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Índice
Etimología
Contexto histórico
Origen
Testimonios de la época
Obelisco de Biblos
Documentos de Amarna
Documentos de Ramsés II
Documentos de Merenptah
Cartas de Ugarit
Documentos de Ramsés III
Hipótesis sobre su origen
Desplazados climáticos
Filisteos
Minoicos
Emigrantes griegos
Troyanos
Huidos de las guerras micénicas
Pueblos itálicos
Huidos de la hambruna en Anatolia
Otros invasores
Causas del éxito
Consecuencias
El fin de la oleada
Pueblos citados
Referencias
Citas
Fuentes
Bibliografía adicional
Enlaces externos
Etimología
El nombre de «pueblos del mar» se debe al egiptólogo parisino Emmanuel de Rougé (1811-1872),3 que lo
utilizó a mediados del siglo XIX para denominar a los diversos pueblos que aparecían en algunas
inscripciones y textos egipcios, hallados en Medinet Habu y fechados a finales del Imperio nuevo, que
fueron traducidas por John Baker Greene como «procedentes de las islas de en medio del mar».
Posteriormente, Gaston Maspero acuñó el término, apoyándose en la teoría expuesta por Rougé y Chabas,
que sostenía: «Los pueblos del mar fueron los componentes de la gran migración que recorrió desde el mar
Egeo hacia el Mediterráneo oriental, emparejando los distintos pueblos invasores con los pueblos
mencionados en la historia y la leyenda griegas».4
El faraón Merenptah se refirió a ellos como «países extranjeros» o «pueblos5 de la mar» (en egipcio nȝ
ḫȝt.un pȝ ym6 7 ) en su Gran inscripción de Karnak.8
Contexto histórico
El final del Bronce Reciente en el Egeo se caracteriza por la incursión de pueblos migratorios y su posterior
reasentamiento y asimilación por los pueblos que conquistaron.10 La identidad de los pueblos del mar ha
sido un enigma, ya que solo se dispone de registros sobre la dispersión de las civilizaciones antiguas y a la
arqueología como fuentes de información. La evidencia muestra que las identidades y los motivos de estos
pueblos no eran desconocidos para los egipcios; de hecho, muchos acabaron subordinados a ellos o con
relaciones diplomáticas, según los registros escritos de esos siglos.
Algunos grupos no se incluyeron en la lista egipcia de los pueblos del mar, sobre todo los que migraban por
tierra. Entre ellos están los '.pru (Habiru) de las inscripciones egipcias, o 'apiru de las escrituras cuneiformes.
Sandars utiliza el nombre análogo «pueblos de la tierra»,11 y otros historiadores incluyen a algunos pueblos,
como el lukka (o licios, los oriundos de Lidia), en ambas categorías. Grupos elegidos de guerreros de estos
pueblos fueron usados por el ejército egipcio como mercenarios.
Origen
En torno al 1200 a. C. la historiografía ha ubicado la aparición de unos pueblos, denominados «pueblos del
mar» gracias a las fuentes egipcias, que ocasionaron la crisis y desaparición de diferentes culturas, imperios
y reinos que habían existido durante el Bronce Reciente, surgiendo así nuevas entidades políticas como los
Filisteos o el reino de Israel, todos ellos identificados durante muchos años con unos fósiles arqueológicos
y,12 13 14 15 en ocasiones, con unos hábitos culturales nuevos.16 17 Ello ha favorecido que en la
investigación se utilicen conceptos como etnicidad y cultura, aunque en realidad es una manifestación
cultural ecléctica y la llamada «cultura material filistea» no es representativa de un nuevo grupo étnico
dominante política y demográficamente.18 Ello no implica el negar un aporte étnico nuevo,19 20 21 22 23
pero actualmente es muy difícil establecer fronteras étnicas basadas en conceptos políticos como Israel y
Filisteos,24 25 al tiempo que, en el caso de los Filisteos, existió una rápida aculturación que extinguió sus
rasgos diferenciadores.26
Junto a estos pueblos y culturas, conocidas por sus vinculaciones con la tradición cultural de Occidente,
aparecieron otros, como las ciudades fenicias, los Arameos o los reinos neohititas del norte de Siria que,
junto a Edom o Moab, también desempeñaron un papel importante en los cambios que tuvieron lugar a
finales del Bronce Reciente, así como en el marco político y cultural que surgió con posterioridad.10
Alteraciones que afectaron especialmente al Próximo Oriente, donde incluso Egipto, el único Estado que
logró repeler la invasión de estos pueblos, perdió definitivamente su imperio en Siria-Palestina y su
protagonismo histórico en la región,27 pero también al Egeo, donde tuvo lugar el final del mundo micénico,
y al Mediterráneo central, una región que había sido incluida en los circuitos comerciales que caracterizaron
los intercambios comerciales durante el Bronce Reciente.10
Testimonios de la época
Obelisco de Biblos
Documentos de Amarna
Obelisco. Templo de Biblos.
