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Curso de Historia del Arte

1º Año
Segundo Semestre

Clase 10
Chile Precolombino 3
Aymaras

Changos Atacameños

Copiapoes
Rapa Nui
Diaguitas

Aconcagua

Mapuches

Chonos

Aoniken

Kawashkar

Selk’nam
Yámanas
Chonos: Entre el archipiélago de Chiloé y la península de Taitao deambulaban, a la llegada de los españoles, bandas de cazadores-
recolectores que fueron denominados genéricamente, chonos. Organizados en pequeños grupos, viajaban sobre canoas de tablas
cosidas llamadas dalcas, dedicándose a la caza de lobos marinos, peces y aves, así como a la recolección de mariscos, labor que
realizaban las mujeres. Tuvieron contactos culturales con sus vecinos huilliches de la isla grande de Chiloé e incluso, en la zona sur de la
isla se mezclaron con éstos formando un grupo mestizo que los huilliches denominaban payos.
Chonos : confección de redes con cueros sin curtir
Aónikenk
Desde hace miles de años las estepas patagónicas estaban habitadas por los antepasados de la etnia aónikenk, la rama más austral del
grupo lingüístico y cultural tehuelche.
Organizados en bandas de cazadores-recolectores, los aónikenk eran una sociedad básicamente igualitaria que se desplazaba a pie por
los extensos territorios situados entre el río Santa Cruz y el Estrecho de Magallanes en busca de guanacos, ñandúes y otros animales
comestibles. Con un detallado conocimiento del territorio, frecuentaban sitios en donde se concentraba la caza y establecían
periódicamente sus campamentos (aike) en aquellos lugares.

Caza de guanacos y ñandúes, hacia 1870, hacia 1906 desaparecieron del territorio nacional
Cazador aónikenk matando un puma, hacia 1870
(entre el Río Santa Cruz y el Estrecho de Magallanes)
Jefe mulato con otros dos aónikenk, hacia 1910
Grupo de hombres Aónikenk
Frente a su kau
Huake, el ultimo cacique de la tribu aónikenk de Camusu Aike
Mujer del Lago Cardiel con su hija
La fundación del Fuerte Bulnes en 1843 marcó el comienzo de la declinación del pueblo aónikenk.
Yámanas

Los yámanas fueron la etnia más austral del mundo. Cazadores-recolectores marítimos, pasaban gran parte de su vida arriba de su anan
(canoa de corteza de árboles) o en pequeños y precarios campamentos de chozas de pieles y armazón de palos a orillas del mar. Las
mujeres, como sucedía también con los kawéskar y los chonos, eran las encargadas de bucear en las gélidas aguas de los canales
australes en busca de mariscos y de mantener siempre encendido el fuego. Los hombres buscaban leña, recolectaban bayas vegetales y
cazaban lobos marinos. Por lo general no usaban casi ropa, soportando las bajas temperaturas gracias a la grasa de lobo marino con que
cubrían sus cuerpos y a una resistencia al frío que se había desarrollado de manera natural en su raza.

El hábitat de los yámana eran los canales ubicados al sur de la Tierra del Fuego, y tenían contactos culturales, no muy pacíficos, con los
kawéskar y con los selk'nam. De hecho, no eran extrañas las incursiones selk'nam a campamentos yámana para apoderarse de mujeres
que les sirvieran para proveerse de productos marinos.
Familia yámana en su anan canoa de corteza de árbol
El hábitat de los yámana eran los canales ubicados al sur
de la Tierra del Fuego
El Beagle, hacia 1830
Estrecho de Murray y Canal de Beagle
Charles Darwin (1809-1882)
Darwin consideraba a estos indígenas como "las criaturas más abyectas y miserables". Al oír a un fueguino hablar su idioma, Darwin
comentó que "los gritos de los animales domésticos eran mucho más comprensibles".
“Estos desdichados salvajes tienen la talla escasa, el rostro repugnante y cubierto de pintura blanca, la piel sucia y grasienta, los cabellos
enmarañados y los gestos violentos. Cuando se ve a tales hombres apenas puede creerse que sean seres humanos habitantes del
mismo mundo que nosotros”.

