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Microbiología

Infección, Conceptos básicos


Agentes Infecciosos
• Se considera un agente infeccioso
a toda aquella entidad biológica
capaz de producir una
enfermedad infecciosa en un
huésped (humano, animal,
vegetal, etc.) sensiblemente
predispuesto.
El Mundo Microbiano
El mundo microbiano está en el origen de la
vida en nuestro planeta y contribuye de modo
importante a mantener las condiciones de vida
(atmósfera, reciclaje de materia, simbiosis,
etc.). No podemos ignorar que hay algunas
especies bacterianas peligrosas, que causan
enfermedad y muerte, pero la inmensa mayoría
del mundo microbiano está integrada en el
ecosistema favoreciendo la vida de todos. Los
animales hemos desarrollado ancestralmente
un sistema inmunitario que nos permite
distinguir y responder de forma diferenciada a
microorganismos amigos o enemigos. Nos falta,
pues, reconocer y disfrutar los beneficios que
nos proporcionan los microorganismos amigos.
Bacterias
• Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta.
Son ubicuas, se encuentran en todos los hábitats terrestres y
acuáticos; crecen hasta en los más extremos como en los
manantiales de aguas calientes y ácidas, en desechos
radioactivos, en las profundidades tanto del mar como de la
corteza terrestre. Algunas bacterias pueden incluso sobrevivir en
las condiciones extremas del espacio exterior. Se estima que se
pueden encontrar en torno a 40 millones de células bacterianas
en un gramo de tierra y un millón de células bacterianas en un
mililitro de agua dulce. En total, se calcula que hay
aproximadamente 5×1030 bacterias en el mundo
Las bacterias son imprescindibles para el reciclaje de los elementos, pues
muchos pasos importantes de los ciclos biogeoquímicos dependen de éstas.
Como ejemplo cabe citar la fijación del nitrógeno atmosférico. Sin embargo,
solamente la mitad de los filos conocidos de bacterias tienen especies que se
pueden cultivar en el laboratorio, por lo que una gran parte (se supone que
cerca del 90 %) de las especies de bacterias existentes todavía no ha sido
descrita.
En el cuerpo humano hay aproximadamente diez veces tantas células
bacterianas como células humanas, con una gran cantidad de bacterias en la
piel y en el tracto digestivo. Aunque el efecto protector del sistema
inmunológico hace que la gran mayoría de estas bacterias sea inofensiva o
beneficiosa, algunas patógenas pueden causar enfermedades infecciosas,
incluyendo cólera, difteria, escarlatina, lepra, sífilis, tifus, etc. Las enfermedades
bacterianas mortales más comunes son las infecciones respiratorias, con una
mortalidad solo para la tuberculosis de cerca de dos millones de personas al año.
Aunque el término bacteria incluía tradicionalmente a todos los procariotas,
actualmente la taxonomía y la nomenclatura científica los divide en dos grupos.
Estos dominios evolutivos se denominan Bacteria y Archaea (arqueas). La
división se justifica en las grandes diferencias que presentan ambos grupos a
nivel bioquímico y genético
Virus
• Un virus es un agente infeccioso microscópico acelular que solo puede replicarse
dentro de las células de otros organismos.​Los virus están constituidos por genes
que contienen ácidos nucleicos que forman moléculas largas de ADN o ARN,
rodeadas de proteínas.
• Un virus es un microorganismo infeccioso que consta de un segmento de ácido
nucleico (ADN o ARN) rodeado por una cubierta proteica. Un virus no puede
replicarse solo; por el contrario, debe infectar a las células y usar componentes de la
célula huésped para fabricar copias de sí mismo.
• Los virus se clasifican principalmente a partir de la naturaleza y la estructura de su
genoma y de su método de replicación, no de acuerdo con las enfermedades que
causan. Por lo tanto, hay virus de DNA y virus de RNA; cada tipo puede tener su
material genético en forma de cadenas simples o dobles. Los virus de RNA de
cadena simple se dividen en aquellos con RNA de sentido (+) y aquellos de sentido
(-). Los virus de DNA generalmente se replican en el núcleo de la célula huésped, y
los virus de RNA lo suelen hacer en el citoplasma. Sin embargo, ciertos virus de RNA
de cadena simple y sentido (+) llamados retrovirus utilizan un método de replicación
muy diferente.
•Los retrovirus utilizan la trascripción inversa para crear una copia de DNA de
cadena doble (un provirus) a partir de su genoma de RNA, que se inserta dentro del
genoma de su célula huésped. La transcripción inversa se lleva a cabo utilizando la
enzima retrotranscriptasa, que el virus lleva con él dentro de su envoltura. Ejemplos
de retrovirus son los virus de la inmunodeficiencia humana y los virus de la
leucemia de linfocitos T humana. Una vez que el provirus se integra en el DNA de la
célula huésped, se transcribe utilizando los mecanismos celulares normales, para
producir proteínas y material genético virales. Si la célula infectada pertenece a la
línea germinal, el provirus integrado puede quedar establecido como un retrovirus
endógeno que se transmite a la descendencia.

