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“EL TRIUNFO AUMENTA LAS ENERGÍAS POR APRENDER, EL FRACASO DEPRIME Y

HACE QUE LOS RESULTADOS SE VUELVAN MÁS POBRES.”

DERECHOS HUMANOS APLICADOS


A LA FUNCIÓN POLICIAL

Manejo del Arma de Fuego y Munición

“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
Objetivo
Identificar los procedimientos para el manejo y empleo del arma de
fuego.
Conceptos claves
Arma de fuego.- es el conjunto de mecanismos que trabajando en
forma normal y armónica, lanzan un proyectil al espacio mediante una
fuerza propulsora. (Pólvora).
Revolver.- Arma corta, de puño, con cañón de ánima estriada y que
posee un "tambor" o "cilindro" giratorio con varias recámaras
(comúnmente seis) dependiendo de la marca, modelo y calibre del
arma, las cuales se alinean sucesivamente con el cañón por medio de
un accionamiento mecánico al oprimir la cola del disparador (doble
acción), o al montar manualmente el martillo hacia atrás (simple
acción).
Pistola.- Arma de puño, cuya recámara está alineada permanentemente
al cañón, siendo este de ánima rayada. Su sistema de disparo por lo
general es semiautomático, pudiendo tener las más evolucionadas
(Glock 18, Beretta 93-R) un selector de tiro que las convierte en
automáticas.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
La ventaja de esta arma de fuego es que posee un
cargador, por lo que tiene una gran capacidad de
almacenar cartuchos, a diferencia del revólver que posee
un tambor con poca capacidad de carga. Dentro de sus
desventajas podemos decir que sus mecanismos son más
complicados que los de un revólver, por lo que necesitan
más cuidados en su conservación y mantenimiento, así
como el uso de una munición bien fabricada y calibrada.
Ej. Pistola GLOCK, Pistola SIG PRO
Carabina.- Arma de hombro con ánima rayada, con un
cañón que no supera los 56 cm. de largo. La recámara se
encuentra permanentemente alineada con el cañón. El
sistema de disparo puede ser cualquiera de los
conocidos. Las carabinas son más pequeñas que los
fusiles. Ej. Carabina Rugger, Carabina 30-M1
Fusil.- Arma de hombro con ánima rayada, cuyo largo del
cañón supera los 56 cm. La recámara se encuentra
permanentemente alineada con el cañón. El sistema de
disparopuede ser cualquiera de los conocidos.

“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
En la actualidad existe una gran variedad de fusiles, entre
ellos. Fusiles de guerra, de caza, de tiro olímpico, etc. Nos
referimos al primero de ellos. Este fusil se llama también"
de asalto“ y es el armamento básico de la infantería
moderna, polivalente, capaz de sustituir a un buen número
de armas de guerra ya que pueden ser disparados a corta
o larga distancia, tiro a tiro o automático. Ej. Fusil M16.
Subametralladora o subfusil.- Arma de puño o de hombro
de menor tamaño que el fusil, diseñada para ser utilizada
normalmente con dos manos, por lo que la mayoría posee
una segunda empuñadura destinada a la mano débil.
Puede dispararse apoyada en el hombro o en alguna otra
parte del cuerpo.
Este tipo de arma está concebida para operar en
condiciones difíciles, sacrificando la estética por la eficacia;
así, son aptas para la guerra o para operaciones tácticas
especiales. Su recámara está alineada en forma
permanente con el cañón, usualmente equipada con
selector de tiro permite su empleo en forma semiautomática
o automática. Ej. Subametralladora HK-MP5.