Los lukkas y los shardanas aparecen en las Cartas de Amarna, de
época de Amenhotep III o de Ajenaton, a mediados de siglo
XIV a. C.: Un shardana y otros tres hombres, aparentemente mercenarios renegados, han sido ajusticiados
por un supervisor egipcio. Hay tres versiones similares en las cartas EA 81, 122 y 123, que son copia una de
otra.30 En la carta EA 38 los lukkas son acusados de atacar a los egipcios aliados con los alasiyas, a quienes
más tarde incautaron sus aldeas.31 En otra carta (EA 151) se menciona a los danunas, pero solo en una
referencia a la muerte de su rey.32
Documentos de Ramsés II
Hay varias menciones a los pueblos del mar, o a algunos de ellos, en los relatos de las campañas de Ramsés
II: en los años segundo (batalla del Delta) y quinto (batalla de Qadesh) de su reinado, con toda probabilidad
en la primera mitad del siglo XIII a. C.
En el segundo año, un ataque de los shardana en el delta del Nilo fue rechazado por Ramsés, que capturó a
algunos de los piratas. El suceso se registra en la Estela II de Tanis, donde se habla de la continua amenaza
que representan para la costa mediterránea de Egipto:
Los rebeldes shardana, a quienes nadie había sabido combatir, llegaron navegando audazmente en
sus buques de guerra desde el medio del mar, sin que nadie fuese capaz de resistirlos.33
Batalla de Qadesh
El poema habla en un momento de los Shardana tomados como prisioneros al servicio de Egipto. Consigna
que no habían sido enviados a la frontera hitita para desempeñar funciones militares comunes y corrientes;
el faraón les había dado la responsabilidad de formular un plan de batalla. Fue su idea la de dividir al
ejército egipcio en cuatro columnas. No hay ningún indicio de que estuviesen colaborando de alguna manera
con los hititas o de que en secreto tramasen la ruina de los egipcios, y si Ramsés lo creyó así en algún
momento, no dejó constancia de ello en ningún registro.
El poema contiene una lista de los pueblos que acudieron a Qadesh como aliados de los hititas. Entre ellos
aparecen algunos de los pueblos del mar que figuran en las inscripciones egipcias antes mencionadas, y
muchos de los de pueblos que participaron posteriormente de las grandes migraciones del siglo XII a. C.
Documentos de Merenptah
El principal acontecimiento del reinado del faraón Merenptah fue la lucha que mantuvo durante los años 5 y
6 de su reinado contra una confederación de los Nueve Arcos en la zona occidental del Delta. Los saqueos
de esta confederación habían sido tan graves que la región fue «abandonada como lugar de pastoreo para el
ganado, quedó tan desolada como en tiempos de los antepasados».36
El faraón relata la guerra en cuatro inscripciones: la Gran inscripción de Karnak,
donde relata la batalla, el obelisco de El Cairo y la Estela de Atribis, versiones
reducidas de la primera, y en una estela encontrada en Tebas, la Estela de
Merenptah, donde se describe la paz resultante de la victoria.37
Entre los Nueve Arcos, nombre dado a los enemigos extranjeros, en la Gran
Inscripción se mencionan varios de los pueblos del mar:
Merenptah afirma que derrotó a los invasores en solo seis horas, matando a 6000 soldados y tomando
9000 prisioneros. Para asegurarse de la cantidad, dio orden de cortar los penes de los enemigos muertos no
circuncidados y las manos de todos los circuncidados, que concretamente eran los ekwesh.
En la Estela de Merenptah menciona entre los combatientes a los libios y meshuesh, y, en el relato de una
campaña en Canaán al año siguiente, a pueblos procedentes del Mediterráneo oriental, incluyendo jetas
(hititas), sirios, y, por primera vez en la historia, a los ysriar (israelitas).
