano: a caer a quien ya es débil por su propia
percibir el verdadero mensaje más allá de las violencia, aun cuando esto signifique tener que
contradicciones, responder a la molestia más pagar con su persona y tragar un bocado
profunda sin recurrir a la violencia. De tal amargo; tiene paciencia y obra, no obstante
modo, a largo plazo, se invita al otro a crecer, el todo, con perseverante bondad. Tiene el carisma
mal se transforma, nuestras comunidades se de la delicadeza: “no levanta el tono, ni hace oír
hacen memoria y profecía de un amor más su voz en la plaza”, no hace de profeta que
fuerte que el pecado y nosotros aprendemos a humilla y avergüenza; pero sabe obrar, cuando
ser hijos de aquel Padre celestial que hace salir es necesario con firmeza y franqueza sin buscar
el sol sobre buenos y malos, y hace llover sobre resultados inmediatos y conversiones súbitas y
justos e injustos... oponiendo siempre a cualquier violencia la
dulce fuerza de la mansedumbre.
4. “Bienaventurados los mansos...” Es una fuerza que no proviene de la violencia
Hemos ya indicado el sentido de las externa, sino de la transformación-integración
bienaventuranzas evangélicas. Jesús, al del mal; por esto el manso puede lograr cosas
pronunciarlas, no indica simplemente cómo imposibles para el violento y sentirse
comportarse ni promete recompensas futuras, bienaventurado y afortunado: porque tiene su
sino que elogia a cierta categoría de personas corazón en la mano tiene la esperanza de
porque ya, en el presente, están gozando de un conquistar el de los demás y está entre aquellos
don precioso. Podríamos decir que los que heredarán la “tierra prometida” del corazón
“bienaventurados” son “afortunados”: de Dios. Y mientras tanto aquí, en esta tierra,

56
humilde artesano de la paz, da testimonio y tierra, para él todos los ideales de justicia son
profetiza que la mansedumbre es el verdadero posibles. Todos corremos el riesgo de ver
rostro de la Iglesia. En especial, hoy. comprometidos, pisoteados, anulados nuestros
No es ciertamente casual que tantas personas ideales de una nueva justicia por la prepotencia
que han luchado por la justicia, pagando con la de los hombres o de las instituciones o también
vida su lucha, tengan todos esa característica en por la indiferencia de los demás. Pero el manso
común: la mansedumbre. Los varios Gandhi, no culpa a nadie, se abandona y ruega que su
Martin L. King, Mons. Romero, P. Jósimo, P. profecía no se extinga. No se apoya sobre
Ramin, Taliercio, Bachelet, Tobagi, Galli, medios humanos. Como lo hizo Jesús, también
Galvaligi... para nombrar sólo a unos pocos el débil deberá hacer de todo, luchar, actuar
(¡pero qué larga podría ser la lista de mártires hasta el final por una nueva justicia y al fin él se
contemporáneos!) son descriptos por las abandonará y la nueva justicia no lo dejará: él la
personas humildes y mansas, de modales heredará, la llevará dentro de sí aunque deba
delicados y trato discreto, abiertas al diálogo y a afirmarla con el martirio, como ha ocurrido en
la acogida del otro, pacientes y modestos. Y, algunos casos. Los mansos son los que vencen
justamente por esto, dotados de una fuerza en la batalla de los ideales, para transformar esta
distinta y eficaz. La viuda de W. Tobagi tierra con la fuerza de su esperanza. Vencen con
describe así la mansedumbre de su marido y de la perseverancia que tienen en creer que hasta lo
estos profetas de reconciliación: “...el manso es imposible podrá realizarse. Ellos tienen dentro
el que no se confía en el poder humano, en la la tierra, el Reino; y porque Dios está cerca
fuerza, sino aquel que -en el fondo- confía su nuestro... hasta lo imposible se vuelve posible”.
causa a Dios. Ser mansos no es una cuestión de Bienaventurados los mansos. ¡Gracias a ellos
pasividad. El manso es el hombre que, después el mal, ya sobre esta tierra, puede transformarse
de hacer luchado, le dice al Señor: ‘ahora mi en bien!.
causa queda en tus manos...’. Él heredará la

CAPÍTULO 4
La corrección fraterna
Alguien ha dicho que la corrección fraterna vez que nos ayuda a integrar el mal, transforma
es el mandamiento evangélico más descuidado. nuestra vida comunitaria convirtiéndola en
De hecho, ya casi no se la practica. Somos ocasión de salvación para cada uno.
capaces de indignarnos y de hacernos los
escandalizados, de reprochar y gritar a los 1. “¿Soy yo acaso el guardián de mi
cuatro vientos los errores del prójimo, pero hermano?”
encontramos difícil corregir y ser corregido por Si vamos a las raíces de esta reticencia,
los hermanos, según el método y el espíritu que encontraremos fácilmente nuestro consabido...
nos propone el Evangelio. Quizás habiendo pecado original: el individualismo. Pero
llegado a este punto esto no nos asombre tanto: deberemos excavar un poco para traerlo a la
sabemos cómo frente al mal nos surge superficie, cubierto como está por una infinidad
naturalmente el rechazo o la condena; nos de seudojustificaciones: “En el fondo, no es
sentimos demasiado justos o pecadores sin asunto mío; corresponde al superior
esperanza. Corrección fraterna quiere decir, en decírselo...”. “Mejor no molestarlo, tal vez se
cambio, aprender a convivir con el mal, el enfurezca...”. “¿Y si me rechaza y después no
propio y el de los demás. También, es un modo me habla más?”. “Es demasiado comprometedor
de cargar sobre las espaldas la debilidad del para mí, no me va el hacer de padre
hermano. Quien no lo reprende fraternalmente espiritual...”. “Total, igual no servirá de nada;
-diría el Levítico- carga un peso más grave: debería entenderlo solo, el mejor reproche es el
“...deberás reprenderlo convenientemente, para ejemplo...”. en tiempos como estos de repliegue
no cargar con un pecado a causa de él” (Lv 19, descomprometido en lo privado, tales
17). Es, entonces, norma antiquísima que, a la razonamientos son particularmente