Robert FitzRoy (1805-1865)


Fitz Roy tomó a tres kawésqar y un yagán y los embarcó en el Beagle
con el objetivo de llevarlos a Inglaterra y civilizarlos

York Minster (26), Boat Memory (20), James Button (14) y Fuegia
Basket (una niña) 9 años.

El 6 de agosto de 1830 el Beagle con sus cuatro fueguinos arribó a


Inglaterra.
Familia Yagan en dos canoas (Expedición Científica Francesa, 1882)
Canoa y equipo de caza y pesca, en la bahía Orange (Expedición Científica Francesa, 1882)
Grupo de mujeres acurrucándose frente a su refugio, de construcción clásica : cónico, cubierto con trozos de corteza, pieles,
ramas y pasto
(Expedición Científica Francesa, 1882)
Athlinata y su mujer
(Expedición Científica Francesa, 1882)
Kamanakar Kipa, en el bote La Comanche
(Expedición Científica Francesa, 1882)
Dos mujeres yámana
(William S.Barclay in The Land of Magellan)
Arponeando en la canoa (foto A.de Agostini)
Armazón de cabaña familiar yámana, hacia 1920
Cabaña yámana para ceremonias de iniciación a la pubertad
Aspirante a escuela de hechiceros yámanas,
hacia 1920  
Niña yámana, hacia 1920
Yámana pintado en señal de duelo, hacia 1920
Hombre y mujer yámana, hacia 1920
Úrsula y Cristina Calderón
Martín Gusinde

(Breslau, 29 de octubre de 1886 – Mödling,


Austria, 10 de octubre de 1969) fue un
sacerdote y etnólogo muy conocido por sus
trabajos antropológicos, especialmente entre
los diversos grupos de Tierra del Fuego.
Martín Gusinde junto a sus padrinos en su primera
participación de las ceremonias de iniciación a la pubertad
yámanas
Los kawésqar vivieron entre el Golfo de Penas hasta aproximadamente el paso o canal Cockburn, en la parte occidental de Tierra del
Fuego, ocupando además casi todo el estrecho de Magallanes, hasta la entrada sur del canal Sarmiento. Esta zona corresponde a
laberínticos archipiélagos australes, donde la cordillera es casi infranqueable y las islas prácticamente inabordables por su ausencia
de playas y la densidad del bosque magallánico. Los canales, de unos 480 kilómetros de longitud, son casi todos de aguas tranquilas
y navegables. El clima aquí es lluvioso y sólo hay dos estaciones: invierno, cuando el termómetro varía entre los 0 y –5 ºC, y verano,
con temperaturas no superiores a los 10 ºC.

Cazando lobos marinos


Kawéskar cazando un huemul (canoa hallef)
Mujeres kawéskar llegando a la mina de Cutter Cove, 1907
Familia sobre una elevación (Furlong, 1908)
Familia en su canoa
Confección de una choza familiar kawéskar
Construyendo la choza
Choza kawéskar, hacia 1945
Joven kawéskar confeccionando una canasta
Mujer kawéskar con abrigo de piel de foca, hacia 1920
Mujer kawéskar con su hijo, hacia 1945
Los selk’nam habitaron la Isla Grande de Tierra del Fuego. Ella se dividía en Párik, la región de praderas ventosas al norte del río
Grande y Hérsk, la zona boscosa, montañosa y lacustre al sur del mismo río. El clima en esta región es bastante inhóspito, de
cortos y frescos veranos y largos, húmedos y fríos inviernos. Existiendo sin embargo una rica fauna: mamíferos marinos y
moluscos en la costa del Pacífico y guanacos, zorros y roedores en la Atlántica. Además, diversas plantas comestibles y una gran
variedad de aves estaban disponibles en toda la Isla. Los yámanas los llamaban Onas (hombres del norte)
Lucha entre Onas, hacia 1910

Planicies de la Tierra del Fuego


Familia Selknam caminando por la playa. Hacia 1930
Alberto María De Agostini (Pollone, 2 de noviembre de 1883 - Turín, 25 de diciembre de 1960) fue un misionero salesiano de la
orden de Don Bosco, fotógrafo, documentalista, montañista y geógrafo italiano. Alberto de Agostini con el joon Paciek
Joon (curandero) curando a un enfermo (A.de Agostini)
Chamán conjurando un eclipse de luna (Lothrop, 1930)
Hombres selknam cazando. A la izquierda de la imagen se observan perros fueguinos, los que eran empleados como ayuda en la cacería.
Parque Nacional Alberto de Agostini XII región de Magallanes y Antártica Chilena
Familia Selknam , fotografía de 1916
Kaushel y su familia. Kiliutah, Minkiyolh, Kohpen, Kaushel, Kiyotimink, Halchic (esposa de Kiyotimink), y los niños Keëlu y Haäru.

