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Pueblos del mar

Los pueblos del mar es la denominación con la que se


conoce a un grupo de pueblos de la Edad del Bronce
que migraron hacia Oriente Próximo durante el
1200 a. C. Navegaban por la costa oriental del
Mediterráneo y atacaron Egipto durante la dinastía XIX
y especialmente en el año octavo del reinado de Ramsés
III, de la dinastía XX.1

Algunos estudiosos los hacen responsables del


hundimiento de la civilización micénica y del Imperio
hitita, a finales del siglo XIII a. C., dando lugar al
comienzo de la Edad Oscura, pero esta hipótesis es
controvertida.2
Esquema de una hipótesis de los posibles
Existen escasos documentos sobre quiénes eran los movimientos de población, invasiones y
pueblos del mar, dónde y cómo actuaron. Por otro lado, destrucciones durante el final de la Edad del
los antiguos textos suelen narrar la historia Bronce (siglo XII a. C.)
parcialmente. La arqueología ayuda a comprender
situaciones que pueden contradecir a los textos, pero los
datos de las excavaciones son escasos en este sentido.

Índice
Etimología
Contexto histórico
Origen
Testimonios de la época
Obelisco de Biblos
Documentos de Amarna
Documentos de Ramsés II
Documentos de Merenptah
Cartas de Ugarit
Documentos de Ramsés III
Hipótesis sobre su origen
Desplazados climáticos
Filisteos
Minoicos
Emigrantes griegos
Troyanos
Huidos de las guerras micénicas
Pueblos itálicos
Huidos de la hambruna en Anatolia
Otros invasores
Causas del éxito
Consecuencias
El fin de la oleada
Pueblos citados
Referencias
Citas
Fuentes
Bibliografía adicional
Enlaces externos

Etimología
El nombre de «pueblos del mar» se debe al egiptólogo parisino Emmanuel de Rougé (1811-1872),3 que lo
utilizó a mediados del siglo XIX para denominar a los diversos pueblos que aparecían en algunas
inscripciones y textos egipcios, hallados en Medinet Habu y fechados a finales del Imperio nuevo, que
fueron traducidas por John Baker Greene como «procedentes de las islas de en medio del mar».

Posteriormente, Gaston Maspero acuñó el término, apoyándose en la teoría expuesta por Rougé y Chabas,
que sostenía: «Los pueblos del mar fueron los componentes de la gran migración que recorrió desde el mar
Egeo hacia el Mediterráneo oriental, emparejando los distintos pueblos invasores con los pueblos
mencionados en la historia y la leyenda griegas».4

El faraón Merenptah se refirió a ellos como «países extranjeros» o «pueblos5 de la mar» (en egipcio nȝ
ḫȝt.un pȝ ym6 7 ) en su Gran inscripción de Karnak.8

La denominación «pueblos del mar» ha


seguido siendo utilizada por todos los
que escriben o investigan esta época de Pueblos del mar
la historia, aunque últimamente (2005) en jeroglífico
ha sido puesta en duda, e incluso se ha nȝ ḫȝt.wt n(t) pȝ ym
negado su existencia aventurando que
dichos pueblos son una más de las «leyendas» acuñadas por los investigadores de los siglos XIX y XX.9

Contexto histórico
El final del Bronce Reciente en el Egeo se caracteriza por la incursión de pueblos migratorios y su posterior
reasentamiento y asimilación por los pueblos que conquistaron.10 La identidad de los pueblos del mar ha
sido un enigma, ya que solo se dispone de registros sobre la dispersión de las civilizaciones antiguas y a la
arqueología como fuentes de información. La evidencia muestra que las identidades y los motivos de estos
pueblos no eran desconocidos para los egipcios; de hecho, muchos acabaron subordinados a ellos o con
relaciones diplomáticas, según los registros escritos de esos siglos.

Algunos grupos no se incluyeron en la lista egipcia de los pueblos del mar, sobre todo los que migraban por
tierra. Entre ellos están los '.pru (Habiru) de las inscripciones egipcias, o 'apiru de las escrituras cuneiformes.
Sandars utiliza el nombre análogo «pueblos de la tierra»,11 y otros historiadores incluyen a algunos pueblos,
como el lukka (o licios, los oriundos de Lidia), en ambas categorías. Grupos elegidos de guerreros de estos
pueblos fueron usados por el ejército egipcio como mercenarios.

Origen

En torno al 1200 a. C. la historiografía ha ubicado la aparición de unos pueblos, denominados «pueblos del
mar» gracias a las fuentes egipcias, que ocasionaron la crisis y desaparición de diferentes culturas, imperios
y reinos que habían existido durante el Bronce Reciente, surgiendo así nuevas entidades políticas como los
Filisteos o el reino de Israel, todos ellos identificados durante muchos años con unos fósiles arqueológicos
y,12 13 14 15 en ocasiones, con unos hábitos culturales nuevos.16 17 Ello ha favorecido que en la
investigación se utilicen conceptos como etnicidad y cultura, aunque en realidad es una manifestación
cultural ecléctica y la llamada «cultura material filistea» no es representativa de un nuevo grupo étnico
dominante política y demográficamente.18 Ello no implica el negar un aporte étnico nuevo,19 20 21 22 23
pero actualmente es muy difícil establecer fronteras étnicas basadas en conceptos políticos como Israel y
Filisteos,24 25 al tiempo que, en el caso de los Filisteos, existió una rápida aculturación que extinguió sus
rasgos diferenciadores.26

Junto a estos pueblos y culturas, conocidas por sus vinculaciones con la tradición cultural de Occidente,
aparecieron otros, como las ciudades fenicias, los Arameos o los reinos neohititas del norte de Siria que,
junto a Edom o Moab, también desempeñaron un papel importante en los cambios que tuvieron lugar a
finales del Bronce Reciente, así como en el marco político y cultural que surgió con posterioridad.10

Alteraciones que afectaron especialmente al Próximo Oriente, donde incluso Egipto, el único Estado que
logró repeler la invasión de estos pueblos, perdió definitivamente su imperio en Siria-Palestina y su
protagonismo histórico en la región,27 pero también al Egeo, donde tuvo lugar el final del mundo micénico,
y al Mediterráneo central, una región que había sido incluida en los circuitos comerciales que caracterizaron
los intercambios comerciales durante el Bronce Reciente.10

Testimonios de la época

Obelisco de Biblos

El primero de los grupos étnicos,28 de los que posteriormente


fueron considerados como los pueblos del mar, está atestiguado en
los jeroglíficos de un obelisco en el templo de Biblos. La inscripción
menciona a «Kukun, hijo de Ruqq», que se ha traducido como
‘Kukunnis, hijo de Lukka’ o bien «el licio».29 Se han dado varias
dataciones, entre el 2000 y el 1700 a. C.