57
convincentes, sustentados no sólo en el clima corrección fraterna parte justamente de aquí; y
sociocultural actual sino también en un tono se hace posible sólo gracias al camino personal
religioso comunitario decadente. existe penitencial, del que es un reflejo, casi una
decadencia cuando no nos descubrimos prolongación. Ese camino no estaría completo
diariamente deudores respecto a la comunidad y sin este servicio fraterno. Más en particular,
a nuestros hermanos, cuando existe la ilusión de posee esta disponibilidad quien ha aprendido a
“arreglárnoslas solos” y cuando -en dejarse juzgar por la Palabra y a reencontrar en
consecuencia- no se advierte la responsabilidad ella el camino de la reconciliación.
en relación a los demás. Hay decadencia en Frente a la Palabra nace la conciencia del
aquellas comunidades en las que el compartir se pecado, de la fuerza que da la Palabra surge el
limita a los bienes materiales, en que la valor para la corrección fraterna. Esto no
virginidad no crea profundidad de vínculo, en significa que debo corregir a mi hermano al son
que la obediencia no suscita la adhesión de de versículos bíblicos; quiere decir, sobre todo,
todos a un proyecto común. “Cada uno para sí y que el juicio de la Palabra me hace comprender
Dios para todos”, parece ser el lema de ciertas siempre más que el mal del hermano es también
comunidades, donde reina la paz porque cada mío, su caída me interpela y en cierto modo me
uno hace sus cosas, donde todo, gradualmente, acusa. Es demasiado poco disgustarse con el
se va haciendo privado, incluso Dios. mal ajeno, es necesario convencerse de que
La corrección fraterna parte de lejos, no es también me pertenece.
algo que se pueda improvisar, casi como si se La corrección fraterna supone esta
tratase de una simple técnica opcional para honestidad consigo mismo. De otro modo corre
utilizar en casos de emergencia. Es un modo de el riesgo -si se la hace-, de caer en aquellas
ser y de crecer juntos, de ligar la propia vida a la formas de juicio y reproche que expresan
de quien es mi “prójimo”, de concebir la superioridad más que fraternidad, casi una
fraternidad como un hecho de salvación, lugar benévola atención de parte de quien
teológico en el que se manifiesta concretamente -”corrigiendo”- niega de hecho su
nuestro ser objeto de redención. responsabilidad. Quien corrige fraternalmente,
La corrección fraterna me hace descubrir al en cambio, siente que debe intervenir porque
“hermano” y una dimensión completamente descubre que tiene parte en el mal presente de
nueva de la relación interpersonal: él ya no es la comunidad. Pero es sólo el poder juzgador
más simple compañero de viaje o mero colega, de la Palabra, espada de dos filos, el que nos
“el del cuarto de al lado” o amigo íntimo, hace ser despiadadamente sinceros con
presencia interesante o insípida, difícil o fácil de nosotros mismos.
amar...; es sobre todo aquel con quien comparto
un proyecto que ninguno de los dos podría 3. La Palabra que libera
jamás realizar solo. No se detiene aquí la acción de la Palabra:
también tiene un efecto liberador. En el
2. La fuerza de la Palabra momento en que, mediante la revelación de la
Ser hermanos significa esto: decidirse a misericordia, nos reconcilia con nuestro pecado,
caminar juntos, hasta el punto de sentirse nos da también la fuerza para salir de nuestro
responsables por el crecimiento del otro y así individualismo, para anunciar al hermano
alegrarse con su bien y apesadumbrarse con su aquella misma Palabra de juicio y reconciliación
mal. Más allá de la indiferencia y del temor, de que lo revela a sí mismo, reconciliándolo con su
la envidia y del rechazo, de la cercanía vida.
demasiado humana y de los celos. Sólo entre Es la fuerza de la Palabra la que obra en
hermanos es posible corregirse. nosotros en ese instante, fuerza que libera y
En teoría, probablemente todos estemos de moviliza energías insospechadas, haciéndonos
acuerdo sobre esto, pero ¿quién me da después instrumentos eficaces de reconciliación. Gracias
la fuerza de intervenir, quién me sugiere las a ella superamos nuestros miedos del otro y de
palabras justas en el momento justo?. su rechazo, la tentación de pensar solamente en
Evidentemente, nadie fuera de mi experiencia nuestros problemas y en nuestra perfección, la
personal de pecador juzgado y reconciliado. La preocupación de estar en paz sin buscar

58
complicaciones inútiles. Sobre todo tengamos el coraje de hacerla o que no nos
abandonamos ese extraño respeto humano que amemos, sino que quizás vivimos alejados de la
nos impide pronunciar, entre nosotros mismos, Palabra.
el nombre de Jesús, ¡cómo si no existiera la
necesidad de anunciar la salvación también 4. “Corríjanlo con dulzura”
dentro de nuestras comunidades!. No es que Tomando como punto de referencia Gal 6, 1-
debamos hacer prédicas; se trata más bien de 5 y sin pretender dar reglas precisas, podríamos
estar convencidos de tener que dar un servicio: sugerir estas indicaciones relativas al modo de
“el servicio máximo” -diría Bonhöeffer-, el de realizar la corrección fraterna:
una palabra modulada a la escucha de la 1) “...los que están animados por el
Palabra. Espíritu”: la corrección fraterna es actividad
También es un riesgo, que quizás algunos espiritual, no un hallazgo de la dinámica de
gustosamente omitirían, pero entonces... ¿a qué grupo y -como tal- puede ser practicada sólo por
se reduce la fraternidad religiosa y la personas “espirituales” que obran a la luz del
comunicación en su interior?. La fraternidad Espíritu. Esto quiere decir que toda corrección
correría el riesgo de degenerar en una fraterna va precedida de un serio
convivencia puramente exterior, un estar juntos discernimiento, en el cual el individuo se
sin siquiera conocerse y amarse, entre personas interroga sobre las reales motivaciones de su
que se hablan sin entrar jamás en comunión. gesto, para liberarlo de eventuales intentos
Es impensable que el alimento de nuestra agresivos o de sentirse mal, o de
vida no se convierta también en el motivo autoafirmación, y está dispuesto a hacer que se
inspirador, en el contenido implícito, la fuente convierta en una expresión de verdadero amor y
remota de nuestro conversar, lo que damos y de sentido de responsabilidad en sus relaciones
recibimos en un intercambio recíproco y con el otro...
siempre nuevo. Lo dice también una conocida También es importante distinguir si se debe
ley de la psicología social: el valor que funda la intervenir o no, y cómo intervenir: es evidente
vida de una comunidad de personas y da sentido que no se debe hace corrección fraterna por
a su estar juntas, debe ser “celebrado” en los cada falta, sino sobre todo por aquellas que
gestos simples de la vida de cada día si quiere inciden más sobre el compromiso de
permanecer valor fundante y significativo. consagración y sobre la vida comunitaria y de
Repitámoslo sin poses ni paternalismos las cuales el sujeto parece no darse cuenta. En
incómodos, pero con la naturalidad de quien realidad, nadie puede percibir todas sus faltas;
bebe cotidianamente en la fuente de agua viva y en tal sentido la corrección fraterna brinda un
así, sin buscarlo explícitamente ni queriendo servicio importante: ayuda al hermano a
hacerse el sabio, pronuncia palabras de conocerse mejor.
sabiduría. Entonces, en este contexto, puede Hay que recordar que existe no sólo la
nace y florecer la corrección fraterna: si la intervención verbal directa, sino también la
Palabra de vida está ya en el centro de nuestro indirecta: a veces una actitud, un gesto, una
vivir, es completamente natural que conserve su cortesía, pueden ser más expresivos que la
fuerza juzgadora, especialmente en palabra y menos molestos que un reclamo;
determinados momentos y gracias a la naturalmente esto sólo puede hacerlo quien sabe
disponibilidad valerosa de quien quiere vivir discernir y es suficientemente atento y delicado
hasta el fondo su ser hermano entre los como para buscar modos que no hieran la
hermanos. Si la corrección fraterna ha caída en susceptibilidad de los demás y no resulten
desuso no quiere decir simplemente que no contraproducentes.

