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Escritura de

crónicas Proyecto 4
Español 3°
Profesora Beatris Rodríguez Torres
Escritura de
crónicas

Ámbito de
literatura
Trayecto de aprendizaje
☺Escribe crónicas sobre sucesos locales o regionales
☺Escritura y recreación de narraciones
Tabla de actividades Etapa 3
 Recursos expresivos
usados en las crónicas
Etapa 1  Lectura de textos y
actividades
 La crónica
 Las características de las crónicas
Etapa 4
 Planificar la escritura de la
crónica
Etapa 2  Para muestra un ejemplo
 Proyecto 4
 Lectura de textos
 Actividades
—Introducción

En los ámbitos literarios y periodísticos se narran


sucesos mediante la crónica. Los cronistas y
Book periodistas exponen los datos principales que
ubican y caracterizan un acontecimiento ya vivido.
Title Un cronista relata cronológicamente los pormenores
de un acontecimiento.
Etapa 1
La crónica
Una crónica es la narración de un suceso ocurrido en un tiempo
determinado. Este género se aproxima mucho a la literatura, antes
de que se considerara un género periodístico estuvo dentro de los
géneros literarios, se usaba para narrar sucesos históricos siguiendo
un orden de tiempo.
La crónica es «una información interpretativa y valorativa de hechos
noticiosos»
La palabra crónica se deriva de «cronos» que en griego significa
tiempo. Por eso cuenta un acontecimiento de interés general de
acuerdo a cómo sucedió en un periodo de tiempo aunque el manejo
del tiempo no es lineal necesariamente
Características de la crónica

● El tiempo es definitivo para el ritmo y la credibilidad de la historia.


● Además de narrar la noticia, el cronista emite un juicio y una valoración sobre los
hechos acontecidos.
● Tiene un estilo personal con elementos valorativos.
● Se utiliza una forma narrativa para contar los sucesos y destacar su importancia.
● Se utilizan descripciones para ambientar al lector.
● Cuenta un acontecimiento de interés colectivo
● Énfasis en el cómo sucedieron las cosas
● Usa un lenguaje sencillo y claro
● Es una interpretación subjetiva de los hechos ocurridos contados desde el lugar en el
que se producen y con una implicación clara de su cronología
Función de las Clasificación de las
crónicas crónicas
Informativa narración cronológica
puntual sin juicio de valor
Opinativa informa y comenta al mismo
Sirve como fuente de consulta para los
tiempo
historiadores
Interpretativa estilo más literario con
Deja constancia de un suceso
emisión de juicios de valor.
acontecido.
Relata cómo sucedieron las cosas y da Por contenido
una interpretación valorativa de las
mismas Parlamentaria Noticiosa
Nota roja Deportiva
Local Cultural
Literaria
Uso de la primera y tercera Tercera persona del
persona en la crónica singular u plural

Primera persona del


singular y plural
Yo digo Ella se quedó sentada
Yo vi Él se escondió
Yo pienso El edificio fue construido