Cartas de Ugarit
La primera carta (RS 34.129) fue enviada por el gran rey de los hititas,
Suppiluliuma II, al prefecto de la ciudad. Le comenta que había ordenado al rey de Ugarit, Ammurapi, que
le enviara a un tal Ibnadushu para ser interrogado, pero que no había recibido respuesta del monarca.
Solicita que el prefecto le envíe, y le asegura que le hará regresar.
Ibnadushu había sido secuestrado y era de «un pueblo de Shikala» (probablemente era un shekelesh) que
«vivían en los buques».38
Las tres últimas cartas (RS L 1, RS RS 20.18 y 20.238) son posteriores, y pertenecían al archivo del escriba
Rap'anu. Son una respuesta de Eshuwara, el gran supervisor de Alasiya, a Ammurapi sobre el informe de
éste de que se había avistado una flota enemiga de 20 barcos.
Eshuwara preguntaba sobre la ubicación de las fuerzas Ammurapi y de la flota enemiga.39 Por desgracia
para ambos, Ugarit y Alasiya, ninguno pudo defenderse y fueron destruidos. Se ha encontrado una carta de
Amurapi (RS 18,147) al rey de Alasiya, respuesta a una llamada de asistencia de este último, en la que
describe la desesperada situación de Ugarit:
Padre, he aquí que los barcos del enemigo llegaron (aquí); Mis ciudades(?) fueron quemadas, y los
invasores cometieron infamias en mi país. ¿No sabe acaso mi padre que todas mis tropas y carros
(?) se encuentran en la Tierra de Hatti, y todos mis barcos están en la Tierra de Lukka?... De esta
manera, el país ha quedado abandonado a su suerte. Que mi padre lo sepa: los siete barcos del
enemigo que vinieron aquí nos han causado enormes daños.40
Ammurapi a su vez, hizo un llamamiento solicitando ayuda de Carchemish, un estado que sobrevivió al
ataque de los Pueblos de Mar, pero su virrey solo podía ofrecer algunas palabras de consejo:
En cuanto a lo que tú [Ammurapi] me has escrito: «¡Los buques del enemigo han sido vistos en el
mar!» Bien, debes permanecer firme. Por cierto, por tu parte, ¿dónde están tus tropas, tus carros
posicionados? ¿No están posicionados cerca de ti? ¿No? ¿Detrás del enemigo, quién te presiona?
Rodea tus ciudades con murallas. Haz que tus tropas y carros entren allí, y espera al enemigo con
gran resolución!41
Los países extranjeros conspiraron en sus islas, y todos los pueblos fueron removidos y dispersos
en la refriega. Ningún país podía sostenerse frente a sus armas: Hatti, Qode, Carchemish, Arzawa
y Alashiya, todos fueron destruidos al mismo tiempo. Un campamento fue levantado en Amurru.
Asolaron a su pueblo, y su país llegó a ser como si nunca hubiese existido. Se acercaban a Egipto,
mientras la llama era preparada delante de ellos. Su confederación era la de los Peleset, Tjeker,
Shekelesh, Denyen y Weshesh, países unidos. Pusieron sus manos sobre los países hasta el círculo
de la tierra, con los corazones llenos de confianza y seguridad: ¡Nuestros propósitos triunfarán!
(…) !»44
El llamado papiro Harris I también describe parte de los acontecimientos narrados en Medinet Habu, aunque
cambia el nombre de uno de los pueblos mencionados en el ataque del año 8.45 El papiro recoge un informe
al faraón sobre la muerte del rey de Dnjn «en sus islas». Esto parece indicar que la victoria no fue total y que
parte de los vencidos se asentaron en tierras egipcias. El papiro menciona a los shardanas (šrdn), pero la
mayoría de comentaristas opina que es una confusión del escriba con los shekelesh (šklš), ya que está bien
documentado que los primeros eran aliados y miembros de ejército de los egipcios desde el reinado de
Ramsés II, al lado de quien lucharon en la batalla de Qadesh.
Hipótesis sobre su origen
Hay una serie de hipótesis sobre la identidad y los motivos de los pueblos del mar en los documentos
encontrados. No son necesariamente contradictorias o alternativas, algunas o todas pueden ser ciertas en
todo o en parte.