Documentos de Amarna
Obelisco. Templo de Biblos.
Los lukkas y los shardanas aparecen en las Cartas de Amarna, de
época de Amenhotep III o de Ajenaton, a mediados de siglo
XIV a. C.: Un shardana y otros tres hombres, aparentemente mercenarios renegados, han sido ajusticiados
por un supervisor egipcio. Hay tres versiones similares en las cartas EA 81, 122 y 123, que son copia una de
otra.30 En la carta EA 38 los lukkas son acusados de atacar a los egipcios aliados con los alasiyas, a quienes
más tarde incautaron sus aldeas.31 En otra carta (EA 151) se menciona a los danunas, pero solo en una
referencia a la muerte de su rey.32
Documentos de Ramsés II

Hay varias menciones a los pueblos del mar, o a algunos de ellos, en los relatos de las campañas de Ramsés
II: en los años segundo (batalla del Delta) y quinto (batalla de Qadesh) de su reinado, con toda probabilidad
en la primera mitad del siglo XIII a. C.

Batalla del Delta

En el segundo año, un ataque de los shardana en el delta del Nilo fue rechazado por Ramsés, que capturó a
algunos de los piratas. El suceso se registra en la Estela II de Tanis, donde se habla de la continua amenaza
que representan para la costa mediterránea de Egipto:

Los rebeldes shardana, a quienes nadie había sabido combatir, llegaron navegando audazmente en
sus buques de guerra desde el medio del mar, sin que nadie fuese capaz de resistirlos.33

Los shardanas presos fueron posteriormente incorporados al ejército


egipcio, destinados a la frontera con los hititas. Otra estela, la Estela de
Asuán, menciona las operaciones del faraón en que derrotó a un cierto
número de pueblos, incluidos los del Gran Verde. Si este último término
significa ‘mar’, parece que ya en esta temprana época se les llamó así.
En general se supone que las estelas de Tanis y Asuán se refieren al
mismo suceso, en cuyo caso se refuerzan mutuamente.

Batalla de Qadesh

La batalla de Qadesh fue el resultado de una campaña contra los sirios y


sus aliados en el Levante mediterráneo en el quinto año de reinado de
Ramsés. El faraón dividió sus fuerzas, sufrió una emboscada y escapó a
duras penas perdiendo la fortaleza de Qadesh a manos de los hititas.34
Se redactó un sucinto Boletín de guerra con la descripción oficial y un Representación de Ramsés II en
poema, el Poema de Pentaur, de tipo laudatorio. Varias copias de la batalla de Qadesh, en el
ambos se han conservado en el Ramesseum, y en los templos de Luxor, Templo de Abu Simbel.
Abydos, Karnak y Abu Simbel, así como en el papiro Sallier III.35

El poema habla en un momento de los Shardana tomados como prisioneros al servicio de Egipto. Consigna
que no habían sido enviados a la frontera hitita para desempeñar funciones militares comunes y corrientes;
el faraón les había dado la responsabilidad de formular un plan de batalla. Fue su idea la de dividir al
ejército egipcio en cuatro columnas. No hay ningún indicio de que estuviesen colaborando de alguna manera
con los hititas o de que en secreto tramasen la ruina de los egipcios, y si Ramsés lo creyó así en algún
momento, no dejó constancia de ello en ningún registro.

El poema contiene una lista de los pueblos que acudieron a Qadesh como aliados de los hititas. Entre ellos
aparecen algunos de los pueblos del mar que figuran en las inscripciones egipcias antes mencionadas, y
muchos de los de pueblos que participaron posteriormente de las grandes migraciones del siglo XII a. C.

Documentos de Merenptah

El principal acontecimiento del reinado del faraón Merenptah fue la lucha que mantuvo durante los años 5 y
6 de su reinado contra una confederación de los Nueve Arcos en la zona occidental del Delta. Los saqueos
de esta confederación habían sido tan graves que la región fue «abandonada como lugar de pastoreo para el
ganado, quedó tan desolada como en tiempos de los antepasados».36
El faraón relata la guerra en cuatro inscripciones: la Gran inscripción de Karnak,
donde relata la batalla, el obelisco de El Cairo y la Estela de Atribis, versiones
reducidas de la primera, y en una estela encontrada en Tebas, la Estela de
Merenptah, donde se describe la paz resultante de la victoria.37

Entre los Nueve Arcos, nombre dado a los enemigos extranjeros, en la Gran
Inscripción se mencionan varios de los pueblos del mar:

«A partir de la victoria que su majestad ha alcanzado en la tierra de Libia


(...), los ekwesh, teresh, lukka, shardana, shekelesh, del norte Estela de Atribis
procedentes de todas las tierras». (Museo de El
«El miserable jefe de Libia, Meryey hijo de Den, ha caído sobre el país Cairo).
de Tehenu con sus arqueros (...) shardana, shekelesh, ekwesh, lukka,
teresh, tomando los mejores guerreros y hombres de su país. Ha traído
a su mujer y sus hijos (...) y ha alcanzado la frontera occidental en los campos de Perire».

Merenptah afirma que derrotó a los invasores en solo seis horas, matando a 6000 soldados y tomando
9000 prisioneros. Para asegurarse de la cantidad, dio orden de cortar los penes de los enemigos muertos no
circuncidados y las manos de todos los circuncidados, que concretamente eran los ekwesh.

