Está en la página 1de 7

UNIVERSIDAD CIUDADANA DE NUEVO

LEÓN
PERLA GUILLERMINA SÁNCHEZ CANTÚ
MATRICULA: 42310
AULA:A
TUTORA: SAMANTHA NATALY SERNA REYES
PORTAFOLIO
MARZO 2023 , APODACA N.L.
INTRODUCCIÓN
Aunque el derecho al agua no está reconocido expresamente como un derecho humano independiente en los tratados
internacionales, las normas
internacionales de derechos humanos comprenden obligaciones específicas en relación con el acceso a agua potable. Esas
obligaciones exigen a
los Estados que garanticen a todas las personas el acceso a una cantidad
suficiente de agua potable para el uso personal y doméstico, que comprende el consumo, el saneamiento, el lavado de ropa,
la preparación de
alimentos y la higiene personal y doméstica.
El derecho al agua se ha reconocido también en declaraciones regionales. El Consejo de
Europa ha afirmado que toda persona tiene derecho a
una cantidad suficiente de agua para satisfacer sus necesidades básicas3
.
En 2007, los dirigentes de Asia y el Pacífico convinieron en reconocer que
el derecho de las personas a disponer de agua potable y de servicios básicos de saneamiento es
un derecho humano básico y un aspecto fundamental de la seguridad humana4
. En la Declaración de Abuja, aprobada en
la Primera Cumbre América del Sur-África, en 2006, los Jefes de Estado y
de Gobierno declararon que promoverían el derecho de sus ciudadanos al
acceso al agua potable y a la sanidad dentro de sus respectivas jurisdicciones. Aunque esas
declaraciones no son jurídicamente vinculantes, reflejan
un consenso y una declaración política de intenciones sobre la importancia de reconocer y
hacer realidad el derecho al agua.
En noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales aprobó su Observación general Nº 15 sobre el derecho al agua,
definido como el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre,
aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico5
. Aunque en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales no se
menciona expresamente el derecho al agua, el Comité subrayó
que este derecho forma parte del derecho a un nivel de vida adecuado,
al igual que los derechos a disponer de alimentación, de una vivienda y
de vestido adecuados. El Comité también subrayó que el derecho al agua
está indisolublemente asociado al derecho a la salud y a una vivienda y
una alimentación adecuadas.
Consideraciones y principios generales
El agua es esencial para la vida y todas las personas deben disponer de un abastecimiento
satisfactorio (suficiente, seguro y accesible). La mejora del acceso al agua de consumo
humano puede proporcionar beneficios tangibles para la salud. Se debe hacer el
máximo esfuerzo para lograr que el agua de consumo humano sea tan segura como
sea posible.
El agua de consumo humano segura, como se define en las Guías, no ocasiona
ningún riesgo significativo para la salud cuando se consume a lo largo de toda una
vida, teniendo en cuenta las vulnerabilidades diferentes que se pueden presentar en
distintas etapas de la vida. Los que presentan mayor riesgo de contraer enfermedades
transmitidas por el agua son los lactantes y
los niños pequeños, las personas debilitadas
y los adultos mayores, especialmente
si viven en condiciones antihigiénicas.
Generalmente, los que están en situación
de riesgo de contraer enfermedades
transmitidas por el agua pueden necesitar
tomar medidas adicionales para protegerse
contra la exposición a agentes patógenos
en el agua, tales como hervir el agua que
van a beber
El agua de consumo humano se requiere para todos los usos domésticos
habituales, incluida el agua para beber, para la preparación de alimentos y para la
higiene personal. Las Guías se aplican al agua envasada y al hielo destinado al consumo
humano. No obstante, se puede necesitar agua de mayor calidad para algunos fines
especiales, como la diálisis renal y la limpieza de lentes de contacto, y para determinados
usos farmacéuticos y de producción de alimentos. Las Guías pueden no ser adecuadas
para la protección de la vida acuática o para algunas industrias.
La finalidad de las Guías es apoyar el desarrollo y la ejecución de estrategias de
gestión de riesgos que garanticen la seguridad del abastecimiento de agua por medio
del control de los componentes peligrosos del agua. Estas estrategias pueden incluir
normas nacionales o regionales basadas en la información científica que proporcionan
las Guías. Estas describen los requisitos mínimos razonables que deben cumplir las
prácticas seguras para proteger la salud de los consumidores, y determinan “valores
de referencia” numéricos de los componentes del agua o indicadores de la calidad
del agua. Cuando se definen límites obligatorios (normas), es preferible considerar las
Guías en el contexto de las condiciones locales o nacionales medioambientales, sociales,
económicas y culturales.
CONCLUSIÓN
El Relator Especial sobre el derecho a la salud ha considerado que el agua potable y el
saneamiento son elementos determinantes del
derecho a la salud, en tanto que la Relatora Especial sobre una vivienda
adecuada como elemento integrante del derecho a un nivel de vida adecuado ha analizado
estas cuestiones en el contexto de la disponibilidad de
infraestructura y servicios vinculados con la vivienda
BIBLIOGRAFÍA
file:///C:/Users/dell/Downloads/9789243549958-spa.pdf
https://www.ohchr.org/sites/default/files/Documents/Publications/FactSheet35sp.pdf

También podría gustarte