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AC I Ó N

A S FI
I C
S Y C L
Í S T I C A V O S
A C T E R R E S V I
CAR E L O S S E
D
Características de los seres vivos

De alguna forma todos intuimos qué


tiene vida y qué no. Sin embargo, a
veces resulta difícil definir en qué
consiste esa diferencia a causa de
la enorme variedad de formas,
tamaños, colores, texturas o
consistencias —entre otras
particularidades— que tienen los
seres vivos.
A esto se suma la gran
diversidad de medios en los
que habita cada una de las
miles de especies de
organismos. Por lo anterior,
resulta conveniente definir la
vida por medio de las
características generales que
distinguen a todos los seres
vivos
Metabolismo
El metabolismo se puede definir como
la suma de todas las funciones de los
seres vivos, las cuales consisten en
reacciones químicas reguladas por
catalizadores químicos llamados
enzimas, que actúan de acuerdo con los
principios que rigen el comportamiento
de la materia y la energía. Las
funciones, como el movimiento, la
nutrición, el crecimiento o la
reproducción, requieren energía y
materia de manera continua.
Cuando estas reacciones
químicas transforman sustancias
sencillas en otras de mayor
complejidad y comprenden
funciones constructivas que
aportan constantemente energía
y nutrimentos para la síntesis de
nueva materia viva, se le llama
anabolismo. Éste se realiza
cuando los seres vivos llevan
hacia el interior de sus
organismos los nutrimentos de
los alimentos que toman del
medio.
Por el contrario, las
funciones del metabolismo
que implican la degradación
de componentes de la
materia viva, como
moléculas o células y, por
consiguiente, un gasto de
energía, reciben el nombre
de catabolismo.
Nutrición
Los seres vivos interactúan
constantemente con el medio, y la
luz solar les proporciona un flujo
de energía continuo. A esta
interacción se le conoce como
sistema abierto de energía, pues
sólo tiene límites geográficos pero
permite que exista intercambio de
energía entre el medio y las
fronteras; es decir que en este
sistema los seres vivos
intercambian materia y energía con
el medio.
Reproducción

Los seres vivos se autoperpetúan


a través de la reproducción,
proceso biológico mediante el
cual crean nuevos individuos
semejantes a ellos. Las
características biológicas se
transmiten por medio del
material hereditario que integra
los genes de cada especie.
Esto significa que la
reproducción, además de
garantizar que las especies se
perpetúen, también tiene la
función de reemplazar a los
individuos que mueren. Los
seres vivos necesitan alcanzar
la madurez biológica para
poder reproducirse, aunque
pueden existir algunas
excepciones.
Los grupos de seres vivos menos evolucionados, como las
bacterias, los arqueos y los protozoarios, presentan
reproducción asexual, la cual se realiza por bipartición o
gemación, sin la participación de gametos o células
reproductoras. Sin embargo, realizan un intercambio de
genes mediante diferentes mecanismos.
Los organismos con un nivel de organización más
complejo presentan reproducción sexual, con la
participación de los gametos femenino y masculino, que
provienen generalmente de dos progenitores de distinto
sexo. Cuando los gametos se unen mediante la
fecundación, forman un huevo o cigoto que da origen a un
nuevo individuo.
Los individuos que tienen
reproducción sexual cuentan
con mayores oportunidades
para variar sus características
debido a la mezcla del
material hereditario de sus
progenitores. Esto representa
una mayor oportunidad para
que se adecuen o adapten a
su medio, para así sobrevivir,
reproducirse y evolucionar.
Homeostasis
Los seres vivos tienen la capacidad
de regular sus procesos
metabólicos para mantener
relativamente constantes sus
condiciones internas, a diferencia
de su medio externo que presenta
cambios. A través del proceso
homeostático los organismos
mantienen equilibradas las
concentraciones de diversos
materiales que requieren para vivir
y eliminan sustancias de desecho.
Irritabilidad

Es la capacidad de los seres


vivos de responder ante los
estímulos del medio. Los seres
vivos manifiestan cierta
reacción ante diversos estímulos
que reciben de su ambiente,
como el contacto con sustancias
químicas, el cambio de
intensidad de la luz o calor.
Adaptación

Es la capacidad de los seres


vivos para reacondicionarse
o readecuarse a los factores
del medio, siempre que las
alteraciones que éste sufra
no sean muy drásticas,
como ciertos cambios de
temperatura, grado de
humedad o de luz.
Una de las causas más importantes de la gran variedad de
organismos vivos en la Tierra es su capacidad de
adecuarse a los diferentes ambientes físicos (luz, presión,
humedad, temperatura) y biológicos (relacionados con
otros seres vivos) modificando conductas, formas y
funciones que les permiten sobrevivir a los cambios que la
propia naturaleza otorga. Hay tres tipos de adaptaciones:
morfológicas (en la forma), fisiológicas (en la función) y
etológicas (en la conducta).
Clasificación de los seres vivos
La evolución de la vida en la
Tierra ha dado como resultado
una enorme biodiversidad de
organismos. Las estimaciones
sobre el número de especies que
pudiera haber en la Tierra son
muy variables: algunos mencionan
que hay 10, 30, 50, 80 o 100
millones de especies; sin embargo
estas estimaciones son poco
claras.
