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D O C E N T E : C I N T H YA C E C I L I A R U I Z

E C H E G A R AY

A PA R AT O
R E S P I R AT O R I O
DEFINICIÓN
• Conjunto de órganos que participan en la respiración; incluye
la nariz, la garganta, la laringe, la tráquea, los bronquios y los
pulmones. También se llama vías respiratorias.
E L S I S T E M A R E S P I R AT O R I O E S TA
CONFORMADO POR:
• la tráquea, ambos pulmones con los lóbulos y las vías respiratorias. También se
muestran los ganglios linfáticos y el diafragma. El oxígeno se inhala a los
pulmones y pasa a través de las membranas delgadas de los alvéolos hacia el
torrente sanguíneo
• El aparato respiratorio comienza en la nariz y la boca y continúa a través de las
vías respiratorias y los pulmones. El aire entra en el aparato respiratorio por la
nariz y la boca y desciende a través de la garganta (faringe) para alcanzar el
órgano de fonación (laringe). La entrada de la laringe está cubierta por un
pequeño fragmento de tejido (epiglotis) que se cierra de forma automática
durante la deglución, impidiendo así que el alimento alcance las vías
respiratorias.
• Para mantenerse con vida, el cuerpo necesita producir energía suficiente. Dicha energía se
produce por la combustión de las moléculas de los nutrientes, que se oxidan cuando se
combinan con oxígeno. La oxidación supone la combinación del carbono y el hidrógeno
con el oxígeno para formar dióxido de carbono y agua. El consumo de oxígeno y la
producción de dióxido de carbono es un proceso indispensable para la vida. En
consecuencia, el cuerpo humano necesita un sistema orgánico especializado en la
eliminación del dióxido de carbono de la sangre circulante y la absorción de oxígeno de la
atmósfera, a una velocidad adecuada a las necesidades del organismo e incluso en el
momento de máximo esfuerzo. El aparato respiratorio permite la entrada de oxígeno al
organismo, así como la salida del dióxido de carbono.
FUNCIONES DEL
S I S T E M A R E S P I R AT O R I O
1. VENTILACIÓN PULMONAR
• En este paso se da la inhalación y exhalación, el aire es inhalado a través de las cavidad nasal y
bucal.
• Después ese aire se desplaza a través de la faringe, la laringe y la tráquea para llegar a los
pulmones.
• Cuando el aire es exhalado, fluye en forma inversa por la misma vía. Cambios en el volumen y
la presión del aire en los pulmones desencadenan la ventilación pulmonar.
• Durante la inhalación normal, el diafragma y los músculos intercostales externos se contraen y
se eleva la caja torácica. A medida que el volumen en los pulmones aumenta, la presión del aire
disminuye e ingresa el aire.
• Durante la exhalación normal, los músculos se relajan. Los pulmones se vuelven más
pequeños, la presión del aire aumenta y este se expele.
2. LA RESPIRACIÓN EXTERNA INTERCAMBIA GASES
ENTRE LOS PULMONES Y EL TORRENTE SANGUÍNEO

• Dentro de los pulmones, el oxígeno se intercambia por dióxido de


carbono de desecho a través del proceso denominado respiración
externa.
• Este proceso tiene lugar en cientos de millones de sacos microscópicos
denominados alvéolos.
• El oxígeno del aire inhalado difunde de los alvéolos a los capilares
pulmonares que los rodean.
• Se une a las moléculas de hemoglobina en los glóbulos rojos y es
bombeado por el torrente sanguíneo.
• Mientras tanto, el dióxido de carbono de la sangre desoxigenada difunde
de los capilares a los alvéolos y es eliminado mediante la exhalación.
3. LA RESPIRACIÓN INTERNA INTERCAMBIA
GASES ENTRE EL TORRENTE SANGUÍNEO Y LOS
TEJIDOS DEL CUERPO

• El torrente sanguíneo lleva oxígeno a las células y elimina el dióxido de carbono de desecho a
través de la respiración interna.
• En este proceso, los glóbulos rojos transportan oxígeno absorbido de los pulmones por todo el
cuerpo, a través de la vasculatura.
• Cuando la sangre oxigenada llega a los capilares estrechos, los glóbulos rojos liberan el oxígeno.
• Este difunde por las paredes de los capilares hacia los tejidos del cuerpo. Mientras tanto, el
dióxido de carbono difunde de los tejidos a los glóbulos rojos y el plasma.
• La sangre desoxigenada transporta el dióxido de carbono de regreso a los pulmones para ser
eliminado.
4. EL AIRE QUE HACE VIBRAR LAS CUERDAS
VOCALES CREA SONIDOS