Finalmente, otro objeto importante de “Una verdad que no sea caritativa -decía san
examen previo es la relación entre verdad y Francisco de Sales- procede de una caridad que
caridad. Es cierto que, a veces, con la excusa de no es verdadera”. En la práctica, verdad
la caridad no queremos mirar la verdad de caritativa quiere decir comprender que no
frente; pero no podemos olvidar que “también la siempre debe decirse toda la verdad al
verdad está sujeta a la caridad” (Du Charlat). individuo, que hay que tener en cuenta su

59
capacidad de comprender y de acoger ciertas con dulzura. Para no correr el riesgo de
cosas, el momento especial que está viviendo y perjudicarlo...
que quizás sea aconsejable esperar tiempos más 3) “Piensa que también tú puedes ser
propicios. Resumiendo: gran respeto y tentado”: es importante, cuando se hace la
prudencia, todo siempre en el interés del corrección fraterna (como cuando se perdona),
hermano. En cada caso, la fase previa del no olvidarse jamás de las propias debilidades y
discernimiento es indispensable: es ya de algún caídas. Es un “recuerdo” que nos redimensiona
modo corrección fraterna. De hecho, aun y que en aquel momento nos hace asumir la
cuando no se intervenga inmediatamente, crea actitud justa, la de una persona que no pretende
en la persona una actitud de fondo y una dominar sino que intenta servir; ni se siente más
mentalidad favorable al crecimiento del otro. valiosa, sino que quiere ponerse al lado para
2) “...corríjanlo con dulzura”: también al caminar juntos.
escribir a Timoteo, Pablo dice que el servidor Nada entonces de afirmaciones solemnes,
del Señor debe “reprender con dulzura” (2 Tim demasiado seguras o con la pretensión de
2, 25). El término se explica solo, pero quizás es interpretar las intenciones y de saber más que el
más importante comprender de dónde proviene otro sobre sus propias cosas, sino siempre con
esta dulzura, cómo hacerla nacer. Nadie la mucha discreción, con el convencimiento de que
puede improvisar ni tampoco fingir. la raíz las propias conclusiones son sólo hipótesis y
última de esta dulzura es contemplativa. Nace que, por lo tanto, deben ser formuladas como
en el espacio de una oración en la cual el otro no impresiones (“me parece que...”, “podría
es simplemente aquel que encomiendo a Dios, también ser que...”) y, en consecuencia, estar
sino un don que me ha sido dado, para que a dispuesto a reconsiderarlas. Y, sobre todo,
través de él y junto a él pueda yo hacer mi siempre disponible -a su vez- a dejarse corregir.
camino hacia el Padre. Y entonces amo y sería la plena fraternidad. Y mientras
aprecio este don y lo contemplo como algo caminamos juntos nos sentiremos siempre más
precioso, que hago siempre más “mío”; y si hijos de aquel Padre que “reprende a los que
advierto una sombra o una mancha, busco ama” (Prov 3, 12).
intervenir con atención extrema, con delicadeza,

CAPÍTULO 5
La revisión de vida
En una época se la realizaba periódicamente la atmósfera del “gran silencio” de la noche.
en las comunidades religiosas. En el noviciado La finalidad del capítulo de culpas era
era el rito del viernes a la noche después de las evidente: favorecer el crecimiento de la
completas: el padre maestro al centro -de pie- humildad. Se suponía que la acusación pública
solemne en la escucha y nosotros, alrededor -de incluía una buena dosis de vergüenza saludable.
rodillas- confesando uno a otro nuestras culpas, Estaba casi completamente ausente -al menos en
empezando por el más joven. Se lo llamaba la catequesis oficial- la dimensión comunitaria
capítulo de culpas. El ritual estaba bastante de la culpa (aunque no se puede excluir que
estandarizado y la fórmula era fija, y aunque alguien diese este significado a su acusación).
cada religioso se acusaba de “su” falta, en De hecho, esta suerte de confesión pública se
realidad se trataba siempre de las mismas venía arrastrando desde hacía mucho tiempo, sin
culpas, en relación no sólo al ámbito espiritual vida espiritual alguna; y así, en los años
sino también material (por ejemplo, rotura de posteriores al Concilio, pronto nos
platos o de utensilios varios) y, por lo general, desembarazamos del “rito del viernes a la
faltas exteriores bastante comunes que no noche”, considerado anacrónico y sin
costaba tanto confesar. Todo terminaba con una significado. Y, sin embargo, no era para tirarlo
exhortación del padre maestro, que daba una todo a la basura...
oración como penitencia, que normalmente el
novicio hacía mientras se retiraba a su celda en “Confiesen mutuamente sus pecados...”