Desplazados climáticos
Filisteos
... sería menos engañoso llamar a esta «cerámica filistea» como «cerámica de los pueblos del mar»
o simplemente cerámica extranjera, sin compromiso con ningún grupo en particular.49
Objetos de la cultura filistea se han encontrado en varios lugares, en particular en las excavaciones de las
cinco principales ciudades de los filisteos: la Pentápolis filistea formada por Gaza, Ascalón, Asdod, Gat y
Ecrón. Sherratt, Drews y otros han cuestionado la teoría de que la filistea sea una cultura inmigrante,
afirmando que se debe al desarrollo in situ de la cultura cananea, pero otros abogan por la hipótesis
contraria, como Dothan y Barako. En el siglo X a. C., la estatuilla de Padiiset todavía menciona a los
filisteos como diferentes del resto de cananeos.50
Minoicos
Véanse también: Civilización minoica e Idioma filisteo.
Dos de los pueblos que se asentaron en el Levante mediterráneo tienen tradiciones que pueden relacionarlos
con Creta: los tjeker (cretenses) y la peleset (o filisteos). Los tjeker pudiera ser que abandonasen Creta para
instalarse en Anatolia y luego haber continuado hasta Dor.51 Según el Antiguo Testamento, el Dios de los
israelitas sacó a los filisteos de Caphtor.52 Está aceptado generalmente que se refiere a Creta, aunque hay
teorías minoritarias alternativas. En aquella época, Creta estaba poblada por gentes de distintas lenguas,
entre las que se encontraba el griego micénico y el idioma minoico. Se ha apuntado, sin demostrarlo hasta la
fecha, que tjeker y peleset hablaban y escribían minoico.
Emigrantes griegos
La identificación de los denyen y los ekwesh con los aqueos son cuestiones muy discutidas entre los
historiadores especializados en la Edad del Bronce, ya estudien fuentes hititas, griegas o bíblicas,
especialmente si «vivían en las islas». Michael Wood da un buen resumen de la cuestión sobre el hipotético
papel de los griegos (que ya han sido propuestos anteriormente como idénticos a los filisteos):53
... ¿eran los pueblos del mar... en parte emigrantes griego-micénicos sin raíces, guerreros y jefes de
bandas en movimiento...? Ciertamente parece que hay sugerentes paralelismos entre sus equipos
de guerra y los cascos griegos... y los de los pueblos del mar....
Wood también incluye a los shardanas y shekelesh, señalando que «hubo migraciones de los pueblos de
habla griega en el mismo lugar [Cerdeña y Sicilia] y en el mismo momento». Es cauteloso al señalar que los
griegos solo eran uno de los pueblos, y que su número era relativamente pequeño. Sin embargo su principal
hipótesis es que la guerra de Troya se libró contra Troya VI y Troya VIIa, las candidatas de Carl Blegen, y
que fue saqueada por pueblos del mar griegos.53 Sugiere que Ulises representa a los cretenses nómadas que
volvían a su hogar tras la guerra, que habían luchado en Egipto y que fueron obligados a servir allí al ser
capturados.54 Recuerda «la campaña del año 8 de Ramsés III», que se ha descrito anteriormente. Señala
también que los lugares destruidos en Chipre en esa época (como Kition) fueron reconstruidos por una
nueva población de lengua griega y no minoica.
Troyanos
La posibilidad de que los teresh estuviesen relacionados tanto con los tirrenos, como con la cultura
etrusca,55 como con los taruisas, nombre hitita que posiblemente se refiera a Troya,56 fue sugerida por los
estudiosos hace tiempo. El poeta romano Virgilio apuntala esta opinión cuando describe a Eneas huyendo de
Troya para llegar al Lacio y fundar un linaje del que nació Rómulo, primer rey de Roma. Teniendo en cuenta
las conexiones de Anatolia con otros pueblos del mar, como tjeker y lukka, Eberhard Zangger comenta:
Los pueblos del mar pueden haber sido los troyanos y sus aliados, y la tradición literaria de la
guerra de Troya bien puede reflejar el esfuerzo griego para contrarrestar sus ataques.57
Véase también: Troya
Otra hipótesis parte de la guerra de Troya. Según esta teoría, los aqueos ganaron la guerra contra su rival
económico, pero su fuerza quedó mermada y, mientras las poblaciones de la esfera de influencia troyana de
la Anatolia occidental y la Paflagonia empezaron a migrar, ellos sucumbieron a nuevas oleadas migratorias
provenientes del norte.58
Esta teoría sugiere que los pueblos del mar fueron las
poblaciones de las ciudades-estado pertenecientes a la
civilización micénica, que se destruyeron unas a otras en
una desastrosa serie de conflictos que duraron varios años.