En la Estela de Merenptah menciona entre los combatientes a los libios y meshuesh, y, en el relato de una
campaña en Canaán al año siguiente, a pueblos procedentes del Mediterráneo oriental, incluyendo jetas
(hititas), sirios, y, por primera vez en la historia, a los ysriar (israelitas).

Cartas de Ugarit

Algunos pueblos del mar aparecen mencionados en cuatro cartas


encontradas en Ugarit, de las cuales las tres últimas parecen haber sido
escritas poco antes de la destrucción de la ciudad, que tuvo lugar
alrededor del 1175 a. C. Las cartas datan por lo tanto de los períodos
más tempranos del siglo XII a. C. El último rey de Ugarit, quien toma la
palabra en parte de ellas, era de nombre Ammurapi (o Hammurabi), y
de acuerdo con lo que se desprende de su correspondencia, era un
hombre significativamente joven. Ruinas de Ugarit.

La primera carta (RS 34.129) fue enviada por el gran rey de los hititas,
Suppiluliuma II, al prefecto de la ciudad. Le comenta que había ordenado al rey de Ugarit, Ammurapi, que
le enviara a un tal Ibnadushu para ser interrogado, pero que no había recibido respuesta del monarca.
Solicita que el prefecto le envíe, y le asegura que le hará regresar.

Ibnadushu había sido secuestrado y era de «un pueblo de Shikala» (probablemente era un shekelesh) que
«vivían en los buques».38

Las tres últimas cartas (RS L 1, RS RS 20.18 y 20.238) son posteriores, y pertenecían al archivo del escriba
Rap'anu. Son una respuesta de Eshuwara, el gran supervisor de Alasiya, a Ammurapi sobre el informe de
éste de que se había avistado una flota enemiga de 20 barcos.

Eshuwara preguntaba sobre la ubicación de las fuerzas Ammurapi y de la flota enemiga.39 Por desgracia
para ambos, Ugarit y Alasiya, ninguno pudo defenderse y fueron destruidos. Se ha encontrado una carta de
Amurapi (RS 18,147) al rey de Alasiya, respuesta a una llamada de asistencia de este último, en la que
describe la desesperada situación de Ugarit:
Padre, he aquí que los barcos del enemigo llegaron (aquí); Mis ciudades(?) fueron quemadas, y los
invasores cometieron infamias en mi país. ¿No sabe acaso mi padre que todas mis tropas y carros
(?) se encuentran en la Tierra de Hatti, y todos mis barcos están en la Tierra de Lukka?... De esta
manera, el país ha quedado abandonado a su suerte. Que mi padre lo sepa: los siete barcos del
enemigo que vinieron aquí nos han causado enormes daños.40

Ammurapi a su vez, hizo un llamamiento solicitando ayuda de Carchemish, un estado que sobrevivió al
ataque de los Pueblos de Mar, pero su virrey solo podía ofrecer algunas palabras de consejo:

En cuanto a lo que tú [Ammurapi] me has escrito: «¡Los buques del enemigo han sido vistos en el
mar!» Bien, debes permanecer firme. Por cierto, por tu parte, ¿dónde están tus tropas, tus carros
posicionados? ¿No están posicionados cerca de ti? ¿No? ¿Detrás del enemigo, quién te presiona?
Rodea tus ciudades con murallas. Haz que tus tropas y carros entren allí, y espera al enemigo con
gran resolución!41

Documentos de Ramsés III

Ramsés III se vio obligado a hacer frente a una ola de


invasiones de los pueblos del mar, entre ellas la mejor
documentada es la del año 8 de su reinado. El faraón
registró todas sus batallas en su templo funerario de
Medinet Habu, la principal fuente sobre los pueblos del
mar:

En ellos se explica que hubo cuatro campañas realizadas


por Ramsés III contra diversos pueblos:42 Batalla del Delta entre Ramsés III y los pueblos
del mar en el siglo XII a. C.
En el año 5 contra tribus libias, que quizá Templo de Medinet Habu, Tebas.
estuviesen apoyadas por los pueblos del mar.
En el año 8, se enfrentó dos veces contra los
pueblos del mar: en la desembocadura del Nilo y en tierra en Canaán.
En el año 9 luchó de nuevo contra los libios.
La última campaña se desarrolló en el Levante mediterráneo, contra una alianza de los
pueblos del mar peleset (filisteos), thekel, shardana (sardos) y teresh con dos pueblos sirios,
amoritas y shashu, y con los hititas.43

Los países extranjeros conspiraron en sus islas, y todos los pueblos fueron removidos y dispersos
en la refriega. Ningún país podía sostenerse frente a sus armas: Hatti, Qode, Carchemish, Arzawa
y Alashiya, todos fueron destruidos al mismo tiempo. Un campamento fue levantado en Amurru.
Asolaron a su pueblo, y su país llegó a ser como si nunca hubiese existido. Se acercaban a Egipto,
mientras la llama era preparada delante de ellos. Su confederación era la de los Peleset, Tjeker,
Shekelesh, Denyen y Weshesh, países unidos. Pusieron sus manos sobre los países hasta el círculo
de la tierra, con los corazones llenos de confianza y seguridad: ¡Nuestros propósitos triunfarán!
(…) !»44

El llamado papiro Harris I también describe parte de los acontecimientos narrados en Medinet Habu, aunque
cambia el nombre de uno de los pueblos mencionados en el ataque del año 8.45 El papiro recoge un informe
al faraón sobre la muerte del rey de Dnjn «en sus islas». Esto parece indicar que la victoria no fue total y que
parte de los vencidos se asentaron en tierras egipcias. El papiro menciona a los shardanas (šrdn), pero la
mayoría de comentaristas opina que es una confusión del escriba con los shekelesh (šklš), ya que está bien
documentado que los primeros eran aliados y miembros de ejército de los egipcios desde el reinado de
Ramsés II, al lado de quien lucharon en la batalla de Qadesh.
Hipótesis sobre su origen
Hay una serie de hipótesis sobre la identidad y los motivos de los pueblos del mar en los documentos
encontrados. No son necesariamente contradictorias o alternativas, algunas o todas pueden ser ciertas en
todo o en parte.