Las cifras más aceptadas por
muchos científicos fluctúan entre
5 y 10 millones de especies, de
las cuales sólo se han identificado
1.75 millones y se calcula que son
de los más pequeños (bacterias,
hongos, insectos), las que existen
en mayor número. Se descubren
muchas especies cada año y se
calcula que a lo largo de la vida
en la Tierra han existido
alrededor de 500 millones de
organismos, de los cuales sólo 1%
sobrevive.
Debido al gran número de especies que
existieron, existen y permanecen en la
Tierra, ha sido necesario e
indispensable ubicarlas en orden
dentro de categorías jerárquicas
específicas. Este orden ha permitido
hacer un inventario de todos los
organismos, colocar a cada especie en
la posición que le corresponde de
acuerdo con sus características
morfofisiogenéticas, así como entender
y explicar su origen y evolución;
además, poder conocer los beneficios y
perjuicios que cada una presenta.
Las ramas de la biología que son responsables de la
categorización jerárquica son la sistemática y la
taxonomía.
La sistemática se ha encargado de crear a lo largo del
tiempo sistemas de clasificación en los cuales se toman en
cuenta los rasgos de similitud, diferencias, origen y
relaciones evolutivas de cada especie, con criterios
objetivos y no arbitrarios. Los sistemas de clasificación se
representan en forma de árbol ramificado, en cuya base se
identifica al ancestro y en las ramas la descendencia de las
especies que contiene.
Por su parte, la
taxonomía se encarga
de poner las reglas y
procedimientos para
identificar, nombrar
(nomenclatura) y
clasificar a cada una
de las especies en las
categorías o niveles
de forma jerárquica,
siguiendo los patrones
de la sistemática.
El enfoque que durante
varios siglos se dio a la
clasificación de los seres
vivos, según el cual se
pensaba que las especies no
sufrían cambios, se
transformó de manera radical
luego de la publicación de la
teoría de la evolución
biológica que propusieron los
británicos Charles Darwin
(1809-1882) y Alfred Wallace
(1823-1913) a mediados del
siglo XIX.
A partir de entonces se consideró la noción de que nuevas
especies han surgido a través del tiempo, debido,
principalmente, a pequeños cambios o variaciones
progresivas en las características de las especies
anteriores. Así pues, tales relaciones evolutivas implican
un proceso de genealogía o parentesco evolutivo entre los
grupos de individuos ancestrales y las generaciones
posteriores hasta llegar a las actuales. Esto implica, en
última instancia, que todos los seres vivos están
relacionados en mayor o menor grado.
Fue de este modo como los
taxonomistas establecieron nuevas
jerarquías taxonómicas, también
conocidas como categorías o
niveles taxonómicos, para clasificar
a los organismos. Dichos niveles
taxonómicos generalmente parten
de la especie, definida esta ultima
como “un grupo de individuos
genéticamente similares entre sí,
que mantienen aislamiento
reproductivo con otras especies y
que pueden aparearse entre ellos y
tener descendientes fértiles”.
Los niveles que se desprenden de la
especie son cada vez más amplios.
Por ejemplo, el género contiene
varias o muchas especies, la familia
tiene muchos géneros y el orden
muchas familias. De este modo, se
ha llegado al modelo que se presenta
a continuación, en el que los niveles
o categorías fundamentales son
representados mediante escalones,
donde el nivel superior contiene al
inferior. Debe notarse que phylum se
utiliza únicamente para los animales,
y división, para las plantas.
Además de las jerarquías anteriores, se han creado otras
intermedias de acuerdo con distintas necesidades. Entre
ellas sobresalen subreino, superclase, superfamilia,
subfamilia, raza y variedad.
Se da el nombre de taxón (plural taxa), a la unidad
fundamental de comparación en los estudios taxonómicos.
Este taxón puede estar representado por una especie, un
género, una familia, un orden, una clase, un phylum o
división, un reino o un dominio, que es el taxón de mayor
jerarquía.
Antecedentes históricos de la
clasificación de los seres vivos
Durante la historia de la humanidad
se han hecho diferentes tipos de
clasificaciones basadas en distintos
criterios, según la época. En la
siguiente tabla se muestra la historia
cronológica de las diferentes
clasificaciones, en la cual se anotan
los autores y los criterios que
siguieron para su clasificación.
Personaje Siglo o época Clasificación
Aristóteles 384-322 a.C. Realizó una pequeña e insipiente clasificación de algunos
seres vivos que él había observado. Clasificó a las plantas y
animales por su aspecto externo: plantas con o sin flores,
animales vivíparos u ovíparos, con o sin sangre. Esta
clasificación estuvo vigente hasta el siglo XVIII. Clasificó
aproximadamente 500 organismos en 11 categorías.
Teofrasto Hacia 319 a.C. Clasificó a las plantas en hierbas y arbustos y determinaba
las que eran silvestres.
Demócrito 470-380 a.C. Clasificó a los animales en dos categorías: animales con
sangre y sin sangre.
San Agustín Edad Media Clasificó a los animales en tres grupos: peligrosos, útiles y
superfluos.
