La Riqueza de

los Salmos
 “Los salmos nos informan,
nos reforman,
nos forman
y nos transforman.”
Dr. Samuel Pagán
La riqueza de los Salmos se destaca por la misma atención que Jesús les concedió; tanto que, cuando Él
se refiere a las Escrituras del Antiguo Pacto, mayormente lo hace con los Salmos (¡alrededor de 100
ocasiones!), evidenciando Su preferencia a los mismos, sobre todo como el Adorador que Él era.
En aquella noche que celebró la Pascua con Sus discípulos, leemos en Mateo 26:30 que “cuando
hubieron cantado el himno salieron al monte de los Olivos”. Se conoce que en la cena pascual se
cantaban los Salmos 113 al 118, en momentos específicos, que aquí se refieren como “el himno”.
¿Qué tipos de Salmos hallamos en la Biblia?
Tipos de Salmos
Los Salmos son música y poesía, y hay
más de una manera de clasificarlos.
Nosotros estamos escogiendo atender a lo
que ellos mismos evidencian en su
contenido, como lo hemos de notar.
Algunos prefieren encuadrar los Salmos
según su género literario, y también los
consideramos en esta clasificación; pero
tomamos en cuenta otros aspectos que son
propios del contenido teológico. Así,
encontramos: mesiánicos, himnos, de
súplica (individual y colectiva), de
gratitud, didácticos, reales, penitenciales,
sapienciales e imprecatorios. Identificarlos
no es difícil, y es apropiado para su buen
entendimiento y aprovechamiento.
Los Salmos Mesiánicos.
Mesías procede del hebreo, y equivale a Cristo, que viene del griego.
Su significado es: “Ungido” o “Enviado”.
Los Salmos Mesiánicos aluden o hablan del Mesías. Algunos de ellos
son reconocidos desde el Nuevo Testamento, en la persona de
Jesucristo; así que, muchas veces, son también proféticos (recuerde que
los Salmos son de unos 1000 años o más antes de Cristo). No todo el
Salmo tiene que hablar del Mesías para ser clasificado como
mesiánico.
Entre otros más, destacamos los clásicos Salmos reconocidos como
mesiánicos: 2, 8 y 16, 22, 40 y 41, 45, 68, 69, 91 y 97, 102, 107, 118.
El Salmo 2:2 no se refiere a cualquier ungido de
Dios, sino a Jesús, en lo que acontecería mil años
después, como declararon Pedro y Juan en su
conocido clamor a Dios de Hechos 4:24-31.
“…por boca de David tu siervo dijiste: ¿Por qué
se amotinan las gentes,
y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron
los reyes de la tierra,
y los príncipes se juntaron en uno contra el
Señor, y contra su Cristo.
Porque verdaderamente se unieron en esta
ciudad contra tu santo
Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio
Pilato, con los gentiles
y el pueblo de Israel” Hechos 4:25-27
Allí mismo, en el Salmo 2, hay otras expresiones
mesiánicas (vs. 7 y 12)
Adiéstrese usted mismo en el manejo de su Biblia.
Encuentre el cumplimiento de la profecía del Salmo en el
Nuevo Testamento:
El Salmo 22 trae varias menciones proféticas del Mesías.
¿De qué se está hablando aquí? Procure ubicar los textos
correspondientes a su cumplimiento en el Nuevo
Testamento.
El Salmo 45 es muy importante para demostrar la real
deidad de Jesús. Más de mil años después, al escribirse la
epístola A los Hebreos, leemos que hay una porción de este
Salmo 45 que habla del Hijo de Dios, diferenciándolo de los
ángeles. Léase Hebreos 1:7-12 y compare luego con Salmos
45:6,7. Allí, en el v.6, dice: “Tu trono, oh Dios, es eterno y
para siempre”, y en Hebreos 1:8 leemos que esto está dicho
del Hijo, que es igualmente llamado Dios.
Los Salmos Mesiánicos tienen riqueza abundante para
entender la teología de Jesús, y contribuyen a nuestro
conocimiento y entendimiento de Su persona y Su obra a
favor nuestro.