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I.

FUNDAMENTOS DE LA MORAL
CRISTIANA.

• Concepto de moral cristiana.

• La teología estudia el misterio de Dios y de


sus obras a la luz de la fe, y contempla a
Dios en sí mismo y a las criaturas en cuanto
relacionadas con Dios como su principio y
su fin.
• La parte de la teología que:
• Trata del comportamiento de la persona
humana como criatura predilecta de
Dios,
• Creada a su imagen y semejanza, caída
en el pecado y redimida por su Creador,
• Es lo que corresponde a la TEOLOGÍA
MORAL,
• Su fin sobrenatural:
Consiste en su encuentro definitivo con Dios
y en participar de su eterna gloria.

• Tarea de la ciencia moral:


• Trazar las grandes perspectivas de la
moralidad cristiana en vista del ser y del
hacer cristiano y de la misión que a cada
uno corresponde en su condición de
cristiano.
• La moral cristiana actualmente busca:
 Un nuevo lenguaje más comprensible
para el hombre de hoy,
de modo que entienda el verdadero
sentido de la fe y del amor,
a fin de que comprenda mejor cuál es
su compromiso en relación con Dios,
con sus hermanos y con toda la
creación.
• Se trata de encontrar una síntesis que sea
fidelidad al Dios viviente, Señor de la historia,
• y respuesta a las inquietudes del hombre de
hoy, en estrecha correspondencia con el
Misterio Pascual de Cristo y el amor por la
persona humana,
• y de percibir la Iglesia como una comunidad
reunida por el Espíritu Santo, que tiene como
misión hacer visible el amor de Cristo y ser
signo visible de reconciliación.
Exigencias de la Teología Moral

• a) Debe marcar más el acento en la


llamada de Dios en Cristo
• y en la respuesta de la persona con sus
actos.
• b) Debe ser una moral Cristo-céntrica y
personalística.
• c) Debe tener en cuenta que lo fundamental en
la moral cristiana es tomar en serio y a
profundidad el misterio de Cristo.

• mundo en que vivimos.


• e) Debe crear conciencia de que el cristianismo y
la vida cristiana, como exigencia moral, en el
fondo,
• son una respuesta a Dios en Cristo, y de una
actitud profunda que compromete a toda la
persona, con toda su realidad de persona.
• En conclusión, y de acuerdo con lo que dice el Concilio
Vaticano segundo , la teología moral se puede definir
como:
 LA PARTE DE LA TEOLOGÍA QUE, A LA LUZ
DEL MISTERIO DE CRISTO, TRATA DE LA
PERSONA HUMANA EN CUANTO, LLAMADA
POR DIOS EN CRISTO,
 EN COMUNIÓN CON CRISTO RESUCITADO,
BAJO LA ACCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO,
PRODUCE FRUTOS PARA LA VIDA DEL MUNDO,
 EN LA TENSIÓN ESCATOLÓGICA DE LA
HISTORIA DE LA SALVACIÓN.
El Objeto de la teología moral
• Es el estudio de los actos humanos,
• en cuanto ordenados a Dios como
respuesta a su llamada amorosa a una
comunión de vida con El,
• que llegará a su plenitud en la vida
eterna,
• que es el fin último de la persona
humana, creada a imagen y semejanza
de Dios;
• Todo ayudado por la gracia,
• las virtudes y los dones del Espíritu Santo,
• y considerado a la luz de la razón
iluminada por la fe.
• La teología entiende por acto humano el
acto que procede de la libre voluntad de la
persona con advertencia de lo que hace y
de la relación que su actuar tiene con el
orden moral.
• Para que un acto realizado sea verdaderamente
humano se requiere:

• que estén en ejercicio las potencias que lo


caracterizan como ser humano,
• es decir, el entendimiento y la voluntad.
• El objeto de la teología moral es el estudio del
comportamiento humano, de los principios
operativos y los actos que conducen a la persona a
su fin último sobrenatural,
• que es la unión con Dios, o la apartan de ese fin.
RELIGIÓN Y MORAL.

• El culto expreso a Dios desempeña un


papel importante en relación con el
deber moral que a lo largo de toda la
vida apremia a la persona.
• La religión nace de la fe y de la
esperanza y es realización del amor.
• Dada la importancia de la religión dentro
del deber esencial de nuestra vida,
• la práctica de la virtud de religión no es
cuestión de simple consejo, sino que es un
deber y una necesidad moral.
• La religión inmediata se expresa por la
conducta general inspirada en la
reverencia a Dios, como también por
acciones personales de devoción.
• Tal es la importancia de la religión en el
comportamiento de la persona, que parece
no ser posible una moral sin religión,
• Aunque hay quienes afirman que es posible
una ética natural, humana, sin necesidad de
un reconocimiento de Dios.
• Pero en la práctica esto parece que no es
posible, ya que para poder reconocer la
existencia de un orden, se requiere reconocer
primero al Autor Supremo de ese orden.
• Para el cristiano la religión es mucho más
que un sentimiento, una necesidad o una
experiencia:
• Es ante todo la comunión de la persona con
el Dios viviente.
• La religión comienza cuando la palabra de la
persona humana responde a la Palabra de
Dios.
• Donde no hay relación con lo santo, no hay
propiamente vida moral.
• La moralidad, a la vez que se desprende
de la religión, es parte integrante de ella.
• En definitiva, la moral y la religión tienen
un mismo centro, que es la comunión
amorosa con Dios en la comunidad de
salvación convocada por El, es decir, en la
Iglesia.
• La moral cristiana tiene la característica
de ser una moral Teo-céntrica y Cristo-
céntrica.
• La vida moral cristiana, en su fuente y
en sus fines, es radicalmente Teocéntrica:
• Nace de Dios, mira su designio creador y
nuestra participación en la comunidad
divina.
• La persona está llamada a vivir el amor
personal que tiene su fuente en Dios. La
fuente de todo comportamiento está en
último término en el amor de Dios,
• que "ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos
ha sido dado" (cf. Rm 5,5).
• El cristiano ve en Dios, su Padre, el ideal
perfectísimo de su vida moral,
• de acuerdo con la invitación de Jesús:
"Sed perfectos como es perfecto vuestro
Padre celestial" (Mt 5,48).
• La vida moral contempla a Cristo en
cuanto Dios, que desde la eternidad está
en el Padre (cf. Jn 1,1,).
• El centro de la vida moral es Cristo,
camino, verdad y vida (cf. Jn l4, 6; Gl
2,20).
• Persona realmente moral es la que realiza
su encuentro personal con Dios en Cristo,
por la acción del Espíritu Santo.
• En resumen, la moral cristiana, Teo-céntrica y
Cristo-céntrica, es dialógica,
• ya que su característica particular es el diálogo
• amoroso con Dios y comunión de vida con El.
• Es seguimiento de Cristo, en cuanto asume con
responsabilidad la invitación que El hace a
seguirle negándose a sí mismo y tomando su cruz
(cf. Mc 8,34-38; Mt 16,24-28;
• Lc 9,23-27). Es fidelidad a la Nueva Alianza
sellada con la sangre de Cristo (cf. Mt 26,27-28;
Mc l4, 23-24;
• Lc 22,19-20; 1Co 11,23-25).
• Es una moral pascual, en cuanto la vida
moral del cristiano es un constante
morir con Cristo para resucitar con El
(cf. Rm 6,1-ll).
• Vida moral es sobre todo participación
viva en el misterio pascual de Cristo.
MORAL Y MUNDO