Las rayas horizontales sobre las mejillas son trazadas con pintura roja.
Niños selknam; fotografía de 1898 del libro Genocidio selknam.
La Ceremonia del Hain

Dentro de los ritos selk’nam destaca el Hain. Su origen se encuentra en los mitos referidos a una pretérita supremacía femenina, un
matriarcado donde las mujeres habrían dominado a los hombres, obligándolos a realizar todas las actividades de subsistencia
mientras ellas permanecían ociosas. Los hombres, al enterarse de que eran engañados, asesinaron a todas las mujeres iniciadas y,
para evitar el resurgimiento del poder femenino, se instauró el Hain, la formación de una sociedad secreta cuya participación fue
negada a las mujeres.

Siguiendo a Anne Chapman, el propósito del Hain era triple:

1. Los jóvenes varones eran separados del cuidado materno. Se les iniciaba ritualmente a la adultez y sometiéndolos a un proceso de
adiestramiento que se prolongaba durante todo el transcurso del Hain, se les enseñaba las tradiciones religiosas y míticas, el
comportamiento ético correcto, y las técnicas de caza. Durante su iniciación se los llamaba "klóketen".

2. La instrucción femenina consistía en afirmar la dominación social masculina, los "espíritus" las amenazaban y les infligían castigos.

3. Constituía el principal medio de intercambio social. Aunque el papel de las mujeres era diametralmente opuesto al de los varones,
había momentos en que ellas lo disfrutaban.
Choza ceremonial del Hain.
Fotografía de Martín Gusinde

Esquema del terreno en donde se llevaba a cabo la


ceremonia del Hain.

La ceremonia podía extenderse por más de un año, por lo


cual circunstancias medioambientales obligaban a veces
de un cambio de ubicación.

Para elegir el lugar se buscaba el espacio necesario para


las representaciones y lo suficientemente alejado de los
campamentos para mantenerse fuera de la vista de las
mujeres y niños; las diarias visitas de los espíritus al
campamento completaban las exigencias del sitio.

Buscaban una pradera completamente rodeada por el


bosque. Las chozas dedicadas a la vivienda se ubicaban
bajo los árboles en los límites del bosque, teniendo por
delante la pradera. En el lado opuesto (a unos doscientos
pasos) se construía la choza ceremonial.
Los siete shoort principales y sus postes en la choza del Hain

A la choza ceremonial se la denominaba como a la ceremonia misma, Hain. La estructura consistía en siete postes de madera de haya,
que representaban a los siete hombres importantes provenientes de distintas regiones que desempeñaron el papel de Shoort en la
primera ceremonia. Cada uno de ellos había cortado un árbol alto y llevado al lugar. Los siete pilares se unían en la punta sosteniéndose
mutuamente. La choza simbolizaba diferentes esferas del universo y este modelo se concretaba sobre la tierra, vale decir la isla de Tierra
del Fuego

El consejero asignaba a cada uno de los hombres que ingresaba un lugar junto al poste que le correspondía a su "haruwen" (territorio).
Los territorios en que se dividía la isla superaban los ochenta, y cada uno correspondía a uno de los siete puntos llamados "sho'on"
(cielos).
Un fogata se encendía en el centro de la choza y se mantenía encendida durante casi toda la ceremonia.
Una línea imaginaria de la entrada (este) hacia el fondo de la choza (oeste) corría a través del fuego. Era considerada sumamente
peligrosa; representaba una grieta o abismo que se hundía en las profundidades de la tierra. Se decía que el fuego surgiría a través de
ella y ciertos espíritus ascenderían al Hain. Se tomaban todas las precauciones necesarias para no pisarla o traspasarla.
Primer día de la Ceremonia del Hain: Ritual de iniciación

Se celebra generalmente en otoño, eligiendo un día con sol; la lluvia o la nieve


haría que la pintura de los hombres se corriera y con ello se revelaría "el secreto".