•La secuenciación del genoma humano reveló que al menos 1% del mismo consiste
en secuencias retrovirales endógenas, que representan encuentros pasados con
retrovirus durante el curso de la evolución humana. Algunos retrovirus humanos
endógenos se han mantenido transcripcionalmente activos y producen proteínas
funcionales (p. ej., las sincitinas que contribuyen a la estructura de la placenta
humana). Algunos expertos especulan que algunos trastornos de etiología incierta,
como la esclerosis múltiple, ciertos trastornos autoinmunitarios y varios tipos de
cáncer pueden estar causados por retrovirus endógenos.
•Debido a que la transcripción del RNA no involucra los mismos mecanismos de
comprobación de errores que la transcripción del DNA, los virus de RNA, en
particular los retrovirus, son particularmente propensos a las mutaciones.
•Para que se produzca una infección, el virus primero debe fijarse a la célula huésped en una o varias moléculas
receptoras de la superficie celular. De esta manera, el DNA o el RNA viral ingresa en la célula huésped y se
separa de la envoltura externa (pérdida de la envoltura) para poder replicarse dentro de la célula huésped
mediante un proceso que requiere enzimas específicas. Los componentes virales recién sintetizados luego se
ensamblan en una partícula viral completa. A continuación, se produce la muerte de la célula huésped, con
liberación de nuevos virus capaces de infectar a otras células. Cada paso de la replicación viral involucra
diferentes enzimas y sustratos, y ofrece una oportunidad para interferir con el proceso de infección.
•Las consecuencias de la infección viral son muy variables. Muchas infecciones causan enfermedad aguda tras
un período de incubación breve, pero algunas son asintomáticas o causan síntomas menores y pueden no
advertirse salvo en una visión retrospectiva. Las defensas del huésped logran vencer muchas infecciones virales,
pero algunas permanecen en estado de latencia, y algunas causan enfermedades crónicas.
•Durante la infección latente, el RNA o el DNA del virus permanece en la célula del huésped pero no se replica ni
genera enfermedad durante un período prolongado, en ocasiones durante varios años. Las infecciones virales
latentes pueden transmitirse durante la fase asintomática y esta cualidad facilitaría la diseminación
interpersonal. A veces, un factor desencadenante (en particular la inmunodeficiencia) causa una reactivación de la
enfermedad.
•Los virus que permanecen con mayor frecuencia en estado de latencia son
• Virus herpes
• Virus de inmunodeficiencia humana (HIV)
• Papovavirus (compuesto por 2 subgrupos: virus del papiloma y del polioma)
• El virus del Ébola parece persistir en los sitios inmunológicamente privilegiados del cuerpo humano (p. ej., testículos, ojos).
•Las infecciones virales crónicas se caracterizan por la diseminación viral continua, prolongada; ejemplos son la infección congénita
por el virus de la rubéola o el citomegalovirus y la hepatitis persistente B o C. El HIV puede causar infecciones tanto latentes como
crónicas.
•Algunas enfermedades son el resultado de la reactivación del virus en el sistema nervioso central después de un período de latencia
muy largo. Estas enfermedades incluyen
• Leucoencefalopatía multifocal progresiva (debida al virus JC, un poliomavirus)
• Panencefalitis esclerosante subaguda (secundaria al virus del sarampión)
• Panencefalitis rubeólica progresiva (debida al virus de la rubéola)
•La enfermedad variante de Creutzfeldt-Jakob y la encefalopatía espongiforme bovina se conocían en el pasado como enfermedades
por virus lentos porque sus períodos de incubación son prolongados (años), pero en la actualidad se denominan enfermedades por
priones, que son agentes proteínicos causantes de enfermedades que no pueden clasificarse como bacterias, hongos o virus y que no
contienen material genético.