Nosotros salimos Ellos buscaron la salida


Nosotros vimos Las torres son de estilo
Cuerpo del texto
Partes de la
crónica Se relata el inicio, desarrollo y final.
Se detalla cuándo, dónde y por qué
ocurrió
Título Quiénes estuvieron involucrados
Frases cortas sobre el suceso que Señala consecuencias
trata la crónica
Párrafos de cierre o
Ejemplo: Un día de muertos
remate
Párrafos de inicio
Se refuerza lo planteado en los
Se le llama párrafos “cabeza” párrafos iniciales
Se da a conocer lo sucedido Tiene información u opiniones sobre
Los involucrados el valor, interés o consecuencias
Cuándo y dónde ocurrió
Descripción breve de lo ocurrido
Etapa 2
PROMULGACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN
Texto 1
Ciudad de México, 5 de febrero de 1917.- Como en los grandes días de la patria, la ciudad amaneció de
gala. Las principales avenidas de la Avenida Madero estaban profusamente adornadas y por doquier
ondeaba airoso y flamante el altivo pabellón tricolor.
El Palacio Nacional, al igual que los demás edificios públicos, estaba adornado con cortinajes
tricolores, y en todo el trayecto del Palacio Nacional al Panteón de San Fernando, fueron colocados
gallardetes que ondeaban en los postes.
Desde las primeras horas de la mañana, una inmensa multitud invadía ya las principales calles y
avenidas de la capital, en espera del paso de la comitiva oficial que, encabezada por las autoridades de
la metrópoli, deberían presidir la ceremonia oficial de la colocación del bando,
Conforme a las instrucciones libradas oportunamente por la Comandancia Militar, la columna militar
que se nombró para desfilar en la ceremonia desde las 8 de la mañana se encontraba tendida en línea
desplegada por las calles del Reloj, apoyando su vanguardia en la esquina del Seminario y el Palacio
Nacional.
Pocos minutos antes de las diez de la mañana, el agudo toque de atención dado por el clarín de órdenes
del general en jefe, seguido del bando, anunció la salida de los funcionarios que debían presidirlo, y
poco después, los señores generales Benjamín Hill, comandante militar de la plaza, y César López de
Lara, acompañados de sus ayudantes, ocuparon el primer carruaje. Igualmente, en el mismo, tomaron
asiento los señores licenciado Juan Manuel A. del Castillo, secretario general de gobierno, y el coronel
Peralta, jefe del estado mayor del general Hill.
En los demás carruajes, tomaron asiento los señores coronel Pedro Chapa, Manuel Mariscal, oficial mayor del
gobierno del Distrito, licenciado Francisco Cantú Lara, presidente de la Comisión Organizadora de los Festejos, y
otros funcionarios.
Puesta en marcha la comitiva, se inició el desfile, tomándose el itinerario siguiente: Plaza de la Constitución, Avenida
Madero, Avenida Juárez, Calle Rosales, Tacuba, Santa Teresa y Seminario, hasta llegar al Palacio Nacional.
Cuando la sección de vanguardia llegó a la esquina de la Avenida Madero, se mandó hacer alto. En ese momento, el
señor licenciado Álvarez del Castillo, secretario de gobierno, poniéndose de pie en el carruaje, leyó el decreto
siguiente:
El señor general César López de Lara, gobernador del Distrito Federal, a sus habitantes hago saber:
Que el licenciado Manuel Aguirre Berlanga, subsecretario encargado del despacho de Gobernación, dice en oficio de
esta fecha a este gobierno a mi cargo:
El C. Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de la Nación, con esta fecha, se ha
servido dirigirme el siguiente decreto:
“VENUSTIANO CARRANZA, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder
Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos, hago saber: que el Congreso Constituyente reunido en la
ciudad de Querétaro el primero de diciembre de 1916, en virtud del decreto de convocatoria del 19 de
septiembre del mismo año, expedido por la Primera Jefatura, ha tenido a bien expedir la
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, que reforma la del 5 de febrero
de 1857.
Por lo tanto, mando se imprima, circule y publique por Bando Solemne y pregón en toda la República,
para su debido cumplimiento.
Dado en el Palacio Nacional de la ciudad de Querétaro, el 5 de febrero de 1917.- Venustiano Carranza.
Rúbrica”.
Inmediatamente después que el señor secretario hubo terminado, se fijó por el señor gobernador el primer decreto, en
el que se da a conocer a los habitantes del Distrito Federal la nueva Constitución Política. En esos momentos, las
bandas entonaron la marcha de honor y las campanas de la Catedral fueron echadas a vuelo, en tanto que las tropas
presentaban armas y las músicas militares tocaban nuestro Himno Nacional, que fue entonado con gran fervor por
todos los presentes.
Puesta nuevamente en marcha la columna, siguió por las calles anteriormente descritas, fijándose en las esquinas y en
las puertas de los principales edificios públicos los ejemplares del histórico decreto.
Fue una manifestación monstruosa la que se efectuó esta tarde en la capital, para conmemorar la promulgación de la
nueva Carta Magna y patentizar la gratitud del pueblo mexicano por la patriótica participación que tomó el Congreso
Constituyente de Querétaro para darle las libertades a que ahora se hace acreedor.
Una navidad accidentada Texto 2
Era noche de navidad y la mesa estaba reluciente: mi mamá se encargaba de desempolvar los posa platos de acero
inoxidable que sólo usaba en ocasiones especiales. Por más que fuéramos las quince personas de siempre, delante de
cada asiento, ella colocaba un papel impreso en computadora con nuestros nombres para que respetáramos nuestros
lugares. Los centros de mesa eran estrellas federales plásticas o esferas de vidrio colmadas de hielos y cerezas frescas.
No éramos una familia tradicional de clase media argentina muy numerosa. Pero mientras no lloviera, en el parque de
la casa de Castelar, armaban dos mesas largas. A falta de la segunda, mi papá improvisaba una: sacaba la puerta de
madera de uno de los cuartos para que, como un verdadero milagro navideño y gracias a dos caballetes, se convirtiera
en mesa.
Esa noche en especial, la de mi recuerdo de niña de 13 años, estábamos en el medio del parque, comiendo ensalada
rusa, panqueques fríos en forma de torre, Vitel Toné y la clásica pavita con pasas que preparaba mi tía. Mis tres primos,
mi hermano y yo tomábamos Coca Cola,  los grandes, vino. Mica, la perra Fox Terrier mediana, daba vueltas
alrededor. Seguramente yo estaba feliz, viviendo esa felicidad plena e inocente que traían esas fechas.
Nunca fui una fanática de los fuegos artificiales: a mis 6 años, un primo lejano, que sólo veía para año nuevo, haciendo
formas en el aire con una estrellita que parecía su varita mágica, me quemó una axila. El ardor aún queda como una
memoria en mi cuerpo. Se escucharon gritos y una señora que estaba en la fiesta, pero que no era mi abuela -aunque
tenía la edad de serlo- sacó un spray de su cartera, me lo echó en la herida y como si se tratara de un truco de magia,
me curó al instante. Lo juro.
Esta noche (la de la felicidad pura, la de la puerta como mesa) ya habíamos terminado de cenar. Estábamos en ese
preciso momento efímero y a la vez eterno, que suele ser entre el fin de la cena y las doce: esa hora en que el cielo
se llena de luces de colores, un hombre con una barba blanca extraña reparte regalos y las tías lloran.
Para aminorar la espera, mi papá, tampoco amante de la pirotecnia, pero que una torta de mil tiros o dos cañitas
voladoras siempre compraba, no hizo la excepción y  armó el dispositivo en el fondo de casa, delante de la mesa.
Mi hermano, mis primos, mis abuelos, mis abuelas, mis tíos, mis tías, mi mamá, mi papá, mirábamos para arriba el
ritual luminoso previo a las doce. La perra ya estaba escondida en el baño. Los destellos de colores escupían el
cielo, brillaban cerca de las estrellas. Todo era luz, hasta que se volvió negro. El show terminó demasiado rápido o
mejor dicho recién comenzaba. Los tiros ya no se dirigían al cielo, sino que se revelaban y venían directamente
hacia nuestros cuerpos.
Nunca había estado en una situación bélica, hasta ahora: los tiros explotaban justo detrás de nuestros pies. Con mis
primos, corrimos lo más rápido que pudimos hacia la casa, esquivando el castaño del parque y la mesa.
Imaginé que así se debía sentir estar en un bombardeo. Hecho que mi bisabuelo si vivió en la segunda guerra. A
nosotros nos tocó correr en el fondo de casa, desesperados, tratando de salvar nuestras vidas. Todos, salvo mi abuelo
Víctor. El, sentado frente al tablón, jamás se levantó y eso que uno de los tiros le pegó en su panza redonda. Su
firmeza y redondez estomacal hicieron que ese tiro rebotara y fuera a parar a la puerta hecha mesa.
Afortunadamente, el incidente sólo dejó dos secuelas: un agujero (del tamaño de un plato hondo) en la puerta-mesa
y una historia que en las cenas de Navidad alguien recuerda.
El día que el futbol hizo que temblara en la CDMX
Texto 3