Los últimos preparativos se realizan durante la mañana, las madres de los jóvenes
que serán iniciados ("kai-klóketen") pasan las últimas horas en su compañía como
si se despidieran para siempre. Los espíritus que aparecerán (los Shoort) se
preparan ayudados por otros hombres que van dejando los campamentos
reuniéndose en el Hain.

El consejero de la ceremonia, hombre mayor, a veces también chamán, comienza


alrededor del mediodía un canto a viva voz que durará una media hora indicando
el comienzo del rito.

Los aspirantes son pintados con arcilla roja, cuando falta poco tiempo para
terminar el pintado aparecen dos Shoort para expresar su impaciencia por
recibirlos.

Una vez pintados totalmente, se les cubren los hombros con piel de guanaco, y
escoltado por un supervisor y su madre sollozante se dirigen a la choza
ceremonial. A mitad del camino hacen un alto donde las mujeres se separan.

Los dos klóketen del Hain de 1923. En este caso los iniciados no llegaban a los 18
años, motivo por el cual su adiestramiento no fue tan riguroso. Fotografía de
Martín Gusinde.
Dos jóvenes iniciados en la ceremonia del Hain de 1923. Foto de Martín Gusinde
Hain: Rito de Chowh-toxen ("agua-seco")

Para conjurar tormentas de lluvia o nieve, se celebra un rito que se llama Chowh-toxen ("agua-seco"). Cuando el mal tiempo amenaza
continuar, el consejero ordena que se ejecute este ritual.
Un grupo de jóvenes varones se desnuda y se ciñe a la cabeza una corona de pasto seco. Salen del Hain en fila, cantando y bailan hacia el
centro del escenario, donde el fuego está casi extinguido. Giran a su alrededor y luego se dirigen a alguna fuente de agua de las
cercanías. La circundan con los brazos enlazados, mirándola cantan, mientras giran cada vez más rápido, primero en un sentido, luego en
el otro.
Las mujeres de más edad comienzan a cantar, mientras las muchachas, valiéndose de baldes de cuero, arrojan agua sobre las espaldas de
los jóvenes mientras éstos giran. Si se agota la provisión de agua, les arrojan bolas de nieve. Cuando las chicas se cansan, los jóvenes se
toman de la mano y regresan al Hain danzando a paso rítmico. Este ritual puede repetirse varias veces en el mismo día o en los
siguientes, hasta que el tiempo mejore.
Participantes con la pintura corporal utilizada en la danza del Kewánix. Fotografía de Martín Gusinde.

Tanu, es enviada por su hermana Xalpen, para que sean representadas escenas, entre ellas la gran procesión llamada Kewánix.
Los hombres se preparan para la escena pintándose de rojo. El que va a encabezar la danza se pinta además una franja blanca
longitudinal desde el cuello hasta los genitales y todos se punzan la nariz hasta que la sangre les chorrea sobre el pecho.

Tanu surge con lentitud del Hain, luego aparece una hilera de jóvenes rojos y desnudos; en tanto el líder, manchado de sangre, se toma
las caderas con las manos, los demás ponen las suyas sobre los hombros del que va delante. El paso es muy corto, lento y cansador.

Se pinchan la nariz con un palito puntiagudo que llevan, mientras avanzan bailando hacia la enorme fogata. La rodean cantando y
golpeando el suelo con los pies.

Las mujeres ocupan sus lugares habituales con la particularidad de que ahora las solteras también pintadas, forman una rueda en el
terreno dedicado a la danza. La hilera de los hombres rodea y cierra por fuera la ronda femenina, a medida que giran alrededor de ellas,
las mujeres tratan de limpiar la sangre de la nariz o el pecho del hombre favorito con un trozo de piel de guanaco.
Halaháches (Kótaix para los hombres). personificado en el Hain de 1923.
Fotografía de Martín Gusinde.

Llamado Halaháches por las mujeres y Kótaix por los hombres, es en cierto
sentido el contrario de Xalpen. Es un espíritu masculino del cielo. Le
arrebata la supremacía a Xalpen. Cuando aparece en el Hain, ella retorna de
inmediato a las profundidades de la tierra.
A veces, en medio de los arrebatos de cólera de Xalpen, los hombres
empiezan a llamarlo, secundados por las mujeres que cantan su nombre
para darle la bienvenida porque saben que al presentarse hará desaparecer
a Xalpen. A su vez preparan una cantidad de bolas de nieve para
arrojárselas pues tiene un carácter cambiante y puede dar muerte a los
varones.