Alberto Magno s. XIII Clasificaba a los organismos en animales, vegetales y seres
inorgánicos. Consideraba que existían animales internos
(lombriz intestinal y Fasciola hepatica) y organismos
inferiores, como los hongos. Los vegetales ocupaban un
lugar intermedio entre los animales y los seres inorgánicos.
Personaje Siglo o época Clasificación
Mayas y aztecas 1400-1521 Tenían su propia clasificación que también era utilitaria,
tanto para plantas, animales y hongos. La herbolaria
mexicana está perfectamente tipificada y es la base de la
homeopatía y otras medicinas alternativas.
Gaspard Bauhin 1560-1624 Fue el primero en usar dos palabras para el nombre
científico de los seres vivos. Sin embargo, no tuvo éxito con
esta propuesta.
John Ray 1627-1705 Es considerado el padre de la historia natural. Realizó una
clasificación sistemática, empleando sólo un criterio
científico. Su clasificación se basaba en la morfología
completa de la planta. Fue el primero en dividirlas en
mono y dicotiledóneas..
Clasificación de Linneo, Wittaker,
Woese
En 1753 el naturalista sueco
Carol von Linné (1707-1778), en
su obra Species Plantarum,
describe y cataloga las plantas.
Posteriormente, en 1758, en su
libro Systema Naturae propone
las reglas taxonómicas para una
clasificación de los animales, que
aunque sólo toma en cuenta las
características externas es un
notable avance en la taxonomía
A él se deben las agrupaciones
de los organismos por sus
semejanzas en categorías
taxonómicas de especie y
género. La especie es la
unidad básica de clasificación,
el género es el nivel superior
siguiente que agrupa a todas
las especies estrechamente
relacionadas. Carlos Linneo —
su nombre castellanizado—, en
un principio sólo identificaba
tres categorías: especie,
género y reino.
A todos los seres vivos se les agrupaba en dos reinos: vegetal y
animal. Después tanto él como otros taxónomos fueron incorporando
nuevas categorías entre el género y el reino. Los géneros fueron
agrupados para formar familias, las familias en órdenes, los órdenes
en clases y las clases en phyla (plural de phylum) si se trata de
animales o en divisiones cuando se refiere a plantas u hongos.
También introduce el sistema binomial o binominal del nombre
científico, es decir, un nombre compuesto de dos palabras, único para
designar a cada especie. Regla que más tarde fue aceptada
universalmente.
El nombre científico está formado por dos palabras, el género
y la especie, con base en el sistema binomial de Linneo, y
debe tener varias características:
1. Debe escribirse con letras cursivas o subrayado.
2. En el primer nombre, que es el género, se escribe la primera
letra con mayúscula y las demás en minúsculas.
3. El segundo nombre, que es la especie, va en minúsculas.
4. Después del nombre científico se debe colocar entre
paréntesis el apellido del autor que lo descubrió; los
nombres de los descubridores de taxones o especies sólo se
escriben en textos científicos.
Para Linneo, cada especie tiene un
ser vivo modelo con el cual se
pueden comparar los individuos
que la integran, cuyas
características son inmutables. Por
esa razón, Linneo jamás pudo
explicar el origen de las diferencias
de caracteres que presentan los
organismos de una misma especie.
A estos primeros sistemas de
clasificación, por basarse
exclusivamente en caracteres
externos de los organismos, se les
llama artificiales.
Al pasar el tiempo, se
fueron reconociendo
diferencias y semejanzas
entre los distintos grupos
de seres vivos. Con el
desarrollo del microscopio
se descubrió el
maravilloso mundo de los
organismos microscópicos
y se notaron las enormes
diferencias entre los
organismos unicelulares y
los pluricelulares.
En 1866, Ernest Haeckel formó el reino protista para
incluir a todos los organismos unicelulares. Entonces, la
clasificación de los seres vivos reconocía el reino vegetal,
el reino animal y el reino protista. En 1925, Chatton había
reconocido la diferencia entre las células procariontes y
las células eucariontes. Durante mucho tiempo la
naturaleza de las bacterias había sido un misterio, pero
con el mejoramiento de los microscopios y el desarrollo
de técnicas de estudio de los microorganismos, se llegó a
saber que las bacterias tenían células carentes de
organelos membranosos internos.
Asimismo, los estudios sobre
la fotosíntesis mostraban la
enorme diferencia entre el
modo de alimentación de las
plantas, a través de la
fotosíntesis, y los hongos,
que son heterótrofos y se
nutren por absorción, por lo
que en el año 1969, Robert
Whittaker estableció el
sistema de cinco reinos.
Whittaker además separó
los organismos procariontes
del reino vegetal,
incluyéndolos dentro del
reino monera. Para los
hongos se estableció el
reino fungi. A partir de esta
fecha, los seres vivos se
clasificaron en el llamado
sistema de cinco reinos:
reino monera, reino
protista, reino fungi, reino
vegetal y reino animal.
Aunque la clasificación de Whittaker
convenció a la mayoría, el
estadounidense Carl Woese (1928-2012),
junto con el alemán Otto Kandler (1920-
2017) y el estadounidense Mark L.