Desplazados climáticos

Esta hipótesis basada en los ciclos climáticos sustenta que alrededor


segundo milenio antes de Cristo ocurrió una gran catástrofe
climática cuando se derritieron los glaciales a consecuencia de un
aumento muy repentino en la temperatura por la inclinación del
ángulo de rotación de la tierra sobre su propio eje alrededor del sol.
Este acontecimiento climático tuvo gran consecuencia en el
Vista de Pavlopetri.
mediterráneo en donde ocurrió un repentino aumento del mar y
grandes tsunamis que inundaron las costas del mediterráneo
trayendo el Colapso de la Edad del Bronce Final y el desplazamiento
por el mediterráneo de pueblos en la búsqueda de nuevas tierras para habitar. Esta teoría esta sustentada en
acontecimientos como la inundación de la ciudad de Pavlopetri que es una ruina arqueológica sumergida
bajo el agua Situada en el extremo sudoriental del Peloponeso, las ruinas de Pavlopetri datan de época
micénica, fueron descubiertas por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Cambridge además de
otras hipótesis históricas como el gran diluvio universal y la Atlántida. Este acontecimiento climático
hubiera dado el nacimiento de los pueblos del mar y la edad oscura.46

Filisteos

Las evidencias arqueológicas encontradas en la llanura costera del


sur de Palestina, en lo que vendría a ser la Filistea antigua, indican
una interrupción de la cultura cananea que existía a finales de la
Edad de Bronce y su renovación por la integración con una cultura
de origen extranjero (principalmente del Egeo).47 Esto incluye
cambios en la alfarería, que al principio siguió el estilo micénico HR
III C y poco a poco se transformó en una cerámica únicamente
filistea. Según Mazar:
Pentápolis filistea.
... en Filistea, los productores de cerámica micénica IIIC deben
ser identificados como los filisteos. La conclusión lógica es, por
tanto, que los filisteos eran un grupo de griegos micénicos que
emigraron hacia el este.... Al cabo de varias décadas... apareció
en Filistea un nuevo estilo bicolor, conocido como filisteo.48

Sandars, sin embargo, no tiene la misma opinión:

... sería menos engañoso llamar a esta «cerámica filistea» como «cerámica de los pueblos del mar»
o simplemente cerámica extranjera, sin compromiso con ningún grupo en particular.49

Objetos de la cultura filistea se han encontrado en varios lugares, en particular en las excavaciones de las
cinco principales ciudades de los filisteos: la Pentápolis filistea formada por Gaza, Ascalón, Asdod, Gat y
Ecrón. Sherratt, Drews y otros han cuestionado la teoría de que la filistea sea una cultura inmigrante,
afirmando que se debe al desarrollo in situ de la cultura cananea, pero otros abogan por la hipótesis
contraria, como Dothan y Barako. En el siglo X a. C., la estatuilla de Padiiset todavía menciona a los
filisteos como diferentes del resto de cananeos.50

Minoicos
Véanse también: Civilización minoica e Idioma filisteo.

Dos de los pueblos que se asentaron en el Levante mediterráneo tienen tradiciones que pueden relacionarlos
con Creta: los tjeker (cretenses) y la peleset (o filisteos). Los tjeker pudiera ser que abandonasen Creta para
instalarse en Anatolia y luego haber continuado hasta Dor.51 Según el Antiguo Testamento, el Dios de los
israelitas sacó a los filisteos de Caphtor.52 Está aceptado generalmente que se refiere a Creta, aunque hay
teorías minoritarias alternativas. En aquella época, Creta estaba poblada por gentes de distintas lenguas,
entre las que se encontraba el griego micénico y el idioma minoico. Se ha apuntado, sin demostrarlo hasta la
fecha, que tjeker y peleset hablaban y escribían minoico.

Emigrantes griegos

La identificación de los denyen y los ekwesh con los aqueos son cuestiones muy discutidas entre los
historiadores especializados en la Edad del Bronce, ya estudien fuentes hititas, griegas o bíblicas,
especialmente si «vivían en las islas». Michael Wood da un buen resumen de la cuestión sobre el hipotético
papel de los griegos (que ya han sido propuestos anteriormente como idénticos a los filisteos):53

... ¿eran los pueblos del mar... en parte emigrantes griego-micénicos sin raíces, guerreros y jefes de
bandas en movimiento...? Ciertamente parece que hay sugerentes paralelismos entre sus equipos
de guerra y los cascos griegos... y los de los pueblos del mar....

Wood también incluye a los shardanas y shekelesh, señalando que «hubo migraciones de los pueblos de
habla griega en el mismo lugar [Cerdeña y Sicilia] y en el mismo momento». Es cauteloso al señalar que los
griegos solo eran uno de los pueblos, y que su número era relativamente pequeño. Sin embargo su principal
hipótesis es que la guerra de Troya se libró contra Troya VI y Troya VIIa, las candidatas de Carl Blegen, y
que fue saqueada por pueblos del mar griegos.53 Sugiere que Ulises representa a los cretenses nómadas que
volvían a su hogar tras la guerra, que habían luchado en Egipto y que fueron obligados a servir allí al ser
capturados.54 Recuerda «la campaña del año 8 de Ramsés III», que se ha descrito anteriormente. Señala
también que los lugares destruidos en Chipre en esa época (como Kition) fueron reconstruidos por una
nueva población de lengua griega y no minoica.

Véase también: Civilización micénica

Troyanos

La posibilidad de que los teresh estuviesen relacionados tanto con los tirrenos, como con la cultura
etrusca,55 como con los taruisas, nombre hitita que posiblemente se refiera a Troya,56 fue sugerida por los
estudiosos hace tiempo. El poeta romano Virgilio apuntala esta opinión cuando describe a Eneas huyendo de
Troya para llegar al Lacio y fundar un linaje del que nació Rómulo, primer rey de Roma. Teniendo en cuenta
las conexiones de Anatolia con otros pueblos del mar, como tjeker y lukka, Eberhard Zangger comenta:

Los pueblos del mar pueden haber sido los troyanos y sus aliados, y la tradición literaria de la
guerra de Troya bien puede reflejar el esfuerzo griego para contrarrestar sus ataques.57
Véase también: Troya

Otra hipótesis parte de la guerra de Troya. Según esta teoría, los aqueos ganaron la guerra contra su rival
económico, pero su fuerza quedó mermada y, mientras las poblaciones de la esfera de influencia troyana de
la Anatolia occidental y la Paflagonia empezaron a migrar, ellos sucumbieron a nuevas oleadas migratorias
provenientes del norte.58

Huidos de las guerras micénicas

Esta teoría sugiere que los pueblos del mar fueron las
poblaciones de las ciudades-estado pertenecientes a la
civilización micénica, que se destruyeron unas a otras en
una desastrosa serie de conflictos que duraron varios años.
No hubo invasores externos y con solo unas pocas
incursiones fuera de la parte de habla griega del Egeo.