•Se identificaron varios cientos de virus diferentes capaces de infectar al ser
humano. Los virus que infectan sobre todo a seres humanos suelen diseminarse
por vía respiratoria y por las excreciones entéricas. Algunos se transmiten por vía
sexual y hematógena (p. ej., por transfusión [arbovirus como chikungunya,
dengue, Nilo occidental, Zika virus de hepatitis A, B, C, y E], contacto mucoso o
punción con una aguja contaminada) o a través del trasplante de tejido
(predominantemente citomegalovirus [CMV], pero también arbovirus como Zika,
Nilo occidental, y dengue; virus de la coriomeningitis linfocítica [LCMV], HIV-1,
rabia, hepatitis B [HBV], y virus herpes simple [HSV]). La sangre recolectada para
transfusión se evalúa para detectar varios virus (véase tabla Pruebas de
transmisión de enfermedades infecciosas). Muchos virus se transmiten a través de
vectores roedores o artrópodos, y recientemente se ha identificado a los
murciélagos como hospedadores de muchos virus de los mamíferos, entre ellos
algunos responsables de ciertas infecciones graves del ser humano (p. ej., COVID-
19).
•Los virus pueden localizarse en todo el mundo, pero su distribución está limitada
por la resistencia intrínseca, las infecciones inmunizantes previas o las vacunas
recibidas por el individuo, las medidas de control sanitario y otras medidas de
salud pública y la administración profiláctica de antivirales.
•Los virus zoonóticos desarrollan sus ciclos biológicos sobre todo en animales, y los
seres humanos son huéspedes secundarios o accidentales. Estos virus se localizan
en áreas y climas favorables para sus ciclos naturales de infección en huéspedes
animales (vertebrados, artrópodos o ambos).
Hongos
• Los hongos son organismos que tienen células con núcleo
(eucariontes) y que requieren de otros seres vivos para obtener su
alimento (son heterótrofos). Sus células poseen una pared gruesa de
un compuesto (polisacárido) llamado quitina, el cual les provee
rigidez y resistencia.
• Los tipos de hongos se clasifican en setas, mohos y levaduras
teniendo en cuenta la función específica que cumplen. Todos
pertenecen al reino Fungi. Su principal función en la naturaleza es
descomponer la materia orgánica, tanto de origen vegetal como de
origen animal.
• Estos organismos pueden desarrollarse en cualquier superficie; su
reproducción se realiza por medio de esporas que se liberan y
sobreviven en el viento o el agua. En nuestra galería fotográfica, te
invitamos a conocer 5 especies de hongos desde su ambiente natural.
Parásitos
• Un parásito es un organismo que vive sobre un organismo
huésped o en su interior y se alimenta a expensas del huésped.
Hay tres clases importantes de parásitos que pueden provocar
enfermedades en los seres humanos: protozoos, helmintos y
ectoparásitos.
• Protozoos
Los protozoos son organismos unicelulares microscópicos que
pueden ser de vida libre o de naturaleza parasitaria. Son capaces
de multiplicarse en los seres humanos, lo cual contribuye a su
supervivencia y también permite que se desarrollen infecciones
graves a partir de tan solo un organismo. La transmisión de
protozoos que viven en el intestino humano a otro ser humano
generalmente ocurre por la vía fecal-oral (por ejemplo, alimentos
o agua contaminados o contacto de persona a persona). Los
protozoos que viven en la sangre o tejidos humanos se
transmiten a otros seres humanos mediante un artrópodo vector
(por ejemplo, por la picadura de un mosquito o jején).
•Helmintos
•Los helmintos son organismos grandes multicelulares que por lo general
se observan a simple vista cuando son adultos. Al igual que los protozoos,
los helmintos pueden ser de vida libre o de naturaleza parasitaria. En su
forma adulta, los helmintos no pueden multiplicarse en los seres humanos.
Hay tres grupos importantes de helmintos (helminto deriva de la palabra
griega para “gusano”) que son parásitos humanos:

•Gusanos planos (platelmintos): incluyen los trematodos (duelas) y


cestodos (tenias).
•Gusanos de cabeza espinosa (acantocéfalos): las formas adultas de estos
gusanos residen en el tracto gastrointestinal. Se cree que los acantocéfalos
son una forma intermedia entre los cestodos y los nematodos.
•Gusanos cilíndricos (nematodos): las formas adultas de estos gusanos
pueden residir en el tracto gastrointestinal, la sangre, el sistema linfático o
tejidos subcutáneos. Por su parte, los estados inmaduros (larvas) pueden
provocar enfermedades por infección de diversos tejidos corporales.
Algunos consideran que los helmintos también incluyen los gusanos
segmentados (anélidos); los únicos importantes desde el punto de vista
médico son las sanguijuelas. Cabe señalar que esos organismos no se
suelen considerar parásitos.
• Ectoparásitos
•Aunque el término ectoparásitos puede incluir en un sentido
amplio a los artrópodos hematófagos, como los mosquitos
(porque dependen de la sangre de un huésped humano para
alimentarse y sobrevivir), este término suele tener un sentido
más restringido que se refiere a organismos como garrapatas,
pulgas, piojos y ácaros, que se adhieren a la piel o escarban en
ella y permanecen allí durante períodos relativamente largos (p.
ej., entre semanas y meses). Los artrópodos son de por sí
causantes importantes de enfermedades pero son aun más
importantes como vectores, o transmisores, de muchos
patógenos diferentes que, a su vez, producen una enorme
morbilidad y mortalidad por las enfermedades que provocan.
Microbiota Humana
La microbiota es el conjunto de microorganismos que
reside en nuestro cuerpo, que a su vez pueden
diferenciarse según su comportamiento en comensales,
mutualistas y patógenos. El conocimiento de este
ecosistema se ha visto considerablemente incrementado
tras la introducción de las técnicas de secuenciación
masiva del gen 16S ARNr (gen ADNr 16S). Este avance ha
supuesto una verdadera revolución en el conocimiento
de la composición de la microbiota y de su implicación en
los estados de salud y enfermedad del ser humano. En
este documento se detallan los diferentes ecosistemas
bacterianos que podemos encontrar en el cuerpo
humano y las evidencias científicas que existen en
relación con diferentes enfermedades. También se
describe el procedimiento de transferencia de materia
fecal, particularmente utilizado para el tratamiento de las
recidivas de la diarrea por Clostridium difficile, y las bases
metodológicas de las nuevas técnicas moleculares
utilizadas en la caracterización de la microbiota.
• Desde el nacimiento existe una relación simbiótica entre la microbiota y nuestras
células que evoluciona en el tiempo, adaptándose a los cambios. Por su enorme
capacidad metabólica, se ha considerado a la microbiota como un «órgano»
Origen y naturaleza imprescindible para la vida y con influencia en la salud y la enfermedad. Su
composición presenta particularidades y características propias de cada
individuo, pudiendo variar en función de la base genética, la dieta y la
interacción con el medio ambiente.

• El estudio de este ecosistema es un campo de rápido avance científico,


aceptando universalmente que para alcanzar un estado de salud adecuado es
necesario tener también una microbiota «sana». Nuestra microbiota
experimenta cambios como consecuencia de la influencia de múltiples factores,
de un modo similar a los que experimenta cualquier órgano de nuestro cuerpo
desde la ontogenia a la muerte. Continuamente estamos expuestos a factores
que pueden influir, aunque una de sus características es su gran capacidad de
resiliencia (capacidad de adaptación frente a un agente perturbador o una
situación adversa, con posterior recuperación del estado inicial cuando cesa la
alteración), recuperando inmediatamente su estado natural, que se denomina
con el término «eubiosis». El nivel de estos cambios viene definido no solo por la
naturaleza, la fuerza y la duración de la alteración, sino también por la
composición y la estabilidad de cada microbiota, asumiendo que cada una es
única para cada persona. En algunas ocasiones, la naturaleza de la alteración es
tan fuerte que condiciona alteraciones en su composición o en su
funcionamiento, alcanzando un estado de disbiosis. La disbiosis puede
producirse en cuestión de días, particularmente tras la ingesta de antibióticos,
pero también puede ser consecuencia de otras acciones a más largo plazo,
fundamentalmente relacionadas con la dieta.
•En una persona adulta, el tracto gastrointestinal puede albergar entre 500 y 1.000
especies de microorganismos, siendo las bacterias de los filos Bacteroidetes y
Firmicutes los mayoritarios. En menor proporción se detectan Proteobacteria,
Verrucomicrobia, Fusobacteria, Cyanobacteria, Actinobacteria y Spirochaetes, las
arqueas, los hongos, los protozoos, los virus y otros microorganismos. También es
importante mantener las proporciones equilibradas, y por ello se ha establecido la
ratio Firmicutes/Bacteroides como un parámetro para evaluar el equilibrio de la
microbiota intestinal y su funcionalidad. En los obesos esta ratio está muy alterada
por el aumento de los Firmicutes. El aumento de Firmicutes también se ha descrito
en ancianos de forma fisiológica como consecuencia de la edad.