Halaháches es grotesco e inspira temor, pero si está de buen ánimo es


cómico. Cuando sale del Hain con un gran salto, el público ve un ser de
cuernos largos y más bien gruesos, que se vuelve con rapidez, belicosidad y
mirada torva. Los cuernos según la mitología, resultan del antepasado
mítico que desempeñaba este papel y se transformó en un pez con cuernos.

Se sujeta el mentón con la mano izquierda y el codo levantado, mientras


aferrando un palo largo con la otra va describiendo semicírculos en
movimientos arrasadores. Avanza con amplios saltos laterales separando las
piernas, con el torso inclinado hacia adelante y las rodillas un poco
flexionadas.

El cuerpo es blanco y lleva rayas rojas, con su máscara ajustada a la cabeza y


cuello. No se suelta nunca el mentón y jamás varía su postura más bien
gacha ni su mirada fija. Sacude de continuo la cabeza de un lado a otro y, en
sus saltos laterales se mueve siempre impulsándose con el brazo derecho.
Es ágil para esquivar las bolas de nieve que le arrojan las mujeres.

A diferencia de Xalpen, Halaháches aniquila a los hombres a plena vista del


público sobre el escenario. Los va matando de a dos por vez, dándoles
golpes mortales con un garrote. Saca del Hain, arrastrándolas por pares a
sus futuras víctimas y les da muerte en medio de una arremetida de
proyectiles de nieve y gritos femeninos. Finalizada la tarea, los arrastra de
vuelta a la choza ceremonial, donde el pequeño Olum obrará prestamente
sus milagros.
Danza del Hóshtan (espíritu del Hain) durante el Hain de 1923. Fotografía de Martín Gusinde.

Es un espíritu femenino que nunca se muestra. Cuando surge en el Hain y los hombres anuncian su llegada con cantos especiales, las
mujeres se arriman al límite del campamento y allí aguardan su danza preferida. Hóshtan ordena se realice esta danza que Anne
Chapman denomina "juego de la venganza de las mujeres".
Un pequeño grupo de hombres sale del Hain dando saltitos al modo de los pingüinos, con el rostro y el cuello pintados de negro y el
resto del cuerpo desnudo y sin pintar. Llevan el pelo en tres o cuatro crenchas atadas con juncos finos. Vuelven saltando a la choza
ceremonial y traen otros tres o cuatro compañeros, así hasta que todos los participantes queden en el escenario. Allí, en cuclillas,
imitando a los pingüinos vuelven a cantar. Entonces las mujeres, en especial las más jóvenes los embisten.

Cada una se dirige a un varón determinado, generalmente un pariente que admita la chanza, y riendo tironea con ambas manos de
las crenchas hasta tumbarlo. El forcejea con ella resistiéndose, y por último cae gritando como si lo mataran. La vencedora se yergue y
recorre el campo con la vista, en busca de otra víctima. El juego continúa hasta que todos los hombres sean "matados".
K'terrnen, espíritu selk'nam hijo de Xalpen
Hain de 1923

También mencionado como K’terrnen. Hijo de Xalpen, fruto de sus relaciones con los klóketen,
puede ser hombre o mujer. Su nacimiento sigue al episodio de la restauración de la vida por parte
de Olum.
Es el espíritu más luminoso y enternecedor del Hain. Unión entre la tradición y las nuevas
generaciones; su aparición marca la culminación de la gran ceremonia del Hain y el comienzo de un
nuevo ciclo vital.

Se lo representa con el cuerpo cubierto de plumón, en hileras paralelas que van desde el extremo
del bonete a la punta de los pies. Las plumas diminutas, estan pegadas a la pintura roja del cuerpo,
lo que por contraste produce un efecto de resplandor que lo hace aparecer aún más sobrenatural.

Se presentará en el escenario entre cinco y siete veces; su preparación ha exigido mucho tiempo y
se trata de aprovechar todo lo posible el arduo trabajo; además su contemplación provoca deleite
entre las mujeres. Ellas anticipan su presencia con cantos de bienvenida para que lo saquen del Hain
y así poder ser admirado.