“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
Escopeta.- Es un arma larga de hombro que posee uno o dos cañones
yuxtapuestos o superpuestos cuya ánima es lisa. El sistema de disparo
puede ser cualquiera de los conocidos. Está diseñada y utilizada en
principio para la caza. Su evolución y diversidad de diseños, así como la
fabricación de cartuchos especiales, la convirtieron en un arma de uso
sencillo, fiable, segura y de gran poder de detención, razón por la cual
es el arma policial y de defensa por excelencia. Ej. Escopeta Mossberg.
Munición.- Es el nombre genérico con el que se designa al conjunto de
cartuchos con el que se carga un arma de fuego.
Cartucho.- Es la unidad de carga de un arma de fuego que permite
producir el disparo.
Componentes del Cartucho.- El cartucho se compone de cuatro partes
principales, a saber: Capsula fulminante, Carga Propulsora, Vaina, Bala.
Cápsula fulminante: El rol del fulminante es el de comunicar el fuego a la
carga propulsora Carga propulsora: Conocida comúnmente como
pólvora, la misma que una vez producido el disparo deflagra y se
transforma en gas encargado de impulsar a la bala.
Vaina: Es un recipiente de papel, plástico o metal que contiene a las
demás partes del cartucho.
Bala: Es el cuerpo en reposo que va a ser arrojado por un arma de
fuego para producir un efecto determinado, Cuando se encuentra en
movimiento, tiene velocidad y porta una energía, se la denomina
proyectil.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
Estas medidas expresan el diámetro de la bala, más
no su longitud. La bala tiene varias denominaciones,
dependiendo del país de origen y de la casa
fabricante, así tenemos: " el 9 x 19", el " 9 x 17 "
designan cartuchos de 9 mm de diámetro de la bala y
19 o 17 de longitud.
A veces la longitud se expresa con un nombre. .22
Long Rifle, .38 Special, .38 ACP (Automatic Colt
Pistol), .44 Magnum, 9 mm Parabellum (que se traduce
para la guerra) etc.
7. Manejo del arma de fuego y munición
Las armas de fuego y municiones que deben utilizar
los policías son estrictamente las autorizadas por la
PNE. Habrá un riguroso control respecto de las armas
y municiones asignadas a cada efectivo policial. Las
armas de fuego y municiones de uso reglamentario en
el servicio policial son: Armas de corto alcance y armas
de largo alcance. Sólo se emplearán para el servicio
policial las armas y municiones autorizadas.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
a. Consideraciones básicas para el uso del
arma de fuego y municiones
a.1. Definiciones
a.1.1 Posiciones con el arma de fuego
La posición que el elemento policial debe
adoptar al sostener su arma está relacionada a
las circunstancias de la intervención y a la
evaluación del riesgo que se enfrente.
i. Posición de entrevista
Es aquélla en la que el/la Policía se encuentra
con el arma enfundada, adoptando una posición
natural, manteniendo las manos en forma
pasiva y no amenazadora enfrente del
abdomen, lo que le permite acceder
rápidamente al equipamiento que porta en caso
de necesidad.
ii. Posición de contacto
La mano débil sobre la hebilla del cinto o ligeramente por
encima de ella. La mano fuerte en la empuñadura del arma,
el pulgar abre el seguro de la funda, el índice extendido a lo
largo de la parte exterior de la funda, los dedos restantes
alrededor de la empuñadura de la pistola o revólver.
iii. Posición preventiva
La mano fuerte desenfunda el arma empuñándola
correctamente y llevándola a la altura del abdomen con la
boca del cañón ligeramente hacia abajo. Se puede adoptar
la posición expuesta o cubierta, dependiendo de las
circunstancias de la intervención (más ostensiva o más
Expuesta
discreta).
iv. Posición de alerta
Ante la inminencia de una amenaza, pero aún
desconociendo su ubicación exacta, se adopta la siguiente
posición:
Se desenfunda el arma llevándola a la altura del pecho
debiendo ésta permanecer lo más cerca del cuerpo, con la
boca del cañón ligeramente hacia abajo, listo para alinear
con la vista y apuntar el arma hacia el objetivo.
v. Posición de potencial disparo
Con el arma desenfundada, se extienden los
brazos hacia el objetivo, apuntando
directamente a la parte central de cuerpo del
agresor. La presentación del arma (imagen
de tiro) no debe durar más que fracciones de Posición de potencial