60
(Sant 5, 16) la tercera. El tercer tipo, en particular, es el más
En el complejo y fatigoso camino de difícil y delicado, y no toda comunidad puede
renovación de la vida comunitaria de los últimos realizar ese tipo de revisión; incluso podría
20 años, algo ha quedado del viejo capítulo de resultar peligroso: es necesario recorrer antes
culpas, algo que siempre redescubrimos como cierto camino, crear un clima determinado. En
útil y necesario para vivir la fraternidad en la todos los casos, es necesario partir del primer
conciencia de nuestros límites. “Es gracia el tipo.
poder confesar nuestros pecados al hermano” Por otra parte, salvo esta última premisa, no
(Bonhöeffer). Es gracia porque en ese momento es necesario pretender condiciones óptimas para
el mal pierde su carga de destrucción y muerte. hacer revisión de vida; ya que si se espera ser
de hecho, está obligado a salir de esa oscuridad comunidades maduras y sin problemas, jamás se
en la que perturba y dificulta -sin ser llegará a hacerla. No debe olvidarse que este
descubierto- las relaciones fraternas, y servicio de compartir la culpa es más un modo
surgiendo a la luz es reconocido y perdonado, de crecer juntos que un privilegio de
porque es confiado al hermano y puesto sobre comunidades perfectas (que no tendrían culpas
sus espaldas. que compartir...). Normalmente, es bueno que
Pero es gracia mayor aun el poder confesar una comunidad empiece con el primer tipo y
nuestro pecado frente a toda la comunidad: en gradualmente pase a los otros dos, sin darse
tal caso es puesto sobre las espaldas de todos, es prisa y sin obsesión por la perfección.
como si todos llevasen sobre sí el peso del Veamos ahora las etapas de este camino.
hermano y se lo quitaran y, entonces, no
solamente el pecado pierde su poder destructor, a. Propuesta del tema
sino que se convierte en ocasión de crecimiento El tema sobre el que se reflexiona puede ser
y momento de gracia para toda la comunidad y propuesto por el superior o por cualquier otro
no sólo para el individuo. El hermano es miembro de la comunidad, pero es importante
readmitido a la verdadera comunión, mientras que todos aprecien la utilidad o la necesidad de
que los miembros de la familia han aprendido a una investigación crítica sobre él. Quien
hacerse cargo del peso de quien es débil. propone debe también motivar, ilustrar,
La revisión de vida parte de estas premisas, explicar, ofrecer todas las informaciones que
cree en esta posibilidad de crecimiento y se resulten útiles para enfocar bien el problema, el
propone como situación propicia para cual no necesariamente debe tener relación
favorecerla. No es una técnica particular y directa con la vida comunitaria o referirse
elaborada, sino un modo simple de compartir y solamente a conductas externas; lo importante
de manifestar la debilidad propia, para es que esté bien definido y esté en relación con
compartir y manifestar juntos también el poder el compromiso común de la consagración.
de la misericordia divina a través del perdón Pero lo que da enseguida un tono
fraterno. La podríamos definir así: una reflexión inconfundible y contenidos precisos a la
crítica sobre un aspecto particular de la propia revisión de vida son sus puntos de referencia: la
conducta y/o de la vía comunitaria, a la luz de Palabra y la regla. Sólo la palabra de Dios
la Palaba y de la regla, frente a la comunidad y -como lo hemos dicho repetidamente- puede
con la ayuda de la comunidad. juzgar la conducta del individuo y de la
Con esta definición un tanto descriptiva comunidad, mientras que la regla de vida
hemos indicado juntos los varios tipos de interpreta esa Palabra indicando las aplicaciones
revisión de vida. El primero, el más clásico, al comportamiento. Son como dos faros que
prevé el análisis únicamente de la propia permiten descubrir las imperfecciones
conducta; en el segundo, la reflexión crítica se personales y comunitarias. En concreto, la
orienta hacia aspectos de la vida comunitaria en propuesta del tema de reflexión debe estar
general; en el tercero son posibles también acompañada por una indicación precisa de
apreciaciones críticas a los hermanos. Es cierto textos bíblicos y de pasajes correspondientes de
que no siempre, en la práctica, se puede la regla.
mantener una distinción rígida entre estas tres
modalidades, especialmente entre la segunda y b. Tiempo de oración y reflexión

61
Una reflexión de vida vale según cómo esté entera. Con esta convicción se pueden reunir
preparada. Es necesario un tiempo adecuado, al para buscar juntos la verdad en la caridad,
menos un par de semanas, para reflexionar escuchándose y haciéndose mutuamente el don
sobre el tema indicado en un clima de profunda de la palabra:
oración. Hacer revisión de vida no quiere decir
realizar un simple análisis de la situación o una a) Escucha ob-audiens. No se trata solamente
autocrítica dolorosa, sino una reflexión de estar disponibles a sentir lo que el otro debe
concienzuda de la vida personal y comunitaria decirme sobre él y sobre mí, sino también a
frente a Dios y su palabra. En este repensar, la aceptar y aplicar lo que debería madurar en la
súplica asume una importancia fundamental: oración: la conciencia de la propia pobreza y
por uno mismo, para poder mirarse dentro con del propio no saber y, por lo tanto, la necesidad
honestidad y para saber acoger con gratitud las del otro y de su palabra. Nadie posee
observaciones de los hermanos, para ver con totalmente la verdad, ni siquiera la relacionada
objetividad los límites y las debilidades con la propia persona, por eso nos ponemos a la
comunitarias y tener la fuerza y la libertad escucha, y no una escucha cualquiera, sino una
interior de denunciarlas. Pero también es súplica escucha ob-audiens, como quien se lleva una
por el otro, para que también él pueda descubrir mano a la oreja para oír bien y no perder
la verdad sobre sí mismo y estar dispuesto a palabra, porque aquella palabra es importante
aceptar las cosas que se le digan y, sobre todo, para conocerse mejor a sí mismo y al otro.
para que él pueda tener luz para descubrir mi Todo esto recibe una confirmación ulterior si
debilidad y el coraje de decírmela francamente. se lo ve con los ojos de la fe: el otro ya no
Toda la comunidad debe estar comprometida aparece como uno cualquiera, digno de ser
en esta oración coral. Cuando se reza así, uno escuchado sólo si es virtuoso e inteligente, sino
por el otro, la revisión de vida ya está dando sus como una mediación que en todos los casos es
primeros frutos: es oración que purifica de los providencial y preciosa. Es Dios quien me lo ha
individualismos y de las falsas percepciones del puesto cerca y me envía a él para que lo escuche
miedo y de la agresividad; y que tranquiliza y así como he escuchado su Palabra. El hermano
pacifica por dentro, permitiéndonos reflexiona -con toda su pobreza y su carga de debilidades-
con calma y profundidad y predisponiéndonos a es mediación de esta Palabra, impidiéndome
la escucha acogedora del hermano; de cada interpretarla de un modo deformado e
hermano. interesado por estar demasiado replegado sobre
mí mismo.
c. Reunión comunitaria Creo que sobre este punto tenemos que
Es la fase más delicada y difícil; por eso, madurar mucho: debemos convencernos de que
debe estar precedida por mucha oración, hasta que no aprendamos a escuchar a cada
individual y comunitaria. Sobre todo, deben ser hermano con esta actitud interior, no podremos
aclarados a todos algunos puntos, como pretender comprender la Palabra ni conocernos
condiciones previas para hacer posible y mejor a nosotros mismos y al otro. Y con esta
fructuoso el encuentro: la revisión de vida no condición la comunidad se convierte en el lugar
busca sólo y simplemente el reconocimiento del privilegiado para discernir y acoger la
mal, no es tampoco repartir en partes más o voluntad de Dios, y la reunión de revisión en
menos iguales una culpa que incluye a todos, una etapa importante para cumplirla juntos,
tampoco existe en orden exclusivamente a un como hermanos, “obedeciéndose” unos a otros.
perdón recíproco que debe intercambiarse a la Justamente en este sentido hemos hablado de
exhortación de un “querernos bien”, de poca escucha ob-audiens, porque implica en sí una
duración, sino que se ubica dentro de una lógica predisposición obediencial.
de integración-transfiguración del mal, personal En la práctica se tratará entonces de tener un
y comunitario, que conduce gradualmente a los estilo de escucha que exprese interés, atención,
miembros de una comunidad a cargar no deseo de comprender y ayudar, aprecio y
solamente el peso propio, sino también el del gratitud por la apertura y la sinceridad; una
otro, sintiéndose cada uno responsable del escucha libre de prejuicios (“ya sé lo que aquel
crecimiento del hermano y de la comunidad opina”) y de juicios; hecha de acogida