Wheelis (1955-), no estaba de acuerdo
en que el reino Monera incluyera a todos
los organismos procariotas. Por ello,
desde finales de la década de 1970 estos
científicos iniciaron una serie de
estudios de biología molecular para
demostrar las diferencias evolutivas
profundas que existían entre los
organismos de ese reino propuesto.
Los primeros resultados obtenidos por este grupo de investigadores
hicieron que los estudios se intensificaran y se diversificaran en
especial en los siguientes puntos:
• Comparar los diferentes grupos de microorganismos en cuanto a la
secuencia que presentan sus macromoléculas, principalmente los
nucleótidos que integran su ARN ribosómico, una molécula de buen
tamaño y relativamente fácil de obtener.
• El estudio bioquímico de sus membranas para investigar la
presencia de ciertos lípidos.
• El estudio químico de sus paredes celulares para investigar la
presencia de peptidoglicano.
• Minuciosos estudios sobre su genética molecular.
Los primeros resultados
mostraron una diversidad
excesiva entre las
eubacterias y las
arqueobacterias, con lo
que se concluyó que la
rama de los arqueos se
separó de los primeros
organismos procariotas
mucho antes de que se
formara la rama que dio
origen a los primeros
organismos eucariotas.
Por todo lo anterior, en 1990 Woese, Kandler y Wheelis
presentaron a la comunidad científica su propuesta para
clasificar a todos los seres vivos de nuestro planeta en tres
dominios:
• Dominio Bacteria, que incluye a las eubacterias.
• Dominio Eukarya, que agrupa a todos los organismos
eucariotas representados por los reinos protistas, hongos,
plantas y animales.
• Dominio Archaea, el cual comprende a las
arqueobacterias.
Dominio Archaea
Se han encontrado evidencias fósiles de
las arqueobacterias (del griego archaios:
antiguo), con una antigüedad cercana a
los 3400 millones de años. Habitan en
medios donde difícilmente podríamos
hallar otro tipo de vida, por eso también
son conocidos como extremófilos.
Algunos investigadores creen que la
capacidad de las arqueobacterias de
sobrevivir en medios extremos se deba a
que así fueron las condiciones de la
Tierra cuando evolucionaron.
Son procariontas unicelulares,
la mayoría heterótrofos, que
se alimentan de cualquier
sustancia orgánica; también
hay autótrofos. Poseen lípidos
diferentes a los de las
membranas celulares de los
eucariontes y de las bacterias.
Las secuencias que tiene el
ARNr en la subunidad pequeña
del ribosoma son únicas y
específicas.
De acuerdo con los estudios filogenéticos basados en la
secuencia de sus macromoléculas, existe la propuesta de
dividir el dominio Archaea en tres reinos, aunque esto
podría cambiar debido al escaso conocimiento que aún se
tiene sobre este grupo.
• Reino Crenarcheota. Contiene principalmente arqueos
termófilos.
• Reino Euryarcheota. La mayoría son metanógenos y
halófilos extremos.
• ReinoKorarcheota. Los que se conocen viven en fuentes
termales.
Dominio eubacteria
Las eubacterias o bacterias
verdaderas son microorganismos
unicelulares procariotas, pues
carecen de membrana nuclear. Se
encuentran en casi todo tipo de
medio, incluso dentro y fuera de
otros seres vivos. Los fósiles de
bacterias primitivas que se han
descubierto tienen antigüedad
aproximada de 3 mil 600 millones de
años, lo que hace pensar que existen
desde los inicios del Precámbrico.
Entre las eubacterias también encontramos organismos
que no pueden elaborar sus alimentos, por lo que
requieren moléculas orgánicas elaboradas por los
autótrofos. Los organismos que no producen moléculas
orgánicas se llaman heterótrofos. Los organismos que
utilizan la materia orgánica en descomposición se llaman
saprófitos. Algunas de las bacterias viven como parásitos,
consumiendo la materia orgánica de organismos vivientes
a los que parasitan. Algunas bacterias conviven con otro
organismo, favoreciéndolo y obteniendo recursos en una
relación mutua denominada simbiosis.
Algunas bacterias como la
Mycobacterium tuberculosis son de
respiración aerobia y otras como el
bacilo Clostridium tetani que
produce tétanos son anaeróbicos
obligados, es decir, no pueden
sobrevivir en medios donde hay
oxígeno, en cambio, otras como las
enterobacterias donde se incluyen la
Escherichia coli y la Salmonella typhi
son anaerobias facultativas, lo que
significa que tienen la capacidad de
respirar de forma aerobia ante la
presencia del oxígeno.
Las bacterias se reproducen
dividiendo su célula en dos,
a través de la bipartición,
de modo que se producen
dos células idénticas. Otro
modo de reproducción es la
gemación, en la cual la
bacteria produce un brote
o gema que se desprende
de ella, originando una
célula hija de menor
tamaño que la progenitora.
Cuando las bacterias se
encuentran bajo una situación de
estrés, debido a que los recursos
para sobrevivir escasean o a que
la temperatura no es la óptima
para su reproducción, entonces
forman esporas capaces de
resistir las difíciles condiciones
ambientales. Las esporas pueden
permanecer en vida latente
hasta que las condiciones
mejoran y pueden desarrollarse
las nuevas bacterias.