segundo. La evaluación del nivel de disparo

amenaza a la vida o a la integridad de una


persona determinará si existe la necesidad
de disparar.
Para el/la Policía no basta tener buena
puntería sino que también tiene que saber
cuándo y cómo disparar el arma, porque
muchas veces son los procedimientos
policiales correctos y no los disparos los
que preservan la vida y solucionan los
problemas. (Giraldi)
a.1.2. Uso del Arma de Fuego
Los verbos usar o emplear armas de fuego deben ser
entendidos como sinónimos y ambos corresponden a
una variedad de opciones que el/la Policía puede
adoptar con su arma sin necesariamente dispararla.
Las diversas posiciones que se adoptan con el arma
corresponden a niveles diferentes de percepciones de
fuerza por el intervenido cuando es abordado por la
Policía.
El/la Policía puede usar el arma de fuego en los
niveles preventivo y reactivo:
En el nivel preventivo, el arma funciona como una
demostración de fuerza con intención disuasiva y,
al mismo tiempo, permite que el/la Policía esté listo
para defenderse de un eventual ataque.
El hecho de que el/la Policía, mientras verbalice, lleve
sus manos al arma (posición de contacto) demuestra
al intervenido un grado de fuerza más elevado que el
que se demostraría si se le siguiera hablando con las
manos libres.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
De igual manera, un efecto fuertemente disuasivo puede
ser logrado cuando se está interviniendo con el arma en
posición baja (posición preventiva) y se decide apuntarla.
En estas diferentes situaciones se está usando o
empleando el arma, operando preventivamente, esto es,
sin dispararla.
El nivel reactivo corresponde al disparo del arma, que es
el grado más elevado de uso del arma de fuego debido al
efecto potencialmente letal que representa. El/la Policía
solamente puede disparar su arma contra personas en
defensa de la vida y de conformidad con lo descrito
anteriormente.
En el caso de las armas de largo alcance, para la
definición de los diferentes grados del uso de arma de
fuego, se aplicarán las mismas reglas abajo
mencionadas, haciéndose la respectiva correspondencia
entre sus posiciones básicas y la clasificación mayor o
menor de nivel de fuerza.
Se considera que el/la Policía hace uso o empleo de arma
de fuego cuando:
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
i. Nivel Preventivo:
1. Con el arma aún en la funda, sujeta su empuñadura
como si estuviera listo a desenfundarla (posición de
contacto);
2. Con el arma desenfundada la sostiene a la altura del
abdomen y con el cañón dirigido hacia abajo (posición
preventiva);
3. Con el arma desenfundada la sostiene a la altura del
pecho, con el cañón dirigido hacia abajo, listo para alinear
con la vista y apuntar el arma hacia el blanco (posición de
alerta);
4. Con el arma desenfundada, extiende los brazos hacia
el objetivo, apuntando directamente al centro del cuerpo
del agresor (posición de potencial disparo);
ii. Nivel Reactivo:
1. Dispara el arma de fuego contra una persona,
independientemente del tipo de munición que utilice
(incluso de goma, caucho o similar) o de que la persona
resulte herida o muerta.
2. Dispara el arma en cualquier otra situación operacional
- disparo táctico -
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
No se considerará uso o empleo de arma de fuego el
solo hecho de portar el arma como parte del equipo
policial. Para fines de este Manual, tampoco se
considerará uso o empleo del arma de fuego a los
disparos accidentales o no intencionales de los
efectivos policiales.
a.2. Reglas generales
Los efectivos policiales sólo podrán usar las armas de
fuego y municiones autorizados oficialmente.
a. Las armas de fuego y municiones utilizadas no deben
causar daño o lesiones innecesarias. Está prohibido
alterar las armas y municiones con este fin, realizando
acciones tales como recortar el cañón del arma o
alterar la punta de munición.
b. Los efectivos policiales deben obedecer rigurosamente
las normas internas de control, almacenamiento y
distribución de este material. Cada efectivo policial es
responsable del destino y utilización del arma de fuego
y municiones asignadas.