•Las principales funciones de la microbiota intestinal son prevenir la colonización por


otros microorganismos patógenos, ayudar a digerir los alimentos, producir vitaminas
B y K que el organismo humano no es capaz de sintetizar y, finalmente, y no menos
importante, estimular al sistema inmune. Tras el nacimiento, las células del sistema
inmune carecen de estímulos, reconociendo a todos los antígenos de su alrededor
como parte del organismo y bloqueando la respuesta inflamatoria contra ellos. Es
por ello que los primeros contactos de la microbiota con las líneas celulares
inmunológicas sin diferenciar son muy importantes, y van a ayudar a definir lo que
es lo «propio» de lo «extraño». Este sistema y la microbiota intestinal mantienen un
diálogo continuo con carácter mutualista, pero si esta situación se desequilibra
puede iniciarse un proceso patológico. Esta parece ser la base de ciertas
enfermedades autoinmunes donde los antígenos de la microbiota intestinal
representan un estímulo suficientemente grande como para desencadenar una
respuesta inflamatoria.
•Recientemente se ha descrito la existencia del eje cerebro-
intestino, que conecta el sistema nervioso central con la microbiota
intestinal a través del nervio vago, el sistema parasimpático, los
metabolitos bacterianos, que pueden tener acciones como
neurotransmisores, y el sistema endocrino asociado al tracto
digestivo9,10. Así pues, además de las enfermedades que
clásicamente se han relacionado con alteraciones en la microbiota,
como la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades inflamatorias
del intestino y las alergias, últimamente también se han relacionado
otras enfermedades del sistema nervioso central, como el autismo,
la ansiedad, la depresión y la dependencia alcohólica.

•Actualmente se acepta que para alcanzar un estado de salud


integral es necesario que nuestra microbiota, particularmente la
asociada al tracto gastrointestinal, también esté sana. Los
principales indicadores de salud de la microbiota son su riqueza
(cantidad de microorganismos) y su biodiversidad (cantidad de
especies). Ambos parámetros se evalúan con los índices de
biodiversidad tipo alfa, como el de Shannon (refleja la
heterogeneidad de una comunidad con base en el número de
especies presentes y su abundancia relativa), y el índice de Chao
(abundancia y representación de cada especie en todas las
muestras).
Microbiota en diferentes
sitios.
•Piel
•La piel es un ecosistema compuesto de diversos hábitats que proveen un
nicho biológico
•para muchos microorganismos. El rol principal de la piel es brindar una
barrera física que proteja al cuerpo de patógenos potenciales y sustancias
tóxicas. También es una interface con el medio externo y es colonizada
por una gran diversidad de microorganismos, la mayoría de ellos son
inofensivos y juegan un rol importante en la protección contra patógenos,
y en la educación de células T que están en la piel.
•La piel tiene diferentes nichos biológicos y los microorganismos que la
colonizan dependen
•de las características estructurales, ubicación o topografía, factores del
hospedero y factores ambientales. Algunos sitios que son colonizados por
microorganismos son las glándulas sudoríparas, las glándulas sebáceas,
los folículos pilosos y las glándulas apocrinas. Cada uno de estos nichos
tiene microorganismos asociados, tal es el caso de las glándulas sebáceas
que secretan sebo rico en lípidos y tienen un ambiente con poco oxigeno,
lo que favorece el crecimiento de bacterias anaerobias como
Propionibacterium acnes, el cual es capaz de degradar los triglicéridos del
sebo y generar ácidos grasos que contribuyen al pH acido de la piel
favoreciendo la inhibición de patógenos como Staphylococcus aureus y
Streptococcus pyogenes
•Vagina
•La microbiota vaginal en mujeres sanas es dominada por una o dos
especies de Lactobacillus, principalmente por L. crispatus, L. inners, L.
jesenni, L. gasseri. En ausencia de Lactobacillus el mantenimiento normal
de la vagina es dada por otras bacterias productoras de ácido láctico,
como Apotobium vaginae, Megaspharea y especies de Leptotrichia. La
producción de ácido láctico promueve un ambiente inhóspito para
muchas bacterias que pueden causar vaginosis bacteriana y actúa como
una barrera contra la adquisición del virus de inmunodeficiencia
adquirida. Lactobacillus también produce peróxido de hidrógeno,
bacteriocinas, radicales hidroxilo, entre otros. Diferencias raciales,
geográficas, e incluso la dieta pueden variar la población dominante que
habita en la vagina

