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PAPEL DE LA

EDUCACIÓN EN
LA EVOLUCIÓN
SOCIAL.
Aspectos psicosociales de la educación
INTRODUCCIÓN
• El contexto incierto y complejo al que nos aboca el nuevo siglo, la
exacerbación de los conflictos a todos los niveles, la globalización y los
avances técnicos y tecnológicos que nos vinculan a un mundo en
constante movimiento, redefiniciones y avances en distintas áreas y
esferas de la vida humana, han provocado en las disciplinas y en la
educación, profundas transformaciones que requieren ser tomadas en
cuenta para enfrentar adecuadamente los desafíos y repercusiones de la
contemporaneidad.
• La educación, que no termina de responder a los requerimientos sociales
del momento, y el apremio por construir relaciones que fortalezcan el
desarrollo con un sentido ético y solidario, son razones para avanzar en la
reflexión sobre la relación que existe entre la educación, la comunicación y
el desarrollo humano, y sobre la forma como nos involucramos en el
proceso educativo, que evidencia una actitud frente a sí mismos, los otros
y, en general, frente a nuestro compromiso con la sociedad.
PREHISTORIA
• Si nos remontamos a la prehistoria, el modelo educativo, por denominarlo de
alguna manera, dependía principalmente de la figura materna.

• Un primer gran cambio, o incluso una primera revolución, la encontramos en


Sumeria, en Mesopotamia, en el 2.000 AC. Por aquel entonces aparece
el primer concepto de escuela, centrado sobre todo en la enseñanza de la
escritura, y diferenciándose básicamente  por el hecho de ir un paso más allá
que ayudar a solventar las necesidades del día a día.
GRECIA Y ROMA
. Es en ese momento cuando se  rompe el concepto de escuela ligada a la
 institución religiosa, presente desde la antigüedad, para dar paso a un
concepto más global, y que perseguía cultivar el espíritu.

• La educación en Grecia, y también posteriormente en la Antigua Roma,


buscaba formar a los alumnos para que éstos recibieran una educación
completa. Mediante la instrucción de todos los conocimientos necesarios,
podían integrarse plenamente en la sociedad.
SIGLO XVIII
• Punto y aparte merece también la época que inicia Federico Guillermo II en
1787, al promulgar un código escolar que quitaba al clero el poder de la
educación para concederlo al Ministerio de Educación. Así, el Estado pasaba
a ser el responsable de las escuelas con un sistema coordinado de escuelas.
 Éste código destacaba por remarcar que todos los niños debían ir a la
escuela primaria, con el objetivo de ofrecer una educación básica a todos los
niños, sin dejar de lado un sistema de exclusión, para aquellas alumnos que
tenían una mala conducta.
LA ACTUALIDAD

• El periodo actual también merece ser destacado dentro de la historia, gracias al


cambio derivado de la tecnología y las posibilidades que ofrece su integración
en las aulas.

• Además, “la tecnología tiene la potencialidad de contribuir a transformar los


sistemas escolares en un mecanismo mucho más flexible y eficaz”.