En las bacterias no existe la
reproducción sexual, pues la
descendencia se genera a partir
de un progenitor; sin embargo,
pueden transferir su material
genético a otras bacterias, en
un proceso que resulta en la
recombinación de sus
características genéticas, y por
consiguiente, en la variabilidad
genética de la población.
Las eubacterias lo forman
diversos grupos de organismos
ampliamente distribuidos en el
planeta; aquí se incluyen las
bacterias que más se conocen,
por su forma se les agrupa en
cocos (esféricos), bacilos
(bastones) y espirilos (espirales).
Las bacterias se consideran
dentro del grupo de organismos
más pequeños, con una
dimensión entre 0.2 y 10 μm, por
lo cual se dificulta su observación
con el microscopio de luz.
Dependiendo de su pared celular, las eubacterias
reaccionan en forma distinta ante la tinción de Gram
(nombre de la técnica en honor a su descubridor, el
médico danés Hans Christian Gram). Las que poseen
paredes gruesas de peptidoglucano o peptidoglicano
(formado de aminoácidos unidos a carbohidratos)
absorben el pigmento violeta de cresilo y se les llama
grampositivas; en cambio, las que tienen una pared celular
formada por dos capas: una delgada de peptidoglucano y
una membrana externa de lipoproteína y lipopolisacárido
no absorben el pigmento y se les llama gramnegativas.
Ejemplos de bacterias:
• Escherichia coli, causa entre otras cosas diarrea.
• Streptococcus y Staphylococcus, causantes de
infecciones en garganta, piel, cerebro, etcétera.
• Clostridiumtetani, causante del tétanos, se encuentra en
los suelos lodosos, aunque se le asocia con metales
oxidados.
• Salmonellas, causantes de infecciones intestinales.
• Cianobacterias,presentes en casi cualquier sitio donde
exista humedad, charcas, agua salada, agua dulce y
manantiales calientes.
Dominio Eukarya
En este dominio se colocan
todos los organismos que poseen
células eucariontas, es decir,
células que presentan el ADN
encerrado en una membrana
nuclear, un núcleo verdadero y
demás organelos que realizan
las funciones vitales de la
célula. Los microorganismos de
este dominio se consideran los
antecesores de organismos
multicelulares.
Se encuentra formado por cuatro reinos:
1. Protoctista o Protista. Incluye a las algas, protozoarios y
mohos acuáticos y deslizantes.
2. Fungi. Incluye a todos los hongos microscópicos y
macroscópicos.
3. Plantae. Incluye a todas las plantas desde las briofitas
hasta las angiospermas o plantas con flores.
4. Animalia. Incluye a todos los animales desde las
esponjas hasta los mamíferos.
Reino protista
Los protistas son organismos que
tienen células eucariotas, es decir,
con membrana nuclear que delimita
un núcleo definido y disponen de
otros organelos membranosos como
mitocondrias, aparato de Golgi y,
en algunos grupos, cloroplastos.
Algunos son unicelulares, otros se
encuentran formando colonias u
organizados como multicelulares
simples.
La mayoría son de nutrición
fotosintética, otros se nutren por
absorción. Algunos grupos de
protistas comparten características
de vegetales y animales. Ciertos
protistas presentan medios definidos
de locomoción como cilios o flagelos,
otros tienen la capacidad de formar
con su material citoplasmático
prolongaciones llamadas seudópodos
(pseudos: falsos y podos: pies),
también existen grupos que son
inmóviles. Son de reproducción
asexual y sexual.
Los protistas son células muy
complejas, con mayor diversidad
de funciones que las realizadas en
células de organismos
multicelulares. Las diferentes
teorías sobre el origen de los
multicelulares coinciden en que
éstos tuvieron que haber
evolucionado de organismos
unicelulares protistas, por
supuesto que de formas diferentes
que los actuales. A este grupo
pertenecen los protozoarios, las
algas y los protistas micoides.
Los protozoarios son
organismos eucariontes y
unicelulares; algunos viven en
colonias. Comparten algunas
características con los
animales (tienen movilidad,
son heterótrofos, etcétera);
por ello alguna vez fueron
clasificados en el reino
animal. Aproximadamente se
conocen 45 000 especies, son
cosmopolitas y viven en los
más variados ambientes.
Tienen formas muy diversas,
como foraminíferos, radiolarios
y heliozoarios. La gran mayoría
son microscópicos. Son
heterótrofos, parásitos y de
vida libre. Su reproducción es
asexual de tipo fisión binaria y
fisión múltiple, bipartición y
gemación. Algunas especies se
reproducen sexualmente por
conjugación, singamia y
autogamia.
Los protozoarios se agrupan en Sarcomastigophora (flagelados),
Sarcodina (amibas, radiolarios, foraminíferos y heliozoarios),
Apicomplexa o Sporozoarios (sésiles como Toxoplasma y
Plasmodium) y Ciliophora (ciliados).