“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
c. Cada vez que los efectivos policiales disparen sus armas de fuego en
el desempeño de sus funciones (habiendo o no personas afectadas)
deberán presentar de inmediato un informe detallado, indicando:
• Las circunstancias que llevaron al empleo de las armas de fuego
(entre otras: la intensidad y peligrosidad de la agresión, la forma de
proceder del agresor, la hostilidad del entorno y los medios de los que
disponía el/la Policía para defenderse).
• Quiénes dispararon (policías y agresores). Cuántos disparos realizó
cada policía.
• Qué tipo de arma de fuego y municiones se utilizaron (policías y
agresores).
• Qué otras medidas menos violentas fueron intentadas antes de
realizar los disparos.
• A quiénes protegían con sus disparos.
• Qué advertencias fueron dadas antes de disparar.
• El número de heridos o fallecidos a causa de los disparos, si los
hubiese.
• Las acciones que realizaron para facilitar la asistencia o auxilio médico
oportuno, si fuera el caso.
• Las acciones que fueron realizadas oportunamente por la Policía para
informar a los familiares de las personas heridas (si las hubiese) lo
sucedido.
a.3. Normas de seguridad
a. Lea cuidadosamente el manual de instrucciones que
acompaña el arma.
b. Considere y manipule a todas las armas como si
estuvieran cargadas. Lo primero que debe hacer es abrir
su mecanismo de cierre para determinar si está cargada o
no.
c. Antes de utilizar un arma y como rutina, debe
asegurarse de que esté en perfectas condiciones de
funcionamiento y que el cañón esté limpio por completo.
d. Sólo utilice munición autorizada por la Policía.
Asegúrese siempre de que sea del mismo calibre del
arma y que no haya sido adulterada.
e. Mantenga el arma apuntando en dirección segura con
el dedo fuera de la cola del disparador hasta haber
alineado la mira con su blanco y estar seguro de disparar.
f. Las armas deben guardarse descargadas y con el
seguro colocado en un lugar sin riesgo y que no sea
accesible para niños o adultos inexpertos (no guarde
arma y munición juntos).
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
Cualquier miembro de la Policía que se encuentre
utilizando medicamentos que puedan reducir su estado
de alerta o su capacidad de reacción, no debe prestar
servicio con arma de fuego. Las recomendaciones del
médico, informadas al policía, deben ser transmitidas a
su superior para que adopte las medidas necesarias.
a.4. Objetivo del disparo
Cuando el/la Policía dispara su arma en cumplimiento de
su deber, no lo hace para advertir, asustar, herir o
desarmar; lo hace para interrumpir de inmediato una
agresión en contra de su vida o la de terceros. El objetivo
es lograr que el agresor cese su ataque de manera
inmediata.
El disparo de arma de fuego en estas circunstancias puede
resultar letal, entre otras, por las características del arma
utilizada (o tipo de munición), por la región del cuerpo en la
que éste impacta o por la capacidad de resistencia física de
la persona afectada. Esto quiere decir que la letalidad no es
necesariamente consecuencia de una intención deliberada
del/de la Policía.
El disparo del/de la Policía es para la neutralización de
la agresión y no necesariamente del agresor.
En la mayoría de los casos en los que es necesario
disparar el arma de fuego, las circunstancias físicas
(cansancio, agitación, etc.) y emocionales (ansiedad,
tensión, etc.); así como las características del lugar
(hostilidad del entorno, luminosidad, lluvia, etc.) a las cuales
los policías se enfrentan no permiten asegurar que los
disparos ejecutados tengan mucha precisión. En estas
situaciones, lo que puede hacer el/la Policía es apuntar
hacia la parte central del cuerpo del agresor para
asegurarse que su disparo sea efectivo e interrumpa
inmediatamente el ataque.
Sin embargo, cuando las circunstancias así lo permiten,
el/la Policía deberá priorizar el disparo selectivo en
determinada zona del cuerpo (piernas, bajo vientre), con la
finalidad de reducir al mínimo las lesiones. Esto, siempre
que no ponga en riesgo su seguridad o la de terceros,
teniendo en cuenta la intensidad y peligrosidad de la
agresión, así como el objetivo a que se persigue.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
Para utilizar adecuadamente un arma de fuego, con seguridad y
precisión, los efectivos policiales deben estar familiarizados con las
normas de seguridad, fundamentos y posiciones básicas. Asimismo,
deben poner especial énfasis en el entrenamiento, con miras a dominar
las técnicas y ejercicios que mejoren el manejo de su arma de fuego.
En situaciones en las cuales los infractores realizan disparos
contra el efectivo policial, éste no debe responder los disparos
automáticamente sin tomar en cuenta los principios de legalidad,
necesidad y proporcionalidad que se presentan para cada caso en
particular. En muchas ocasiones, no disparar en respuesta es una
señal de profesionalismo policial y no de cobardía como se podría
pensar.
Al disparar su arma de fuego, el efectivo policial debe prestar especial
atención al entorno, en particular verificar que no se pongan en riesgo
la vida o la integridad física de las personas. Por el contrario, cuando
los delincuentes disparan sus armas, no toman en cuenta ninguna de
estas limitaciones técnicas (balas perdidas). Incluso, el hecho de que la
