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RADIACTIVIDAD

Producción en docencia:
Profesora: Lic. Alejandra P. Cork
Cátedra: Físico Química Radiológica
Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud - UADER
Radiactividad o radioactividad:
Fenómeno físico natural, por el cual elementos químicos llamados radiactivos, emiten
radiaciones que tienen la propiedad de impresionar placas fotográficas, ionizar gases, producir
fluorescencia, atravesar cuerpos opacos a la luz ordinaria, etc . Debido a esa capacidad se les
suele denominar radiaciones ionizantes. Las radiaciones emitidas pueden ser electromagnéticas,
en forma de rayos X o rayos gamma, o bien corpusculares, como núcleos de Helio, electrones o
positrones u otras. En resumen, es un fenómeno que ocurre en los núcleos de ciertos
elementos, que son capaces de transformarse en núcleos de elementos de otros átomos.

La radiactividad es una propiedad de los isótopos "inestables". Es decir que se mantienen en


un estado excitado en sus capas electrónicas o nucleares, con lo que para alcanzar su estado
fundamental deben perder energía. Lo hacen en emisiones electromagnéticas o en emisiones de
partículas con una determinada energía cinética. Ésto se produce variando la energía de sus
electrones (emitiendo rayos X), sus nucleones (rayo gamma) o variando el isótopo (al emitir
desde el núcleo electrones, positrones, neutrones, protones), y en varios pasos sucesivos, con lo
que un isótopo pesado puede terminar convirtiéndose en uno mucho más ligero, como el Uranio
que con el transcurrir de los siglos acaba convirtiéndose en plomo.
Estabilidad nuclear

La radiactividad es un proceso estrictamente


nuclear, es un proceso de desintegración
espontánea del núcleo.

La estabilidad nuclear es el equilibrio entre las


fuerzas de repulsión eléctrica de los protones y
la fuerza atractiva nuclear de corto alcance (o
fuerza nuclear fuerte), que experimentan los
protones y neutrones del núcleo.
Estabilidad nuclear

Un núcleo es estable cuando existe un equilibrio entre


las fuerzas que actúan, o las fuerzas atractivas son
mayores que las repulsivas. Es decir, la interacción
nuclear fuerte que experimentan los neutrones y
protones son mayores que las fuerzas de repulsión
eléctrica de los protones. De lo contrario el núcleo
sufrirá alguna transformación con el fin de estabilizarse.
Reglas de estabilidad
 Todo núcleo con 2, 8, 20, 28, 50, 82, 126, neutrones o
protones, son estables. Son los llamados números mágicos,
que corresponden a capas nucleares completas.

 Todo núcleo con Z menor o igual a 20, que presenta


relación neutrón, protón (N/Z) igual a 1 es estable.

 Todo núcleo con Z mayor que 20, menor a 84, que presenta
relación neutrón, protón (N/Z) entre 1 y 1.5 es estable.

 Los núcleos con Z menor a 84 son más estables que los que
tienen Z mayor a 84.

 Todos los núcleos con números de nucleones pares son más


estables que los impares.
POTASIO (19K)  Isótopos más estables
Z = 19 y A = 39 es el que figura en la Tabla de los elementos, el isótopo
más abundante.

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K es radiactivo!
Estabilidad nuclear
La relación entre el número de
protones(Z) y neutrones(N) es
por lo tanto clave para la
estabilidad del núcleo.
Para los núcleos ligeros N es
aproximadamente igual a Z, es
decir la relación entre N y Z es
1 (N / Z =1), por lo que son
estables. Para los núcleos
pesados la estabilidad se
consigue con mayor número
de neutrones y la relación
entre N y Z puede llegar a ser
de hasta 1.56 (N / Z=1.56) ,
desviándose del valor 1 en el
que el núcleo es estable. Este
comportamiento de los
diferentes núcleos está
representado en la gráfica.
Átomos estables:

• Son aquellos que no se desintegran: la relación neutrón /


protón se aproxima a la unidad. Cuanto más cercana a la
unidad sea esa relación, tanto más estable será el núcleo.

n:p = 1  átomos estables

Desde el Polonio 84, para los elementos más pesados, cuando


el Nº de neutrones sobrepasa ampliamente al de protones
alejándose demasiado de la unidad  Radionucleidos o
radioisótopos = núcleos inestables.