Las algas son organismos
unicelulares y pluricelulares;
las unicelulares forman
colonias. En términos
generales, son semejantes a
las plantas y antiguamente
se les clasificaba dentro del
reino vegetal. Son
organismos autótrofos y se
reproducen asexualmente
mediante esporulación y
sexualmente por medio de
conjugación.
En el mundo se han contado aproximadamente 110 000 especies,
las cuales se congrega en seis grupos: Clorophytas o algas verdes,
Phaeophytas o algas pardas, Rodophytas o algas rojas,
Pyrrophytas o dinoflagelados (algunos son bioluminiscentes),
Chrysophytas o diatomeas y Euglenophytas o euglenas.
Los mohos son organismos
unicelulares, heterótrofos, que
absorben el alimento del suelo o de
los tejidos de algunos organismos.
Presentan reproducción asexual por
esporulación. Son cosmopolitas, de
tamaño reducido, habitan en
lugares húmedos, fríos y
sombreados de bosques, sobre
troncos en descomposición, hojas
muertas y materia orgánica en
descomposición.
Se agrupan en Myxomycota (mohos plasmodiales), Oomycota
(mohos acuáticos), Acrasiomycota (mohos celulares) y
Chytridiomycota (mohos acuáticos quitridios)
Reino Fungi
El reino Fungi lo
constituyen organismos
eucariontes y heterótrofos
(saprobios o parásitos), es
decir, se alimentan de la
materia orgánica que se
encuentra cerca de ellos,
mediante la expulsión de
enzimas que disuelven la
materia y luego la
absorben.
La mayoría son multicelulares, con excepción de las levaduras,
como Saccharomyces cerevisae. Son cosmopolitas, habitan en
todas las regiones húmedas y sombreadas; sin embargo, son
sésiles es decir, carecen de movimiento. Pueden ser
microscópicos y macroscópicos.
Los hongos multicelulares
están compuestos por
células de forma filamentosa
llamadas hifas, que se
alargan debido a su
crecimiento apical (de su
extremo superior). Las hifas
se desarrollan a partir de las
esporas del hongo. Al
ramificarse y entrelazarse,
estas células filamentosas
forman una red de aspecto
algodonoso llamado micelio,
el cuerpo del hongo.
Algunos hongos presentan
reproducción asexual que ocurre
por esporulación (formación de
esporas en un esporangióforo) o
por el rompimiento de las hifas,
en el cual cada fragmento da
origen a un nuevo individuo, lo
cual asegura en cada hifa la
amplia dispersión de las esporas.
Las levaduras se reproducen por
gemación. Otros presentan
reproducción tipo sexual, en
donde las hifas se especializan y
forman gametangios.
Un hongo superior prototipo está formado por varias
partes: a) micelio, b) volva, c) pie, d ) anillo o velo, e)
himenio, f ) laminillas y g) sombrero. La vida de los
hongos es variable, pero la del cuerpo fructífero de la
mayoría de ellos es muy corta (aproximadamente siete
días). La mayor parte del tiempo se encuentran bajo la
tierra (hifas) y se hacen visibles en la época de lluvias
(cuerpo fructífero). Algunos son parásitos, otros
comestibles, los hay venenosos, medicinales o
alucinógenos; estos últimos son usados en las ceremonias
religiosas en algunas etnias del país.
Existen alrededor de más de
100 000 especies conocidas de
hongos y se clasifican dentro
de cuatro grupos importantes:
a) Zygomycota, b) Ascomycota,
c) Basidiomycota y d)
Deuteromycota u hongos
imperfectos. México cuenta
con una inmensa diversidad de
hongos debido a la
heterogeneidad de los suelos y
de la vegetación del país.
Reino Plantae
Las plantas son organismos
multicelulares con células
eucariotas, que tienen la
capacidad de producir
compuestos orgánicos por
medio de la fotosíntesis. Los
pastos, las hierbas, los árboles
y la gran diversidad de
organismos verdes que
observamos en nuestro medio
son plantas.
Las plantas que se calcula
invadieron el medio terrestre hace
más de 500 millones de años,
posiblemente evolucionaron a
partir de las algas verdes o
clorofíceas del medio acuático, ya
que tanto las plantas como las
algas verdes contienen los mismos
pigmentos fotosintéticos, disponen
de paredes celulares formadas de
celulosa y almacenan carbohidratos
en forma de almidón.
En la transición al medio terrestre las plantas desarrollaron las
siguientes características de adaptación.
• Formación de la cutícula que cubre superficies aéreas de las plantas.
La cutícula está formada por cutina, una sustancia cerosa que ayuda
a evitar la pérdida de agua en la planta. La liberación de agua y el
intercambio de gases se realiza a través de unas aberturas de la
cutícula de la hoja llamadas estomas (durante el día se libera el agua
y el oxígeno y se toma el dióxido de carbono que se requiere para la
fotosíntesis).
• Adquieren raíces como estructura de sostén y absorción de
nutrimentos.
• La mayoría de las plantas desarrollan sistemas vasculares para
transportar el agua y las sales disueltas que absorben por sus raíces
y las conducen hasta las hojas, así como las sustancias orgánicas que
producen por fotosíntesis y que son transportadas desde las hojas a
las demás partes de la planta.
