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Realidad y

juego

Donald. W. Winnicott
Objetos y fenómenos
transicionales.
Introducción (1)
• 1951: Primera publicación del artículo.

• La aparición de la noción de objeto


transicional es rápidamente re-absorbida y
comprendida como un objeto parcial. No
obstante, no es esto lo que el autor quiere
enunciar. Su intento es demostrar “la
existencia de un tercer área, la cual asegura
una transición entre el yo y el no-yo, la
pérdida y la presencia, el niño y su madre, y
que subraya el objeto transicional no es más
que el signo tangible de este campo de
experiencia.”
Introducción
(2)
• Del objeto al espacio transicional: área
intermedia de la experiencia.
• Pontalis: El libro como un elogio de la
capacidad de jugar. “A lo largo de la lectura
surge una y otra vez una pregunta ¿qué es lo
que nos hace sentir vivos, más allá de la
adaptación, que siempre implica sumisión a
nuestro medio? Interrogante éste que la
organización neurótica puede llevarnos a
eludir, mientras estemos atrapados por la
máquina de significar, en la secuencia
armonizada del fantasma; pero al que, sin
embargo el sujeto nos arroja inevitablemente
allí donde esté lo psicótico”
Introducción (3)
“El sí mismo no es el centro; tampoco es lo inaccesible, oculto en algún lugar en
los pliegues del ser. Se encuentra en el intervalo entre el afuera y el adentro, entre
el yo y el no-yo, entre el niño y su madre. El espacio potencial difícilmente se deja
circunscribir dentro de un nuevo tópico. Sin embargo, los límites de los dos
espacios únicos sobre los cuales podemos actuar y que intentamos controlar – el
externo y el interno – le indican su lugar ausente, vacío. Ya no nos encontramos
exactamente en el campo de la dramaturgia freudiana en el que se enfrentan las
figuras del Padre y la Madre, en ese gran teatro de sombras indefinidamente
representado, travestí, desdoblado, retornando en el fantasma. No es tampoco el
receptáculo kleiniano el yo-bolsa de buenos y malos objetos dedicados a una
dialéctica sin fin de introyecciones y proyecciones. En Winnicott no hay escenario
donde se repita lo originario, ni combinatoria en la que los mismos elementos
permuten en el círculo, sino un terreno de juego, de fronteras móviles que hacen
nuestra realidad. […] Del juego al yo: éste es el movimiento – retomado sin cesar,
reinventado, nada de lineal en el recorrido- del presente libro.”
Objetos transicionales y fenómenos
transicionales (1)
• Hipótesis: “Lo que estudio en esta
parte de mi trabajo no es el trozo de
tela o el osito que usa el bebé. Llamo
la atención hacia la paradoja que
implica el uso, por el niño pequeño, de
lo que yo denominé objeto
transicional. Mi contribución consiste
en pedir que la paradoja sea aceptada,
tolerada y respetada y que no se
resuelva.”
• Los fenómenos transicionales tiene un
alcance universal, de crucial
importancia en el desarrollo de los
niños.
Objetos transicionales y
fenómenos transicionales (2)

• Recién nacido  Winnicott destaca el proceso que va


desde la succión del pulgar, la introducción del puño
en la boca hasta el uso de un juguete.
• Además de la gratificación oral que esto pueda
representar, pueden estudiarse otras cosas de gran
importancia asociadas a estos actos:
1. La naturaleza del objeto
2. La capacidad del niño para reconocer el objeto
como un no-yo
3. La ubicación del objeto: afuera - adentro en el
límite.
4. La capacidad del niño para crear, idear,
imaginar, producir, originar un objeto.
5. La iniciación de un tipo afectuoso de relación
de objeto.
Objetos transicionales
y fenómenos
transicionales (3)

“Introduzco los términos objetos


transicionales y “fenómenos
transicionales” para designar la zona
intermedia de experiencia, entre el
pulgar y el osito, entre el erotismo oral
y la verdadera relación de objeto, entre
la actividad creadora primaria y la
proyección de lo que ya se ha
introyectado.”
Objetos transicionales y
fenómenos
transicionales (4)

• No se trata entonces del estudio del primer


objeto, sino del estudio de la primera
posesión, y de la zona intermedia entre lo
subjetivo y lo que se percibe en forma
objetiva.