• La persona humana es sujeto de la moral a


lo largo de su paso por el mundo en el cual
vive y actúa, y con el cual tiene una
relación tanto mediata como inmediata.
• A la vez que la persona influye en el
mundo para transformarlo y
perfeccionarlo,
De acuerdo con la misión que el Señor le
confió al crearla (cf. Gn 1,28), recibe
influencia de ese mismo mundo, con el
que continuamente está en contacto.
Por ello se debe tener en cuenta que una
dimensión muy importante de la moral es
la conciencia crítica del mundo en que se
vive y del mundo que se vive.
• Una moral encarnada quiere decir una
moral con referencia al mundo.
• El mundo que se vive puede ser mediato
o inmediato. El mundo mediato es el
mundo universal, que conocemos y
vivimos especial- mente a través de los
medios de comunicación,
• que cada vez acortan más las distancias y
ponen en contacto con las realidades,
inquietudes, aspiraciones y maneras de
vivir de todos los habitantes de ese
mundo.
• El mundo inmediato es todo aquello que
rodea de cerca a la persona, el pequeño
mundo en que se desenvuelve la vida de
cada uno.
• Está constituido por la ecología, la
alimentación,
• el tipo de trabajo,
• la vida familiar, el vecindario, la
configuración histórica, etc.
• La teología moral debe tener en cuenta
tanto el mundo mediato como el
inmediato; de lo contrario, sería una
moral desencarnada.
MORAL Y SOCIEDAD
Presupuesto antropologico:
• La persona humana, por su misma
naturaleza, es un ser social.
• Sin la relación con otras personas
no puede ni vivir ni desarrollar sus
potencias y cualidades .
• La persona solamente podrá responder
a su vocación desarrollando sus
facultades en el trato con los otros, en
la mutua ayuda y el diálogo .
• La persona humana es un ser moral, es
decir, capaz de configurar por sí misma
su propia vida y de ser responsable de
la forma que da a su vida.
• Para realizarlo necesita de la
comunidad,
• de la unión, convivencia y
cooperación con otras personas.
• Solamente con la ayuda de los
demás podrá lograr la totalidad de
su ser y de los valores, a lo cual
aspira.
• La persona por naturaleza es un ser
social y solamente así puede alcanzar
su destino.
• La más alta razón de la sociabilidad se
encuentra en la Revelación.
• En la unión entre las personas se refleja
el misterio de Dios Trinitario. La recta
relación del cristiano con la comunidad
tiene su fuente en el amor de Dios.
• El sentido y valor de la
comunidad radica en el bien
común, es decir, en el
desenvolvimiento del ser de
cada persona y de todos los que
están unidos en la comunidad;
MORAL DE GRUPO

Hay que recuperar el caracter


comunitario de la moral, donde se
pueda establecer la relacion existente
entre individuo y sociedad.
Por eso la moral cumple una función
social.
La moral o el etnos: es el conjunto
de las reglas, las formas de vida o el
sistema de costumbres del grupo.

De ahí la importancia de la
aplicabilidad del etnos, en las normas
sociales, jurídicas y morales.
NORMAS SOCIALES
• Son la primera producción normativa que
nace de la ruptura de la evidencia ética
dentro del Etnos.
• Son modelos o estructuras personales de
comportamientos cuya violación implica
sanciones, desde la desaprobación y
marginación del grupo, hasta la violencia
física.
NORMAS JURÍDICAS

• Son modelos de comportamiento


explícitamente codificados en el
derecho. Constituyen un complejo de
instituciones objetivas que disciplinan
y estructuran un grupo. (Leyes,
organización política del poder, aparato
productivo y poder económico).
NORMAS MORALES
• Son distintas en sentido formal, de las
normas jurídicas, pero tienen con ella
una intrínseca relación.
• La reflexión moral tiene el cometido
de volver a los fundamentos
antropológicos y a los valores que
justifican la legitimidad de las normas.
RELACIÓN DE LA MORAL
CON LA ÉTICA FILOSÓFICA

Los principios y normas de la moral


cristiana, aunque asumen principios y
normas de la ética humana, no se
reducen a la ética humana, ni
simplemente proceden de una filosofía o
ideología,
Sino que explican el orden de la
vida divina revelado por la
persona, la obra y el mensaje de
Jesucristo, quien hace posible su
complimiento mediante el don de
su Divino Espíritu.
• La ética filosófica se encuentra en las
raíces de la moralidad, pero opera
solamente con los conocimientos
accesibles a la razón natural.
• Por eso solamente la teología, que obra
desde la fe, puede dar plena razón de las
exigencias propias del ser humano
elevado a un orden sobrenatural, y de las
condiciones de su naturaleza caída y
redimida.
En resumen, hay que admitir que hay
una diferencia entre ética y moral y
que esta diferencia radica en que la
teología moral está en el plano de la
fe, en tanto que la ética filosófica o
natural está en el plano de la razón.
RELACIÓN DE LA MORAL CON
LA SAGRADA ESCRITURA

