Los pulmones y el aparato respiratorio nos permiten respirar. Permiten la entrada de oxígeno en nuestros cuerpos (inspiración o inhalación) y expulsan el dióxido de carbono (expiración o exhalación). Este intercambio de oxígeno y dióxido de carbono recibe el nombre de "respiración". ¿Cómo funcionan los pulmones?
La función de los pulmones es realizar el intercambio gaseoso con la sangre,
para ello los alvéolos están en estrecho contacto con los capilares. En los alvéolos se produce el paso de oxígeno desde el aire a la sangre y el paso de dióxido de carbono desde la sangre al aire. La capacidad pulmonar depende de la edad, peso y sexo y oscila entre 4.000–6.000 cm³. Las mujeres suelen tener de media un volumen inspiratorio forzado inferior a los hombres. El mecanismo de intercambio gaseoso del organismo con el exterior presenta dos etapas: 1. La ventilación pulmonar: Consiste en la inspiración o entrada de aire al interior de los alveolos. El aire entra activamente en los pulmones al dilatarse la caja torácica. La expiración, o salida de aire, se realiza pasivamente. 2. Proceso de difusión: Se produce el intercambio de gases entre el alveolo y el Se realiza debido a la diferente concentración de gases que hay entre el exterior y el interior de los alvéolos; por ello, O 2 pasa al interior de los alvéolos y el CO2 pasa al espacio muerto (conductos respiratorios). 3. Proceso de perfusión: Es el paso de sangre por el capilar. Está sangre va a ser la que se oxigena y más tarde vuelva al corazón. ¿Qué le sucede al aire en los pulmones?
Sus pulmones contienen diminutos sacos de aire llamados
alvéolos. La sangre circula a través de las paredes de los sacos de aire y recoge el oxígeno del aire de los sacos. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono abandona su sangre y entra en los sacos de aire. Así, el dióxido de carbono puede salir de su cuerpo cuando usted exhala. Toda la sangre de su cuerpo pasa a través de sus pulmones cada minuto más o menos. Eso significa que los pulmones necesitan muchos vasos sanguíneos de gran calibre. ¿Qué puede funcionar mal en sus pulmones y en su respiración?
Problemas que afectan a su cerebro, como un
accidente cerebrovascular , una sobredosis de fármacos o sustancias o una intoxicación extrema por alcohol pueden afectar a la parte de su cerebro que controla la respiración. Estos problemas pueden hacer que usted respire muy lentamente o incluso que deje de respirar. Sus vías respiratorias y sus pulmones pueden infectarse, dando lugar a bronquitis , bronquiolitis o neumonía , según dónde se encuentre la infección. La neumonía es una infección en los alvéolos. Las vías respiratorias pueden estrecharse por el asma u obstruírse por la presencia de un cuerpo extraño, como un fragmento de comida. Los vasos sanguíneos del interior de los pulmones pueden obstruirse por coágulos de sangre, lo que se denomina embolia pulmonar .
El intercambio de gases es la provisión de oxigeno de los pulmones al torrente sanguíneo y la eliminación del dióxido de carbono (CO2) del torrente sanguíneo a los pulmones