Policía deba ocuparse de atender a las personas heridas por ellos
puede facilitarles la fuga. Recuerde que, como prioridad, el efectivo
policial debe asegurar su vida y la del público antes de ocuparse de la
captura de los infractores.
Cuando las consecuencias de disparar su arma de fuego
puedan ser más graves que el objetivo legal buscado, es
recomendable al policía abstenerse de disparar.
Nunca realice disparos innecesarios (al aire o al suelo) o
inadecuados (cerca de multitudes). Tome en cuenta que una bala
perdida puede herir gravemente o matar a una persona. Sólo
utilice el arma de fuego en los casos previstos en este manual.
No es recomendable (principalmente en áreas urbanas), que
el/la Policía efectúe disparos de armas de fuego en
automático (cadencia de ráfaga) ya que no permiten
distinguir, con la necesaria precisión, a los agresores.
a.5. Técnica del disparo
a.5.1. Fundamentos del disparo
• Buena posición del cuerpo - debe ser confortable y estable.
No se debe cambiar la posición a cada disparo.
• Buen agarre del arma - debe ser uniforme, tratar de mantener
el arma en la misma posición para cada disparo que el tirador
realice.
• Alineación de miras - debe estar correctamente alineada; con
esto se logra un impacto certero en el blanco.
• Presión del dedo sobre la cola del disparador - debe ejercer
una presión constante, coordinar con la alineación de miras.
• Control de la respiración - debe mantener en ritmo
normal, logrando la estabilidad tanto corporal como
emocional.
a.5.2. Posiciones básicas para el disparo. No existe
una posición ideal para disparar, pues en cada situación
real deberá acondicionarse a las características del
terreno y de la intervención: distancia y cantidad de
agresores, obstáculos, luminosidad, etc.
Para el disparo de pie, puede adoptarse la siguiente
posición:
La imagen de tiro es necesaria para efectuar un disparo
perfecto.
• Los pies deben estar separados aproximadamente a la
distancia de los hombros con las puntas orientadas hacia
el blanco y uno más adelantado que el otro.
• Las rodillas deben estar ligeramente flexionadas, pero
sin agacharse.
• El peso se debe distribuir equitativamente,
equilibrándolo sobre ambos pies, que deben estar
colocados de plano contra el suelo.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
• El dorso ligeramente inclinado hacia delante. Esta
inclinación es necesaria para controlar el retroceso propio
del disparo, reduciendo el tiempo de recuperación para
continuar disparando si es necesario.
• Ambos brazos extendidos hacia el blanco, bien rectos o
ligeramente doblados en los codos, con las manos
adoptando la empuñadura del arma.
• La mano débil debe aplicar presión hacia atrás sobre la
mano fuerte. Esta presión debe ser controlada para evitar
los naturales temblores de una excesiva presión o el
movimiento por su ausencia.
• La cabeza debe estar recta dando frente al blanco, no
inclinada hacia adelante ni desviada hacia los lados, lo
que permitirá una visión completa y despejada. o Ambos
ojos deben permanecer abiertos, en la medida de lo
posible.
b. Procedimientos para el empleo del arma de fuego.
b.1. El/la Policía, antes de disparar su arma de fuego,
seguirá el siguiente procedimiento:
1. Identificarse plenamente como policía aun cuando esté
uniformado. ¡ALTO POLICÍA! (o ¡ES LA POLICÍA!)
2. Dar al presunto infractor una clara advertencia de su
intención de disparar su arma de fuego,
proporcionándole tiempo suficiente para que lo entienda
y tome una decisión.
• ¡ARROJE EL ARMA! (o ¡SUELTE EL ARMA!)
• ¡NO SE MUEVA!
• ¡NO INTENTE REACCIONAR, ESTAMOS ARMADOS
PODEMOS DISPARAR!
Este procedimiento no se ejecutará si:
• Su práctica creara un riesgo de muerte o lesiones
graves para los efectivos policiales u otras personas.
• La advertencia resultara evidentemente inadecuada o
inútil, dadas las circunstancias del caso.
b.2. El uso del arma de fuego contra las personas es
excepcional.
La regla general es no emplearla. Constituye la última
opción cuando otros medios resulten ineficaces o no
garanticen, de ninguna manera, el desempeño del
deber policial.
El/la Policía está autorizado a usar su arma en los
siguientes casos:
• Para defender su integridad o la de otras personas en
caso de amenaza inminente de muerte o lesiones graves.
(Interrumpir lo que ya está ocurriendo)
• Para evitar la comisión de un delito particularmente
grave que entrañe una seria amenaza para la vida.
(Prevenir para que no ocurra)
• Para detener a una persona que represente peligro
(inminente) de muerte o lesiones graves y que oponga
resistencia a la autoridad del/de la Policía, o para impedir
la fuga de esta persona (sólo cuando, durante la fuga, se
esté poniendo en peligro inminente de muerte o lesiones
graves a alguien).
En cualquier caso, el/la Policía sólo podrá disparar su
arma cuando sea estrictamente necesario para proteger
una vida.
El uso o empleo del arma de fuego puede ser también
preventivo (disuasivo) y no necesariamente significa
disparar el arma.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
• El peligro de muerte a que se refiere la regla debe ser
inminente (entendiéndose como actual, imperioso, urgente);
es decir, un hecho que está a punto de suceder o que está
muy próximo en el tiempo. Por lo tanto, no corresponde a
una amenaza remota (potencial, lejana, presumida).