La evidencia arqueológica indica que muchas de las


ciudades griegas fortificadas fueron destruidas en el siglo
XIII a. C., destrucciones que en el siglo XX se pensó que
era simultáneas y se atribuyeron a la invasión dórica, teoría
defendida por Carl Blegen de la Universidad de Cincinnati. Ruinas de Micenas.
A su juicio, Pilos fue incendiada durante un ataque anfibio
realizado por guerreros del norte, los dorios.

Más tarde se llegó a la conclusión de que las destrucciones no fueron simultáneas, ya que todas las pruebas
sobre los dorios procedían de épocas posteriores. John Chadwick afirmó que, como los pilios se habían
replegado al noreste, el ataque tuvo que haber llegado desde el suroeste, desde el mar, y en su opinión los
candidatos más probables son los pueblos del mar.59 Afirma que procedían de Anatolia y, aunque duda de
que los micenos se llamasen a sí mismos aqueos, especula que «(...) es muy tentador conectarlos», aunque
no asigna una identidad griega a todos los pueblos del mar.

Teniendo en cuenta las enemistades entre las grandes familias de las ciudades-estado micénicas, la hipótesis
de que los micenos se destruyeron entre ellos tiene una larga historia,60 y encuentra apoyo en historiador
griego Tucídides, quien teoriza:

En los primeros tiempos de los helenos y los extranjeros de la costa y las islas... fueron tentados a
recurrir a la piratería, según la conducta de los hombres más fuertes... que caen sobre una ciudad si
no se encuentra protegida por murallas... y la saquean... ningún desagrado les supone este logro,
incluso alguna gloria.61

La conexión entre estos saqueadores y la caída de Micenas, y más ampliamente con los pueblos del mar, es
un resultado lógico. Aunque algunos defensores de las hipótesis de que sean filisteos o emigrantes griegos
identifican a todos los pueblos del mar como de etnia griega, Chadwick (que descifró, junto a Michael
Ventris, el Lineal B) adopta la opinión de múltiples etnias.

Véanse también: Civilización micénica y Aqueo (pueblo).

Pueblos itálicos

Las teorías de las posibles conexiones entre los shardana con Cerdeña, shekelesh con Sicilia y teresh con los
tirrenios, aunque antiguas, se basan solo en las similitudes etimológicas.
La arquitectura sarda producida durante la cultura nuráguica fue la más avanzada de las existentes en el
Mediterráneo occidental durante la época de los pueblos del mar, incluidas las de las regiones de la Magna
Grecia, aunque de los 8000 nuragas existentes, solo unos pocos han sido excavados de forma científica.

Los sículos son conocidos por una serie de lugares, incluyendo Sicilia, con cuyo nombre se los relaciona. El
nombre del mar Tirreno da cierta credibilidad a la teoría de los teresh/tirrenios antes mencionada.

No hay evidencias que demuestren asentamientos en Italia de estos pueblos del mar. Es más, el nombre que
se daban a sí mismos los etruscos, rasna, no les relaciona con tirreno. Las afirmaciones en varios artículos y
libros sobre si los shardanas tuvieron su origen en Sardes no se han basado en pruebas. La civilización
etrusca se ha estudiado, su lengua ha sido descifrada en parte, y algunas inscripciones en ella se han
encontrado en el mar Egeo, pero podrían haber sido hechas por marineros o comerciantes. La civilización
etrusca difícilmente puede ser explicada por la existencia de unos pocos buques teresh.

La arqueología solo puede afirmar con certeza que el uso de la cerámica micénica se generalizó en todo el
Mediterráneo, y que su introducción en varios lugares, incluida Cerdeña, a menudo se asocia con un cambio
cultural, sea violento o gradual. Estas circunstancias parecen ser suficiente para algunos teóricos, que
especulan que shardanas y shekelesh debían su nombre a Cerdeña y Sicilia, «tal vez no operaban desde esas
islas, sino que se movían por ellas».62 Una reciente prueba genética indica que las poblaciones de esas
regiones están más relacionadas con gentes de Anatolia que de cualquier otro lugar, pero esta evidencia no
puede relacionarse con un período histórico específico.

Huidos de la hambruna en Anatolia

Un famoso pasaje de Heródoto muestra la deambulación y la migración de lidios de Anatolia a causa de la


hambruna:

En los días de Atis, el hijo de Manes, había una gran escasez en toda la tierra de Lydia.... Por lo
tanto, el rey determinó dividir la nación en dos partes... una permanecería, los demás debían salir
de la tierra.... los emigrantes deberían tener como jefe a su hijo Tirreno... que bajaron a Esmirna, y
ellos mismos construyeron buques... después de navegar muchos países llegaron a la Umbría... y
se llamaban a sí mismos... tirrenios.63

Remitirse a la Estela de Merenptah, que menciona los envíos de grano al Imperio hitita para aliviar el
hambre, es inevitable, y muchos los han hecho proponiendo una coalición entre los migrantes de Anatolia y
las islas que buscaban alivio a la escasez. La tablilla RS 18,38 de Ugarit también menciona el envío de
grano a los hititas, lo que sugiere un largo período de hambre, posiblemente debido, según la teoría, a la
sequía.64 Barry Weiss, utilizando el índice de sequía de Palmer de 35 estaciones meteorológicas de Grecia,
Turquía y Oriente Medio, demostró que la sequía que persiste desde enero de 1972 ha afectado a los mismos
sitios asociados con el colapso de la Edad de Bronce tardía.65 La sequía podría haber precipitado o
acelerado los problemas socioeconómicos y originado las guerras. Más recientemente, Brian Fagan ha
demostrado cómo las tormentas de mediados de invierno desde el Atlántico se desviaron hacia el norte de
los Pirineos y los Alpes, con lo que las condiciones más húmedas quedaron para Europa central, mientras
que la sequía se instauró en el Mediterráneo oriental.66