Éstos tienden a estabilizarse para lo cual pierden parte de su


masa, liberan E, la que puede ser eliminada en forma de
radiación o partículas.
Un núcleo es radiactivo si emite partículas de manera espontánea. Los núcleos familiares
son estables, o sea, que no cambian espontáneamente de una forma a otra. No obstante,
existen núcleos que son inestables.
El uranio es el ejemplo más común de tales núcleos. Dichos núcleos emiten
espontáneamente partículas que denominamos “radiación”. Si un núcleo emite radiación,
entonces es “radioactivo”, y el acto de emitir radiación se denomina “desintegración
radiactiva”.
DESINTEGRACIÓN RADIACTIVA:

Desintegración α : monoenergética (+), muy poca penetración,


sin interés biológico, produce intensa ionización de gases.

α+ = núcleo de He = (2 protones + 2 neutrones)

En campo electromagnético es atraída por el polo -.

Se efectúa con pérdida de masa = Nº A - 4


= Nº Z - 2
DESINTEGRACIÓN ALFA

La desintegración alfa () es llevada a cabo por núclidos que, para


alcanzar la estabilidad, emiten partículas formadas por dos protones y
dos neutrones; éstas son altamente ionizantes y, consecuentemente,
interaccionan con la materia en forma intensa quedando retenidas en
los primeros milímetros de la misma.
 La radiación alfa está formada por núcleos de átomos de helio y,
consecuentemente, el elemento emisor disminuye su número másico
en cuatro unidades y su número atómico en dos.
DESINTEGRACIÓN BETA

Existen 2 tipos de decaimiento beta cuyas emisiones


son corpusculares:

[Hay una tercera forma de decaimiento beta que se produce con emisión de E (E
característica de RX) y es la captura electrónica o captura K que veremos más
adelante].

- Decaimiento beta negativo (que se da en las


series radiactivas naturales).

- Decaimiento beta positivo (por emisión de


positrones, se da en radioisótopos artificiales)

En estos 2 casos el núcleo atómico emite electrones.


Dijimos que:
- el núcleo atómico está formado por
protones y neutrones

y que:
- los electrones giran en órbitas
alrededor del núcleo atómico.

Entonces: ¿De dónde provienen


esos electrones nucleares?
Murray Gell-Man (USA), premio Nobel de Física 1969

Quarks

Protón = up + up + down = 2/3 + 2/3 + (-1/3) = + 3 / 3

Neutrón = up + down + down = 2/3 + (-1/3) + (-1/3) = 0


Desintegración β- : proviene del núcleo [=
carga (-) del neutrón] por defecto de protones
emite β-. Tienen poder de penetración y son
menos ionizantes que las α+.

Desintegración β+: positrones, desintegración


de un protón por defecto de neutrones. Sólo
lo emiten radionucleidos artificiales, no hay
emisión natural de partículas β+.
DESINTEGRACIONES BETA
DESINTEGRACION BETA NEGATIVA

La desintegración beta negativa (-) es una emisión de electrones de una velocidad

comparable con la de la luz; éstos se forman a partir de la transformación espontánea

de un neutrón que “origina” un protón, un electrón y un antineutrino ( ) ).

  Tanto el concepto de neutrino () como el de antineutrino (que, al igual que el electrón, son

un tipo de leptón) fue desarrollado por Fermi para explicar los espectros de energía

provenientes de las desintegraciones beta; ambos son partículas sin masa* y sin carga que

se mueven con la velocidad de la luz y, consecuentemente, tienen pobre o nula interacción

con la materia representando la falta o el exceso de energía en los espectros.

Volviendo a la desintegración beta negativa, ésta surge por la pérdida de un neutrón y,

consecuentemente, la ganancia de un protón; así este radionúclido modificará su número

atómico en una unidad pero su número másico quedará igual.

