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SEMANA 8
• INTEGRANTES
• Salas Muñoz Jorge
Alberto124099
• Garcia Garcia Kevin
Osiel 123485
• Perez Luis Erik Arturo
123481
• Zapata Venegas Mariana
Valeria 123445
EL YO EN EL DESARROLLO.
Alrededor de los 7 y 8 años de edad el niño alcanza la tercera etapa del desarrollo
del auto concepto que se halla en el capítulo 8, en esa época los juicios del yo se
vuelven más consientes, realistas, equilibrados y generales a medida que los niños
forman sistemas representacionales: auto conceptos amplios e inclusivos que
integran varios aspectos del yo.
Por ejemplo, al escuchar a un niño decir, soy la más popular del salón.
AUTOESTIMA
Según Erikson, la autoestima se basa en la creencia del niño a su capacidad para realizar
las cosas, es decir, los niños en esta etapa comienzan a aprender diferentes cosas e incluso
competir con los demás por ser mejor.
Para entender a un niño, hay que observar a la familia que lo rodea, así como a su
posición económica, ambiente familiar, culturas, tradiciones, divorcios etc. Es ahí
donde el niño absorbe casi toda su identidad por quienes lo rodean. por lo tanto,
el rol de comidas familiares y conductas con el niño presente en familia juega un
papel muy importante.
Atmosfera familiar.
Nos habla del papel tan importante que toma el hogar para el crecimiento y
desarrollo del niño. Es necesario y muy importante conocer si el niño recibe
apoyo familiar y si es cariñosa o si está cargada de conflictos. En un estudio de
226 familias étnicamente diversas con hijos de edad escolar se observó una
relación permanente entre el conflicto matrimonial y la crianza ineficaz.
Problemas de la crianza: del control o la regulación.
La niñez media trae consigo una etapa de transición llamada corregulación en la que padre e
hijo comparten el poder. Es aquí donde el padre o la figura autoritaria ayudan a que el niño
maneje sus emociones con claridad, se sienta a hablar con el para resolver el problema e
incluso también le enseña a comprender la consecuencia de sus actos, es importante prestar
atención a la respuesta del padre a los conflictos de el sentir del niño y sus incomodidades y
saber resolverlas junto con él, más allá del castigo físico se pueden utilizar estrategias para
que el niño se pueda controlar a si mismo dentro de esta etapa.
en esta y muchas otras etapas del niño juega un papel importante el tipo de trabajo del padre,
especialmente cuando se encuentra, por ejemplo, el caso de una madre soltera la cual debe trabajar
para evitar un desastre económico, es preferible siempre un trabajo de medio tiempo no de tiempo
completo para evitar casos como los que son que los niños se cuiden solos en casa mientras la mama
trabaja. En este caso la atención al niño y su desarrolla son lo más importante, aunque parezca que
no hay tanta necesidad de estar con ellos la mayoría del día.
POBREZA Y CRIANZA
Los niños pobres son más proclives que otros a tener problemas emocionales o de
conducta, y su potencial cognoscitivo y rendimiento escolar se ven incluso más
afectados (Brooks-Gunn, Britto y Brady, 1998; Brooks-Gunn y Duncan, 1997; Duncan
y Brooks-Gunn, 1997; McLoyd, 1998). ). La pobreza puede perjudicar el desarrollo de
los niños a través de su efecto en el estado emocional de los padres , sus prácticas de
crianza y el ambiente familiar que ellos crean
Es probable que los padres que viven en la pobreza sean ansiosos, depresivos e irritables, lo cual puede
hacerlos menos afectuosos y sensibles con sus hijos. Es factible que su disciplina sea poco consistente,
severa y arbitraria. Los niños tienden a su vez a deprimirse, a tener dificultades para llevarse bien con los
pares, a carecer de confianza en sí mismos, a desarrollar problemas conductuales y académicos y a
participar en actos antisociales (Brooks-Gunn et al., 1998; Evans, 2004; Evans y English, 2002; J. M.
Fields y Smith, 1998; McLoyd, 1990, 1998; Mistry et al., 2002).
El análisis que hizo Vonnie McLoyd (1990, 1998; Mistry, Vandewater, Huston y McLoyd, 2002) de los efectos
de la pobreza , traza una ruta que conduce a la afl icción psicológica en los adultos , a efectos en la crianza y
por último, a problemas emocionales, conductuales y académicos en los niños.
Aunque no es inevitable si se realiza intervención, reduciendo el enojo y el conflicto familiar.
Las madres con alta autoestima y salud emocional por lo general tenían hijos competentes en los ámbitos
académicos y sociales.
ESTRUCTURA FAMILIAR
En igualdad de circunstancias, a los niños por lo general suele irles mejor con dos padres que
permanecen casados que en familias que cohabitan, divorciadas, con un solo padre o reconstituidas,
o cuando el niño nace fuera de matrimonio (S. L. Brown, 2004).
La distinción es todavía más fuerte a favor de los niños que crecen con dos padres felizmente
casados , pues suelen experimentar un estándar de vida más alto, una crianza más efi caz, mayor
cooperación entre los padres, relaciones más estrechas con ambos progenitores (en especial con el
padre) y menos eventos estresantes (Amato, 2005).
CUANDO LOS PADRES SE DIVORCIAN
LOS PADRES ENTRENAN A SUS HIJOS PARA QUE ÉSTOS ENSEÑEN A SUS HERMANOS Y
HERMANAS MENORES A RECOGER LEÑA, ACARREAR AGUA, ATENDER A LOS
ANIMALES Y CULTIVAR LA COMIDA.
LOS NIÑOS SE BENEFICIAN CUANDO HACEN COSAS CON SUS PARES. DESARROLLAN
LAS HABILIDADES NECESARIAS PARA PRACTICAR LA SOCIABILIDAD Y LA
INTIMIDAD, LO QUE LES PERMITE OBTENER UN SENTIDO DE PERTENENCIA .
LOS NIÑOS PASAN BUENA PARTE DE SU TIEMPO LIBRE EN GRUPOS, PERO SÓLO
HACEN AMIGOS COMO INDIVIDUOS. LA POPULARIDAD ES LA OPINIÓN QUE TIENE EL
GRUPO DE PARES SOBRE UN NIÑO, PERO LA AMISTAD ES UNA VÍA DE DOS SENTIDOS.