• La fonación es la creación de sonido mediante estructuras que se encuentran en las vías


respiratorias superiores.
• Durante la exhalación, el aire pasa de los pulmones por la laringe. Cuando hablamos,
músculos en la laringe mueven los cartílagos aritenoides.
• Los cartílagos aritenoides juntan las cuerdas vocales, o pliegues vocales. Cuando las
cuerdas se unen, el aire que pasa entre ellas las hace vibrar, lo que crea sonidos.
• Una mayor tensión de las cuerdas vocales crea vibraciones más rápidas y sonidos más
agudos. Con una tensión menor, la vibración es más lenta y el sonido es más grave.
5 . L A O L FA C C I Ó N , U O L FAT O , E S U N A
SENSACIÓN QUÍMICA

• El proceso de la olfacción comienza en las fibras olfatorias que recubren las cavidades
nasales dentro de la nariz.
• A medida que el aire ingresa en las cavidades, algunas sustancias químicas del aire se
unen a receptores del sistema nervioso en los cilios y las activan.
• Este estímulo envía una señal al encéfalo: las neuronas llevan la señal desde las
cavidades nasales a través de orificios en el hueso etmoides, hasta los bulbos olfatorios.
• La señal luego viaja desde los bulbos olfatorios, a lo largo del nervio craneal 1, al área
olfatoria de la corteza cerebral.
COMPONENTES DEL
S I S T E M A R E S P I R AT O R I O
TRÁQUEA

• La tráquea es la vía respiratoria de mayor calibre.


• La tráquea se divide en dos vías respiratorias de menor calibre.
• Los bronquios derecho e izquierdo, que se dirigen hacia ambos
pulmones.
PULMÓN

• Cada pulmón está dividido en secciones llamadas lóbulos: tres en el


pulmón derecho y dos en el izquierdo.
• El pulmón izquierdo es ligeramente más pequeño que el derecho
porque comparte espacio con el corazón, también en el lado
izquierdo del tórax.
• Los bronquios, a su vez, se ramifican múltiples veces en vías respiratorias más finas,
hasta acabar en las más finas de todas (bronquiolos), que tienen un diámetro inferior
a medio milímetro (o un 2/100 de una pulgada).
• Las vías respiratorias se asemejan a un árbol invertido, por lo que esta parte del
aparato respiratorio a menudo se denomina árbol bronquial.
• Las vías respiratorias de gran calibre se mantienen abiertas gracias a un tejido
conjuntivo, semiflexible y fibroso, llamado cartílago.
• Las vías respiratorias de pequeño calibre se sostienen mediante el tejido pulmonar
que las rodea y que está adherido a ellas.
• Las paredes de las vías respiratorias más pequeñas tienen una delgada capa circular
de músculo liso.
• El músculo de las vías respiratorias puede relajarse o contraerse, cambiando de este
modo el calibre de las vías respiratorias.
• Al final de cada bronquiolo hay miles de pequeños sacos de aire (alvéolos).
Conjuntamente, los millones de alvéolos de los pulmones forman una
superficie de más de 100 metros cuadrados (1111 pies cuadrados).
• En el interior de las paredes alveolares se encuentra una densa red de
diminutos vasos sanguíneos denominados capilares.
• La barrera entre el aire y los capilares, extremadamente fina, permite que el
oxígeno pase desde los alvéolos hacia la sangre y que el dióxido de carbono
pase desde la sangre en el interior de los capilares hacia el aire en el interior
de los alvéolos
• La pleura es una fina membrana transparente que recubre los pulmones y
que, además, reviste el interior de la pared torácica. Permite que los
pulmones se muevan suavemente durante la respiración, incluso cuando la
persona está en movimiento.
• Normalmente, entre las dos capas de la pleura solo hay una pequeña
cantidad de líquido lubricante.
• Las dos capas se deslizan suavemente, una sobre otra, cuando los pulmones
cambian de tamaño y de forma.
INTERCAMBIO DE OXÍGENO Y DIÓXIDO DE
CARBONO