• A diferencia de las algas que emplean el agua de su entorno como
medio de dispersión de sus gametos y aseguran que éstos y su
descendencia se conserven húmedos, las plantas desarrollan esporas
o semillas que protegen al cigoto o embrión contra la sequedad y así
sólo germinan al encontrar las condiciones favorables.
Las plantas se clasifican en
dos grandes grupos: las no
vasculares o briofitas y las
vasculares o traqueofitas.
Las briofitas (de Bryon: musgo
y phyta: planta) son plantas
no vasculares, es decir,
carecen de medio de
transporte del agua y los
nutrientes en el cuerpo del
vegetal —tal vez por su
tamaño pequeño no sea muy
necesario el tejido vascular—.
Pertenecen a este grupo los musgos,
hepáticas y antocerotas; los musgos
son los más numerosos y, por lo
mismo, los más representativos de
las briofitas. Se limitaron a vivir en
lugares húmedos, dependiendo
todavía del medio acuático para su
fertilización (donde el gameto
masculino nada para fecundar al
gameto femenino), aunque hay
musgos que crecen en las hendiduras
de las rocas y sobre suelos desnudos.
Se trata de plantas pequeñas sin
raíz, tallo y hojas definidas.
Las traqueofitas son plantas
vasculares por estar
provistas de sistemas
conductores especializados:
xilema y floema; además,
presentan una mejor
adaptación al medio
terrestre que las briofitas.
Disponen de órganos
definidos: raíz, tallo y
hojas.
Reino Animalia
Es el reino con mayor número
de organismos, los cuales son
eucariontes, multicelulares y
heterótrofos, ya sea por
absorción o ingestión. Su
respiración es aerobia, con
intercambio gaseoso y con
diferentes órganos. Algunos
son sésiles, como las esponjas
y corales, mientras los demás
son móviles.
A diferencia de las plantas, carecen
de pared celular rígida, de
plastidios y almacenan polisacáridos
en forma de glucógeno. Presentan
una variedad de tejidos asociados
en órganos y éstos a su vez se
integran en sistemas internos
especializados. Existen en este
reino organismos sin esqueleto,
como los nemátodos, con esqueleto
interno (endoesqueleto), como los
mamíferos, y con esqueleto externo
(exoesqueleto) como los insectos.
La mayoría de estos organismos presenta reproducción
sexual, organismos diploides con producción de células
haploides y en algunos casos hermafroditismo, como en
los anélidos (lombriz de tierra). Existen contadas
excepciones de reproducción asexual en algunas
modalidades como partenogénesis en áfidos y en una
especie de cocodrilo, y de gemación en las hidras. En los
platelmintos se presenta alternancia de generaciones, en la
cual una parte del ciclo es asexual y otra sexual. La
fecundación puede ser externa o interna.
De acuerdo con su forma, los animales presentan simetría (los
planos en los que se puede dividir el cuerpo de un organismo)
radial o bilateral y algunos son asimétricos, como las esponjas.
A diferencia de las plantas, los
animales responden a estímulos
como consecuencia de la actividad
de células nerviosas y algunos
presentan una cefalización, es
decir, la diferenciación del cuerpo
en cabeza y una región periférica.
De acuerdo con su desarrollo,
algunos presentan dos capas
embrionarias: endodermo y
ectodermo (diblásticos), y otros
tres capas: endodermo,
mesodermo y ectodermo
(triblásticos)
El reino Animalia agrupa a todos los animales conocidos,
reunidos en nueve phyla, de los cuales ocho agrupan a los
invertebrados:
1. Phylum Porifera (esponjas).
2. Phylum Cnidaria o Coelenterata (anémonas, medusas y
corales).
3. Phylum Plathelmyntha (gusanos planos).
4. Phylum Nematoda (gusanos redondos).
5. Phylum Annelida (gusanos anillados).
6. Phylum Mollusca (caracoles, ostras, pulpos).
7. Phylum Arthropoda (arácnidos, insectos, crustáceos).
8. Phylum Echinodermata (estrellas de mar, erizos).
9. Phylum Chordata que incluye tres subphyla, que son
Urochordata o Tunicata, Cephalochordata y
Vertebrata.
El subphylum Vertebrata incluye las cinco clases siguientes:
1. Clase Piscea: Condricties y Osteicties, es decir, peces
cartilaginosos (tiburones y rayas) y peces óseos.
2. Clase Amphibia (ranas, sapos, salamandras y cecilias).
3. Clase Reptilia (tortugas, serpientes, cocodrilos).
4. Clase Aves (voladoras como colibríes, gaviotas, pinzones,
albatros, fragatas, etcétera; no voladoras como avestruz,
gallinas, etcétera, y nadadoras como los pingüinos).
5. Clase Mammalia (monotremas, marsupiales y placentados).
Virus
Los microorganismos son un
grupo muy grande y variado de
organismos que sólo pueden ser
vistos a través de un
microscopio óptico o
electrónico, pueden ser seres
vivos como las bacterias y los
protozoarios o como formas no
celulares que incluyen a los
virus, priones y viroides.