Otros invasores

Algunos historiadores creen que la oleada de destrucción y retroceso que causaron los pueblos del mar fue
provocada por el efecto alud por el que unos pueblos son atacados por otros y pierden sus posesiones, sus
casas y sus cosechas, y no tienen más remedio que emigrar a otros lugares en busca de sustento, que pueden
conseguir arrebatándoselo a otras poblaciones y convirtiéndose en saqueadores. Además, la política de tierra
quemada (las evidencias arqueológicas indican masivas y generalizadas destrucciones de ciudades por el
fuego), no permite a los primeros quedarse en las tierras recién ocupadas, ya que tardarían demasiado
tiempo en volver a dar cosechas suficientes para todos, por lo que continúan atacando nuevas poblaciones.
De este modo, el primer grupo se une al segundo, y así sucesivamente, convirtiéndose finalmente en una
oleada humana difícil de detener.

Trevor Bryce observa que «Cabe destacar que las invasiones no se limitan a las operaciones militares, sino
que participan de los movimientos de grandes poblaciones, por tierra y por mar, en busca de nuevas tierras
para asentarse.»67

Esta situación está confirmada en el templo de Medinet Habu: en los grabados, los guerreros peleset y
tjekker que lucharon contra Ramsés III están acompañados por mujeres y niños, cargados en carretas de
bueyes.67

Un origen ajeno al Egeo es el propuesto por Michael Grant:

Hubo una serie de gigantescas olas migratorias, que se extendieron entre el valle del Danubio y las
llanuras de China.68

M. I. Finley asocia este amplio movimiento, más que con un pueblo o una cultura, con un suceso
perturbante:

Hubo un movimiento de pueblos a gran escala... el centro de la perturbación estaba en la región


europea Cárpatos-Danubio.... parece... que han sido... empujados en direcciones diferentes en
momentos diferentes.69

Aunque hubo diferentes momentos en el Danubio, no ocurrió lo mismo en el mar Egeo:

... toda esta destrucción debe ser datada en el mismo período alrededor de 1200.69

Finley data en el 1200 a. C. la invasión doria, los ataques de los pueblos del mar, la formación de los reinos
filisteos en el Levante y la caída del imperio hitita, cuando en realidad estos sucesos ocurrieron en un
periodo de unos cientos de años.

La evidencia arqueológica se trata de la misma manera. Robert Drews presenta un mapa que muestra la
destrucción de 47 ciudades fortificadas, que denomina Grandes sitios destruidos en la Catástrofe, que se
concentran en el Levante, con algunas en Grecia y Anatolia.70 Las cuestiones sobre fechas y agentes de la
destrucción siguen sin ser explicadas, con lo que la relación no puede ser postulada más allá del nivel de la
pura especulación.

Los invasores que se asentaron en esos lugares parece que no hicieron ningún esfuerzo por retener la riqueza
de las ciudades, construyeron nuevos asentamientos en el lugar con materiales más sencillos y sus restos
muestran un nivel cultural y económico menor que el de la ciudad asolada. Por ejemplo, no se apropiaron
del palacio y los comercios de Pilos, sino que los arrasaron y los sucesores (quienes fuesen) que se
instalaron sobre las ruinas solo han legado productos de cerámica y algunos objetos, lo que muestra una
discontinuidad cultural.

Si todas las discontinuidades fueron lo suficientemente contemporáneas para justificar la teoría de las
grandes oleadas invasoras es otra cuestión, y de la identidad étnica de los pueblos del Danubio son escasos
los registros.

Causas del éxito


No todas las razones de sus avances se debieron únicamente al peso del número, otras posibles causas del
éxito de esta expansión y destrucción pueden ser:

Empleo de nuevos metales

Algunos pueblos, como los Peleset o filisteos, dominaban la fundición del hierro, el cual les permitía forjar
espadas y lanzas capaces de partir las armas y perforar las corazas de bronce enemigas con relativa facilidad.

Nuevas técnicas metalúrgicas

Otros pueblos de procedencia no bien conocida disponían de una técnica para fabricar espadas largas y
esbeltas, reforzadas en la empuñadura. Esta nueva arma, hecha de bronce, resultaba una de las más eficaces
de su época, por ser apta para propinar golpes de punta y de filo sin romperse, lo que proporcionaba una
ventaja clara en el combate, ventaja que quedaría demostrada con la progresiva incorporación a los ejércitos
posteriores, ya forjada en hierro en lugar de bronce.

Historiadores como R. Drews sostienen que este nuevo tipo de espada fue la causa de los cambios en las
estrategias militares que terminaron con los imperios hitita y egipcio. Afirmación ésta que se considera
exagerada por otros historiadores, como Fernando Quesada Sanz.71

Consecuencias
No es infrecuente encontrar autores que califican a este periodo como «uno de los más desoladores que se
tiene noticia, o el que más, por la cantidad de pueblos y culturas que destruyó».58 Otros autores se
encuentran en una posición intermedia: efectivamente, fue un período destructivo, pero se agravó por la
inestabilidad de todo el Mediterráneo en general. Empero, de estas invasiones surgieron modelos culturales
nuevos, y algunos de los que sucumbieron florecieron algún tiempo después con más fuerza si cabe, caso de
Grecia. Los que desaparecieron definitivamente, como el Imperio de Hatti, ya atravesaban una grave crisis
en todos sus ámbitos.

