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La Lista Real Sumeria es una lista de reyes grabada en escritura cuneiforme en un prisma de barro cocido encontrado en la ciudad sumeria de Larsa en 1922. Data de finales de la I dinastía de Isin y su redacción se atribuye al escriba Nur-Ninsubur. Aunque no es muy rigurosa y relata algunos eventos desde la mitología, funciona como una guía para establecer la cronología política del tercer milenio a.C. en Sumeria.
La Lista Real Sumeria es una lista de reyes grabada en escritura cuneiforme en un prisma de barro cocido encontrado en la ciudad sumeria de Larsa en 1922. Data de finales de la I dinastía de Isin y su redacción se atribuye al escriba Nur-Ninsubur. Aunque no es muy rigurosa y relata algunos eventos desde la mitología, funciona como una guía para establecer la cronología política del tercer milenio a.C. en Sumeria.
La Lista Real Sumeria es una lista de reyes grabada en escritura cuneiforme en un prisma de barro cocido encontrado en la ciudad sumeria de Larsa en 1922. Data de finales de la I dinastía de Isin y su redacción se atribuye al escriba Nur-Ninsubur. Aunque no es muy rigurosa y relata algunos eventos desde la mitología, funciona como una guía para establecer la cronología política del tercer milenio a.C. en Sumeria.
Hablar de una civilización mesopotámica es válido, pues se trata de un territorio en el que entre el IV milenio a.C y el s. I se desarrollaron diferentes pueblos y culturas. El conocimiento organizado sobre estas diferentes civilizaciones es reciente y en gran parte se debe a los descubrimientos del arqueólogo Paul Emile Botta a mediados del s. XIX. Entre los hallazgos arquelógicos más importantes está la Lista Real Sumeria, ésta es una lista grabada en escritura cuneiforme, cuyo ejemplar mejor conservado (de las varias versiones que se escribieron) es un prisma de barro cocido encontrado en la ciudad sumeria de Larsa en 1922. Al bloque de barro se le conoce también como el Prisma de Weld-Blundell, por el nombre de los expedicionarios que la descubrieron. Su datación corresponde a finales de la I dinastía de Isin, y su redacción se atribuye al escriba Nur- Ninsubur. Se inscribe en uno de los géneros más comunes de la escritura sumeria cuneiforme, los catálogos, y se puede considerar uno de los primeros documentos de intención histórica de la humanidad. Sin embargo, no es muy rigurosa, silencia algunos acontecimientos históricos y otros los relata desde la mitología, empero, tomada con cautela y contrastada con otras fuentes, funciona como hilo conductor para seguir la pista a los acontecimientos políticos del tercer milenio en tierras sumerias y establecer una cronología que hoy es ampliamente aceptada. La parte más llamativa del relato se cuenta al principio, en un fragmento que probablemente no formaba parte del original, en el que se habla de unos reyes misteriosos cuyos reinados abarcan miles de años. Thorkild Jacobsen, historiador y traductor danés, plantea en la introducción de su traducción de la Lista Real, que el fragmento antediluviano no debía de formar parte del texto original dadas algunas diferencias de estilo muy marcadas, como algunas formas verbales para referirse o la fórmula empleada para indicar un cambio dinástico.