Como recién nacido debe ser sostenido, ya que apenas puede caminar. Esa tarea la debe llevar a
cabo el chamán o el consejero del Hain, o ambos que para el evento llevan una vincha de plumas y
una capa vuelta hacia adentro.

Keternen da pequeños pasitos, mientras los demás dan golpes al suelo con el talón derecho. Avanza
de costado, hasta el límite del escenario, de cara al público; tiene la mirada fija hacia adelante, con
los brazos firmes contra el cuerpo.

Las mujeres cantan su admiración y alegría durante toda la escena, pudiendo acercarse más que en
otras a la choza ceremonial. Al volver a entrar al Hain, los hombres saludan al recién nacido con un
suave batir de palmas.

Luego de la su última presentación, Keternen regresa a la choza y desde entonces permanece


invisible para siempre. Las mujeres creen que este espíritu infantil continúa su vida junto a Xalpen
en el inframundo.
Koshménk, Hain de 1923

El marido de la lujuriosa Kulan es Koshménk, personificado por cuatro espíritus, cada uno
pintado de manera diferente para simbolizar los cuatro puntos cardinales.
A menudo dos de ellos aparecen disputándose los favores de Kulan. El "marido", hace el
papel de un cornudo y provoca las risas entre las mujeres que lo saludan cantando.

Permanece de pie a poca distancia de la choza ceremonial, erguido e inmóvil, por lapsos de
dos hasta cuatro horas. No hace movimiento alguno, y solamente cada diez minutos da
señales de vida, saltando de dos a cuatro veces en el mismo sitio. Cuando Koshménk echa de
menos a su mujer, corre de un lado a otro y la busca en la choza ceremonial o junto a ella.
Luego llegará al campamento y mediante gestos característicos, expresa la suposición de que
su mujer ha sido raptada por los selknam.

Si al regresar a la choza ceremonial, ve allá a su esposa, se conforma con esto. Pero si no la


encuentra, y en la rueda de los hombres observa un vacío, monta en cólera. Su excitación se
descarga inmediatamente contra los hombres presentes. En el paroxismo de la ira arroja a un
hombre fuera de la choza, y lo hace con tal violencia, que éste sigue rodando un buen trecho.
A otro lo carga y lo lleva bajo un árbol cercano. Allí lo arroja al aire con tanta fuerza, que el
hombre queda sentado en las ramas. A un tercero lo cuelga de un poste de la entrada.
Algunos hombres salen corriendo y se esconden rápidamente en el campamento. Los últimos
que quedan dejan escuchar fuertes gritos de terror. Este tormento de los hombres dura
muchas horas, y a veces se prolonga durante toda la noche.

Cuando Kulan regresa junto a su marido, su frenesí se detiene; se muestra calmo y


consolado, y regresa junto a su mujer hacia las alturas como si nada hubiera ocurrido.

Sus intérpretes deben ser muy ágiles, capaces de dar grandes saltos en el aire mientras se
golpean las nalgas con los pies a la vez que sujetan la máscara con ambas manos. En líneas
generales, la aparición de los Koshménk proporciona a los ocupantes del campamento
mucha diversión.
Dos Kóshmenk, espíritus del Hain
Danza realizada en honor a Kulpush en el Hain de 1923. Fotografía de Martín Gusinde.

Kulpush (o Kulpus) es un espíritu femenino de la tierra. Vive bajo ella, siempre a solas; se presenta en el Hain para tener relaciones sexuales con los hombres.
Tiene cuatro manifestaciones, una por cada cielo, aunque nunca se presenta en persona ante la gente, y por lo tanto, nadie conoce su aspecto. Pero cuando exige la
realización de los espectáculos que le agradan, creen las mujeres (las que no le tienen simpatía) que aparece en la choza ceremonial.
Cuando Kulpush emerge de la tierra, es anunciada por cantos por los hombres; ella exigirá una pesada serie de actividades.