Las calles y los restaurantes vacíos en las calles cercanas al Zócalo de la Ciudad de México podían engañar a
cualquiera y hacerle creer que los chilangos prefirieron quedarse en casa a ver el primer partido de la selección en el
Mundial de Rusia 2018 a desmañanarse y acudir a la plancha del primer cuadro, pero el Cielito Lindo y El Rey que
sonaban al llegar a la explanada rompió con la ilusión. Eran apenas las 9:30 de la mañana cuando cientos de familias
abarrotaron el Zócalo de la Ciudad de México para ver la transmisión del primer partido de México en las pantallas
puestas por el gobierno de la Ciudad de México. Previo al encuentro, un mariachi amenizaba la mañana que sabía a
tarde no sólo por el ambiente festivo, sino porque el sol cada vez más quemaba la piel.
Cual estrella de pop que sale al escenario por primera vez, fue como los asistentes recibieron a los jugadores de la
selección mexicana cuando hicieron su aparición sobre la cancha del estadio Luzhniki; los abucheos recibieron a los
alemanes.
Pasaron los minutos y de vez en cuando, cuando los seleccionados se acercaban a territorio alemán, se escuchaba a
lo lejos las órdenes que le darían a los seleccionados si fueran Juan Carlos Osorio: “¡bájala!, ¡pásala!, ¡quiébrala!”
Así fue hasta que en el minuto 35, con un gol de Hirving Lozano, un grito ensordecedor inundó el Zócalo. Matracas
y aplaudidores no dejaban de sonar, mientras que uno que otro desgarraba su garganta para grita “a huevo”.
Le siguieron los 48 minutos más agobiantes que los mexicanos han vivido en los últimos días. En cualquier momento
los alemanes podrían arrebatar el triunfo histórico de la selección mexicana y como si los jugadores escucharán sus
órdenes, los aficionados no dejaban de gritar órdenes o festejar jugadas.
Otros más, reclamaban a Osorio los cambios. No podían creer que el héroe del partido sería reemplazado y que Rafael
Márquez sí tendría su oportunidad de jugar un partido en su quinto Mundial. Pero no fue sino hasta los últimos diez
minutos del partido inaugural de México que el ambiente se volvió tenso. Lo único que todos esperaban era detener el
reloj y darle el triunfo a la selección. A cada atajada del contrincante, un suspiro le daba suspenso al momento. A los
tres minutos y cinco segundos del tiempo extra comenzaron los rechiflidos. México ya tenía el triunfo en sus manos y
no querían que un descuido en el reloj se lo arrebatara. Cuando se pitó el final, los chilangos que sí madrugaron y
soportaron el sol durante dos horas, no cabían de alegría. Gritaron, se abrazaron, lloraron y brincaron hasta ocasionar
un sismo en la CdMx. México le había ganado al campeón mundial. Vámonos al Ángel Como si se tratara de un
peregrinaje que se encuentra en nuestro ADN, los chilangos sabemos que si tenemos algo que festejar, debe ser a los
pies de la Victoria Alada que está en Paseo de Reforma y así fue en esta ocasión.
Grupos de familia y amigos caminaron los cinco kilómetros que separan el primer cuadro de la ciudad y el Ángel de
la Independencia para celebrar el triunfo inesperado de la selección. Entre ciclistas y familias que paseaban a sus
perros, las porras ponían al ambiente a la caminata: “Y dónde están, dónde están, los alemanes que nos iban a ganar”,
cantaban.
A una cuadra del Ángel el ambiente ya era como si México hubiera ganado la Copa del Mundo. Banderas ondeando,
una marea verde gracias a la playera de México, espuma blanca, matracas, tambores, cornetas y claxons le daban
alegría a la caminata por Paseo de la Reforma. Mientras que para saciar el calor, una buena cerveza o hasta el tequila
se dejó ver en más de una ocasión. Todo sea por la selección. Así es como pasaron miles de personas el Día del
Padre. Con un triunfo que se veía imposible, con festejos dignos de un finalista y familias reunidas alrededor del
futbol.
 