Uno de los principales casos de destrucción la vivió Grecia, tanto en su civilización como en su cultura. Los
pueblos helenos fueron asolados y, entre las principales acrópolis, solo la de Atenas no fue destruida. La
cultura micénica se perdió casi por completo, la escritura se olvidó mayoritariamente, los ajuares funerarios
de la época inmediatamente posterior sorprenden por su simplicidad y escasez, lo mismo que las
decoraciones cerámicas o la propia arquitectura. Pero no está claro que todo haya sido debido a los pueblos
del mar, dado que en las islas, en los espacios más vulnerables para actuaciones piratas, no se ha encontrado
ninguna evidencia arqueológica que pueda constatar la acción de estos pueblos. De otro lado, la máxima
destrucción se comprueba en la Grecia central, y resulta extraño que los pueblos del mar dejasen de lado las
islas griegas y se dirigieran únicamente al centro continental. De ser así, los pueblos griegos de la época
habrían estado alarmados y preparados para ofrecer resistencia, ya esas noticias habrían llegado a través de
mensajeros a los centros aliados.

Para explicar el colapso griego existen diversas teorías, desde las que afirman que fue producto de la acción
de la naturaleza, huracanes, movimientos sísmicos, etc., hasta las que indican que se debió a permanentes
revueltas en toda Grecia. Este tema sigue siendo hoy día muy debatido, y las últimas teorías apuntan a que
se dio una cadena de factores que propiciaron la caída de la Grecia micénica.

Al mismo tiempo, toda Asia Menor fue arrasada: Ugarit, Tarso, Hattusa sucumbieron a los recién llegados.
Las excavaciones arqueológicas han encontrado un estrato de cenizas en todas esas ciudades datadas en la
misma época, indicando que fueron destruidas por el fuego.
Los hititas, movilizaron gran cantidad de tropas para contener la invasión, dejando otras zonas
desguarnecidas que fueron atacadas y arrasadas, lo que causó la destrucción total de este imperio.72 Según
dejó registrado Ramsés III en Medinet Habu:

los pueblos fueron removidos y dispersos en la refriega. Ninguno resistió ante las armas, desde
Hatti, Kode, Carchemish, Arzawa, Alashiya fueron aplastadas.73

Egipto tuvo que abandonar todas sus posesiones en Asia para poder defenderse, posesiones que no volvió a
recuperar. Además, Ramsés III tuvo que movilizar a todos los hombres disponibles, hecho insólito en la
historia egipcia.

Algunos estados, como Sidón y Biblos, lograron sobrevivir a las invasiones ilesos. A pesar del pesimismo
de Ramsés III, Carchemish también se salvó del ataque: Kuzi-Tešub, que gobernaba en nombre de
Suppiluliuma I, se declaró Gran Rey y fundó un pequeño imperio entre «el Sudeste de Asia Menor, el norte
de Siria... [a] la curva oeste del Éufrates», que se mantuvo entre los años 1175 y 990 a. C.74

El fin de la oleada
Varias son las razones alegadas por las cuales aquella marea de destrucción se detuvo:

Asentamiento en nuevas tierras, parándose o mermando la migración. Entre los pueblos del
mar de los que se conoce su asentamiento se encuentran los ya citados peleset (filisteos),
quienes finalmente se radicaron en los alrededores de Gaza y cuyo recuerdo utilizaron los
romanos para nombrar posteriormente la región como Palestina.75

Actuaciones de Ramsés III, uno de los principales


responsables de su detención en el Levante mediterráneo,
pese a llevarla a cabo con un gran coste:
Realizó una retirada estratégica: replegando sus fuerzas
de las posesiones que Egipto había ido conquistando en
Asia Menor para disponer del mayor número de soldados
posibles. Sin embargo, esta retirada pasó de provisional
a permanente, pues los faraones no recuperarían su
antiguo poderío.
Ordenó una movilización general:76 todos los egipcios
capaces de empuñar un arma debían alistarse para partir
hacia el delta del Nilo y zonas aledañas. En el Delta se Ramsés III derrotando a los
reunirían con las fuerzas allí estacionadas y las que pueblos del mar.
pudieran llegar desde las antiguas posesiones asiáticas.
Aprovechó el terreno: los hombres del Faraón combatían
en su tierra y contaban con mejores conocimientos del Nilo y la navegación por su Delta,
conocimientos que utilizaron para sorprender y acorralar a distintas partidas de estos
pueblos.
Asentó a los derrotados: tras la victoria, Ramsés III permitió a aquellos pueblos asentarse
en sus territorios, no reduciendo, sino eliminando la marea humana y, con ella, su peligro.

El Onomasticon de Amenemipet da una ligera credibilidad a la idea de que los


faraones ramésidas permitieron a distintos pueblos del mar asentarse en Palestina.
Fechado alrededor del año 1100 a. C., a finales de la dinastía XXI, este documento se
limita a enumerar los nombres. Después de dar una lista de seis lugares, cuatro de los
cuales estaban en Canaán, el escriba menciona a los shardanas (línea 268), tjeker
(línea 269) y peleset (línea 270), que presuntamente ocupaban esas ciudades.47 La
historia de Unamón también sitúa a los tjeker en Dor en esas fechas.

El nombre de Pantano Serbonio (en árabe: ‫ )ﻣﺴﺘﻨﻘﻊ ﺳﺮﺑﻮن‬dado al lago Serbonis en


Egipto se relaciona con los pueblos del mar. Cuando la arena lo cubría parecía ser
tierra firme, pero de hecho era un pantano. Ha sido identificado como Sabkhat al
Bardawil, uno de los Lagos Amargos del este del Nilo, que fue descrito en la
Antigüedad como un barrizal en el que ejércitos legendarios desaparecieron. El
término serbonio se deriva de los shardanas (también conocidos como serden), uno
de varios grupos de los pueblos del mar que aparecen en los registros fragmentarios
egipcios del milenio II a. C.