La teología moral, como doctrina moral


que es, debe atenerse a la Sagrada
Escritura en lo que en ella, como
palabra revelada, aparece sobre el
comportamiento humano en relación
con Dios.
• Como afirma el concilio Vaticano II, la
Sagrada Escritura debe ser "como el
alma de toda teología.
• La misma Sagrada Escritura constituye,
por lo mismo, la principal fuente de la
teología moral.
• Las verdades contenidas en la
Revelación, recibidas por la fe como
Palabra de Dios, constituyen las bases de
la moralidad cristiana.
El apóstol San Pablo hace referencia al
valor de la Sagrada Escritura en relación
con la vida moral, cuando dice:
"Toda Escritura es inspirada por Dios y
útil para enseñar, para argüir, para
corregir y para educar en la justicia; así
el hombre de Dios se encuentra perfecto
y preparado para toda obra buena"
(2Tm 3, l6-17).
RELACIÓN DE LA MORAL CON LA
TRADICIÓN DE LA IGLESIA

• El depósito de la fe, que fue confiado


a la Iglesia y que ha sido transmitido a
lo largo de los siglos, continúa
obrando en la vida de la Iglesia.
• Ese depósito, llamado "Tradición",
constituye también una de las grandes
fuentes de la teología moral
Esta Tradición se ha manifestado
particularmente en los escritos de
los Santos Padres de la Iglesia, en el
trabajo de los teólogos y en el sentir
unánime del pueblo fiel, que
constituyen un valioso soporte para
la teología moral.
RELACIÓN DE LA MORAL CON EL
MAGISTERIO DE LA IGLESIA

• Es al Magisterio de la Iglesia al que


corresponde la tarea de proteger, custodiar y
explicar el depósito de la revelación, de
acuerdo con las necesidades de cada época.
• Es deber de la teología moral atender a las
enseñanzas de la Iglesia, por las que se expone
y se pone a plena disposición la revelación
contenida en la Sagrada Escritura y en la
Tradición.
• La teología moral debe tener presente
que la doctrina de la Iglesia está bajo el
influjo de Cristo y del Espíritu Santo.
• Naturalmente, de acuerdo con esto, las
definiciones infalibles o definiciones
dogmáticas obligan a la teología moral,
puesto que la infalibilidad de la Iglesia se
extiende también a las verdades
reveladas en su significación moral.
BREVE HISTORIA DE LA
TEOLOGÍA MORAL.
• La historia de la teología moral es útil
porque puede preservar de errores,
interpretaciones erradas o anacronismos.
• Permite precisar el sentido que un
concepto, una expresión o una palabra
tuvieron en un momento determinado;
• por ejemplo: hacia el siglo VI la
expresión "ius gentium" significó
"derecho internacional";
• En cambio en Santo Tomás de Aquino
significa el derecho natural que
corresponde específicamente a la
naturaleza humana,
• para distinguirlo del derecho natural
común a los hombres y a los animales.
• También una historia de la teología
moral permite distinguir en la misma
• teología moral los elementos esenciales,
de aquéllos que son secundarios por ser
elementos humanos de desarrollo,
• que no corresponden a la esencia del
cristianismo.
• Esta historia puede ayudar a resolver algunos
problemas hoy, aunque es cierto que la historia no
se repite, pero también es cierto que las
experiencias del pasado pueden enseñar mucho en
el presente.

• Hay que tener en cuenta que la historia de la moral


no es solamente historia, sino que también es
teología,
• Palabra de Dios revelada y transmitida hasta
nosotros en varias formas que se expresan en la
historia de las culturas.
• El moralista que quiera enseñar con exactitud
la teología moral, debe conocer la historia, sin
la cual no podrá captar bien la naturaleza de
la misma teología moral.

• Ante todo, es necesario el estudio de los


documentos de la Revelación, ya que la
Palabra divina es el fundamento de toda
teología,
• no solamente en su letra original, sino también
como es estudiada y entendida por los teólogos
y escritores eclesiásticos.
• Siempre se debe confrontar la teología moral
con la Sagrada Escritura.

• Se deben tener en consideración las enseñanzas


del Magisterio de la Iglesia que a menudo
hablan de la moral y del obrar cristiano,
• las obras de los grandes teólogos, de filósofos y
humanistas que han tenido influjo en la
doctrina de los moralistas o en la conducta del
pueblo cristiano.
• Haciendo un recurrido por el
desenvolvimiento de la historia del
cristianismo, se pueden destacar como
datos más significativos en el desarrollo
de la teología moral los siguientes:
• Al comienzo de la historia de la moral
está la actividad docente de Jesús y de
sus apóstoles, que viene a ser el punto de
partida.
• . En los inicios del cristianismo no hay una
preocupación por escrutar de modo
sistemático las verdades reveladas, pues