Actividad 1
1. Lee los textos “Promulgación de la Constitución”, “Una historia navideña” y “El día que el futbol hizo que temblara en CDMX”
2. De acuerdo con la definición de crónica ¿Por qué consideran que los textos que acaban de leer son crónicas?
“Promulgación de la Constitución”:
“Una historia navideña”:
“El día que el futbol hizo que temblara en CDMX”:
3. ¿Qué tipo de crónicas son las que leyeron, según el contenido y el tema que se da a conocer en éstas?
4. ¿A qué tipo de público está dirigido?
5. ¿Quién puede tener interés en lo que se narra?
6. ¿Qué tipo de lenguaje se utiliza en cada texto (formal o informal) y con qué objetivo se emplea?
7. ¿Qué sentimiento se transmite mediante cada texto (alegría, tristeza, indignación, felicidad, enojo, etc.)?
8. ¿Cuál descripción les gustó más y por qué?
9. ¿Cuál consideran que es la función de las descripciones?
10. Localicen las partes de la crónica en el texto: “El día que el futbol hizo que temblara en CDMX”.
11. ¿Qué se menciona en el párrafo final de las crónicas 1, 2 y 3; y que función tiene?
12. ¿Cuál es el tiempo verbal que se utiliza?
13. ¿Qué voz enunciativa (primera o tercera persona) se usa en la crónica 2 y por qué se emplea?
14. ¿Qué utilidad social, histórica o cultural tienen las crónicas que acabas de leer?
Etapa 3
Recursos expresivos usados en las crónica
1. Mención y descripción de acciones: son los verbos usados para referirse a las acciones, es
decir, el tiempo en el que ocurren. (ver cuadro)
2. Mención y descripción de personajes, lugares y hechos: son referidos mediante sustantivos,
pronombres y sinónimos.
Ejemplo: Los asistentes recibieron a los jugadores de la selección mexicana cuando ellos
aparecieron en la cancha recibieron aplauzos, los seleccionados se sintieron eufóricos y
seguros.
3. Adjetivos y frases sustantivas o aposiciones: Las aposiciones van después del sustantivo
principal y se refiere a la misma persona.
Ejemplo: Francisco Villa, el Centauro del Norte, fue un caudillo revolucionario.
4. Los advervios o complementos circunstanciales: permiten contextualizar las acciones. (ver
cuadro)
Ejemplo: ocuparon su lugar en la sala
Recursos expresivos usados en las crónicas
Mención y descripción de acciones
Forma verbal Características Ejemplos

