fue el segundo de los doce Acuerdos de Paz suscritos por el
Gobierno de la República de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), para alcanzar soluciones pacíficas a los principales problemas que generaron el Conflicto Armado Interno Este enfrentamiento duró más de treinta años y dejó un saldo en muertos y desaparecidos que supera las 200 000 personas El Acuerdo global sobre derechos humanos se firmó el 29 de marzo de 1994, en México, D.F., y forma parte del Acuerdo de paz firme y duradera el cual concluyó el proceso de negociaciones de paz que duró alrededor de una década y fue suscrito el 29 de diciembre de 1996 En el Acuerdo global sobre derechos humanos, el Gobierno y la URNG reconocen la importancia de las instituciones y entidades nacionales dedicadas a la protección y promoción de los derechos humanos, así como la conveniencia de fortalecer y consolidarlas. En consecuencia, acuerdan que el Gobierno debe • Respaldar • Promover • Combatir • Garantizar • Resarcir o asistir a las víctimas de violaciones a los derechos humanos • Solicitar al Secretario General de las Naciones Unidas • Respaldar y fortalecer al Organismo Judicial, al Ministerio Público y al Procurador de los Derechos Humanos.
• Respetar la autonomía y proteger la libertad de acción del Organismo
Judicial y del Ministerio Público.
• Promover ante el Organismo Legislativo las modificaciones legales
necesarias para tipificar y sancionar delitos las desapariciones forzadas e involuntarias, así como las ejecuciones sumarias o extrajudiciales como delitos de lesa humanidad. • Combatir cualquier manifestación de cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad.
• Continuar la depuración y profesionalización de los cuerpos de
seguridad, así como seguir adoptando e implementando medidas eficaces para regular la tenencia, portación y uso de armas de fuego por particulares de conformidad con la ley.
• Garantizar las libertades de asociación y movimiento.
• No alentar la organización o configurar comités de defensa civil en todo el territorio nacional, a no ser que existan hechos que los motiven.
• Impulsar una nueva ley de servicio militar, para garantizar que la
conscripción para dicho servicio no sea forzada, no viole los derechos humanos y mantenga su carácter de deber y derecho cívico.
• Garantizar y proteger la labor de los individuos y entidades defensoras
de los derechos humanos. • Resarcir o asistir a las víctimas de violaciones a los derechos humanos, mediante medidas y programas de carácter civil y socioeconómico dirigidos prioritariamente a quienes más lo requieran dada su condición económica y social.
• Solicitar al Secretario General de las Naciones Unidas la organización
de una misión de verificación de derechos humanos y del cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de paz firme y duradera, el cual se firmaría en el plazo más breve posible tanto por el Gobierno como por la URNG. Vigencia
• El Acuerdo global sobre derechos humanos cobró vigencia a partir de
la firma del Acuerdo de Paz Firme y Duradera, según lo estipulado en la siguiente cláusula: “todos los acuerdos integrados al Acuerdo de Paz Firme y Duradera cobran formal y total vigencia en el momento de la firma del presente Acuerdo”. El Acuerdo global sobre derechos humanos se firmó dos años después que el Acuerdo de Querétaro, pues según expone Rosales (2006, p. 41), las negociaciones de paz se interrumpieron cuando Jorge Serrano Elías fue depuesto de la presidencia y sustituido institucionalmente por Ramiro de León Carpio en 1993. FIN