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SUELOS REFORZADOS
Es una masa de suelo a la cual se le han incluido elementos de
refuerzo como laminas, tiras o capas, dentro de los cuales se
consideran las geomallas y los geotextiles con el propósito de
aumentar su resistencia al corte. De esta manera la resistencia del
conjunto queda condicionada por los siguientes componentes:
• Resistencia del suelo de conformación
• Resistencia de los elementos de refuerzo(geomallas y/o
geotextiles)
• Resistencia asociada a la interacción entre ambos
materiales.
LOS SUELOS REFORZADOS:
Desde la más remota antigüedad el hombre ha buscado reforzar los
materiales naturales más flojos con fibras vegetales (juncos, tocones,
cañas, etc.) para dotarles de una cohesión de la que carecían y que
resultaba necesaria para determinadas funciones estructurales.
Previamente a la elección de un determinado sistema de refuerzo de un
suelo, deben realizarse diversos estudios y comprobaciones, en
particular sobre la naturaleza del terreno de cimentación de la futura
obra y por supuesto las características del propio suelo a reforzar.
Lógicamente en la elección de un determinado sistema deben
valorarse factores de costo, viabilidad, plazo de ejecución, ocupación
de terrenos, durabilidad, etc.
Dentro del extenso campo de sus aplicaciones practicas pueden
citarse como los mas usuales los siguientes sin que ello suponga
exclusión o limitación alguna:
- Estructuras de contención de tierras, tanto de plataformas
horizontales como en laderas
- Soporte de plataformas viales donde existan limitaciones de espacio
para la construcción de terraplenes.
- Estribos de puentes.
- Mejora de la cimentación de terraplenes u otras estructuras.
- Refuerzo de taludes artificiales para aumentar su inclinación o
mejorar su estabilidad.
Aunque las estructuras de suelo reforzado tiene gran capacidad de
adaptación a condiciones diferenciales de apoyo, dicha capacidad
varia de unas soluciones a otras, variando también la capacidad final
alcanzada.
Ello obliga a conocer previamente las características geotécnicas de la
zona de implantación de la obra en particular:
- La estratigrafía del terreno
- La posición del Nivel freático
- La presencia de elementos nocivos o agresivos
- Las propiedades geomecanicas de resistencia y comprensibilidad
En algunos casos la evaluación de la implantación puede limitarse a la
inspección visual por personal especializado, como cuando se trata de
roca sana o terreno duro y seco. En general convendría recurrir a
pruebas directas como calicatas o penetrometros cuando se trate de
obras de moderada importancia con cargas bajas, como muros de
altura inferior a 3 ml y exista garantía de que el terreno mejora por
debajo de la profundidad alcanzable por dicho método.
En obras importantes o terrenos deficientes o pocos conocidos deben
recurrirse a sondeos mecánicos, a rotación o helicoidales, con
testificación continua, extracción de muestras y realización de ensayos
in situ (S.P.T.. presiometro. Molinete, etc.)
Siempre que las obras vayan a implementarse en laderas con
problemas de inestabilidad, bien en su estado original o como
consecuencia de las excavaciones requeridas o las nuevas cargas a
aplicar, la prospección se dirigirá específicamente a determinar las
condiciones de estabilidad en las distintas fases del proceso
constructivo.
EI reconocimiento geotécnico será más intenso en terrenos de los
denominados problemáticos: suelos orgánicos, colapsables,
expansivos, de relleno, etc.
1.- ACCIONES DE CALCULO E HIPOTESIS DE CARGA: Salvo
justificación por las características especiales de un determinado
sistema constructivo, para el calculo de las obras de suelo reforzado
se utilizara la teoría de combinación de acciones (hipótesis de carga),
con valores de cálculos obtenidos a partir de parámetros
característicos multiplicados por coeficientes de ponderación.
Cada combinación de acciones así establecida dará lugar a unas
solicitaciones sobre los distintos elementos de la estructura
(armaduras, rellenos, terreno o cimentación, etc.).
Cada elemento tendrá asociada una resistencia, y se determinará su
nivel tensional admisible aplicando a esta resistencia un coeficiente de
seguridad o de ponderación (minoración). Se deberá comprobar que en
ningún caso, las solicitaciones exceden los valores admisibles.
2.- ACCIONES:
Las acciones a considerar en el proyecto se clasifican en:
- Acciones permanentes, que comprenden las acciones que actúan
en todo momento y pueden considerarse constantes en posición y
magnitud.
- Acciones Variables, que comprenden aquellas acciones cuya
posición y magnitud puede variar de forma importante en el tiempo.
- Acciones accidentales o extraordinarias, que comprenden aquellas
acciones de carácter fortuito o de magnitud excepcional, y que se
producen raramente.
En el caso que las acciones, permanentes o variables, puedan
intervenir en el calculo de solicitaciones tanto en sentido favorable
como en sentido desfavorable, se podrán definir dos valores
característicos, máximo y mínimo, para ser utilizados adecuadamente
en el cálculo.
Conviene no olvidar, sin embargo la necesidad de adoptar el principio
de coherencia, es decir, que en el cálculo de una determinada
solicitación a partir de una combinación de acciones solo se podrá
adoptar, para una acción dada, uno de los valores (el máximo o el
mínimo) aunque la influencia de dicha acción se reparta parcialmente
entre efectos favorables y desfavorables. Ha de tenerse en cuenta
igualmente la necesidad de que cada acción tenga un origen físico
propio, independientemente del de las restantes acciones.
2.1.- ACCIONES PERMANENTES:
a).- PESO PROPIO:
Las acciones debidas al peso propio de los elementos o partes de la
obra pueden ser debidas a:
- Peso propio del macizo de suelo reforzado
- Peso de terraplenes o rellenos adicionales
- Peso de equipos o estructuras de cualquier tipo, de posición y
magnitud fijas
- Otras cargas, tales como el pavimento de la carretera
- Peso debido a la carga permanente de tablero de puente, elementos
de reparto, etc.
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