No hubo invasores externos y con solo unas pocas
incursiones fuera de la parte de habla griega del Egeo.
Más tarde se llegó a la conclusión de que las destrucciones no fueron simultáneas, ya que todas las pruebas
sobre los dorios procedían de épocas posteriores. John Chadwick afirmó que, como los pilios se habían
replegado al noreste, el ataque tuvo que haber llegado desde el suroeste, desde el mar, y en su opinión los
candidatos más probables son los pueblos del mar.59 Afirma que procedían de Anatolia y, aunque duda de
que los micenos se llamasen a sí mismos aqueos, especula que «(...) es muy tentador conectarlos», aunque
no asigna una identidad griega a todos los pueblos del mar.
Teniendo en cuenta las enemistades entre las grandes familias de las ciudades-estado micénicas, la hipótesis
de que los micenos se destruyeron entre ellos tiene una larga historia,60 y encuentra apoyo en historiador
griego Tucídides, quien teoriza:
En los primeros tiempos de los helenos y los extranjeros de la costa y las islas... fueron tentados a
recurrir a la piratería, según la conducta de los hombres más fuertes... que caen sobre una ciudad si
no se encuentra protegida por murallas... y la saquean... ningún desagrado les supone este logro,
incluso alguna gloria.61
La conexión entre estos saqueadores y la caída de Micenas, y más ampliamente con los pueblos del mar, es
un resultado lógico. Aunque algunos defensores de las hipótesis de que sean filisteos o emigrantes griegos
identifican a todos los pueblos del mar como de etnia griega, Chadwick (que descifró, junto a Michael
Ventris, el Lineal B) adopta la opinión de múltiples etnias.
Pueblos itálicos
Las teorías de las posibles conexiones entre los shardana con Cerdeña, shekelesh con Sicilia y teresh con los
tirrenios, aunque antiguas, se basan solo en las similitudes etimológicas.
La arquitectura sarda producida durante la cultura nuráguica fue la más avanzada de las existentes en el
Mediterráneo occidental durante la época de los pueblos del mar, incluidas las de las regiones de la Magna
Grecia, aunque de los 8000 nuragas existentes, solo unos pocos han sido excavados de forma científica.
Los sículos son conocidos por una serie de lugares, incluyendo Sicilia, con cuyo nombre se los relaciona. El
nombre del mar Tirreno da cierta credibilidad a la teoría de los teresh/tirrenios antes mencionada.
No hay evidencias que demuestren asentamientos en Italia de estos pueblos del mar. Es más, el nombre que
se daban a sí mismos los etruscos, rasna, no les relaciona con tirreno. Las afirmaciones en varios artículos y
libros sobre si los shardanas tuvieron su origen en Sardes no se han basado en pruebas. La civilización
etrusca se ha estudiado, su lengua ha sido descifrada en parte, y algunas inscripciones en ella se han
encontrado en el mar Egeo, pero podrían haber sido hechas por marineros o comerciantes. La civilización
etrusca difícilmente puede ser explicada por la existencia de unos pocos buques teresh.
La arqueología solo puede afirmar con certeza que el uso de la cerámica micénica se generalizó en todo el
Mediterráneo, y que su introducción en varios lugares, incluida Cerdeña, a menudo se asocia con un cambio
cultural, sea violento o gradual. Estas circunstancias parecen ser suficiente para algunos teóricos, que
especulan que shardanas y shekelesh debían su nombre a Cerdeña y Sicilia, «tal vez no operaban desde esas
islas, sino que se movían por ellas».62 Una reciente prueba genética indica que las poblaciones de esas
regiones están más relacionadas con gentes de Anatolia que de cualquier otro lugar, pero esta evidencia no
puede relacionarse con un período histórico específico.
