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• En 1818, el joven Domingo Elías (1805-1867) viajó a estudiar en España y Francia, tal como lo hacían varios

otros criollos hijos de hacendados y comerciantes, Con el fracaso de las reformas borbónicas, los grupos
conservadores de la élite se acomodaban a un orden que condonaba la corrupción como medio para recibir
respaldo local contra la inminente independencia. El fraude y el contrabando proliferaban sin control. Los
crecientes gastos militares exigían que las autoridades impusieran préstamos públicos voluntarios o forzados
a los ricos comerciantes y a la nobleza de Lima, dispuestos a todo para conservar sus privilegios.
• En 1825, Elías retornó a Perú.
• ¿Qué tipos de corrupción surgieron o prevalecieron durante su ausencia y qué intereses yacían detrás de
ellos?
• ¿Qué efectos tuvieron sobre las nuevas bases económicas, institucionales y políticas que la independencia
trajo consigo?
• ¿Cómo se adaptó el joven hombre de negocios a estos cambios y continuidades?
• Seguir las actividades económicas, comerciales y políticas del polémico reformador civil Domingo Elías nos
revela las viejas y nuevas características de una administración presa de la corrupción en una naciente
república hispanoamericana.
SAQUEO PATRIOTA
• Al no contar con recursos financieros, los líderes y caudillos militares que apoyaron la causa emancipadora abusaron de la
expropiación, las corruptelas y el crédito externo e interno en nombre de la causa patriota. En el periodo 1821-1822, el
libertador José de San Martín y Bernardo Monteagudo, su ministro de confianza, expropiaron y dilapidaron a la élite
mercantil y económica de Lima
• Su objetivo principal de Monteagudo consistía en erradicar la amenaza española en La Plata y Chile independientes a
cualquier costo, incluso la ruina económica del Perú.
• Algunos peruanos indignados protestaron contra lo que consideraban era la ambición ilimitada de Monteagudo, que había
puesto su mira en las fortunas privadas. Así, ordenaba sustraer los tesoros de las iglesias de la ciudad, no para salvar a la
patria sino para pagar a espías y obras públicas inútiles. Semejante radicalismo y expoliación condujeron a su salida
obligada del Perú.
• Las propiedades agrícolas y urbanas confiscadas a españoles y criollos realistas, en la región de la costa central, fueron
valorizadas en aprox. 2 millones de pesos. Esta política provocó mayores problemas económicos y una caída de la inversión.
Las propiedades confiscadas eran difíciles de vender sin poder así aumentar los débiles ingresos públicos.
• La mayor parte de los bienes expropiados se otorgó a oficiales militares que pedían compensación y recompensa por sus
hazañas patrióticas, como oficiales de alto rango: Antonio José de Sucre, Bernardo O’Higgins, José Rufino Echenique, Juan
Francisco Reyes, Blas Cerdeña y José María Plaza, entre otros.
• En provincias, los oficiales locales repetían los abusos de poder y las expoliaciones cometidas a nombre de la causa patriota.
“Estas débiles bases organizativas brindaron fértiles condiciones para la
corruptela y el abuso de poder”

• En octubre de 1821, el capitán Juan Delgado, comandante militar y teniente gobernador


de Sayán en la provincia de Chancay, fue acusado de opresión y de efectuar extracciones
ilegales para enriquecerse a costa de la población local y del Estado. A pesar de sus
esfuerzos para influir el subsiguiente juicio de pesquisa, fueron 58 testigos los que
confirmaron los cargos.
• El almirante Thomas Cochrane, cuyos servicios navales y gastos habían quedado impagos,
se apropió de las reservas de plata en barras que habían sido acumuladas durante el
gobierno de San Martín. Cochrane fue el comandante de la flota «libertadora» chilena y
también se vio beneficiado con la captura y secuestro de naves mercantes peruanas.
• Un diplomático francés informó a sus jefes en París que la falta de apoyo popular a la
libertad y la independencia se explicaba por la corrupción de las nuevas autoridades
separatistas y sus luchas internas.
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