62
incondicionada también cuando el otro dice ha manifestado y por la disponibilidad con que
cosas a mi respecto, que no comparto, que me ha aceptado la corrección del hermano. La
hacen mal o que son injustas. En tal caso, debe misma motivación que le ha permitido escuchar,
evitarse la tentación de hacerse el ofendido o de lo hace ahora capaz de ofrecer su palabra, y una
rechazar inmediatamente lo dicho, quizás palabra responsable. Es consciente del papel
impulsado por temores infantiles, y aceptar el insustituible que cumple en ese momento frente
esfuerzo de reflexionar, de interrogarse, de a Dios y al hermano y de la resonancia que esa
buscar un fragmento de verdad; esto es algo que palabra puede tener y si por un lado, no se echa
hace crecer enormemente al individuo en el atrás frente a este deber, por otro, pone toda su
plano humano y espiritual y que “edifica” (en atención en hacer sus observaciones con
ambos sentidos) la comunidad. delicadeza.
Una escucha de este tipo es la mejor Podemos repetir aquí lo que hemos dicho
provocación que pueda responsabilizar al otro a sobre la corrección fraterna: también en la
estar atento a lo que dice: en el fondo, el otro revisión de vida la verdad está sometida a la
habla como yo lo escucho. Si en la reunión caridad. En concreto, quien quiera ayudar
todos escuchan así, es más probable que cada realmente, tratará de no tener jamás la
uno diga la verdad y que salga la verdad de pretensión de interpretar las intenciones, ni de
todos. hacerse el psicólogo, de saber todo acerca del
otro o de descubrir quién sabe qué y, también,
b) Palabra responsable. Es el otro elemento estará atento a no darle a lo que diga un tono de
constitutivo de la revisión de vida. Es a la vez acusación o de juicio, de superioridad o de
un deber y un don, que nace de la conciencia de desprecio. Una palabra responsable toma
haber recibido a menudo un don idéntico de los siempre en cuenta las debilidades de quien
demás. El silencio -debido al temor o a la escucha, usa tonos siempre suaves, serenos y
indiferencia más o menos irresponsable-, es una serenadores, respeta las susceptibilidades, se
forma sutil y pasiva de violencia, equiparable a pregunta a menudo cuál podrá ser la reacción
aquella de quien agrede con las palabras, en este del otro, descubre el punto más allá del cual
tipo de reuniones. sería bueno no pasar por el momento, es palabra
El presupuesto fundamental es el ya paciente, no apresurada; quiere el bien del otro,
observado: la conciencia de ser instrumento de no su condena; es una ayuda para crecer, no
verdad. Y se comienza a ser ese instrumento fruto o motivo de resentimiento.
cuando se acepta manifestar y confesar la propia
culpa frente a la comunidad, con libertad y d. Celebración penitencial
desenvoltura interior. Es importante que sea Parecería natural hacer a continuación de la
realmente salvaguardada esta libertad, para que reunión de revisión una celebración penitencial
el sujeto no se sienta psicológicamente obligado (con o sin posibilidad de reconciliación
a hace una confesión pública; por otra parte, no sacramental). La revisión de vida es en el fondo
es tampoco satisfactoria una revisión de vida en como un gran rito, con sus momentos de
la que uno se limita a decir cosas ya conocidas y meditación, súplica, intercesión fraterna, de
superficiales. El ideal está en el medio, pero escuchar y compartir la Palabra; concluirla con
ciertamente el nivel y la calidad de una liturgia de la Palabra de carácter penitencial
comunicación dentro de una comunidad se sería como volver al punto de partida. Es como
demuestran también por la serenidad y seriedad un círculo que se cierra: de la Palabra a la vida,
con que cada uno siente que puede abrirse, de la vida a la Palabra. La una ilumina a la otra
manifestando dificultades y debilidades, dudas y y nos sentimos más reconciliados.
problemas. Hay también otra motivación más lógica:
En estas cosas vale, naturalmente, el después de haber reconocido la propia culpa y
principio de la graduación: es peligroso habernos reconciliado con los hermanos, es
pretender todo y rápidamente. en la medida en necesario y resulta natural reconciliarse con
que uno es sincero consigo mismo puede ser Dios, quien aprecia mucho más el pedido de
instrumento de verdad para los demás, se hace perdón de quien ya se ha reconciliado con su
creíble justamente por la sinceridad con que se hermano. Probablemente una buena revisión de