• la principal preocupación es la de hacer a


otros partícipes del Evangelio.
• La preocupación de Jesucristo se basaba en
las enseñanzas sobre Dios Padre, su forma
concreta de relacionarse con el hombre, sus
sentimientos hacia la humanidad,
• etc., y, al mismo tiempo, Jesús enseñaba
acerca de la manera de comportarse el
hombre con Dios, consigo mismo y con los
demás.
• Así, Jesús hablaba de que era preciso cumplir
la voluntad divina, de cómo habíamos de
rezar, como debíamos amarnos unos a otros…
• En ocasiones, Jesús indica una serie de malas
acciones que el hombre debe evitar y de actos
que debe cumplir, etc. (Mt.15,10-20) .
• De acuerdo con la enseñanza de Jesucristo,
los demás escritos del Nuevo Testamento
recuerdan como los cristianos deben cumplir
los “mandamientos del Señor” (1 Jn. 2,3).
• Igualmente, los escritores sagrados
responden a los cristianos que hacen
preguntas acerca de cómo deben
comportarse en tantas situaciones nuevas en
las que se encuentran en medio de la
sociedad pagana (1 Cor. 12,15).
• De este modo, el mensaje moral cristiano
se enriquece deduciendo de la doctrina
de Jesús aspectos nuevos para la
conducta de los recién bautizados .
• Este mismo criterio se siguió en los
primeros siglos de la Iglesia.
• Los cristiano se encontraron con
situaciones bien distintas de las que
observaban los judíos de Palestina en
tiempos de Jesús (Hec.15, 6-33).
• Era preciso saber cómo tenían que actuar en
las variadas circunstancias en que vivían;
• por ejemplo, si debían o no servir en el
ejército y hacer la guerra, si estaban
obligados a pagar tributo, si debían
obedecer a una autoridad pagana que los
perseguía,
• cual era la condición de los esclavos, como
debían comportarse los esposos cristianos,
etc.,.
• Pues bien, los santos Padres, a partir de
la enseñanza del Nuevo Testamento,
elaboraron una doctrina que daba
• respuesta a las distintas circunstancias
en que se encontraban los bautizados .
• En la época patrística, hasta muy
entrada la escolástica medieval, la moral
no aparece como disciplina teológica
propia, sino que está unida a una
teología general.
• Durante los tres primeros siglos de la era cristiana
la moralidad no se expuso por interés científico,
sino por el fin práctico de enseñar a los fieles a
ordenar su vida cristianamente y a rechazar las
concepciones erróneas y las influencias paganas.

• Los llamados Padres Apostólicos, siguiendo la


Palabra de Dios, expusieron la Revelación
cristiana sin un orden sistemático, y con esa
exposición entrelazaban exhortaciones de carácter
moral.
• En su catequesis y en su predicación
ocupaba un lugar importante la
exposición de las verdades morales.
• Ellos comunicaban lo que habían
saboreado en la contemplación de las
cosas divinas. Son considerados como
especialistas de la vida espiritual.
• Inculcaron el deber de llevar una vida
santa, digna de los hijos de Dios.
• De este modo aparecieron algunos escritos
dedicados fundamentalmente a cuestiones
morales.
• Es el caso por ejemplo, de “la Didaje”
(finales del Siglo I), que utiliza la parábola
evangélica de los “dos caminos” (Mt.7,13),
• con lo que pretende destacar la
importancia de las decisiones morales
para nuestra salvación
• . Clemente Alejandrino (+ 215), que escribió “el
Pedagogo”, obra que contiene abundante
doctrina moral, pues tiene a la vista el cristiano
que vive en medio de una sociedad pagana .

• Hacia el siglo IV el desarrollo de la vida


cristiana pasó por una edad de oro.
• Tanto los padres de oriente como los de
occidente trataron de detener la corrupción
moral venida del paganismo, que amenazaba
invadir el campo de la Iglesia.
• San Ambrosio (+397) escribió un manual
de doctrina moral propiamente para
clérigos, una obra titulada “De officiis”, en
la que expone las virtudes que han de vivir
los cristianos.
• En sus obras predomina el interés por la
moralidad. Casi por la misma fecha, San
Agustín (+430) trató ampliamente de
cuestiones de doctrina de la fe y de la
moral.
• Escribe diversos tratados sobre la vida
moral, tales como
• “Sobre la fe, la esperanza y la caridad”,
“Sobre la paciencia”, “Acerca de las
costumbres en la Iglesia Católica”,
“Contra la mentira”, etc .
• Expuso la moralidad cristiana en
contraste con la de los maniqueos,
• y consagró estudios especiales a
cuestiones morales particulares,

• tales como la virginidad, la


continencia, la paciencia, la mentira.
• Otros Padres, tales como San
Jerónimo, San Basilio el Grande, San
Gregorio Nacianceno, San Juan
Crisóstomo, etc.,
• realizaron tareas importantes en el
desenvolvimiento de la teología moral.

• Es de tener en cuenta que los Padres de


la Iglesia cultivaron la doctrina moral
dentro de la doctrina general de la fe
• y dedujeron la conducta moral del
cristiano de su "ser en Cristo".
• En el siglo VI, el Papa San Gregorio
Magno (+604)

• Escribió un pequeño tratado de moral


bajo el título de “Moralia in Job”, en
el que, con ocasión de ensalzar la
figura de Job, expone un modelo de
vida cristiana .
• La primera Edad Media recogió,
guardó y comentó lo que fue elaborado
por los Santos Padres.
• Reunió las antiguas leyes eclesiásticas
sobre la penitencia y las prescripciones
entonces vi- gentes.
• Surgieron los libros penitenciales, que
consignaban las penas impuestas para
determinadas faltas o pecados.
• Ya en la alta Edad Media, cuando se
elabora la teología científica, Pedro
Lombardo (+1160) expone los contenidos
de la Teología Moral a lo largo de los
diversos tratados teológicos de su obra
“Sobre las Sentencias”.
• Por ejemplo, en el libro II estudia la
libertad y el pecado; en el tratado sobre
Jesucristo expone la doctrina sobre las
virtudes, etc. .
• El fundador del primer sistema científico
de la moral cristiana fue Santo Tomás de
Aquino, quien en forma admirable
expuso dicha moral en la segunda parte
de su "Summa Theologiae".
• La obra de Santo Tomás representa un
importante paso para la comprensión de
la relación entre fe y razón.
• Recalca la primacía de la verdad revelada y
el valor de la razón para penetrar en el
conocimiento poseído por la fe.
• Según él la gracia no destruye la naturaleza,
ni la deforma, sino que la sana y perfecciona:
la supone y la prosigue.
• Así en la parte I-II expone lo que más tarde
se denominará “Moral Fundamental”, es
decir, los fundamentos de la vida moral.
• . Allí estudia:
• Los actos morales,