En los días de Atis, el hijo de Manes, había una gran escasez en toda la tierra de Lydia.... Por lo
tanto, el rey determinó dividir la nación en dos partes... una permanecería, los demás debían salir
de la tierra.... los emigrantes deberían tener como jefe a su hijo Tirreno... que bajaron a Esmirna, y
ellos mismos construyeron buques... después de navegar muchos países llegaron a la Umbría... y
se llamaban a sí mismos... tirrenios.63
Remitirse a la Estela de Merenptah, que menciona los envíos de grano al Imperio hitita para aliviar el
hambre, es inevitable, y muchos los han hecho proponiendo una coalición entre los migrantes de Anatolia y
las islas que buscaban alivio a la escasez. La tablilla RS 18,38 de Ugarit también menciona el envío de
grano a los hititas, lo que sugiere un largo período de hambre, posiblemente debido, según la teoría, a la
sequía.64 Barry Weiss, utilizando el índice de sequía de Palmer de 35 estaciones meteorológicas de Grecia,
Turquía y Oriente Medio, demostró que la sequía que persiste desde enero de 1972 ha afectado a los mismos
sitios asociados con el colapso de la Edad de Bronce tardía.65 La sequía podría haber precipitado o
acelerado los problemas socioeconómicos y originado las guerras. Más recientemente, Brian Fagan ha
demostrado cómo las tormentas de mediados de invierno desde el Atlántico se desviaron hacia el norte de
los Pirineos y los Alpes, con lo que las condiciones más húmedas quedaron para Europa central, mientras
que la sequía se instauró en el Mediterráneo oriental.66
Otros invasores
Algunos historiadores creen que la oleada de destrucción y retroceso que causaron los pueblos del mar fue
provocada por el efecto alud por el que unos pueblos son atacados por otros y pierden sus posesiones, sus
casas y sus cosechas, y no tienen más remedio que emigrar a otros lugares en busca de sustento, que pueden
conseguir arrebatándoselo a otras poblaciones y convirtiéndose en saqueadores. Además, la política de tierra
quemada (las evidencias arqueológicas indican masivas y generalizadas destrucciones de ciudades por el
fuego), no permite a los primeros quedarse en las tierras recién ocupadas, ya que tardarían demasiado
tiempo en volver a dar cosechas suficientes para todos, por lo que continúan atacando nuevas poblaciones.
De este modo, el primer grupo se une al segundo, y así sucesivamente, convirtiéndose finalmente en una
oleada humana difícil de detener.
Trevor Bryce observa que «Cabe destacar que las invasiones no se limitan a las operaciones militares, sino
que participan de los movimientos de grandes poblaciones, por tierra y por mar, en busca de nuevas tierras
para asentarse.»67
Esta situación está confirmada en el templo de Medinet Habu: en los grabados, los guerreros peleset y
tjekker que lucharon contra Ramsés III están acompañados por mujeres y niños, cargados en carretas de
bueyes.67
Hubo una serie de gigantescas olas migratorias, que se extendieron entre el valle del Danubio y las
llanuras de China.68
M. I. Finley asocia este amplio movimiento, más que con un pueblo o una cultura, con un suceso
perturbante:
... toda esta destrucción debe ser datada en el mismo período alrededor de 1200.69
Finley data en el 1200 a. C. la invasión doria, los ataques de los pueblos del mar, la formación de los reinos
filisteos en el Levante y la caída del imperio hitita, cuando en realidad estos sucesos ocurrieron en un
periodo de unos cientos de años.
La evidencia arqueológica se trata de la misma manera. Robert Drews presenta un mapa que muestra la
destrucción de 47 ciudades fortificadas, que denomina Grandes sitios destruidos en la Catástrofe, que se
concentran en el Levante, con algunas en Grecia y Anatolia.70 Las cuestiones sobre fechas y agentes de la
destrucción siguen sin ser explicadas, con lo que la relación no puede ser postulada más allá del nivel de la
pura especulación.
Los invasores que se asentaron en esos lugares parece que no hicieron ningún esfuerzo por retener la riqueza
de las ciudades, construyeron nuevos asentamientos en el lugar con materiales más sencillos y sus restos
muestran un nivel cultural y económico menor que el de la ciudad asolada. Por ejemplo, no se apropiaron
del palacio y los comercios de Pilos, sino que los arrasaron y los sucesores (quienes fuesen) que se
instalaron sobre las ruinas solo han legado productos de cerámica y algunos objetos, lo que muestra una
discontinuidad cultural.
Si todas las discontinuidades fueron lo suficientemente contemporáneas para justificar la teoría de las
grandes oleadas invasoras es otra cuestión, y de la identidad étnica de los pueblos del Danubio son escasos
los registros.
Algunos pueblos, como los Peleset o filisteos, dominaban la fundición del hierro, el cual les permitía forjar
espadas y lanzas capaces de partir las armas y perforar las corazas de bronce enemigas con relativa facilidad.