*: A los neutrinos se los consideran sin masa porque si la tienen, la misma es despreciable, o sea, ínfima.
DESINTEGRACION BETA NEGATIVA  en radionúclidos naturales

Neutrón  constituido por 3 quarks


Neutrón = up + down + down = 2/3 + (-1/3) + (-1/3) = 0
En la desintegración beta negativa el neutrón se desintegra
emitiendo un electrón nuclear = quark down cuya carga es
de (- 1/3) y un antineutrino.
Nos queda  2/3 + (-1/3) = + 1/3
Por lo tanto, el núcleo gana otra carga positiva.
Recuerden que el núcleo emite - por defecto de protones
(cargas positivas), para estabilizarse.
En la desintegración - el número A se mantiene igual, pero
al número Z ( o número de protones) se le suma 1.
DECAIMIENTO BETA POSITIVO  en radionúclidos artificiales

La desintegración beta positiva puede darse en 2 situaciones:

1) Con la Captura electrónica (y emisión de RX característicos)

2) Con la emisión de un positrón

En ambos casos, el núcleo mantiene su número A, pero decrece en 1 el Z.

+
CAPTURA ELECTRÓNICA

La captura electrónica es un proceso de desintegración que sufre un núcleo cuando captura

un electrón de las órbitas próximas


p + e - a él. En este
n +caso
 la reacción se expresa así:

Ocurre cuando un electrón se une a un protón originando un neutrón y la emisión de un

neutrino; así que las consecuencias son las mismas que en una emisión beta positiva pero,

en este caso, el lugar dejado por el electrón capturado es ocupado por otro proveniente de

una órbita superior produciéndose la emisión de energía rayos X característicos.

La captura electrónica es desintegración beta positiva. Si bien en


este caso, el núcleo no emite positrones sino RX característicos, Z
decae en 1  Z-1 porque el protón se neutraliza con el e-.
CAPTURA ELECTRÓNICA
p + e-        n + υ
           
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EMISIÓN DE POSITRONES  en radionúclidos artificiales

Los positrones (e+) son considerados como a una antipartícula del electrón dado que

tiene su misma masa pero carga de signo opuesto.

En la desintegración beta positiva, algún protón del radioisótopo se desintegra

emitiendo un positrón y un neutrino.

Esta desintegración ocasiona la pérdida de un protón por lo cual el radionúclido desciende

una unidad en su número atómico pero no cambia su número de masa, el número A se

mantiene igual, pero al número Z (o número de protones) se le resta 1.


ANIQUILACIÓN BETA POSITIVA
Como vimos anteriormente, el protón está constituido por
3 quarks:

Protón = up + up + down = 2/3 + 2/3 + (-1/3) = + 3 / 3 = +1

Si el protón emite una carga positiva ( quarks up = + 2/3) nos


queda:
2/3 + (-1/3) = + 1/3
Por lo que sigue habiendo carga positiva, para que el protón
quede neutro debe haber también captura electrónica.
Para la emisión de positrones hay una condición necesaria:
que la masa inicial del átomo exceda a la masa final por
más de 2 masas electrónicas en reposo, 2 m = 0,0011 u.
La emisión del positrón puede ocurrir sólo si:
M Z,A > M Z-1, A + 2m
Lo cual es raro en la naturaleza, por lo que los radionúclidos
emisores de positrones son producidos artificialmente.
Como  E = m . c2
En términos de masa atómica, la energía de decaimiento en
la emisión de positrón es:
E = [ M Z,A - M Z-1, A - 2m] c2

Recuerden que la unidad de masa atómica (u.m.a.) es la masa de la doceava parte del
átomo de carbono 12.
 DESINTEGRACIÓN GAMMA
- La radiación gamma, es la tercera componente de la
radiactividad natural, (las otra dos son la desintegración
alfa y la beta negativa).

- Penetra en la materia mucho más que la alfa y la beta


siendo sus principales características la ausencia de carga
y masa.