• la libertad,
• las normas o leyes éticas, etc.
• Después en la parte II-III desarrolla un
extenso tratado de Teología Moral
basado en el estudio de las virtudes .
• En los siglos XIV y XV aparecieron
"Sumas de confesión" como obras de
consulta para los confesores.
• Entre ellas sobresale la "Summa
Theologica" de Antonino de Florencia.
• Estos siglos son llamados los "años
difíciles" de Europa. Surge la
descomposición por todas partes, tanto
en la Iglesia como en el campo civil.
• Aparecen guerras, pestes, carestía,
regresiones económicas, dificultades
sociales, decadencia moral.
• Es éste un período de transición que
prepara el advenimiento del "mundo
moderno".
• Hacia el final del Medioevo aparece un
nuevo concepto del hombre y del mundo, en
el que el hombre ocupa el primer lugar y es
constituido el centro de todo.
• En el siglo XVI el nominalismo, cuyo
padre es Guillermo de Ockam, propuso
un sistema completo acerca de Dios, del
hombre y del mundo,
• sistema que no solamente fue aceptado
por sus discípulos,
• sino que también influyó en el
pensamiento de otros estudiosos de
filosofía y de teología.
• El nominalismo no solamente fue una
crítica de la doctrina medieval del siglo
XIII, que había intentado la síntesis
entre fe y razón,
• sino que también intentó establecer una
nueva doctrina completa,
• no a la luz de la metafísica, sino a la luz
de la lógica.
• Según los planteamientos de Guillermo
de Ockam, el bien y el mal no serían
realidades ontológicas,
• sino solamente connotaciones exteriores
o significados secundarios que
dependerían totalmente de la voluntad
de Dios,
• quien podría establecer que lo que ha
sido considerado bueno, sea malo, o
viceversa.
• La ética ockamista es una ética que depende
exclusivamente de la "arbitraria" voluntad
de Dios, sin que haya razón alguna de esa
voluntad.
• Para el nominalismo en ética se debe buscar,
ante todo, la existencia de la ley.
• La moral consistiría solamente en la
obediencia a la ley, y sería únicamente una
moralidad de los actos, sin que tenga que ver
la totalidad de la vida virtuosa.
• La moral nominalista es una moral
legalista y no reconoce ninguna otra
obligación fuera de las obligaciones
impuestas por la ley.
• El nominalismo influyó notoriamente en
los planteamientos morales de los siglos
XVI y XVII, tanto que en España, en el
siglo XVI, se instituyeron cátedras
nominalísticas.
• Tuvo especialmente como consecuencias
la disgregación de las ciencias teológicas
y el surgimiento de la moral casuística.
• En la teología moral se estudiaba
solamente el problema de la obligación,
pero no se preguntaba por las razones
de esa obligación.
• El moralista era un simple jurista que
proclamaba, interpretaba e imponía las
leyes "dadas por Dios.
• "La teología moral tuvo, un aspecto jurídico y
legalístico que abrió las puertas a la casuística.
• En el siglo XVI la denominada “segunda
escolástica”, en la que jugaron un papel
decisivo las Universidades de Salamanca y
Alcalá, los grandes teólogos de la época
comentaron ampliamente la moral de Santo
Tomás
• y se plantearon los nuevos problemas que
surgieron con ocasión del descubrimiento de
América.
• Es sentencia común que fue el
dominico P. Francisco de Vitoria el
fundador del Derecho Internacional,
pues, a partir del Evangelio y del
Derecho Natural,
• señaló con rigor algunos derechos
humanos,
• los deberes y los derechos de las
autoridades y pueblos, etc.
• Los teólogos de aquella época se ocuparon
de los diversos problemas que se
plantearon en su tiempo:
• el comercio, la guerra justa, los derechos
de los indios, etc .
• Con el concilio de Trento -l545 a 1563 - la
teología tuvo una verdadera revolución
que fue de provecho para la teología
moral, ya que ésta se convirtió en
disciplina teológica independiente.
• Durante toda la Edad Media las
"Sentencias" de Pedro Lombardo
constituyeron la base de la enseñanza
teológica.
• Desde comienzos del siglo XVI estas
"Sentencias" fueron cada vez más
desplazadas por la Suma de Santo Tomás.
• Luego surgió una serie de comentarios a
esta Suma y se fue colocando la materia
moral en orden sistemático.
• En el año 1700, el jesuita español Juan Azor
edita un manual de Teología Moral dedicado
especialmente a ayudar a los sacerdotes a
ejercer el sacramento de la Penitencia.
• Con esta obra se inicia una amplia literatura
de manuales de Teología Moral .
• En la evolución posterior de los siglos XVII y
XVIII se acentuó una controversia sobre el
probabilismo con el enfrenta-miento entre
dos extremos: el laxismo y el rigorismo.
• Al laxismo muchas veces iba unida una
exagerada casuística.
• Los casuistas corrieron el peligro de enredarse
en multitud de casos especiales y olvidar así lo
fundamental, peligro que iba creciendo por la
separación de la moral y la dogmática.
• Otro peligro fue el que la moral perdiera su
contenido positivo y se convirtiera en mera
doctrina sobre el pecado, hasta el punto de
darse la separación entre la moral y la teología
mística.
• San Alfonso María de Ligorio (l696-l787)
contrarrestó los abusos de una enseñanza
casuística unilateral, y buscó una línea media
entre laxismo y rigorismo.
• El especial valor de su doctrina moral está en
su significativa síntesis entre las intuiciones
morales naturales y la moral revelada.
• Se opuso al rigorismo jansenista y trató de
corregir los defectos del laxismo y de la
casuística exagerada, sentando los principios
sobre el valor de la conciencia.
• A mediados del siglo XVIII la moral cayó en una
nueva crisis: teólogos católicos y protestantes se
inclinaron por la "ilustración", poco amiga de la
fe y, bajo el influjo de la filosofía contemporánea,
buscaron los cimientos morales casi
exclusivamente en la razón práctica.