Otros pueblos de procedencia no bien conocida disponían de una técnica para fabricar espadas largas y
esbeltas, reforzadas en la empuñadura. Esta nueva arma, hecha de bronce, resultaba una de las más eficaces
de su época, por ser apta para propinar golpes de punta y de filo sin romperse, lo que proporcionaba una
ventaja clara en el combate, ventaja que quedaría demostrada con la progresiva incorporación a los ejércitos
posteriores, ya forjada en hierro en lugar de bronce.
Historiadores como R. Drews sostienen que este nuevo tipo de espada fue la causa de los cambios en las
estrategias militares que terminaron con los imperios hitita y egipcio. Afirmación ésta que se considera
exagerada por otros historiadores, como Fernando Quesada Sanz.71
Consecuencias
No es infrecuente encontrar autores que califican a este periodo como «uno de los más desoladores que se
tiene noticia, o el que más, por la cantidad de pueblos y culturas que destruyó».58 Otros autores se
encuentran en una posición intermedia: efectivamente, fue un período destructivo, pero se agravó por la
inestabilidad de todo el Mediterráneo en general. Empero, de estas invasiones surgieron modelos culturales
nuevos, y algunos de los que sucumbieron florecieron algún tiempo después con más fuerza si cabe, caso de
Grecia. Los que desaparecieron definitivamente, como el Imperio de Hatti, ya atravesaban una grave crisis
en todos sus ámbitos.
Uno de los principales casos de destrucción la vivió Grecia, tanto en su civilización como en su cultura. Los
pueblos helenos fueron asolados y, entre las principales acrópolis, solo la de Atenas no fue destruida. La
cultura micénica se perdió casi por completo, la escritura se olvidó mayoritariamente, los ajuares funerarios
de la época inmediatamente posterior sorprenden por su simplicidad y escasez, lo mismo que las
decoraciones cerámicas o la propia arquitectura. Pero no está claro que todo haya sido debido a los pueblos
del mar, dado que en las islas, en los espacios más vulnerables para actuaciones piratas, no se ha encontrado
ninguna evidencia arqueológica que pueda constatar la acción de estos pueblos. De otro lado, la máxima
destrucción se comprueba en la Grecia central, y resulta extraño que los pueblos del mar dejasen de lado las
islas griegas y se dirigieran únicamente al centro continental. De ser así, los pueblos griegos de la época
habrían estado alarmados y preparados para ofrecer resistencia, ya esas noticias habrían llegado a través de
mensajeros a los centros aliados.
Para explicar el colapso griego existen diversas teorías, desde las que afirman que fue producto de la acción
de la naturaleza, huracanes, movimientos sísmicos, etc., hasta las que indican que se debió a permanentes
revueltas en toda Grecia. Este tema sigue siendo hoy día muy debatido, y las últimas teorías apuntan a que
se dio una cadena de factores que propiciaron la caída de la Grecia micénica.
Al mismo tiempo, toda Asia Menor fue arrasada: Ugarit, Tarso, Hattusa sucumbieron a los recién llegados.
Las excavaciones arqueológicas han encontrado un estrato de cenizas en todas esas ciudades datadas en la
misma época, indicando que fueron destruidas por el fuego.
Los hititas, movilizaron gran cantidad de tropas para contener la invasión, dejando otras zonas
desguarnecidas que fueron atacadas y arrasadas, lo que causó la destrucción total de este imperio.72 Según
dejó registrado Ramsés III en Medinet Habu:
los pueblos fueron removidos y dispersos en la refriega. Ninguno resistió ante las armas, desde
Hatti, Kode, Carchemish, Arzawa, Alashiya fueron aplastadas.73
Egipto tuvo que abandonar todas sus posesiones en Asia para poder defenderse, posesiones que no volvió a
recuperar. Además, Ramsés III tuvo que movilizar a todos los hombres disponibles, hecho insólito en la
historia egipcia.