• La principal función del aparato respiratorio es inhalar oxígeno y eliminar dióxido de carbono.
• El oxígeno inhalado penetra en los pulmones y alcanza los alvéolos.
• Las capas de células que revisten los alvéolos y los capilares circundantes se disponen ocupando el espesor de una
sola célula y están en contacto estrecho unas con otras.
• Esta barrera entre el aire y la sangre tiene un grosor aproximado de una micra (1/10 000 cm).
• El oxígeno atraviesa rápidamente esta barrera aire–sangre y llega hasta la sangre que circula por los capilares.
Igualmente, el dióxido de carbono pasa de la sangre al interior de los alvéolos, desde donde es exhalado al exterior.
• La sangre oxigenada circula desde los pulmones por las venas pulmonares y, al llegar al lado izquierdo del corazón,
es bombeada hacia el resto del organismo.
• La sangre con déficit de oxígeno y cargada de dióxido de carbono vuelve al lado derecho del corazón a través de
dos grandes venas: la vena cava inferior y la vena cava superior. A continuación, la sangre es impulsada a través de
la arteria pulmonar hacia los pulmones, donde recoge el oxígeno y libera el dióxido de carbono.
• Para mantener la absorción de oxígeno y la emisión de dióxido de carbono, entran y salen
de los pulmones entre 5 y 8 L de aire por minuto, y cada minuto se transfiere alrededor del
30% de cada litro de oxígeno desde los alvéolos hasta la sangre, aun cuando la persona esté
en reposo.
• Al mismo tiempo, un volumen similar de dióxido de carbono pasa de la sangre a los
alvéolos y es exhalado.
• Durante el ejercicio, es posible respirar más de 100 L de aire por minuto y extraer de este
aire 3 L de oxígeno por minuto.
• La velocidad de entrada del oxígeno en el organismo es una medida importante de la
cantidad total de energía consumida por este.
• La inspiración y la espiración se llevan a cabo gracias a los músculos respiratorios.
• Los tres procesos esenciales para la transferencia del oxígeno desde el aire del exterior
a la sangre que fluye por los pulmones son: ventilación, difusión y perfusión.
• La ventilación es el proceso por el cual el aire entra y sale de los pulmones.
• La difusión es el movimiento espontáneo de gases entre los alvéolos y la sangre de los
capilares pulmonares sin intervención de energía alguna o esfuerzo del organismo.
• La perfusión es el proceso por el cual el sistema cardiovascular bombea la sangre a los
pulmones.
• La circulación corporal es un vínculo esencial entre la atmósfera, que contiene oxígeno,
y las células del cuerpo, que lo consumen. Por ejemplo, el aporte de oxígeno a todas las
células musculares del organismo depende no solo de los pulmones sino de la
capacidad de la sangre para transportar oxígeno y de la capacidad de la circulación
para llevar sangre al músculo. Además, una pequeña fracción de la sangre bombeada
desde el corazón penetra en las arterias bronquiales y nutre las vías respiratorias.
CONTROL DE LA RESPIRACIÓN