• A partir del siglo XIX se inicia una época que


muchos califican como decadente, pues la
amplísima literatura de Teología Moral no tuvo
suficientemente en cuenta la doctrina bíblica,
• sino que exponía la enseñanza moral a
partir de la ley natural, aplicada a los
diversos aspectos de la vida.
• Es la denominada “moral casuística”.
• También es preciso resaltar que estos
autores tenían muy en cuenta la
importancia de la caridad y se destacaron
por el estudio de los sacramentos, como
parte integrante de esta asignatura.
• Hacia fines del siglo XIX y comienzos
del siglo XX personas hostiles a la
Iglesia dirigieron violentos ataques a la
enseñanza de la teología moral,
• lo cual contribuyó para que los
moralistas evitaran exageraciones
injustificadas y reflexionaran
serenamente sobre lo que requería ser
corregido.
• No obstante, desde el comienzo del siglo
XX, se demandaba una reforma en el
modo de explicar la Teología Moral
escolar.
• A mediados del siglo XX surgió una
serie de corrientes de pensamiento que
planteó el modo de hacer teología de los
últimos siglos, en particular, el modo de
conducir la ciencia moral.
• Con el retorno a la Palabra de Dios se subrayó
también la unidad de la moral con la
dogmática y la teología espiritual,
• la necesidad de un mayor recurso a las
enseñanzas de los Santos Padres
• y del estudio de Santo Tomás de Aquino,
• de una más sólida fundamentación moral en la
metafísica,
• y la necesidad de aprovechar para elaborar los
juicios morales los datos de las nuevas ciencias
humanas.
• El concilio Vaticano II hizo una llamada
a volver a una moral mas bíblica y que
orientase la vida cristiana a la santidad.
• El concilio repite constantemente como
criterio orientador:
• "Téngase especial cuidado en renovar la
teología moral, cuya exposición
científica, más nutrida de la Sagrada
Escritura,
• explique la grandeza de la vocación de los fieles
en Cristo, y la obligación que tienen de producir
fruto para la vida del mundo".
• Los criterios señalados son los que guían la
exposición actual de la Teología Moral, tanto a
nivel de investigación como de exposición
escolar .
• Hay que tener en cuenta también que
últimamente han aparecido corrientes de
pensamiento que por sus planteamientos
equivocados han provocado crisis en la teología
moral, en ciertos ambientes.
• Un caso concreto es lo que ha sucedido
con la pretensión de distinguir el ser
humano en cuanto naturaleza y el ser
humano en cuanto persona,
• tratando de entender como persona el
ser humano en cuanto dispone de
libertad sobre sí mismo, en tanto que la
naturaleza sería entendida como la
corporeidad vivificada junto a las
relaciones del mundo circundante.
• El ser humano como persona poseería
una autonomía radical.
• La principal consecuencia de esta
distinción es la negación de la existencia
de normas concretas trascendentales con
validez perenne.
• Otra corriente que ha creado conmoción
en el campo de la teología moral ha sido el
llamado "Teleologismo", con sus dos
vertientes:
• el consecuencialismo y el
proporcionalismo, teorías éticas a las que
se refiere el Papa Juan Pablo II .
• El nombre de teleologismo les viene de su
propósito de fijar la moralidad de los actos
primeramente no en el objeto del obrar
humano, como es la verdad enseñada por
la Iglesia, sino propiamente en el fin (telos)
que se preponga el ser al obrar.
• El consecuencialismo parte de la afirmación de
que ningún acto de la persona deja de tener
efectos buenos y efectos malos y, si no
• se dirige directamente contra Dios,
• será moralmente bueno cuando el agente elige
aquella acción que con mayor probabilidad
eleva al máximo los efectos buenos y disminuye
al mínimo los efectos malos.
• Esto significa que no se podrá decir a priori que
tal o cual acto sea intrínsecamente malo, es
decir, por su misma naturaleza,
• contrariamente a lo que enseña la moral cristiana
cuando afirma que hay actos que por su razón de
ser en sí son buenos a son malos: buenos, porque
• son concordes con el plan de Dios; malos, porque
son contrarios al plan de Dios.
• El consecuencialismo cambia esta perspectiva al
fijar la moralidad no en la conformidad del acto
con el querer de Dios, sino en sus resultados
práctico-temporales, según las previsiones del
sujeto y su escala de valores, viniendo así a reducir
la finalidad moral a una finalidad técnica.
• El proporcionalismo fundamentalmente
sostiene que el mal moral debe entenderse
en un sentido objetivo, como daño
injustamente causado, en contraste con el
mal premoral. Mientras no se conozca si ha
sido causado en modo justificable o no, se
llamaría mal óntico, premoral o no moral.
• Lo que determinaría la moralidad de la
acción, en definitiva, sería la presencia o no
presencia de razones proporcionadas,
presencia que sería objetivamente medida
• Por esta razón no podría decirse que sean
intrínsecamente un mal moral acciones individuales
independientemente de sus circunstancias
moralmente relevantes.