Algunos estados, como Sidón y Biblos, lograron sobrevivir a las invasiones ilesos. A pesar del pesimismo
de Ramsés III, Carchemish también se salvó del ataque: Kuzi-Tešub, que gobernaba en nombre de
Suppiluliuma I, se declaró Gran Rey y fundó un pequeño imperio entre «el Sudeste de Asia Menor, el norte
de Siria... [a] la curva oeste del Éufrates», que se mantuvo entre los años 1175 y 990 a. C.74
El fin de la oleada
Varias son las razones alegadas por las cuales aquella marea de destrucción se detuvo:
Asentamiento en nuevas tierras, parándose o mermando la migración. Entre los pueblos del
mar de los que se conoce su asentamiento se encuentran los ya citados peleset (filisteos),
quienes finalmente se radicaron en los alrededores de Gaza y cuyo recuerdo utilizaron los
romanos para nombrar posteriormente la región como Palestina.75
Pueblos citados
Los pueblos del mar citados, y sus hipotéticos orígenes, son los siguientes:4
Los shardana o sherden, cuyo nombre puede relacionarse con el de Cerdeña (Sardinia,
Sardegna), y algunos autores leen en el texto fenicio de una estela de Nora la locución be-
shardan. En la cultura sarda de los nuraga megalíticos, las figurillas broncíneas que
representan a guerreros se asemejan notablemente a los grabados de Medinet Habu y a otros
restos chipriotas. También se ha propuesto para ellos un origen de Siria del norte.
Los lukka, que aparecen en textos amarnienses. Vivían de sus potentes flotas, costeando
Chipre y el sur de Anatolia y realizando acciones de piratería. Parece que los hititas los
consideraron como un verdadero Estado litoral. Suele proponerse que este pueblo fuera
procedente de Licia.
Los ekwesh o akawasha podrían ser los ahhiyawa de los hititas y es verosímil que se trate de
los aqueos micénicos, griegos, acaso ya establecidos en el occidente anatolio (la Mileto
griega podría ser la Millawanda/Millawata de los textos hititas) y que es la teoría más
aceptada. Sin embargo, las principales dudas sobre su origen proceden del dato de que los
ekwesh estaban circuncidados.
Los teresh o tursha, a los que se ha puesto en relación con el topónimo mencionado por los
hititas de Taruisha y también con los tirrenos o etruscos. Algún autor, en cambio, pone su
nombre en relación con el hebreo Tarshish y con el hispánico Tartessos, pero esta hipótesis
goza de poca aceptación.
Los shekelesh se han relacionado con Sicilia y los sículos. Este pueblo habría llegado a la isla
tras ser rechazado en Egipto por Ramsés III.
Los peleset son –con casi total seguridad– los filisteos. Aunque no aparecen en la
documentación de Hatti, la Biblia les sitúa procedentes de Kaftor, que podría ser Creta.
Presentan rasgos micénicos, aunque otros autores prefieren situar su origen en la Siria
septentrional o en el Cáucaso.
Los tjeker o thekel recuerdan el nombre de Teucro, legendario fundador de Salamina en
Chipre, epónimo de los teucros (en la Tróade). Los relieves les atribuyen una indumentaria
similar a la de los peleset. Quizá procedían de Anatolia, e incluso pudieran ser los propios
troyanos. Fueron mencionados por los hititas. Una hipótesis propone que fueron la rama
marinera de un grupo en el que los peleset serían de tierra adentro.
Los denyen podrían ser los anatolios danuna mencionados en El-Amarna. La semejanza con
el nombre dánaos los relaciona con los aqueos, ya que es otro nombre de los griegos
micénicos. Es posible que se aliaran con los peleset y los tjeker, compartiendo con ellos
tierras y asentamientos. Probablemente se fundieron con los hebreos y en este caso serían
los componentes de la tribu de Dan, que vivía del mar.
Los weshesh podrían estar vinculados a Wilusa (Ilión-Troya en hitita), por lo que se ha
sugerido que sean los restos de los pueblos troyanos.77
Referencias
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64. Wood (op. cit., pág. 221) explica una crisis 76. En el Antiguo Egipto no se convocaban este
climatológica general en las regiones tipo de movilizaciones salvo fuerza mayor, el
situadas entre el Mar Negro y el Danubio ejército se nutría casi exclusivamente de
alrededor del 1200 a. C., conocida gracias al mercenarios y excautivos de guerra.
análisis de pólenes y la dendrocronología, y 77. Sandars: Los pueblos del mar pp. 111-121 y
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Bibliografía adicional
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Enlaces externos
Las Invasiones de los Pueblos del Mar (http://www.lahistoriaconmapas.com/2011/12/las-invasi
ones-de-los-pueblos-del-mar.html) (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial (http
s://web.archive.org/web/*/http://www.lahistoriaconmapas.com/2011/12/las-invasiones-de-los-pueblos-del-ma
r.html) y la última versión (https://web.archive.org/web/2/http://www.lahistoriaconmapas.com/2011/12/las-inv
asiones-de-los-pueblos-del-mar.html)). La Historia con Mapas
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