En 1962 se abría en Washington el primer centro de
diálisis externa, permitiendo la hemodiálisis en pacientes con insuficiencia renal crónica, gracias a esta práctica dicha enfermedad deja de ser mortal. Sin embargo, las tres camas con las que contaba el centro sanitario pionero, solo podían dar tratamiento a un número muy limitado de pacientes, había mas pacientes que maquinas, siendo necesaria la creación de un comité para seleccionar a los pacientes que recibirían el tratamiento. El Comité de Seattle estaba formado por personas anónimas (médicos, personal del hospital…), conocido como el comité de la vida y de la muerte, puesto que su función era seleccionar a los pacientes que recibirían el tratamiento, falleciendo los candidatos excluidos. Este comité estuvo sometido a duras presiones y críticas, y su labor ha sido reconocida como pionera en las deliberaciones bioéticas. La vida del comité fue breve dado que el gobierno federal patrocinó los gastos del tratamiento de todos los enfermos con necesidad de diálisis, sin embargo se habían abierto las puertas a la idea de la creación de comités de decisión que no estuviesen compuestos únicamente por persona sanitario. En 1963, en el hospital judío de enfermedades crónicas de Brooklyn, se inyectaron células vivas cancerosas a pacientes ancianos, para conocer si estas células sobrevivirían en pacientes sin cáncer. Los investigadores no habían obtenido el consentimiento previo de los pacientes. En 1967 en la escuela publica de Willowbrook, en Nueva York, se inyecto hepatitis niños que tenían retraso mental para estudiar la historia natural de la enfermedad. A pesar de haber obtenido el consentimiento de los padres, se demostró posteriormente, que se había obtenido bajo coacción, con la promesa de admitir a estos niños en la escuela. Caso de Karen Quinlan En 1975 la joven Karen Ann Quinlan fue llevada de urgencia a un hospital, por falla respiratoria grave. Le fue puesto un respirador artificial en el hospital. Sin embargo, el daño cerebral era tal que quedó en estado de coma vegetativo. Aunque sus padres pidieron que se le retirase el respirador, los médicos se negaron. En 1976 los padres llevaron su caso a la Corte Suprema de Nueva Jersey, que autorizó la decisión de los padres. Cuando fue quitada del respirador, Quinlan sorprendió al mundo porque continuó respirando de forma no asistida, alimentando la posibilidad de recuperación, siendo alimentada artificialmente por nueve años más. Vivió en estado vegetativo persistente hasta su muerte por neumonía en 1985 La resonancia pública que adquirió el caso Quinlan dio un impulso decisivo a los comités éticos en los hospitales al proponer la formación y utilización de los mismos para asistir en la toma de decisiones acerca de pacientes terminales. A principios de los anos 80 el congreso de los Estados Unidos aprobó la creación de los comités de ética hospitalarios (CEAS). Las decisiones éticas mas delicadas y difíciles sobre la vida y la muerte se deben tomar no por los jueces sino por los médicos, los pacientes y las familias dentro del ámbito de la clínica. Los comités de ética por tanto, surgen de una necesidad derivada de los grandes cambios sufridos en la relación clínica, en los que los conflictos éticos que surgen requieren respuestas acordes con los problemas, siendo las normativas o leyes insuficientes para resolverlas. Los comités de ética son mecanismos que desde la independencia e interdisciplinariedad, permiten pasar de la teoría a la practica en los diferentes contextos de la bioética. Tipos de comités de ética Comités de ética para la asistencia sanitaria (CEAS) Los CEAS son comisiones de carácter consultivo, formadas por un grupo multidisciplinar al servicio tanto de usuarios como de profesionales de una institución concreta, cuya función principal es analizar y asesorar sobre los conflictos éticos derivados de la asistencia sanitaria y mejorar la calidad de la asistencia. Comités éticos de investigación clínica (CEIC) Los CEIC son comisiones de carácter decisivo y ejecutivo, formadas por un grupo multidisciplinar al servicio de los investigadores de una institución concreta, cuya función principal es analizar y evaluar los aspectos éticos, técnicos y legales de la experimentación en seres humanos. Comités nombrados para revisar y evaluar el diseño de un ensayo clínico y su desarrollo, asegurando que son ética y metodológicamente aceptables y que se realizan de acuerdo a las llamadas Normas de Buena Practica Clínica. Comités nacionales de bioética (CNB) Los CNB son comisiones