- Se trata de una radiación electromagnética (REM)


ionizante cuyo origen es nuclear y es múltiple dado que
pueden formarse en varios de los procesos de
desintegración ya vistos.  
Desintegración γ : por mecanismo de desexcitación del núcleo.
REM de origen nuclear. Energía pura. Puede acompañar α +, β -, β +
o Captura K. Muy penetrantes, poco ionizantes de gases. Se da sin
pérdida de masa nuclear.

Captura K: en radionucleidos con exceso de protones. El núcleo


captura un e- orbital para estabilizar sus cargas. Se produce con
emisión de RX, por cuanto otro periférico, por salto cuántico, ocupa
el lugar del e- capturado. El exceso de E se emite como RX
característicos (porque son característicos a ése elemento químico).
 
Periodo de semidesintegración radiactiva. T ½
Es el tiempo necesario para que un número de radionucleidos
presentes en una muestra se reduzca a la mitad.
 
CONVERSIÓN INTERNA La conversión interna ocurre en aquellos
núcleos pesados que ceden parte de su exceso de energía a un electrón
próximo desplazándolo de su órbita y ocupando el lugar vacante con otro
electrón proveniente de órbitas externas con la consecuente emisión de
energía.
TRANSICIÓN ISOMÉRICA:  Es la transición de un estado a otro de E. La transición
isomérica ocurre en aquellos núcleos que poseen la característica de estar excitados
durante un tiempo cuantificable, son los denominados metaestables. El cambio del
estado metaestable al estable está acompañado por la emisión de energías en forma de
radiación gamma, un ejemplo de esto lo constituye el Tc-99m, Fluor -19m.
El fenómeno de transición isomérica se refiere a radionúclidos derivados de una
reacción nuclear que aparecen con un exceso energético que les hace ser inestables.
Ej.: Desintegración del Co 60

Co 60  ß-  Ni 60 en situación inestable, su nivel de E puede estar demasiado elevado,


se encuentra en un estado excitado. Se desexcita pasando a un nivel de menor E, que
sea estable, mediante transición isomérica. La E liberada se emite en forma de fotón
gamma.
La CI (conversión interna) entra en competencia con la transición isomérica. En este
caso la E de desexcitación es comunicada a un electrón de la corteza atómica, el cual se
libera con una EC (cinética) bien definida, donde la EC es la E de enlace del electrón
periférico al núcleo.
Núcleos metaestables
El isótopo metaestable mejor conocido es el Tc- 99m que en un periodo de 6 hs se
trasforma por transición isomérica en Tc-99 emitiendo un fotón de 140 KeV o un
electrón de conversión interna según la reacción:

El Iodo131 también emite ß- y γ.


 EMISIÓN DE NEUTRONES La emisión de neutrones ocurre
en aquellos átomos que se convierten en isótopos dado que su
número atómico no cambia mientras que el másico desciende una
unidad.

 
 
 
La cantidad de energía que se emite es pequeña y con escaso
valor de penetrabilidad en la materia.
Naturaleza y penetración de las radiaciones:
 

La partículas alfa pueden ser detenidas por una hoja de papel


Para frenar la radiación gamma o a los neutrones se requiere hormigón de unos 80 cm
de espesor.
Todos los modelos atómicos son TEÓRICOS.
No existe aún tecnología que permita ver a un átomo.
Entonces: ¿Cómo es posible identificar a qué elemento
pertenece un átomo?
Se lo identifica por su energía (E).
La E es propia y característica para los átomos de cada
elemento.
No hay átomos de diferentes elementos que posean la
misma energía.
Para identificar la E de los átomos que componen
una sustancia se utiliza el espectrómetro de
masas.

Espectrómetro de masas: aparato que convierte
moléculas en iones, y que separa estos iones en
función de su proporción de masa y carga. Los
espectrómetros de masas se utilizan para identificar
átomos e isótopos, y determinar la composición
química de una muestra.
Si un átomo emite una partícula alfa (2 protones y 2 neutrones)
decae en un átomo de otro elemento químico porque ya ni A ni Z
corresponden a los número de masa y atómico de ese elemento.