63
vida nos haga descubrir aspectos nuevos de vida es la integración-transfiguración del mal
nuestras faltas y, por lo tanto, nos hace vivir personal y comunitario. Es un paso adelante en
más intensamente nuestra conciencia de pecado este fatigoso proceso, porque indica y comporta
haciéndonos sentir aún más la necesidad de una verdadera y real transformación de la culpa:
celebrar la misericordia del Padre. de un acontecimiento inarmónico de ruptura a
Finalmente, la motivación quizás más fuerte: una ocasión de crecimiento en el amor fraterno
la revisión de vida -especialmente del tercer y en la construcción de la comunidad. Pero
tipo- no es nada inocua; no solamente pone al también existen otros frutos, aparentemente
individuo frente a una realidad personal en parte menores, que en realidad predisponen a este
nueva y no del todo grata y prevista, sino que crecimiento o son su consecuencia. Apuntamos
también puede crear, no obstante la buena solamente algunos:
voluntad de todos, algunas dificultades de a) Conocimiento de sí mismo y del otro:
relación, algunas situaciones de tensión, sobre Parece lógico que de la reunión comunitaria en
todo en las primeras experiencias de este tipo. que cada uno confiesa su culpa se salga con un
Sería de ingenuos asombrarse, pero es un conocimiento más adecuado, sobre todo, del
motivo más para poner en las manos del Dios otro; y no sólo porque se hayan añadido otras
rico en misericordia todo lo que a nosotros nos informaciones a cuanto ya se sabía de él, sino
parece difícil lograr. La revisión de vida es porque la manifestación de sus dificultades y
solamente una ayuda, un instrumento problemas permite comprenderlo, entender
particularmente adecuado para construir juntos muchas cosas de él, de su actitud, su humor, sus
la verdad en la caridad; quien nos reconcilia de reacciones que, si no, resultarían
corazón entre nosotros es solamente la incomprensibles. Es una comprensión que
misericordia del Padre. progresa en profundidad y facilita la caridad.
Del mismo modo crece el conocimiento de
e. Fiesta en familia uno mismo, sea gracias a lo que el otro dice a mi
Jesús nos ha dicho que el Padre se alegra en respecto (y a mi modo de reaccionar), sea
el cielo cuando un solo pecador se convierte; gracias a... lo que yo mismo digo de mí. De
cuando se hace una buena revisión de vida, hecho, el pensar en voz alta, el comunicar en
debería haber más de uno que “se convierte”, forma inteligible a los demás mis debilidades y
que ve mejor su propio pecado, que se caídas, crea una resonancia que me revela
arrepiente, que desea mejorar para no aspectos nuevos de mi propia persona (así como
obstaculizar el camino de todos y, entonces, se el tener que enseñar determinada materia es el
debe hacer fiesta, como un reflejo de la alegría mejor modo de aprenderla). Quien lo ha
de Dios. experimentado, sabe que esto es verdadero. La
Es algo más serio de lo que parece y que atmósfera de escucha y de no-juicio en que se
debería formar parte de la práctica normal de un realiza la reunión, facilita una plena expresión
proyecto de revisión de vida. Es también algo de uno mismo y se convierte en ocasión
muy simple; cada comunidad tiene un modo de propicia para una crecimiento del
festejar, puede bastar una botella de buen vino o autoconocimiento.
simplemente el quedarse más tiempo en la mesa b) Estima del otro: Es un aspecto ligado
para conversar y comunicarse con serenidad en estrechamente al precedente. conoce al hermano
lugar de arrellanarse con el estómago lleno más en profundidad es una condición para
frente a la televisión. Lo importante es que sea apreciarlo. Muchas veces en este tipo de
un signo que exprese la alegría simple y reuniones se descubren realidades impensadas y
modesta de una comunidad reconciliada. El rito positivas del otro, sintiéndolo hablar de sus
de la revisión de vida es como un salmo que dificultades y esfuerzos, y se comprende qué
narra las miserias del hombre y la misericordia infundados eran ciertos prejuicios o qué errados
de Dios y... como todos los salmos, ¡termina y “malvados” resultaban ciertos juicios.
con un Gloria!. La revisión de vida nos hace comprender
cómo a menudo damos por descontadas cosas
f. Los frutos inexistentes o, por el contrario, cómo ni por
El fruto más relevante de una revisión de asomo sospechábamos lo que puede haber

64
detrás de ciertas actitudes juzgadas fracasos. El apostolado no pertenece al
apresuradamente como negativas. Y entonces, la individuo, nosotros lo hacemos en nombre de la
escucha ob-audiens, cordial y respetuosa, hace comunidad y gracias a ella; por eso, es justo y
nacer también la estima, una estima basada hermoso que contemos y que deseemos oír
finalmente en la realidad del otro, no en el contar a los demás lo que Dios se ha dignado
esfuerzo de pensar bien, o de no ver el mal, o en obrar por intermedio de nosotros. Un poco
interpretaciones artificiosas y, en el fondo, no como ocurría en la Iglesia primitiva. De esa
sinceras. Es realmente así: la consideración manera, entre otras cosas, disminuyen las
positiva del otro es más un hecho perceptivo envidias y los celos, nos sentimos más como
que interpretativo y muchas veces no necesita hermanos que gozan juntos del bien del otro y
siquiera imponerse la mirada de la fe para todos juntos damos gloria al Padre.
estimar sinceramente a un hermano, basta con Hemos tenido la humildad de compartir
un ojo límpido y un oído atento. nuestras debilidades, ¡nos encontramos para
c) Compartir el bien: El mal constituye de compartir las maravillas de Dios!.
por sí un obstáculo a la comunicación, sobre
todo cuando permanece oculto. Por su g. El disgusto del diablo
naturaleza, y mientras no sea afrontado, tiende a Se cuenta en la vida de santo Domingo que el
aislar y romper los puentes, crea desconfianzas gran santo y maestro tuvo una vez una visión.
e incomunicaciones, quita el gusto de estar y Paseaba el santo arriba y abajo por el
construir juntos, nos hace extraños a nosotros claustro, orando. La tarde era serena y los frailes
mismos y a uno con respecto al otro. Pero, estaban todos en sus celdas en religioso silencio,
cuando se tiene el coraje de mirarlo de frente y cuando el santo encontró, escondido bajo el
confesarlo -para ayudarse mutuamente a sayo blanco y negro, al diablo. Le preguntó:
superarlo- es como si se destara un nudo “¿Qué haces en mi convento a esta hora?”. El
complicado, o... se destapase una botella de diablo respondió: “Lo que hago todo el día:
buen vino. Se vuelve a comunicar y compartir. recojo mis ganancias”. Al pasar frente al
En particular, compartir el mal permite refectorio, santo Domingo preguntó al demonio:
compartir el bien y se abren posibilidades hasta “¿De qué ganancias se trata?”. El enemigo de
entonces impensadas de comunicación. Así se Dios respondió: “Recojo el fruto de la
comunica la propia experiencia espiritual, el intemperancia y de la gula de los frailes”.
propio camino hacia Dios, con naturalidad y Pasando frente a las celdas, preguntó el santo:
simplicidad: en el fondo es la realidad más “Y aquí, ¿qué ganancias haces?”. “¡Mucho ocio
importante y decisiva de nuestra vida y cada y pereza!”, respondió contento el tentador.
uno de nosotros tiene, sin duda, mucho que Frente a la Iglesia el demonio afirmó recoger
decir sobre esto que también podría ser de gran muchas distracciones y tibiezas; frente a la
ayuda para el hermano. ¿Para qué sirve vivir biblioteca, mucha curiosidad y vanidad; en el
juntos en el nombre de Dios si no nos patio, muchas murmuraciones. Llegaron así,
comunicamos lo que él ha hecho en nosotros?. hablando cordialmente, hasta la sala del
He ahí por qué es también importante compartir capítulo, en la que los frailes se arrepentían y
periódicamente nuestras reflexiones sobre la confesaban sus culpas. “Y qué ganancias haces
Palabra: no es una moda ni un hobby aquí?”, preguntó santo Domingo con curiosidad.
facultativo, sino un modo concreto de crece El demonio sacudió entonces la cabeza
juntos nutridos por el mismo alimento. Donde insatisfecho y confesó molesto: “Aquí, en
hay vergüenza de hacerlo, un mal oculto y realidad, pierdo todas mis ganancias. Tus tontos
oscuro impide y empobrece la comunicación frailes se confiesan y se arrepienten de sus
dentro de la comunidad. No ha desaparecido del faltas. ¡Dios los perdona y yo me quedo con las
todo la imagen del religioso extrañamente manos vacías!”. Dicho esto, avergonzado,
locuaz fuera de la casa y mudo (y sordo) en ella. desapareció.
También se comunican las experiencias
apostólicas, alegrías y problemas, éxitos y