Pueblos citados
Los pueblos del mar citados, y sus hipotéticos orígenes, son los siguientes:4

Los shardana o sherden, cuyo nombre puede relacionarse con el de Cerdeña (Sardinia,
Sardegna), y algunos autores leen en el texto fenicio de una estela de Nora la locución be-
shardan. En la cultura sarda de los nuraga megalíticos, las figurillas broncíneas que
representan a guerreros se asemejan notablemente a los grabados de Medinet Habu y a otros
restos chipriotas. También se ha propuesto para ellos un origen de Siria del norte.
Los lukka, que aparecen en textos amarnienses. Vivían de sus potentes flotas, costeando
Chipre y el sur de Anatolia y realizando acciones de piratería. Parece que los hititas los
consideraron como un verdadero Estado litoral. Suele proponerse que este pueblo fuera
procedente de Licia.
Los ekwesh o akawasha podrían ser los ahhiyawa de los hititas y es verosímil que se trate de
los aqueos micénicos, griegos, acaso ya establecidos en el occidente anatolio (la Mileto
griega podría ser la Millawanda/Millawata de los textos hititas) y que es la teoría más
aceptada. Sin embargo, las principales dudas sobre su origen proceden del dato de que los
ekwesh estaban circuncidados.
Los teresh o tursha, a los que se ha puesto en relación con el topónimo mencionado por los
hititas de Taruisha y también con los tirrenos o etruscos. Algún autor, en cambio, pone su
nombre en relación con el hebreo Tarshish y con el hispánico Tartessos, pero esta hipótesis
goza de poca aceptación.
Los shekelesh se han relacionado con Sicilia y los sículos. Este pueblo habría llegado a la isla
tras ser rechazado en Egipto por Ramsés III.
Los peleset son –con casi total seguridad– los filisteos. Aunque no aparecen en la
documentación de Hatti, la Biblia les sitúa procedentes de Kaftor, que podría ser Creta.
Presentan rasgos micénicos, aunque otros autores prefieren situar su origen en la Siria
septentrional o en el Cáucaso.
Los tjeker o thekel recuerdan el nombre de Teucro, legendario fundador de Salamina en
Chipre, epónimo de los teucros (en la Tróade). Los relieves les atribuyen una indumentaria
similar a la de los peleset. Quizá procedían de Anatolia, e incluso pudieran ser los propios
troyanos. Fueron mencionados por los hititas. Una hipótesis propone que fueron la rama
marinera de un grupo en el que los peleset serían de tierra adentro.
Los denyen podrían ser los anatolios danuna mencionados en El-Amarna. La semejanza con
el nombre dánaos los relaciona con los aqueos, ya que es otro nombre de los griegos
micénicos. Es posible que se aliaran con los peleset y los tjeker, compartiendo con ellos
tierras y asentamientos. Probablemente se fundieron con los hebreos y en este caso serían
los componentes de la tribu de Dan, que vivía del mar.
Los weshesh podrían estar vinculados a Wilusa (Ilión-Troya en hitita), por lo que se ha
sugerido que sean los restos de los pueblos troyanos.77
Referencias

Citas
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poema-de-pentaur-y-el-boletin-de-guerra.ht Canaan’ of Djahi. More than
three centuries later comes
ml) the next—and very last—
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inscripciones figuran en Breasted: op. cit., basalt statuette, usually
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vol. 3, pp. 238 y siguientes. Second Dynasty, is labeled,
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39. Las cartas aparecen Woudhuizen: The mitad del siglo XII, el difunto
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Amón en «la Canaán» de
41. Nougayril y otros: op. cit., 86 nº 23. Djahi. Más de tres siglos
42. Breasted: op. cit. más tarde viene la siguiente
y última referencia egipcia a
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www.institutoestudiosantiguoegipto.com/lo una estatuilla de basalto,
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52. Amos 9,7; Se menciona en Sandars:op. cit., climate changed civilization. Basic Books,
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53. Citado por Sandars, op. cit. pág. 53. 67. Bryce: op. cit., pág. 371.
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55. Sandars: op. cit. 69. Finley: op. cit., pág. 58.
56. Woods: op. cit. 70. Robert Drews (1995). The End of the Bronze
57. Zangger: op. cit. Age: Changes in Warfare and the
58. Lago: op. cit. Catastrophe of ca. 1200 B.C., pp. 8 y 9. Ed.
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Peloponeso, cap. 1, secc. 5. 74. Kitchen, pp. 99-140.
62. Vermeule: op. cit., pág. 271. 75. Dothan, T: The philistines and their material
63. Heródoto, Historia, I. 94. culture.
64. Wood (op. cit., pág. 221) explica una crisis 76. En el Antiguo Egipto no se convocaban este
climatológica general en las regiones tipo de movilizaciones salvo fuerza mayor, el
situadas entre el Mar Negro y el Danubio ejército se nutría casi exclusivamente de
alrededor del 1200 a. C., conocida gracias al mercenarios y excautivos de guerra.
análisis de pólenes y la dendrocronología, y 77. Sandars: Los pueblos del mar pp. 111-121 y
que podría ser la causa de migraciones 163-180. Alvar: pp. 38-46.
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686). Róterdam: tesis doctoral en la Universidad Erasmo, abril de 2006.
Zangger, Eberhard (mayo/junio de 1995). «Who Were the Sea People?» (https://web.archive.o
rg/web/20120929071317/http://www.saudiaramcoworld.com/issue/199503/who.were.the.sea.p
eople..htm). Saudi Aramco World. vol. 46 (nº 3). Archivado desde el original (http://www.saudia
ramcoworld.com/issue/199503/who.were.the.sea.people..htm) el 29 de septiembre de 2012.

Bibliografía adicional
«Los pueblos del mar», artículo publicado en Mediterranean Archaeology, págs. 107-124, 16,
2003) (https://web.archive.org/web/20060525004349/http://www.institutoestudiosantiguoegipt
o.com/los%20pueblos%20del%20mar.htm)
«Los pueblos del mar, los filisteos», en Cervantes Virtual (http://www.cervantesvirtual.com/port
al/Antigua/franja_textos.shtml).

Enlaces externos
Las Invasiones de los Pueblos del Mar (http://www.lahistoriaconmapas.com/2011/12/las-invasi
ones-de-los-pueblos-del-mar.html) (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial (http
s://web.archive.org/web/*/http://www.lahistoriaconmapas.com/2011/12/las-invasiones-de-los-pueblos-del-ma
r.html) y la última versión (https://web.archive.org/web/2/http://www.lahistoriaconmapas.com/2011/12/las-inv
asiones-de-los-pueblos-del-mar.html)). La Historia con Mapas

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