• El proporcionalismo intenta sustituir el papel de la


conciencia y de la prudencia por un sistema de
normas justificado por un razonamiento de tipo
matemático sobre la proporción de los bienes,
• pasando así de una norma que fundamenta la
bondad moral de un acto en su conformidad con la
naturaleza racional,
• a otra norma que fundamenta esa
bondad moral en la existencia de una
razón proporcionada o de un balance del
bien respecto del mal.
• El concilio Vaticano II encarece una
renovación universal con especial
cuidado en perfeccionar la teología moral
"cuya exposición científica, más nutrida
de la Sagrada Escritura,
• explique la grandeza de la vocación de
los fieles en Cristo, y la obligación que
tienen de producir fruto para la vida del
mundo".
• Son, entonces, dos los presupuestos
fundamentales que propone el concilio
en torno a la renovación de la teología
moral: el retorno a sus fundamentos
bíblicos y el ser instrumento para
producir frutos de santidad.
• El mismo concilio promovió el
restablecimiento de los lazos entre la
dogmática y la moral, el retorno a los
Padres de la Iglesia quienes, en sus
comentarios a la Sagrada Escritura,
• entrelazan enseñanzas morales con la
espiritualidad y la pastoral.
• Otro aspecto importante de la contribución
del concilio Vaticano II a la renovación de
la moral está en su doctrina sobre la
dignidad de la persona humana,
• fundada en su dimensión trascendente;
• sobre la dimensión social y comunitaria
de la conducta humana;
• sobre la vida cristiana en la Iglesia;
• sobre la importancia de los sacramentos
en la vida cristiana y el papel singular de
la Virgen María en la santidad de vida .
LA MORALIDAD Y SUS
FUNDAMENTOS
• La persona humana, sujeto de la
moralidad.
• La moralidad solamente es propia del
ser humano, único ser de la creación
de quien se pueda afirmar que su
conducta sea moral o inmoral.
• Dentro del universo visible solamente
la persona humana tiene vida moral
por estar dotada de inteligencia y
voluntad, que le hacen posible la
apertura a Dios y el dominio sobre sus
actos.
• En cada concepción del bien y del mal
moral hay siempre una concepción de
la persona humana.
• El libro del Génesis describe el
proyecto de Dios sobre el ser
humano, su designio originario y su
proyecto salvador cuando el hombre
abusó de su libertad y pecó.
• Así, el plan de Dios aparece como
integrado por tres elementos que
dan el fundamento de la
antropología revelada:
• El proyecto original, la situación del
hombre después de la caía, y la
Historia de la Salvación (cf. Gn 1,26-
29; 2,5-25: 3,1-24).
• Tal como lo enseña la Palabra de Dios,
nuestros primeros padres, creados a
imagen y semejanza de Dios (cf. Gn
1,26), fueron elevados a un estado de
familiaridad con el mismo Dios,
• estado de inocencia y de gracia que
perdieron por causa del pecado.
• Todo ser humano, a excepción de la
Inmaculada Virgen María, nace
privado de la amistad con Dios y con
la inclinación al pecado, sin que
pueda por sus solas fuerzas recuperar
los dones perdidos.
• La persona humana se reconoce a
sí misma dotada de una voluntad
libre, capaz de disponer de sí
misma en orden al bien o al mal.
• Sus decisiones libres van
acompañadas de la conciencia de
que hay distinción entre los actos
buenos y los actos malos.
Debe el cristiano saber que vida moral
cristiana no es el sometimiento a unas
leyes o principios éticos, sino, y ante
todo, una vida, un seguimiento de
Cristo hasta poder decir con San Pablo:
"No vivo yo, sino que es Cristo quien
vive en mí" (Ga 2,20).
LIBERTAD HUMANA

El fin último y los interrogantes del


hombre.
A través de los tiempos el ser humano se ha
planteado el interrogante sobre el fin de la
vida humana y ha querido encontrar una
respuesta a su natural anhelo de felicidad.
El cristiano sabe, por la fe, que ha sido
creado a imagen y semejanza de Dios
para conocer, amar y servir a Dios
mientras esté de paso por este mundo y
así poder gozar de la presencia de Dios
en la bienaventuranza eterna.
Nuestra fe nos enseña que Dios creó
el universo por su bondad y
omnipotencia, no para aumentar su
bienaventuranza, sino para
manifestar su gloria y perfección.
Al crear, Dios no puede tener otra
finalidad que la de hacer a las
criaturas partícipes de su bondad.
• La persona se dirige libremente a
su fin último.
• Es el único ser de la creación
visible que tiene la capacidad de
poder dirigirse por sí mismo al fin
que se propone,
• capacidad sin la cual la persona no
sería dueña de sus actos.
Pero, aunque es cierto que toda persona
obra siempre movida por el deseo de
felicidad, también es cierto que hay
quiénes no optan por Dios como su fin
último, sino que, absolutizando los
bienes creados, los convierten en fin
último, y así orientan toda su vida de
acuerdo con el bien que han absolutizado.
• En último término, quien opta por las
cosas terrenas en razón del agrado que
le proporcionan o del placer que le
ofrecen, opta por sí mismo
egoístamente.
• De ahí resulta el sentido de la opción
fundamental, que solamente puede ser
por Dios o contra Dios: "El que no
está conmigo, está contra mí" (Lc
11,23), dice el Señor.
LOS ACTOS HUMANOS:
RESPUESTA A LA LLAMADA DE
DIOS.
• La teología moral ha dado el nombre
de actos humanos únicamente a
aquellos actos que proceden de la
voluntad deliberada de la persona.
• Son también llamados: actos libres, en
cuanto realizados por la persona con
dominio de su libertad,
es decir, realizados libremente; actos
voluntarios, en cuanto son queridos y
aceptados por quien los realiza;
• actos morales, en cuanto afectan la
vida moral; actos responsables, en
cuanto quien los realiza se reconoce
como autor de ellos;
• actos imputables, en cuanto la persona
que los realiza merece por ellos
premio o castigo.
• El calificativo de "humanos" les viene
por el hecho de que en ellos la
persona humana pone en ejercicio
aquellas potencias y facultades que la
distinguen como ser humano,
• es decir, la inteligencia y la voluntad,
junto con el discernimiento y la
deliberación.
• Los actos humanos reciben diversas
denominaciones, que hay que tener en
cuenta dentro de la terminología
utilizada por la teología moral,
• para una mejor comprensión, incluso
para una mayor claridad en los juicios
morales.
Las más importantes denominaciones
de los actos humanos en este sentido son
las siguientes.
•Acto interno: si se realiza solamente en
el interior de la persona, con las
facultades internas, de tal modo que no
pueda ser percibido por otros, tales
como un pensamiento, un deseo, una
imaginación.
•Acto externo: si se realiza con las
facultades exteriores, de tal manera que
pueda ser percibido por otros.

•Acto natural: el que la persona puede


realizar con sus solas posibilidades
humanas, sin un auxilio especial de la
gracia, como caminar, hablar, trabajar.
•Acto sobrenatural: el acto que para poder
realizarlo se requiere del auxilio de la
gracia, como ocurre con el acto de fe
teologal.

•Acto válido: es el acto que reúne todas


las condiciones requeridas para producir
determinados efectos.
•Acto inválido: el que no reúne las
condiciones requeridas y, por consiguiente,
no puede producir los efectos intentados.