La existencia de los virus se
documentó por primera vez
en el año 1892, por el
científico ruso Dimitri
Ivanovsky, quien determinó
que el agente causante del
virus del tabaco no era una
bacteria, sino un agente
mucho más pequeño que
podía atravesar los filtros
de porcelana usados en esa
la época para retener las
bacterias con las que
trabajaba.
Más tarde, Martinus W. Beijerinck, hizo en Holanda la
misma observación y denominó contagium vivium fluidum
al agente causante de las enfermedades, enfatizando su
naturaleza infecciosa y sus propiedades físicas y
reproductivas.
Después, este nombre fue remplazado por el de virus,
palabra latina que significa “veneno o líquido viscoso”.
Gracias a los avances científicos y tecnológicos,
actualmente se pueden estudiar, definir y conocer más
acerca de estos patógenos que causan muchas
enfermedades a las plantas, los animales y el hombre.
Los virus son macromoléculas
o formas no celulares
compuestas principalmente
de ácidos nucleicos y
proteínas; presentan sólo un
tipo de ácido nucleico, ADN o
ARN, formando el genoma
viral y las proteínas
codificadas por este genoma;
además, algunos pueden
tener en su estructura lípidos
y carbohidratos.
No se alimentan y carecen de
metabolismo, por lo que no
producen energía de ninguna
forma, no están formados de
células, no crecen, no se
reproducen, no se mueven, es
decir, no presentan ninguna
característica de los seres
vivos, por ello son considerados
como macromoléculas sin vida
y, por tanto, no se encuentran
dentro de ninguno de los tres
dominios de la clasificación.
El nombre que se da a los virus varía, puede ser por el área donde
fueron encontrados por primera vez; por el científico que los
determinó; por la enfermedad que producen, por las características
estructurales que presentan, o por la contracción de varios nombres.
No se utilizan términos binomiales en latín, como en la clasificación
de los seres vivos, pero se clasifican en familias que terminan en
viridae; género, que termina en virus, y especie, que lleva los
nombres comunes de las enfermedades, como en el siguiente ejemplo:
• Familia: Flaviviridae
• Género: Flavivirus
• Especie Dengue
Su tamaño no suele ser mayor
a los 2500 Å (unidad de
distancia usada para medir la
longitud de onda de la luz y
equivale a la 10-10 m), por
ejemplo, el virus de la
poliomielitis puede medir 280
Å y es considerado como uno
de los más pequeños, por otro
lado, el virus más grande es
el de la viruela (erradicada de
México) que mide cerca de
2000 Å.
Los virus sólo “cobran vida” cuando entran en una célula
huésped, al activar su ácido nucleico para poder
replicarse. Cuando están dentro de la célula huésped
requieren copiarse a sí mismos y lo hacen de dos maneras:
a) utilizando la maquinaria genética de la célula,
provocando su muerte y saliendo a parasitar a otras
células no infectadas, y b) metiendo material genético a
una célula normal para transformarla en una célula con
funciones diferentes, ésta célula se convierte en agente de
variabilidad genética como lo provoca el virus del
papiloma humano (VPH). Los virus parasitan todo tipo de
células, tanto procariontas como eucariontas; y todos son
parásitos obligados intracelulares.
Los virus presentan de forma general tres partes: a) genoma viral, b)
cápside, y c) envoltura membranosa.
El genoma viral está formado por una o varias moléculas de ADN o
ARN, pero nunca por las dos, es decir, en algunos virus el material
genético es el ADN y en otros el ARN. Hay los que presentan una
única molécula de ácido nucleico y los que presentan varias, a estos
últimos se les conoce como virus con genoma fragmentado, cuyo
número de fragmentos es característico de cada familia de virus.
Ambos ácidos nucleicos pueden ser lineales o circulares; si presenta
una cadena se le denomina monocatenario, si tiene dos, bicatenario.
La mayoría de los virus que infectan animales que tienen ARN son
de cadena simple.
La cápside es la cubierta
formada por un solo tipo de
proteínas o por la asociación
de proteínas globulares
llamadas capsómeros, que
envuelven al ácido nucleico.
En conjunto el cápside y el
genoma viral forman la
nucleocápside.
Por la forma en como se
disponen los capsómeros se
distinguen varios tipos de
cápside: helicoidales y
poliédricas o complejos.
Las helicoidales son las más
sencillas y dan origen a virus
de tipo cilíndrico, como los
que producen las verrugas
que presentan los humanos.
Las poliédricas son las que
presentan 20 caras
triangulares planas y están
formadas por la unión de
tres tipos de proteínas
globulares, como el virus de
la rabia o el mosaico del
tabaco (VMT).
La envoltura membranosa está formada por una doble
capa de lípidos (proveniente de la célula huésped) y
glucoproteínas que sobresalen de la envoltura para formar
unas pequeñas espinas que sirven para el reconocimiento
de la célula huésped. Los que la presentan se llaman
envueltos como: VIH, viruela, rabia, hepatitis y gripe.
Esta envoltura rodea a la cápside y al genoma viral.
Otros carecen de ella y se llaman desnudos. Éstos van
eliminando todas las envolturas y sólo se queda el ácido
nucleico expuesto dentro de la célula, estos virus deben
estar asociados con alguna enzima para que puedan
expresarse.

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