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EL BIEN DE LA PERSONA

COMO REFERENTE MORAL

Alumno: Gabriel Vázquez Santibáñez, fmap


• Nosotros amamos porque él nos amó antes.
(1 Jn 4, 19)
1. EL BIEN DE LA PERSONA
• Bien: Lo que todo ser desea.
• El deseo de la felicidad
es como la irradiación
del bien en el corazón del hombre.
Rasgos del bien

• La perfección. Es el anhelo del hombre.


• El bien es la causa de la felicidad.
• El bien tiene carácter de fin.
• La acción moral,
que implica conocer y amar un bien,
tiene carácter teleológico:
Se realiza siempre en vista de un fin.
• La finalidad rige el conjunto de los actos del hombre, y da lugar a una
jerarquía de bienes ordenados y dominados por el fin último, el Bien
Supremo, que es el objeto de un amor absoluto.
El Bien absoluto

Dios
• El deseo de este Bien, “Dios lo ha puesto en el corazón del hombre a fin de
atraerlo hacia Él, el único que lo puede satisfacer”. (cfr CATIC 1718)
• Bien honesto.
• Bien placentero.
• Bien útil.
• Bien honesto: Es el que merece ser amado por sí mismo, por
encima de toda consideración relativa al placer y a la utilidad; es el
bien moral, el que está conforme con la naturaleza racional del
hombre, engendra el amor de amistad.
• Bien placentero: Se busca por el placer o el gozo que se
proporciona.
• Bien útil: Tiene calidad de bien hacia el bien honesto.
2. LOS BIENES DE LA PERSONA
Inclinaciones naturales: Naturaleza y
libertad
• La persona está inclinada por
naturaleza a la conservación de la
existencia.
• A su ser propio.
• A la unión del hombre y la mujer.
• A la educación de sus hijos.
• A la vida en sociedad.
• Al conocimiento de la verdad.
Inclinaciones naturales: Naturaleza y
libertad
• La misma naturaleza humana está
finalizada hacia la libertad.
• La inclinación natural hacia los
bienes de la persona significa que la
libertad se siente excitada, impulsada
por el amor hacia esos bienes, pero no
limitada, por el hecho de esa
inclinación.

• Por eso se puede decir que las inclinaciones naturales “están en


el origen del obrar voluntario y libre y, por tanto, de la moral”.
Integración de los bienes en el bien de
la persona

• No decide el bien conveniente a


una determinada facultad.
• “Decide sobre sí mismo como
persona”.
• Orientar al Bien su relación con
los bienes particulares.
• Los bienes particulares alcanzan la
perfección cuando son orientadas
al Bien Absoluto (Dios).
Necesidad de la integración
• La necesidad de integración
se ve incrementada por la
realidad del pecado de los
orígenes.
• El hombre salió bueno de las
manos de su Creador.
• El pecado sin destruir aquella
bondad originaria introduce
en sus tendencias un principio
de desorden (concupiscencia).
• Por la revelación el cristiano
sabe que cuenta con la gracia
de Dios.
Posibilidad de la integración

• Adquisición de la virtud.
• La persona, orientada constitutivamente
hacia el bien, está estructurada de tal
manera que la totalidad de su ser
corpóreo espiritual –y, por tanto,
también la esfera de lo biológico- está
capacitada para ser guiada y orientada
por la luz de la razón y el dominio de la
voluntad.
3. LA PERCEPCIÓN DEL BIEN POR LA PERSONA
• Para conocer que bienes debe querer para
alcanzar su perfección, la persona, creada
a imagen de Dios, cuenta con la luz
natural de la razón.
• Es capaz de discernir.
• Bienes que le lleven a la perfección.

• Discernir a la luz de la razón natural. Lo esencial. (Rom 2, 14-16)


4. LA REALIZACIÓN DEL BIEN POR LA
LIBERTAD Y LAS VIRTUDES
• La libertad y el bien de la persona.
• Las virtudes, causes de la libertad.

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