En una de ellas los klóketen van saliendo desnudos de la choza ceremonial en fila, con el cuerpo pintado de fondo rojo y franjas granates o negras y la cara pintada de
negro. Arrancan con el pie izquierdo, avanzan marchando con saltos rítmicos, cantando e inclinados como si llevasen una pesada carga. Las jóvenes, por su parte,
forman otra fila. Con las manos en la cadera de la muchacha de adelante, se acercan, riéndose, a la fila masculina. Cuando las dos hileras se tocan, la danza se vuelve
juego y cada fila puja intentando irrumpir en la otra. Todos apuntan a un “oponente” del sexo opuesto, para derribarlo.
Gusinde comenta que los participantes disfrutan enormemente de este burlón juego de amor. En ocasiones, este juego se celebra por la noche en el centro del
escenario, alrededor de una gran fogata.

Xalpen envía a su hermana Tanu para que observe; finalizadas las actividades, Kulpush vuelve a su hogar en el inframundo.
Matan en el Hain de 1923

Matan es el gran bailarín del Hain. Cuando desciende del cielo es


aclamado con entusiasmo por el público y más aún cuando ejecuta
sus asombrosos saltos verticales.
Se lo presenta con cuatro dibujos pintados de distinta manera,
representando cada uno de los "cielos" (puntos cardinales).

Un chamán precede a Matan para anunciar su llegada a las mujeres,


que acuden presurosas al borde del escenario aclamando su nombre.

Matan entra con un gran salto. Las mujeres le solicitan se acerque


más a ellas, él cautiva a todos los presentes.

Según Martín Gusinde, Matan pareciera ser independiente de la


tiranía de Xalpen.

Algunos autores consideran que se trata de un espíritu femenino.


Sho’ort de los cielos del norte y del oeste, Hain de 1923

Shoort es el espíritu más dinámico del Hain, y el más temido por


las mujeres. Su esposa es Xalpen, con quien vive bajo la tierra.
Es el único espíritu que actúa todos los días (si el clima lo
permite); y también es el único espíritu ataviado que se interna
en el campamento entre las mujeres y los niños.

Aparece con diferentes atributos, a veces de a dos. Hay siete


"Shoort principales", por cada uno de los siete postes de la
choza ceremonial y por ende cada uno de los siete "cielos" de
filiación territorial y de linaje de cada selknam y haush.

Existen ocho denominaciones que se atribuyen a los Shoort, de


acuerdo al momento del día en que se presenta. Así, si lo hace
en las primeras horas de la tarde, su atuendo representará el
lapso de tiempo que recorre el sol en el cielo en ese trance.

A cada uno de los Shoort le corresponde un nombre individual y


un dibujo con pintura distintiva. En todos los casos estará
adornado con círculos dibujados con tiza. La pintura de la
máscara es complemento de la pintura del cuerpo.
Antiguamente la máscara pudo haber sido cónica, como en la
mayor parte de los otros espíritus; pero en 1923 se parecía a un
gorro puntiagudo que le ceñía la cabeza y el cuello
Sho’ort de los cielos del norte y del sur, Hain
de 1923
Dos Sho'ort subordinados, espíritus del Hain selk'nam
Tanu del cielo del oeste, Hain de 1923

Tanu era la hermana de Xalpen. Representaba su autoridad, actuando como


mensajera y testigo de lo que ocurría en el Hain.
Exhibía una figura extraordinaria. Llevaba pinturas que simbolizaban uno de los
cuatro cielos. Muy alta, su cuerpo era ancho casi rectangular, la parte superior
tenía forma cónica. La estructura sujeta por los hombros, se confeccionaba con
arcos amarrados cubiertos con piel de guanaco y rellenos con juncos, hierbas y
hojas. Solo asomaban las pantorrillas y los pies del "actor".
Bailarines abandonan la choza del kloketen (Gusinde)
Ulen, espíritu representado durante el Hain de 1923

Espíritu masculino del sector norte de la Isla de Tierra del Fuego.


Rápido y ágil como el viento, visible sólo parcialmente demostrando su
sorprendente velocidad.
El cuerpo es de color rojo oscuro y sobre él líneas horizontales blancas, dejando
cortos tramos intermedios. En forma vertical desde el cuello pasando por el
ombligo baja una línea blanca. La máscara es de color rojo más claro con tres
líneas blancas en la parte superior.