•Acto bueno: es el acto que por su


naturaleza está en la línea de la tendencia
hacia Dios. Corresponde al ordenamiento
divino.
•Acto malo: el acto que por su naturaleza
es contrario al plan divino y, por tanto,
no está ordenado a Dios.
•Indiferente: es el acto que, en abstracto,
no se puede afirmar que sea bueno ni
que sea malo, aunque en concreto
“Todos los actos responsables o son
buenos, si conducen a Dios, o son malos,
si apartan de Dios.”
•Acto lícito: es el que, por estar de
acuerdo con el ordenamiento del plan
divino, está autorizado por la ley natural
o por una ley positiva legítima.

•Acto ilícito: el que por su naturaleza es


contrario al plan de Dios o es prohibido
por una ley legítima.
•Acto perfecto: es el acto que se realiza con
plena advertencia y pleno consentimiento, es
decir, con pleno dominio de la libertad.

•Acto imperfecto: el que se realiza sin plena


advertencia o sin pleno consentimiento,
teniendo en cuenta que en el acto humano
intervienen estos elementos:
1.- LA ADVERTENCIA

Es el acto por el cual el entendimiento


percibe lo que la persona va a realizar o
está realizando, Se da cuenta de lo que
va a hacer o está haciendo.
• Esta advertencia es plena, si se advierte
totalmente la acción con todos sus
elementos e implicaciones, incluso la
relación de la acción con el orden moral.
• La advertencia que reúne estas
condiciones es también llamada
advertencia "perfecta"; de lo contrario
sería una advertencia imperfecta.
• Se llama "distinta", si se advierte con
toda claridad la acción con sus
elementos, con su bondad o malicia.
• De lo contrario, se trataría de una
advertencia confusa.
• La advertencia es antecedente, si el
sujeto se da cuenta de la acción, de
sus elementos e implicaciones antes
de realizarla.
Es consiguiente, si se da cuenta de ello
solamente después de haber realizado la
acción.
Respecto a la advertencia hay que tener en
cuenta estos principios:
a). Para que haya responsabilidad moral se
requiere indispensablemente que el sujeto
advierta el acto psicológicamente
considerado, es decir, que se dé cuenta de
lo que está haciendo,
y que, además, advierta también la
relación de ese acto con el orden moral,
es decir, si es moralmente bueno o
malo, lícito o ilícito.
b). La responsabilidad del sujeto en
relación con el acto será mayor o
menor, según el grado de advertencia
que haya tenido al realizarlo.
c). La advertencia consiguiente no
afecta para nada la responsabilidad de
una acción en el campo moral.
Solamente la afectan los elementos
que se advierten al ejecutarla; no los
que inculpablemente no se alcanzaron
a advertir.
2.- LA VOLUNTAD

• El ejercicio de la voluntad comunica al


acto su condición de voluntario.
• Santo Tomás de Aquino define así el
acto voluntario: "El que procede de un
principio intrínseco con conocimiento
de fin" (1-2, 6,1).
El acto voluntario puede ser:

•Directo: si la voluntad se dirige a ese


acto como tal.
•Indirecto: Si la voluntad se dirige no al
acto como tal, sino al efecto que ha de
producir. Recibe también el nombre de
voluntario en su causa.
En este sentido se entiende el llamado
"PRINCIPIO DEL DOBLE EFECTO" O
VOLUNTARIO INDIRECTO, que se
enuncia así:

Para que sea lícito realizar una acción de la


cual se siguen dos efectos, uno bueno y
otro malo, se requieren estas condiciones:
l.- Que la acción de suyo no sea mala.
2.- Que la finalidad que se proponga el agente
sea honesta, es decir, que intente únicamente el
efecto bueno y se limite a permitir el malo,
como inevitable.
3.- Que el efecto bueno no sea consecuencia del
malo, es decir, que no proceda de él.
4.- Que haya una causa proporcionada a la
gravedad del daño que el efecto malo ha de
producir.
•Positivo: si se trata de un acto
voluntariamente realizado o aceptado.
•Negativo: si se trata de un acto
voluntariamente omitido o rechazado.
•Explícito: si se manifiesta concreta y
determinadamente.
•Implícito: si no se manifiesta, sino que
está incluido en otro acto.
•Expreso: si se da a conocer externamente
por medio de palabras o de otros signos; en
el fondo coincide con el explícito.
•Tácito: si no se manifiesta directamente
sino que se desprende de otro acto o se
puede deducir de él; en el fondo coincide
con el implícito.
•Actual: si la voluntad está obrando en el
momento mismo en que se realiza el acto.
•Virtual: si la voluntad se tuvo antes de
realizar el acto y de alguna manera
sigue todavía influyendo en él.
•Habitual: Si la voluntad se tuvo antes
de realizar el acto, pero ya no influye
en él. Se trata de aquellos actos que se
realizan por fuerza de la costumbre, sin
conciencia de lo que se está haciendo.
Acerca del acto voluntario se deben tener en
cuenta estos principios:
a).- Los actos voluntarios imperfectos, es
decir, los realizados sin pleno
consentimiento, no constituyen pecado
grave.
b).- Para la validez de un acto que requiera
el consentimiento de otra persona se
necesita que ese consentimiento sea
expreso.
CONDICIONAMIENTOS DEL COMPORTAMIENTO HUMANO

Hay circunstancias que fácilmente pueden


condicionar el obrar de una persona,
afectando el campo de la libertad, tales como:
• el ambiente de familia,
• la escuela,
• las condiciones sociales, políticas y
económicas.
Estas situaciones pueden ejercer
influjos sobre el entendimiento o sobre
la voluntad, que crean condiciones
positivas o negativas, mejores o peores,
para la libertad de decisión.
LA MORALIDAD DE LOS
ACTOS
• La libertad hace del ser humano un sujeto
moral.
• Cuando actúa de manera deliberada, el ser
humano es, por así decirlo, el padre de sus
actos.
• Los actos humanos, es decir, libremente
realizados tras un juicio de conciencia, son
calificables moralmente: son buenos o malos.

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