•Mucosa nasal y cavidad oral

•La región más externa de la nariz, los orificios nasales, son una zona de
transición entre la piel y la cavidad nasal, al igual que la piel se cuenta con
glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas y folículos pilosos. En este lugar
se filtra parte del aire inhalado disminuyendo la cantidad de múltiples
microorganismos. La orofaringe está en constante exposición de
microorganismos provenientes del ambiente externo y el interno debido a
que está en contacto con la saliva y recibe parte del producto del
mecanismo mucociliar del tracto respiratorio
•La cavidad oral tiene diferentes superficies que pueden ser habitadas por
distintos microorganismos, principalmente bacterias Firmicutes,
Proteobacteria, Bacteriodetes y Actinobacteria son los que predominan,
mientras que Fusobacteria es el menos abundante. Los géneros más
abundantes son Streptococcus, Haemophilus, Neisseria, Prevotella,
Veillonella y Rothia. Sin embargo, hay otros géneros menos abundantes
como Campylobacter, Cardiobacterium, Actinomyces, Corynebacterium
entre otros; sin embargo, estos géneros y fila pueden variar
individualmente. Los géneros bacterianos pueden variar según el sitio de la
cavidad oral analizada, por ejemplo en el epitelio bucal están presentes
Streptococcus mitis y Gemella hemolysans, mientras que en el vestíbulo
maxilar anterior S. mitis, Granulicatella spp, y Gemellas son predominantes.
La saliva presenta géneros como Streptococcus, Prevotella, Veillonella,
Neisseria, Haemophilus, Rothia, Porphyromonas y Fusobacterium; sin
embargo, la dominancia de algunos géneros puede variar por la dieta,
ubicación geográfica y por variaciones en cada individuo.
•Oído
•En un estudio realizado en el 2003 por Frank y colaboradores por medio de
análisis de ARN muestran que Alloicoccus otitis, Corynebacterium otitidis y
Streptococcus auricularis son las bacterias mas prevalentes en el canal
auditivo; sin embargo, hay otra gran variedad de bacterias que forman
parte de la flora que puede habitar en esta sección del cuerpo.
Actinobacteria, Proteobacteria, Fusobacteria muestran una gran diferencia
en cuanto a dominancia, siendo el filum Actinobacteria el que predomina
por mucho.
Enfermedad infecciosa
•Las enfermedades infecciosas son trastornos causados por organismos, como
bacterias, virus, hongos o parásitos. Muchos organismos viven dentro y fuera
de nuestros cuerpos. Normalmente son inofensivos o incluso útiles. Pero bajo
ciertas condiciones, algunos organismos pueden causar enfermedades.
•Algunas enfermedades infecciosas pueden transmitirse de persona a
persona. Algunas son transmitidas por insectos u otros animales. Y puedes
contagiar a otras personas consumiendo alimentos o agua contaminados o
estando expuesto a organismos en el medio ambiente.
•Causas
Estas pueden ser las causas de las enfermedades infecciosas:
• Bacterias. Estos organismos unicelulares son responsables de
enfermedades como faringitis estreptocócica, infecciones del tracto
urinario y tuberculosis.
• Virus. Incluso más pequeños que las bacterias, los virus causan una
multitud de enfermedades que van desde el resfriado común hasta el
SIDA.
• Hongos. Los hongos causan muchas enfermedades de la piel, como la tiña
y el pie de atleta. Otros tipos de hongos pueden infectar los pulmones o el
sistema nervioso.
• Parásitos. Un pequeño parásito que se transmite por la picadura de un
mosquito causa la malaria. Otros parásitos pueden transmitirse a los seres
humanos a través de las heces de los animales.
Contacto directo
Una manera fácil de contraer la mayoría de las enfermedades infecciosas es entrar en
contacto con una persona o un animal infectado. Las enfermedades infecciosas
pueden transmitirse a través del contacto directo, por ejemplo:
• De una persona a otra. Las enfermedades infecciosas normalmente se transmiten a
través de la transferencia directa de bacterias, virus u otros gérmenes de una
persona a otra. Esto puede suceder cuando una persona con la bacteria o el virus
toca o besa a alguien que no está infectado, o tose o estornuda muy cerca de este.
• Estos gérmenes también pueden transmitirse a través del intercambio de fluidos
corporales por contacto sexual. La persona que transmite el germen puede no
tener síntomas de la enfermedad, pero puede ser simplemente portador.
• De animal a persona. Si te muerde o araña un animal infectado (incluso una
mascota), te puede enfermar y, en circunstancias extremas, puede ser mortal. La
manipulación de los desechos de los animales también puede ser peligrosa. Por
ejemplo, puedes infectarte de toxoplasmosis al recoger la caja sanitaria de tu gato.
• De la madre al feto. Una mujer embarazada puede transmitir gérmenes que causan
enfermedades infecciosas al feto. Algunos gérmenes pueden pasar a través de la
placenta o de la leche materna. Los gérmenes de la vagina también se pueden
transmitir al bebé durante el parto.
Contacto indirecto
Los organismos causantes de enfermedades también se pueden transmitir por
contacto indirecto. Muchos gérmenes permanecen en objetos inanimados, como
mesadas, picaportes o llaves de grifo.