• El deber policial se debe entender como la obligación


profesional de la Policía de servir y brindar seguridad a la
comunidad, mantener y reestablecer el orden, proteger a
todas las personas contra actos ilegales y garantizar su
vida e integridad en el marco de la ley.

b.3. Se debe tomar siempre en cuenta, que para el uso de las


armas de fuego hay que considerar los principios de legalidad,
necesidad y proporcionalidad.

b.4 Cuando se hayan producido heridos (incluso policías) como


consecuencia del disparo de armas de fuego, se procederá al
auxilio inmediato y, de ser necesario, su evacuación para la
asistencia por personal de salud.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
b.5.
El jefe o superior responsable de la unidad a la que pertenece
el/la Policía que intervino, deberá hacer todo lo posible para
identificar, ubicar y notificar lo sucedido a los familiares de los
heridos o muertos (incluso policías) en el menor tiempo
posible.
b.6.
El elemento policial que disparó su arma de arma de fuego,
deberá comunicarse verbal e inmediatamente con sus
superiores y luego mediante el parte policial, en el que
detallará los motivos de su intervención y sus consecuencias,
así como las medidas adoptadas con posterioridad al hecho.
b.7.
Los policías no podrán alegar obediencia a órdenes superiores
si tenían conocimiento de que éstas eran manifiestamente
ilícitas. En estos casos también serán responsables los
superiores que dieron dichas órdenes. Estos últimos tendrán
responsabilidad además, cuando conozcan o deberían haber
conocido el uso ilícito de las armas de fuego por los policías a
sus órdenes, sin adoptar las medidas necesarias para impedir,
eliminar o denunciar
“El Triunfo tal las
aumenta hecho.
energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
b.8
Los miembros policiales no serán objeto de ninguna
sanción penal o administrativa disciplinaria cuando, en
cumplimiento del Código de Conducta y los Principios
Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de las Armas de
Fuego, se nieguen a ejecutar una orden ilegal de disparar
armas de fuego, o denuncien ese empleo irregular por
otros policías.
b.9 Circunstancias especiales:
I. Mantenimiento del Orden Público: La regla general
es no usar el arma de fuego en estas operaciones. Sin
embargo, su empleo está autorizado sólo cuando resulten
ineficaces otros medios menos peligrosos y, únicamente
en la mínima medida necesaria (no a disparos
indiscriminados), en las siguientes situaciones:
1. Para defender su integridad o la de otras personas en
caso de amenaza inminente de muerte o lesiones graves.
(Interrumpir lo que ya está ocurriendo)
2. Para evitar la comisión de un delito particularmente
grave que entrañe una seria amenaza para la vida.
(Prevenir para que no ocurra)
3. Para detener a una persona que represente peligro (inminente)
de muerte o lesiones graves y que oponga resistencia a la
autoridad del/de la Policía, o para impedir la fuga de esta persona
(sólo cuando, durante la fuga, se esté poniendo en peligro
inminente de muerte o lesiones graves a alguien).
En cualquier caso, sólo se podrá disparar cuando sea
estrictamente inevitable para proteger una vida.
Bajo ninguna circunstancia será aceptable disparar
indiscriminadamente contra una multitud como táctica para
dispersarla.
II. Vigilancia de personas bajo custodia:
La regla general es no usar el arma de fuego en esta modalidad
del servicio policial. Sin embargo, su empleo está autorizado sólo
cuando resulten ineficaces otros medios menos peligrosos y sea
estrictamente necesario:
1. Para defenderse a sí mismo o a otras personas en caso de
amenaza inminente de muerte o lesiones graves.
2. Para impedir la fuga de una persona sometida a custodia o
detención, solamente cuando, durante la fuga, esté poniendo en
peligro inminente de muerte o lesiones graves a alguien.
El/la Policía sólo podrá disparar su arma cuando sea
estrictamente necesario para proteger una vida.
El/la Policía no deberá disparar armas de fuego contra
personas sometidas a custodia o detención simplemente
con el propósito de impedir su fuga.
III. Disparos con munición menos letal:
Son los disparos de arma de fuego en los que se utiliza
munición especial (bala de goma, caucho, o similar) y que
se emplean generalmente en operaciones de
mantenimiento del orden público y control de motines. Las
reglas para el disparo con estas municiones no son tan
restrictivas como las que se aplican a las municiones
convencionales (sólo en defensa de la vida). Su diseño y
finalidad permiten su empleo en situaciones como las
mencionadas, cuando el nivel de fuerza a ser aplicado
sea menor al que se aplicaría en el uso de municiones
convencionales.
En estas situaciones, el/la Policía debe tener en cuenta
las posibles consecuencias de disparar (riesgos) y su
responsabilidad en la protección de la vida de otras
personas, por ello, deberá considerar lo siguiente:

“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
1. Las especificaciones técnicas para su uso, sistemas de
disparo, distancias en que se pueden disparar con
seguridad, trayectoria del o de los proyectiles, efectos en
ambientes cerrados (rebotes), entre otros.
2. Los disparos efectuados con este tipo de municiones
(incluso por tiradores experimentados) tienen poca
precisión.
3. Evitar disparos directos contra las partes más sensibles
del cuerpo, principalmente las zonas de mayor riesgo que
pueden originar lesiones: cabeza, ojos, oídos, genitales
etc.
4. No concentrar los impactos en una sola persona o en
una zona determinada de su cuerpo.
5. Tener en cuenta que el riesgo de un efecto letal o de
graves lesiones sigue existiendo, pero en un nivel menor
del que existiría si se utilizasen las municiones
convencionales para armas de fuego.
IV. Disparos Tácticos: Son aquéllos que la Policía realiza
en el desarrollo de sus operaciones para obtener una
ventaja táctica y que no están dirigidos contra personas.

“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
Dentro de esta categoría, se puede considerar los
disparos efectuados con la finalidad de brindar
cobertura a los compañeros, disminuir la luminosidad
de una lámpara, abrir o romper la cerradura de una
puerta u otros de la misma naturaleza. El personal que
los realiza, debe tener especial cuidado en no poner
en riesgo su integridad o la de otras personas.
V. Disparos desde o contra vehículos en
movimiento:
La regla es no usar el arma de fuego en estas
intervenciones. Sin embargo, existen algunas
circunstancias en las que la vida del/de la Policía o la
de terceros se encuentran en grave e inminente riesgo
y estos disparos representan la única opción para que
se cumpla con el deber policial.
En estas situaciones, el/la Policía debe tener en
cuenta las posibles consecuencias de disparar
(riesgos) y su responsabilidad en la protección de la
vida de otras personas, por ello, deberá considerar lo
siguiente:
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
1. Los disparos tienen poca eficacia en la inmovilización
de un vehículo y las balas podrían rebotar (en el motor o
neumáticos) o atravesar el vehículo y se convertirán en
balas perdidas.
2. Si el conductor es impactado, existe un alto riesgo de
que el vehículo quede fuera de control.
3. Los disparos efectuados (incluso por tiradores
experimentados) desde el vehículo policial cuando está
en movimiento tienen muy poca precisión.
4. Existe la posibilidad de que víctimas (rehenes) se
encuentren en la parte posterior (maletera, cajuela) del
vehículo al que se persigue.
5. Los disparos efectuados por la Policía tienden a
provocar una misma respuesta (disparos) por parte de los
intervenidos, incrementando aún más el riesgo hacia otras
personas (principalmente en áreas urbanas). Lo más
recomendable es alejarse del vehículo en fuga y, sin
perderlo de vista, adoptar medidas operacionales para
obstruirle el paso. Se recomienda solicitar el refuerzo a
otras unidades policiales para que puedan intervenir con
más seguridad.
“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”
No se debe disparar contra un vehículo para inmovilizarlo
solamente porque éste desobedeció una orden o una
señal del/de la Policía para detenerse.
VI. Disparos de advertencia:
La regla es no usar el arma de fuego con esta finalidad.
Cuando el/la Policía dispara su arma no lo hace para advertir