de carácter consultivo, formados por expertos pluridisciplinares cuya función es asesorar tanto a los poderes ejecutivos como legislativos y recoger y devolver a la ciudadanía las diferentes alternativas sobre temas importantes relativos a los problemas bioéticos. Antes los escándalos públicos de las investigaciones con seres humanos el Congreso de los Estados Unidos se vio obligado a intervenir. Creando en 1974 la National Commission cuyo objetivo fue: Identificar los principios éticos básicos en los que debe basarse la investigación con seres humanos, y desarrollar directrices que aseguren que tal investigación se efectúa de acuerdo con esos principios. Esta Comisión tras cuatro años de trabajo publico Informe Belmont en 1978. Informe Belmont Se actualizan los principios clásicos de ética medica de no maleficencia y beneficencia, se añaden otros dos principios, el respeto a las decisiones de los sujetos (respeto por las personas) y el principio de justicia, entendida como la igualdad en el trato y la proporcionalidad en la distribución de beneficios y cargas. La reflexión suscitada en el campo de investigación se aplica pronto a la practica clínica Dentro de este debate es fundamental saber quien decide, y el respeto por la autonomía del poseedor del proceso mórbido es fundamental. La beneficencia no puede entenderse como “lo indicado”, lo que dice el medico con su autoridad. El concepto de beneficencia precisa ser reformulado, o al menos matizado. El fin del paternalismo El fin del paternalismo va de la mano del respeto a la autonomía de los pacientes, y el reconocimiento de este principio esta en el nacimiento de la bioética. Este reconocimiento supuso una revolución en la relación clínica. El respeto a la libertad de elección de los pacientes es aceptado por la bioética. EL PRINCIPIALÍSMO El principalísimo defiende que existen algunos principios generales descubiertos en el ámbito de la ética biomédica y que deben ser respetados cuando se plantean conflictos éticos en la investigación o en la práctica clínica. Tom L. Beauchamp, miembro de la Comisión Nacional, y James F. Childress, en su famoso libro Principios de ética biomédica―publicado por primera vez en 1979 y revisado en cuatro ocasiones―, desarrollan los principios tratados en el informe Belmot para ser aplicados a la ética asistencial. Autonomía Para Beauchamp y Childress, el individuo autónomo es el que «actúa libremente de acuerdo con un plan autoescogido». Hay dos condiciones esenciales: a) la libertad, entendida como la independencia de influencias que controlen, y b) la capacidad para la acción intencional. La autonomía de una persona es respetada cuando se le reconoce el derecho a mantener puntos de vista, a hacer elecciones y a realizar acciones basadas en valores y creencias personales. El respeto por la autonomía del paciente obliga a los profesionales a revelar información, a asegurar la comprensión y la voluntariedad y a potenciar la participación del paciente en la toma de decisiones. Reglas para respetar la Autonomía 1. «Di la verdad». 2. «Respeta la privacidad de otros». 3. «Protege la confidencialidad de la información». 4. «Obtén consentimiento para las intervenciones a pacientes». 5. «Cuando te lo pidan, ayuda a otros a tomar decisiones importantes». No-maleficencia El principio de no-maleficencia hace referencia a la obligación de no infringir daño intencionadamente. Este principio se inscribe en la tradición de la máxima clásica primum non nocere («lo primero no dañar»). Este principio solicita «no dañar». Una persona daña a otra cuando lesiona los intereses de ésta. Beauchamp y Childress en el diseño del principio de no- maleficencia se concentran en «los daños físicos, incluyendo el dolor, la discapacidad y la muerte, sin negar la importancia de los daños mentales y las lesiones de otros intereses». En particular enfatizan las acciones que causan o que permiten la muerte o el riesgo de muerte. Reglas de No Maleficencia 1. «No mate». 2. «No cause dolor o sufrimiento a otros». 3. «No incapacite a otros». 4. «No ofenda a otros». 