65
CAPÍTULO 6
La muerte: Tabor y Calvario
“El último enemigo que será vencido es la modelo que debemos imitar, también en este
muerte” (1Cor 15, 26). En el proceso de sentirnos salvados y portadores de salvación. No
integración del mal a que estamos llamados, el pretendemos cargar espectacularmente con su
último obstáculo y -a la vez- la última cruz, pero queremos tener sus mismos
posibilidad, es la muerte. También ella tiene un sentimientos.
sentido, forma parte de la vida, y es posible Cristo nos ha salvado yendo voluntariamente
vivirla cada día hasta encontrar, justamente a a la muerte por nosotros. Y la muerte es una
través de ella, el significado último y más realidad también para cada uno de nosotros;
profundo de la vida. Pero se trata de un camino cada día nos acercamos a ella; de algún modo
de integración que parte de muy lejos... forma ya parte de nuestra vida. Freud creía que
Es una figura tristemente conocida la del existe un instinto de muerte. Pero instinto no
cristiano perezoso y descomprometido. Es un quiere decir aceptación, ni opción libre ni
creyente al que la fe parece pedirle poco o nada. tampoco motivación consciente. en realidad, la
Quizás es practicante o hasta consagrado. Se muerte es normalmente temida y súbita, a veces
siente salvado, pero es como si la salvación maldecida y rechazada, a menudo “negada” o
fuese solamente un don que se recibe, sufrido y escondida. Es un mal, el más grande de los
merecido por otros: él la toma, agradece, saluda males; saberse reconciliados con ella es la
y se va... Y la disfruta solo. Es un máxima expresión de integración del mal y el
“consumidor” de redención, se siente sólo camino para revivir en nosotros los sentimientos
objeto o afortunado destinatario, cuando no de Cristo.
espectador extraño y pasivo. Una mezcla de Podemos retomar lo que hemos venido
inconsciencia y mediocridad, en suma, diciendo hasta aquí y aplicarlo en relación a
condimentada con el habitual individualismo. nuestra muerte personal. Integrar el mal de la
Pero existe también el cristiano que ha muerte significa entonces recordarla y no
madurado su fe frente a la cruz, que se ha negarla, aceptándola como un dato natural, algo
sentido redimido de sus pecados por la sangre que nos pertenece y que nos define; reconocerla
vertida por el Cordero inocente, que vive como un límite presente ya en nuestra vida a
siempre la salvación más como un don que nivel fisiológico-psicológico-moral, límite que
transforma y responsabiliza, algo que no se convive con el mundo ideal de las aspiraciones
puede recibir permaneciendo pasivos y de lo ilimitadas; descubrir que alguien me ayuda hoy
que no es posible apropiarse egoístamente. el a soportar las muertes de cada día, mientras
redimido es canal y pasaje de redención. No es Otro, con su muerte personal, me ha salvado del
solamente objeto, sino protagonista y sujeto en terror de la muerte. No me la ha quitado -aun
la economía de la salvación. habiéndola vencido-, pero ha transformado su
De hecho, cuando Dios da sus dones, no nos sentido, haciéndola instrumento de vida,
trata como a niños, no nos hace regalos para expresión de amor, medio de salvación. Nace
contentarnos y nada más: cada don suyo tiene el aquí el proceso integrador de la muerte. Es
fin preciso de hacernos siempre más parecidos a siempre la experiencia de un amor que ha
él, es un acto creativo que plasma y retoca en tomado nuestro mal y que nos dona la esperanza
nosotros la imagen divina. Si nos ama es para de reconciliarnos con él. Y la muerte comienza
hacernos capaces de amar a su manera y si nos ahora a convertirse en huésped familiar,
salva es para hacernos participar activamente hermana y amiga, no más enemigo amenazador
en su misterio de salvación. Ser adultos en la fe y extranjero.
es vivir con responsabilidad el don; ser
redimidos es llevar a los demás la redención. No 2. “Mors mea vita tua”
por nuestra virtud, sino por su bondad. Para que cambie realmente el sentido de la
muerte debe primero cambiar la vida y el modo
1. Hermana muerte de considerarla. No más en términos de
Creados a imagen del Hijo, siempre es él el autopreservación, de preocupación exagerada de