Indica que la acción referida ya ocurrió y que Anunció la salida de los


Pasado simple del
además fue puntual, es decir que se llevó a cabo en funcionarios.
indicativo
una ocasión y no de manera reiterada Ocuparon el primer carruaje.

Indica que la acción nombrada o referida se Las tropas presentaban armas.


Copretérito o pretérito realizaba en el pasado de manera reiterada. Las Las músicas militares tocaban
imperfecto formas verbales en copretérito terminan en – aba, - nuestro Himno Nacional.
ía, - aban, - ían

Hago saber: que la pasada


Se refiere a acciones que ocurrieron en el pasado,
Presente histórico administración.
pero mediante el uso de verbos en presente

Acción que se realiza en el momento Leo estos apuntes


Presente simple y
Acción que se lleva a cabo reiteradamente, se usa Existía y existe ahora
presente habitual
el presente y el pasado
Recursos expresivos usados en las crónicas

Los advervios o complementos circunstanciales


Complemento
Pregunta para reconocerlo Ejemplos
circunstancial

Lugar ¿Dónde + verbo o expresión verbal? Los chilangos prefirieron quedarse en casa

Tiempo ¿Cuándo + verbo o expresión verbal? Estábamos en ese momento inacabable

¿Cómo + verbo o expresión verbal?