o asustar, lo hace para interrumpir, de inmediato, una agresión
en contra de su vida o la de terceros. Los policías no deben
disparar sus armas de fuego para hacer valer sus
advertencias. Sin embargo, existen algunas circunstancias en
las que la vida del/de la Policía o la de terceros se encuentran
en grave e inminente riesgo y estos disparos representan la
única opción para que se cumpla con el deber policial.
En estas circunstancias, el/la Policía debe tener en cuenta las
posibles consecuencias (riesgos) de disparar y su
responsabilidad en la protección de la vida de otras personas,
por ello, deberá considerar lo siguiente:
1. En los disparos hechos al aire, las balas retornan al suelo
con fuerza suficiente para originar graves lesiones o muerte.
Asimismo, en los disparos hechos al suelo o a las paredes,
las balas pueden rebotar y causar las mismas consecuencias.
2. Estos disparos pueden inducir al error a otros policías
haciéndolos pensar que están siendo atacados.
3. Los tiros efectuados por la Policía tienden a provocar la
misma respuesta (disparos) por parte de los intervenidos,
incrementando aún más el riesgo hacia otras personas.
En ambos casos, antes de disparar, el/la Policía deberá
garantizar la seguridad del público, procurando emplear
municiones o armas especiales para este fin.
El entrenamiento en el uso de armas de fuego es
obligatorio para todos los miembros en servicio de la
PNE.
La confianza de la ciudadanía en la Policía es
sumamente importante. Para ello, es esencial que en su
labor, los policías sean percibidos como bien
entrenados y seguros en el manejo de las armas de
fuego.
a.3. Procedimientos después del empleo de arma de fuego
Cualquier disparo de arma de fuego, en situación diferente
del entrenamiento, sea intencional o no, debe ser reportado
por el/la Policía que lo efectuó a su superior inmediato o
jefe.
Cuando el disparo haya causado lesiones o muerte de personas, el superior
inmediato (jefe), sin descuidar las medidas de asistencia pertinentes, deberá
promover las siguientes acciones:
a. Reportar el hecho a la autoridad judicial correspondiente;
b. Iniciar una inmediata investigación de los hechos y circunstancias
del empleo del arma, bajo los siguientes parámetros generales:
• Promover el correcto manejo y preservación de la escena de los hechos;
• Recolectar las armas y municiones de todo el personal policial involucrado;
• Notificar al personal de criminalística;
• Nombrar a un oficial investigador ajeno a la dependencia policial a la que
pertenece el personal policial involucrado;
c. Promover la asistencia médica en la atención de posibles secuelas
que sufra el personal policial como consecuencia de la intervención.
d. Promover que los efectivos policiales afectados reciban la debida
asistencia psicológica que les permita superar los efectos traumáticos
de la situación vivida.
e. Brindar información objetiva a los familiares y a los medios de
prensa explicando que los detalles del hecho se encuentran en
investigación.
f. Atenuar la tensión de la comunidad donde se suscitó el hecho.
g. Nombrar un oficial de enlace con la familia de las personas
afectadas, incluso con la de los policías, si fuera el caso.
GRACIAS POR SU ATENCIÓN

“El Triunfo aumenta las energías por aprender, el fracaso deprime y hace que los resultados se vuelvan más pobres.”

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