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Corrientes Políticas
Corrientes Políticas
POLÍTICAS
ABG. CLARA DANIELA ROMERO ROMERO MG.
BIBLIOGRAFÍA
• Las diferentes corrientes políticas tienen principios, valores, ética, visión de economía,
aspectos laborales, educación, entre otras.
EL LIBERALISMO
Parte del movimiento obrero se diferencia de la opción marxista y permanece más apegado
a las prácticas cooperativistas, mutualistas y sindicalistas. A partir de estallido de la primera
guerra mundial, se produce un debate en su interior. Un sector de éste rompe con el grupo
más internacionalista, y acepta que los trabajadores de cada país luchen en la guerra a favor
de sus gobiernos racionales, e indirectamente, de sus respectivas burguesías. Propenden una
vía no revolucionaria al socialismo. A éste se llegaría –sostenían- implementando
progresivas reformas en el sistema capitalista, que por sus tendencias espontáneas a la
concentración y centralización económicas, llevaría a traspasar áreas de actividad de la
esfera privada a la del Estado.
• En este nuevo esquema reformista-socialdemócrata, la función de los sindicatos es
central, dado que por un lado contienen la combatividad de los trabajadores, pero por otro
defienden sus reivindicaciones salariales y jurídicas frente a la clase dominante.
• El modelo es exitoso desde la segunda posguerra hasta fines de la década de 1960. La
clase obrera transforma su demanda política, por demanda de bienes de consumo. Se
expande el fordismo y el consumismo en los países capitalistas centrales.
La expansión masiva y generalizada del sistema de educación pública, y la implantación de
la educación técnica integrada al crecimiento industrial son una conquista efectiva de esta
corriente política.
• En los países periféricos, en cambio, la política Keynesiana reformista, no es
socialdemócrata, sino populista. Estos países, a diferencia de los centrales, no cuentan con
clase obrera y burguesía industrial suficientemente organizadas, en las que se pueda apoyar
el pacto keynesiano. Entonces el Estado tiene mayor protagonismo, y al mismo tiempo que
aplica políticas reformistas, construye “desde arriba” sus propias bases sociales. Esta
versión se emparenta con el nacionalismo periférico, y en Argentina, con el peronismo.
NACIONALISMO
Es el fenómeno político argentino más importante del siglo XX, cuyos efectos aún
perduran. Surge a partir de un proceso de industrialización incipiente, en condiciones de
aguda explotación de la clase trabajadora, en un contexto internacional (fin de la segunda
guerra mundial) particularmente propicio para la economía argentina. A partir de la
intervención del ejército, el entonces Coronel Juan Domingo Perón accede a la subsecretaría
de Trabajo y Previsión, y desde allí teje un entramado de relaciones de nuevo tipo con el
movimiento obrero, que a partir de 1945 se transforma en protagonista de masas excluyente
de la historia argentina.
• En lo socioeconómico, el peronismo originario (1945/1955) es una aplicación populista
del modelo Keynesiano, con un fuerte protagonismo estatal, redistributivo, nacionalista, y
por momentos, antiimperialista.
• El factor político ideológico es un aglutinante fundamental en el peronismo. El carisma
del líder, los beneficios materiales concretos para los sectores populares, el crecimiento
sin precedentes de la industria local, lo transforman en componentes centrales de la
identidad política de los sectores populares.
• Su creación institucional más importante es la Constitución Nacional de 1949, que
además de consagrar los derechos sociales, establece la función social de la propiedad, la
nacionalización de los recursos naturales, y el rol directriz del Estado en la Economía.
• La educación peronista originaria (1945/1955) permitió la incorporación masiva de la
población al sistema de educación pública, e institucionalizó un subsistema de educación
técnica a la medida de las necesidades de los obreros y de la industria.
La nota distintiva del peronismo es la construcción populista: la articulación un discurso
sintético/ antagónico, que al marcar la existencia de otro (la antipatria, la oligarquía, etc.)
permite condensar la identidad de un nosotros (el pueblo –peronista-) que se le enfrenta. El
discurso populista, al alimentar el antagonismo pueblo- antipueblo, construye la identidad
popular, bajo el signo peronista, que aún perdura.
En vida de su líder, el peronismo se reconocía como un “movimiento” en el que convergían
distintas corrientes: militares, miembros de la iglesia, sindicalistas de izquierda, ex
dirigentes radicales y militantes de la derecha nacionalista.
DESARROLLISMO