Modo Todos corrimos desesperados

¿Cuándo + verbo o expresión verbal?


Cantidad Fue condenado a pagar 50 escudos
Recursos expresivos usados en las crónicas

Los advervios o complementos circunstanciales


Complemento
Pregunta para reconocerlo Ejemplos
circunstancial
Materia o
¿Con qué + verbo o expresión verbal? Los colchones estaban hechos de lana
instrumento

Fue a inspeccionar las casas para comprobar su


Finalidad ¿Para qué + verbo o expresión verbal?
higiene

¿Por qué + verbo o expresión verbal? La enfermedad es transmitida al hombre por las
Causa
pulgas

¿Con quién + verbo o expresión


Compañía verbal? El delincuente fue detenido junto con sus cómplices
Recursos expresivos usados en las crónicas

Los advervios o complementos circunstanciales


Complemento
Pregunta para reconocerlo Ejemplos
circunstancial

Lugar ¿Dónde + verbo o expresión verbal? Los chilangos prefirieron quedarse en casa

Tiempo ¿Cuándo + verbo o expresión verbal? Estábamos en ese momento inacabable

¿Cómo + verbo o expresión verbal?


Modo Todos corrimos desesperados

¿Cuándo + verbo o expresión verbal?


Cantidad Fue condenado a pagar 50 escudos
Tipos de oraciones
Tipos de oraciones

Compuestas Complejas
Simples (dos o más oraciones (una oración subordinada
unidas por enlaces) depende de otra que es la
principal)

Sujeto + verbo +
Sujeto + complemento + enlace+ Sujeto [que + una
complemento sujeto + verbo + oración subordinada con
Juan come una complemento un verbo y
manzana Juan come una manzana complemento] + verbo +
cuidadosamente y María lo complemento.
mira sonriente La madre que sostenía
amorosamente a su bebé,
Cada oración es una vestía de manera humilde
oración coordinada
La calle maldita
Héctor Mauleón
1 de septiembre de 2015
En la ciudad de México hubo una calle sin nombre. Era la calle más nueva de la metrópoli. Había surgido de golpe
en 1861, cuando la Reforma suprimió las corporaciones religiosas y los muros de los conventos fueron deshechos a
golpes de marro.
Un día los vecinos de la capital descubrieron que en donde antes se hallaba el claustro de La Profesa iba surgiendo
el trazo de una avenida. Esa avenida estaba cubierta de piedras y escombros, y en ella aún relucían las astillas
doradas de los retablos coloniales que habían sido destruidos. Una crónica del momento indica que la nueva calle
fue vista con repugnancia. Nadie se atrevía a cruzarla. La gente se negaba a pisar un suelo al que habían santificado
“las virtudes de sus antiguos moradores”.