Y es un elemento distinto de X.

Como vimos anteriormente, los átomos de los distintos elementos se


reconocen por su energía, la que es característica de cada elemento.
E = m. c2

Entonces, al decaer la masa de un átomo decae su E.


En las desintegraciones radiactivas, la E de decaimiento
(que es la que en el átomo original se reduce) es llevada por la
partícula emitida en forma de E cinética.
En el decaimiento alfa la energía de decaimiento E se
puede escribir en términos de las masas atómicas del
núcleo precursor M Z,A , del núcleo descendiente M Z-2, A -4, y
de la partícula como:
E = [ M Z,A – (M Z-2, A-4 + M 2, 4)] c2 = MeV

Para la E = 8,9 MeV


Para la E = 8,9 MeV
SERIES RADIACTIVAS NATURALES
Cuando un núcleo se va desintegrando, emite radiación y da lugar a otro núcleo distinto también radiactivo, que
emite nuevas radiaciones. El proceso continuará hasta que aparezca un núcleo estable, no radiactivo. Todos los
núcleos que proceden del inicial (núcleo padre) forman una serie o cadena radiactiva. Se conocen cuatro
series o familias radiactivas, tres de las cuales existen en la naturaleza ya que proceden de los radionúclidos
primigenios. Se llaman radionúclidos primigenios a aquellos que sobreviven en la Tierra desde su formación.
Esto se debe a que su semivida es comparable a la edad de la Tierra.
Las tres series que existen en la naturaleza son la del Th-232, U-238 y Ac-227 (o protoactinio), la otra serie
radiactiva es la del Np-297, que debería haberse extinguido, pero las pruebas nucleares realizadas han liberado
estos núcleos y por lo tanto ha vuelto aparecer esta cadena radiactiva. En cada serie todos los núcleos están
relacionados, en la del Th-232, por ejemplo, todos los núcleos de la serie tienen números másicos iguales a 4n,
siendo n un número entero cualquiera. En la tabla siguiente están las distintas series radiactivas.
Tierras raras:
Los elementos plomo de cada serie son isótopos:

PLOMO:
El plomo se presenta en la naturaleza en ocho formas isotópicas:
cuatro de ellas son estables y las otras cuatro son radiactivas.
Los isótopos estables plomo 206, plomo 207 y plomo 208 son,
respectivamente, los productos finales de las series de
descomposición radiactiva del uranio, actinio y torio. El plomo 204,
también estable, no tiene precursores radiactivos naturales.
Uranio, de símbolo U, es un elemento metálico radiactivo, principal
combustible de los reactores nucleares. Su número atómico es 92 y
es un miembro de los actínidos del sistema periódico.

El uranio fue descubierto en 1789, en la pechblenda, por el químico


alemán Martin Heinrich Klaproth, quien le puso ese nombre por el
planeta Urano. Fue aislado en estado metálico en 1841.