• El centro respiratorio, situado en la parte inferior del cerebro, controla de forma involuntaria la respiración,
que, en general, es automática.
• La respiración continúa durante el sueño e incluso cuando se está inconsciente. Una persona también puede
controlar la respiración según la necesidad, por ejemplo durante el habla, al cantar o conteniéndola de forma
voluntaria.
• El cerebro, la arteria aorta y las arterias carótidas cuentan con unos pequeños órganos sensoriales que analizan
la sangre y detectan los niveles de oxígeno y dióxido de carbono. Normalmente, una elevada concentración de
dióxido de carbono es el estímulo más potente para respirar de manera más profunda y con mayor frecuencia.
• Por el contrario, cuando la concentración de dióxido de carbono es baja, el cerebro disminuye la frecuencia y
la profundidad de la respiración. La frecuencia respiratoria del adulto durante el reposo es de unas 15
inspiraciones (inhalaciones) y espiraciones (exhalaciones) por minuto.
M Ú S C U L O S R E S P I R AT O R I O S
• Los pulmones no poseen músculos esqueléticos propios. El trabajo de la respiración lo realiza principalmente el diafragma y, en
menor medida, los músculos intercostales, cervicales y abdominales.
• El diafragma, un músculo laminar en forma de cúpula que separa la cavidad torácica del abdomen, es el músculo más importante
para la inhalación o inspiración. El diafragma se adhiere a la base del esternón, el borde inferior de la caja torácica y la columna
vertebral. A medida que el diafragma se contrae, aumenta la longitud y el diámetro de la cavidad torácica de manera que los
pulmones se expanden. Los músculos intercostales participan en la respiración ayudando a movilizar la caja torácica.
• El proceso de exhalación o espiración es habitualmente pasivo cuando no se están realizando esfuerzos. La elasticidad de los
pulmones y de la pared de la caja torácica, que se abre enérgicamente durante la inspiración, les permite recuperar su posición de
reposo y expulsar el aire de los pulmones cuando los músculos respiratorios se relajan. Por lo tanto, cuando una persona está en
reposo, no se requiere ningún esfuerzo para espirar. Durante el ejercicio intenso, sin embargo, ciertos músculos participan en la
espiración. Los músculos abdominales son los más importantes en esa situación. Estos músculos se contraen, elevan la presión
abdominal y empujan el diafragma relajado contra los pulmones, con lo que el aire es expulsado.
• Los músculos utilizados en la respiración pueden contraerse solo si los nervios que los conectan con el cerebro están intactos. En
algunas lesiones del cuello o de la espalda, la médula espinal se puede seccionar, rompiéndose así la conexión del sistema
nervioso entre el cerebro y los músculos, de modo que la persona afectada puede morir si no recibe ventilación artificial.
FUNCIÓN QUE
DESEMPEÑA EL
DIAFRAGMA EN LA
RESPIRACIÓN

• Cuando el diafragma se contrae y se desplaza hacia abajo, la


cavidad torácica se agranda, reduciendo la presión en el
interior de los pulmones. Para igualar la presión, entra aire en
su interior.

• Cuando el diafragma se relaja y retorna a su posición, la


elasticidad de los pulmones y de la pared torácica empuja el
aire hacia fuera de los pulmones.
MECANISMOS DE DEFENSA DEL
SISTEMA RESPIRATORIO
• Como promedio, una persona que realiza una actividad moderada durante el día
respira alrededor de 20 000 L de aire cada 24 horas. Inevitablemente, este aire
contiene partículas y gases potencialmente nocivos.
• Las partículas, como el polvo, el hollín, el moho, los hongos, las bacterias y los
virus se depositan en las vías respiratorias y en las superficies alveolares.
Afortunadamente, el aparato respiratorio tiene mecanismos de defensa para
limpiarse y protegerse por sí mismo.
• Solo las partículas extremadamente pequeñas, con un diámetro inferior a 3-5
micras, penetran profundamente en el pulmón
• Los cilios, unas minúsculas proyecciones musculares parecidas a los cabellos que
sobresalen de las células que recubren las vías respiratorias, son uno de los
mecanismos de defensa del aparato respiratorio.
• Los cilios propulsan una capa líquida de mucosidad que recubre las vías respiratorias.
• La capa de mucosidad atrapa microorganismos patógenos (microorganismos
potencialmente infecciosos) y otras partículas, impidiendo que lleguen a los pulmones.
• Los cilios se agitan más de mil veces por minuto y desplazan hacia arriba la mucosidad
que recubre la tráquea a una velocidad aproximada de 0,5 a 1 cm por minuto.
• Los microorganismos patógenos y las partículas que quedan atrapados en esta capa de
mucosidad son expulsados al toser o arrastrados hasta la boca y deglutidos.
• Los macrófagos alveolares, un tipo de leucocitos (glóbulos blancos) situados en
la superficie de los alvéolos, constituyen otro mecanismo de defensa pulmonar.
Para realizar el intercambio gaseoso, los alvéolos no están protegidos por moco ni
cilios, ya que su grosor haría más lento el trasiego de oxígeno y dióxido de
carbono.
• En lugar de ello, los macrófagos alveolares buscan las partículas depositadas, se
adhieren a ellas, las ingieren, las matan si están vivas y las digieren.
• Cuando los pulmones están expuestos a graves amenazas, pueden incorporarse
desde la circulación glóbulos blancos adicionales, especialmente neutrófilos, para
contribuir a ingerir y eliminar los agentes patógenos. Por ejemplo, cuando una
persona inhala una gran cantidad de polvo o se está defendiendo de una
infección respiratoria, se producen más macrófagos y se reclutan más neutrófilos

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