Aunque se trataba de una calle céntrica, tardó mucho tiempo en poblarse: los lotes eran ofrecidos a precios
irrisorios, pero nadie se decidía a adquirirlos. Edificar ahí, según la conseja, podría acarrear graves y muy serios
maleficios. La calle permaneció sin nombre, sin alumbrado, en ruinas, convertida en un rincón irregular en el que se
acumulaban las inmundicias, y en donde se perpetraban, por la noche, toda clase de delitos.
El 5 de mayo de 1862 ocurrió la derrota inolvidable de los franceses en la ciudad de Puebla. El Ayuntamiento del
Distrito Federal acordó conmemorar el hecho y mandó colocar en aquella calle abandonada una placa que decía:
“Calle del Cinco de Mayo”.
Qué giros tan extraños dan las cosas. La calle despreciada en 1861 fue vista con orgullo a partir de 1862. Mucha
gente lloró de indignación cuando, al ocupar los franceses la ciudad de México un año más tarde, un grupo de
zuavos balaceó el letrero que recordaba a los invasores el descalabro que habían sufrido en Puebla.
La placa fue puesta nuevamente en su sitio cuando el gobierno liberal quedó restablecido. El 5 de mayo de 1868
se conmemoró en esa calle —por primera vez— el triunfo de las armas mexicanas, y a partir de entonces las
autoridades procuraron embellecerla. A principios del siglo XX Porfirio Díaz hizo demoler el antiguo Teatro
Nacional para extender Cinco de Mayo del Zócalo a la Alameda. El viejo callejón de Mecateros de la época
colonial, un pasadizo sucio y maloliente que desembocaba en el claustro de La Profesa, fue convertido en un
boulevard rutilante: de un lado, las torres de la Catedral; del otro, los crepúsculos de la Alameda; y en medio, una
batería de edificios suntuosos, ocupados por bares, restaurantes, tiendas de ropa y librerías.
En Cinco de Mayo abrió, en 1909, la sala de cine que introdujo en México la “permanencia voluntaria”: el
Cinematógrafo-Cine Club, fundado por Jorge Alcalde. Ahí se levantó también uno de los primeros rascacielos que
hubo en la ciudad: el edificio de La Palestina, cuyos cinco pisos de altura despertaban el ingenuo asombro de los
caminantes.
En esa calle funciona desde 1874 la tienda que posee el letrero publicitario más antiguo de la capital, la Dulcería
Celaya, en cuyos escaparates, escribió Salvador Novo, existe un México más propio que el que quieren
imponernos las fuentes de sodas. Ahí radica hasta la actualidad, con sus reservados de terciopelo rojo y su barra
imponente de caoba, el bar La Ópera, que es hoy el más antiguo de la ciudad. Desde ahí nos deslumbran a diario
el edificio del Banco de México, joya arquitectónica de 1926; la Casa de las Ajaracas, con su fachada geométrica
de influencia mudéjar, y dos de los cafés más viejos del centro: La Blanca y El Popular.
La piqueta de la Reforma destruyó lo único para imponer, según la fórmula consabida, lo que es posible hallar en
cualquier parte. Derrumbó el insólito convento de Santo Domingo y nos entregó a cambio una calle inútil: Leandro
Valle. Debemos agradecer a la Reforma, sin embargo, la existencia de esta calle, viva y joven: una niña porfiriana.
 
Actividad 2
1. Clasifica las palabras escritas en rojo azul y morado de acuerdo a si son verbos, adjetivos y
complementos adverbiales. Elabora una lista
2. Clasifica los complementos marcados con azul, los subrayados con verde y gris (Tipos).
3. Lee el texto de la calle maldita nuevamente y anota lo que se pide
Título de la crónica
Formas verbales que predominan en el texto (presente, pasado y copretérito)
Tres adjetivos para describir lugares, personas o hechos
Un pronombre, sinónimo u otra expresión utilizada para referirse a algún personaje o hecho
Dos complementos circunstanciales que permitan contextualizar las acciones
Tres marcadores temporales
Etapa 4
Proyecto 4:Redactar una crónica
1. Escribe una crónica sobre un suceso local
2. Título
3. Subtítulo
La crón
4. Párrafos de inicio: qué se va a describir o narrar ica
5. Cuerpo del texto: Cómo inicia, cómo continúa y como termina el
texto. De que manera experimentan cada momento los involucrados
en el hecho que se relata en la crónica.
6. Párrafos de cierre o remate: Importancia, implicaciones,
consecuencias y resultados del suceso.
7. Voz enunciativa: en primera persona y en tercera persona
8. Fotografías o ilustraciones
Para muestra un ejemplo:
Crónica

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