5. «No prive a otros de aquello que aprecian en la vida». Beneficencia Si la no-maleficencia consiste en no causar daño a otros, la beneficencia consiste en prevenir el daño, eliminar el daño o hacer el bien a otros. Mientras que la no-maleficencia implica la ausencia de acción, la beneficencia incluye siempre la acción. Beauchamp y Childress distinguen dos tipos de beneficencia: la beneficencia positiva y la utilidad. La beneficencia positiva requiere la provisión de beneficios. La utilidad requiere un balance entre los beneficios y los daños Pero cuando Beauchamp y Childress hablan del principio de beneficencia no se refieren a todos los actos realizados para hacer el bien, sino sólo a aquellos actos que son una exigencia ética en el ámbito de la medicina. Según estos autores, antes de realizar un tratamiento sobre un paciente, estamos obligados a hacer un balance de sus beneficios y riesgos. Es importante distinguir en qué circunstancias hacer el bien es una exigencia, es decir X tiene la obligación de beneficencia hacia la persona Y si y sólo si se satisfacen cada una de las siguientes condiciones: a) Y está en peligro de perder la vida o recibir un daño significativo en su salud o en algunos otros intereses importantes. b) La acción de X se necesita, de modo singular o en unión con otros, para prevenir esta pérdida o daño. c) La acción de X, de modo singular o en unión con otros, tiene una alta probabilidad de prevenir esta pérdida o daño. d) La acción de X no representa riesgos, costes o cargas significativas para X. e) El beneficio que se puede esperar que gane Y sobrepasa a todos los daños, costes o cargas que pueden afectar a X. Reglas de beneficencia 1. Protege y defiende los derechos de otros. 2. Previene el daño que pueda ocurrir a otros. 3. Quita las condiciones que causarán daño a otros. 4. Ayuda a personas con discapacidades. 5. Rescata a personas en peligro. Justicia Las desigualdades en el acceso al cuidado de la salud y el incremento de los costes de estos cuidados han ocasionado en el ámbito de la sanidad el debate sobre la justicia social. Beauchamp y Childress entienden que la justicia es el tratamiento equitativo y apropiado a la luz de lo que es debido a una persona. Hablan de una justicia distributiva se refiere a «la distribución imparcial, equitativa y apropiada en la sociedad, determinada por normas justificadas que estructuran los términos de la cooperación social». Sobre el principio de justicia en ética biomédica un autor especialmente relevante es Norman Daniels. Este autor nos dice que existe un conflicto de intereses entre los que precisan servicios de salud y los que soportan sus gastos. Daniels entiende que la sociedad tiene la obligación de proteger la igualdad de oportunidades de todos sus miembros. Reglas de Bioética Confidencialidad El secreto profesional implica que no se debe revelar información de naturaleza personal o privada del paciente, se debe proteger la intimidad del mismo. La confianza es fundamental para una buena relación interpersonal y terapéutica. Excepciones al secreto profesional O Imperativo legal: cuando la justicia requiere que se revele información importante en un proceso penal al llamar a declarar al profesional. O Ante enfermedades de declaración obligatoria por peligros a terceros. O Si con su silencio perjudicara al paciente u a otra persona. O Cuando el profesional se vea injustamente perjudicado por el secreto del paciente. O Cuando sea llamado a comparecer ante el colegio de profesionales en materia disciplinar. O Cuando el paciente lo autorice y procurando la mayor discreción. Veracidad Consiste en decir siempre la verdad, no mentir ni ocular información. Se fundamenta en el respeto a la autonomía de la persona. Se debe procurar ofrecer la información de manera que sea comprensible y suficiente para que el sujeto pueda decidir con conocimiento y libertad. La veracidad es fundamental para crear confianza en la relación medico paciente. Consentimiento Informado Es la adhesión racional y libre del sujeto al tratamiento o investigación. Para que el consentimiento sea válido en necesario que el sujeto sea libre para elegir y posea información veraz y clara de todo el procedimiento. También es un medio para lograr compromiso y responsabilidad individual y social. En muchos países es una formula legal, no solo moral. Es fundamental que se den 4 elementos O Revelación de la información . O Comprensión de la información. O Consentimiento voluntario. O Competencia para consentir o rechazar el tratamiento. Excepciones al consentimiento O Urgencia vital para aplicar la intervención sin que exista tiempo o posibilidad de comunicarse con el paciente. O Incapacidad del paciente , lo que obliga a que el consentimiento se realice con un familiar. O Grave riesgo para la salud pública. O Imperativo legal. O Privilegio terapéutico en muy contadas ocasiones se debe anteponer esto a los deseo del paciente y en caso que se realice se debe dejar constancia en la historia clínica y comunicárselo a familiares.