Las propiedades radiactivas del uranio fueron demostradas en 1896,


cuando el físico francés Antoine Henri Becquerel produjo (por la
acción de una sal fluorescente denominada uranilsulfato de potasio)
una imagen en una placa fotográfica cubierta con una sustancia que
absorbía la luz. Las investigaciones sobre la radiactividad que
siguieron al experimento de Becquerel condujeron al descubrimiento
del radio y a nuevos conceptos de la organización atómica.
Cuando el uranio 238 se desintegra mediante emisión alfa, se forma torio 234; éste es un
emisor beta y se desintegra para formar protactinio 234, que a su vez, es un emisor beta que
da lugar a un nuevo isótopo del uranio, el uranio 234. Este isótopo se desintegra mediante
emisión alfa para formar torio 230, que también se desintegra mediante emisión alfa y
produce el isótopo radio 226. Esta serie de desintegración radiactiva, denominada serie
uranio-radio, continúa de forma similar con otras cinco emisiones alfa y otras cuatro
emisiones beta hasta llegar al producto final, un isótopo no radiactivo (estable) del plomo (el
elemento 82) con número másico 206. En esta serie están representados todos los
elementos de la tabla periódica situados entre el uranio y el plomo, y cada isótopo puede
distinguirse por su periodo de semidesintegración característico. Todos los miembros de esta
serie tienen un rasgo común: si se resta 2 a sus números másicos se obtienen números
exactamente divisibles por 4, es decir, sus números másicos pueden expresarse mediante la
sencilla fórmula 4n + 2, donde n es un número entero. Otras series radiactivas naturales son
la serie del torio, llamada serie 4n porque los números másicos de todos sus miembros son
exactamente divisibles por cuatro, y la serie del actinio o serie 4n + 3. El elemento original de
la serie del torio es el isótopo torio 232, y su producto final es el isótopo estable plomo 208.
La serie del actinio empieza con el uranio 235 (llamado originalmente actinouranio por los
investigadores) y acaba en el plomo 207. En los últimos años se ha descubierto y estudiado
en profundidad una cuarta serie, la serie 4n + 1, en la que todos son elementos radiactivos
artificiales. Su miembro inicial es un isótopo del elemento artificial curio, el curio 241.
Contiene el isótopo más duradero del elemento neptunio, y su producto final es el
bismuto 209.
Una aplicación interesante del conocimiento de los elementos radiactivos es su
uso en la determinación de la edad de la Tierra. Un método para determinar la
edad de una roca se basa en el hecho de que, en muchos minerales de uranio
y torio (que se están desintegrando desde su formación), las partículas alfa
han quedado atrapadas (en forma de átomos de helio) en el interior de la roca.
Determinando con precisión las cantidades relativas de helio, uranio y torio que
hay en la roca, puede calcularse el tiempo que llevan ocurriendo los procesos
de desintegración (es decir, la edad de la roca). Otro método se basa en la
determinación de la relación que existe en la roca entre las cantidades de
uranio 238 y plomo 206, o de torio 232 y plomo 208 (o sea, las relaciones entre
la concentración de los miembros inicial y final de las series de desintegración).
Estos y otros métodos arrojan valores de la edad de la Tierra que oscilan en
torno a unos 4.600 millones de años. Se han obtenido valores similares en
meteoritos que han caído a la superficie terrestre y en muestras lunares traídas
por el Apolo 11 en julio de 1969, lo que indica que todo el Sistema Solar tiene
probablemente una edad similar a la Tierra.
ACTIVIDAD

Cuando se utiliza una sustancia radiactiva como fuente de


radiación, su actividad es igual al número de
desintegraciones radiactivas por segundo.

La unidad S.l. es el beckerel y corresponde a 1


desintegración por segundo.

Otra unidad usada hasta ahora, es el curie (Ci) es 3,7 x


1010 veces mayor. En Medicina Nuclear se usan dosis de
mCi (en adultos) y de μCi (en niños).

La actividad del las fuentes intensas se suelen medir en Ci,


MBq o GBq.

La actividad cae exponencialmente en el tiempo.


Velocidad de desintegración

La velocidad de desintegración o actividad radiactiva se


mide en:
Bq: un becquerel equivale 1 desintegración por
segundo.
O en Ci, que equivale a 3,7·1010 desintegraciones por
segundo.
La velocidad de desintegración es la tasa de variación
del número de núcleos radiactivos por unidad de
tiempo.
Ley de desintegración radiactiva

En 1902 Ernest Rutherford y Frederick Soddy,


sugirieron que el ritmo con que una sustancia radiactiva
emitía partículas radiactivas disminuía exponencialmente
con el tiempo. La desintegración de un núcleo cualquiera
se produce al azar, y el número de núcleos que se
desintegran en un intervalo de tiempo dt es directamente
proporcional al tiempo y al número de núcleos existentes.
Su expresión matemática es:

N = N0e-λ t

La constante λ (lambda) es la constante de desintegración.


CONSTANTE DE DESINTEGRACIÓN

Esta cantidad representa la probabilidad por unidad de


tiempo de que ocurra una transformación nuclear para un
radionucleido dado.

La constante de desintegración se mide por segundo.

