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EL AGUA

El agua es tan significativa en nuestras vidas, que ha sido declarada un derecho


fundamental para los seres humanos

En 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas


reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento.

Cuando se habla del agua se puede decir que es esencial, vital y una necesidad para la
vida; es un recurso primario, renovable y reciclable, en el que se basa todo desarrollo
social. Si falta el agua, no es posible la vida de ninguna criatura, grande o pequeña,
humana o animal, así como de las plantas.

El agua es uno de los recursos naturales que se encuentra en mayor cantidad en el


planeta tierra. La superficie de nuestro planeta está constituida por tres cuartas partes de
agua, es decir el 71%. De este porcentaje el 96% son océanos y mares, mientras que el
resto denominado “agua dulce”, por no tener concentraciones de sal, existe en el
ambiente como vapor de agua, en los ríos, lagos, en los polos, los glaciares, en la
humedad del suelo y en los mantos acuíferos, e incluso en los seres vivos.

BASE LEGAL

El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las


Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento,
reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la
realización de todos los derechos humanos. La Resolución exhorta a los Estados y
organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a propiciar la
capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular a los
países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y
saneamiento saludable, limpio, accesible y asequible para todos.

Todas las personas deben tener acceso a una cantidad suficiente de agua potable para
prevenir la deshidratación y mantener la salud básica, con especial atención a los más
vulnerables de la sociedad. Si bien los Estados deben dar prioridad a garantizar el
suministro de agua para uso personal y doméstico, también se deben tomar medidas
para garantizar la disponibilidad y la sostenibilidad del agua para la producción de
alimentos, la higiene ambiental, la seguridad de los medios de subsistencia y el disfrute
de las prácticas culturales pertinentes.

PRINCIPIOS

Hay cuatro principios importantes para garantizar la supervivencia y la salud de todos:

El agua debe estar disponible: es decir, en suficiente cantidad para todos los usos
personales y domésticos. La ONU estima que cada persona necesita entre 20 y 50 litros
de agua potable al día.
El agua debe ser accesible: el agua, las instalaciones y los servicios adecuados deben ser
accesibles en los hogares o en las proximidades. El agua, las instalaciones y los
servicios deben tener un coste abordable para todos.

El agua debe ser de calidad: el agua debe ser salubre, potable y no conllevar riesgo
alguno para la salud.

El agua debe ser estable y fiable: el agua salubre debe estar disponible y ser accesible en
cualquier circunstancia (sequía, inundación que contamine el agua, etc.).

El acceso al agua: un derecho vital para todos los niños

El derecho al agua es un derecho vital porque el agua ocupa un lugar fundamental en la


vida cotidiana y en el entorno de todo ser humano, adulto o niño. El derecho al agua
implica el derecho a un agua de calidad en cantidad suficiente y el derecho a unos
medios de saneamiento adecuados para prevenir enfermedades y preservar así la calidad
de los recursos hídricos.

El agua contribuye a preservar la salud y a garantizar el desarrollo de los niños

El agua es esencial en el proceso de crecimiento del niño. Gracias al agua y a los


alimentos, el niño podrá desarrollarse en buenas condiciones de salud.

Las necesidades de agua de los lactantes y de los niños pequeños son proporcionalmente
mucho más elevadas que las de los adultos.

La deshidratación del niño, es decir, una carencia de agua demasiado importante, puede
afectar irreversiblemente a su desarrollo físico y mental.

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