Su participación en la ceremonia del Hain es más teatral que ritual, es decir más
profana que sagrada.
Hashé, emisario del espíritu Xalpen, durante el Hain de 1923

El espíritu más importante de la gran ceremonia Hain era Xalpen. Ser femenino con
dominio abrumador sobre hombres y mujeres. Controlador del poder femenino
nocturno de Luna que es capaz de instalar el matriarcado; vivía bajo la tierra y
buscaba febrilmente a los varones para saciar sus apetitos sexuales.
Cada una de las siete regiones del territorio Selknam tenía una Xalpen acompañada
de su esposo Shoort quien vivía junto a ella.

Es el único espíritu representado por medio de un ídolo; construían al efecto un


armazón de seis metros de largo atando varios arcos en sentido longitudinal cruzados
por otros transversales, esta estructura se revestía de cueros de guanaco y rellenaba
con ramas, palitos, hojas y pastos. La superficie era pintada con arcilla roja, y largas
franjas blancas. Colocada sobre sobre el suelo de la choza el bulto cilíndrico evocaba
una ballena. Las informantes de Anne Chapman indicaron que Xalpen es mitad de
piedra y mitad de carne.
Hombres pintados para la escena Kewánix de la ceremonia del Hain. Toin a la izquierda
Tres mujeres selk`nam pintadas para el Hain de 1923.
Ángela Loij, en el centro, lleva el emblema o dibujo tari de la ballena, símbolo del Cielo del Norte al cual pertenecía
Selk'nam llevados a Paris, para la exposición de 1889 junto a su captor Maurice Maître.
Julius Popper (1857-1893)

Los inicios de la colonización de Tierra del Fuego


estuvieron marcados por la violencia. A principios de la
década de 1880, el descubrimiento de oro en la parte
occidental de la isla generó los primeros conflictos con
la población indígena. Bandas de mercenarios, en las
que destacó el inmigrante rumano Julius Popper,
recorrieron las llanuras centrales de Tierra del Fuego
masacrando a la población nativa. La huida de los
supervivientes al territorio montañoso del sur de la isla
provocó feroces conflictos intertribales, los que
terminaron por diezmar a los selk'nam.
Grupo de "cazadores de indios" de una de las estancias de Tierra del Fuego (Instituto Patagonia)
Foto: Gentileza Editorial Catalonia
Julius Popper dirigiendo un ataque contra indígenas Selknam en la llanura de San Sebastian 1886. A sus pies, yace un ona
muerto. La foto corresponde a un álbum que Popper obsequió al Presidente Juarez Celman.
Mercenarios de Julius Popper disparando mientras en el suelo esta el cadáver de un Selknam
Mercenarios de Julius Popper saquean una tienda Selknam mientras otros disparan a mansalva contra los que huyen
Objetos saqueados por los mercenarios de Popper a
los Selknam
En 1890, a instancias de las grandes compañías ganaderas con intereses en la región, el gobernador de Magallanes entregó en
concesión a la orden salesiana la isla Dawson. En ella, así como en Río Grande, en la parte argentina de Tierra del Fuego, se instalaron
sendas misiones, hacia donde fueron deportados los selk'nam que sobrevivieron a la masacre. La pérdida de libertad y el cambio
forzado de estilo de vida diezmó a los indígenas trasladados a la isla Dawson, y en 1912 la misión cerró, dejando tras de sí un
cementerio poblado de cruces.

Misión Salesiana de San Rafael, Isla Dawson, hacia 1900


Los últimos selknam en Puerto Harris (Isla Dawson), en 1896.
Peones de una estancia magallánica, hacia 1900
Esquila a máquina en la Estancia Entre Vientos, Magallanes, 1920  
Frigorífico de Puerto Bories, Última Esperanza, Magallanes, 1927
Arreo de ovejas en Tierra del Fuego, hacia 1950
Angela Loij Fotografiada por Gusinde en 1923 y en 1972, la última representante pura de los Selk`nam
Anne MacKaye Chapman (Los Ángeles, Estados Unidos, 1922–-París, Francia, 12 de junio de 2010) fue
una antropóloga franco-estadounidense conocida por sus estudios sobre los pueblos fueguinos, en
especial de los selk'nam. Además realizó investigaciones sobre los pueblos de Mesoamérica como los
tolupanes y lencas de Honduras.

Algunos libros de Anne Chapman

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