Está relacionada con el período de semidesintegración


(T½) de un radionucleido por:

λ = ln 2 / (T½)

λ = 0,693 / (T½)
PERÍODO DE SEMIDESINTEGRACIÓN

Esta magnitud es la cantidad de tiempo necesario para que la


actividad de una muestra de radionucleido se reduzca a la mitad.

Equivale al tiempo necesario para que un número dado de núcleos en


un estado radiactivo dado se vea reducido a la mitad.

Su unidad fundamental es el segundo (s), pero se suele expresar en


horas, días y años.

Para un radionucleido dado, el período de semidesintegración (T½)


está relacionado con la constante de desintegración (λ) por:

T½ = ln 2 / λ

T½= 0,693 / λ
PERIODO DE SEMIDESINTEGRACIÓN T1/2 = ln 2 / λ

La desintegración de algunas sustancias, como el uranio 238 o


el torio 232, parece continuar indefinidamente sin que
disminuya de forma detectable la tasa de desintegración por
unidad de masa del isótopo (tasa de desintegración específica).
Otras sustancias radiactivas muestran una marcada reducción
de la tasa de desintegración específica a lo largo del tiempo. Un
ejemplo es el isótopo torio 234 (llamado originalmente
uranio X), que una vez separado del uranio reduce su tasa de
desintegración específica a la mitad en 25 días. Cada sustancia
radiactiva tiene un periodo de semidesintegración; en algunos
isótopos es tan prolongado que los métodos actuales no
permiten observar la disminución de la tasa de desintegración
específica a lo largo del periodo de estudio. El torio 232, por
ejemplo, tiene un periodo de semidesintegración de 14.000
millones de años.
ISÓTOPO PERIODO EMISIÓN

Uranio 238 millones de años alfa y gamma

Carbono 14 5730 años Beta - y gamma

Cobalto 60 5,27 años Beta - y gamma

Radón 222 3,82 días alfa y gamma


RADIACTIVIDAD ARTIFICIAL
En 1919, Rutherford provocó la primera reacción nuclear
inducida artificialmente al bombardear gas nitrógeno corriente
(nitrógeno 14) con partículas alfa; comprobó que los núcleos
de nitrógeno capturaban estas partículas y emitían protones
muy rápidamente, con lo que formaban un isótopo estable del
oxígeno, el oxígeno 17. Esta reacción puede escribirse en
notación simbólica como:

N + He → O + H

donde, por convenio, se escriben los números atómicos de


los núcleos implicados como subíndices y a la izquierda de
sus símbolos químicos, y sus números másicos como
superíndices. En la reacción anterior, la partícula alfa se
expresa como un núcleo de helio, y el protón como un núcleo
de hidrógeno.
Hasta 1933 no se demostró que estas reacciones nucleares podían llevar en
ocasiones a la formación de nuevos núcleos radiactivos. Los químicos franceses
Irène y Frédéric Joliot-Curie produjeron aquel año la primera sustancia radiactiva
bombardeando aluminio con partículas alfa. Los núcleos de aluminio capturaban
estas partículas y emitían neutrones, con lo que se formaba un isótopo de fósforo
que se desintegraba por emisión de positrones, con un periodo de
semidesintegración muy corto. Los Joliot-Curie también produjeron un isótopo de
nitrógeno a partir de boro, y uno de aluminio a partir de magnesio. Desde
entonces se han descubierto muchísimas reacciones nucleares, y se han
bombardeado los núcleos de todos los elementos de la tabla periódica con
distintas partículas, entre ellas partículas alfa, protones, neutrones y deuterones
(núcleos de deuterio, el isótopo de hidrógeno de número másico 2). Como
resultado de esta investigación intensiva se conocen en la actualidad más de 400
elementos radiactivos artificiales. Esta investigación se ha visto favorecida por el
desarrollo de aceleradores de partículas que comunican velocidades enormes a
las partículas empleadas en el bombardeo, con lo que en muchos casos aumenta
la probabilidad de que sean capturadas por los núcleos utilizados como objetivo.

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