66
sí mismo, del propio bienestar o del propio 3. Las pequeñas muertes cotidianas
límite... ¡Todo esto simplemente carece de La muerte pertenece de hecho a la vida, le
sentido frente a la cruz!. Frente al misterio del pertenece no porque la concluye, sino porque la
amor más fuerte que la muerte caen las acompaña. Cada día la experimentamos de
angustias demasiado subjetivas, no nos varias maneras: no sólo porque disminuyen
podemos considerar más dueños de la vida, progresivamente nuestras fuerzas físicas, sino
enquistados en nuestros propios intereses, casi porque debería también aumentar la capacidad
en adoración del yo, como si fuese inmortal... de dar un sentido redentor a todo lo que en
La muerte de Cristo me salva de todo esto, de la nosotros y en torno nuestro habla de muerte. Se
ilusión y del temor; en particular, salva mi trata de aprender a aceptar todos esos límites
muerte de ser condena o maldición, robo o que signan siempre más marcadamente nuestra
destino, absurdo o contradicción. Y me enseña a vida física, impidiéndonos poder hacerlo todo y
morir: pensando y preparando cada día mi soñar infantilmente con la juventud perenne (y
muerte como la consecuencia lógica de una ridiculizando los intentos de esconder los años).
experiencia vivida por los demás, la ofrenda Pero existe algo más que el simple aceptar y
última de una existencia convertida es el saber dar un sentido redentor específico a
progresivamente en don, vértice máximo y cada signo de muerte: a los propios límites e
“celebración” de un amor que se proyecta más impotencias, a las desilusiones y fracasos, a la
allá de la vida pero que pasa necesariamente por enfermedad y al sufrimiento, al envejecimiento
la muerte. y al deterioro de las fuerzas, al deber depender
Quien ama no puede morir, así como quien de otros, y al abandono de los otros, a la soledad
se dona no puede hacerlo a medias. Desde que afectiva y a la pérdida de las personas amadas,
Cristo murió por nosotros, la idea de la muerte al silencio de Dios y al camino de purificación...
ha entrado a formar parte del concepto del amor, Es todo un lento morir (que comienza bastante
como un componente que lo purifica, temprano en la vida) que, no obstante, puede
liberándolo de sentimentalismos inútiles, lo hacer nacer la vida, una vida nueva, divina y
lleva a sus consecuencias extremas, haciéndolo también más humana, que viene del Resucitado,
generador de vida, lo autentifica como realidad pero que necesita de nuestra muerte. Una vida
típicamente cristiana distinguiéndolo del falso de redimidos que se hacen portadores de
amor de quien quiere al otro para sí. redención no sólo mediante un proyecto
Se vive para los otros, se muere por los genérico, no importa cuán sincero, que abarca
otros: no sólo porque se muere como se vive, idealmente toda la vida, sino porque ese morir
sino porque la ofrenda se hace total sólo con la produce de por sí una correspondiente
muerte. en el momento mismo en que se elige posibilidad de donación concreta en el hoy de
un proyecto altruista para la propia vida, se mi vida; aquella pequeña muerte cotidiana
escoge ir libremente al encuentro de la propia vence el individualismo y abre, cada vez,
muerte: nadie nos la impone, ni fuerzas adversas espacios inéditos y específicos de donación de sí
ni el destino cruel; somos nosotros los que la mismo.
hacemos inevitable (cf. Jn 10, 18). Pero aquel La muerte se convierte así no solamente en
también es el momento en el que participamos consecuencia de nuestro donarnos, sino de algún
de modo activo y creativo en la redención: modo, en causa, ocasión favorable, vientre
morimos por algo y por alguien, como Cristo, materno que produce cotidianamente formas
con sus mismos sentimientos. La verdadera siempre nuevas. Y así, la muerte se hace
desgracia sería morir por nada y por nadie. Y redentora y parte de un proyecto salvífico jamás
será justamente la muerte la que hará más concluido, que necesita ser “completado en mi
evidente y salvífico nuestro vivir para los carne” (cf. Col 1, 24): es como si cada muerte
demás, casi continuándolo en el tiempo y nuestra generase una redención siempre actual y
perpetuando sus frutos, aunque no estemos ahí distinta.
para recogerlos. Pero es mejor así: lo importante
es que alguien pueda disfrutarlos, que la 4. En concreto...
redención continúe. La soledad afectiva, por ejemplo, es un pan
amargo de tragar, es muerte que hace sufrir;

67
pero es necesario morir a algunos afectos, aun desagradable a nuestros oídos: literalmente
puros y bellos, para crecer en la intimidad con quiere decir “hacer morir” y, ciertamente, no
Dios y en el amor desinteresado hacia todos. puede ser comprendido sino dentro de una
Gracias a esta muerte, alguien se sentirá menos lógica integradora del mal y de la muerte.
solo. De la misma manera, la pérdida de Significa de hecho no solamente aceptar y dar
personas amadas la sufrimos como un anticipo sentido redentor a la propia muerte y a las
de nuestra muerte: ¡con ellos muere una parte de pequeñas muertes cotidianas, sino optar por
nosotros!. Pero en aquel momento es como si la hacer morir o limitar en uno mismo algunos
eternidad penetrase en nuestra existencia mortal dinamismos o tendencias, para hacer nacer
y también nosotros comenzamos a entrar en este otros.
espacio nuevo, ilimitado y sin tumbas, donde las La vida espiritual está hecha también de esta
cosas se ven de un modo distinto, más tensión entre muerte y vida y nadie puede
verdadero y esencial. Nosotros mismos nos pensar en progresar si no se mortifica; pero
convertimos en más verdaderos y esenciales y también forma parte del normal desarrollo
probablemente también nuestras relaciones psicológico el exigir la capacidad de decirse
-después de la pérdida- se hacen más ricas en “no”, si no se quiere permanecer en el estadio
comprensión, en ternura, en misericordia y infantil de la ilusión de omnipotencia. Las
paciencia... resistencias que experimentamos frente a este
La enfermedad física y la vejez, en fin, concepto podrían derivarse de la incapacidad de
implican una purificación más, mediante la cual integrar el mal de la muerte, de la que el
aprendemos en carne propia muchas cosas mortificarse es el símbolo. Cada uno tiene sus
importantes que probablemente no podríamos mortificaciones mayormente cargadas de
descubrir sin esta experiencia viva. Esta nos significado: en el alimento, en las comodidades,
enseña a depender de los demás sin en el reposo, en la voluntad de sobresalir, de
avergonzarnos de tener necesidad, nos hace poder o de saber, de tener siempre todo, en los
liberarnos de tantas pretensiones e ilusiones y afectos, etc. Cada penitencia es una manera
tocar con nuestras manos la fragilidad y estrictamente personal -en nuestra pequeña
precariedad de la vida; pero también nos hace medida mortal- de “completar en nuestra carne
gozar del amor y de la amistad de muchas lo que falta a los sufrimientos de Cristo” (Col 1,
personas buenas, de las cosas pequeñas y de los 24), aportándoles la contribución inconfundible
gestos pequeños de cortesía; nos hace de nuestra propia humanidad.
comprensivos con quien sufre, nos hace valorar No porque seamos mejores que los demás.
más, que todo lo que tenemos y somos es algo La nuestra es siempre una humanidad pobre y
recibido y no nos pertenece: por eso es justo que signada por el pecado. Pero tenemos el don de
la revivamos como don, como ofrenda a los no asustarnos por él, de reconocerlo, de
otros, como gesto sacrificial. Y entonces, descubrirnos siempre perdonados y llamados a
mientras se consume el cuerpo, el espíritu nace compartir el perdón, llevados siempre -con
a una vida nueva. nuestra carga de mal- por la bondad de los otros
En la pequeña muerte cotidiana comienza a y llamados, a nuestra vez, a cargar sobre
cumplirse un misterio: la integración- nuestras espaldas el peso del hermano. Y
transfiguración del mal se convierte en un entonces, para ser fieles, a nosotros mismos y a
preludio de resurrección, para uno mismo y para nuestra salvación, aceptamos también nuestro
los demás. Y la redención continúa. sacrificio: es un morir para vivir y hacer vivir
más. Así la redención continúa, mientras el mal
5. La “mortificación” se transfigura.
Plena expresión de esta vida nueva es el ¡El Calvario se hace Tabor!.
coraje de la mortificación. Mortificación es un
término que sabe a viejo y que suena

68

También podría gustarte