• El papel del profesor también se ha visto beneficiado por la entrada de la


tecnología en las escuelas, ya que gracias a las posibilidades que ofrece, se
pueden optimizar mejor las rutinas y complementar las lecciones con un
abanico de elementos muy variados. Se ha pasado de la pizarra a los elementos
digitales, lo que también beneficia que las clases sean más amenas y
entretenidas.
EDUCACIÓN PARA EL DESARROLLO HUMANO
• Un proceso educativo para el desarrollo humano debe propiciar el diálogo
con la cultura, con la multiculturalidad. Es necesario orientar la diversidad
cultural hacia una propuesta educativa global, una educación para la
ciudadanía que promueva la convivencia, la participación, la cohesión social,
la inclusión, estimulando el sentido de pertenencia como satisfactor de la
necesidad de identidad.
• Por lo tanto, en la práctica educativa es preciso plantearnos cómo se está
dando la relación educador-educando, si se realiza a partir de una acción
instrumental, centrada en los contenidos, desde una mirada únicamente
explicativa y objetiva de los fenómenos relacionadas con la ciencia, o si
existe un interés cognoscitivo por una comprensión recíproca, referida a la
comprensión de sí y del otro, buscando siempre un terreno común, de
beneficio mutuo
LA EDUCACIÓN EN SOCIEDAD
• La sociedad, el mundo, la realidad siempre fueron vistos – desde la escuela –
como un riesgo. En el pasado la escuela no sólo era el lugar del resguardo,
sino que disponía del manual de instrucciones para vencer los riesgos. El
docente – en el corazón de una escuela cerrada sobre sí misma - era el
experto en seguridades y el hermeneuta de los manuales de protección y
salvación.
• La escuela ya no tiene todas las protecciones ni tiene todas recetas, sino que
funciona como un centro multiforme de aprendizajes. Las nuevas situaciones
sociales y personales que se vive y que viven los alumnos impiden repetir los
caminos hechos y las sendas trazadas. Se exige, por el contrario, abandonar
las respuestas disponibles para tener la capacidad de crear nuevas formas de
presencia y de acompañamientos. Tal vez se deba optar por una educación
más pobre en fórmulas y en respuestas, pero más rica en presencia y en
verdad.
LA NUEVA SOCIEDAD
• La nueva sociedad se desenvuelve en un contexto global. Facilitar el
acceso al conocimiento para quien quiera que sea, desde cualquier
lugar y en cualquier momento, debe ser característica esencial. Este
planteamiento adquiere mayor relevancia, si cabe, si se asocia a la
obsolescencia a corto plazo de la mayoría de los conocimientos
adquiridos. De ahí la importancia de aprender a desaprender y a
reaprender, y de disponer de sistemas de formación que permitan que el
acceso al proceso de aprendizaje se haga según los intereses y al ritmo
que cada cual desee o requiera.
• La escuela se enfrenta de hecho a retos diversos. Ella debe preparar
para la Sociedad del Conocimiento, es decir en la capacidad de
adaptación a un entorno fluido y en evolución permanente. Se trata de
ayudar a abrir la mente de personas y organizaciones, flexibilizando
certidumbres y haciéndolos inmunes a la sensación de desasosiego que
pueden provocar la evolución y los cambios constantes del entorno .
EDUCACIÓN PARA EL FUTURO
• Las instituciones educativas deben educar para la sociedad del conocimiento y
mediante ella. El futuro pasa por lograr centros de formación y universidades que
trabajen utilizando la red y en red; con “metacampus” virtuales en los que
estudiantes y profesores de diversas instituciones utilicen el vehículo de la
tecnología y acceden globalmente a las redes de conocimiento, desarrollando
nuevas aptitudes y actitudes para relacionarse, cooperar y aprender.
• Deben enfrentar también al reto de la formación a lo largo de la vida, reto que lo es
tanto o más para la escuela que para las personas. Así, para alcanzar los diversos
objetivos enunciados, la institución educativa debe adaptar su organización y
estructura al nuevo entorno y a las nuevas funciones que se esperan de ella. No
se puede educar para y mediante la sociedad del conocimiento con modelos
organizativos del pasado.
• . Las escuelas deben formar para la competitividad y ser capaces de captar
estudiantes y profesores de cualquier lugar del mundo y, sobre todo, deben ser un
sistema a la medida de las personas. De las personas que aprenden.
PAPEL DEL DOCENTE Y DE LA EDUCACIÓN
Así mismo, en la actualidad, el docente no se ocupa únicamente de transformar su
propia situación, ya que se ve asimismo forzada a enfrentarse con las limitaciones
no educacionales (factores externos a la escuela) impuestas a la educación. Esta
dialéctica entre lo educacional y lo no educacional fija la atención en la educación
entendida en su totalidad y en sus relaciones con aquella parte de la estructura
social que está más allá de la educación. De esa forma, el docente considera, no
sólo el dominio de su propia acción, sino también el de la acción educativa como
parte de un dominio social más amplio.
las escuelas deben alentar la autonomía en las decisiones y en el obrar, la
capacidad de pensar, de criticar, de ver todo desde otras perspectivas (pensamiento
lateral), de reconocer los defectos posibles o reales de lo que está vigente, el
desarrollo de la inteligencia como una capacidad de generar respuestas
innovadoras a problemas y situaciones reales, con los medios disponibles, en un
momento dado
CONCLUSIÓN
• La escuela no debiera limitarse a informar, ni siquiera a transmitir
conocimientos verdaderos o útiles. La escuela debiera formar cerebros, no
cargarlos de información ni, menos aún, recargarlos. Se forma un cerebro
estimulando su curiosidad: planteándole problemas interesantes y exigentes,
y proveyéndole de los conocimientos indispensables para resolverlos y,
sobre todo, de las herramientas necesarias para procurar esos
conocimientos.

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