• “Estudio, pues, la sustancia de la ilusión, lo


que se permite al niño y lo que en la vida
adulta es inherente del arte y la religión,
pero que se convierte en el sello de la
locura cuando un adulto exige demasiado de
la credulidad de los demás cuando los obliga
a aceptar una ilusión que no le es propia.”
Objetos transicionales y
fenómenos transicionales (5)
• En la bibliografía psicoanalítica hay muchas referencias desde la etapa de
“la mano a la boca” hacia “ la mano a los genitales”, pero señala Winnicott
las hay en menos medida en lo que atañe a la manipulación de verdaderos
objetos no-yo. Objetos distintos-que-yo.

• A la escena clásica de la succión del dedo como satisfacción de la pulsión


oral, Winnicott agrega la relación simultánea que el niño establece con
otros objetos (sábana, lana, sonido).

• Estableciendo que tales experiencias van acompañadas de fantasías o


pensamientos: “ a todas estas cosas las denomino fenómenos
transicionales.”
• Sugiere que la pauta de los fenómenos
Objetos transicionales aparece desde los cuatro a
seis meses hasta los ocho a doce.
transicionales • El objeto transicional es usado por el niño
como defensa contra la ansiedad
y fenómenos (depresiva). Este objeto también le
permite gozar del estado de transición.
transicionales • Los fenómenos transicionales
(6) representarían el origen de la
simbolización.
Cualidades de la relación (1)
1) El bebé adquiere derechos sobre el objeto,
y nosotros los aceptamos. Pero existe aquí
cierta anulación de la omnipotencia.
2) El objeto es acunado con afecto, y al mismo
tiempo amado y mutilado.
3) Nunca debe cambiar a menos que lo cambie
el propio bebé.
4) Tiene que sobrevivir al amor instintivo, así
como al odio  sobrevivir a la agresión
pura.
5) Al bebé debe parecerle que irradia calor,
que tiene vitalidad, o realidad propia.
Cualidades de la
relación (2)
1) Proviene de afuera, desde nuestro
punto de vista, pero no para el bebé.
Tampoco viene de adentro, no es una
alucinación.
2) Se permite que su destino sufra una
descarga gradual, queda en el limbo.
Pierde significación. Esto porque los
fenómenos transicionales se han
expandido a todo el territorio
intermedio entre la realidad psíquica
interna, y el mundo exterior, es decir a
todo el campo cultural.
Descripción clínica de un objeto transicional (1)

• El objeto transicional no como un


objeto consolador sino como un
sedante.
• Para Winnicott los objetos y
fenómenos transicionales pueden
constituirse como “indicadores”
(analizadores) del desarrollo. Sea por
su presencia o ausencia. Por esto
recomienda indagar en las entrevistas
acerca de este punto.
Descripción clínica
de un objeto
transicional (2)

• El objeto transicional representa el


pecho materno, o el objeto de la
primera relación.
• Es anterior a la prueba de realidad
establecida.
• En relación con el objeto
transicional el bebé pasa del
dominio omnipotente (mágico) al
dominio por manipulación (que
implica el erotismo muscular y el
placer de la coordinación)
Descripción clínica de un objeto transicional
(3)

• El objeto transicional no es un objeto


interno (Klein) ni tampoco es un objeto
externo.
• El bebé puede emplear un objeto
transicional cuando el objeto interno está
vivo, es real y lo bastante bueno (no
demasiado persecutorio). Nunca se
encuentra bajo el dominio mágico, como
el interno, ni está fuera de ese dominio
como ocurre con la madre verdadera.
“Un niño no tiene la menor posibilidad
de pasar del principio de placer al
principio de realidad, […] sino existe
una madre lo bastante buena. La
“madre” lo bastante buena (que no
tiene porque ser la madre del niño) es
la que lleva a cabo la adaptación activa
a la necesidad de este y que la
disminuye poco a poco, según la
creciente capacidad del niño para
hacer frente al fracaso en materia de
adaptación y para tolerar los
resultados de la frustración.”
Madre y destete
• Una vez que la madre le ofreció suficientes
oportunidades de ilusión, y en consideración
al desarrollo del niño, la tarea que le acomete
ahora consiste en «desilusionar al bebé en
forma gradual»