• Al tocar un picaporte que tocó alguien que, por ejemplo, padecía influenza o
resfrío, puedes llevar contigo los gérmenes que dejó esa persona. Si te tocas los
ojos, la boca o la nariz antes de lavarte las manos, es posible que te infectes.

• Picaduras de insectos
• Algunos gérmenes dependen de insectos portadores, como mosquitos, pulgas,
piojos o garrapatas, para desplazarse de un huésped a otro. Estos portadores son
conocidos como vectores. Los mosquitos pueden ser portadores del parásito de la
malaria o del virus del Nilo Occidental. Las garrapatas del venado pueden ser
portadoras de la bacteria que causa la enfermedad de Lyme.

• Contaminación de alimentos
• Los gérmenes que causan enfermedades también pueden infectarte a través de
alimentos y agua contaminados. Este mecanismo de transmisión permite que los
gérmenes se propaguen a muchas personas a través de una sola fuente. La
Escherichia coli (E. coli), por ejemplo, es una bacteria presente en o sobre ciertos
alimentos, como las hamburguesas mal cocidas o los jugos de frutas sin
Cada enfermedad infecciosa tiene sus signos y síntomas específicos. Entre los
signos y síntomas generales que son frecuentes en muchas enfermedades
infecciosas se incluyen:

• Fiebre
• Diarrea
• Fatiga
• Dolores musculares
• Tos
Los patógenos son agentes infecciosos que pueden provocar
enfermedades a su huésped. Este término se emplea normalmente para
describir microorganismos como los virus, bacterias y hongos, entre
otros. Estos agentes pueden perturbar la fisiología normal de plantas,
animales y humano.
• Los agentes patógenos pueden estar presentes en el aire del interior de
un edificio si se dan las condiciones para que se produzcan aerosoles
biológicos, partículas suspendidas en el aire que pueden estar
contaminadas por microorganismos. Si el ser humano respira estos
aerosoles puede sufrir daños causados por estos agentes patógenos.

Para explicar la existencia de aerosoles biológicos, debemos tener en


cuenta tres conceptos habituales cuando se hace referencia a la calidad
de aire interior: Patógenos
• Reservorio. Medio que cumple con las condiciones idóneas para la
supervivencia de un microorganismo.
• Multiplicador. Medio que favorece la reproducción del microorganismo.
• Diseminador. Medio que actúa como introductor del microorganismo y
sus metabolitos en el aire.
• La virulencia es el grado de patogenicidad de un
Virulencias serotipo, de una cepa o de una colonia microbiana en
un huésped susceptible.

