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CORBUSIER
PLAN VOISIN PARA EL CENTRO DE PARIS
LAS CUATRO PRINCIPALES FUNCIONES DEL URBANISMO
URBANISMO FUNCIONALISTA A MEDIADOS DEL SIGLO XX
EN LATINOAMERICA.
BRASILIA, BRASIL
BRASILIA: UNA UTOPÍA MODERNA. 1956-1960.
Lucio Costa/Óscar Niemeyer
Brasilia, la actual capital de Brasil, fue la materialización del sueño del presidente Juscelino
Kubitschek, que quería trasladar la ciudad capital al interior del país. Los encargados de ello
fueron el urbanista y arquitecto Lucio Costa y el arquitecto Óscar Niemeyer. El proyecto
comenzó en 1956 y en 1960 se convirtió en capital oficial de Brasil.
El diseño de esta gran ciudad se gestó para una ciudad utópica, en la que se querían eliminar
las clases sociales, ya que ésta era la tendencia del presidente Kubitschek.
Se construyó un lago artificial, el lago Paranoa, ya que el terreno era muy árido y el ambiente
inhabitable. Costa recreó en el plano original una ciudad cuya planta tenía forma de cruz,
apuntando al noroeste. Sin embargo, al finalizar el proyecto, dicha cruz tomó la forma de un
avión, formado por dos ejes: el monumental (este-oeste) y el residencial (norte-sur). En el eje
monumental se sitúan los principales edificios símbolos de la ciudad (proyectados por
Niemeyer).
Destacan sus amplias
avenidas, edificios
públicos, y dos barrios,
uno al norte y otro al sur,
que se encuentran en las
llamadas súper cuadras,
que agrupan conjuntos
de edificaciones
enormes. La parte
central del complejo está
formada por la Plaza de
los Tres Poderes, que
corresponde a lo que
sería la cabina de ese
gran avión, donde se
encuentran el Palacio de
Planalto, lugar de trabajo
oficial del Presidente de
Brasil.
Brasilia estaba pensada como una ciudad para el automóvil, y la idea original planteaba que hubiese
barrios para vivir y otros sectores para trabajar. Era una idea que planificaba totalmente la ciudad
desde el papel y se oponía al sistema no planificado de las grandes ciudades del mundo, donde las
funciones de los barrios se mezclan. La ciudad sería una gran infraestructura donde los medios de
transporte serían no fundamentales, sino obligatorios para la vida de cualquier ciudadano que tuviese
que trasladarse desde las zonas residenciales a las áreas de trabajo y viceversa.
La idea original de Costa era una idea
cargada de intenciones, de buenas
intenciones. Brasilia era un proyecto
utópico, de una ciudad profundamente
planificada, tanto en arquitectura,
infraestructuras, e incluso en otros
ámbitos como paisajismo. Sin embargo,
esa planificación, unida a la descomunal
escala del proyecto y su orientación al
tráfico (llegando a convertirse en
dependencia), hacen de Brasilia una
ciudad casi no apta para el peatón. Aún
así, es todavía capaz de transmitir
fascinación por su rica arquitectura y
vanguardismo, más de 50 años después
de su construcción
CRITICAS HACIA EL URBANISMO FUNCIONALISTA