• “Si las cosas salen bien en ese proceso de


desilusión gradual queda preparado el
escenario para las frustraciones que reunimos
bajo la denominación de destete.”
De la ilusión al objeto transicional
Lo transicional (1)
• En la vida adulta esta zona intermedia produce un
espacio de alivio para la permanente tensión que
representa la adaptación (la vinculación de la realidad
interna y externa). “Dicha zona es una continuación
directa de la zona de juego del niño pequeño que “se
pierde” en sus juegos.

• En la infancia esta zona es necesaria para la iniciación


de una relación entre el niño y el mundo (importancia
de la madre ambiente).

• La zona intermedia de experiencia constituye la mayor


parte de la experiencia del bebé y se conserva a lo
largo de la vida: las experiencias que corresponden al
arte, a la religión, la imaginación, y la vida científica.
Lo transicional (2)
• “Es claro que lo transicional no es el objeto. Éste representa la transición
del bebé de un estado en que se encuentra fusionado a la madre a uno de
relación con ella como algo exterior y separado.”
• La ausencia de la madre o del cuidador:
• “Si la madre se ausenta durante un lapso superior a determinado
límite, medido en minutos, horas, o días se disipa el recuerdo de la
representación interna. Cuando ello se produce, los fenómenos
transicionales se vuelven poco a poco carentes de sentido y el bebé no
puede experimentarlos. Presenciamos entonces la descarga del objeto.
Antes de la pérdida vemos a veces la exageración del objeto
transicional como parte de la negación de que exista el peligro de
desaparición de su sentido.”
La clínica en
Winnicott (1)
“Me aterra pensar cuántos
profundos cambios impedí o
demoré en pacientes de
cierta categoría de
clasificación debido a mi
necesidad personal de
interpretar. […] Creo que en
lo general interpreto para
que el paciente conozca los
límites de mi comprensión.”
La clínica en Winnicott (2)
• El principio es el de que él y solo él
conoce las respuestas.
• La tarea de la interpretación se la
debe vincular con la capacidad del
paciente para colocar al analista
fuera de la zona de los fenómenos
subjetivos.
• Se trata de la aptitud del paciente
para usar al analista.
• Generalmente se da por sentada
la capacidad de los sujetos para
usar objetos  para Winnicott en
el psicoanálisis esto no es posible
 No se puede dar por evidente
tal aptitud.
La clínica en Winnicott (3)
• Análisis de los casos fronterizos: organización psico-
neurótica, pero que el núcleo de la perturbación es psicótico.

• “El análisis funciona bien y todos se siente satisfechos, el


problema es que jamás termina. […] Si el psicoanálisis fuese
un modo de vida, podría decirse que ese tratamiento hizo lo
que se suponía que debía hacer. Pero no es un modo de vida.
Todos abrigamos la esperanza de que nuestros pacientes
terminen con nosotros y nos olviden, y que descubran que
el vivir mismo es la terapia que tiene sentido.”
Clínica y falso
self (1)
“ Mi experiencia me ha llevado a
reconocer que los pacientes
dependientes o en regresión
profunda pueden enseñarle al
analista sobre la infancia
temprana más que lo que se
aprende de la observación
directa de infantes, y más de lo
que se aprende en el contacto
con madres relacionadas con
infantes.”
Clínica y falso self (2)

“Al mismo tiempo, el contacto


clínico con las experiencias
normales y anormales de la
relación infante-madre influyen
en la teoría analítica del
profesional, puesto que lo que
sucede en transferencia ( en la
fase de regresión de algunos de
sus pacientes ) es una forma de
relación infante-madre.”

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