• Virulencia deriva del latín virulentus que significa


«lleno de veneno» y designa el carácter patogénico y
nocivo de un microorganismo, como una bacteria,
hongo, protozoo, microalga o virus, o en otras palabras,
la capacidad de un microbio de causar enfermedad. Por
ejemplo: el género Salmonella es patógeno para los
vertebrados, pero Salmonella typhi lo es únicamente
para el hombre, y en él, la cepa Ty2 es moderadamente
virulenta (DL50=107), en tanto que la cepa 0-901 es
poco agresiva (no suele producir muerte).
• La virulencia de un patógeno letal es fácilmente medible, pero la
virulencia de aquellos patógenos con efectos no letales resulta más
compleja de evaluar.
• Tal como ocurre con la resistencia a antibióticos, la resistencia es un
rasgo específico de cada patógeno que está ligada a la selección
natural para su evolución. A los organismos que se les ha inhibido su
virulencia se les llama atenuados, y es el principio de base de la
vacunación. Estudios también han demostrado que ciertas políticas
sanitarias pueden engendrar o acentuar la virulencia de un
organismo.
• La habilidad de una bacteria de causar enfermedad es descrita en
términos del número de bacteria infectante, la ruta de entrada al
cuerpo, los efectos de los mecanismos de defensa del huésped y las
características intrínsecas de la bacteria llamadas factores de
virulencia. La patogénesis mediada por el huésped es con frecuencia
de importancia porque este puede generar una respuesta agresiva a
la infección con el resultado de que los mecanismos de defensa son
los que causan los daños a los tejidos del hospedador mientras la
infección es contrarrestada.
• Los factores de virulencia de un organismo típicamente son
proteínas u otras moléculas sintetizadas por enzimas y codificadas
por genes en el ADN cromosómico, del bacteriófago o de plásmidos.
• La patogénesis o patogenia es el proceso por el cual se
desarrolla una enfermedad o trastorno. Puede incluir factores
que contribuyen no solo a la aparición de la enfermedad o
trastorno, sino también a su progresión y mantenimiento.
• Los tipos de patogenia incluyen infección microbiana, Patogénesis
inflamación, malignidad y destrucción de tejido. Por ejemplo, la
patogénesis bacteriana es el proceso por el cual las bacterias
causan enfermedades infecciosas.
• La mayoría de las enfermedades son causadas por múltiples
procesos. Por ejemplo, determinados cánceres surgen por
disfunción del sistema inmunitario (tumores de piel y linfoma
tras un trasplante renal, que requiere inmunosupresión).
• Los mecanismos patogénicos de una enfermedad (o condición)
son puestos en marcha por las causas subyacentes, que si se
controlan permitirían prevenir la enfermedad.4​A menudo, una
causa potencial se identifica mediante observaciones
epidemiológicas antes de que se pueda establecer un vínculo
patológico entre la causa y la enfermedad. La perspectiva
patológica puede integrarse directamente en un enfoque
epidemiológico en el campo interdisciplinario de la
epidemiología patológica molecular.5​La epidemiología
patológica molecular puede ayudar a evaluar la patogenia y la
causalidad mediante la vinculación de un factor de riesgo
potencial con las firmas patológicas moleculares de una
enfermedad
• Inmunidad es un proceso fisiológico muy complejo de
percepción de los cambios que tienen lugar dentro del
organismo y de sus interacciones con otros organismos y
sustancias externas encaminado a colaborar de forma Inmunidad
primordial en su desarrollo embrionario, en el
mantenimiento de su homeostasis, en el establecimiento
de su identidad individual y en su integración en el
ecosistema. Entre todas estas acciones, la más conocida ha
sido y es la de la defensa frente a las infecciones, y será este
el aspecto en que se centre este artículo. La inmunidad,
entendida así como mecanismo de defensa, involucra tanto
a componentes específicos como inespecíficos. Los
componentes inespecíficos, más antiguos en la filogenia,
actúan como barreras o como mecanismos innatos y fijos
de detección y eliminación de los microorganismos
patógenos para detener la infección antes de que puedan
causar la enfermedad. Otros componentes más modernos
en la evolución del sistema inmunitario se adaptan a cada
nuevo microorganismo encontrado, se especializan en su
detección y generan una memoria para posibles futuros
contactos.

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